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La Busqueda

Una fria noche (Cap 1.1)

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09/01/2015, 00:30
Narrador

Pronto sin que la joven se percatara empezó a bajar el sol, había gastado unas buenas horas del día en aquel barrio persiguiendo a un asesino que esperaba no ver en el resto de su vida.

Por otro parte comenzaba a notar una concurrencia mayor de personas por la calle, lo que no era del todo raro porque según la costumbre de la Ciudad de los canales tendrían un enorme festejo por la llegada del cardinal y ahora la mayoría de la gente estaría volviendo de la Basílica a su casa. Todo para cambiar su ropa a una mas festiva y elegante para la fiesta que habría esta noche.

Aunque eso seguro lo hacían solo los que tenían hogares a los que volver mas tarde en la noche, con comida y calor esperándolos. Pero para la joven Leonor eso no era el caso y por eso en parte le fastidiaba que su vida fuera como la de estas personas.  Le daban envidia pero eso nunca lo admitiría para afuera.

Notas de juego

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09/01/2015, 00:34
Amedeo Uccello

La pobre Leonor siguió en su camino al guardia, tenía para él algunas preguntar que rondaban su mente pero sentía por la forma que avanzaba por las calles que lo mejor seria esperar que llegara al objetivo que se habia impuesto. De nuevo su memoria infalible le fue útil y le permitio saber desde un tiempo que se dirigían a la Taberna de Facciolo.

Llegado al lugar fueron recibidos por la guapa mesera que antes habia acosado a Leonor por algo de información. Su sonrisa como antes pareció algo traviesa y como antes sus ojos viajaron a la pequeña casi de inmediato.

Amedeo sin mucha ceremonia pidió una copa pequeña de vino para ambos. Luego se sentó desanimado en su asiento, parecia ser que habia llegado el momento por si la pequeña quería preguntar algo.

“Que fastio de dia…” dijo a nadie en especial.

A diferencia de antes la taberna se veía mas concurrida, sumando posiblemente mas de diez personas dentro. Ninguno de los cuales Leonor podía identificar como los clientes que había visto antes. De paso sentía un mayor calor en el lugar, seguramente productor de que habían encendido la gran chimenea del lugar para abrigar a todos del frio de la noche. Con la mayor actividad se las notaba a las meseras trabajando mucho más que esta mañana, pero ninguna parecía molesta por ello sonriendo entusiasmadas con cada uno de los clientes que atendían.

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10/01/2015, 02:34
Leonor Amore

El tiempo había pasado volando para la joven huérfana. No sabía si era debido al miedo que había tenido, o que hoy había conseguido comer copiosamente. Fuera como fuera, las emociones que vivió habían hecho que sintiera como si su corazón fuera a salirse de su pecho. Por lo que la algarabía de la gente a su alrededor le resultó totalmente lejana comparada con su situación, mientras ambos se dirigían de vuelta hacia lo que ella pensaba que se trataba del camino hacia la taberna, y el sol comenzaba a mostrar aquellos destellos rosados y anaranjados que tanto le había gustado observar junto a su hermano antes de que los dos tuvieran que encontrar un buen refugio para dormir.

Su memoria no le falló, y finalmente terminaron sentados en una de las mensas de aquella posada, y siendo atendidos por la mesera que le había puesto tan incomoda hace tan solo unas escasas horas, y cuya expresión en su sonrisa, le recordaba a un astuto depredador antes de abalanzarse sobre sus presas.

Tras centrar su atención en Amedeo, y después de que dicha camarera les sirviera el vino que su compañero había pedido, Leonor se quedó mirándole extrañada ante sus palabras.

-¿Fastidio? Tendrías que sentirte feliz de estar vivo. Eso, sin contar con el hecho de que el fugitivo anda por ahí sin zapatos, sin camisa y con el brazo que necesita para usar su arma ensangrentado y, teniendo en cuenta la fuerza con la que le di en sus partes nobles, puede que incluso sin la posibilidad de procrear – comenzó aun asustada por recordar aquella escena pero sin exteriorizarlo para nada ante el guardia – Vosotros los señoritos nunca estáis contentos con nada. – Finalizó encogiéndose de hombros a pesar de que en el fondo comprendía su estado de ánimo. Sabía que la verdadera razón por la que Amedeo se sentía frustrado, era porque posiblemente su compañero sufriera un duro castigo a manos de su capitán. Suponía que aquel Germano no intentaría atentar de nuevo contra la figura del cardenal al encontrase solo y herido, pero nunca se sabía, por lo que aquello era una razón más para encontrarse alicaído, no obstante, recordarle que tendría que dar las gracias por no haber muerto aquel día, era la única forma que tenía de hacerle reconsiderar su suerte e intentar animarle un poco.

