DM: Rifts: Turno 19:
DM: Rifts: Turno 19:
A la mañana siguiente os reunís para planear lo que vais a hacer. La mayoría votáis por la acción directa contra la banda de los Sombreros Negros. Sin embargo, Alexa os dice que ella no es capaz de meterse en un subterráneo de ninguna de las maneras y que no os podrá ayudar. Mouser sugiere que podría cubrir el callejón con su pistola por si algunos miembros de la banda intentan escapar, Alexa rechaza esa sugerencia por encontrarla vil.
Vicky le dice que de todos modos debería de quedarse cerca por si alguno de vosotros resulta gravemente herido y necesita que la mística le cure. Alexa no parece tampoco dispuesta a usar sus poderes curativos para salvar a ninguno de vosotros y dice que no intervendrá, que la magia está prohibida en esta ciudad y es mejor que se quede en el hotel.
Malcom se deprime ante estas palabras y decide quedarse en el hotel con Alexa para hacerla compañía, en lugar de ir a luchar junto a sus compañeros y amigos. Quizá en el futuro se sienta culpable por esta traición contra los suyos, el tiempo lo dirá. Los demás se sienten bastante afectados por la decisión de no ayudar de Alexa y Malcom. Sin embargo, Vicky está determinada a seguir adelante con el ataque. Los Sombreros Negros deben pagar por sus crímenes.
Sanakin muestra su apoyo al ataque y Cuchillo parece arder de ganas de masacrar a esos bandidos. Mouser decide mostrarse leal al grupo, piensa que tal vez el hecho de que él siga firme mientras que los dos que más le rechazan os dejen en la estacada os quite al resto la venda de los ojos. En cuanto a Luna está determinada a hacer lo que cree correcto, aunque se siente muy dolida por la decisión aparentemente egoísta y cobarde de dos personas a las que comenzaba a apreciar realmente. Supone que ambos tendrán sus razones y que tal vez ella y el resto del grupo podrán perdonarlos algún día por esto.
Malcom dedica el resto de esa mañana en las reparaciones de las armaduras de Cuchillo y Sanakin y en recargar las armas de todos. Además le entrega a Luna su pistola y sus cargadores, ella los necesitará más. Cuchillo coge del fondo común una armadura casera que perteneció a Chupux, se queda pensativo cuando la toma en sus manos y después decide que llevará puesta esa armadura para la batalla, pues dice que le dará suerte.
Va pasando la tarde, algunos intentáis sin éxito que Alexa o Malcom os acompañen, pero no dan su brazo a torcer, han decidido no participar en la lucha.
La tarde deja paso a la noche, y encuentra a los cinco valientes aventureros listos para la lucha. Os acercáis a la calle de la Hoz, de la que arranca el callejón del Sombrero. Estáis frente a la entrada del callejón.
Lucha contra los Sombreros Negros:
Mouser se acerca sigilosamente a un edificio del callejón del Sombrero y trepa a un edificio del lado Sur del callejón. Transmite todo lo que ve por mensaje codificado de radio a Sanakin, quien a su vez permite que lo oigan los demás usando un micrófono externo.
Mouser ve que los edificios del callejón sin salida parecen casi todos deshabitados y abandonados. En el lado Norte hay un portal con dos centinelas de la banda, llevan armaduras ligeras sin casco y parecen aburridos. En la boca del callejón hay otros tres pandilleros, apoyados en un coche abandonado.
Sanakin sugiere que Cuchillo se deslice por los tejados del lado Norte para acabar con los centinelas apostados en el portal de la guarida de la banda.
Cuchillo se sube a un tejado y va saltando de tejado en tejado. Después baja tras los centinelas y le atraviesa la nuca al primero con su cuchillo rojo, matándolo al instante, después agarra el cadáver y lo deposita en el suelo para que no haga ruido al caer. Repite el proceso con el otro centinela y se queda absorto contemplando su obra.
Combate contra los tres bandidos de la boca del callejón:
Primera Melee:
Primer Ataque:
Segundo Ataque:
Fin del combate inicial.
Cuchillo interroga al prisionero, al que promete dejar libre si canta. El bandido confiesa que en la guarida quedan doce bandidos más, aparte del jefe y su guardaespaldas, y que la mayor parte de los bandidos estarán o bien durmiendo, o bien en el cuerpo de guardia distraídos.
Vicky le pasa una de sus esposas a Cuchillo, que esposa al bandido al coche abandonado y lo amordaza con un cacho de la camisa del bandido. Mouser le pregunta a Vicky que si tiene una pistola, ya que la suya se ha estropeado. La Ranger le presta la pistola NG-57, y los cargadores de la misma, que perteneció a Noa.
Discutís brevemente lo que vais a hacer ahora. Sanakin se queda quieto en medio de la calle, pues hace mucho ruido cuando camina. Sugiere a Cuchillo y a Mouser que se adelanten a investigar, pues son los dos más sigilosos del grupo. Ambos bajan unas escaleras tras el portal que da a la guarida de la banda. El recibidor que hay abajo está oscuro. Los ojos de Mouser se iluminan, el ratling está usando su poder natural para ver en la oscuridad. Capta dos puertas, una al frente y otra a la derecha. De debajo de la puerta de la derecha escapa luz y al otro lado se escuchan voces. Cuchillo aplica su fino oído a la puerta y escucha las voces de menos de media docena de bandidos humanos que están viendo lo que parece ser un partido de Juicer Football por la tele. Los bandidos aclaman a su equipo favorito.
Mouser transmite esta información a Sanakin, quien se lo dice a las dos chicas. Sin esperar más, Luna y Vicky bajan las escaleras, ninguna de las dos resulta demasiado sigilosa, pero por fortuna los bandidos están entretenidos con el partido y no escuchan los pasos de las dos aventureras. Cuando los cuatro estáis ante la puerta Mouser gira el pomo de la puerta con mucho sigilo y la abre de par en par. Veis a cinco bandidos, que llevan puesta una armadura ligera y portan una pistola láser al cinturón cada uno. Están viendo efectivamente un partido de Juicer Football por la tele y animan a su equipo favorito, el Los Alamo Dragons. De inmediato todos preparáis vuestras armas y os lanzáis al ataque:
Primera Melee:
Primer Ataque:
Sanakin transmite por radio a Mouser (ambos tienen sistema de radio cibernética implantado) que cuando encontréis al Ogro salgáis todos pitando hacia la calle, que le tiene preparada una “sorpresita”. Mouser informa de esto a los demás.
Cuchillo esposa y amordaza al bandido que se ha rendido y deja el volumen de la tele alto. Mouser sale de la habitación de guardia y se dirige al recibidor sumido en la oscuridad, Luna le sigue. Cuchillo intenta ser sigiloso, pero con tan mala fortuna que tropieza con la cola de Mouser y sale despedido de cabeza contra las puertas del frente. Recibe un tremendo golpe (que apenas siente gracias a su metabolismo alterado) y las abre de par en par con la cabeza, rodando después por un tramo de escaleras que hay detrás. Queda algo aturdido y el sigiloso Mouser le adelanta.
El Ratling se dirige a una habitación que está a la derecha, de donde se escucha el sonido de gente, y se le oye amenazar a los bandidos y ordenarles que se estén quietos. Luna baja y se pone al lado de Mouser, con la pistola en ristre, también les dice que estén quietecitos.
Es un dormitorio grande con literas, y dentro hay unos siete bandidos que al parecer estaban durmiendo. Cuchillo y Vicky bajan a la habitación que está al final de las escaleras y se fijan que al otro lado del lugar donde están sus dos compañeros (es decir, a la izquierda) hay una pared reforzada con una compuerta blindada en el centro.
Sobre la compuerta hay una cámara de vigilancia con el piloto encendido. Se escucha el sonido del zoom al enfocar la cara de Cuchillo Rojo. El Crazy saluda a la cámara. Instantes después se escucha como se abre automáticamente la compuerta, el aire a presión sale de la misma. En el umbral aparece entonces la figura del Ogro más inmenso que jamás hayáis visto, equipado con una armadura extra pesada y portando una colosal ametralladora de plasma Naruni.
COMBATE CONTRA EL OGRO TITAN JUICER:
Mouser falla su tirada de Horror Factor al ver al ogro y emprende la retirada escaleras arriba. Cuchillo se acuerda de lo que le dijo Mouser, acerca de que Sanakin tenía una sorpresa preparada para el ogro y grita retirada.
Primera Melee:
Primer Ataque:
Segundo Ataque:
Segunda Melee:
Vicky escucha los espantosos alaridos que profiere Cuchillo en su carnicería y ve la sangre que salpica el suelo saliendo a borbotones del dormitorio de los bandidos. Se siente furiosa con Cuchillo, pero entonces se fija en el moribundo Mouser inconsciente, morirá si nadie le atiende. Vicky baja y le coge. Ve la habitación donde Cuchillo está descuartizando los cadáveres de los siete bandidos que allí estaban. Vicky siente que se muere de asco y revulsión. Cuchillo actúa con un sadismo y una crueldad inhumanas mientras aúlla de un modo espantoso. A Vicky se le hiela la sangre en las venas. El espectáculo es tan atroz, que la furia de Vicky remite, reemplazada por un miedo primario. Se da cuenta de que no está ante una persona, sino ante una bestia primigenia.
Mientras tanto, Maestro Látigo, el jefe de la banda de los Sombreros Negros, está usando un poder de invisibilidad psiónica para escapar. Vicky falla su Tirada de Salvación y ni siquiera se percata del psiónico cuando este se desliza junto a ella. Maestro Látigo sale a la calle, donde Luna consigue verlo superando sus defensas psíquicas.
Luna: - ¡Alto ahí! – le grita. Su grito alerta a Sanakin, que estaba en estado de máxima alerta con todos sus sensores biónicos y su computadora de detección de blancos preparada.
Sanakin: - ¡Rápido Luna, apártate! - Luna levita veinte metros hacia arriba a toda velocidad, mientras seis misiles son propulsados como cohetes de destrucción, estallando en una demoledora explosión de plasma que reduce a átomos al jefe de la banda de los Sombreros Negros.
Vicky escucha la explosión y sube llevando a Mouser, ve un cráter en el asfalto. Luna está flotando en el aire a unos veinte metros de altura. Al otro lado de la calle está Sanakin, con unos soportes de mísiles que se han desplegado de su espalda y arrojan borbotones de humo.
Mientras, Cuchillo ha recuperado el control, está sumergido en sangre y vísceras.
Vicky está intentando salvar a Mouser, que está tendido en el suelo del callejón. Vicky le aplica su RMK y el IRMSS y los fabulosos nanorobots comienzan a hacer su trabajo. Por un momento Mouser recupera la conciencia y le da las gracias a la Ranger por salvarle. Después queda inconsciente de nuevo, pero la Ranger está más tranquila pues los indicadores del RMK muestran que las constantes vitales del Ratling se han estabilizado.
Luna desciende del cielo. Sanakin se acerca.
Sanakin: - ¿Cómo está Mouser? –
Luna: - ¿Cuchillo...? ¿Cuchillo ha... muerto? –
Vicky: - Mouser está muy malherido y sufre quemaduras muy graves, pero se recuperará si le llevamos a un lugar donde pueda descansar y reciba cuidados. En cuanto a Cuchillo... está haciendo carnicerías con unos bandidos muertos... – El rostro de Vicky muestra un profundo asco cuando pronuncia estas palabras.
En ese momento sale por el portal a la calle Cuchillo Rojo, todo cubierto de roja sangre brillante. Está tan anonadado que no se ha dado cuenta aún de que está manchado y cubierto de sustancias orgánicas pegajosas (con lo que él odia todo lo pegajoso). Parece que está en un estado de shock post-traumático. Vicky le mira con una fría ira, pero Luna se apiada del Crazy porque se da cuenta de que en ese cuerpo macilento hay un alma, o tal vez sean dos, que está sufriendo. Luna va a consolar al Crazy, en ese momento desearía tener un hechizo de limpieza o algo así para hacer desaparecer toda esa sangre.
