Partida Rol por web

Rifts 20: Rifts Warriors Legacy.

Archivo RW: Registro 45.

Cargando editor
28/07/2016, 20:47
"Todos los héroes mueren."

DM: Rifts: Turno 45:

 

Introducción individualizada:

 

  • Briaeros: Te sientes desconcertado. Según la propaganda de tu país, la Nueva República Alemana, la Coalición de Estados de Norteamérica es una nación humana que busca combatir a las amenazas contra la Humanidad en su conjunto. Parece un objetivo afín a la encarnizada lucha por la supervivencia de la NGR contra los Imperios Brodkil y Gárgola que asolan Europa. El viejo continente es un encarnizado y constante campo de batalla que hace que América parezca un lugar idílico y pacífico por comparación. Sin embargo, no está exento de conflictos y peligros. Es extraño el variopinto grupo aventurero al que te has unido. El más parecido a ti de ellos, de los Rifts Warriors, es el Full Conversion ‘Borg Sanakin Goldman. Pero aún así es extraño, ha vivido situaciones más peligrosas que tú en el SWAT alemán. El líder, Baldwin, es un Juicer. Parece un tipo cabal y sensato, pero los Juicer son famosos por ser justo todo lo contrario. Vuestra misión implica combatir a la Coalición, tus supuestos aliados, o al menos de tu país, para expulsarla de una región que da cobijo a seres no humanos y usuarios de la magia. La vida está llena de ironías y contradicciones.

 

  • Daeron Drognan: Estás un tanto nervioso por el desafío al que están a punto de enfrentarse los Rifts Warriors. Temes que esto sea más duro que la Bahía Negra, aunque también es cierto que los Rifts Warriors nunca han sido tan fuertes como lo son ahora, ni tan numerosos, experimentados y bien equipados. Además esperas que contaréis con apoyo. Te gustaría apartar a Indira de esto, pero sabes perfectamente que si tú te expones ella no aceptará quedarse atrás. Es muy cabezota.

 

  • Lara Stone: La senda de los Rifts Warriors se cruza de lleno con la Coalición. Acabas de volver al grupo justo en el momento en que éste está a punto de enfrentarse al que seguramente sea su mayor desafío: atacar una base militar de la Coalición. Sabes que ya triunfaron en una misión similar, el asalto a la Bahía Negra, contra todo un ejército de mercenarios pro-coalicionistas. Sin embargo, temes que esto sea diferente. Ahora se trata de asaltar a tropas regulares de la Coalición, más de sesenta soldados, dos tanques, dos robots pesados, diez Skelebots y seis SAMAS. ¡Casi nada! Aunque coincides con la apreciación de los demás, de que si no atacáis ahora, dentro de unos meses esa base podría contener diez veces más tropas, cuando preparen finalmente la invasión de la región. Ahora es el momento de parar la expansión de ese imperio. Te lo dices a ti misma, y sabes que tendrás un papel destacado… pero no puedes dejar de sentir miedo. Es sólo que no vas a dejar que los demás se den cuenta de tu miedo, ni permitirás que el temor te paralice.

 

  • Sanakin Goldman: Estás deseando ponerte a los mandos de ese tanque Iron Hammer que os han “regalado” las autoridades de Pedro Tomeo. Sin embargo, piensas que es quizá un poco absurdo que el miembro del grupo más blindado luche en el lugar más protegido… Si bien combatir con un tanque se adapta a tu personalidad, quizá sería más indicado que otro fuese el piloto. El problema es… ¿quién? ¿Quién más es capaz de pilotar un tanque igual o mejor que tú? Seguramente nadie, aunque por lo que has hablado con Briaeros te ha parecido entender que él condujo tanques policiales en su tierra hace unos años. Quizá él podría hacerlo. ¿Y quién serviría de artillero? Puede que Erzebeth o Lara… Tal vez Baldwin, aunque no es muy de su estilo. Probablemente Shidi, aunque no es fácil que renuncie a pilotar su querida SAMAS modificada.

 

  • J. T. Shidi: Aquí estás de nuevo, dispuesto a enfrentarte a la Coalición, a tu patria… Sólo que esta vez no se trata de mercenarios, sino de tropas regulares. Es un mundo loco el que te lleva a enfrentarte a tu propia gente, y además en defensa de gente como los gobernantes de DarkGate o Santo Tomás… Pero en realidad no lo haces por esos corruptos, sino por aquellos que ahora son tu única familia, los Rifts Warriors. Ellos están convencidos de que es necesario expulsar a la Coalición de la región, y tal vez tengan razón, pero no puedes evitar que se te forme un nudo en el estómago cuando piensas en matar humanos que están cumpliendo fielmente con su deber, o que al menos creen en ello y en los ideales que les han inculcado. Unos ideales que también fueron los tuyos…

 

  • Striker 1777: Comienzas a sentirte algo más tranquilo, siendo un Juicer eso es más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, te concentras y poco a poco estás consiguiendo ser paciente y observar las cosas desde otra perspectiva. Te inquieta la próxima misión de los Rifts Warriors, parece un tanto suicida. Cierto es que no temes a la muerte, aunque tampoco te apetece acelerar su llegada mucho más de la cuenta. Te estás ya casi convirtiendo en un experto con la Hovermoto de Gombuk. Es una buena máquina, veloz y fiable. Es bastante adecuada para ti, ya que con ella puedes desplazarte veloz. Te gustaría llegar a ser tan buen explorador como Erzebeth, y poder advertir al grupo de antemano de cualquier peligro.

 

DM: Rifts: Turno 45:

 

Tarde del jueves, día 22 de diciembre de 104 PA:

           

            Los Rifts Warriors se adentran en el desierto. Baldwin conduce el hoverfurgón, con Indira, Daeron y Snich de pasajeros. Le flanquean los dos cyborgs pesados a pie. Ante el furgón, cabalgan en sus brillantes caballos robot Geoffrey y María. Erzebeth y Striker se adelantan en sus hovermotos para explorar. Lara surca los cielos con su Sky King, proporcionándoles cobertura aérea a los dos elfos. En retaguardia, Shidi vuela en círculos con su SAMAS.

 

Daeron pasó muchas horas el día de ayer trasteando con las turbinas de la SAMAS de Shidi. El antiguo Comando sufrió en silencio, viendo como el Alto Mago desmontaba los delicados propulsores de vuelo de su armadura potenciada. 

 

            No transcurre demasiado tiempo hasta que Erzebeth hace una señal al grupo. No demasiado bien escondido, entre cuatro dunas y bajo una tela de camuflaje, asoma un vehículo de guerra. Striker detiene su Hovermoto cerca y observa como llegan Briaeros y Sanakin y destapan el vehículo. Tal y como era de esperar es un tanque de batalla Iron Hammer, y parece encontrarse en estupendas condiciones, aunque no nuevo.

 

            Briaeros examina el tanque y le parece que es una anticuada máquina de guerra de tecnología americana, basada en un modelo de tanque anterior a las Grietas. Además este ejemplar en concreto lo menos tiene cinco años y ha sido muy usado y reparado frecuentemente. A primera vista, pese a todo, parece cien por cien operativo.

 

            Briaeros entra en el interior del tanque y se sienta en el asiento del piloto. Parece que el cubículo ha sido extensamente modificado para acomodar el volumen y peso de un Full Conversion ‘Borg. El ex SWAT hace un diagnóstico completo de sistemas y sensores y llega a la conclusión de que todo está en un estado de funcionamiento plenamente operativo.

 

            Sanakin le pregunta a Shidi acerca de lo que hacer ahora, éste le pide que le llame Silver hasta que termine la operación. Geoffrey acerca a su caballo a la parte frontal del tanque, le parece que es poco más que chatarra.

 

            Briaeros explica que el tanque tiene cuatro puestos de tripulantes: piloto, artillero principal, artillero secundario y comandante. Baldwin escucha las explicaciones de Briaeros, después lo piensa un momento y toma una decisión: Erzebeth será la artillera principal, Lara la secundaria, Briaeros el piloto y él mismo el comandante.

 

            Baldwin indica al grupo que oculten aquí las hovermotos y el Sky King de Lara. Le dice a Shidi que deje también aquí el hoverfurgón.

 

            Indira y Daeron cabalgarán con María y Geoffrey. Sanakin revisa su cañón de plasma pesado y le dice al cibercaballero: - “Bueno Geoffrey, creo que estaremos juntos fuera de la lata de sardinas esa”. –

           

            Snich viajará sobre el tanque. En cuanto a Striker seguirá con su hovermoto en la delantera del grupo, hasta que llegue el momento en que estén más cerca del Valle de los Dinosaurios, momento en que Shidi le llevará volando en brazos con su SAMAS hasta situarse en la cordillera tras Angstville, en un lugar estratégico para usar su rifle TAG contra las fuerzas coalicionistas. El rifle TAG que les entregara el Doctor Uber en Pedro Tomeo dispara dardos de alta tecnología que emiten una señal electrónica que atraerá a los misiles de protones pesados que dispare el Capitán Heavy Duty desde su Iron Bolt a una distancia de al menos diez kilómetros de Angstville.

 

            Baldwin le explica su misión a Striker, diciéndole que será la más peligrosa, pero también crucial en el plan de ataque. Los dardos TAG deberán ser disparados antes del comienzo del combate propiamente dicho. Son silenciosos y supondrá toda una sorpresa cuando caigan lo misiles pesados sobre las posiciones fuertes coalicionistas. En teoría los misiles de protones de Heavy Duty deberían de “ablandar” lo bastante al destacamento de ocupación de Angstville como para que los Rifts Warriors puedan rematar el trabajo acabando con los supervivientes.

 

            Geoffrey, con ayuda de María, Lara e Indira usa la tela de camuflaje que cubría al tanque para ocultar el hoverfurgón de Shidi, la sky cycle de Lara y la hovermoto de Erzebeth.

 

            Baldwin le indica a Striker que por lo que averiguaron en su pasada misión de reconocimiento en Angstville, las tropas coalicionistas no vigilan su retaguardia, pues confían en que la cordillera y el peligrosísimo Valle de los Dinosaurios que se extiende más allá hagan imposible cualquier ataque desde esa dirección.

 

            Baldwin indica a Striker que cuando haya disparado los dardos TAG deberá emitir una señal por radio al resto del grupo para que los Rifts Warriors comiencen el ataque.

 

            Geoffrey le pregunta a Baldwin que si hay un “Plan B” para el caso de que el plan principal no salga según lo esperado. Baldwin sonríe y responde que el “Plan B” consiste en “luchar como Rifts Warriors”. Geoffrey le pregunta si no hay algún plan de retirada y mira de reojo a María.

 

Baldwin: - “¿Retirada? ¿Ante la Coalición? No seas ingenuo...” –

 

            Los dos cyborgs pesados escuchan la conversación y asienten. Briaeros murmura: -“Fuerza y honor” - y Geoffrey repite la consigna de los Rifts Warriors.

 

Shidi: - “Hay una cosa que necesitaremos: una espátula para arrancar los restos de los coalicionistas cuando venzamos”. –

 

Lara Stone: - “¡Somos los Rifts Warriors, a nadie tememos, nadie puede con nosotros! ¡Fuerza y Honor!” –

 

Geoffrey sonríe a J. T. Shidi y le dice: - “Te equivocas, SilverHawk, les volatilizaremos”. –

 

Sanakin Goldman: - “¡¡¡Fuerza y Honor!!! ¡Vamos muchachos, tenemos trabajo que hacer! ¡A ver si con esto nos aumentan el precio por cabeza, que es demasiado poco!” –

 

Baldwin: - “Silver, pensé que tú te apiadarías de ellos”. –

 

Shidi: - “Ellos son ahora nuestros enemigos”. –

 

            Briaeros le pregunta a Baldwin que si se sabe algo del Capitán Heavy Duty de Pedro Tomeo. El líder Juicer responde que no hay señal de él, pero que espera recibir su apoyo cuando llegue el momento.

