DM: Rifts: Turno 1:
- Rolando: ¡Maldito Emil! No ha habido forma de que contestara y has pasado por su almacén varias veces a lo largo del día. ¿Es que este tío no sale de día? ¡Es como si fuera un maldito vampiro! Quizá lo mejor sea esperarlo en el Saloon, tienes la certeza (quizá debido a tu intuición) de que aparecerá por allí. Te has encontrado antes esperando frente al almacén a un kankoran evidentemente bastante joven. Parece como si él también buscara ver al elfo apodado "el Corsario". Ahora mismo está en la acera de enfrente, parece bastante tímido. Hace mucho tiempo te metiste con un miembro de su raza, que a diferencia de éste estaba recubierto de feas cicatrices, y pese a su pequeño tamaño te lanzó por los aires con una especie de llave de judo. Lo divertido fue que después te ayudó a levantarte y te pidió disculpas con una reverencia, no recuerdas mucho más de aquél incidente excepto que después dejaste K.O. de un gancho en la mandíbula a un enano que se estaba riendo de ti, te parece que era un empleado de la CARE (llamado Halberd, para más señas). Bueno, sólo te acuerdas ahora de esto al ver al joven kankoran, la verdad es que los de su raza no son muy corrientes por aquí y la gente a menudo los confunde (junto a las demás razas caninas) con los perros mutantes de la Coalición, los Dog Boys. Son bípedos, aunque algunos pueden andar a cuatro patas y caminan encorvados, y muestran una inteligencia casi humana y un talento natural para detectar magos y psiónicos. Te recuerdan a una vieja película que viste una vez, te parece que se llamaba "La isla del doctor Moreau". Dejando atrás estos pensamientos te das media vuelta y te diriges al Saloon.
- Hades: Llevas ya rato aguardando que apareciera el señor Emil el Corsario, quizá te acepte como sirviente, eres un buen cazador y rastreador. Has visto venir varias veces a un humano vestido con un elegante traje de pistolero, como los de las viejas películas de antes de las Grietas que tan de moda están y que parecen gustar a todo el mundo en esta región. Parecía impaciente. Se te ha quedado mirando un rato y ahora se marcha. Decides seguirle.
- Quick Silver: Cuando el kankoran se larga sales de tu escondrijo detrás de un contenedor de basuras. Estas convencido de que lo mejor para ti será "parasitar" una temporada a ese "elfo gay" como tú le llamas. Te acercas sigiloso a la puerta del almacén de Emil, el viento nocturno agita el tejido híper resistente que simula una gabardina que cubre tu armadura Branaghan. Miras por el ojo de la cerradura lamentando una vez más la pérdida de tus ganzúas y sacas tu viejo cuchillo para intentar forzar la cerradura... ¡y en ese justo momento alguien abre enérgicamente la puerta desde dentro y te golpea en toda la cara! ¡Te va a quedar un ojo morado! ¡Auch! Caes semi-inconsciente.
- Emil: Los negocios con el Viejo ayer noche no se dieron del todo mal. Conseguiste dinero para liquidar tus deudas (enviaste a Mouser al Banco Universal y de paso se cobró su parte) y al final te quedan seis mil créditos. No es precisamente una fortuna, pero algo es algo. Además estás convencido de que con tu impresionante carisma ayer lograste convencer a Rolando de que se te una. Te levantas muy contento con la llegada de la noche y te tomas rápidamente tu desayuno-comida y cena. Te despides de Glo-Glu, tu tentaculada mascota, y recoges tu vibro-espada y tu pistolón NG-57 y abres la puerta con gran entusiasmo... ¡Catacroc! ¡Parece que has golpeado a alguien con la puerta al abrirla! Desenfundas tu vibro-espada poniéndote en guardia, pero enseguida ves que sólo se trata de ese crío pilluelo alienígena, ese de altanero nombre raro al que todos llaman simplemente Quick Silver. Se le ha caído de la mano un cuchillo, ¿no pretendería atracarte?, incluso un insensato como él debería de saber que no eres precisamente una "presa fácil". Por lo que balbucea entre maldiciones ("¡casi me revientas mi puto ojo, maldita sea!" ) parece que intentaba colarse en tu casa para demostrarte sus "habilidades" y aceptes que vaya contigo. Le dices que justamente te dirigías al Saloon para ver si reclutabas a alguien nuevo ahora que Mouser ha dejado la vida aventurera. Le ayudas a levantarse (se le ve muy flojucho, parece un niño, aunque esas aperturas nasales en lugar de una nariz y esa cara alargada le hacen parecer más bien feo) y poco después sonríe pasándote tu cartera y diciendo con fingida inocencia "parece que se te cayó esto".
En el Saloon:
El día después, noche del 23 de diciembre del año 103 PA:
El lugar parece estar bastante animado. Nada más entrar Emil y Quick escuchan una acalorada discusión entre granjeros en una mesa próxima a la puerta. Aún están con eso de si el vampiro salvaje que al parecer mató el sheriff Aldon hace tres semanas era realmente un vampiro o no ("¡Te digo que era un Crazy! Actuaba igual que esos locos con implantes cerebrales, y se movía del mismo modo!, y otro: "Te digo que era un muerto viviente, estoy seguro").
Más allá está el elfo Ebon jugando a las cartas, y eso que María la encargada le tiene dicho que para jugar se vaya al casino, está en la misma mesa que Mouser, un aprendiz de mago y el mercenario alemán llamado Victor von Karlstein.
En ese momento se oyen unas risas procedentes de las habitaciones del piso de arriba, risas de mujer. Se abre la puerta y sale el sacerdote Esopo que en el lugar de bajar las escaleras ¡baja levitando! Sonríe ampliamente mientras le envuelve una magnífica aura de esplendor que sorprende a los que le están mirando (Rolando sospecha que está utilizando el conjuro de "Aura carismática", al parecer con bastante efecto entre la concurrencia). Destaca la expresión beatífica y angelical del sacerdote, su bello rostro enmarcado por su pelo rizado y castaño, portando una exótica armadura de diseño alienígena envuelta en sedas que forman una especie de toga, a su espalda pende una espada de plasma Kittani (comprada en Atlantis).
Entonces comienza su discurso.
Esopo: "Sabed o buenas gentes que soy el verdadero representante de la voluntad de la justa y sabia diosa Atenea en estas tierras. Ella es la única que sabrá protegeros en tiempos de guerra e iluminaros con su sapiencia en tiempos de paz. Debéis adorarla y erigir un templo en su nombre pues así la gloria de DarkGate no conocerá límites y..." –
En ese momento entra un cura con sotana negra y una enorme escopeta modelo "Big Bore" marca Bandito Arms, de las que derriban al suelo al desdichado al que le den. Se trata del padre Oracio Judas, de la Iglesia de Cristo Dios. Entra gritando: - "¡Arrepentíos! ¡Arrepentíos de escuchar a este farsante de lengua de serpiente!" - Su avejentado rostro severo está surcado por arrugas de ira en una mueca atroz de furia fervorosa: - "¡Tú, maldito brujo y tus malditas artes mágicas, pretendes engañar con tus mentiras a estas almas descarriadas!" - y diciendo esto parece que va a disparar contra Esopo, pero entonces se gira para mirar a Emil que acaba de entrar.