Luna le dice a Sanakin y a Vicky que ella se encarga de Mouser y del Crazy, los piensa llevar a la Casa de la Caridad, la ONG donde ha estado trabajando estos días. Es el lugar más tranquilo y discreto que se le ocurre, allí no le harán preguntas. Luna levanta el cuerpo de Mouser y se sorprende por lo poco que pesa, ya que puede llevarlo pese a que ella no es muy fuerte. Le dice a Cuchillo que la siga y el trastornado Crazy le hace caso.
Vicky no se queda muy tranquila, pero el cyborg le dice que hay que terminar de registrar la guarida de la banda y encontrar pistas o botín. Los dos entran de nuevo en la guarida subterránea. En el cuerpo de guardia sigue la tele encendida y el prisionero esposado. Sanakin le quita la armadura y recoge la pistola que hay en el suelo, junto con cuatro cargadores.
Vicky se pregunta que qué deberíais de hacer con los dos prisioneros, éste y el que está esposado al coche abandonado en la calle. Ya lo diréis en el turno, aunque tal vez soltarlos sería lo mejor. Su banda ha sido totalmente desarticulada y ya no tienen armas ni equipo, sólo son un par de pandilleros del tres al cuarto que no saben nada de interés. Entregarlos a las corruptas autoridades de Los Alamo podría no ser muy buena idea, pues vosotros ya habéis cometido una buena serie de delitos aquí (portar armas en la ciudad, allanamiento de morada, asesinato, robo, etc.) y se enterarían, y por otro lado si los soltáis es muy poco probable que os delaten a la policía y es difícil que actúen contra vosotros, pues después de lo que ha pasado aquí están totalmente aterrorizados.
Bajáis la otra escalera que conduce al otro nivel del sótano y cerráis la puerta del dormitorio procurando no mirar los restos descuartizados y la sangre que cubren el suelo. Os encamináis hacia la derecha, a la compuerta blindada abierta. Hay una antesala que parece que la utilizaba el Ogro Jurzak el Golpeador como habitáculo, hay una cama plegable bastante grande en la pared del fondo y algunos enseres personales. Dos puertas salen de esta habitación. La del sur está cerrada con llave, Vicky usa su daga mágica para romper la frágil cerradura SDC con facilidad. Tras la puerta hay un almacén. Sanakin toma nota rápidamente de todo el equipo que hay en el almacén, que incluye un voluminoso contenedor negro con distintivos de la Coalición (la calavera cubista sin mandíbula inferior sobre dos rayos cruzados).
Salen del almacén y abren la última puerta, da a la habitación del jefe de la banda, Maestro Látigo. Hay una caja fuerte empotrada en la pared. Vicky se pregunta cuál será la combinación. Sanakin le da un potente puñetazo a la caja, arrugando la sólida chapa de acero y después arrancándola de sus goznes con un fuerte tirón. En el interior de la caja fuerte hay un grueso fajo de billetes (250.000 CR) y un ordenador portátil. Vicky coge ambas cosas y los dos se encaminan a la salida. Sanakin le dice a Vicky que vigile el acceso a la guarida mientras él va a los Garajes de la ciudad para coger el hovercoche fúnebre de Cuchillo y llevarse todo lo que hay en el almacén.
Vicky monta guardia con creciente nerviosismo mientras espera el regreso de Sanakin. Teme que aparezca la policía o algún pandillero, pero no pasa nada y finalmente aparece Sanakin conduciendo el hovercoche. Entre los dos hacen la “mudanza” y en media hora han cargado todo lo que hay de valor en el hovercoche. Después Vicky libera, aunque con cierta renuencia, a los dos pandilleros prisioneros a los que intimida y aconseja que dejen el crimen y se dediquen a alguna actividad honrada. Recupera sus esposas y su cuerda y los deja ir. Mientras Sanakin incendia las habitaciones del subterráneo una por una y después los dos escapáis de vuelta al Garaje. Dejáis todo en el vehículo (que os aseguráis de cerrar bien), menos el portátil y el dinero.
Mientras tanto, Luna ha llevado a Mouser y a Cuchillo a la Casa de la Caridad. Ha limpiado las heridas del primero, que son bastante graves, principalmente quemaduras, y le ha aplicado repetidamente su toque curador clerical. Finalmente, viendo que no puede hacer mucho más por él, deja al ratling que descanse en una cama.
Después se encarga de Cuchillo, al que desnuda y baña en una bañera, usando una esponja y abundante jabón. El pobre Cuchillo parece que delira y lo curioso es que buena parte de esos delirios parecen ser transmitidos por telepatía en lugar de con la voz. Los delirios no tienen mucho sentido, aunque a Luna le llegan algunas imágenes de un oasis en un desierto, una imagen pacífica perturbada por flashes de antiguas matanzas perpetradas en el pasado por Cuchillo y su maléfico hermano mayor, al final aparece una especialmente perturbadora: los dos hermanos Crazies devorando los cadáveres de una familia de hombres-cactus.
Entonces Cuchillo pierde el conocimiento y el torrente de imágenes cesa, para alivio de la sacerdotisa que se siente bastante perturbada y teme que tendrá pesadillas la próxima vez que duerma (¿tal vez pesadillas relacionadas con su desconocido pasado?).
Al rato llegan Sanakin y Vicky y se interesan por el estado de los dos pacientes al cuidado de Luna (bueno, Vicky se interesa más que nada por Mouser, ya que el Ratling demostró su valía en la lucha y en sus tareas como explorador avanzado).
Sanakin le habla a Luna del botín, y la sacerdotisa se muestra de acuerdo con el Cyborg en que el botín hallado en la guarida de la banda de los Sombreros Negros debería de repartirse entre los cinco que habéis participado en la batalla. A Vicky no parece importarle demasiado todo este asunto. Se despide de los otros dos y se va al hotel a dormir. De vuelta a su habitación llama a la puerta de Malcom y le explica sucintamente al contrabandista todo lo sucedido.
Lunes, 21 de marzo de 104:
A la mañana siguiente la mayoría os levantáis tarde. Cuchillo parece recuperado y finge no recordar lo que pasó anoche (lo cierto es que recuerda bastantes cosas, más de las que su bonachona personalidad infantil estaría dispuesta a aceptar).
Mouser está bastante mejor, pero deberá guardar cama unos días. Malcom oye comentar en el bar junto al hotel lo del incendio de un viejo edificio en el callejón del Sombrero, al parecer los bomberos apagaron anoche el fuego, después la policía precintó el callejón, pero no hizo mucho más. Han tachado todo el asunto como de un “ajuste de cuentas” entre bandas rivales, y es casi seguro que el caso será archivado sin más investigaciones. Desayunáis y comentáis lo que vais a hacer ahora.
Nota: Mouser se ha quedado sin armadura y no le vale una armadura normal para humano, ya que su configuración física es muy diferente (las patas traseras se doblan hacia atrás y son de rata, no se parecen a unas piernas humanas, tiene hocico alargado, cola, etc.). Un armero competente podría adaptar una armadura a su forma física, aunque por un elevado precio (posiblemente 20.000 CR o más).
Fin del Turno 19
P.D.: Inventario del botín incautado a la banda de los Sombreros Negros:
Alexa: Rifts: Turno 19:
Explico mi plan de incriminar a la banda para que paguen por sus crímenes, pero me responden diciendo que es una idea maquiavélica. Yo no estoy en absoluto de acuerdo. ¿Por qué debería tratar a unos esclavistas de un modo honorable? El honor no sirve de gran cosa en este mundo. Es más siempre se recompensa a los crueles.
Desde que decidí ir a rescatar a María sólo me han pasado cosas malas, mientras que a tipos como los de la banda la vida les trata bien. Seguro que son ricos. No merecen ningún tipo de compasión o juego limpio. Y la verdad, ¿Por qué es peor lo que yo sugiero que ir a matarlos a todos? Yo creo que viene a ser lo mismo, pero con menos riesgo. En cualquier caso están en su derecho de decidir que prefieren.
De todas formas no puedo ayudarles en eso, porque cada vez que me acerco a un sótano en mi mente reviven las muertes de los torturados en la posta. Otra prueba más de que ser altruista es malo. Jamás debí ayudar a esos espíritus. Además si uso mi magia los sheriff nos localizarán y será peor. Hay muy poco que yo pueda hacer sin mi magia.
Una vez más me pregunto que hago yo aquí. No soy una aventurera y está claro que a los demás les molestan mis ideas y mi forma de ser. No pertenezco a este grupo. Tal vez debería irme, aunque sea yo sola.
Miro a mis compañeros. No tengo prácticamente nada en común con ellos. Cuchillo esta ávido de sangre y en sus ojos puedo ver una vez más al asesino que fue. Sobre él el espíritu de Chupux me recuerda mi odio a todo tipo de ley y autoridad. Las mismas leyes que obligan a mis compañeros a darles una oportunidad de combatir a los bandidos.
En cuanto a Luna, somos completamente opuestas. Carezco de su fanatismo y fe en su dios. Además no me gusta nada su gata, Lenus, ya que sé que era una extensión de Noa y probablemente continúa unida a Jahi. El hecho de que Lenus tenga tanto apego a Luna verifica mis sospechas de que Luna es Noa encarnada en otro cuerpo. Dudo mucho que yo tuviese una oportunidad igual de estar en su caso.
Malcom en principio apoya mi plan, pero no tiene buen aspecto. En su interior puedo ver el espíritu de Lobo luchando para hacerse el control. Malcom lo está pasando muy mal. Los demás le tratan como si estuviera confuso, yo veo claramente la verdad, hay dos espíritus opuestos conviviendo en el mismo cuerpo.
Al final Malcom dice que deberían rearmarse. Eso parece contentar al resto. A mí me preocupa su estado, porque es evidente que los dos espíritus no podrán convivir juntos mucho tiempo. Sé que Lobo no lo hace con mala intención, tal vez intenta infundir valor en Malcom, pero a Malcom eso le debe recordar que no es completamente libre. No creo que esté en condiciones de luchar mientras en su interior se desarrolle ese conflicto. Dice que se quedará conmigo y no irá. El resto le miran mal, no creo que se den cuenta de lo que está pasando.
Luego está Mouser que ha dado un cambio de la noche a la mañana. Me trata como si fuera una traidora por no ir. Es curioso lo pronto que olvida que él hizo lo mismo en una ocasión. No me hace gracia que pase por alto el hecho de que si se me ocurre usar magia tendremos serios problemas. Actúa como si yo realmente pudiera elegir si entrar en el jodido sótano o no. Se comporta como si yo fuese la novata de la que no hay que fiarse.
Eso sólo reafirma mi sensación de no pertenecer a este grupo. No me sería tan difícil regresar por mi cuenta a Kingsdale. Le he escuchado hablar sobre Emil, diciendo que Malcom le difama y que Emil es maravilloso.
Lo cierto es que yo he vivido durante muchos años en DarkGate y, aunque Mouser no lo sepa, he oído muchas cosas por los bajos fondos. Es admirable su lealtad a Emil, pero por lo que yo sé Emil no es tan listo y honorable como él dice. Se nota que lo que cuenta está influenciado por su amistad hacia él. Emil era un caradura se ponga Mouser como se ponga, e incluso a mí intento estafarme una vez. Yo no me fío ni de Mouser, ni de Emil, ni de Malcom. Está claro que cualquiera de ellos se aprovecharía de mí si pudiese.