 

            Sanakin le entrega una carta a Shidi y le pide que la entregue a sus padres en DarkGate si algo le pasara. El ex Comando acepta, aunque dice que espera no tener que hacerlo, después guarda la carta en su hoverfurgón.

 

            Baldwin advierte a Striker sobre los Skelebots, le dice que no dude en señalarlos con un TAG, pues esas máquinas son más peligrosas de lo que parecen.

 

            Los tripulantes del tanque Iron Hammer ocupan sus posiciones y el grupo continúa el viaje por el desierto acercándose hacia Angstville, al norte.

 

Noche del viernes, día 23 de diciembre de 104 PA:

 

            Tras un día de proseguir el viaje, Shidi calcula que este es un buen punto para llevar a Striker al norte, al Valle de los Dinosaurios. Si espera más, los Coalicionistas podrían detectarle con el radar y distinguirlo de un pterodáctilo.

 

            Sanakin les pide a sus compañeros que si ven Skelebots los destruyan por él. Shidi le pregunta a Striker si está listo. El Juicer elfo responde: - “Sí, no os fallaré”. – Todos le dicen a Striker: - “Fuerza y honor”. – Los Rifts Warriors saben que mucho depende del éxito de la misión del joven elfo, y que a la vez es una misión muy arriesgada.

 

            Shidi coge a Striker y se lo lleva en volandas. El plan original era llevarlo al otro lado de la cordilera y que el elfo se las apañara para llegar solo a su posición. Sin embargo, Shidi decide arriesgarse a llevarlo hasta el lugar. Vuela a ras de la cordillera, demasiado pegado al suelo y demasiado lenta y suavemente como para ser detectado por las fuerzas de la Coalición. Deja a Striker justamente en la montaña que está detrás de Angstville y decide quedarse junto al elfo a esperar el inicio del ataque, en el que espera participar actuando como fuerza que distraiga a las mejores tropas coalicionistas.

 

            Shidi activa los sensores de su armadura potenciada y ve un grupo de velociraptors cazando a un estegosaurio, por suerte los peligrosos dinosauruios no les han visto.

 

            Striker busca la mejor posición de francotirador y se coloca tumbado sobre una roca plana y con varias rocas encima suyo, que le dejan bastante oculto, aunque probablemente no resistirían un impacto directo de armas modernas. El Juicer elfo activa el rifle TAG y mira por su sofisticada mira electrónica. Ve a un tipo encorvado con armadura negra modelo CA-1 de la Coalición. Es calvo y con los ojos hundidos rodeados por areolas negras, tiene dientes amarillos y puntiagudos. Parece que está mirando a todas partes con desconfianza. A su lado hay un individuo humanoide con cabeza de pastor alemán y otro con cabeza de buldog.

 

            Más allá, Striker ve el pueblo. La gente parece la mar de tranquila y contenta, pese a que por las calles pasean coalicionistas con sus armaduras negras de aspecto esquelético… Ve un edificio que parece un búnker. Dentro, bien resguardado, hay un Spider Skull Walter que actúa como cuartel general. Es un gran vehículo robot con seis patas que sostienen un enorme cuerpo con apariencia de negra calavera, tiene dos enormes y potentes rail guns pesados a los lados y un par de pequeñas torretas duales láser. El mech está rodeado por diez siniestros Skelebots.

 

            El grueso de los Rifts Warriors avanza hacia el norte durante horas al lento ritmo del tanque de batalla Iron Hammer. Descansan durante la noche.

 

Mañana del sábado, día 24 de diciembre de 104 PA:

 

Los Rifts Warriors avanzan un poco más tras desmontar el campamento y finalmente se detienen a unos dos kilómetros hacia el sur de Angstville.

 

            Daeron está nervioso, se siente expuesto sobre el caballo robot de Geoffrey. Mira a su esposa Indira cabalgando en la grupa del caballo robot Arabian de María.

 

            Sanakin comprueba su sistema de blancos buscando enemigos cercanos, Briaeros hace lo mismo desde el tanque. Parece que los coalicionistas no han detectado aún al grupo, sus operadores de sensores se están confiando demasiado.

 

            Geoffrey habla con Baldwin, quiere hablar con los coalicionistas y darles caballerosamente la oportunidad de rendirse. El Cibercaballero está preocupado por el inminente derramamiento de sangre y preferiría evitarlo. Está dispuesto a hacer lo posible por intentarlo.

 

            El caballero de piel azul está preocupado por echar al traste el sigilo y poner en riesgo a su esposa, pero por otro lado su honor le impele a intentar la solución menos sangrienta. En el peor de los casos puede mostrar el estandarte de los Rifts Warriors y lanzar abiertamente el desafío del grupo a la Coalición. De este modo espera el grupo evitar represalias por esta acción contra las poblaciones de la región de DarkGate.

           

            Snich mira a Geoffrey y sujeta uno de los estandartes del grupo sobre el tanque en un soporte diseñado para ello, junto a las antenas de radio. Geoffrey piensa que cuando Striker le vea con la mira telescópica de su rifle sabrá que el ataque es inminente.

 

            Geoffrey se acerca hasta María, que está montada en su caballo, y le da un fugaz beso. Sanakin da ánimos al Cibercaballero al tiempo que Daeron concentra su magia y lanza un hechizo de Armadura Invencible sobre Sir Geoffrey Mournfolk. Al momento queda envuelto en un aura transparente que tiene un brillo blanco azulado.

 

            Geoffrey le da las gracias a Daeron y le dice que volverá en unos minutos. Sanakin toma una decisión y le dice que no irá solo, que él le acompañará. Geoffrey se siente inmediatamente aliviado por la compañía del veterano cyborg. Le observa, todos los Rifts Warriors son verdaderos héroes, pero Sanakin es uno de los más impresionantes.

 

            Geoffrey se acerca lentamente a Angstville, montado en su caballo y alzando bien alto el estandarte de los Rifts Warriors. Presenta una estampa magnífica. A su lado camina Sanakin, el colosal cyborg de guerra porta su cañón de plasma súper pesado y otro estandarte de los Rifts Warriors. Geoffrey piensa que los coalicionistas harían bien en empezar a preocuparse.

 

            Un enorme tanque les sale al encuentro a los dos aventureros cuando están a menos de mil metros del pueblo. Se trata de un Mark V APC, el transporte de tropas terrestre más estándar del ejército de la Coalición. El APC mide diez metros de largo, casi cuatro metros de ancho y cinco de alto, y está erizado de torretas de armas. En la parte frontal tiene dos lanzadores de mini-misiles de aspecto temible.

           

            Geoffrey levanta una mano en forma de saludo. Desmonta del caballo robot y se pone al frente dejando ver a las claras que es un Cibercaballero. Grita a los soldados que quiere hablar con quien esté al mando.

 

Altavoz: - "Les hablan las fuerzas de defensa de Angstville. Esta es una zona restringida, den media vuelta y márchense por donde han venido". –

 

            Briaeros está inquieto en el interior del Iron Hammer, lo mismo que Baldwin, Erzebeth y Lara. Briaeros ha conducido el tanque de batalla tras una colina para ocultarlo a la vista de los coalicionistas, pero eso reduce sensiblemente la efectividad de sus propios sensores y no tiene una adecuada línea de visión para disparar si es necesario.

 

Altavoz: - "No nos obliguen a abrir fuego". –

 

Geoffrey grita: - "Soy el Ciberknight Sir Geoffrey Mournfolk, solicito parlamentar con el líder a cargo de las tropas sitiadoras de Angstville." –

 

Altavoz: - "El pueblo no está sitiado, somos sus legítimos protectores”. – Una pausa. - "Por favor, espere". –

 

            Geoffrey ve como una veintena aproximada de soldados de infantería con armadura pesada CA-1 toman posiciones sobre varias casas. Cuatro SAMAS se acercan a pie, dos por cada lado.

 

            Striker ve desde su posición en la montaña como en el búnker otros veinte soldados toman posiciones defensivas.

 

            Geoffrey mira a ambos lados y siente que decenas de puntos de mira están puestos sobre él. Él y Sanakin observan que se le acerca un coalicionista con galones de Sargento. En su yelmo negro tiene numerosas insignias en forma de calavera. El cibercaballero mutante le saluda con una leve inclinación de cabeza.

 

Sargento: - “Soy el Sargento Ian McKoll de la infantería de la Coalición de Estados. ¿Quién es usted y qué desea?" –

 

Geoffrey: - “Mi nombre es Sir Geoffrey Mournfolk y desearía poder hablar con el líder de las tropas coalicionistas "defensoras" de Angstville”. –

 

            El Sargento se quita el yelmo en forma de negra calavera de su armadura y le hace un gesto al caballero para que haga lo mismo. Sir Geoffrey así lo hace, dejando ver su melena de finos cabellos blancos y su piel de color azul lapislázuli, una piel que le marca como mutante.

 

            Al momento se escuchan gritos cercanos de los soldados: - “¡Es un maldito D-Bee! ¡Matadlo! ¡Fuego a discreción!” –

 

Geoffrey: - “Soy un Cibercaballero, y solicito parlamentar”. - Un rayo láser candente de color rojo cae a sus pies, atomizando una piedra. Striker está observando toda la escena con la mira telescópica de su rifle TAG y cuando ve que disparan a Geoffrey apunta al Mark V APC y aprieta el gatillo. Sin embargo, el dardo TAG se queda atascado con un desagradable zumbido en el disparador, y el cañón del arma tan sólo dispara una vaharada de apestoso humo.

 

            El Sargento alza las manos gritando: - “¡¡Alto el fuego!!" - McKoll mira a Geoffrey y le dice: - “Nosotros los de la Coalición admiramos y respetamos a los Cibercaballeros, pero no a los D-Bees..." –

 

Geoffrey: - “Entonces supongo que se encuentra ante un gran dilema... Será mejor que avise a su líder para que decida él, tengo que hablar con él, y sólo con él, de un asunto de máxima importancia. De usted depende si esas noticias llegan o no hasta sus oídos”. –

 

Sargento McKoll: - "Está bien, sígame, pero el cyborg se queda aquí". – Geoffrey se gira hacia Sanakin y asiente con la cabeza, después sigue al Sargento de infantería.

 

            El Sargento McKoll conduce al caballero hacia el búnker, situado en la parte posterior central del pueblo. Las tropas y el tanque apuntan con desconfianza a Sanakin, esperando un movimiento suyo para disparar con todo lo que tienen.

 

            Geoffrey pasa las puertas de la fortificación y ve un patio donde se alza una monstruosidad que tiene seis patas metálicas como de araña y el cuerpo es como una enorme calavera negra. El bot tiene una altura de unos nueve metros y una anchura de unos cuatro metros, seis contando las patas. El largo es de unos cinco metros y medio.

 

            De esa monstruosidad mecánica sale un militar coalicionista. Su armadura parece diferente a las de los soldados. Su casco está mucho más decorado que el de las tropas y con insignias de Comandante. Geoffrey ve su rostro, que tiene expresión asombrada. El Comandante le mira fijamente sin decir palabra. Es rubio con el pelo corto y ojos azules, de raza blanca, tendrá unos cuarenta años, quizá algo más, pero muy bien llevados. Es fuerte, atlético y su fisonomía... es idéntica a la del propio Geoffrey.

 

            El Caballero se pregunta si le conoce de algo, si es una figura que suela salir por televisión. El Comandante le dice que tiene un notable parecido con alguien que le resulta familiar. El jefe del destacamento militar en Angstville se identifica como el Comandante Armand Freisher.

 

Aparentemente sin venir a cuento el Comandante le pregunta su edad a Geoffrey. Cuando éste le responde que dieciséis el militar coalicionista palidece, mira hacia unas casas y no dice nada. Geoffrey no entiende a qué viene esa pregunta.

 

Armand Freisher: - “Hum, chico mira... Deberías alejarte de aquí, dejar de jugar a ser caballero andante y todo eso y... sólo aléjate de este lugar". –

 

            Geoffrey le pide hablar en privado y el Comandante accede a hablar rodeado de sus Skelebots, puesto que son sólo máquinas. El Cibercaballero le repite su nombre completo y le dice que es un integrante del grupo de los Rifts Warriors, el cual exige la retirada de las tropas coalicionistas de Angstville.