Rolando lo observa todo desde la barra, donde está tomándose una cerveza y Hades apoyado contra la fría piedra de la esquina más oscura del Saloon. El viejo sacerdote fanático parece olisquear a Emil con los ojos entrecerrados y susurra: - "Presiento en ti la marca del Diablo". -
Quicky inspecciona al correoso sacerdote con sus enormes ojos líquidos , no parece tener nada de valor aparte de la escopeta, que mantiene firmemente aferrada con sus correosas manos.
Se escucha un chasquido y el peculiar zumbido electrónico de un arma energética al ser cargada y aparece Vicky Morrisona la Justice Ranger con su rifle láser apoyado en la sien del cura, amablemente dice:
- "Padre, le recuerdo que las armas largas están prohibidas en esta ciudad". – El sacerdote cristiano gira su rostro para mirar a la Ranger, su expresión continúa siendo airada y no muestra ningún temor: - "¿Sabes acaso que día es mañana?"- y a continuación alza la voz dirigiéndose a toda la concurrencia:
- "¡Mañana por la noche es Nochebuena! ¡La víspera del día sagrado que conmemora el nacimiento de Jesús Cristo! Y vosotros, en lugar de celebrar tan importante acontecimiento estáis aquí rodeados de vicio y perversión, escuchando a este pagano blasfemo. Me dais pena, todos, pues vuestras almas parecen estar más allá de la purificación". – Y tras decir esto se da media vuelta y se marcha.
Esopo parece conmocionado por la vehemencia del viejo sacerdote cristiano y levita de vuelta escaleras arriba con las mujeres de placer pagado. El Sheriff se levanta despacio de su silla y se dirige en voz alta a la Ranger: - "Vicky, lo que has dicho también se te aplica a ti, pues ya sabes que en esta ciudad no aceptamos la jurisdicción de los Justice Ranger, como tampoco la del Primero de Caballería Apocalíptica, ni la de los cyber caballeros. Por lo tanto, entrégame tu rifle, queda confiscado". - Con un movimiento veloz como el relámpago Vicky apunta directamente al Sheriff con su rifle láser y responde: - "¡Por encima de mi cadáver!" –
Se produce entonces una situación realmente tensa, todo el mundo se aparta y el Saloon se llena de murmullos agitados, la gente está excitada ante la perspectiva de un duelo. El Sheriff planta cara a la Ranger situando las manos cerca de sus dos pistoleras que guardan sendos revólveres que imitan a los antiguos (pero son realmente letales pistolas láser de Wilk's-Remi).
Rolando se queda mirando al Sheriff con fascinación pues Aldon ha adoptado la postura propia de un pistolero experto y es evidente el excelente entrenamiento que debe de haber recibido en su juventud, al que se añade la experiencia de años en el cargo. De repente Rolando y Emil temen por la vida de la Ranger, pues ambos intuyen que su vida está en peligro. Todo el mundo mira la escena con expresión de pasmo. El kankoran se da cuenta de que Ebon ha dejado las cartas sobre la mesa y oculta las manos, presumiblemente cerca de sus dos pistoleras. Al parecer la Ranger goza de una gran popularidad, cuanto menos entre los presentes.
El sheriff se da cuenta de la tensión en el ambiente y por fin relaja su postura y esboza una sonrisa (que parece un poco falsa):
- "Bueno, Vicky, deja de comportarte como una nena pequeña y guarda ya tu juguete. Estás en el Saloon de DarkGate y yo soy la Ley. Si vuelves a apuntar a alguien con tu rifle tendré que propinarte unos buenos cachetes en el trasero, jajajaja" - un coro de risas se unen a la del sheriff, que vuelve a por su vaso de whiskey.
El padre Oracio mira al Sheriff con ojos cargados de admiración, pone el seguro de su escopeta y se la cuelga a la espalda y después grita para todos: - "¡Mañana daré una misa especial de Navidad, espero veros a todos en la Iglesia del Señor! Tal vez aún pueda llevaros por el buen camino..." - y tras decir esto se marcha sin más.
Emil y Quicky se sientan en la mesa de Rolando, instantes después Hades, el joven trampero kankoran, se acerca también a la mesa. En la mesa de al lado está Halberd Hammerstaff el enano tomando una cerveza y mirando intensamente al grupillo reunido junto a él, está muy pensativo.
Nota de DarkMaste: Ahora es cuando todos deberíais entablar una conversación acerca de si vais a unir vuestros destinos formando una compañía aventurera ("asociación mercantil libre" la llamaría quizás Emil, mientras que para Hades sería más algo así como un "grupo de caza", "banda" para Silver).
Acerca de lo que podéis hacer después:
Rolando no tiene ni idea de dónde puede estar la ciudad mágica que buscaba su padre y por lo que ha oído puede ser un viaje muy largo y tremendamente peligroso, quizá sea mejor esperar un poco y dejarlo como un objetivo a largo plazo. Sin embargo, escuchó decir a unos rancheros que un feroz dinosaurio ha estado zampándose vacas en los ranchos más alejados hacia el Sur de la ciudad y el Sheriff les ha dicho que no tiene bastantes hombres como para patrullar toda la zona.
Hades ha oído hablar de un ghoul que ronda el bosque al Norte por las noches a una familia de indefensos inmigrantes Wolfen del mundo de Palladium que encontraron una mañana el cuerpo medio devorado de uno de sus hijos junto a su cabaña.
Quicky y Emil oyeron a Mouser decir que se podía hacer mucho dinero vendiendo DVD's de películas, juegos y videos en territorio de la Coalición, especialmente el material censurado o prohibido por el Ministerio de Propaganda, pero esa aventura parece poco practicable pues haría falta una inversión inicial de al menos 100.000 créditos y el viaje a territorio de la Coalición puede ser muy, muy peligroso.
Halberd se fija en un letrero pegado en la pared de madera justo encima de la cabeza de Rolando, es la foto de una hermosa mujer morena jovencita y encima se lee "DESAPARECIDA", debajo dice algo de Santa Fe (un pueblo situado a unos tres o cuatro días a caballo al Sur de DarkGate) y dice algo de una recompensa: 50.000 CR.
Y ahora viene la clásica pregunta del Dark Master: ¿Qué vais a hacer?
- Sombras oscuras en un futuro incierto...
... la vida es una aventura. –
EMIL: RIFTS: TURNO 1:
Te mando lo que me pediste Master. Como verás al final del turno, mi última opción es la de luchar contra un ghoul, ya que a mi personaje no le gustan los muertos vivientes, sobre todo como enemigos. Así que preferiría que fuésemos a intentar encontrar a la muchacha desaparecida y creo que también fue una de las primeras opciones de Rolando. Lo del dinosaurio queda descartado, aunque ya lo advertí en su momento que no sabía si era posible.