Y luego está Sanakin, tan aislado del resto. No sé qué es lo que le motiva. A veces pienso que sólo vive para combatir. Sus comentarios sobre el enfrentamiento con la banda parecen apoyar esa idea. Yo nuca me llevé del todo bien con su hermano, aunque le respetase, y no creo que me vaya a llevar mucho mejor con él.
Por último está Vicky, ella siempre ha sido mi amiga y creo que comprende el motivo de que no vaya. Ella dice que necesita pasar un tiempo de descanso para tratar su locura, a mí también me haría falta algo así. Si Vicky se va entonces ya no quedará nadie en este grupo con quien me sienta cómoda. Puede que esa sea la señal de que debo irme definitivamente y arreglármelas por mi cuenta, como he hecho siempre. Creo que en cuanto regresen del combate empezaré a buscar un medio de transporte para regresar a Kingsdale.
Abandono la discusión dándole vueltas a la idea de empezar de nuevo en otra ciudad. Por el modo en que actúan la mayoría del grupo está claro que no me quieren con ellos si no pienso y actúo a su manera. Puede que consiga un pasaje en alguna caravana que vaya hacia Kingsdale, aún me queda algo del dinero que me dejó mi abuela para pagarlo. No sé qué haré cuando llegue allí, pero sin duda será mejor que quedarme aquí.
Una vez más paso la noche entre pesadillas, que me recuerdan el precio que he pagado en más de una ocasión por ayudar a la gente. Y todo para nada. Nada de lo que he hecho ha servido para mejorar las cosas. Y de entre mis amigos pocos quedan con vida. Mientras aquellos que han cometido las más viles acciones continúan viviendo entre riquezas y comodidades, con sus seres queridos a salvo de todo.
Despierto cansada y triste por los terribles sueños que tengo cada vez que cierro los ojos. Creo que envidio a Luna, que no recuerda nada de su anterior vida. Me gustaría dejar de rememorar todas esas muertes que provocó, Cuchillo sangriento y Cuchillo. O las que Jahi me hizo experimentar. No creo que nadie en el grupo sepa cómo me siento.
Bajo para ver qué harán al final. Dicen que van a ir a por la banda a su guarida. Malcom permanece callado, tiene muy mal aspecto y me preocupa. Vicky insiste en que vaya, aunque parece que me entiende algo más cuando digo que no puedo entrar en el sótano. Les digo que esta vez no puedo ayudarles y algunos me miran muy mal. Debí darme cuenta de que sería así. El único motivo de que me acepten en el grupo es que soy útil. Ahora que no lo soy me desprecian. Está claro que irme es una buena idea.
Vicky me dice que podría ir al callejón, pero pienso que eso es una tontería. ¿Para qué ir? Mouser sugiere que podría acabar con los bandidos que huyan. Eso no me parece bien. Dicen que incriminarlos no es honorable. ¿Matarlos si? Yo no puedo matar a sangre fría a alguien que huye.
La verdad es que para ser un estorbo mejor no ir. Insisten en que me quede cerca por si hay heridos, creo que no entienden que si uso mi magia podría crear muchos mas problemas de los que solucione. No creo que los sheriff de esta ciudad nos tratasen muy bien si nos pillan por mi culpa. Mis compañeros me miran mal, pero me da igual, no tendré que soportarlo por mucho tiempo.
En ese momento Malcom cae al suelo. No pensé que estuviera tan mal. Veo como su espíritu y el de Lobo luchan. Le pido ayuda a Vicky para subirlo a la habitación, el cuerpo de Malcom no puede soportar las tensiones que provocan esos enfrentamientos.
Les digo que yo cuidare de Malcom, aunque eso no parece importarles, según ellos, les desanima que no les ayudemos. ¿Por qué no pueden entender que en este caso no puedo ayudarles? ¿Cómo pueden echarme en cara mis secuelas de cuando iba con el otro grupo? Eso hace que me sienta bastante decepcionada con ellos.
Vicky dice que irán a por la banda de todos modos. Yo sólo puedo desearles suerte. Está claro que algunos de ellos parecen “necesitar” el combate para sentirse mejor. Sólo espero que el precio a pagar no sea demasiado alto. Mouser comenta algo sobre que Malcom y yo hemos dejado al resto en la estacada y él no. Eso hace que, pese al temor que me produce la idea de irme sola, me de cuenta de que es lo que debo hacer.
No puedo estar con gente que me da la espalda por una demencia resultado de ayudar a otros. Luna me dice que está muy desilusionada conmigo. Dice que está dolida por mi decisión egoísta de no ayudar. Que no esperaba semejante cobardía de mí. Tiene gracia que sea ella quien lo diga, sobre todo teniendo en cuanta como huyó en el combate con los Grigleapers. A veces pienso que Noa habla a través de ella para intentar que me sienta mal. Dice que supone que tenemos nuestras razones y que supone que podrá perdonarnos algún día. ¿Qué podrá perdonarme? Está claro que no ha debido escuchar nada de lo que he dicho. Si me hubiese escuchado entendería por qué no voy. Y no me diría que le duele o que tiene que perdonarme. Procuro tranquilizarme. Me iré de aquí en cuanto Malcom se encuentre algo mejor. Ya no tiene sentido que me preocupe por esas cosas.
Malcom ha conseguido que reparen las armaduras de Cuchillo y el blindaje de Sanakin. No le dan las gracias porque no va al combate y “están decepcionados”. Yo pienso que no es justo que actúen así. Luna casi ni le mira cuando Malcom le presta su pistola y le da los cargadores para ella y el resto. Cuchillo se apropia de la armadura de Chupux sin pedir permiso. Siempre cogen lo que quieren sin preguntar o dar las gracias. Pero ya no me importa. Como si se quedan todo ellos, porque no pienso seguir aguantando esto.
Decido dejar de observar como se preparan y subir a cuidar de Malcom. Está inconsciente en su cuarto. Tiene mal aspecto. Pese a que no me gusta la idea decido hablar con Lobo. Para mí su espíritu está tan presente como el cuerpo de Malcom, ahora débil y febril. Me siento a su lado y pongo la mano en la frente mientras cierro los ojos para concentrarme. Pronto capto la esencia de Lobo, ganando fuerza en el interior de Malcom. Me concentro en atraer su atención.
Para mi alivio parece que Malcom se encuentra mejor y recobra el conocimiento. Sigue teniendo mal aspecto, pero al menos Lobo no tiene ahora el control. Malcom murmura algo sobre dolor de cabeza. Le acerco una taza con infusión de hierbas. No es gran cosa, pero le hará sentirse algo mejor.
Una vez encuentre una caravana tendré que conseguir comida y recoger mis cosas. Pero mientras Malcom esté en cama será mejor que me quede en el hotel, por si pasa algo. Me dirijo a mi habitación, desde ahí puedo oír a Malcom si me llama y así puedo ir recogiendo mis cosas.
Cuando tengo mi mochila a medio rellenar llega Luna. Entra sin llamar, lo que me molesta bastante. Quiere convencerme de que vaya, yo le vuelvo a explicar mis motivos. Pero está claro que no le interesa lo que yo tenga que decir.
Durante el resto de la tarde van viniendo de uno en uno para intentar persuadirme. En ninguna de las ocasiones atienden a razones y actúan como si fuese yo la que no escucha. Bueno, yo ya he escuchado lo que tienen que decir y sigo creyendo que sólo sería un estorbo.
Finalmente deciden aceptar mi decisión de no ir no sin antes discutir durante un buen rato conmigo. Sinceramente, me alegraré de irme y no tener que discutir más. También será bueno para mí dejar de preocuparme por unas personas que no me escuchan y a las que no les importa en absoluto lo que yo piense o sienta.
Les veo alejarse desde mi ventana. Mientras se pierden entre las calles mal iluminadas pienso en que nuestros caminos no sólo se separarán por esta noche, también lo harán por más tiempo.
El tiempo pasa con lentitud mientras espero a que mis compañeros vuelvan. Pese a que estoy despierta, sufro visiones del horror y sufrimiento que he experimentado. Sé que no son reales, pero es difícil distinguirlo. El dolor es tan intenso como si fuese mi propia carne la que es cortada por los bisturís y demás elementos de tortura. Siento como si mis huesos se astillasen clavándose en mi carne. Y siento también las agujas y los pinchazos. Y entonces veo esos ojos, llenos de odio y locura mirándome mientras la vida se me escapa…
Así una y otra vez, noche tras noche. Las lágrimas corren por mis mejillas. ¿Cómo pueden echarme en cara que no vaya allí? ¿Que no regrese al abismo del que procede todo ese dolor? Está claro que no son mis amigos.
Al final regresan y van a hablar con Malcom. Yo estoy presente, pero actúan como si no estuviera. Yo casi lo prefiero. Cuentan como se enfrentaron a la banda. Parece que hicieron una matanza. Mouser está herido, pero se recuperará.
Por la expresión de Vicky parece que Cuchillo ha vuelto a su naturaleza asesina. No debió ser un espectáculo agradable ver cómo se ensañaba con los bandidos. Se me revuelven las tripas de pensarlo. Pero sé que Cuchillo no es consciente de sus actos. He tardado tiempo en comprender que es esclavo de su locura y es algo que no le deseo a nadie.
Por lo que parece Luna se ha llevado a Cuchillo y a Mouser para atenderlos en su ONG. Me pregunto porqué no me ha pedido ayuda. Aunque no pueda usar la magia sé sobre curación. Pero claro, supongo que está molesta porque no fui al combate. Sé que no debería preocuparme ya por lo que les pase, pero supongo que sigo siendo lo bastante estúpida como para hacerlo. Sin decir nada voy para allí, puede que consiga aliviar el dolor de Mouser con algunas hierbas.
Cuando llego Luna me ignora. Mouser está inconsciente y Cuchillo está en estado de shock. Me acerco y compruebo los vendajes. Luna ha usado una magia similar a la mía para cicatrizar las heridas. Pienso en que si estuviésemos fuera de la ciudad tal vez podría curar las que quedan. Pero en la situación en la que estoy lo único que puedo hacer son unos emplastos que aceleren el proceso de cicatrización.
Cuchillo está balbuceando algo sobre muertes que ha dado y sobre Chupux. Parece que transmite sus delirios mediante telepatía. La verdad es que en estos momentos me alegro de ser inmune a ese tipo de ataques. Lo que Luna no ve es el espíritu atormentado de Chupux sobre el Crazy. Creo que las matanzas de Cuchillo son más de lo que el pacífico Chupux puede soportar. Me pregunto qué habrá pasado para que tanto Cuchillo como Chupux se encuentren en este estado. Me acerco para intentar calmar a Cuchillo y Luna se va sin decirme nada. Yo tampoco digo nada, está claro que es mejor así. Cuanto menos contacto tenga con ellos mejor.
Armándome de paciencia intento tranquilizarle. Contarle cuentos infantiles y devolverlo a su estado normal. Veo como Vicky y Sanakin entran y hablan con Luna. No llego a escuchar lo que dicen y creo que prefiero no saberlo. Vicky apenas me saluda con la mano y Sanakin me da la espalda deliberadamente.
Tras un rato Luna llega y me dice que lo que han encontrado lo repartirán sólo entre los que fueron al combate. Yo la miro de reojo y veo el revolver de Malcom colgando de su cinto. Sonrío amargamente. Qué típico. Te piden ayuda y dinero del fondo común cuando no tienen nada y luego no lo reponen. Haced lo que queráis, le respondo. Yo ya sabía que fuese o no a mí no me tocaría nada. Siempre es así. Supongo que debo aceptar que no puedo esperar nada de ellos.
Tras pasar toda la noche atendiendo a Cuchillo, parece que se encuentra mejor. Pese a que actúa como si no recordase nada, creo que es sólo una fachada. Creo que es su modo de aislarse de aquello que no le gusta, fingir que no pasó.