 

            El Comandante se ríe y le mira con sus vivaces ojos azules. Dice: - "Verás, no es tan sencillo como eso. Aparte de que tengamos órdenes de Chi-Town de mantener esta posición. Llevamos años viviendo en este pueblo. En mi caso más de dieciséis años... Algunos estamos casados con mujeres del pueblo. Y algunos, algunos... tienen hijos”. –

 

Geoffrey: - “Lo cierto es que no me importa en absoluto”. –

 

El Comandante Freisher mira sorprendido a Geoffrey, le dice: - "Hablas como un mutante sin corazón". –

 

Geoffrey: - “Lo cierto es que no me importan en absoluto los problemas que le resulten de la movilización de sus tropas. Simplemente exigimos que liberen esta ciudad de su yugo de inmediato”. –

 

El Comandante se pone serio y suspira. Dice: - "Esta gente nos quiere y aprecia, les protegemos de monstruos y D-Bees desde hace mucho, no quieren que nos marchemos". –

 

Geoffrey: - “Eso tendría que demostrármelo. En cualquier caso, si usted está en lo cierto supongo que debería proteger la ciudad de "cosas" como yo”. –

 

Freisher: - "Así es, en efecto. Es usted un mutante y quién sabe las cosas horribles que pasan por su cabeza. La magia es una fuerza caótica e incontrolable que conduce indefectiblemente a la locura. A usted... deberían de haberle matado al nacer. Quizá sus padres no tuvieron el valor de hacerlo".

 

Geoffrey: - “¿Y no cree que hay una solución mejor al exterminio de todas las demás razas? ¿A qué se debe entonces ese acercamiento repentino hacia los Juicers?” –

 

Freisher: - "Este planeta pertenece a la raza humana. Incluso los Juicers son humanos, en su mayoría, al menos. Somos los salvadores de la Humanidad. En cuanto a los no humanos, este no es su mundo, que se vuelvan por donde han venido o mueran como los invasores que son”. -

 

Geoffrey: - “Los humanos no son los dueños de este planeta. La Tierra no tiene dueño. No es a las demás razas a quienes se debe combatir, sino a toda criatura maligna, humana o no. ¿Le parezco realmente un ser maligno?” –

 

Freisher: - "Esta discusión filosófica carece de sentido. Para empezar no debería de estar hablando con un mutante mágico. Si su mutación fuera debida a causas genéticas o a la radiación... Pero su mutación fue causada por la proximidad a la magia ambiental de esta zona. La magia es una fuerza caótica y corruptora. No hay redención posible para un ser como usted. Ya no es humano. Es mejor que se marche con sus amigos. Les aconsejo que no vuelvan por este pueblo". –

 

Geoffrey: - “¿La magia ambiental de la zona? ¿De qué está hablando? ¿Cómo puede asegurar que fue por eso?, qué sabrá usted…” –

 

Freisher: - "No quiero hablar de eso. Márchese, por favor". – El Comandante pone una mirada triste.

 

Geoffrey: - “No puedo marcharme”. –

 

Freisher: - "Lo sé Geoffrey... Freisher. Esta conversación... ha terminado". - Se gira y se vuelve hacia el Spider Skull Walter. Cuando se cierra la compuerta de la máquina de guerra Geoffrey escucha su voz ordenando: - "A todas las unidades, zafarrancho de combate. Esto no es un simulacro, repito, no es un simulacro". –

 

Entretanto Shidi revisa el rifle TAG intentando arreglarlo, pero le parece que no tiene arreglo. Se lo dice a Striker, quien le dice que avise al resto del grupo por radio. Shidi le responde que no puede usar la radio tan cerca de Angstville sin descubrir su posición a los coalicionistas.

 

Geoffrey se da media vuelta, al llegar junto a Sanakin el Cibercaballero monta en su corcel robótico y ambos emprenden el regreso hacia donde está el resto del grupo. En su camino hacia el tanque, dos SAMAS despegan y les siguen.

 

Se forman unas extrañas nubes negras demasiado rápidamente. Daeron siente potentes energías mágicas creciendo en algún lugar hacia el Oeste. Posiblemente en esa dirección se escondan dos o tres Archimagos del Consejo Regente de DarkGate.

 

Briaeros activa el sistema de misiles del tanque en cuanto el radar pita porque han despegado las SAMAS. Fija el blanco sobre ellas.

 

Sanakin prepara su sistema de misiles incorporado a la espalda y le dice a Geoffrey que puede barrer a esas SAMAS del cielo. El Caballero le dice que ni se le ocurra, que antes deben llegar junto a sus compañeros. Al llegar junto al tanque, Geoffrey desmonta y llama a gritos a Baldwin, quien se asoma por una escotilla del Iron Hammer.

 

Geoffrey le explica que ha hablado con el Comandante coalicionista y que no está dispuesto ni a rendirse ni a abandonar el pueblo, pero que tienen máquinas de guerra muy poderosas.

 

En ese momento una de las SAMAS sobrevuela al grupo y a través del altavoz les ordena que se retiren a más de dieciséis kilómetros del pueblo o se preparen para ser atacados.

 

Baldwin mira a Geoffrey: - "¿Acaso no hemos venido para borrar del mapa a la Coalición de este pueblo?" –

 

Geoffrey levanta la cabeza y afirma: - “Sí”. – Daeron, María y todos los demás observan atentamente al Cibercaballero. – “No va a ser fácil”. –

 

Baldwin: "Bien, comienza la operación... Liberación de Angstville. A vuestros puestos. Briaeros, fulmina a esos cabrones". – El cyborg alemán dispara una salva de misiles obedeciendo la orden. Geoffrey monta rápidamente en su caballo y sutilmente se coloca delante de María.

 

            Dos salvas de cuatro misiles de plasma de medio alcance vuelan desde el tanque Iron Hammer hacia las dos SAMAS. Los pilotos de ambas armaduras potenciadas disparan con sus Rail Gun contra los misiles en el aire. Logran destruir cada uno un misil, pero otros tres explotan contra cada SAMAS. Ambas armaduras potenciadas son derribadas y se estrellan en el suelo a corta distancia, ambas están muy dañadas.

 

            Shidi ha escuchado las explosiones de los misiles y se imagina que los Rifts Warriors han iniciado la batalla. Desde su posición elevada en la cordillera ve el búnker, con unos veinte soldados de infantería, una Spider Skull Walker y diez Skelebots. En el aire hay volando hacia el sur hay cuatro SAMAS, mientras que un Mark V APC está saliendo en este momento a través de las puertas principales del búnker hacia el sur. El otro APC ya está saliendo del pueblo por el lado sur.

 

            Shidi despega con su SAMAS modificada. El ex Comando dispara los dos mini-misiles de plasma de su armadura intentando acertar a los Skelebots. En lugar de eso sus misiles caen sobre una casa de civiles indefensos, haciéndola explotar y matando a todos sus ocupantes. Muchos cascotes de la casa destruida golpean a la SAMAS de Shidi, pero éste logra evitar ser derribado con una hábil maniobra de pilotaje.

 

            Striker ha observado lo sucedido y le parece una calamidad. Observa que se ha formado una colosal tormenta sobre su cabeza y de repente comienza a diluviar de mala manera, por suerte está en una posición relativamente resguardada.

 

            Striker se fija en un grupo de mutantes caninos y acechadores psíquicos junto al búnker y decide dispararles una salva de cuatro granadas con su rifle láser NG-LG6. El ataque con granadas toma por sorpresa al pelotón PSI. Los veinte enemigos son derribados por las explosiones, con sus armaduras bastante dañadas.

 

            Snich desenfunda su pistola láser dual Wilk’s “Hero” y vacía el cargador del láser pesado de la pistola contra una de las SAMAS derribadas, que resulta volatilizada.

 

            Indira ha desmontado del caballo robot de María. Observa la SAMAS derribada que queda, desenfunda su pistola de iones Bandit IP-10 y dispara la mitad del cargador. La SAMAS explota y es destruida. Indira le sonríe a Daeron.

 

            María permanece montada sobre su caballo robot, pues es muy buena jinete y confía en luchar mejor a caballo que a pie. Prepara su rifle láser, pero no tiene a ningún enemigo dentro de su alcance.

           

            Geoffrey observa a su mujer y prepara su eyector de plasma NG-E4. Mira a través de la mira telescópica y ve a cuatro SAMAS volando hacia el grupo desde Angstville al norte. Están todavía fuera del alcance del eyector, por lo que el Cibercaballero espera pacientemente a que se pongan a tiro.

 

            Erzebeth y Lara preparan los sistemas de armamentos del tanque, esperando a que Briaeros saque el Iron Hammer de detrás de la colina y tengan blancos. Baldwin le ordena a Briaeros maniobrar con el tanque y se prepara a disparar la torreta láser Vulcan.

 

Daeron canaliza su magia y lanza un hechizo de Armadura Invencible sobre Indira. Sanakin mide la distancia hacia el objetivo más cercano, las cuatro SAMAS que se aproximan. Están aún a unos ochocientos metros, demasiado lejos para su cañón de plasma pesado, pero no para su sistema de misiles. Despliega los lanzadores de su espalda y dispara una salva completa contra una SAMAS, ésta dispara contra los misiles, haciendo estallar toda la salva en el aire inofensivamente. Frustrado, Sanakin decide correr a gran velocidad hacia el norte y recorre doscientos metros para acortar distancias con las cuatro SAMAS.

 

Las tropas del pelotón PSI se recuperan y se van levantando. El primer pelotón de infantería regular del pueblo se atrinchera. El segundo se pone a cubierto en el búnker. Un mech UAR-1 Enforcer sale de su hangar, listo para entrar en combate. La Spider Skull Walker se levanta y se gira hacia la montaña, localizando a Striker. Un APC avanza por el pueblo mientras que el otro sale de Angstville y avanza hacia los Rifts Warriors. El primer APC dispara todas las armas de sus torretas contra Shidi, pero éste maniobra velozmente con su SAMAS, esquivando los disparos. Los Skelebots salen del búnker tras el tanque que acaba de disparar contra Shidi.

 

Briaeros arranca los motores del tanque Iron Hammer y lo mueve hasta situarlo cerca de Sanakin para apoyar a su amigo en el combate.

 

Shidi dispara con su Rail Gun contra el Mark V APC que está en medio del pueblo, aunque los daños son ligeros en su pesado blindaje.

 

Striker observa que se ha convertido en el blanco de la Spider Skull Walker y decide inutilizarla. Sin embargo, justo cuando aprieta el gatillo vuela Shidi por delante de su punto de mira. El disparo del rifle láser de Striker causa una quemadura superficial en la SAMAS de Shidi.

 

Snich recarga el láser pesado de su pistola Wilk’s “Hero”. Baldwin decide que no va a ser muy útil desde dentro del tanque disparando el láser Vulkan, decide salir por una escotilla en lugar de eso para lanzar un campo de fuerza telekinético que proteja al tanque, a Snich y a Sanakin en cuanto pueda. Indira intenta montar infructuosamente en el caballo de María.

 

            María dispara media carga que tiene en su rifle láser Wilk’s-Remi contra una de las SAMAS, pero ésta la esquiva.

 

            Geoffrey centra sus poderes de Cibercaballero en la SAMAS que acaba de esquivar el disparo de su esposa. Se concentra y siente toda la tecnología de la SAMAS, puede predecir en parte sus movimientos, es una máquina muy veloz y maniobrable, pero ahora el Cibercaballero tiene cierta ventaja. Apunta cuidadosamente su eyector de plasma NG-E4 y dispara una descarga total sobre la SAMAS en la que se está concentrando. El piloto logra esquivar desesperadamente gracias exclusivamente a su entrenamiento y reflejos naturales.

 

            Erzebeth centra el cañón principal del tanque Iron Hammer contra el APC enemigo. Carga un obús de munición HEAT y lo dispara, impactando de lleno. El blindaje del transporte de tropas coalicionista ha sufrido daños considerables, pero es especialmente resistente.

