Partida Rol por web

Él dejo se forma marcial de cualquier guardia y la tomo entre sus brazos cuando ella se acerco permitiendo que se apoye en su pecho mientras él apoyaba su cabeza en la de ella.

“Yo tambien te extraño Gianna…tu tio me ha tenido muy ocupado.” Comento el guerrero pasando su mano por la espalda de ella delicadamente.

Escucho con atención del viaje que planeaba la noble, quedandose por un momento pensando en lo que le proponía ella. Aunque fue con el beso apasional de ella que lo devolvio al mundo y con ella.  “Como me sentire obligado con una invitacion de tu parte?” pregunto ni bien los labios de ambos se separaron y su mirada se fijaba en ella. “Acepto la invitacion y me encargare de protegerte de cualquier mal que aparesca.” Le decia jurándole al final proteccion.

Gianna sonrió, con Bastien no tenía que disimular nada y él la hacía sentir que era apreciada por algo más que las veces que retozaban juntos.

-Tal vez mi tío sospeche que eres mi amante y por eso y mantiene tan ocupado. No me extrañaría en absoluto.

La noble se apartó tomandolo de la mano y lo llevó al sillón donde le hizo sentarse, luego se sentó en sus piernas.

-Entonces te encargo que supervises la tripulación y sólo me des detalles de lo que necesites.

Gianna acomodada su camisa y lo miraba a los ojos. Lo besó de nuevo y sonrió con picardía.

-Estoy segura que si tú estas conmigo, nada me pasará.

“Me parece que es mas que una sospecha…” comento él dando un leve suspiro. “Muchos de tus sirvientes son hombres y mujeres de él. Es posible que lo tengan informado de mucho de lo que pasa en la mansión.” Le explico el caballero que tal vez aprovechando su puesto de guardia puedo haberlo observado.

Siguiéndola al sillón se sento y dejo que ella se sentara en él con tal familiaridad como si lo hubieran hecho miles de veces. “Quieres que supervise? Podre hacerlo solo necesitare un tiempo para encontrar gente que solo sea leal a ti y no a tu tio.” Comento ya tomando de forma positiva tal mision.

Tras recibir el beso con mucho gusto la miro intensamente por unos segundos antes de responder. “Nada te pasara, a menos que vos los quieras.” Afirmo acariciando sus piernas levantando un poco el vestido de ella, pero sin propasarte como él podria.

Estaba estupefacta ante las palabras de Bastien, si bien esperaba que algunos de sus sirvientes estuvieran del lado de sut lo, esperaba también que la mayoría estuviera con ella pero ahora que lo sabía tenía que hacer algo.

-Pues todo eso va a tener que cambiar... Porque en esta casa, le guste a mi tío o no, la que manda soy yo.

¿En qué momento ese hombre había determinado hacer de su vida lo que se le antojaba? Negó con la cabeza y se recosto en el pecho del soldado.

-Si, quiero que lo hagas y no te preocupes por mi tío que de el me encargo yo.

Dejó que subiera su falda pero lo detuvo justo antes de mostrar más aunque sólo estuvieran ellos dos.

-No me da la impresión de que me extrañes tanto...

Volvió a besarlo para luego detenerse y mirarlo a los ojos.

-Vendrán Leonor, mi amigala actriz, Alfio y claro, tú... No se si Ignacio Giovanni, ya lo veremos.

Nuevamente lo besó, Gianna era cariñosa con Bastien como si se tratara de un esposo y no de un simple amante.

“Estoy de acuerdo y te entiendo. De cualquier forma estaré esperando paciente si en algún momento necesitas que te ayude con tu tío.” Comento acariciándole el pelo cuando ella se apoyo en su pecho.

Se dejo detener y le sonría con picardía cuando ella afirmo que no la había extrañado, casi anticipándose a ella fue un busca de un nuevo beso. Para luego seguir besándola en el cuello mientras le decía quienes venían en ese viaje. “También tiene que venir mi amigo, es mejor que dejarlo aquí con tu tío. Aunque es tu decisión.” Agrego a lo dicho por ella tras pensarlo.

“Parece una…” empezó a decir antes de dejarse detener por un beso mas de ella que le produjo una facil sonrisa y también lo hizo acariciarle las piernas de ella, internándose cuando podía un poco debajo de su vestido. “Buena tripulación. Aunque conozco solo a una de ellos. Leonor era la pelirroja que nos ayudo con el tema de los infelices que se metieron en tu casa?”

-Te avisaré si hace falta. ¿Sabes? Es raro, siempre vi a mi tío como a un padre, incluso mejor porque pensé que seria precisamente como era mi padre conmigo pero está fuera de sí y me trata como si fuera de su propiedad. Sin embargo, lo quiero y no quisiera que le sucediera nada...