Mouser sigue necesitando reposo. Supongo que eso hará que el grupo se quede en Los Alamo unos días hasta que se recupere. Yo me pregunto si debería quedarme también hasta que se marchen. La verdad es que creo que ellos preferirían que me fuese ya. Su actitud me pone triste.
Durante el desayuno hablan sobre lo que van a hacer. Malcom ya está mejor y dice que va a buscar un trabajo. Yo decido permanecer callada. Todo esto es ajeno a mí. Ni a ellos les importa lo que yo diga, ni a mí lo que decidan. Tal vez vaya buscar a María por mi cuenta. Aunque no tengo ni idea de cómo lo haré. Además, dado que ya han liberado a los bandidos supervivientes y no me dejaran buscar en el ordenador, supongo que nunca llegaré a saber qué paso con María.
Malcom habla de conseguirle una armadura a Mouser. Parece que pese a sus rencillas, no se odian tanto. O puede que sí, pero Malcom ha comenzado a pensar con pragmatismo. Lo que yo me pregunto es si no sería más efectivo encargarle una armadura a medida en lugar de adaptarle una. Después de todo 20000 CR es bastante dinero, debería bastar para comprar una armadura nueva…
Luego escucho como discuten sobre qué hacer con lo que han conseguido. Malcom opina que deberían dar algo al fondo común. Yo creo que tiene razón, pero dudo que el resto piensen lo mismo. Sobre todo porque no les conviene reconocer que ellos lo han usado antes. Y sólo Vicky de entre ellos tenía derecho a eso. Pero claro, en temas de dinero es difícil llegar a un acuerdo que satisfaga a todo el mundo. Y yo siempre he salido perdiendo en esos casos.
Así que les escucho hablar sobre lo que encontraron y como piensan repartirlo. La pasta entre los cinco. El ordenador no saben que hacer con él. Yo pienso en lo mucho que me gustaría acceder a su información. Si vendieron a María probablemente ahí se encuentre el comprador.
Luego hay varias armaduras. En mi experiencia sé que lo mejor es cambiarlas por algo útil, pero dado que no pertenecen al fondo común no me corresponde a mí opinar. Lo que más me llama la atención es la SAMAS nueva que hay. No sé si alguno es capaz de manejarla, pero la verdad es que es algo muy valioso como para estar en manos de una banda así. ¿Cómo habrá llegado a manos de una banda que tiene D-Bees? Bueno, la lógica nunca parece tener sentido en este mundo.
Luego están las pistolas y cargadores que supongo que les vendrán bien. Por ultimo un arma pesada de plasma con varios cargadores para usarla. La verdad es que esta banda estaba muy bien equipada y era bastante rica. Eso refuerza mi teoría de que no hay justicia en este mundo. Mientras que tipos como esos se enriquecen, yo tengo menos dinero que cuando salí por primera vez de DarkGate. Y por mucho que trabaje dudo que nunca gane tanto. [Especialmente cuando sólo pagan con alojamiento y comida] Esta visto que el único modo de ganar dinero aquí es pisando a otras personas. Menuda mierda.
Bueno, creo que podré quedarme mientras busco un transporte e intento enterarme de lo que paso con María. Tal vez en los bajos fondos alguien sepa algo. Y puede que consiga echar un vistazo al ordenador. La verdad es que dudo mucho que descubra nada sobre María. Y en ese caso ya no habrá nada que me ate a este lugar y al grupo. En cuanto aclare eso me iré.
Mis compañeros discuten sobre el reparto del botín durante un rato más. Yo les observo en silencio y espero a que terminen. Cuando finalmente se callan se lo digo:
Una vez dicho esto me levanto y me voy, tengo mucho que hacer. A mi espalda oigo murmullos. Supongo que no lo esperaban. Me voy antes de que digan nada. Un poco después, cuando la mayoría se han marchado, hablo con Vicky para despedirme y decirle a donde voy. También le deseo suerte con su cura. A mi también me gustaría poder curarme, pero no tengo dinero ni tiempo para ello. Después voy a hablar con Malcom.
ACCIONES FUTURAS:
CUCHILLO ROJO: RIFTS: TURNO 19:
Domingo 20 de Marzo:
Por fin llega la mañana... la noche anterior casi la he pasado en vela. Toda la noche dando vueltas en la cama de un lado a otro, sin poder conciliar el sueño. Hay algo dentro de mí, no sé... Es extraño... tengo unas ganas enormes de darles una buena paliza a la Banda del Sombrero. Ira reprimida, odio, desprecio y desesperación por la vida de una chiquita llamada María... ¿De qué me suena ese nombre?... Me es terriblemente familiar, pero soy incapaz de recordarlo. Mi mente está llena de lagunas y de vez en cuando vienen flashes... Sé muy pocas cosas sobre mi pasado y mejor que siga así... más vale lo malo conocido...
Me levanto de un salto, todavía es muy temprano, pero no tengo sueño. Aparto un poco los muebles intentando hacer el menor ruido posible. Son las 5:00 y no me gustaría molestar a mis preciosos amigos... tienen que estar bien descansados... sisisisisisisi... Comienzo a practicar un poco... jab... jab... gancho...
A eso de las 7:00 dejo de golpear al aire... pobrecillo... vaya paliza le he dado... jajajajajaja... estoy en plena forma. Me dirijo hacia el cuarto de baño, me aseo, estoy cubierto de sudor... Y dentro de un rato mi piel estará pegajosa... puag... ¡¡¡qué asquito!!! Me froto con saña para quitarme el sudor, restriego detrás de las orejas y me lavo los dientes... sonrisa profident... J ... jijijijijijijiji
Me visto con mis mejores galas... y bajo al comedor. Un par de tostadas recubiertas de mermelada de fresa y un buen vaso de leche te hacen ver el mundo de otra forma... Qué rica mermelada... ñam ñam... el desayuno de los campeones...
Mientras estoy desayunando, empiezan a parecer mis lindos amigos... uyyyyy... qué caras de sueño... ¡¡Venga chicos!! Hoy es un día fantástico. Una vez todos juntos, comienza una reunión entre los aventureros. Dos planes son los que se encuentran encima de la mesa.
Por un lado, el propuesto por Alexa. Que consta de una serie de intrigas y pistas falsas para que la población civil y las autoridades acaben con esas despreciables sabandijas. Ciertamente es un plan estupendo, se ve que Alexa tiene una gran imaginación y se toma los asuntos del grupo muy en serio. Su plan es digno del mejor de los estrategas... y yo, personalmente, algo entiendo de eso.
El otro plan... una acción directa por nuestra parte. Un poco más arriesgado, pero mucho más gratificante... ardo en deseo de machacar a esos asquerosos.
La votación parece decantarse por la opción de la acción directa. Pero Alexa argumenta su incapacidad para entrar en cualquier subterráneo. Pobrecita... entonces Mouser, le propone que se quede fuera, cubriendo la retirada... pero parece que no le hace mucha gracia la idea, la considera ruin y de cobardes...
Vicky por su parte argumenta que de todas formas, sigue siendo de vital importancia para el grupo, ya que sus poderes curativos, nos serán imprescindibles si alguien resulta herido.
Alexa se enfada bastante, se levanta de la silla y le dice a Vicky que si ha olvidado que la magia está prohibida en la ciudad. Dice que no tomará parte en esta acción y se marcha bastante alterada a su habitación... Su temperamento es algo que me llama mucho la atención... Alexa es como un barril de pólvora al que se le acerca una cerilla... me encanta su forma de ser... Lástima que no quiera ser la jefa, seguro que lo haría estupendamente...
Malcom por su parte, parece bastante aturdido por las palabras de Alexa, y decide que tampoco intervendrá, sino que se quedará con ella para hacerle compañía. Sonrío ante sus palabras... ¡¡¡Ayyy gorrión!!! Se te ve de lejos..., pienso para mis adentros.
El grupo de asalto lo formarán Sanakin, Vicky, Luna, Mouser y yo... No me esperaba esto de Mouser, me habían llegado rumores de que era un cobarde. Pero por cómo se compota, parece que es un buen fichaje. Cada vez me cae mejor... en esta misión me encargaré de que no le pase nada...
Malcom a pesar de que no viene, no tiene inconveniente en arreglar nuestras armaduras y recargar las armas. Mis compañeros me explican su mecánica del fondo común, un curioso sistema... no cabe duda... Me explican lo que hay en el fondo... me dicen que hay una armadura que perteneció a un antiguo compañero, un tal Chupux... Les pido que me la enseñen hay algo especial en ese nombre. Tomo la armadura en mis manos... una extraña sensación de paz interior me invade al verla y al sentir su áspero tacto. Una sensación de tranquilidad muy reconfortante. Les pido que me dejen usarla, que seguro que me da suerte. Me siento comodísimo con ella, como si la hubiese usado un centenar de veces... hay algo “mágico” en ella.
El día da paso a la tarde, y la tarde a la noche... la hora “P” se acerca. La compañía se arma, se prepara y pone rumbo hacia la calle de la Hoz. Llegamos a la entrada del callejón, el hábil e intrépido Mouser, escala un edificio cercano y mediante una radio se comunica con Sanakin. Hay dos centinelas frente a la entrada, y otros tres un poco más apartados, apoyados sobre un viejo coche abandonado y oxidado.
Sanakin me mira con impaciencia. Rápidamente, me ofrezco voluntario para acabar con los centinelas, mientras sonrío a Sanakin. “Ok, Sanakin... Voy a por esos cerdos... sisisisissisisisisi cúbreme”.
Avanzo con cuidado por el callejón, mis ojos están un poco turbados por el cambio de luminosidad y no consigo ver un adoquín suelto. Lo golpeo... rápidamente me agacho y permanezco quieto durante unos segundos... parece que no se han dado cuenta.
Vuelvo a avanzar con extremo cuidado. Y encaro la fachada norte del edificio. La fachada es prácticamente lisa y está recubierta de verdina. A pesar de mis habilidades como escalador, es prácticamente imposible acceder al tejado por esta cara, no hay suficientes puntos de apoyo.
Avanzo un poco más por esa cara del edificio. A pesar de la dificultad, encuentro un lugar un poco más accesible y rápidamente llego hasta el tejado... Parece bastante inestable y tengo que atravesar tres tejados hasta llegar a mi objetivo... Salto sobre el primer tejado, parece que aguanta bien mi peso... tomo carrerilla y salto de nuevo. Por desgracia, resbalo antes de saltar y sólo llego a la cornisa. Me quedo colgando de una mano, al borde del abismo...
Tomo una buena bocanada de aire, me agarro con la otra mano a la cornisa y me impulso hacia arriba... después de dar un mortal hacia delante caigo en firme sobre el tercer tejado. ¡¡¡Vaya pedazo de salto acabo de hacer!!! Espero que alguno de mis amigos lo haya visto... jijijijijijiji...
Me encuentro sobre los dos rufianes... cerca del borde del tejado... es complicado bajar sin que me vean... Me coloco de espaldas a la calle, doy un salto hacia atrás y mientras caigo, me agarro al saliente del tejado, impulsándome por encima de los dos guardias que ni siquiera se dan cuenta de mi presencia. Caigo en total silencio justo a sus espaldas.
Lamo mi querido cuchillo y se vuelve incandescente... Con un rápido movimiento de muñeca le atravieso la nuca a uno de esos indeseables... dándome tiempo de cogerle antes de que caiga al suelo... Le deposito con cuidado, mientras que el otro sigue hablando con su difunto compañero. Durante unos segundos escucho sus últimas palabras... habla sobre un recluta que se marchó muy nervioso sin dar explicaciones... parece que le acojoné bastante... buen chico... sisisisisisi...