 

            Lara Stone dispara con el rail gun IH-100 situado en una cúpula sobre la torreta principal, ametrallando el lateral del APC.

 

            Sanakin prepara su cañón de plasma pesado y lo apunta al Mark V con ayuda de su arnés especial de compensación de tiro. Le impacta de lleno con una descarga total de plasma. El vehículo blindado enemigo se frena en seco y una columna de humo se eleva de él, parece que todos sus sistemas han quedado inutilizados por la potente descarga de plasma incandescente.

 

El Comandante Armand Freisher es quien pilota la Spider Skull Walker. Tiene a Striker en el punto de mira de sus Rail Gun pesados. Abre fuego, destrozando la cobertura de piedras del lugar donde instantes antes estaba Striker. El copiloto dispara con una torreta láser, pero el elfo Juicer esquiva también ese ataque con una sucesión de ágiles saltos.

 

            Los diez Skelebots abren intenso fuego de láser contra Shidi, quien esquiva la lluvia de disparos con una serie de acrobacias aéreas. El Enforcer centra el blanco de sus sistemas de armamentos en la SAMAS de Shidi y su copiloto dispara una salva de cuatro misiles. El ex Comando reacciona disparando dos rápidas ráfagas de metal acelerado electromagnéticamente, logrando destruir en el aire dos mini-misiles de plasma. Los otros dos impactan, dañando el blindaje de la SAMAS, que se estrella violentamente contra el tejado de una casa, atravesándola hasta caer al suelo. En el interior, un ama de casa la ataca con una sartén al tiempo que un perro muerde fútilmente la pierna de la armadura potenciada.

 

            El Mark V APC que está en el pueblo se dirige hacia el sur, hacia la salida de la población. El copiloto del transporte de tropas centra los sensores y sistemas de disparo en el Iron Hammer de los Rifts Warriors.

 

Tres SAMAS abren fuego con ráfagas de rail gun. Dos contra Baldwin y Snich, que saltan ágilmente fuera de la trayectoria de los barridos de ametrallamiento. La tercera impacta contra el Iron Hammer, causándole daños leves a su blindaje.

 

Los rastreadores PSI salen del bunker y corren hacia la casa donde se ha estrellado Shidi. La infantería regular mantiene sus posiciones.

 

Está lloviendo a base de bien una tormenta torrencial centrada en el pueblo. Shidi observa que los sensores de su SAMAS casi han dejado de funcionar, sólo sirven a muy corto alcance. La interferencia electromagnética es brutal, lo cual no le parece muy natural.

 

Briaeros intenta localizar al APC enemigo con sus sistemas de armamento, pero sólo ve una cortina de lluvia y de repente el tablero de controles se sobrecarga y se llena de chispas. Su sistema operativo se viene abajo y en las pantallas sale un mensaje de error. Todos los sistemas de sensores y de armas del tanque Iron Hammer se han bloqueado a la vez.

 

Shidi se siente aturdido, se levanta entre los cascotes y aparta con cuidado a la señora que le está atacando fútilmente con una sartén. Mira hacia arriba, por el enorme boquete en el tejado están entrando decenas de litros de agua y se ve una aparatosa tormenta. Los sistemas electrónicos de la SAMAS funcionan a bajo rendimiento. El ex Comando supone que remontar el vuelo en estas condiciones es un riesgo muy alto. En ese momento escucha como alguien tira la puerta de la casa abajo, posiblemente coalicionistas. Shidi coge una mesa de madera y la pone ante la puerta de la cocina.

 

Striker cambia el cargador del láser de su rifle. Baldwin se concentra y crea una cúpula brillante transparente, que envuelve por completo al tanque y a Sanakin, además de a sí mismo y a Snich, que están sobre el tanque.

 

Snich dispara media ráfaga de láser pesado con su pistola Wilk’s “Hero” contra una SAMAS, dañándola levemente. Indira se pone nerviosa y no logra subirse al caballo de María. Ésta recarga su rifle láser Wilk’s-Remi. Geoffrey recarga su eyector de plasma NG-E4.

 

Daeron desenfunda su pistola láser “Six Shooter” y dispara una ráfaga completa contra la misma SAMAS a la que ha disparado Snich, fallando todos los disparos.

 

            Lara dispara con el rail gun del tanque contra el APC enemigo que se acerca desde el pueblo, apenas dañando el blindaje de su carrocería. Erzebeth carga otro obús HEAT en el cañón principal y tira de la palanca de disparo. Sin embargo, el obús explota dentro del cañón, destruyéndolo junto con el rail gun coaxial de la torreta. Sanakin recarga su cañón de plasma pesado.

 

            El mech Spider Skull Walker dispara con ambos rail guns pesados contra Striker. Ambas ráfagas de inmensa capacidad destructiva impactan de lleno contra el elfo, que no logra apartarse a tiempo y es reducido a jirones sanguinolentos. El rail gun pesado derecho estalla tras el disparo concentrado.

 

            Los Skelebots siguen al pelotón PSI. El UAR-1 Enforcer avanza hacia el exterior del pueblo, hacia el sur. El APC Mark V que acaba de salir del pueblo abre fuego a discreción contra el tanque Iron Hammer de los Rifts Warriors. Su piloto dispara una salva completa de veinte mini-misiles de plasma.

 

            Lara Stone ve la que se avecina y usa el rail gun IH-100 de la cúpula sobre la torreta a modo de fuego de supresión antimisil. Destruye un misil en el aire y éste al explotar hace estallar en el aire la salva entera.

 

            Los artilleros del Mark V abren fuego concentrado con rail guns y torretas láser contra el Iron Hammer, dañando el Campo de Fuerza Telekinética creado por Baldwin. Tres SAMAS efectúan barridas de ametrallamiento contra la posición del tanque, debilitando aún más el Campo de Fuerza, que queda titilando.

 

            En el interior de la casa en la que se ha estrellado Shidi, el pelotón PSI intenta forzar la puerta de la cocina. Viendo que no pueden ponen una granada. La puerta y la pared revientan y parte del techo, previamente agujereado por la caída de la SAMAS de Shidi, se viene abajo.

 

            Shidi se pone a cubierto y evita los escombros. Ve entrar a un grupo de Dog Boys, la mayoría están casi sin armadura por efecto de las granadas que les disparó Striker.

 

            Briaeros se siente desconcertado por el fallo total de los sistemas informáticos del Iron Hammer, intenta resetear fútilmente la computadora principal. Les grita a las artilleras que abandonen el tanque.

 

Shidi se pone en posición con su SAMAS, preparado para acribillar con su Rail Gun a los Dog Boys que están entrando. Sonríe confiadamente, a esta distancia es casi imposible fallar. Dispara, pero varios proyectiles se quedan atascados en el cañón y el resto impactan contra éstos, haciendo estallar el arma con gran fuerza destructiva. Los restos destrozados del rail gun de la SAMAS de Shidi expulsan chispas y humo.

 

Baldwin se concentra y renueva el Campo de Fuerza usando su poder mental. Snich dispara media ráfaga de láser pesado contra la misma SAMAS a la que disparó antes, pero falla por mucho. Indira se monta en la grupa del caballo robot de María.

           

            María dispara una ráfaga total de láser con su rifle Wilk’s-Remi contra una SAMAS, logrando acertarla y causarle daño moderado.

 

            Geoffrey dispara una ráfaga total de su eyector de plasma a la misma SAMAS, causándole graves daños. La armadura potenciada cae derribada al suelo.

 

            Daeron recarga su pistola “Six Shooter”. Lara ha escuchado el mandato de Briaeros de abandonar el tanque, pero ella se siente inclinada a seguir disparando pese al fallo de las computadoras y sistemas de puntería. Abre fuego con el rail gun IH-100, pero apenas logra arañar la carrocería del Mark V enemigo.

 

Erzebeth toma posiciones de copiloto y le dice a Briaeros que salga fuera, que toma ella el control del aparato.

 

Sanakin se fija en el primer APC, al que disparó antes, parece inmóvil y expulsa una columna de humo. Está parado y lleva varios segundos sin dar muestras de actividad. El cyborg pesado comprueba los alcances con sus sensores ópticos. El segundo APC está a unos 800 metros y el alcance efectivo de su cañón de plasma pesado es de 610. Decide disparar todo el cargador del cañón contra el que echa humo, para destruirlo del todo. Le impacta de lleno con inmensa potencia destructiva. El blindado explota y vuela alto hasta caer hecho pedazos al suelo.

 

La Spider Skull Walker maniobra con sus seis patas mecánicas hacia el exterior del pueblo. Los Skelebots la rodean protectivamente. El Enforcer localiza el tanque de los aventureros, fija el blanco en él y le dispara una andanada de cuatro misiles de medio alcance.

 

De nuevo Lara emplea el IH-100 a modo de antimisil, logrando destruir uno con dos ráfagas. Los otros tres estallan contra el Campo de Fuerza, dejándolo muy debilitado.

 

El Mark V APC que queda intacto dispara una salva de veinte mini-misiles contra el Iron Hammer de los Rifts Warriors. Baldwin dispara su pistola pesada láser “Big Man” contra los misiles, pero vuelan demasiado veloces incluso para sus reflejos Juicer. Los misiles llueven como muerte desde el cielo. Los primeros en estallar colapsan el escudo y masacran a Snich y a Baldwin. El tanque es destruido por completo y toda su munición estalla. Lara Stone y Erzebeth mueren en la devastadora explosión. Briaeros resulta severamente dañado y pierde momentáneamente el conocimiento.

 

            Los artilleros del Mark V emplean sus torretas de armas en disparar contra Sanakin, causándole daños moderados en su fuerte blindaje. Tres SAMAS ametrallan a Sanakin, ocasionándole destrozos más intensos, aunque el ‘Borg resiste estoicamente, manteniendo la posición.

 

            Varios Dog Boys se lanzan hacia Shidi, quien sin vacilar despega hacia arriba y sale a través del destruido techo de la casa.

 

            De repente la enorme tormenta que está rugiendo sobre Angstville estalla en una colosal andanada de rayos, que comienzan a caer sobre el pueblo, principalmente sobre el búnker de la Coalición. Muchas casas son destruidas y se generalizan los incendios.

 

            Los daños sobre el búnker resultan superficiales, el Spider Skull Walker resulta casualmente indemne. La patrulla PSI se pone a cubierto. Una SAMAS es alcanzada por los rayos y destruida en el aire. El Mark V APC apenas es alcanzado por los rayos y no recibe prácticamente daños. El Enforcer recibe daños muy graves y es derribado al suelo. Los Skelebots resultan indemnes. La tormenta mágica se disipa y sale el sol.

 

Indira recarga el rifle Wilk’s-Remi de María. Geoffrey recarga su eyector de plasma NG-E4. Daeron dispara todo el cargador de su pistola láser “Six Shooter” contra una SAMAS, haciéndola estallar en el aire.

 

El artillero del Mark V abre fuego con su rail gun contra Sanakin. El resto de artilleros disparan con sus diversas armas contra el ‘Borg militar pesado. Los Skelebots disparan en masa contra Shidi, quien logra esquivarlos a todos con una serie de acrobacias aéreas dignas de un as piloto.

 

El Comandante Freisher fija el blanco de los sistemas electrónicos de la Spider Skull Walker contra la SAMAS de Shidi. Éste escucha el ruido de varias alarmas, pero poco puede hacer. Las dos CS SAMAS que quedan emprenden el regreso al pueblo, replegándose a posiciones defensivas tras haber sufrido un 60% de bajas. Al hacerlo localizan a Shidi.

 

Briaeros se levanta trabajosamente y recoge sus cosas, prepara su cañón de plasma pesado.

 

Las dos SAMAS atacan a Shidi, quien logra esquivar sus ráfagas de rail guns. El piloto del Enforcer consigue poner el bot en pie. Los Skelebots llenan el cielo de haces de luz roja de láser, pero Shidi los esquiva todos. El Spider Skull Walker abre fuego con su Rail Gun pesado restante y una torreta láser contra Shidi, quien evita ambos ataques con sus ágiles movimientos aéreos. Shidi está empapado en sudor dentro de su armadura potenciada, pese a los sistemas medioambientales. Las fuerzas coalicionistas siguen disparando contra Shidi sin ningún resultado, excepto daños leves en su blindaje.