- ¿Puedo preguntarte algo? – Comenzó, intentando parecer un poco más circunspecta en esta ocasión - ¿Por qué te pusiste tan serio cuando te conté lo del moribundo? ¿Hay algo que sepas sobre él y que yo deba saber? – Preguntó escrutándole con la mirada, mientras se separaba un poco el cuello de la camisa a causa del calor que sentía.

Notas de juego

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10/01/2015, 21:18
Amedeo Uccello

El guardia se habia encontrado hasta ese momento con la mirada perdida en un punto fijo en la pared de la taberna, solo cuando la pequeña le hablo fue que salido de sus pensamientos.

Se le veía serio hasta el punto que la joven menciono la devastadora patada en las partes nobles del asesino, entonces sonrio divertido. “Deberas perdonar a vuestra señoría, si prefiere tener a un asesino detrás rejas que libre…” comento encogiendo los hombros. “Aunque pensándolo bien no estaría mucho tiempo detrás de las rejas, antes que el capitán ordene su ejecución.” Comento antes de tomar un sorbo de su copa.

Asintio a la pequeña dándole permiso de preguntarle lo que quería, aunque tardo un tiempo en responderle mientras jugaba con su copa. “No, conocía al sujeto pero conozco bien ese metodo que usan para silenciarse entre ellos.” Se quedo callado un rato mas antes de seguir. “La verdad no es el primer caso que escuche de un hombre negro que le faltaba la lengua y alguno de sus órganos…Si eso que me parece que sentiste en su estomago es la falta de órganos estoy seguro. Al parecer desde áfrica vino un grupo bastante peligroso que se encarga de proteger y a la vez someter a los africanos que tenemos en Venecia, lo malo que no tenemos una idea muy clara del grupo…” Comento negando pareciendo resignado en eso. “Ya que en parte vienen una cultura que muy diferente a la nuestra.”

“Algo que debería saber es que ese lugar es uno peligroso para estar de noche, eso seguro. Por lo demás estamos igual de informados.” No parecía mentir y eso te podría llegar a preocupar sabiendo que habia un grupo que pareciera estar por sobre los guardias de la ciudad.  "Tal vez tu amiguito sepa mas..." agrego seguramente refiriendose a Mamadou.

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10/01/2015, 23:04
Leonor Amore

Leonor se encogió de hombros ante la respuesta que le dio Amedeo. Realmente ella también hubiera preferido que el Alemán no se escapara, pero era lo suficientemente pragmática como para saber que estaba viva para poder ver un nuevo amanecer y aquello era demasiado bueno como para sentirse agradecida.

-Piensa que no podrá atacar a nadie así como está… al menos no a nadie que cuente con una escolta y con guardias a su servicio – Afirmó pensando en el cardenal – Por cierto, no hablaba absolutamente nada de Italiano, y trató de decirme algo en Alemán que no entendí en absoluto, por lo que será fácil seguirle la pista si interacciona con cualquier persona de los alrededores.

Si quieres puedo repetirte las palabras que me dijo, aunque no tengo ni idea de lo que puede ser. - Afirmó, haciendo gala de la memoria que la caracterizaba. Ante la confesión de lo que cierto grupo de gente hacía con las personas de color como el hombre que encontró en la casa, la pelirroja se sintió horrorizada.

Aquello era una atrocidad y estaba segura de que no solo se centrarían en los africanos, sino que también realizarían ese tipo de prácticas en todo aquel que no tuviera un hogar al que acudir o bienes que entregar a la guardia para que les protegieran.

Ella perfectamente podía haber sido víctima de aquellos animales y acabar sin órganos muriendo en cualquier callejón oscuro.

-No es amigo mío, tan solo quiso ayudarme porque terminé regalándole el pan que me distes a su abuela – Respondió con resignación, tratando de evitar que descubriera que estaba asustada por lo que le había confesado.

-Y ¿Qué ahora harás? – Preguntó al fin – Siento no haber podido serte de mucha ayuda. – Finalizó bajando la mirada hasta su copa para centrarse en las hondas que el líquido mostraba en respuesta a la algarabía del local.