Tengo ganas de aplastarle la traquea con mis propias manos... tal vez una mala idea, no soy demasiado bueno haciendo llaves, y seguramente gritaría. Así que vuelvo a asestar otra mortal cuchillada en la nuca. El pobre infeliz se desploma como un saco de patatas, antes de que caiga, lo agarro y lo deposito boca arriba. Me agacho sobre los dos cuerpos, sonrío sádicamente, miro sus ojos vacíos y sin vida. Cierro sus mandíbulas y pasando el dorso de la mano sobre sus rostros, les cierro los párpados...
Levanto la mirada de los cadáveres... uno de los tres bandidos se dirigía hacia mi posición para dar la voz de alarma... craso error... “cuuuuuuuuuucuuu” le dedico una amplia sonrisa y el pobre infeliz se para en seco... Otra vez la has liado... van dos... Le ataco, intentado quitarle la armadura, pero sin hacerle demasiado daño. No sabemos lo que hay dentro, y un soplo no nos vendría nada mal. La armadura de plástico del pobre infeliz se funde como la mantequilla. Los ojos del bandido tienen ese brillo que tanto me gusta ver en mis enemigos... un liquido se derrama al suelo... ese olor... jajjajajajaajajja.
Hago una seña a mis compañeros, y retrocedo un par de pasos, no me gustaría nada que me golpeasen el pajarito... desde la posición en la que se encuentra el bandido, le sería fácil. El bandido implora por su vida: “¡Noble Crazy, no me mates!, ¡Perdóname la vida!” Le echo una mirada asesina al bandido: “chisssssssssstttttt.... Si vuelves a gritar, tus entrañas decorarán todo el callejón.”
Luna implora perdón por la vida de ese bandido. “Eso sería muy cruel, hay que ser misericordioso”. Le respondo: “¿Acaso no son ellos los que se dedican a cometer actos crueles y depravados?... “Estas ratas no merecen ni el aire que respiran”...
Entonces me doy cuenta de la cagada que acabo de decir... miro a Mouser y con cara de pena, le pido perdón por el inoportuno comentario. No puedo negarles nada a mis queridos juguetitos. Mi cara cambia totalmente para dirigirme a Luna: “Muy bien, Luna... como tú quieras...”
Vuelvo a mirar al bandido, con cara de pocos amigos y le interrogo sobre los efectivos que quedan dentro del cuartel general. El bandido completamente aterrorizado, nos informa de todo lo que queremos saber. Le pido a Vicky una de sus esposas. Arrastro al bandido por el callejón hasta el coche. Y le esposo a la carrocería. Le arranco las mangas de su camisa y le amordazo. Mientras hago eso, le susurro al oído: “Tienes suerte de que Luna te haya perdonado, yo te habría desollado vivo y créeme, no se me da nada bien... soy bastante rudimentario...”
Parece que la superficie está limpia. Ahora viene lo peor... Mouser y yo nos adelantamos a investigar, somos los más sigilosos. Bajamos por unas empinadas escaleras, Mouser golpea con su cola la pared y monta un poco de ruido. Yo avanzo sigiloso... hay dos puertas... en una de ellas se ve un poco de luz por la rendija inferior. En la otra no se escucha ningún ruido. Me acerco con cuidado a la de la derecha. Acerco la oreja a la puerta... puedo distinguir claramente las voces de al menos media docena de bandidos. Parecen bastantes distraídos... Abrimos la puerta con cuidado, mientras hacemos eso llegan las chicas, les explico cómo está la cosa... Los bandidos saltan de sus asientos... su equipo ha marcado un gol... Instintivamente aprovechamos ese momento para abrir fuego... En una ronda de disparos eliminamos a cuatro de los cinco bandidos que había en la sala.
El otro restante se rinde inmediatamente. De nuevo, vuelvo a esposar y a amordazar al bandido. Le pateo las costillas y le advierto que se porte bien o tendré que tomar represalias... dejo el volumen de la tele alto, por si acaso el bandido intenta gritar. Mouser dice que Sanakin tiene una sorpresita en la calle, así que cuando encontremos al ogro, que salgamos al callejón...
Mouser dice: “Bueno cuchillito... ¿qué hacemos ahora?” Le miro y río histéricamente: jijijijijijijijijiji “truco o trato.... sisisisisisisisi.”
Mouser se adelanta y entra en el recibidor, yo le sigo de cerca. Tropiezo con su cola y salgo disparado contra la puerta. El impacto es tremendo y la puerta se abre de par en par. ¡¡Al carajo el factor sorpresa!! Llego hasta el rellano inferior de la escalera rodando. Hay dos puertas, una a la izquierda y otra a la derecha... Mouser se dirige rápidamente a la de la derecha. Parece ser el dormitorio de los bandidos. Luna le acompaña. Yo me mantengo en el rellano. Puedo escuchar un zumbidito, de lo que parece ser una cámara de vigilancia. Me pongo en pie, sonrío, saludo con la mano y le digo: “truco o trato... don usted” y sigo sonriendo...
De repente se abre la pesada compuerta y emerge de su interior un enorme ogro, equipado con una enorme armadura y un rifle enorme.
Recuerdo las palabras de Sanakin y grito retirada. Pero por desgracia el Ogro nos adelanta a todos. Incluso a Mouser, que fue el primero en salir corriendo. El ogro dispara su mortal arma e impacta a Mouser de lleno. En ese momento, siento como si un trozo de acero al rojo me perforase la cabeza... Grito con todas mis fuerzas: ¡¡¡¡¡IAAAAAAAAAAAAAAA!!!!! La adrenalina se apodera de todo mi ser, se me eriza completamente todo el vello y una furia incontrolable me domina por completo.
Sólo pienso en matar, destrozar y descuartizar. Me lanzo contra el ogro y le asesto una tremenda cuchillada que apenas hace saltar chispas de su pesada armadura. De repente, estoy en el suelo, aturdido por una tremenda explosión. En el lugar del ogro, sólo queda una enorme bola de humo.
Pero soy incapaz de controlarme... miro a una siniestra figura que está a mi lado en el pasillo. No consigo distinguir su rostro, pero no parece hostil. Procedente de la izquierda, escucho un ruido metálico. Por mi cabeza pasan formas de tortura que jamás se me habrían ocurrido. Entro en la habitación de los bandidos y doy rienda suelta a mi bestia interior. Los alaridos de dolor de los bandidos me hacen sentir realmente bien, cuanto más gritan más disfruto... la sangre lo inunda todo. Tras unos instantes de matanza incontrolada, dejo de sentir ese indescriptible dolor.
Vuelvo a sentirme capaz de controlar mi bestia y aunque es muy fuerte consigo dominarla. Me siento extremadamente confuso y apenas consigo orientarme, a duras penas salgo del edificio. Al llegar al callejón, me siento muy mareado y apenas puedo mantenerme en pie. Me desplomo al suelo de rodillas, aún tengo erizado el pelo de los brazos. El nivel de adrenalina ha tenido que superar con mucho el límite de lo normal... Ahora sé cómo se siente un Juicer... es increíble...
Alguien me dice que le acompañe, la verdad es que lo veo todo borroso y a duras penas oigo. La cabeza me da muchas vueltas, caigo inconsciente en una especie de sueño... Puedo ver las cálidas arenas del desierto y a lo lejos un hermoso oasis. Pero se intercalan escenas horribles de matanzas indiscriminadas. Y algo que perturba mi cuerpo y mi alma... unos pobres hombres cactus a los que estamos descuartizando yo y mis hermanos crazys... el sueño cesa y caigo de nuevo en la inconsciencia. ¿Qué significan estos extraños flashes? ¿Son de mi pasado? ¿De una vida anterior? ¿O tal vez son simplemente sueños?...
Lunes 21 de Marzo:
Me levanto recuperado físicamente, pero hay una herida dentro de mí que no se ha cerrado del todo. Recuerdo perfectamente todo lo que pasó ayer... pero tengo mucho miedo... Miedo de que mis juguetitos me odien... Me levanto nervioso y deambulo por el cuarto indeciso... Me doy una buena ducha fría, me visto y voy a buscar a mis compañeros. Me hago un poco el tonto y les pregunto por lo que pasó anoche. Les digo que no me acuerdo de casi nada y que estoy muy confuso.
Activo el Mind block, por si alguno intenta leerme la mente. Desayuno, aunque no tengo mucho apetito, pues estoy asqueado por los horribles crímenes que cometí anoche... pero tengo que mantener las apariencias.
Por lo visto hemos sacado un buen botín de la banda. Unos 50000 créditos por cabeza... con eso tengo de sobra para comprarme una guitarra.... ¡¡¡YUUUUUJUUU!!! ¡¡¡Guitarra nueva!!!
Acciones Futuras:
Comprar guitarra eléctrica en los almacenes Nauri.
Una vez Mouser esté mejor, podríamos preguntar a los Freaks fighters si saben algo de María, o bien buscar en la cárcel a algún antiguo miembro de la banda de los Sombreros e intentar llegar con él a un trato a cambio de la información...
LUNA: RIFTS: TURNO 19:
La verdad es que las cosas se han desmadrado un poco. El grupo ha decidido atacar directamente a la banda, pero Alexa y Malcom deciden quedarse, cosa que en realidad no entiendo, será porque soy nueva o me entero poco, pero en mi opinión es una tontería comparado con la necesidad de esos dos miembros en el grupo. Alexa es una veterana y sabe qué hacer en las situaciones difíciles y Malcom es casi un líder, siempre nos saca adelante y nos protege. Me ha desilusionado bastante esa actitud y ha cambiado mucho mi forma de verles a los dos.
Esa noche fuimos al callejón situado en la calle de la Hoz. Era una noche fría y yo tenía un poco de miedo por lo que nos pudiera pasar en ese sitio. Mouser trepó el edificio para ver cuántos centinelas y guardias había, se lo iba comunicando todo por radio a Sanakin.
Cuchillo fue de tejado en tejado hasta dos de los centinelas y de repente me quedé helada. Les clavó su cuchillo por la nuca, nunca vi nada semejante, y tras matar a los dos a sangre fría quedó complacido, qué complejo es el comportamiento humano.
Nosotros fuimos contra tres centinelas del callejón. Sanakin dio de lleno a uno con un disparo y lo reventó. Mouser fue a disparar a otro, pero su pistola estaba estropeada, eso me recordó a la lucha contra los Grigleapers. Dos centinelas se tiraron a por Sanakin, pero yo di a uno y le dejé en el suelo bastante dañado. Se levantó del sitio y no tuve más remedio que matarle. Nunca había matado a una persona. Recé un momento para pedir perdón aunque sabía que Apolo no lo veía mal al ser una causa justa. El que quedaba se fue corriendo, pero se encontró con Cuchillo quien de una cuchillada destrozó su armadura, el bandido se rindió.
Tras sonsacar información al bandido y atarle, Vicky le dio una pistola con cargadores a Mouser, me pregunto donde había visto yo esa pistola, me sonaba un montón.
Discutimos qué hacer a continuación.
Mouser y Cuchillo entran a ver qué ocurre y al rato Sanakin nos dice que entremos. Bajamos las escaleras Vicky y yo e hicimos un poco de ruido, suerte que los bandidos estaban viendo un partido y no nos oyeron.
Mouser abrió la puerta de la habitación donde estaban los bandidos y casi ni nos vieron. Vicky disparó y mató a uno, Cuchillo lo mismo, Mouser también y yo también, así que sólo quedó uno que se rindió sin más.
Sanakin nos indicó que cuando veamos a una especie de ogro gigante nos piremos que él se encargará. Mouser entra en la habitación de la derecha y le oigo amenazar a los bandidos que hay. Le sigo y digo lo mismo. Pero de repente de una especie de umbral sale un ogro gigante y Mouser salió pitando del miedo. Cuchillo gritó la retirada, pero el ogro disparó a Mouser y lo dejó bastante mal. Como me habían ordenado salí de allí con mi hechizo de deslizamiento en el tiempo. Me quedé arriba con Sanakin. De repente oí unos gritos humanos y sentí miedo por el equipo. Vicky subió las escaleras blanca total, estaba absorta y descubrí porqué era al ver a Cuchillo lleno de sangre.