 

            Geoffrey se queda momentáneamente desorientado, mira a su alrededor sin saber qué hacer. Indira mira con furia a las fuerzas coalicionistas. Sanakin recarga su cañón de plasma pesado mientras dispara dos mini-misiles de plasma que le quedan en sus lanzadores contra el segundo Mark V APC. Ambos misiles impactan para un daño moderado. Sanakin envía energía principal a los servomotores de sus piernas biónicas y corre hacia delante doscientos metros, situando al APC dentro del alcance de su cañón de plasma.

 

            Shidi usa la radio de su SAMAS en una llamada general en todas las frecuencias y grita: - “¡May day! ¡May day! ¡Los Rifts Warriors necesitan fuego de cobertura!” –

 

            Shidi observa que desde el bunker le disparan dos cohetes de plasma, se las apaña para evitar uno, pero el otro le impacta para un daño leve que le desestabiliza un poco. Los soldados de infantería del búnker abren fuego masivo con sus rifles láser C-12 contra Shidi. El ex Comando realiza una serie de tirabuzones aéreos para evitar la lluvia de disparos.

 

            El Sargento McKoll dispara una ráfaga total de su rifle láser C-14. Impacta de lleno causando un daño considerable a la SAMAS plateada de Shidi, que es derribado, cayendo en una calle secundaria. El pelotón PSI corre hacia la calle donde ha caído. Las dos CS SAMAS restantes maniobran para colocarse sobre el derribado Shidi y hacer puntería. Se quedan estacionarias sobre Shidi.

 

            Los artilleros del Mark V APC se centran en el ‘Borg pesado que corre hacia ellos. Un rail gun y cuatro torretas láser le disparan. Los daños son moderados tirando a altos, el blindaje principal de Sanakin comienza a estar seriamente dañado.

 

            El Enforcer maniobra hasta la salida del pueblo para situarse junto al APC y fija sus sistemas de armas sobre Sanakin. La infantería del muro sur de Angstville abandona su posición resguardada y corre para situarse tras el APC y el Enforcer. La Spider y los Skelebots mantienen su posición.

 

            Daeron recarga su pistola “Six Shooter”. María observa preocupada como Sanakin no para de recibir disparos sin esquivar ninguno, decide correr en su ayuda y lanza su caballo robot hacia delante, recorriendo doscientos sesenta y siente metros. Indira se mantiene agarrada a María para no caerse.

 

            Sanakin dispara media ráfaga de su cañón de plasma contra el Enforcer. Su disparo impacta de lleno contra el mech, que cae aparatosamente de espaldas y su munición explota. Se suceden una serie de devastadoras explosiones concatenadas y se ven solamente inmensas llamaradas y muchísimo humo.

 

El pelotón PSI llega a la calle donde está derribado Shidi y cinco Dog Boys le atacan, aunque el ex Comando logra parar todos sus ataques pese a su estado de aturdimiento a base de puros reflejos. Al cabo de un momento un Acechador Psíquico ladra una orden mientras prepara una granada de plasma. Las dos CS SAMAS aterrizan en la calle.

 

            Daeron intenta subirse, sin éxito, a la grupa del caballo robótico de Geoffrey. María sigue cabalgando y se detiene al llegar junto a Sanakin. La vaquera prepara su rifle Wilk’s-Remi, pero sólo ve una tremenda polvareda y humareda. No hay visibilidad alguna en este momento.

 

            Briaeros se levanta de entre los restos calcinados y pulverizados del Iron Hammer y sus amigos, con su cañón de plasma pesado preparado para disparar. Sólo ve un montón de fuego, humo y polvo al norte, a unos ochocientos metros de su posición. A doscientos metros ve a Sanakin, María e Indira, las dos mujeres sobre un caballo robot. El arma de plasma de Sanakin echa humo de su cañón y parece recalentada. Sanakin parece un Héroe Cyborg sacado de un póster de reclutamiento de la NGR. Briaeros no tiene ni idea de lo que ha ocurrido.

 

Briaeros corre hacia el frente doscientos metros y se sitúa cerca de Sanakin y sus amigas. Hacia el norte, a seiscientos metros de donde están ahora los cuatro, reina la devastación.

 

Geoffrey está dividido entre la necesidad de proteger a su mujer y la lealtad a Daeron. Decide agarrar al Alto Mago como sea, lo monta como un fardo en la grupa de su caballo y después lanza al equino robótico hacia delante. Llegan junto a los demás.

 

Shidi pone en pie su SAMAS. Los cinco dog boys que le atacaban infructuosamente con vibroespadas se apartan. El Acechador Psíquico le arroja una granada. Shidi se las arregla para evitar lo peor de la explosión, pero no logra evitar sufrir algunos daños. Las dos CS SAMAS le disparan sendas ráfagas de rail gun. Shidi se las apaña para evitar los ataques en un alarde de habilidad combativa.

 

Daeron desmonta del caballo robot de Geoffrey y camina hacia Sanakin mientras comienza a mover las manos en gestos y palabras esotéricas, concentrando energía mágica. María aguarda a ver qué pasa.

 

Briaeros observa que Sanakin tiene un contenedor a la espalda con seis mini-misiles de reserva. Coge uno y lo carga en uno de los lanzadores. Geoffrey ve lo que hace Briaeros y le imita, cargando otro misil.

 

Indira observa que no hay ningún enemigo a la vista y el panorama es oscuro, el humo elimina toda la visibilidad.

 

Shidi intenta despegar, pero la computadora de su SAMAS le indica que han vuelto a fallar los propulsores, se obturan las turbinas. Se activa el parado de emergencia y se encienden luces rojas en el panel. El sistema de vuelo se desactiva. Shidi maldice su mala suerte.

 

Cuatro Acechadores Psíquicos sonríen cruelmente y le lanzan sendas granadas de plasma. Shidi da una voltereta en el suelo, evitando de nuevo lo peor de cada explosión, pero sufriendo aún así daños moderados en su ya muy vapuleada armadura potenciada. Las dos CS SAMAS le disparan, una de ellas le impacta, y aunque el daño es leve, Shidi sabe que está en serios apuros. Su SAMAS modificada no aguantará mucho más.

 

Daeron termina de lanzar un hechizo de Armadura Invencible sobre Sanakin. María se mantiene alerta. Briaeros y Geoffrey cargan cada uno otro misil en los lanzadores de Sanakin. Indira vigila por si alguien se acerca.

 

Shidi embiste la puerta de la casa más cercana con el peso de su SAMAS. En un primer momento parece que la puerta vaya a resistir, pero luego cruje la parte del marco de la puerta a la altura de la cerradura y se astilla la madera del marco. La puerta se abre y Shidi entra violentamente a la carrera. Cuatro Dog Boys reaccionan con reflejos inhumanos y le siguen, rodeándole. Comienzan a golpearle con sus vibroespadas y uno de ellos logra destrozar aún más su ya casi destruida armadura potenciada.

 

            Daeron lanza un hechizo de Armadura Invencible sobre María. La vaquera le da las gracias a Daeron, mira a Geoffrey y espera.

 

            Briaeros deja de cargar misiles cuando le faltaba uno y corre doscientos metros hacia el fuego y el humo. Geoffrey carga un tercer misil en el lanzador derecho de Sanakin.

 

            Sanakin inspecciona el panorama. Mira con la visión infrarroja, pero ésta no atraviesa el humo, así que pasa a visión termográfica y ve mucho fuego y calor en los restos destrozados. No sabe lo que representa lo que está viendo, pero no percibe otro movimiento en un área de seiscientos metros que el causado por el fuego.

 

            Shidi ataca a dos Dog Boys con los puños blindados de su SAMAS, ambos logran parar los ataques con sus vibroespadas. Cuatro Dog Boys atacan a Shidi, pero éste se defiende de todos los ataques. Otros cinco Dog Boys entran en la casa.

 

            Daeron se sube a la grupa del caballo robot de Geoffrey. El Cibercaballero carga el último misil en el lanzador izquierdo de Sanakin.

 

            Shidi ataca a puñetazos con su SAMAS. Consigue golpear a uno, pero el daño en su maltrechísima armadura es mínimo. Cinco Dog Boys de los nueve que hay alrededor de Shidi le atacan. Tres de ellos logran golpearle, la SAMAS de Shidi queda tremendamente dañada.

 

            Geoffrey salta sobre su caballo Arabian y cabalga veloz hasta donde está Briaeros. Sanakin sigue rastreando la zona con sus sensores, pero no detecta nada. Parece como si las fuerzas coalicionistas estuviesen aguardando el siguiente movimiento de los Rifts Warriors.

 

            Shidi golpea a los Dog Boys a puñetazos y logra matar a uno de un potente golpe. La espada del sabueso psíquico muerto cae al suelo, Shidi no reacciona lo bastante aprisa como para cogerla.

 

En ese momento le llega a Shidi una llamada por radio. Una voz mecánica le dice: - “Está utilizando una emisión no segura". –

 

Sanakin corre hasta situarse junto a Geoffrey y Briaeros. Los tres están a unos cuatrocientos metros de las llamas y el humo, que al parecer son todo lo que queda del Enforcer, el segundo Mark V APC y veinte soldados de infantería. Algo más allá está la entrada sur del pueblo de Angstville, aunque la visibilidad es pésima.

 

Daeron permanece en la grupa del caballo de Geoffrey, procurando no caerse. María avanza con su corcel robótico hasta situarse junto a Geoffrey y Sanakin. Indira va con ella.

 

Briaeros corre algo menos de doscientos metros en diagonal hacia su izquierda. Intenta ver algo, pero en ese momento falla el sistema operativo de su computadora, se bloquea y se desactivan todos los sistemas de sensores. Geoffrey avanza doscientos metros hacia las llamas.

 

Shidi coge la vibroespada del Dog Boy muerto y les grita a los demás sabuesos psíquicos de la Coalición que huyan. No parecen entenderle, además Shidi lo dice con tanto énfasis que al gesticular arroja accidentalmente la espada al otro lado de la habitación, matando a un pobre anciano que estaba escondido tras el sofá.

 

Los sabuesos escuchan el grito de muerte del anciano y se quedan desconcertados, después le miran gruñendo con rabia: - “¡¡Has matado a un humano!!” –

 

Sanakin avanza hacia el frente, escaneando el entorno con sus sensores. De repente saltan los indicadores de sus pantallas, el sistema de misiles ha localizado y fijado un posible blanco, es la Spider Skull Walker. Sanakin sonreiría si pudiera. Su sistema independiente de lanzamiento abre fuego a una orden suya y los seis misiles impactan en la parte superior del mech, causando daños mínimos.

 

Geoffrey avanza otros doscientos metros, está a otros doscientos de la barrera de fuego y humo. Piensa que quizá si la atraviesa conseguirá ver algo. Daeron vigila el entorno, muy preocupado por el desarrollo de la batalla, y el funesto curso de los acontecimientos, tan poco favorables a los Rifts Warriors.

 

            María se adelanta, poniéndose a la par de Geoffrey y añadiendo una preocupación adicional a éste y a Daeron, pues Indira va con ella. Briaeros se queda quieto en el sitio, intentando hacer un rápido autodiagnóstico de sistema.

 

            Shidi golpea a puñetazos a dos de los desconcertados Dog Boys, destruyendo los arruinados restos de sus armaduras corporales ligeras. Los sabuesos prácticamente no reaccionan.