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11/01/2015, 01:17
Amedeo Uccello

Amedeo no pudo evitar mirándola algo incrédulo ante la propuesta de ella sobre repetir de memoria la palabras del Alemán, pero por otro lado no tenían mucho más por donde ir y quien sabe tal vez aquello les daría algo.

“Bueno supongo que podremos intentar eso, pero yo tampoco se Aleman. Se francés y me puedo defender en español pero Aleman es un idioma algo complicado por lo que dicen.” Comento mientras hacia un gesto con la mano a la mesera que les habia servido vino. “Aunque conozco alguien que es muy versada…” Cuando llego la mesera Amedeo se apuro en pedir que le pidiera a Camila que viniera a la mesa de ellos, que se la necesitaba para que cumpliera un favor que le debía a él.

La mesera dejo escapar una risita que dejaba bien claro que Mesera no tenia una idea nada inocente del favor al cual se refería Amedeo. Este también se dio cuenta y le miro con fastidio mientras se iba.   

“Eso fue muy bueno de tu parte.” Comento casi como un halago mientras parecía no darse cuenta del terror de la joven. “Sera mejor que recuerdes donde vive ese joven y su abuela, por si tienes que volver por ahí. Aunque no te lo recomiendo.”

Tomo un poco mas y escucho las palabras de Leonor, negando. “No te disculpes, estoy de mal humor por otras cosas. Hiciste un gran trabajo, fui yo el que te hizo hacer más de lo que debias. Te agradezco Leo, eres un buen chico.” Le felicito con una sonrisa, acercandose para darle unos golpecitos en el hombro en forma amistosa para que no estuviera tan deprimida como él.

“Yo en un rato saldré al trabajo a vigilar el área del Arsenal, lamentablemente no habrá fiesta para mi. Asi que no me busques en la plaza.” Dijo bromeando.

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11/01/2015, 02:43
Leonor Amore

Leonor hizo un asentimiento cuando su compañero le mencionó que buscaría a alguien que sabía Alemán. A decir verdad se sentía impresionada de que el guardia supiera tantos idiomas, aunque para continuar en su línea de chico duro, se abstuvo de decirle nada.

Cuando la posadera se fue sonriendo, la pelirroja notó la expresión de fastidio en la cara de Amedeo. A decir verdad el chico no se había mostrado interesado en ninguna de las mujeres que habían pasado frente a sus ojos con escotes prominentes... ¿Acaso sería…? Bueno, esperaba que no fuera el caso y que no se mostrara tan interesado en ella por esos motivos, puesto que si no, la cosa podía ponerse algo violenta.

-Espero no tener que volver a esa zona de la ciudad nunca más, pero si alguna vez he de hacerlo, creo recordar donde encontrar al ragazzo. Con respecto a esas otras cosas, si hay algo que pueda hacer, que no implique más peligros por hoy, quizá pueda ayudarte – Dijo tras aquellos golpecitos en su hombro que aguantó sin quejarse a pesar de que ella no era muy fuerte.

-No se donde está el área del arsenal, pero si quieres dormir o disfrutar en la plaza y me indicas donde está, puedo hacer la mitad de tu turno por el equivalente a lo que te pagarían por esas horas de trabajo. – Finalizó sabiendo que no tenía ningún sitio donde pasar la noche y siendo consciente de que era mejor ganar algo de dinero para comer mañana.

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11/01/2015, 03:39
Amedeo Uccello

Nego mas energéticamente. “No hay forma que evite este trabajo y además o podrás suplirme. Primero porque no somos parecidos y luego porque en estos momentos andamos en alerta por el incidente de la mañana y cualquier otro posible incidente.” Dijo pareciendo molesto pero se notaba en sus ojos que aceptaba ese trabajo duro tal vez por tener mayor integridad que otros. “Saldre a festejar otro dia, no te preocupes.” Termino con un tono relajado.

“Aunque si te interesa el trabajo puedes tratar de inscribirte mañana con los reclutadores de guardia. Ahí si recibirías buena paga.” te comento animado por la idea que te uniera a ellos. Sin mas te comento donde se encontraba el Arsenal* y los puestos de reclutamiento.

Notas de juego

¿Acaso sería…? Bueno, esperaba que no fuera el caso y que no se mostrara tan interesado en ella por esos motivos, puesto que si no, la cosa podía ponerse algo violenta.