LA FORJA DE UN EQUIPO:
¡¡Argghhh!!!, esa maldita luz que entra por la ventana... debí cerrarla ayer, pero con la borrachera que llevaba encima casi no pude alcanzar ni la cama.
Arrastro mi maltrecho cuerpo hasta la cocinilla y comienzo a mezclar ese potingue que me enseñó Mousy para aliviar la resaca. El mensaje telepático de Glo-Glu suena como un bocinazo dentro de mi mente.
- Sí ya lo sé, no debería beber tanto. - Le contesto.
Puagg, este brevaje sabe a rayos y huele a cloaca, je, no me extraña que me lo enseñara esa rata. Tras pegar un par de tragos de esa intragable combinación consulto mi reloj. No está mal las 7:30 de la tarde, dentro de poco caerá el atardecer y llegará la hora del Corsario...
Adopto mi habitual postura de meditación y alejo mi mente de mi maltrecho cuerpo. Rápidamente mis pensamientos se sitúan en mi futuro más inmediato y es que cada día este es más incierto. ¡Ja! quizá debería proponerle matrimonio a la Ranger Vicky y retirarme del contrabando. ¡JAJAJAJAJA! Me gustaría ver la cara que pondría seguro que sus ojos saltarían de sus orbitas y caerían a mis pies.
Bueno, vayamos a cosas más serias... con los 6000 créditos que tengo ahora podría pegarme unas buenas vacaciones. Pero qué son 6000 créditos, mi padre se hubiera reído de mí. Necesito buscar metas mayores, pero no lo puedo conseguir por mí solo, necesito algún socio ahora que Mousy me ha dejado.
Evaluemos las posibilidades:
En primer lugar tenemos al bueno de Rolando. Creo que quedó bastante tentado ante mi oferta del otro día, y creo sinceramente que le vendría muy bien alejarse del acicalado mundo de su rancho y venirse de aventuras conmigo.
También tenemos a Hades, quizás demasiado joven, pero ese peludo también podría ser de ayuda. Poco a poco se está convirtiendo en un buen cazador y podría ayudarnos bastante. Tengo que hablar con él.
No sé el tiempo que paso sumido en mis meditaciones, pero como siempre dedico una última oración para mi querida madre a la que tanto echo de menos... Pues apenas compartí mi infancia con ella y muchos de los veranos en los que mi padre y yo no teníamos que trabajar. Ella me enseñó a controlar mi poder, y algo más importante a controlar mis emociones y mi decepción al saber lo que soy y lo que no puedo ser aunque aparento.
Mi cuerpo está ya completamente recuperado del jolgorio de la noche y se prepara a lo que le pueda deparar esta que ya se acerca. Antes me dirijo a la parte de atrás del almacén donde descansa mi fiel Titán todavía cubierto de barro del último viaje. Un grifo gira y la presión de la manguera sube bañando poco a poco el entumecido cuerpo del mito griego. El barro resbala por sus costados dejando entrever el magnífico estado de esta poderosa máquina.
- Tranqui Titan que pronto tu motor volverá a rugir, o por lo menos eso espero.-
Suspiro mientras pienso donde me llevará la próxima aventura.
Tras un par de horas de trabajo el camión está listo y reluciente, el aceite y la gasolina repuestos y el corazón de su dueño anhelante de aventuras.
Tras despojarme de mis sucias ropas tomo una ducha en la misma manguera y el agua fría en este caso no limpia barro sino despeja mi cuerpo del entumecimiento.
Voy a mi armario y recupero mi atuendo habitual. Botas elficas, vaqueros, camiseta blanca de tirantes y mi querida cazadora roja con sus letras doradas Mind Power como si fueran mi guardaespaldas. Bajo ella ajusto la vaina de mi fiel vibro-espada y en la cintura ajusto la cartuchera, atando sus cuerdecillas a mi muslo.
Los guantes de cuero ajustan perfectamente a mis manos, tras lo cual mis nudillos sueltan un par de crujidos.
Todo listo... además me muero de hambre, quizá pueda tomar algo en el Saloon. Abro la puerta de salida a la calle y... ¡¡CATAPLOFFF!!
¡Hay alguien detrás de mi puerta!, mis manos buscan hábilmente mi espalda, y como un susurro mi espada sale de mi vaina. Mis reflejos sirven bien a mi cabeza, que se decide por el uso de la espada a una distancia en la que apenas me serviría de nada el revólver. La espada comienza a zumbar y a refulgir con su característico campo de fuerza, cuando pulso el botón situado al fondo de la empuñadura.
El filo de la espada apunta directamente hacia el suelo donde yace una criatura de mediana estatura. A su lado hay un pequeño cuchillo y su aspecto no es más que la de un pequeño ladronzuelo. La sonrisa socarrona que me caracteriza aflora a mi cara, no pretendería atacarme con eso. Aún así sus ojos no demuestran miedo sino que me miran desafiantes incluso ante esta situación de desventaja en la que se encuentra.
E- ¡Qué pretendes!, estúpido. - Tiembla mi voz pero no mi filo.
S- Aparta eso de mí, o la vamos a tener.
E- ¡Queee!, ibas a entrar en mi casa y encima te pones gallito. Debería ponerte en tu sitio.
S- Es que... venía a devolverte esto. Pero si no lo quieres me voy. - En las manos del
muchacho distingo mi cartera.
E- ¡Maldito hijo de la gran...! ¿Qué haces tú con mi cartera?
Todavía tendido en el suelo me arroja la cartera a la cara, yo la atrapo al vuelo con un ágil movimiento, pero cuando vuelvo a mirar hacia el suelo ya no está.
Mi sonrisa se borra en un momento, pero un rápido movimiento me descubre su nueva posición, está casi a tres metros de mí, y eso en menos de un segundo. Es increíblemente rápido, no podré atraparlo. Vaya pero la verdad es que no pretende huir sino que se acerca de nuevo a mí. Qué extraño.
S- Te veo sorprendido, Corsario.
E- Déjate de chorradas. ¿A qué has venido?
S- Estoy sin blanca y...
E- ¿Venías a desbalijar mi garaje nooo? - Una vena comienza a temblar
en mi cabeza.
S- Si hubiera querido desbalijar tu choza, ni te hubieras enterado.
E- ¿Entonces a qué has venido, y que hacías tú con mi cartera?
S- Ah eso. Bueno yo iba paseando por el parque y observé algo que caía de tu bolsillo, al principio no le presté mucha atención, pero luego vi que era tu cartera. Después vine a tu casa y viendo que no salías decidí dejarla en tu mesita. Je, supongo que te hubiera gustado que Papá Noel te hubiese traído estos 6000 créditos.
E- Brrrrr... -
No creo casi una palabra de su extraña historia.
S- Por cierto, he oído rumores de que estas buscando compañero. Quizás necesites alguien rápido como yo, sin remordimientos...
Esto sí que me deja alucinado. Ya por fin mi vibro espada deja de zumbar y regresa a su vaina. Quizá haya hecho todo esto para impresionarme, pero su fama le precede, no es muy buen tipo.