 

Sanakin conmuta la frecuencia del Capitán Heavy Duty con su sofisticado sistema biónico de comunicaciones. Transmite: - “¡May day! ¡Necesitamos refuerzos aéreos! Heavy Duty, te necesitamos. ¡¡¡Ahora!!!” – Al cabo de escasos segundos le llega una respuesta: - “Indique blanco de maniobras". – Sanakin le dice atropelladamente unas coordenadas no del todo correctas a lo que sigue la siguiente respuesta: - "Regalo en 10". –

 

Geoffrey avanza y hace dar un prodigioso salto a su caballo robótico, atravesando fuego y humo y una devastada barricada. Observa a su alrededor y le parece ver muchos restos humanos destrozados. Más allá ve muchas casas en llamas y gente gritando. Hay una calle principal al final de la cual ve una enorme Spider Skull Walker con diminutos fuegos de plasma apagándose lentamente en diversos puntos de su blindaje, levemente dañado por los misiles de Sanakin. A su alrededor hay diez siniestros Skelebots. Todos alzan sus rifles láser y apuntan a Sir Geoffrey.

 

Daeron piensa sus opciones y se da cuenta de que si no hace algo pronto, lo que queda del grupo será aniquilado. Concentra toda su magia e incluso más de la que es capaz de manejar y crea un Muro de Defensa. Un muro semiopaco de color purpúreo se materializa sobre el suelo. Tiene una altura de tres metros y nueve metros de largo, y el grosor de una hoja de papel. Daeron pierde el conocimiento y cae al suelo.

 

María cabalga hacia el fuego y el humo e intenta imitar la maniobra de su marido, pero el salto de su corcel robótico es desastroso y tanto ella como Indira son arrojadas al suelo. Indira se queda aturdida. Briaeros continúa desesperadamente intentando reiniciar sus sistemas informáticos internos.

 

Shidi alza los puños de su SAMAS y los descarga contra el suelo de baldosas de la casa en un monumental golpe, abriendo un gran boquete. Cae al sótano y aterriza de pie con gran agilidad. Uno de los Dog Boys se lanza por el agujero y mientras cae ataca con su vibroespada, casi destruyendo la maltrecha SAMAS de Shidi.

 

Los diez Skelebots disparan contra el Muro de Defensa creado por Daeron, pero las descargas energéticas de sus rifles láser se disipan inofensivamente al tocarlo. El Spider Skull Walker dispara contra el muro con una torreta dual láser, las descargas láser se disipan sin efecto. El Rail Gun pesado que le queda lanza una ráfaga de ochenta balas de gran calibre. Las balas parecen frenarse e ir a cámara lenta al acercarse al muro, al tocarlo pierden toda su energía cinética y caen inofensivamente al suelo. Las dos CS SAMAS que quedan remontan el vuelo para ver a quien le están disparando los suyos, dan vueltas en el aire.

 

Sanakin apunta desde su posición a la Spider Skull Walker, es un disparo difícil a través del muro de fuego y humo. El ‘Borg militar apunta cuidadosamente y dispara, logrando impactar y causando daños leves al mech.

 

Geoffrey ve a una SAMAS enemiga por encima del Muro de Defensa. Concentra sus poderes de Cibercaballero en esa armadura potenciada y le dispara una descarga total con su eyector de plasma, pero falla el disparo.

 

María observa el disparo que ha hecho su esposo y lo imita con su rifle Wilk’s-Remi 147 “Sharp Shooter”. Lanza una descarga total, pero falla. Indira recarga el rifle de María.

 

Briaeros se siente paralizado, con sus sensores desactivados se siente ciego y sordo, peor que inútil.

 

Shidi se fija fugazmente en lo que le rodea, el suelo del sótano parece tierra apisonada, quizá con cemento debajo. No sabe si podría romperlo. Ante él tiene un Dog Boy que porta una armadura CA-2 muy dañada. El visor de su armadura está lleno de indicadores en rojo parpadeantes, los daños exceden el 99% y todos los sistemas están al borde del fallo crítico.

 

Shidi da un giro de rueda acrobático e intenta golpear a la vez al suelo y al Dog Boy, que logra parar el golpe con su vibroespada. El otro golpe rompe el suelo a sus pies y cae de forma incontrolada, de lleno en las aguas residuales de la alcantarilla. Su armadura está tan destrozada que no le aisla en lo más mínimo y se cuela agua sucia dentro. Se cortocircuitan los sistemas electrónicos de la armadura potenciada y todo el sistema deja de funcionar, convirtiéndose en peso muerto que puede llevar a su propietario a la muerte por ahogamiento.

 

Las dos CS SAMAS maniobran para ponerse sobre las cabezas de Sanakin y Geoffrey y les disparan una ráfaga de rail gun a cada uno. La Armadura Invencible de Sanakin resulta algo debilitada, pero Geoffrey esquiva su ataque.

 

            Sanakin deja el cañón de plasma colgando del arnés compensador de disparo y descuelga de su hombro su rifle JA-11. Dispara una descarga total de láser contra una SAMAS, pero ésta le esquiva.

 

Geoffrey mira a través de la barrera mientras recarga su E-Clip y grita: - “¡Aquí no hay nadie! ¡Skelebots a las 12! ¡Hay que salir de este infierno! ¡RETIRADA!” –

 

Indira corre hacia el caballo robot, que ya se ha levantado tras su resbalón, y salta a su grupa. María se levanta y va hacia su caballo.

 

Shidi intenta activar el sistema de eyección de emergencia de armadura, pero el maldito sistema se ha atascado en el peor momento. Shidi contiene la respiración, cerrando la boca y los ojos. Un Dog Boy baja a las alcantarillas a ver qué pasa, el otro husmea y mira hacia el agua turbia de la alcantarilla.

 

Una SAMAS maniobra para ponerse a la espalda de Sanakin, la otra dispara contra Geoffrey, pero el rail gun C40-R se le encasquilla en ese momento.

 

Geoffrey cabalga hacia donde cayó Daeron, se agacha sin desmontar para cogerlo por sus ropas y lo levanta con fuerza. Intenta cargarlo sobre la grupa del Arabian, pero en su lugar lo arroja el fuego en un movimiento excesivamente torpe y brusco.

 

Shidi logra por fin que las microcargas para eyectar la armadura en piezas estallen, su SAMAS queda por completo destruída, pero al menos se libra de ella. Shidi nada en las aguas residuales, pero chapotea y los dos Dog Boys le ladran. Shidi se concentra en usar un poder psiónico que bloquee su mente contra intrusiones no deseadas.

 

En ese momento seis misiles pesados de protones caen sobre Angstville. Caen desviados y no afectan a la plaza central donde están la Spider Skull Walker y los diez Skelebots. Caen más hacia el oeste, en la zona donde Shidi lucha desesperadamente por su vida y estallan en una tremenda devastación de un diámetro aproximado de entre ochenta a noventa metros, atomizando por completo casi dos docenas de casas y a todos sus habitantes, y a la mayor parte de la patrulla PSI.

 

Shidi está nadando en la alcantarilla y ve como todo tiembla y se estremece y comienzan a caer piedras del techo. Se ve obligado a sumergirse y bucear para evitar las piedras. No logra evitar que unas cuantas le golpeen, causándole heridas leves. Al sacar la cabeza fuera del agua le parece ver que los dos Dog Boys han sido zarandeados y derribados al suelo por la sacudida de una monumental explosión ensordecedora que ruge al nivel de la calle.

 

Los dos Dog Boys de las alcantarillas, son los únicos que han sobrevivido de la patrulla PSI. Envainan sus espadas y se lanzan al agua de la cloaca con la intención de atrapar a Shidi. Nadan veloces hacia él.

 

Geoffrey presiente que la SAMAS en la que está concentrado tiene el Rail Gun encasquillado, pero que le va a disparar dos mini-misiles de plasma. Acelera con su Arabian para evitar ambos misiles, que explotan contra el suelo unos cuantos metros detrás de él.

 

La otra CS SAMAS abre fuego contra Sanakin por encima del Muro de Defensa, dañando más el hechizo de Armadura Invencible que le protege. Los diez Skelebots siguen disparando inútilmente contra el Muro de Defensa. La Spider hace un alto al fuego.

 

            Geoffrey dispara una descarga total de eyector de plasma contra la SAMAS que le acaba de lanzar dos mini-misiles, pero ésta lo elude variando rápidamente su trayectoria de vuelo. Indira dispara una descarga total de su pistola de iones Bandit IP-10 contra la misma SAMAS, pero éste la esquiva.

 

            Shidi sigue nadando en la inmundicia, tratando de despistar a sus dos caninos perseguidores.

 

            María dispara una ráfaga completa con su rifle láser contra la misma SAMAS a la que han disparado Geoffrey e Indira, pero ésta esquiva una vez más.

 

            En el sistema informático de Briaeros se activan algunos procedimientos de emergencia, los sensores cobran vida, pero de forma fluctuante y distorsionada, van y vienen continuamente. Briaeros percibe a dos SAMAS en el aire de forma entrecortada. Está desorientado. Intenta estabilizar sus sistemas.

 

            Los dos Dog Boys nadan hacia Shidi, le alcanzan y tratan de agarrarle. El ex Comando les rechaza y sigue nadando.

 

El Sargento McKoll da la orden a la infantería de abandonar el bunker y avanzar. La SAMAS desarmada se retira hacia el bunker. Se aleja y, al salir fuera del área de visión de Geoffrey, éste deja de sentirla. La otra SAMAS ametralla a Sanakin, dañando su debilitada Armadura Invencible. El Comandante Freisher da la orden a los Skelebots desde su Spider Skull Walker de avanzar rodeando el muro semiopaco, cinco por cada lado. Los Skelebots corren a toda velocidad hacia el Muro de Defensa.

 

Geoffrey saca a Daeron del fuego y lo monta en el Arabian, pero en cuanto lo suelta, el Alto Mago se cae por el otro lado y se da un fuerte golpe. Indira recarga su pistola IP-10.

 

            Shidi intenta arrebatarle su vibroespada a uno de los Dog Boys, pero no lo consigue.

 

            María recarga su rifle. Briaeros mira a su alrededor con sus sensores distorsionados, y logra ver a la Spider Skull Walker. Dispara una descarga total con su cañón de plasma pesado, al que ha bautizado Arik 001. Sin embargo, su averiado sistema de puntería le engaña y dispara contra Sanakin inadvertidamente. La Armadura Invencible absorbe el daño del cañonazo de plasma y se disipa por completo.

 

Sanakin pide a sus compañeros que inicien la retirada. Busca a Daeron, lo coge por un pie, se le escapa, y lo arroja al fuego más grande presente accidentalmente. El enorme ‘Borg se siente angustiado por lo que acaba de hacer debido a su torpeza y comienza a buscar sin ningún éxito al Alto Mago.

 

Los dos Dog Boys luchan en las aguas residuales de las cloacas contra Shidi. Éste consigue evitar a uno, pero el otro le sujeta y le inmoviliza con su fuerza mutante, para a continuación estamparle la cabeza contra el bordillo. Shidi pierde instantáneamente el conocimiento.

 

Los diez Skelebots llegan hasta el Muro mágico creado por Daeron y se posicionan en el lugar ordenado, listos para abrir fuego contra los Rifts Warriors que quedan. Levantan sus rifles láser de tipo variable y apuntan a los aventureros.

 

La SAMAS que queda dispara contra Sanakin, alcanzándole de lleno con toda la ráfaga de C40-R Rail Gun, aunque el maltrecho blindaje pectoral del ‘Borg pesado resiste el castigo. Los Grunts corren hacia la plaza.

 

Geoffrey niega con la cabeza. Todos los Rifts Warriors están cayendo uno por uno, está seguro de que Daeron acaba de morir, y que ya nada puede hacer por él, excepto rezar por su alma. Geoffrey se dispone a emprender la retirada cuando escucha a Indira gritando desesperada el nombre de Daeron. Le dice a María que salten al otro lado y emprendan la huida y él hace lo propio. Salta las barricadas y las llamas de forma espectacular con su caballo robótico y cabalga doscientos metros hacia el sur.