Me mate de risa con esto XDDD

Oh pero tal vez estas en lo cierto :P

*Mira el mapa en la seccion de Venecia, se encuentra al oeste de la ciudad.

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11/01/2015, 03:58
Camila

Mientras hablaban apareció la bella rubia que Leonor había visto esa mañana en la taberna. No habia duda que se acordaría bien de ella, ya que ni bien la vio su mente le hizo recordar aquellas últimas palabras que le dijo. Dejándole claro en ese momento que su disfraz y actuación no eran tan perfectos como deseaba.

“Donna, me dijo que podría pagarte un favor. Que necesitas?” pregunto sonriendo a ambos aunque manteniéndose mas cerca del Guardia esperando su respuesta.

“Aca Leo dice que puede decir de memoria algo que le dijo un criminal, aunque este le estuviera hablando en Alemán. Lo que te pido es que nos traduzcas lo que dice.” Le explico mirando a la joven con una mirada neutral.

La mesera la empezó a mirar y asintió “Lo puedo hacer. Si él recuerda bien lo que dijo este…” se comenzó a mover hasta quedar sentado al lado de Leonor, sonriéndole tranquila. “Cuando puedas, tomate tu tiempo y hazlo lento si lo necesitas.” Le recomendó antes de dejar que la joven comenzara a repetir lo que escucho del asesino.

Si bien la memoria de Leonor era una asombrosa en los momentos claves, su pronunciación de las palabras no salieron en un principio como las pensaba. Un poco apenada volvió a intentar lentamente procurando de tener la pronunciación correcta de cada una, copiando la forma de hablar del Aleman. Al terminar Camila le acaricio la cabeza como felicitandola por su esfuerzo.

“Creo que esto deberíamos hablarlo en privado, si no te molesta podrías seguirme a la parte trasera.” Le recomendó al guardia con una formalidad, que hacia pensar que no era la primera vez que la rubia hacia esta clase de trabajos.

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11/01/2015, 04:00
Amedeo Uccello

Amedeo la vio con cara de circunstancia y luego a Leonor. “Mira ya no me debes favores y esto es peligroso si quieres irte no te lo tendré en contra.” Le propuso. “Incluso creo recordar que había un pedido que querías hacerme, vere si puedo hacerlo y hablaremos otro dia.”

Notas de juego

Hora de decidir Amore :D

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11/01/2015, 21:16
Leonor Amore

Leonor miró a Amedeo simulando fastidio ante sus palabras, al no tener la posibilidad de sustituirle en la vigilancia del arsenal. No es que le hiciera especial ilusión el trabajo, pero suponía que era mejor que permanecer a la intemperie sin hacer nada y sin tener un techo en el que cobijarse.

Quizá si tenía demasiado frío, siempre podía ir a hacerle una visita en mitad de la noche, aunque no tenía mucha idea de cómo se lo tomarían los demás guardias si al final se decidía y la veían deambulando por ahí. Con respecto a inscribirse en la guardia, no lo veía nada claro.

Ella era una mujer, y en el momento en que la descubrieran no tendrían piedad en castigarla por el engaño… ¡Además! Sabía perfectamente que no era lo suficientemente fuerte o resistente como para sostener una espada, por lo que no tenía ninguna duda de que sería objeto de escarnio y utilizada como escarmiento por aquel capitán que le había dado tanto miedo… No, definitivamente prefería aligerar de su peso extra a los ricachones que se cruzase por la calle, antes de pasar a formar parte de la guardia de la ciudad. Eso sí que lo tenía claro.

Se encontraba pensando en aquella posibilidad, cuando la hermosa posadera que había descubierto su secreto con tanta facilidad, se acercó a ellos e intercambió unas palabras con Amedeo. Tras tomarse su tiempo para tratar de acertar con la entonación de las palabras que el Alemán le había regalado, Leonor finalmente pudo pronunciar las frases de forma decente, llevándose un elogio y una caricia como premio. Pero parecía que, tras ello, el guardia quería apartarla de la investigación, por lo que, ante aquella sugerencia, la jovencita pelirroja puso los brazos en jarra mientras replicaba

– ¿Quieres echarme sin que me entere de algo que no tendrías de no ser por mí? ¡De eso nada! – Afirmó con una sonrisa de pilluelo mientras le guiñaba un ojo divertida - No te librarás de mí tan fácilmente ¡Además! Aun tengo que saber qué tipo de persona eres antes hacerte un pedido tan importante ¿Sabes? Yo no me fío de cualquiera que acabe de conocer, y cuando termine de juzgarte, podré llamarte amigo o no hacerlo. – Finalizó con voz solemne mientas se disponía a seguirles allá donde fueran.