De repente vi una sombra moviéndose y me di cuenta de que era el jefe intentando huir, traspasé sus barreras psíquicas y le detuve.
Sanakin gritó que me apartara y levité bastante algo, viendo como unos mísiles dejaban reducido al jefe a cenizas.
Me llevé a Mouser y a Cuchillo a la Casa de la Caridad. Con Mouser pude, qué poco pesaba, Cuchillo me seguía, qué obediente. Primero curé a Mouser, bueno eso intenté. Sobre-exploté mis poderes para curarle y tuve que parar o me desmayaría, sólo pude dejarle descansar. A Cuchillo le lavé, pero… de repente se me nubló la vista y miles de imágenes pasaron por mi mente. Veía a Cuchillo, su hermano, sangre, matanzas, ¿qué era eso? Por suerte todo paró y terminé de lavarle.
Al rato vinieron Vicky y Sanakin preguntando principalmente por Mouser, casi no prestan atención a Cuchillo.
Sanakin me preguntó qué quería hacer con el botín. Le dije que aceptaría 35.000 CR, que viene a ser mi parte del dinero si se reparte entre siete.
Esa noche fue horrible. Cuando bañaba a Cuchillo y esas imágenes vinieron a mi mente pensé que tendría pesadillas y no me equivocaba. Que sueño tan real. Unas cadenas me atrapaban los pies y las manos. Estaba en un sitio oscuro entre rejas , y veía unos hombres llevarse una chica. Qué familiar me era, como lloraba. Tortura, sangre, oscuridad, y junto a mí, mi gata negra, quería despertar y no podía. Una cinta y por último un hacha y fuego.
NOTA PARA ALEXA Y MALCOM:
Supongo que razones tendréis para haberos quedado, pero no creo que fueran suficientes. Sabéis como yo lo dura que es una batalla y aunque esta no fue difícil bien pudiera haberlo sido. Si bien Malcom ofende a Mouser llamándolo cobarde, él no se quedó a ver qué pasaba, nos defendió y fue de más utilidad. Sólo espero que haya sido una pequeña tontería que no llegue a más. Os necesitamos en el equipo.
ACCIONES FUTURAS:
Durante la conversación con el grupo donde exponen sus respectivos planes y en la cual sólo me dispongo a oír, pienso en la viabilidad de cada uno. Alexa ha pensado un buen plan, pero quizá tenga algunos agujeros como dicen los demás, no sÉ, me siento cansado y débil (quizá por el agotador día que llevamos) y creo que lo mejor sería esperar a la seguridad del día siguiente con todo nuestro equipo a nuestra disposición. Pero la “idea general” del grupo es atacar ahora y bueno no sé supongo que será lo mejor.
La negativa tajante de Alexa a ir ahora me sorprende, pero pronto le encuentro una explicación: su fobia, no tiene que decir nada más para convencerme, pero parece que la necesitamos demasiado como para dejarla aquí y los demás intentan convencerla aunque sin éxito.
Me empieza a doler terriblemente la cabeza y no puedo entender lo que me dicen claramente, Vicky está hablando con Alexa cuando veo con un poco de claridad ella niega con la cabeza, se dirigen a mí para partir hacia el callejón ya, intento guardar la compostura para que no se note nada, creo que lo mejor es no acompañarles aún sería más un estorbo en mi triste estado, el dolor me invade ya por todo mi cuerpo (creo que Lobo quiere salir y yo no quiero bajo ningún concepto que salga más, mi lucha produce este sufrimiento que no sé si mi cuerpo podrá aguantar por más tiempo) así que como puedo logro articular unas débiles palabras que espero que sean comprendidas por Vicky ni siquiera sé si las están oyendo (los oídos me pitan como si estuvieran a punto de explotarme).
“Id vosotros, me quedaré con Alexa, no me necesitáis...” Se quedan dubitativos, pero no echan para atrás su plan y siguen hacia el callejón dejándonos allí a Alexa y a mí como hemos decidido, incluso me parece ver a Mouser sonreír satisfecho.
Alexa me mira con preocupación intento sonreír, pero el mundo se me echa encima y caigo inconsciente al no poder soportar más el dolor...
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Despierto en la cama de mi habitación para volver a sentir un dolor terrible en cuanto muevo la cabeza, pero ya no es tan grave como el que sentí antes. Supongo que serán sus secuelas, lo primero que pienso es que quizá sea que Lobo al final ha ganado y ha conseguido manifestarse y eso me hace cabrearme, pero enseguida vuelvo a la realidad dejando estos pensamientos a un lado y veo que Alexa está a mi lado y me ofrece una taza humeante:
Alexa: “Veo que ya estás despierto mi magia no puede hacer nada por ti ahora, así que he tenido que recurrir a un remedio más casero bébete esto...” - Cojo la taza de sus manos y cuando las rozo siento su suavidad algo que me reconforta.
Malcom: “¿Qué demonios me ha pasado?”
Alexa: “No lo sé exactamente, pero tiene que ver con el espíritu que habita en ti.” - No sé para qué pregunto si ya lo sé, quizá para averiguar si Alexa también lo sabe.
Malcom: “¿Y los otros?”
Alexa: “En estos momentos estarán acabando con los de la dichosa banda esa”.
Malcom: “¿Cuánto tiempo llevo así?”
Alexa: “No mucho, pero no te preocupes, lo que necesitas es descansar”.
Malcom: “Está bien.” - Alexa se dispone a salir de la habitación, pero la llamo antes de que cruce la puerta.
Alexa: “¿Sí?”
Malcom: “Alexa... gracias.” - No sé si esperaba que le dijera otra cosa, pero sonríe y se va.
Intento dormir, pero no lo consigo ¿habrá Lobo hablado con Alexa? ¿Qué será de mis compañeros? ¿Estarán bien? Sí, supongo que no lo llevarán mal saben desenvolvérselas muy bien solos son mucho mas expertos en estas cosas que yo, que últimamente sólo soy un lastre. Sólo espero que Mouser no haga una de las suyas y se comporte.
No aguanto mucho en la cama y me levanto para ver que los demás regresan de una pieza excepto Mouser que parece herido (esa rata es tan inútil que para una vez que le echa huevos la caga).
Vicky me explica todo lo sucedido y que han conseguido un buen botín (que espero vaya al fondo común como es lógico y normal). Me alegro porque todo haya ido bien (supongo que como no estábamos los dos gafes del grupo no han ocurrido incidentes graves así que al final tendréis que darnos las gracias y todo).
A la mañana siguiente tras descansar en condiciones me despierto antes que nadie y sin avisar a los demás (necesitan descansar) me doy una vuelta por si encuentro un trabajo. Vuelvo a tiempo para desayunar y hablar sobre lo que vamos a hacer con los demás porque la verdad es que no me ha quedado muy claro qué es lo que pasa con María...
ACCIONES FUTURAS:
Vicky: Rifts: Turno 19:
Era la mañana siguiente cuando aún estábamos deliberando qué íbamos a hacer con la banda de los Sombreros Negros. Al final decidimos por mayoría ir a atacar directamente a la banda. Mouser explica su plan de ataque, nos dice que él podría cubrir el callejón por si alguno de los miembros de esa maldita banda intentan escapar. Alexa parece no estar muy de acuerdo con esa idea, sin embargo, aprovecho en ese momento, para comentar con ella que quizá no sería mala idea que, aunque no quiera venir al combate, permanezca cerca del grupo, sus poderes curativos son muy buenos y, seguramente (ojalá me equivoque) alguno de nosotros podría necesitarla.
Ella se enfada muchísimo conmigo por decirle esto, me dice algo así como que si he olvidado que en esta ciudad no se puede usar la magia. Yo me quedo un poco sorprendida por la reacción de Alexa porque, pese a que no es nuevo para mí que ella tiene mal genio, tampoco me esperaba que a mí me contestase de esa manera. No lo tomo demasiado en cuenta, ya que entiendo, que en parte se ha sentido muy presionada por todos nosotros, los que formamos el grupo, los que sí vamos a atacar. De todas formas, tenía la esperanza de que quisiera acompañarnos. Dice que se quedará en el hotel y que no intervendrá, y Malcom se queda con ella.
Yo estoy dispuesta a seguir adelante con el ataque, pienso que es lo mejor que podemos hacer y no pienso echarme atrás, aunque tuviera que ir yo sola a por ellos lo haría. Que cada uno actúe en consecuencia. Lo que está claro, es que esa maldita banda, ha cometido crímenes y ha de pagar por ellos, eso es lo justo, y el destino ha puesto en nuestras manos la oportunidad de hacerlo, así que pienso seguir adelante para darle su merecido a esa panda de asquerosos y ruines asesinos.
Sanakin apoya mi decisión y ese Crazy estúpido también parece impacientarse por llegar hasta allí, aunque eso ya no me hace tanta gracia, ¿por qué me debe caer tan mal? Es que es superior a mis fuerzas, no puedo evitarlo, le odio.
Luna se apunta. Mouser también parece mostrar su apoyo al grupo en este ataque, cosa que le agradezco, espero eso sí, que no se vaya en el peor momento. Todavía no me he olvidado de lo que me hizo aquella vez, como tampoco me olvido del puto problema de demencia que sufro, a consecuencia y resultado, de toda una serie de capítulos pasados en mi vida, persiguiendo criminales para conseguir un mundo mejor. Sé que eso es un problema para los que pelean a mi lado, es un estado de furia que ni yo misma puedo controlar y, que en muchas ocasiones resulta más peligroso que otra cosa.
Quizá debería plantearme el recuperarme en un centro dónde puedan ayudarme a resolver mi problema. La verdad es cuando eso me ocurre, no soy consciente de nada de lo que hago, y sé que sería además capaz de cualquier cosa. Eso me pone muy triste cuando lo pienso, porque por nada del mundo quisiera poner la vida de mis compañeros en peligro por sufrir este maldito problema. Así que, quizá después de este ataque, me plantee seriamente la situación.
Iba cayendo la tarde, la noche se acercaba, nos dirigimos los cinco hacia la calle de la Hoz. “Venga chicos a por todas”- pienso. Estábamos en la entrada del callejón. Mouser trepa ágilmente y sin hacer apenas ruido a un edificio que se encuentra al sur de la calle, desde allí, y con la ayuda de una radio, le transmite a Sanakin todo lo que ve por mensaje codificado. Sanakin escucha atento todo lo que le va llegando. Por lo visto Mouser dice que en el lado norte, se encuentra un portal dónde hay dos centinelas que parecen distraídos y que en la boca del callejón hay otros tres apalancados en un coche abandonado.
Sanakin da instrucciones a Cuchillo. Cuchillo obedece y va a por ellos. A por los dos centinelas que se encuentran en el portal del lado norte del callejón. Los demás, hacia la boca del callejón, a por los otros tres.
No parecen muy atentos. Sanakin dispara contra uno de ellos y se lo carga al momento. Los otros dos, reaccionan inmediatamente, en sus caras puede verse reflejado el asombro que sienten al ver tan cerca de ellos al Borg, a Sanakin. Le disparan, pero sólo uno logra alcanzarle, parece que no le han hecho demasiado daño. Dispara Luna y uno de los dos bandidos cae al suelo desplomado. Mouser se ha bajado del tejado y se acerca a mí corriendo, el bandido que seguía en pié, intenta huir por el callejón, le lanzo mi daga mágica, parece que le he alcanzado. Cuchillo, que se encuentra de cara con el bandido, le asesta una cuchillada (menos mal, empezaba a pensar que ese Crazy no tenía ninguna utilidad). Luna se ha cargado al otro, y éste nos suplica que no le matemos.