Ella se quedó pensativa un rato, Gianna podía ser especial, alocada y discola pero tenía sentimientos y eso era evidente. Sonrió cuando sintió las manos de Bastien aventurarse un poco más.

-Claro, tu amigo puede venir. Y si, Leonor es la pelirroja, es mi amiga y creo que uno de las pocas personas en las que tú y yo podemos confiar plenamente.

De pronto se sentía sola y no creía que nadie la quisiera por ser ella solamente. Se acercó al oído de Bastien y susurró:

-No empieces lo que no tienes intención de terminar...

Sentía algo de tristeza a pesar de haber dicho aquello con una sonrisa.

“Los padres muchas veces son controladores, tal tu padre no lo fue pero si tu tio. Igual comprendo que no quieres que le suceda nada.” Comento dejando una posible explicación de la nueva forma que encaraba las cosas el tio de ella.

Sonrió ante la confianza que ponía en la pelirroja. “Lo tendré en cuenta y tratare de hacerme amigo de ella también.” Propuso viendo la expresión de ella.

Aunque pronto hubo otro tema entre ellos escuchando la propuesta indecorosa de parte de ella, provocando que el caballero tambien se acercara a ella oliendo el dulce aroma que tenia ahora que en no seria el mismo cuando terminaran lo suyo aunque no por eso seria un aroma feo sino mas cautivante. “Por lo que recuerdo quien ha dado el primer beso has sido tu…” le devolvio Bastien con cierta diversión. “Pero no te preocupes puedo terminar con mucho gusto lo que haz empezado.”

Tras el encuentro con Bastien Gianna hizo mandar un mensajero al teatro que habia ido hace unas noches con Cirino. Su objetivo era dar con la Diosa, una de las invitadas que esperaba que la acompañaran en ese corto viaje ya que en parte ella los habia ayudadazo a estar juntos.

La diosa pidio que la reunion fuera a la noche ya que se encontraba con el dia lleno de funciones, pero haria el esfuerzo por asistir a su invitacion ese mismo dia. A pesar de todo la noche estaba cercana y Gianna no debio esperar mucho tiempo hasta que una sirviente le informara que su invitada habia llegado.

La mujer se vestia no necesariamente con una gran finura pero los vestidos sin duda eran llamativos con sus colores vivos y con el cuello de este dejando ver suficiente piel para distraer a quienes de hablaran de frente. Su peinado dejaba caer su pelo oscuro como una cascada tanto para su espalda como encima de sus hombros tapándolos. Por ultimo su andar si la hacia parecer mucho mas noble de lo que te imaginabas que era incluso hasta hacerla parecer una reina con la autoridad de sus pasos.

“Buenas noches Gianna, siento mucho que retrace nuestro encuentro hasta la noche. Espero no haber arruinado ningun plan que tuvieras.” Dijo inclinadose en disculpas antes de ir a abrazarla y dejar un beso en cada una de sus mejillas.

Gianna no estaba molesta por el retraso, la verdad era que sabía que su amiga tenía muchas ocupaciones y le agradecí que estuviera allí.

-No te preocupes, cualquier tiempo si me regales es de agradecer.

Y era así, la invitó a sentarse y luego se sentó ella tras ordenar que les sirvieran algo de vino a las dos para luego quedarse a solas.

-No tengo mucho que hacer estos días. Me separaron de Cirino y decidí ir a verlo... Un viaje en barco, en el que quiero que me acompañes.

Hizo un gesto de fastidio.

-En realidad creo que ya me resigne a que Cirino, ni siente lo mismo por mí, ni está dispuesto a luchar contra su padre pero quiero ir y que me lo diga en mi cara.

Esperó por la respuesta de ella.

La mujer se sentó donde la noble le permitió cruzando sus piernas con sexualidad dejando una de sus piernas mas a la vista, aceptando la copa que le daba la sirvienta y dandole un sorbo. “Que delicioso esta.”

“Un viaje en barco para buscar a un hombre, creo que hay un par de obras de teatro respecto a eso. Algunas terminan mejor que otras…” comento con cierta lamentación aunque pronto negó con la cabeza como queriéndose sacar el pensamiento de la cabeza. “De cualquier modo agradezco la invitación y estaré dispuesta a ir. Solo cuéntame sobre el destino y como lo haremos.”

Aunque la sonrisa que había ganado por el excitante viaje se volvió mas chico al notar los gestos que tenia Gianna, junto a sus palabras finales que no eran muy alentadoras. “¿Estas seguro así? No me imagino que no haya peleado contra su padre para no ser echado como supongo que habrá sido.” Comento con seriedad. “Discúlpame por lo brusco de la pregunta pero ¿Su padre no es tu mayordomo? ¿Como es que dirigí quien se queda en tu casa y vos no?” pregunto concentrándose en ella y su respuesta.