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12/01/2015, 01:53
Amedeo Uccello

El guardia parecía no esperarse esa reacción. “No eras vos quien decías que no querías meterte en nada más que fura peligroso. Estoy seguro que esto no es algo simple y tranquilo, posiblemente sea una conspiración importante del Emperador.” Le recordó negando con una sonrisa, era claro que no esperaba esa tenacidad para seguir con él y por eso le había dado una salida fácil que finalmente Leonor había ignorado.

“Bueno no importa si quieres ven con nosotros. Tienes un problema?” le pregunto a la bella rubia. Esta se quedó un momento pensando y la miro con severidad, antes de suspirar negando con la cabeza. Enseguida partió a la parte trasera de la taberna.

“Yo tampoco me fio de cualquiera, pero me fijo en las acciones de cada uno. Basándome en estas es como decido a quien llamar amigo.” Comento tocándole la espalda para que empezara a seguir a la rubia.

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12/01/2015, 01:54
Camila

Siguiendo a la rubia cruzaron una de las puertas de servicio donde los clientes no podían pasar y que daban a la cocina, las habitaciones de las meseras, un pequeño patio y una salida al canal que se encontraba junto la taberna. Metiéndose en una de las habitaciones, la rubia se aseguró que estuviera vacia y que la ventana estuviera cerrada antes de dirigirse ante sus invitados.  

“Creo que debería empezar por el principio…”dijo moviéndose al centro de la habitación. “Lo primero que dijo fue “Quien eres?” algo que tiene sentido, aunque supongo que no te dejo mucho tiempo para responder antes de decirte “Piensas que puedes robar a un ladron?” repitió dejando un momento de pausa para que ambos invitados pensaran en la confección del supuesto asesino.

“En serio dijo eso? Seguro no te confundes la palabra asesino?” pregunto rápidamente Amedeo.

“Asesino y Ladron no son palabras que se puedan confundir…” declaro con seguridad pronunciando dos palabras en alemán, que aunque la pequeña desconocía el idioma podía notar con facilidad la diferencia. “Te diste cuenta cierto? No se parecen.” Comento confiada que había hecho su punto.

“Luego pregunto sobre si los guardias andaban cerca y de donde venía él.” Continúo mirando a la huérfana para que supiera a quien se refería. “Por ultimo solo se preguntó a si mismo que haría con Leo.” finalizo encoguiendo los hombros y esperando cualquier pregunta de ambos.

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12/01/2015, 20:00
Leonor Amore

-No he dicho que me vaya a involucrar, pero no por ello voy a dejar de saber qué me ha dicho alguien que ha estado a punto de matarme. – Refunfuñó Leonor interpretando a la perfección su papel de chico problemático.

Mientras la pelirroja les seguía, se permitió el lujo de sonreir para sus adentros ante el cumplido que el joven guardia le acababa de hacer. Era una de las pocas veces que alguien le decía que sus acciones eran merecedoras de una amistad. Normalmente en las calles le habían aconsejado totalmente lo contrario y la habían llamado idiota por ser demasiado “buena” o altruista.

Cuando cruzaron la puerta de servicio y atravesaron varias habitaciones del local hasta encerrarase en una habitación y asegurarse de que nadie les podría escuchar, la hermosa mujer comenzó a recitar lo que el Alemán había pronunciado en aquella casa haciendo que Leonor se extrañara a la vez que algo la inquietó de alguna manera que no pudo explicar.

-Ummm, puede que no quisiera revelar a un extraño su verdadera profesión, pero mi instinto me dice que realmente no era un asesino, puesto que en ese caso en lugar de abalanzarme sobre mí sin recoger su daga del suelo, me la habría lanzado sin contemplaciones, ¿no es cierto? ¡Además! te aseguro que ese hombre no llevaba ninguna espada encima, por lo que ahora empiezo a pensar que hay algo que no cuadra en todo esto. – Afirmó algo confundida, sin atreverse a decir demasiado más en presencia de la mesera, por si a Amedeno no le parecía bien compartir información delante de ella.