Decidimos perdonarle la vida, al menos hasta que hayamos conseguido información de la banda. El prisionero explica que quedan en la guarida doce miembros más, además del jefe y de su guardaespaldas, pero que a esas horas de la noche, seguramente estén bastante distraídos ó durmiendo, muchos de ellos.
Le paso a Cuchillo mis esposas, para que aprese al bandido al coche abandonado que se encuentra en el callejón, lo que está claro es que no vamos a cargar con él, y desde luego, tampoco a dejarle libre. Mouser se ha quedado sin pistola, me pide una y le presto la NG-57 con sus cargadores. “Cuídala mucho Mouser” - le digo. Esa pistola, perteneció a Noa en su día. (Un beso Noa, estés dónde estés...)
Sanakin le da instrucciones a Cuchillo y a Mouser de que se adelanten a la guarida, ya que ellos son los que menos ruido hacen, la verdad es que Sanakin hace bastante ruido al moverse y es mejor que se quede quieto hasta que sepamos al menos por dónde andan esta panda de desalmados. Mouser le transmite por radio a Sanakin que los bandidos que se encuentran en el sótano están distraídos con un partido de juicer football, así que sin pensarlo, Luna y yo, nos decidimos a bajar hasta allí.
Hemos hecho más ruido del necesario por las escaleras, pero, por suerte para nosotras, los bandidos están tan animados con el partido, que no se dan cuenta de que nos encontramos allí. Mouser abre la puerta, se trata de cinco bandidos, llevan armaduras ligeras y, en su cinturón pistolas láser.
Disparo contra uno de ellos, resulta muerto. Cuchillo se carga a otro. Mouser dispara contra el tercero que también resulta muerto. Luna mata al cuarto. El que queda con vida, mira atemorizado a su alrededor. No tiene escapatoria, le estamos apuntando los cuatro, y ve en el suelo los cuerpos muertos de sus asquerosos amigos. Se rinde.
Mouser nos explica, que en cuanto veamos al Ogro, salgamos pitando a la calle, que Sanakin le tiene preparada una sorpresita. Le paso otro juego de esposas a Cuchillo para que espose al bandido que se ha rendido, el único de los cinco que veían el partido que queda con vida. Cuchillo lo amordaza y deja el volumen de la tele alto, así será más difícil que nos oigan si hacemos demasiado ruido. Desde luego sólo hay que ver la cara de felicidad que se le pone a ese Crazy cada vez que tiene la oportunidad de amordazar a alguien, es increíble. ¿Por qué estará tan mal de la cabeza el pobre?
Me bajo con Cuchillo (ya me podía haber tocado otro compañero) hasta el final de las escaleras. A la izquierda de dónde nos encontramos, hay una especie de compuerta. Además una cámara de vigilancia parece estar encendida grabando todo lo que ocurre, se oye el sonido del zoom que enfoca la cara de Cuchillo. Está sonriendo a la cámara, será idiota el tío... Para nuestra sorpresa, se abre la compuerta (seguramente la pobre cámara se haya asustado de ver la desagradable cara de Cuchillo xD).
Dios ¿qué es eso? De detrás de esa compuerta, emerge una especie de Ogro extraordinariamente grande, su armadura es espectacularmente pesada y además lleva una ametralladora muy potente. Mouser sale corriendo asustadísimo, Cuchillo grita retirada.
Casi sin que podamos apreciarlo, el Ogro se coloca ante Mouser y le dispara, queda gravemente herido por esto y su cuerpo cae seis metros abajo. Luna ha parado el tiempo y aprovecha para escapar (vaya forma de ayudarnos). A Cuchillo parece haberle entrado una especie de cólera y se lanza contra el Ogro apuñalándolo, pero el Ogro apenas se inmuta. No lo pienso más, desenfundo el rifle pesado de partículas y le disparo al Ogro una ráfaga total, cae inmediatamente destruido. Claro que en el cuerpo del Ogro también estaba Cuchillo. Mala suerte querido Crazy. J
Activo mi medallón de protección, oigo a Cuchillo dar unos gritos y alaridos que me están revolviendo las tripas. ¿Cómo es posible que alguien pueda hacer esos sonidos tan extremadamente desagradables? Por lo visto se está entreteniendo en destrozar los cuerpos de los bandidos muertos.
Me dan ganas de destrozar yo misma a ese Crazy, con mis propias manos, de hecho es lo que hubiese hecho, de no ser porque en ese momento, vi tendido en el suelo, moribundo y gravemente herido a nuestro compañero Mouser. Así que decido cogerle y bajar a curarle, morirá aquí solo si nadie le atiende, y creo que es más importante la vida de Mouser que ir a arreglar cuentas con Cuchillo. De todas formas está claro que no está bien de la cabeza el pobre, y al pasar por delante de la habitación dónde se encuentra, me doy cuenta de que me encuentro delante de un ser espantoso sin ninguna clase de escrúpulos, alguien verdaderamente sanguinario. El espectáculo es espeluznante, se me erizan los pelos sólo de ver la sangre salpicar por todos lados. Un extraño miedo me invade, tengo miedo de entrar en un ataque de locura.
De repente oigo una gran explosión, mientras llevaba a Mouser a algún sitio para ponerlo a salvo. Veo en el suelo un enorme agujero humeante.
Me pongo rápidamente a curar a Mouser, si no lo hago no sé que pasará con él. Le aplico mi RMK y mi IRMSS y enseguida empiezan a hacer efecto. Mouser está inconsciente, pero en un momento dado, abre los ojos algo aturdido y me da las gracias por salvarle la vida. Vuelve a quedar inconsciente aunque esta vez, me quedo más tranquila, sus constantes vitales están estabilizadas, creo que se recuperará pronto.
Les explico al resto el estado de Mouser y les explico las atrocidades que está haciendo Cuchillo por ahí. Es en ese momento cuando le vemos aparecer todo cubierto de sangre. ¡Qué asco! Está más asqueroso que nunca. Le miro con toda la mala cara que puedo poner, qué repugnancia siento hacia él. Qué rabia le tengo.
Luna dice que ella se encargará de poner a salvo a Mouser y a Cuchillo en una ONG donde ha estado trabajando algunos días.
No me quedo del todo tranquila, pero Sanakin tiene razón, hemos de terminar de registrarlo todo. Que hemos de encontrar algo para no volver con las manos vacías.
Sanakin y yo entramos de nuevo allí adentro, vemos al prisionero esposado allí junto a la tele, Sanakin le quita la armadura y la pistola junto a cuatro cargadores. Le explico a Sanakin que quizá lo mejor sería soltar a los prisioneros, ya que entregarlos a la autoridad no sería una idea demasiado inteligente por nuestra parte, sobretodo después de tener en cuenta que nosotros ya hemos cometido algunos delitos en la ciudad. Además la banda está totalmente desarticulada, así que tampoco crea que sea demasiado inconveniente dejarlos sueltos.
Bajamos las escaleras, tiro la daga mágica contra una de las puertas que encontramos, la cerradura no es demasiado fuerte y se rompe con facilidad. Detrás hay un almacén. Vemos una caja fuerte, pero... ¿cuál será la combinación? Sanakin le da un puñetazo a la caja (no me gustaría estar en el lugar de la caja en este momento) consigue abrirla y dentro de ella sacamos 250.000 CR y un ordenador portátil. Lo guardo todo y nos disponemos a salir. Sanakin me pide que vigile el acceso a la guarida. Mientras él irá a por un coche para poder salir de allí deprisa. Estoy bastante nerviosa esperando que llegue Sanakin con el coche.
Llega Sanakin, entre los dos nos ponemos a cargar todo lo que hemos cogido del almacén, en poco tiempo lo tenemos todo cargado en el hovercoche. Después voy a por los dos prisioneros que hay esposados y les dejo libres diciéndoles que cómo se les ocurra decir algo a alguien tendrán que tragarse sus asquerosas lenguas, y que mejor que se dediquen a otra cosa mas provechosa que el pertenecer a una asquerosa banda de asesinos del tres al cuarto.
Al reunirnos con los demás compañeros del grupo, le pregunto a Luna que cómo se encuentra Mouser, la verdad es que Cuchillo me importa menos por no decir nada, pero por Mouser sí me intereso. Luna me explica que Mouser se encuentra bien.
Sanakin le explica a Luna lo del botín y demás y quedan allí discutiendo un rato sobre como repartir el botín, a mí no me importa demasiado el tema, la verdad, estoy cansada, lo único que me preocupa es buscar la manera de poder recuperarme de mi demencia. Así que me voy al hotel a descansar y dejo allí a esos dos discutiendo sobre el asunto.
Al llegar al hotel y después de darme una ducha, voy hasta la habitación de Malcom y le explico todo lo sucedido. Después me voy a dormir, estoy muy cansada y necesito relajarme un poco.
Por la mañana me levanto bastante tarde, estaba claro que necesitaba descansar. Mis compañeros también parece que se han levantado algo tarde. Cuchillo parece no recordar nada de lo sucedido (por suerte para él) ojalá a mí me pasara lo mismo. Mouser se encuentra mucho mejor, cosa que me tranquiliza. Empezamos a desayunar todos juntos e intentamos discutir sobre lo que vamos a hacer ahora.
Parece que el tema principal es el reparto del botín. Yo lo que quiero es conseguir la manera de curarme de mi demencia. Es algo que me pone muy triste, pero me siento realmente mal, los temores y demás cosas desagradables de la vida aventurera parece que han empezado a traumatizarme.
Mi demencia puede llegar a ser peligrosa para mis compañeros, que por otro lado, cuanto les voy a echar de menos, sobretodo a aquellos que tan valientemente siempre lucharon a nuestro lado con valor y tenacidad, Goldman, Chupux, Noa, Lobo... un beso a todos estéis donde estéis.
FIN DEL TURNO 19 VICKY.
Sí, logré una información muy valiosa e importante en muy poco tiempo, y ¿me lo agradecieron?, no. Si en algo soy bueno es buscando información. Recuerdo aquella vez en DarkGate, cuando conseguí información de aquel tipo que necesitaba unos viejos cables. Convencí a Emil para conseguir unos cables que nadie quería, y luego obtuvimos un jugoso beneficio. Mierda, echo de menos al elfo arrogante, me caía muy bien y formábamos el mejor equipo de contrabandistas, yo reunía información de mis múltiples contactos, obteníamos la mercancía, y Emil hacía el intercambio.
¿Qué es el contrabandismo excepto un mero intercambio entre particulares? Sé lo que dirían Luna o Alexa “eso es ilegal”, pero qué demonios, lo ilegal es lo que tiene diversión mayoritariamente. No sólo he justificado mi presencia en el grupo ayudándoles en su búsqueda de alguien a quien ni siquiera conozco (¿quién demonios es María?), sino que encima no me dan las gracias por la información y Malcom dice cosas que no tienen nada que ver con lo que en realidad pasó en DarkGate.
Malcom sostiene ante todo aquel que quiera escucharle que Emil es el responsable de una época especialmente penosa de su vida cuando, es claro y obvio, fue él el responsable.
Malcom fue el que intentó traicionar al escrupuloso y ante todo honesto de mi amigo. Pese a que lo que él dice, tengo indicios de sobra para pensar que la situación lastimera de Malcom en DarkGate fue debida a una jugarreta que quiso jugar a Emil el Corsario. Ambos eran buenos contrabandistas, los tres éramos los mejores, aunque ellos dos eran superiores a mí. De entre ellos dos, era Emil el que tuvo más éxito. ¿Por qué? La respuesta es simple, porque le iban mejor los negocios al ser más apreciado por la gente que Malcom. Ese aprecio que le tenía la gente se debía a su honestidad y a que los dos formábamos un equipo difícilmente superable y siempre cumplíamos con el trabajo asignado de una manera rápida y fiable.