Gianna sonrió, todo lo que se servía En Su casa era de buena calidad y el vino no iba iba ser la excepción.

-No quiero pensar en las que terminan mal pero estoy sólo puede terminar.

Respiró profundo.

-No estoy segura de que no haya peleado pero tampoco recibí una carta suya ni nada así. Y si, mi tío es mi mayordomo lo decirlo de una manera pero también es su padre y Cirino a veces puede ser muy condescendiente. De todas maneras lo único que quiero es que podamos cerrar este ciclo y seguir adelante sin él.

La miró a los ojos fijamente y asintió.

-Bolonia es el destino, se que B tomara algo de tiempo y entenderé si prefieres no ir pero me gustaría muchísimo que vinieras. Vienen conmigo mi amiga Leonor, Alfio, el hermano de mi prometido ya fallecido, mi soldado Bastien y su amigo, tú y creo que Ignacio Giovanni, aunque aún no he hablado con él.

Esperó pacientemente por su respuesta mientras bebia de su Copa.

“Nadie quiere pero sabes como es el teatro con sus comedias, dramas y combinación de ambas.” Comento dandole poca importancia relajando el posible mal momento de su anterior comentario.

“Es algo muy sensato y tal vez lo mejor a fin de cuenta la distancia no es algo que beneficie a la pareja.” Comento con cierta lamentación y pareciendo no darle completamente su apoyo en esta cuestión o tal vez esperando paciente para no meterse donde no debía. “Supongo igual que hablaran un poco al menos y solo viajaras para cortar con él ni bien lo veas…”

Sonrio grande. “Oh querida a mi me encantaría viajar y ver otros paisajes que los usuales. Además a pesar que no conozco a los que nombras me imagino que serán personas muy interesantes para conocer.” Comento ilusionada mirando a la mujer antes de levantarse y posarse al costado de ella acariciándola con cariño con la mano vacia.

“Sin duda es muy tentador, aunque debo admitir que soy algo mas temerosa de lo que parezco. Preocupándome por la seguridad nuestra.” Dijo esperando ver la reaccion de la noble como si esperara que le preguntara de ello.

Gianna sonrió, la diosa siempre tenia las palabras correctas.

-Bueno, tiene que haber de todo en ser vida y es mejor que nos resignemos a ello.

La joven suspiró, lo de Cirino y ella ya no podía considerarse una pareja así que más que nada,aquello era un viaje para dar por terminado todo si era que alguna vez existió.

-Ni la distancia, ni decirle a quien te ama que se case y haga su vida porque eso es lo que él me dijo. Pero ya no se si estoy con ganas de luchar..., tal vez dE mejor dejarlo hacer su vida pero no puedl cerrar un ciclo si no hablo con él.

Gianna hizo un alto y luego pensó en lo que ella decía.

-¿A qué te refieres con lo de nuestra seguridad?

Intuía los peligros pues ella no era tonta pero la diosa había sido muy puntual así que quería saber a qué se refería.

La diosa se vio algo apenada o desilusionada al escuchar las palabras de Cirino de parte de la noble. “Que el haga la suya y vos la tuya, cierto?” pregunto agregando una pequeña sonrisa a esa oración. “Como dije es tu decisión, yo te apoyare si necesitas un oído para escucharte.” Comento la mujer apoyando por un corto tiempo su mano en la pierna de Gianna, no lo había echo en el mismo sentido que Bastian antes sino mostrando su apoyo.

Luego llego la pregunta de Gianna y la diosa la miro un rato antes de contestar. “No creo que piratas pasen cerca de la costa, pero un barco extraño en altamar no deja de ser peligroso. Gianna, no digo que tu tío pueda estar planeando en ponerte en peligro pero su acción ahora podría dar un buen momento a un enemigo de la familia para atacarte en un momento mas vulnerable que aquí en tu casa…” comento con seriedad la actriz.

“No se bien las danzas mortales entre los nobles de aquí, pero no quiero que te pase algo por esto ahora que estas algo distraída.” Comento la mujer si bien no siendo tan especifica como podria esperarse de sus anteriores palabras habia algo de cierto en lo que decia.  

Gianna suspiró.

-Bueno, mira... Si se fuera el caso de su alguien me ataque o si mi tío fragua algún plan para hacerme daño, pues será así porque no pienso vivir con miedo ni por él, ni por nadie.

La noble estaba decidida a hacer ese viaje y quizá no era sólo por Cirino, pero eso era algo que se guardaba sólo para ella.

-Ahora, mi bella amiga. Te suplico que vayáis a poner tus cosas en orden y te avisaré qué día zarparemos.

Se levantó y le dio dos besos suaves en las mejillas. Aún tenía cosas que hacer y quería ver a Leonor.