E- Bueno ya hablaremos de esto más tarde. Ahora ven, acompáñame al Salon.
Así podré tenerlo vigilado. No me ha gustado nada su actitud. Ahhh, y por cierto guardo cuidadosamente mi cartera, esto no volverá a suceder.
Nos dirigimos hacia el Saloon que a esta hora ya de ve estar de bote en bote. Como siempre se escucha un gran bullicio en el interior, así que no demoro más la entrada. Pero lo que veo sí que no me lo esperaba: Esopo flotando por los aires y al padre Judas (je, buen nombre) apuntándole con una enorme escopeta.
Parece que mi entrada le ha desconcertado y dejando de apuntar se acerca a mí y comienza a olisquearme. Qué querrá este fanático loco de mí ahora, pienso.
Entonces me dice:
J- Presiento en ti la marca del Diablo.
Me siento algo sorprendido al principio por la afirmación, pero rápidamente me recompongo y digo:
E- Yo presiento en ti la marca del alcohol, "sacerdote".
En ese momento se oye el zumbido de un arma al cargarse y como un relámpago el rifle de Vicky apunta a la cabeza del pobre desgraciado. Ella le advierte algo así como que las armas largas están prohibidas por aquí, y no sé que más pamplinas más hablan entre ellos. Pero mis ojos recorren de arriba a abajo el fibroso cuerpo de la ranger, je, si me viera en este momento me acribillaría. Pero es que realmente cada día me fascina más esa mujer, ¿será su placa?
Mi mente vuelve de pronto al mundo real cuando comienza la discusión con el Sherif, típica por cierto entre Morrisona y él sobre jurisdicciones. Pero esta vez va a más, la ranger le apunta con su rifle y el ambiente se pone tenso.
El sherif también parece dispuesto a desenfundar. Si esto fuera póker no sé a qué carta apostaría, pero como soy muy malo en el poker, será mejor no dejar esto en manos del azar.
En un par de zancadas me coloco entre la ranger y el sherif, justo delante del rifle de la ranger, y en la posible trayectoria de un disparo del sherif.
E- Ohh vamos Vicky, ya estas armando gresca, cariño baja el rifle.
V- Apártate estúpido o te vuelo en dos, esto no va contigo.
Doy un paso adelante y su rifle se clava en mis abdominales, parece dispuesta a disparar. Mirándola continuamente a los ojos le digo:
E- Vicky déjalo, no merece la pena.
La Ranger parece dudar, y al parecer el Sherif también ha dado por terminada la trifulca y dice con su típico tono socarrón:
S-Bueno, Vicky, deja de comportarte como una nena pequeña y guarda ya tu juguete. Estás en el Saloon de Darkgate y yo soy la Ley. Si vuelves a apuntar a alguien con tu rifle tendré que propinarte unos buenos cachetes en el trasero, jajajaja.
Todo el salon rie con el chiste, yo sonrío a la ranger y me encojo de hombros, como diciéndole déjale no tiene remedio. Por fin la ranger baja su rifle.
E- Te invito a un trago, preciosa.
Si acepta la invito a tomar algo y hablamos sobre nuestros pasados y posibles futuros, después me dirijo a la mesa de Rolando. Si no acepta voy directamente a la mesa de Rolando.
E- Qué tal Rolando, bebiendo un zumillo.
R- Je, ya llegó el graciosín del Corsario. A ti no te vendría mal un zumo y no tanto beber. Me he pasado todo el día esperándote en tu almacén y no has respondido.
E- Bufff, estaba muerto, casi en coma.
R- He pensado tu oferta, y creo que voy a unirme a ti, tengo ganas de aventuras.
E- Vaya brindo por eso, ya era hora que dejaras el Rancho y te vinieras conmigo en busca de fama y dinero. Aunque tú dices que eso no te importa.
R- No, tampoco me vendrá mal algo de dinero, estoy harto de depender de los demás.
E- Así me gusta. Por cierto te presento a Quick Silver, lo pillé intentando entrar en mi almacén. Dice que intentaba impresionarme y ser mi socio.
R- Vaya qué tal Quick, parece que vamos a ser socios.
Q- Eso parece.
Entonces se acerca a la mesa un kankoran. Yo le conozco pues vive cerca de mi casa y siempre está por la carnicería. Se hace llamar Hades hasta que obtenga un verdadero nombre. Se nota que este no es su ambiente.
H- Buenas...
E- Hola Hades, qué tal te va. ¿Fue bien la caza hoy?
H- No estuvo mal. Tengo algo que proponerte, por lo visto he oído que buscas compañero.
E- Vaya mi fama crece y las noticias vuelan. Te presento a Rolando y a Quick Silver, son mis futuros socios.
H- Vaya, parece que he llegado tarde.
Pienso por un momento. Yo en principio sólo buscaba un compañero, pero la idea de formar un grupo cada vez me gusta más. Esto abre muchas más posibilidades a esta sociedad.
E- No, Hades, no te vayas. Siéntate con nosotros, creo que podrías ser uno de nosotros.
H- Oh, gracias Emil.
E- De nada. Pero ahora debemos pensar nuestro primer paso, y en cómo vamos a basar esta sociedad. Yo sólo tengo la experiencia con Mousy, allí nos repartíamos los beneficios y las pérdidas entre los dos. Yo propongo que hagamos lo mismo a partir de ahora, pero dividiendo entre los miembros del grupo.
Nos pasamos el resto de la noche buscando nuestro primera faena.
Rolando nos habla sobre ciertos problemas en los ranchos del Sur donde los rancheros no pueden contener a un dinosaurio que está acabando con muchas de las vacas.
Además quizá nos hable sobre la ciudad encantada esa, o quizá no.
A continuación Hades nos habla sobre un Ghoul que atormenta a una pobre familia Wolfen.
Otra posibilidad es la que nos comentó Mouser a Quick y a mí, sobre la venta de DVDs. Aunque esta está un poco más difícil por falta de medios.
Un enano que está sentado junto a nuestra mesa y al parecer ha oído nuestra conversación nos indica una recompensa por encontrar una bella muchacha desaparecida. La recompensa es suculenta. Quizás este enano también quiera unirse al grupo, pero yo no puedo decir nada, si quiere hacerlo será bienvenido.
Una vez puestas todas las opciones sobre la mesa es hora de empezar a decidir lo que vamos a hacer. A mí lo que más me atrae es lo de la venta de DVDs (como buen contrabandista), pero lo veo un tanto difícil, pero un buen objetivo a largo plazo cuando consigamos reunir el dinero.
Así que pasemos a pensar cómo conseguir dinero. Mi primera opción es la de la recompensa por la muchacha, ya que es un dinero seguro si conseguimos encontrarla. Y además es dinero legal, si es que eso existe. Podríamos acercarnos a ver qué pasa por ese pueblecillo. Recabo algo más de información sobre el lugar y si alguien sabe algo de la desaparición, pregunto sobre todo a Vicky y al Sheriff.