Esa es la única utilidad que tiene ser leal y escrupuloso. Ya que luego te ofrecen mejores tratos y se obtienen mayores beneficios, sino ¿quién en su sano juicio no salvaría su pellejo ante todo dejando a quien sea o a lo que sea detrás? Sólo haría una excepción; pero Emil el Corsario, el elfo arrogante, mi amigo, no está aquí.
Malcom y Emil tuvieron una ruptura de negocios un tanto brusca, sí, pero fue por culpa de Malcom, que fingiendo quererse asociar con Emil (en ese caso no habría otra referencia en contrabandismo en DarkGate salvo Los Tres, Malcom, Emil y Mouser) le intentó tender una trampa, una traición colosal. Pero como Emil había pasado por aquel entonces bastante tiempo conmigo, algo de Ratling desconfiado se le quedó y Malcom vio que su maléfico plan se le volvía contra él mismo y se quedó arruinado y en la miseria.
Ahora Malcom como no le salió bien la jugarreta intenta manchar su nombre, me pone del hígado. ¿Qué tiene algo con los Ratlings? Me da igual, tampoco hago especial caso de los que se meten conmigo insultándome “maldita rata” o “rata apestosa” ya los veré a todos ellos bajo tierra por no haber sido lo suficientemente desconfiados y precavidos (NO ES UNA AMENAZA, SIMPLEMENTE ES QUE SOY UN RATLING).
Lo que no soporto es que se meta con alguien que no puede defenderse en persona, y que intente echar del grupo al único que sabe lo que realmente pasó. Casi todo el grupo está en contra mía por un hecho que ya debería ser agua pasada o por las amenazas de Malcom. Les he demostrado que aunque en combate no soy el mejor sigo siendo de utilidad en labores de investigación y ellos no saben agradecer la ayuda prestada.
Es la mañana y nos reunimos para exponer nuestras ideas para asaltar el cuartel de la Banda de los Sombreros Negros. Mi idea de emplear el sigilo y el subterfugio para adentrarnos lo más posible en su guarida ha tenido una buena acogida, mayor incluso de la que me esperaba.
Lamentablemente Alexa por temor a la represalia de la gente de Los Alamo decide que no va a emplear la magia y nos comunica que se queda en el hotel. Al menos podría quedarse en el coche para vigilar por si vienen más pandilleros y avisarnos en caso de que fuese necesario. Malcom, visiblemente apenado por la decisión de Alexa (si hay boda avisad xDDD) decide quedarse en el hotel para hacerla compañía y quien sabe qué más, como decían en mi tribu cuando era pequeño “piensa mal y acertaras” J.
La actitud de Malcom me es propicia, ya que parte del grupo es reacio hacia mí debido a una actitud similar, así que aprovecho la oportunidad para unirme al combate y demostrarles que incluso una rata puede a veces ser leal; y qué demonios, el botín promete ser sustancioso ;-).
Cuchillo, Sanakin, Luna y Vicky, aunque parece que por distinto motivo (mientras que el primero lo hace por ira y ganas de luchar, los otros lo hacen por ideales más nobles) sostienen que la incursión en el callejón de la Banda del Sombrero Negro tenga lugar esta noche.
La tarde decae, dejando pasar a mi gran amiga, la noche. Aparcamos el Hovercoche en la esquina entre el callejón que da a la Banda del Sombrero Negro y la calle de la Hoz de forma que no quede apenas visible desde la calle, ya que ello podría llevar a una identificación del coche y de sus propietarios.
Me valgo de mi habilidad para trepar con o sin cuerda, para encaramarme raudo como pocos a lo alto del edificio escalando, tal como habíamos acordado a la mañana y la noche anterior. Me apresuro furtivo, sigiloso, por el tejado hasta llegar a la altura de la entrada de la banda de indeseables que hostigan a los D-bees. Mamones. Asomo justo lo necesario de mi cabeza para que mis nocturnos ojos vean lo que necesitan.
Primero me fijo en los edificios del callejón, que parecen casi todos deshabitados y abandonados. En el lado norte hay un portal con dos centinelas de la banda, llevan armaduras ligeras sin casco y parecen aburridos, uno de ellos sostiene un cigarrillo por lo que destaca con luz propia (y nunca mejor dicho). En la entrada de la guarida, en la boca del callejón hay otros tres pandilleros, apoyados en un coche abandonado. Sin duda a los que parecen aburridos será fácil asesinarlos sigilosamente. Me comunico mediante el implante de oído con sistema de radio completo con Sanakin, el cual permite que se enteren el resto del grupo, no sin antes establecer un canal cifrado para evitar las escuchas.
Por lo visto Cuchillo Rojo también tiene conocimientos de subterfugio y sigilo, lo cual en alguien relativamente inestable como él me sorprende, pero a la vez me agrada. Se une a mí y acto seguido se desliza tras el par de incautos y, a todas luces, fiambres pandilleros. Realiza un trabajo impecable.
Nos unimos a él en el callejón el resto de suicidas Kamikazes y les enseñamos como morir a los tres masocas; mira que meterse con Cuchillo, Sanakin y compañía...
Afortunadamente la pelea no ha sido muy ruidosa, por lo que puedo apreciar por mi oído amplificado cibernético. Cuchillo interroga al último pandillero que se ha rendido, hay que reconocerle habilidad al tío-medio-loco interrogando e intimidando a la gente.
Después de inmovilizar debidamente al rendido (yo lo hubiese matado, pero Vicky y Luna se habrían opuesto rotundamente) se disponen a adentrarse en la guarida del lobo. Antes de entrar le pido a la Ranger Vicky que me deje una pistola en caso de tenerla, lamentablemente en este breve enfrentamiento me he quedado sin arma. Vicky me cede una NG-57 Ion Blaster similar a la que antes tenía y cargadores.
La guarida no tiene luz, me encanta, me adentro en la oscuridad sin hacer el más mínimo ruido seguido de cerca por Cuchillo, que es igualmente sutil. Aprovecho la habilidad que tenemos los Ratling para ver en la más absoluta oscuridad para adentrarme en el pasillo y ver dos puertas, una normal, de la otra se vislumbra luz que sale por debajo de la puerta.
Se oyen voces, así que Cuchillo arrima el oído a la puerta y escucha a un grupo de guardias viendo un partido de fútbol Juicer, animando a su equipo favorito. Notifico el resultado de la incursión al resto del grupo por radio y estos, no muy silenciosamente, pero sin dar la alarma, se unen a nosotros.
Giro el pomo de la puerta lentamente la abro de par en par, y fusilamos a cuatro de los cinco miserables que allí se encontraban. El quinto se rinde, así que operamos con él como antes habíamos hecho con el anterior rendido. Dejamos la televisión alta para no dejar muchos rastros de nuestra presencia ya que lo único que nos delataría sería la falta de los vítores que daban los hinchas del Los Alamo Dragons a su equipo de fútbol.
Al seguir investigando el lugar, me siguen de cerca mis compañeros, con la mala suerte de que Cuchillo tropieza con mi elegante cola, empotrándose contra la segunda puerta que había, abriéndola con la cabeza, cosa que sorprendentemente apenas siente debido a vivir sumido en un océano locura inducida por sus implantes cerebrales, y cae escaleras abajo armando un estrépito colosal.
Aprovecho mi gran rapidez para bajar, adelantar al aturdido Cuchillo, ya que la caída había sido descomunal. Oigo ruido de gente alarmada, lógico con el ruido hecho, proveniente de una puerta situada a la derecha.
Entro en la habitación, grande, húmeda, en la que abundan las literas. Me encuentro con siete bandidos aproximadamente que, obviamente, estaban profundamente dormidos.
Les digo: “Que nadie mueva ni un sssólo pelo del hocico sssi no quiere tener un gran agujero en el cráneo, sssiii...” Parece ser que realmente los he intimidado. A continuación Cuchillo y Vicky se unen a mí en la habitación y se percatan de que en el otro extremo del dormitorio hay una pared reforzada con una compuerta blindada en el centro.
Todo indica que se va a armar la gorda. La compuerta hidráulica se abre con un silbido y aparece ante nosotros la figura del ogro más inmenso que recuerde, blindado con una gruesa armadura extra pesada y portando una colosal ametralladora de plasma Naruni que tiene pinta de hacer unos boquetes impresionantes.
Me entra el pánico ante la abominable criatura, y haciendo caso de todo lo que me enseñaron de pequeño, emprendo raudo la huida mientras oigo a mis espaldas la voz de Cuchillo gritando: “¡¡¡Retirada!!!”
Por lo visto el imponente Ogro Titán Juicer no está dispuesto a dejarnos huir, y se planta a una velocidad difícilmente concebible en alguien de su magnitud a unos palmos de mí. La única acción que me da tiempo a ejecutar es inclinar la cabeza para ver la gran boca de la ametralladora escupir sus letales proyectiles a mi pecho. El dolor es insoportable, parece que todo a mi alrededor sucediese a cámara lenta, estoy volando hacia atrás una distancia considerable mientras pierdo la noción de lo que me rodea.
Apenas puedo pensar, el dolor es agónico, noto que estoy vivo, e intento con un esfuerzo sobrehumano abrir los ojos para ver que ocurre. Lo consigo a duras penas, y lo primero que veo es a la Ranger Vicky, antigua novia de Emil, intentándome salvar el pellejo, recuerdo haberme quedado en el camión cuando ella y los demás me necesitaban. Intento articular algunas palabras y logro decir “Gracias, Vicky, te debo la vida” el dolor se apodera de mí acto seguido y me sumo en una larga inconsciencia.
Lunes, 21 de Marzo de 104 PA:
Me despierto en la ONG en la que trabaja Luna haciendo obras de caridad. Tengo el cuerpo contusionado y lleno de quemaduras pero, aunque con dolor, soy capaz de hablar y de ver que Cuchillo está traumatizado en una cama junto a la mía y que Luna está junto a nosotros cuidándonos.
Le pregunto a Luna por qué está Cuchillo convaleciente junto a mí, y cómo he llegado aquí. Me cuenta el desenlace de la batalla y el ataque de furia de Cuchillo al verme caer. Me ha calado hondo la reacción de Cuchillo, al que admiro por su bravura y por no dejarse intimidar por nada ni por nadie. Me siento en deuda con Vicky por haberme salvado la vida.
Intento levantarme, pero noto que todo el cuerpo me duele más de que pensaba. Luna se apresura a decirme que he de permanecer en cama durante unos días hasta reponerme, y estoy completamente de acuerdo con dicho diagnóstico. Cuchillo a continuación se levanta, y aparenta ignorar lo que realizó en el ataque de furia asesina que le dio por mi culpa. No voy a tratar de averiguar qué recuerda y qué no, no voy a ser yo el que saque a la luz la barbarie de sus actos; le estoy profundamente agradecido.
Acciones futuras:
- Empleo mi implante de vídeo, mi fingerjack (conector universal informático colocado en el dedo), y mis conocimientos de Computer Hacking y, en caso de ser necesario, Criptografía para descifrar el contenido del ordenador incautado en la guarida de la Banda del Sombrero Negro. Eso puede darnos mucha información sobre los clientes a los que proveían esclavas y, con un poco de suerte, igual llevan un registro o base de datos con los nombres de los esclavos con los que tratan. Esto puede ser una gran ayuda para el grupo.
- Intento averiguar si el licor Purple Moonshine es cotizado en ciudades vecinas, para ello me valgo de la gente acogida en la ONG en la que me encuentro reponiéndome.
- Si me entero de que Malcom va tras los Freak Fighters me opongo a ello, ya que ellos sólo intentan defender a los D-Bees de Freakville de las bandas que quieren corromper el barrio y de los humanos xenófobos. Al fin y al cabo, yo también soy un D-Bee.
- Descanso, ya que lo necesito xDDD.