 

Indira se baja del caballo y busca a Daeron. Corre hacia Sanakin y el fuego, buscando a su esposo desesperadamente, pero no lo encuentra. María observa a Indira. Se encuentra en una disyuntiva, su marido se ha ido y le ha dicho que le siga, pero ella no puede abandonar a Indira y a los demás a su suerte. Busca a Daeron con la mirada, pero no lo ve por ninguna parte. Decide intentar coger a Indira por la fuerza y subirla al caballo para llevársela a un lugar más seguro. Lo intenta, pero Indira la rechaza con fuerza.

 

Briaeros recarga su cañón de plasma. Sanakin alza la vista del suelo y ve a los Skelebots, al instante recuerda los tormentos de su estancia en el Infierno de Dyval. Sanakin cae presa de su fobia mortal y queda paralizado por el miedo, sólo puede gemir y gritar.

 

            Los Skelebots abren fuego contra Sanakin, Indira y María. La Armadura Invencible de María sufre tres impactos de láser, aunque resiste muy debilitada. María es derribada del caballo por el impacto de los disparos y queda aturdida en el suelo. Indira recibe dos ráfagas de láser variable mientras sigue distraída buscando a Daeron. Sanakin recibe de lleno tres ráfagas porque una cuarta da sobre uno de los Skelebots accidentalmente.

 

La infantería coalicionista llega hasta la plaza y se sitúa alrededor del Spider Skull. Geoffrey se gira en su cabalgada y se da cuenta de que no le siguen, no entiende lo que está pasando. Da media vuelta y recarga el eyector. Cabalga de regreso y vuelve a saltar sobre los obstáculos. Al pasar al otro lado ve el panorama. Sanakin está el suelo con su armadura reventada, se ve su cuerpo biónico debajo. Parece que esté sumido en pleno ataque de locura, está como catatónico. Indira está entre las cenizas llameantes buscando a su marido y llamándolo a gritos. A su lado está el caballo de María, que en su día perteneció a Rolando Deschain, y tirada en el suelo, boca arriba, está María, parece aturdida. Delante está el muro mágico de Daeron y a cada lado del muro cinco Skelebots que acaban de disparar sus armas. Sobre la cabeza de Geoffrey vuela una SAMAS.

 

Indira sigue buscando a Daeron sin encontrar nada. Briaeros dispara media ráfaga de su cañón contra la Spider Skull Walker. Le impacta, causándole un daño considerable y derribándolo al suelo. El mech se levanta con sus seis patas. El Sargento McKoll busca al que ha disparado, ve a Briaeros y le apunta cuidadosamente con su C-14 Firebreather.

 

Geoffrey siente que la SAMAS va a dispararle y concentra sobre ella sus poderes. Pese a ello, el disparo impacta sin que el Cibercaballero logre esquivarlo. Su Armadura Invencible resulta algo debilitada.

 

Los diez Skelebots disparan de nuevo. Cuatro ráfagas impactan sobre María, destruyendo su Armadura Invencible, su armadura corporal y vaporizando su frágil cuerpo humano. Indira recibe dos ráfagas que disipan su Armadura Invencible y la hacen caer al suelo. Sanakin recibe de lleno cuatro ráfagas que dejan su cuerpo biónico muy dañado.

 

Geoffrey dispara una descarga total contra la SAMAS contra la que ha centrado sus poderes. El disparo es muy pobre y el piloto coalicionista lo esquiva fácilmente.

 

Shidi recupera la consciencia. Abre los ojos y se da cuenta de que está en el destrozado sótano de la casa en la que entró antes desde el callejón. Está tirado en el suelo boca abajo. El olor reinante es hediondo, es el olor que desprende el propio Shidi y los dos hombres perro, que resuellan agotados cerca de él. Shidi se da cuenta de que no le han atado, seguramente le han subestimado.

 

Shidi se levanta y los dos Dog Boys le ven, pero antes de que puedan reaccionar se apodera de una vibroespada, aprieta la empuñadura y el campo vibratorio se activa. Toda la porquería del filo desaparece en un instante al activarse el campo de energía del arma. Shidi ve el miedo en la mirada de los ojos caninos de sus dos oponentes.

 

El Sargento McKoll dispara una salva de granadas con su rifle C-14 contra Briaeros desde una distancia de unos trescientos metros. Le impacta para un daño leve. El Comandante Freisher localiza con los sensores del Spider Skull Walker a Briaeros, su copiloto le dispara con una torreta láser, causándole un quemazo en el blindaje. El Comandante dispara contra el cyborg alemán con el Rail Gun pesado que le queda, causándole un daño moderado.

 

Shidi ataca con su vibroespada robada al Dog Boy que todavía tiene también una. El mutante genético canino se defiende con su arma.

 

La SAMAS dispara de nuevo contra Geoffrey, pero éste maniobra a la carrera con su Arabian, evitando la trayectoria del barrido de ametrallamiento.

 

El Spider Skull Walker abre fuego de Rail Gun pesado y láser dual contra Briaeros, quien sufre un buen vapuleo y cae al suelo derribado. En ese momento el cyborg ex SWAT recibe una transmisión por radio. Una voz mecánica dice: - “Los huevos están recargados en el nido”. – A lo que él responde: - “Las vívoras tienen hambre, traedles los huevos”. – A lo que añade la posición de la Spider Skull Walker. La respuesta es: - “Regalo en 15". – Briaeros se pone trabajosamente en pie.

 

En el sótano de una casa de Angstville, dos Dog Boys atacan a Shidi, uno de ellos con una vibroespada. Ese logra clavarle la espada en el estómago a Shidi. La vibroespada se desliza a través del cuerpo de Shidi como si fuera mantequilla caliente, seccionando varias vértebras al salir por su espalda. James T. Shidi cae al suelo como una muñeca de trapo.

 

La SAMAS sigue ametrallando incansablemente a Geoffrey, quien esquiva su ataque con facilidad. Los Skelebots abren fuego, la mitad contra Indira y la otra mitad contra Sanakin, aniquilando a ambos aventureros, que son prácticamente vaporizados.

 

El Sargento McKoll dispara una ráfaga completa con el láser de su rifle C-14 “Firebreather” contra Briaeros, y le impacta de lleno, causándole severos daños en su blindaje. El Comandante Freisher le dispara con el Rail Gun pesado del mech. Briaeros intenta apartarse o ponerse a cubierto sin ningún éxito. Su cuerpo biónico queda casi hecho trizas por la descarga de proyectiles metálicos hiperacelerados.

 

Geoffrey deja caer su eyector de plasma NG al suelo, tiene el presentimiento de que el golpe ha dañado algún componente interno del arma, pero ahora no puede pensar en eso, aunque piensa que sabría cómo arreglarlo si fuera necesario. Desmonta de su Arabian y corre hacia uno de los grupos de Skelebots mientras crea en sus manos dos espadas psíquicas. Ataca a los cables que unen los rifles a los robots en dos de ellos, uno con cada espada. A uno de ellos le daña el blindaje pectoral, a otro le corta el cable de alimentación del arma.

 

El Comandante Armand Freisher dispara el Rail Gun pesado contra Briaeros, que intenta esquivar sin éxito. Briaeros cae derribado y aparentemente aniquilado y destruido.

 

La SAMAS que sobrevuela a Geoffrey le dispara dos mini-misiles de plasma. El Cibercaballero recibe los misiles en su espalda, las explosiones evaporan su hechizo de Armadura Invencible y dañan a dos Skelebots cercanos. Geoffrey es proyectado a varios metros de distancia por las dos explosiones y se queda aturdido.

 

            Geoffrey presiente que los diez Skelebots van a dispararle y sabe el momento justo y el lugar exacto al que van a disparar. Se sacude el aturdimiento y salta una décima de segundo antes de que caigan en su anterior posición diez ráfagas demoledoras de láser. Instantes después la SAMAS se une a los disparos contra el Cibercaballero, pero éste presiente también a tiempo su ráfaga de rail gun.

 

            Geoffrey da ágilmente volteretas por el suelo mientras esquiva una nueva lluvia de disparos. El Skelebot del cable seccionado agota su munición. La SAMAS sigue persiguiendo incansablemente a Geoffrey y esta vez le alcanza con una pasada de ametrallamiento que daña la armadura decorada del cibercaballero. Geoffrey se levanta furioso.

 

            La SAMAS vuelve a ametrallar de nuevo al caballero azul, pero éste salta ágilmente a un lado. Geoffrey se da cuenta de que antes al caer disipó inconscientemente sus dos espadas psíquicas, así que vuelve a crearlas con un simple pensamiento y ataca con ambas a dos Skelebots, intentando seccionar los cables que los unen a sus armas. Ambos robots paran sus ataques con sus vibrocuchillas incorporadas en los antebrazos. El piloto RPA Elite de la SAMAS aprovecha la momentánea distracción del cibercaballero para ametrallarle por la espalda, dañando el blindaje de su armadura corporal de caballero.

 

            Geoffrey vuelve a atacar a dos robots, logrando únicamente raspar sus fuertes blindajes. La SAMAS vuelve a abrir fuego contra el único Rifts Warrior que sigue combatiendo, de nuevo los proyectiles acelerados electromagnéticamente dañan la armadura de Geoffrey, que se cae al suelo por el impacto.

 

            La SAMAS sigue disparando, pero Geoffrey se coloca astutamente tras un Skelebot, que recibe el disparo en su lugar y queda seriamente dañado. Geoffrey se levanta y ataca con sus espadas psíquicas a dos robots, que se defienden con sus vibrofilos integrados.

 

            Se escucha un sonido estremecedor en el aire cuando seis misiles pesados de protones surcan el cielo e impactan en la plaza central. La explosión resultante es devastadora y atomiza por completo todo lo que hay en la plaza y alrededores, incluyendo la Spider Skull Walker y la infantería regular que quedaba. Los daños entre la población civil son escalofriantes.

 

            El piloto de la segunda SAMAS, que se había retirado al búnker, logra desencasquillar el arma. Está listo para volver a unirse a la batalla.

 

            La primera SAMAS ataca una vez más a Geoffrey, que esquiva dando un gran salto y una vez en el suelo sigue corriendo alrededor de sus enemigos sin parar de moverse. Nueve Skelebots disparan en fuego automático contra el cibercaballero, pero éste evita todos los disparos. Un Skelebot le ataca cuerpo a cuerpo con dos vibrofilos, pero Geoffrey le para con sus espadas psíquicas gemelas.

 

            Geoffrey ataca de nuevo a dos robots, empecinado en cortar los cables de alimentación de sus rifles láser. Uno de ellos se defiende, el cable del otro resulta dañado, pero no seccionado. La SAMAS ametralla a Geoffrey por la espalda una vez más, dejando su armadura humeante y agujereada. Nueve Skelebots disparan al Cibercaballero, quien se mueve a velocidad casi sobrenatural, evitando los disparos. Un Skelebot se lanza sobre Geoffrey atacando con sus cuchillas, pero este se defiende con sus espadas blanco-azuladas.

 

            El Cibercaballero discípulo de Sir Clark ataca una vez más pensando en su difunta esposa y en Sir Maximus, quien fue como un hermano para él. Logra seccionar el cable de un Skelebot. La SAMAS maniobra para situarse justo sobre Geoffrey y dispara hacia su cabeza, pero éste presiente la maniobra y la evita a tiempo.

 

            Geoffrey salta evitando a la SAMAS, pero cae mal y se tuerce el tobillo. Siente un intenso dolor en el pie al tiempo que le paraliza el terrible pensamiento de todos sus amigos muertos. Es el fin de los Rifts Warriors… Su esposa María muerta ante sus ojos. Estos horribles pensamientos le paralizan durante unos segundos cruciales, segundos en que los Skelebots lo hacen pedazos con una serie de ráfagas concentradas de sus rifles de láser variable.

 

            El heroico Cibercaballero dedica un último pensamiento a María antes de ser atomizado por completo. Es un pensamiento triste, pues sabe que nunca la volverá a ver, ni siquiera podrá recordarla…

 

            Transcurren unos veinte minutos de absoluta calma en la zona. Sólo se escucha el viento y el humo, el crepitar de los incendios que se han extendido por casi todo el pueblo, los gritos y gemidos de los heridos y moribundos habitantes de Angstville, el caminar mecánico de los Skelebots y el zumbido de las turbinas de propulsión de las dos SAMAS restantes.