Como una segunda opción aunque esta algo más fantasiosa. Quizá podríamos intentar capturar vivo al dinosaurio ese. Eso nos reportaría pasta si encontramos un buen vendedor: un circo, un zoo o algo así. Eso sí, creo que es bastante difícil, y deberíamos planearlo bien. Me parece más factible la primera opción, pero mirad a ver qué os parece esta.
Yo descartaría la opción del Ghoul, no tengo ninguna gana de empezar enfrentándonos a un muerto viviente.
Ahora ya solo falta saber vuestra opinión sobre el asunto, así que vosotros diréis... La aventura está ya muy cerca.
SETAS EMIL MOMAX TRUENO TURE
James T. Shidi: Rifts: Introducción.
“Mierda”- pensé mientras tanteaba en mi bolsillo los pocos creditos que me quedaban. “Con esto apenas podré sobrevivir decentemente unas semanas”.
Mientras el suave traqueteo del camino me mecía, comencé a reflexionar: es curioso como la vida puede dar un vuelco de un día para otro, ayer por lo único que me tenía que preocupar era por salvar el pellejo, y estar siempre alerta, y hoy en cambio, me preocupan cosas tan triviales como el jodido dinero. Aunque pensándolo bien, ese es el menor de mis problemas – pienso mientras una ironica sonrisa se asoma a mi boca.
El sudor vuelve a mojar mi frente con innumerables gotitas, que seco con la manga de mi gabardina. Miro por la ventanilla del vehículo cuyo aire acondicionado no hace que me sienta mejor en absoluto, y procuro tranquilizarme mientras observo el angosto paisaje.
Quizás sería mejor intentar dormir un poco, pero todos mis años de entrenamiento no me dejarían pegar ojo al lado de alguien de quien no me fio del todo, y aunque a veces hizo trabajitos para mí en el pasado, no acabo de confiar en este amable “chofer” que tras una pequeña negociación se ofrecio a llevarme a Darkgate:
- "Vamos Rik, no hace falta que te recuerde lo que me debes ni quién soy".
- "Escucha, J.T., yo no le debo nada a nadie, y además deja que te recuerde que lo que eras ya no lo eres" – me dijo esa jodida mofeta mientras sonreía con aire de tenerme cogido por las pelotas.
¿Así que quiere jugar duro eh? (pensé mientras me acercaba a él cogiendo una de las herramientas de su taller con forma de taladro).
- "Está bien, -dije con toda mi calma mientras estudiaba el curioso instrumento- como quieras, entonces deja que te recuerde no quién, sino qué soy –y con un rapido movimiento le di la vuelta cogiendole por un brazo y poniéndoselo a la espalda mientras le empujaba hasta la pared."
De esta manera, teniendole inmovilizado, con la mano libre puse en marcha el artilujio, y acercándoselo a las pelotas añadi:
- "Escúchame bien, pequeño insecto, no te pido un favor, te voy a pagar por ello, y creo que añadire un par de bolitas a las que tienes especial cariño a la oferta que te he hecho, osea que antes de contestar piensalo bien... ¿me llevarás a Darkgate?" -
- "Es... ta bi... en hombre, no te pongas así, sólo estaba bromeando. - Contestó mientras el miedo hacía temblar sus piernas- , te llevaré donde tú quieras, al fin y al cabo somos amigos, ¿no?" -
- "Claro colega..." -
Así que aquí estoy con esta comadreja en su vehículo camino de Darkgate, con un compañero de viaje inmejorable.
Joder, ¿qué pasa? Mi cuerpo se tensa, y mi mano busca instintivamente mi eyector. Mi mirada busca algo a lo lejos pero no veo nada.
- "Estate atento" - le digo a Rik.
- "¿Por qué?, no veo nad... espera, ahí delante." -
Una nube de polvo comienza a perfilarse en la carretera delante de nosotros, lo cual no es muy normal si tenemos en cuenta que hemos procurado buscar carreteras poco frecuentadas.
Poco a poco nos acercamos a algo que parece un camión aunque algo destartalado.
- "Adelántale, pero sin prisas" - digo mientras oculto mi arma con la gabardina, pero apuntando por la pequeña abertura que hace de ventanilla.
Poco a poco pasamos al camion (probablemente de contrabandistas), y al llegar a la cabina que lleva una especie de persianillas, miro al conductor.
“Malditos hombres-rata” te los encuentras donde menos esperas para joderte más aún un día que de por sí ya es jodidamente malo.
- "Acelera" – digo a mi acompañante mientras la puta rata me saluda amigablemente.
Dos horas mas tarde llegamos a Darkgate. Resulta que en esta jodida ciudad no puedo meter mi “equipaje”, así que decido dejarlo, bien enbalado y oculto de miradas curiosas, en el garaje ese que tienen que hace de almacen de armas o algo así.
Ahora me queda un asuntillo por hacer. Mientras Rik habla con el encargado de dar de beber a su bólido, saco un pequeño artilujio de mi bolsillo, y lo manipulo hasta que en una pequeña pantallita aparece 60:00, y acto seguido lo pego a los bajos del vehículo.
- "Rik – digo mientras le aparto a un rincón donde nadie puede oírnos-, confío en que no le diras a nadie dónde estoy, ¿verdad?" - Le pregunto en tono de confidencia entre amigos mientras pienso “venderías a tu madre por unos créditos”.
- "Por supuesto que no, amigo,- me contesta con una tímida sonrisa que no hace otra cosa que confirmar su miedo a ser eliminado como testigo - sabes de sobra que no te traicionaria..." -
- "Claro, hasta la vista entonces, quizas volvamos a vernos – (en el infierno), pienso , porque dentro de 60 minutos ya no podras volver a traicionar a nadie. - ¿Qué harás ahora?" -
- "Me vuelvo, tengo asuntos que resolver - dice mientras se monta en el coche.
Me despido con una mano y con la otra activo el explosivo con el mando a distancia que llevo en el bolsillo. Hasta nunca amigo.
Bueno, y ahora a buscar donde descansar y cambiarme.
Salgo a la calle y empiezo a observar a mi alrededor el monton de criaturas estrañas que deambulan por las aceras como si estubieran en su casa. Jodidos invasores.
De nuevo me encuentro mal, el sudor regresa, pero esta vez es sudor frío, y una especie de tiritona me coge por sorpresa.. Necesito descansar.
El sol entra por las rendijas de la destartalada ventana de mi habitacion, y la ruleta de la fortuna ha decretado se pose justo sobre mi cabeza. Lentamente me levanto, notando húmeda de sudor mi camiseta, y comienzo a despejarme mientras echo una ojeada a mi alrededor.
El cuarto es bastante cutre, pero al menos las sabanas están limpias, es barato y el lugar es discreto. El salón de Darkgate es un sitio como otro cualquiera que alquila habitaciones, y ayer no me encontraba en un estado como para buscar más.
Es casi mediodía, y me extraña haber dormido tanto, debe de ser un nuevo sintoma. Menos mal que parece que avanza lentamente, y así me deja opción de seguir buscando un remedio.
Hoy dedicaré la tarde a buscar información sobre esta ciudad perdida y sus habitantes, y mas tarde intentaré encontrar una forma de ganar algo de pasta rápida.