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12/01/2015, 23:53
Amedeo Uccello

Amadeo se quedó pensando en aquello, ya de por si esto le parecía medio extraño pero las palabras del sujeto lo dejaba aun consternado. Estuvo callado mientras la huérfana adicionaba sus datos a lo dicho por el supuesto asesino.

“Tu instinto y el mio. No parece comportarse como asesino, le habría sido fácil matarte y luego dejar el cadáver perdido en ese barrio…” comento a Leo ganándose una mala mirada de la blonda. “Además se nota una falta de profesionalidad con sus palabras.” Algo que era poco pensado para alguien con la misión de matar un cardenal.

Suspiro y se rasco pensativo su barba consternado antes de acercarse al Leonor. “Luego me tienes que contar bien lo que paso allá. Ahora no creo que pueda quedarme más tiempo...”  Le ofrecio la mano libre para volver a recibir un apretón bien masculino como la otra vez que se despidieron.

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13/01/2015, 18:43
Leonor Amore

Leonor sabía que Amedeo tenía razón, a pesar de que la idea de acabar muerta en un callejón de aquel barrio le ponía la piel de gallina. – Ummm, ¿Sería posible que alguien estuviera contratando ladroncillos para usarlos como distracción y dejarles el camino libre a los verdaderos tipos peligrosos? – Preguntó algo consternada.

Estuvo a punto de añadir algo más, pero el guardia tenía prisa, por lo que aceptó su apretón de manos y asintió con una sonrisa forzada ante aquella despedida. Se había quedado sola, y con ello, la realidad de su situación y de lo inevitable de dormir a la intemperie se hizo demasiado patente como para poder ignorarlo. Con una expresión cansada y un suspiro, miró a los azulados ojos de la posadera mientras decía – Muchas gracias por no delatarme… la vida ya es demasiado dura siendo un chico. No quiero saber qué me harían por ahí si se encontraran a una jovencita sola en las calles.

Ojalá pudiera pagarte el favor, pero no tengo ni siquiera nada que llevarme a la boca… Al menos de momento. Aunque te prometo que intentaré compensarte de alguna manera en el futuro. No sabía por qué, pero que otra persona supiera su pequeño secreto la hacía sentir vulnerable, y lograba que esa capa de jovencito duro e insolente desapareciera para dar paso a una chica vulnerable y delicada.

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13/01/2015, 22:59
Camila

Lamentablemente para Leonor la respuesta no pudo llegar en ese momento, ya que ni Amedeo ni Camila tenían una forma de negar o afirmar la teoría de la huérfana. Además el guardia no había tardado en marcharse luego de estrechar su mano con la joven y sonreír con un poco más de normalidad.

Cuando Leonor se quedó sola con la mesera y comenzó a hablarle, podía notar como la mujer la veía preocupada y con algo de pena por la situación que le comentaba. Al terminar la mujer no dudo por mucho tiempo y la abrazo con fuerza. “Pobre pequeña…” dijo con tristeza mientras le acariciaba con cariño la espalda. “No me debes nada. Al contrario yo te debo algo a ti, no debí dejarte irte con ese guardia. Que aunque no parece malo, no es el más listo.” Comento liberándola un poco al terminar.

“Yo puedo darte un hogar y comida, pero quiero algo muy importante de ti…” le ofreció dejándole un momento para que absorbiera sus palabras como había hecho antes. “Quiero que dejes de comportante como un chico o te nombres a vos misma como uno al menos aquí.”

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14/01/2015, 00:31
Leonor Amore

Sentir aquellos brazos rodeándola la pillaron totalmente desprevenida. Desde que su hermano se había ido de su lado, nadie la había tratado con cariño, y a punto estuvo de que se le saltaran las lágrimas ante el gesto de la hermosa tabernera. Por todo ello, que se dejó hacer sin oponer resistencia, permitiéndose el lujo de disfrutar de ese momento y de atesorarlo para los momentos en los que se sintiera desdichada.

Aun permanecía bajo el ensoñador influjo que la ternura le proporcionaba, cuando la mujer le hizo aquella tentadora oferta de forma totalmente altruista. Pese a lo mucho que le gustaba la propuesta, tanto que le parecía demasiado buena como para ser verdad, de alguna manera, el hecho de desprenderse de lo único que le daba cierta seguridad y que le había salvado de más de una situación horrible en el pasado, era algo que le costaba aceptar, ya que sabía de sobra que si Luca Vestini descubría su paradero y la localizaba, estaría irremediablemente perdida.