La diosa también suspiro y la miro sonriendo con cariño mientras su mano ascendía al rostro de ella. “No te precipites a mostrar tu coraje Gianna.” le aconsejo como si fuera dicho mas por una madre que por una amiga por el tono que uso. “Me ire como me pides y me ire a preparar mis cosas para el viaje. Ten una linda noche.” Dicho eso le beso en la boca sin vergüenza en forma de despedida tras los besos que le dio ella.

Se encontraria con Leonor esa misma noche, tenia formas de comunicarse con la humilde joven de la ciudad por lo que uno de los tripulante finales de su navío estaría pronto cuando ella mandara un sirviente a buscarla.

Gianna había aguardado para enviar a alguie a buscar a Leonor porque tenía algunas cosas que hacer y quería dedicarle mucho más tiempo a su amiga que a todos los demás, aunque aún espera espera ver al Giovanni. Ordenó que les prepararan una deliciosa cena y que una vez Leonor apareciera, nadie debía molestarla.

Se asomó por la ventana y aunque vio a la muchacha acercarse a su mansión, siguió mirando porque buscaba al Giovanni, deseaba estar con él así que garabateó una nota, la selló y la envió con un sirviente sirviente la residencia de los Giovanni para ser entregada en manos de Ignacio y que la buscara por la madrugada.

Bebió una copa de vino mientras llegada Leonor ante ella.

Aquella extraña fiesta acababa de pasar y Leonor aun tenía el mal sabor de boca de no haber podido despedirse de su querida Gianna. No obstante, parecía que la suerte la sonrió aquella vez, puesto que no pasó demasiado tiempo hasta que uno de los camareros de la posada donde se alojaba junto a Konrad, tocó con suavidad la puerta de su habitación para darle el mensaje invitándola a cenar con Lady Scarpati.

Inmediatamente, le hermosa muchachita acudió a ver a su Domitor para pedir su permiso, y en cuanto lo obtuvo, se lavó adecuadamente y se vistió con su bonito y sencillo vestido de mangas largas para la ocasión y se encaminó hacia la mansión Scarpati lo más rápidamente que pudo.

Lo cierto es que se sentía muy feliz de poder hablar con Gianna. Había muchos asuntos que no habían podido concluir y esta era una estupenda ocasión para que ambas pudieran estar a solas.

Un sirviente condujo a Leonor a la pequeña sala donde Gianna esperaba a la pelirroja y cuando la vio, su cara se iluminó al ver a su amiga. Se acercó a ella y la abrazó con efusividad; parecía que hubieran pasado años sin verse aún cuando hacía poco habían estado juntas.

-Mi querida Leonor... ¡Estás hermosa! Ven, ven. Toma asiento y déjame que te cuente las buenas nuevas.

Había una mesa dispuesta para ellas, la anfitriona había ordenado una cena especial, con quesos y carne al vino, aguamiel y frutas, perfecta como su amiga lo merecía.

-¿Aún deseas hacer ese viaje conmigo? Lo pregunto porque estoy preparando el viaje con mi... Bueno, con Alfio, el hermano de Leoncio y algunos amigos más... Ignacio también vendrá. Me encantaría que vinieras conmigo.

Sonrió emocionada al mismo tiempo que servía vino para su amiga y bebía más del suyo.

Leonor se dejó conducir por el sirviente por aquella majestuosa mansión que aun conseguía hacer que su boca se abriera de puro asombro. Cuando finalmente llegó hasta donde se encontraba Gianna, la damita se dejó abrazar, reconfortada por el cariño que le profesaba, procurando que ella no notara ningún cambio en sus expresiones si, por accidente, presionaba en los moratones que tenía en los brazos, que se encontraban ocultos por el vestido.

-¡Gianna! ¡Te ves preciosa! – Fueron sus primeras palabras antes de fijarse en el banquete que su amiga le había preparado. Ella nunca había sido agasajada con algo así y era la primera vez que comería muchos de los alimentos dispuestos en la mesa.

-Pensé que tu tío no aprobaba ese viaje. Si lo estás preparando todo es que eres una valiente aventurera y una mujer extremadamente capaz de cumplir sus sueños.– Respondió con alegría ante la noticia de que finalmente iría tras Cirino tal y como habían hablado en la fiesta antes de que ambas se separaran. – A mi también me encantaría acompañaros, aunque antes necesitaría saber si esa noble que te mencioné y que está a punto de irse de Venecia, se encuentra con mi hermano o, por el contrario, sacó de las calles a otro muchacho parecido a él… No puedo irme sin saberlo – Le confesó con los ojos vidriosos de preocupación, sintiéndose mal por no haber sido capaz de descubrir aun la identidad de esa dama noble extranjera.