Bajo las escaleras hasta el bar, que a esta hora no está muy lleno, y me dirijo a la barra.
He dejado mi armadura en la habitación, porque no creo que la necesite, y es mejor pasar desapercibido, así que procuraré evitar los problemas en la medida de lo posible.
- "Hola guapa".
- "Hola vaquero, ¿qué puedo hacer por ti?" -
- "Seguro que muchas cosas - le digo a la camarera con la mejor de mis sonrisas-, pero de momento me conformo con algo de comer." -
- "Claro cielo, te traigo una carta o quieres el menú?" -
- "Lo que tú me des estará bien." -
Ahora mismo te traigo algo de beber para que no se te haga muy larga la espera - me dice mientra se aleja moviendo las caderas de forma provocadora.
Como algo y aprovecho para empezar a indagar. María – que es como se llama la camarera – me habla de un mago local llamado Ray que partió en busca de una ciudad mágica. Por lo visto el viejo mago tiene una propiedad en el Sur de la ciudad, y en ella vive su hijo, un tal Rolando o algo así. No me parece que sea un mal lugar para empezar a buscar, asi que cuando termino de comer le doy las gracias a María y me voy en busca de mi unica pista.
- "Joder con el mago. Fiiiuu" - digo para mi al ver la chabola en la que vivia el viejo.
Me acerco a la puerta y llamo, mirando a mi alrededor en busca de sistemas de seguridad. Lo normal, cámaras y alguna arma “trampa” oculta para los visitantes indeseables.
- "¿Qué desea?" - me dice una voz (que me causa una primera impresión de amanerado) al otro lado del intercomunicador.
- "Estoy buscando a un tal Rolando" - contesto mientras calibro mis posibilidades de entrar en la casa sin permiso. La verdad es que no me costaría demasiado, y en caso de no conseguir la informacion que he venido a buscar, sería una opcion.
El señorito Rolando no se encuentra aquí en este momento, pero si quiere dejar algún recado se lo daría encantado.
Mientras me habla con voz empalagosa noto que me está pasando por un escaner. Bien, el no haber traído la armadura ayudará a que no desconfie demasiado.
- "Estoy buscándole para hablar con él sobre su padre, ¿sabe dónde podría encontrarle?" -
- "Quizás en el Saloon, - dice con voz nerviosa, como si el haber mencionado el asunto del viejo mago hubiera hecho efecto sobre sus perfectos modales de sirviente de clase alta. - ¿Tiene usted noticias sobre el señor Ray?" -
- "La verdad es que me gustaría hablar personalmente con Rolando. Si no le importa, dígale que estaré esta noche en el Saloon, me llamo J.T." -
- "Lo siento señor J.T., pero el señorito iba a salir de viaje, y no creo que vuelva por aquí, pero si sigue en la ciudad seguro que esta noche ira por el Saloon. Espero que lo encuentre." -
Tras darle las gracias me doy la vuelta y comienzo a caminar. Al poco mis adiestrados sentidos me avisan de algo: “¿No he visto hace un rato a esa chica que me acabo de cruzar?”
¡¡Claro!! Ahora me doy cuenta, lleva una insignia de Justice Ranger, me la crucé ayer y me estuvo siguiendo un rato, pero no me di cuenta debido a mi estado. (Aún recuerdo los escalofríos y el penoso estado en que llegué al Saloon).
Decido que voy a investigar un poco a la chica, si ella quiere algo de mí mejor será estar preparado.
Recordando un barrio de callejones estrechos y algunos de ellos tapados, me dirijo hacia allí aparentando no haberme dado cuenta de que me sigue. Tras girar una esquina, salto hacia arriba y me agarro a una barra que cruza de edificio a edificio, y con una voltereta, logro alcanzar una alacena que hace las veces de toldo de los establecimientos que hay a lo largo de la callejuela. Me agacho y aguardo a que que mi rubia perseguidora haga su aparición.
A los pocos segundos, aparece por la esquina y se queda parada en seco con cara de desconcierto. Se asoma a las puertas de un par de garitos de venta de especias y perfumes o algo así - por los perfumes que desprenden-, y tras un rato de dudar se da la vuelta y se marcha por donde ha venido.
Rápidamente calculo por dónde podría adelantarla, y tras correr unos cientos de metros me detengo junto a una esquina.
Ella aparece, y por poco choca contra mí.
- "¿Me buscabas preciosa?" – le pregunto con una sonrisa mientras leo el desconcierto en sus ojos. Pero mi ventaja dura menos de lo que habia calculado, pues en apenas una fraccion de segundo gira su rifle y me aplasta el cañón en los abdominales.
- "No te hagas el duro conmigo, soy una Ranger, y eso es sinonimo de Ley. Ayer te vi llegar a la ciudad con una armadura muy peculiar, y sólo me estoy asegurando de que la Coalición no viene a crear problemas a Darkgate, porque esa armadura era de la Coalición ¿verdad?" - y añade un tono irónico a esta última pregunta.
Quizás podría desarmarla sin problemas, pero al hablarme de la armadura me ha recordado que no llevo, y es mejor evitar posibles peligros cuyas consecuencias retrasarían mi busqueda, así que en el tono mas convincente de que soy capaz le digo:
- "Te equivocas de hombre, agente. No tengo nada que ver con la Coalición. La armadura se la gané a un tipo jugando al póker, y nada mas lejos de mi intencion que crear problemas."
- "Más te vale, porque aquí un miembro de la Coalición duraría menos que un polvo con un alienígena." -
Y enfundando de nuevo su rifle laser se da la vuelta y se marcha. La verdad es que tiene un bonito culo, me pregunto cuantos asaltos le aguantaria un alienígena a esta tía.
Bueno, es hora de ir a buscar mi furgoneta. Si todo ha ido bien, la deben de haber dejado en el garaje, con el deposito lleno y el resto de mis cosas dentro. Nunca habría podido huir en mi propio vehículo, pero me resisto a prescindir de él. Supongo que con el tiempo le he cogido cariño.
Llego al garaje, donde un tipo con cara de pocos amigos me hace rellenar unos formularios, y tras pagar los gastos de “almacenaje” me da las llaves del furgón.
Aparco cerca del Saloon, y cuando me acerco a la puerta veo salir a un cura o algo así maldiciendo y dando voces que se cruza conmigo y me lanza una mirada furiosa.
Le saludo con una inclinación de cabeza, y él me ignora, y mirando hacia el frente comienza a alejarse del lugar con el porte lo más orgulloso y estirado que su viejo y enjuto cuerpo le permite.
Entro en el Saloon y voy directo a la barra.
- "Hola María guapa, ponme un whisky" - le digo mientras le guiño un ojo.
Vaya, este maldito brebaje es bastante más decente que el que me pusieron ayer. O han cambiado de proveedor, o le he gustado a María.