Por todo ello, la jovencita, tras sopesarlo concienzudamente, le respondió con cortesía a la muchacha – Es muy amable de tu parte, pero hay alguien a quien necesito encontrar y me temo que no podría quedarme. ¿Puedo preguntar por qué no quieres que siga siendo Leo? Ser Leo es bastante más seguro para mí, he incluso aquí he visto como los hombres flirtean con las otras camareras.

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14/01/2015, 03:30
Camila

Mientras escuchaba tu respuesta bajaba sus manos para tenerlas unidas a las tuya con dulzura. Aunque su rostro parecía lamentarse por las palabras que le decían.

“No te pido que te quedes en este lugar eres una jovencita muy activa de eso estoy segura y encerrarte acá convertiría en una cárcel a este lugar. Algo que realmente no deseo…” dijo observando sus manos como si la examinara por cualquier lastimadura. “No voy a impedirte que busques a ese alguien y no te voy a interrogar de quien se trata si quieres que sea un secreto tuyo.”

Levantando su mirada le sonrió dulcemente. “Los hombres son hombres y aunque como bien dices algunos pueden manosearnos, es mejor que ser apuñaladas solo por andar disfrazadas como uno de ellos. Aunque comprendo a dónde quieres llegar.” Comento poniéndose más seria, ella llevaba sus años de experiencia difícil y habia visto de todo en esta ciudad.  

“Sobre tu pregunta tal vez te suene algo tonta mi respuesta pero no me parece correcto que te debas esconder en otra personalidad por miedo a ellos….” Contesto soltando una mano para dirigirse a la gorra de ella. “Acaso no deseas al menos unas horas sacarte este disfraz y relajarte?” le pregunto mientras levantaba el gorro de la cabeza de la joven dejando que una cascada de color carmesí se dejara caer por la espada de la huerfana, volviendo mas contenta a la mesera.

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14/01/2015, 18:17
Leonor Amore

Leonor no sabía si podía fiarse de aquella mujer, pero algo en su forma de actuar y en su expresión cálida le hizo bajar la guardia y contarle aquello que tanto le ardía en el corazón. ¿Quién sabe? Al ser una tabernera que hablaba con mucha gente diferente a lo largo del día, quizá hubiera podido ver a su querido hermano o, al menos haber oído hablar de él.

Por todo ello, haciendo acopio de valor, comenzó a decir – Estoy buscando a mi hermano. Es un poco mayor que yo, de piel bronceada, cabellos oscuros, ojos aceituna y bastante atractivo. Se llama Theo y hace más de dos meses que no sé nada de él. Me dijo que buscaría algo mejor para los dos, pero ha pasado demasiado tiempo sin que dé señales de vida ¿Por casualidad podrías darme alguna pista? Tras dejar escapar aquella pregunta que tenía tan arraigada en el corazón, la incertidumbre que había tratado de ignorar con todas sus fuerzas para no venirse abajo, volvió a azotarla con violencia, haciendo que su frente se arrugara visiblemente a causa de la preocupación.

Tenía miedo de que, al correr la voz de que una chica huérfana pelirroja buscaba a su hermano desaparecido pudiera llamar la atención del deslamado que andaba buscándoles. No obstante, no podría encontrar a su hermano si no empezaba a hacer preguntas, y la hermosa tabernera parecía alguien en quien confiar. Cuando sus rizos cayeron en cascada sobre sus hombros, la huérfana se alarmó, sintiéndose desprotegida durante unos instantes.

No obstante aquella sensación se fue tan rápido como había venido, por lo que pudo recomponerse lo suficiente como para mostrarle una sonrisa – Bueno… tampoco es que tenga ningún vestido que ponerme para parecer una princesa ni nada por el estilo, y créeme que en las calles no les importa que seas una chica o un chico, sino más bien qué es lo que tienes encima que puedan robarte.

La única diferencia es que siendo Leo se lo piensan dos veces antes de intentarlo, y no creo que al descubrir que tengo tetas alguien fuera a matarme por ello, puesto que realmente a nadie le importa lo que haga una ratita de la calle… Lamentablemente nunca he podido relajarle siendo Leonor si no está mi hermano para protegerme, por lo que no le veo ninguna ventaja. - Finalizó, confesándole su nombre verdadero a aquella mujer, y dándose cuenta de que no sabía el suyo.