- "Oye cielo - le susurro con el tono de un gato ronroneando-, aún podrías hacer una cosa mas por mí." -
- "Claro cariño, lo que tú quieras." -
- "Estoy buscando a Rolando, me han dicho que es un parroquiano habitual..." -
- "Lo tienes ahí mismo, en aquella mesa- dice señalando una mesa que hay en un rincón del local. - Es el que está a la derecha del elfo." -
Me giro y comienzo a observar la curiosa reunión. Están demasiado lejos como para oír lo que dicen, pero perecen estar discutiendo sobre algo en lo que todos opinan.
Intento calibrar el peligro potencial que puede tener cada uno de ellos, y observo ademas que el Sheriff está en otra de las mesas del tugurio, lo cual posiblemente influya en calmar los ánimos de todos los camorristas. Debo tener cuidado, pues sigo sin armadura.
En ese momento comienzo a sentirme mal. De nuevo ese maldito sudor... joder y esta punzada en el pecho maldita sea... ¡¡¡ARG!!!
Nota adicional de DarkMaste: En estos momentos os percatáis del desconocido que os observa, viste ropa casual: botas, tejanos, una camiseta y una gabardina. Un peinado rubio estilo Guile, la constitución de un atleta, y la frente cubierta de sudor (algo que parece un poco incongruente en esta época del año – es diciembre- pese a la cargada atmósfera del Saloon). Parece estar sufriendo alguna clase de ataque pues se agarra con fuerza el pecho. ¿Cómo reaccionáis ante él?
ROLANDO: RIFTS: TURNO 1.
NUEVOS COMPAÑEROS.
Ese jodido elfo macarra no ha dado señales de vida en todo el puto día, así que he aprovechado para hacer preparativos y unas pequeñas compras del material básico para sobrevivir ahí fuera: munición de sobra para todas mis armas, incluidos unos E-clips para las pistolas láser; también unos Speedloaders para mis pistolas pesadas "TX-5 Pump pistol" (una buena arma, pero jodidamente lenta de recargar sin estos cacharros). Veamos qué más: linterna, binoculares, cuerda, cantimploras, unas alforjas para el caballo, ropa extra, dos juegos de esposas, y luego artículos bastante más carillos, como una banda multióptica, un traductor de lenguajes de bolsillo, y un vibrocuchillo que irá convenientemente oculto en mi bota derecha...
Joder, ¡con esto mi cantidad de efectivo se reduce a 1300 miserables créditos! Bueno, espero que ese malnacido de Emil se ocupe del resto de cosas, como las raciones y eso... A fin de cuentas él es el "experto".
Paso la tarde preparando mi caballo robot y cargándolo con todo el equipo nuevo que he adquirido. Cuando veo que empieza a atardecer, me dirijo al garaje de Emil por -que los dioses le maldigan - tercera vez en el día...
El cabreo me está creciendo de veras... ¡será bastardo, el puñetero elfo de los cojones! Una de dos, o está completamente sordo, ¡o es que está pasando una resaca de las de órdago! Al pensar en esto me calmo un poco. Recuerdo días no demasiado lejanos en los que me levantaba ya de noche, con la sensación de tener un taladro en la parte posterior de la cabeza... También recuerdo la mala hostia con la que me despertaba, así que decido dejar de aporrear la puta puerta: cuando tenga que salir, ya saldrá.
Le echo una ojeada a los alrededores, y me percato de que al otro lado de la calle hay un kankoran observándome. Parece que es bastante joven, pero aún recuerdo aquella vez en que, todo borracho, se me ocurrió meterme con uno de los suyos... Creo que le
llamé "chucho" o algo por el estilo, y luego me acerqué con la intención de darle un par de sopapos, pero al instante me encontré volando por los aires y choqué contra una pared. No tengo ni idea de cómo lo hizo, pero encima el tío raro me ayudó a levantarme ¡y se disculpó conmigo! Me agarré un cabreo del copón (recuerdo que la tomé con el primero que vi, un enano creo que era...), pero desde entonces siento un gran respeto por todos los kankoran y no he vuelto a tener problemas con ninguno... claro que desde entonces también yo he cambiado mucho.
El kankoran también parece estar esperando a que Emil se digne a salir del edificio; ¿tendrá negocios con él? Por un momento me planteo preguntarle algo, pero no creo que tenga muchas respuestas. Después, se me ocurre que a lo mejor Emil ha aprovechado el negocio que hizo ayer y ha pasado la noche con las "chicas" en el Saloon; a este elfo el dinero siempre le ha quemado en las manos. Decido pasarme por el Saloon a ver si saben algo de él; si no, bueno, estoy seguro de que no tardará en asomar los hocicos por allí...
El Saloon está ya bastante concurrido a estas alturas. Hay ya muchos lugareños jugando a las cartas y bebiendo (algunos están ya borrachos); en la esquina, Sheb toca en el piano una vieja canción de la era Pre-Apocalíptica titulada "Hey Jude". Algunos lugareños le acompañan cantando. En una de las mesas veo a mi viejo colega Ebon desplumando a unos incautos (incluido Mouser, el viejo socio de Emil), nos saludamos con un gesto. Luego me acerco a la barra y pido una cerveza (la cerveza es la única bebida que podría soportar sin caer de nuevo en mi "problema"...
Me doy cuenta de que el kankoran me ha seguido, por lo que deduzco que seguramente sí que tiene algo que ver con Emil (bueno, quizá voy a tener más de un socio). Luego le pregunto a María si ha visto a Emil arriba, pero esta niega con la cabeza.
- "El único que está arriba" -me dice- "es ese sacerdote de Atenea. Un tipo muy plasta, pero siempre deja mucha pasta." - María guiña un ojo.
De repente, el objeto de nuestra conversación sale de una de las puertas del piso superior y baja levitando, mientras atrae la mirada de la mayoría de los presentes. ¡Parece como si el maldito hijoputa brillara!
"Será cabrón"-murmuro- "está usando la magia para llamar la atención de la gente". Si no me fuese a buscar tantos problemas con la ley y porque estaría desperdiciando una bala, le pegaría un tiro en el culo a ese pedazo de maricón. De repente, se pone a soltar uno de sus discursos. Con el estómago revuelto, estoy planteándome mandarle callar a la manera "bestia", cuando de repente se abre la puerta y aparece el padre Judas con una escopeta en la mano. Joder, dios los cría y el viento los amontona... Pero el cura parece muy cabreado con Esopo, y al instante comienza a chillarle nosequé parafernalia religiosa, para luego apuntarle con la escopeta. Yo sonrío abiertamente: Mira tú que bien, ojalá se maten entre ellos. Pero no caerá esa breva.
En ese momento entra Emil, el cual llama la atención del párroco. "Presiento en ti la marca del Diablo" - le dice. Emil mira hacia mí cuando oye mis carcajadas (no me río de él me río del cura), luego se gira y le responde: "Yo presiento en ti la marca el alcohol, "sacerdote".
El divertido intercambio de insultos es truncado cuando Vicky la Ranger aparece apuntando al cura con un rifle láser. Luego todo pasa con mucha rapidez, primero una charla absurda del padre Judas acerca de una estúpida fiesta religiosa, luego el Sheriff que interviene y comienza a poner en duda la autoridad de la Ranger en este asunto... El ambiente de pronto ya no es tan divertido; la tensión se masca en el aire.
Mi sexto sentido me dice que puede desencadenarse un tiroteo nada agradable, e incluso veo que Ebon ha llevado las manos hacia sus armas, obviamente dispuesto a defender a Vicky... pero el Sheriff sería demasiado bueno para cualquiera de los presentes, eso puedo notarlo.
Aunque sigo repantingado en la barra, estoy muy alerta, esperando intervenir a tiempo si se desencadena la tragedia, e intentar desarmar a los que pueda para que no haya heridos (sobre todo si apuntasen a Emil, que no lleva armadura, o a cualquiera en la misma situación; menos al cura, al cura que le den por culo). Pero entonces el Corsario interviene y se planta entre los dos agentes de la ley, intentando convencer a la Ranger de que baje el arma. Luego el mismo Sheriff decide tranquilizarse y dar por terminada la trifulca:
-"Bueno, Vicky, deja de comportarte como una nena pequeña y guarda ya tu juguete. Estás en el Saloon de Darkgate y yo soy la Ley. Si vuelves a apuntar a alguien con tu rifle tendré que propinarte unos buenos cachetes en el trasero, jajajaja." - Se oyen risas y el ambiente se relaja de inmediato. Todo ha terminado tan repentinamente como empezó, como siempre pasa en este tipo de situaciones.
Ambos sacerdotes deciden retirarse discretamente, y también Vicky se marcha enfurruñada después de que Emil le haya dirigido unas palabras: alguna ordinariez, seguro. :) (No creo que acepte tu invitación, muchacho).
Entonces el elfo mira hacia mí, y yo le señalo una de las mesas libres. Nos sentamos a la vez junto con el extraño Quick Silver, que ha acompañado a Emil desde que entró al Saloon.
"Qué tal Rolando, bebiendo un zumillo."
"Je, ya llegó el graciosín del Corsario."-jodido elfo arrogante... - "Me he pasado todo el día esperándote en tu almacén y no has respondido."
"Bufff, estaba muerto, casi en coma."
"Ya. Sé bien lo que es eso. He pensado tu oferta, y creo que voy a unirme a ti, tengo ganas de aventuras. Pero te advierto que sólo es por un tiempo, no sé exactamente cuánto. Luego tengo asuntos que resolver."
"Vaya, ya era hora que dejaras el Rancho y te vinieras conmigo en busca de fama y dinero. Aunque tú dices que eso no te importa."-dice Emil en tono
burlón.
"No demasiado, pero tampoco me vendrá mal algo de dinero. Con 1300 créditos no me da ni para reponer las balas que gaste; y no pienso seguir sacando las pelas del Rancho de mi padre."
"Así me gusta. Por cierto te presento a Quick Silver, lo pillé intentando entrar en mi almacen. Dice que intentaba impresionarme y ser mi socio."
"Vaya que tal, Quick, parece que vamos a ser socios por un tiempo."
"Eso parece." -responde la extraña criatura. Al parecer no es de muchas palabras.
Esto entraba dentro de lo que yo esperaba. Si vamos a adentrarnos en las tierras salvajes, es mejor que no seamos sólo dos. Pensando en esto, señalo con el pulgar hacia Hades, el kankoran, que nos ha estado observando desde el principio, y le pregunto a Emil:
"¿Y qué me dices de él?" Hades, que ha notado que hablamos de él, se acerca a nuestra mesa.
"Buenas..." -dice con timidez.
"Hola Hades, ¿qué tal te va? ¿Fue bien la caza hoy?" - responde Emil.
"No estuvo mal. Tengo algo que proponerte, por lo visto he oído que buscas compañero."
"Vaya mi fama crece y las noticias vuelan. Te presento a Rolando y a Quick Silver, son mis futuros socios." - Ja, este elfo nunca cambiará de actitud.
"Vaya, parece que he llegado tarde." - Responde el kankoran desilusionado. Luego Emil parece pensativo.
"No Hades, no te vayas." - Dice al cabo de un momento. - "Siéntate con nosotros, creo que podrías ser uno de los nuestros."
"Oh, gracias Emil."
"De nada. Pero ahora debemos pensar nuestro primer paso, y en cómo vamos a basar esta sociedad. Yo sólo tengo la experiencia con Mousy. Allí nos repartíamos los beneficios y las pérdidas entre los dos. Yo propongo que hagamos lo mismo a partir de ahora, pero dividiendo entre los miembros del grupo."
A mí esta parte de la charla me aburre bastante. El dinero no es mi prioridad, así que me desentiendo totalmente y observo a los presentes en busca de posibles nuevos "reclutas" para el grupo que se está formando. Veo a Mouser y Ebon que siguen jugando a las cartas, pero pronto les descarto: el primero acaba de dejar a Emil y además no creo que le apetezca tener cuatro nuevos socios de repente; al segundo le gusta demasiado la vida en esta ciudad como para marcharse demasiado lejos...
Luego me percato de que hay un enano que parece interesarse por nuestra conversación... Oh, mierda, es Halberd, el tipo al que le sacudí después de la pelea con el kankoran! Joder, espero que no me guarde demasiado rencor... Por si acaso, no le menciono nada a Emil. Si Halberd quiere acercarse, ya lo hará él...
Luego vuelvo a participar en la conversación, que ha llegado a temas más interesantes, como: ¿cuál va a ser nuestro primer paso?
ACCIONES FUTURAS (OPCIONES A SEGUIR):
A ver, para mí el trabajo principal es el de rescatar a la joven de Santa Fe. Propondría ir hacia allí cuanto antes mejor, antes de que se enfríe la pista u otro grupo nos birle la recompensa. Pero si queréis entreteneros en Darkgate haciendo algún trabajito para "abrir boca", prefiero mil veces más dar caza a ese Ghoul que al dinosaurio. El primero está acabando con vidas inocentes, mientras que el dinosaurio sólo ataca al ganado.
"Y por mí," -les digo a mis compañeros- "a los rancheros ya les pueden ir dando por culo; que se gasten algo de dinero entre todos y organicen una batida, los muy tacaños. O que contraten guardias personales, como en la finca de mi padre." (Esto suponiendo que los rancheros sean grandes terratenientes pastosos, como mi padre, si son gente que a duras penas les da para vivir, pues igual me lo pienso.) Descarto totalmente la idea de capturarlo vivo, no creo que tengamos el equipo ni los medios para conseguirlo.
Si Emil dice que no quiere enfrentarse a un muerto viviente, me dedico a chincharle como hace él siempre.
"¿Acaso tienes miedo, Corsario?" - Le digo con una sonrisa cínica. No creo que el puto ghoul nos dé tantos problemas, yo personalmente confío plenamente en mi revólver Thundergun para acabar con él. Y si Halberd está con nosotros, confirmará que es un arma MUY útil para acabar con criaturas malignas sobrenaturales...
Hala, hasta el próximo turno.
Rolando/Randall Flagg