 

            Daeron recupera la consciencia estornudando ceniza que se le ha metido en la garganta. Prácticamente no recuerda nada, por un momento ni siquiera sabe quién es. El Alto Mago pugna por respirar, y aparta ceniza con sus manos hasta que consigue sacar la cabeza, odia y teme cervalmente la oscuridad, pero por suerte ve la luz del día antes de perder los nervios. No sabe si es por la tarde o por la mañana, apenas sabe qué día es. No recuerda casi nada, pero un instinto le indica que no se mueva, que permanezca quieto.

 

            Daeron se queda medio adormecido y, minutos después, escucha un sonido que le saca de su ensimismamiento: pasos mecánicos de pies de metal, y el sonido más pesado de los pasos de dos armaduras potenciadas y unas voces. En su aturdimiento le cuesta entender lo que dicen, son voces humanas algo distorsionadas por los altavoces, no las entiende.

 

            Daeron siente repentinamente una poderosa fuente de emociones que parecen emanar de un ser superior, una profunda sensación de pena, tristeza y furia; seguida de un gran esfuerzo mágico. Daeron pierde en ese momento la consciencia.

 

Mañana del sábado, día 31 de diciembre de 104 PA:

 

            Transcurre una semana. Una semana que para Daeron, entrando y saliendo de la inconsciencia, pasa turbiamente. Daeron abre los ojos y parpadea, escucha voces que parecen humanas. Le parece que está en una enfermería tecnológicamente avanzada, aunque no puede estar seguro. Se sume nuevamente en la inconsciencia.

 

Mañana del domingo, día 1 de enero de 105 PA:

 

            Al día siguiente Daeron abre los ojos tórpidamente. Parpadea y ve frente a él a Indira sonriéndole.

 

Indira: - "Hiciste lo que pudiste amado mío. No debes culparte por ello. No sufras por mí, ahora soy tan feliz… Aquí todo es luz, aunque te echaré mucho de menos amor mío". –

 

Daeron trata de levantarse para acariciar el rostro de su esposa. Ella parece apenada y dice: - "Geoffrey... él está aquí, pero me temo que ya no nos recuerda, ahora es un majestuoso hombre león, un ser sagrado". – Daeron toca el rostro de Indira y su imagen titila y se vuelve insustancial, instantes después desaparece.

 

            Daeron se da cuenta de que está en un hospital o un lugar similar. Trata de incorporarse mientras susurra el nombre de Indira. Escucha voces al otro lado de la habitación.

 

Doctor: - "Sí, ha sido una semana durísima. Esa maldita tecnología alemana... pero Jeremy consiguió las piezas mediante sus turbios contactos". –

 

Ayudante: - "El Cyborg casi está reparado, pero sufre una conmoción y se resiste a recuperar la consciencia. Estamos pensando en estimular eléctricamente su cerebro..." – Daeron se vuelve hacia las voces y ve a dos hombres con batas blancas y a Lord Akeimus el Blanco.

 

Ciberdoctor: - "En cuanto al otro... es un caso grave... Ese espía coalicionista, o lo que sea... es fuerte y se aferra a la vida... Pero va a necesitar intensa reconstrucción. Al menos parcial reconstrucción 'Borg si espera sobrevivir. ¿Quién pondrá los fondos?" –

 

Akeimus: - "Los fondos son lo de menos, si es necesario que sea trasladado con urgencia a Pedro Tomeo". –

 

Ayudante: - “En cuanto al mago de la Federación, sólo sufre conmoción. Creemos que el trauma que ha sufrido puede haberle trastornado, pero esperamos que se acabe recuperando". –

 

Lord Akeimus: - "La Coalición ha sido expulsada de Angstville, pero a qué precio..." – Daeron ve la expresión apesadumbrada en el rostro del Archimago blanco. Junto a él ve la figura siniestra del Ejecutor, Gran Maestre del Gremio de Mercenarios de DarkGate.

 

Ejecutor: - "Los supervivientes se han negado a recibir nuestra ayuda, me temo que nos odian ahora más que nunca". –

 

Lord Akeimus: - "¿Cuantos han sobrevivido?" –

 

Ejecutor: - "Apenas doscientos, de un pueblo de cerca de dos mil habitantes..." –

 

Ciberdoc: - "Menuda masacre, nunca creí que los Rifts Warriors fueran unos asesinos de gente inocente..." –

 

Daeron: - “Hey…” – El Alto Mago se incorpora, la cabeza le da vueltas, pero está cada vez mejor. Se lleva una mano a la cabeza. – “¿Asesinos?” -

 

Akeimus: - "¡Oh, Daeron!" - Mira a su amigo Daeron con enorme tristeza. - "No sabes cuánto lamento la pérdida de tu esposa y de tantos de tus amigos. Jamás serán olvidados, amigo mío. Lo habéis dado todo por DarkGate”. –

 

Daeron: - “¿Dónde estoy?” – El mago siente un nudo en la garganta.

 

Akeimus: - “Estás a salvo, en el Gremio de Mercenarios de DarkGate. – Hace una pausa. - Lord Akiron, Señor del Aire y la Tierra, y líder del Consejo Regente os salvó a vosotros tres. Para los demás... ya era demasiado tarde". –

 

Daeron: - “¿Tarde? ¿Sólo tres?” –

 

Akeimus: - "Todos muertos, Daeron". –

 

Daeron: - “¡Dioses!” – Daeron ve que a Akeimus le resbala una lágrima por la cara. El Archimago blanco se acerca a él y le abraza con fuerza.

 

Akeimus: - "Lo siento muchísimo, amigo mío. Emil está aquí, y también Alexa, Quick, Tanreack, Ebon. Media ciudad ha estado toda esta semana esperando a veros, aunque los médicos no les han dejado, claro. Las festividades por el Año Nuevo casi han pasado a segundo plano ante la noticia de la tragedia de los Rifts Warriors…” –

 

Daeron: - “Balwind, Striker, Snich, Geofrey, María, Lara, Sanakin, Erzebeth... Indira…” – Murmura trastornado los nombres de los caídos.

 

Akeimus: - "Cumplisteis vuestra misión como los héroes que siempre habéis sido. Aunque el precio... fue el más alto. Vuestros nombres están grabados con letras indelebles en la leyenda". – El Archimago se limpia las lágrimas con un pañuelo.

 

Akeimus: - "Creemos que la Coalición no sabrá de la implicación de DarkGate y Pedro Tomeo en el ataque, aunque no podemos garantizarlo". –

 

Daeron: - “Sólo actuamos como Rifts Warriors”. –

 

Akeimus: - "Han sido vistas varias patrullas de reconocimiento SAMAS en la zona, aunque los antiaéreos de Pedro Tomeo las han ahuyentado con algunas salvas de advertencia. Esperamos que no regresen". –

 

Daeron: - “No creo que puedan pensar en DarkGate”. –

 

Akeimus: - "Un tal Capitán Prince de Tolkeen ha estado muy insistente estos días, dice que debéis ir a Tolkeen y pasar allí una temporada. De hecho, eso era inicialmente parte del plan. Aunque ya no sé si eso será necesario. Creemos que no hubo supervivientes coalicionistas y que no tuvieron tiempo de enviar un mensaje de socorro... Ahora descansa, Daeron. Necesitarás tiempo para pensar, meditar, y recuperarte de tu pérdida". –

 

Daeron: - “Eso que decíais de asesinos…” –

 

Akeimus: - "No pienses en eso ahora, Daeron. Será lo mejor que ignores las habladurías de la gente. Ahora debes descansar, recuéstate de nuevo, nosotros nos ocuparemos de todo..." –

 

Daeron: - “Las habladurías nos hicieron héroes”. –

 

El turno finaliza a mediodía del domingo, día 1 de enero de 105 PA.

 

Fin del Turno 45 de Rifts.

 

DarkMaste.

Cargando editor
28/07/2016, 20:47
Rifts Warriors Legacy.

Baldwin King: Rifts: Turno 45.

 

Tarde del jueves, día 22 de diciembre de 104 PA:

 

Todas las responsabilidades recaen sobre mí. Todas. Liderar un equipo como los Rifts Warriors. Llevarlos por buen camino hacia las luchas contra la Coalición y traerlos vencedores. Cargar con el peso de cada compañero que muere en el frente de batalla, con cada uno. La maldita cura Juicer de la Coalición... si tan sólo supiera la verdad... pero no. Soy un Rifts Warrior, soy su líder. Debo llevarlos a la victoria sea como sea. No importa el tiempo que tardemos, pero poco a poco iremos quitando a los coalicionistas de la faz de la tierra, poco a poco.

 

Ya no me queda mucho tiempo en este mundo. Cada día que pasa debo vivirlo como si fuera el último. Soy un Juicer, no le tengo miedo a la muerte, a lo que le tengo miedo es a la muerte de mis compañeros mercenarios por un error mío. Ese es mi verdadero temor. Podría enfrentarme a una docena de Tiranosaurios Rex armado sólo con un cuchillo, y, aún así, no tendría miedo... pero una orden mal dada... Espero estar haciendo bien.

 

El avance por el desierto es más rápido de lo que esperaba. La cálida brisa levanta muy poca arena, por lo que la visibilidad es óptima. Delante del convoy, viajan en sendas hovermotos Erzebeth y Striker. Ellos son nuestros exploradores, son ellos los encargados de mostrarnos el camino. La estática de la radio me indica que uno de ellos trata de comunicarse conmigo. Presiono el botón del intercomunicador, y le pregunto a Erze si está todo tranquilo allí delante. Ella me responde con una palabra en elfo, algo que no comprendo, pero algo en mi interior me dice que han encontrado algo... seguramente sea el tanque que la buena gente de Pedro Tomeo “extravió” para nosotros.

 

  • “Baldwin, creo que hemos encontrado lo que andábamos buscando. Jefe... será mejor que vengas a ver esto”. –

 

  • “Muy bien, Striker. ¡Atención todo el mundo! ¡Detenemos la marcha! La vanguardia ha encontrado algo en el desierto”. –

 

Detengo el hoverfurgón mientras le pido a mis acompañantes que desciendan y se agrupen con Striker y Erze en la vanguardia. Cuando abro la puerta del conductor, la brisa del desierto hace que la arena entre al hoverfurgón y me golpee en la cara. Cierro el casco de mi armadura, para poder respirar mejor y me acerco a los demás que ya se encuentran alrededor del tanque recién descubierto. Bien, bien, bien. Los planes van saliendo como pensamos. Tenemos ya el tanque además de la futura ayuda de Heavy Duty con su Iron Bolt.

 

Sábado, 24 de diciembre de 104 PA:

 

 

Avanzamos durante un día completo. Ya nos encontramos en las afueras de Angstville y todavía no nos han detectado. Hum... tengo que pensar como realizaremos la incursión. Striker es el especialista en rifles de precisión, él es el indicado para parapetarse en un punto elevado donde pueda divisar todos los movimientos enemigos y desde allí, disparar los dardos localizadores para los misiles. ¿Pero cómo? Comienzo a mirar hacia todas direcciones buscando un punto elevado, hasta que logro ver una alta colina. Es allí donde estará Striker. J. T. Shidi se propone como voluntario para llevar al elfo Juicer con su SAMAS hasta la cima de la cordillera y desde allí esperar el ataque. Asiento con la cabeza, mientras Shidi remonta vuelo con Striker cogido por los brazos.

 

Bien. Todo está saliendo a la perfección... eso me pone un poco tenso... ¡Bah! “Deja de pensar tonterías, Baldwin, la Coalición no tiene nada que hacer ante los Rifts Warriors” me digo mientras observo a Briaeros inspeccionar el tanque Iron Hammer. En ese momento, veo como Sanakin trata de introducirse al tanque, con la clara intención de ser parte de su tripulación... no amigo, ese no será tu puesto muchacho.

 

  • “Sanakin, no. Por favor, baja de ese tanque. Esa no será tu posición de batalla. Te quiero en la primera línea de fuego, con tu pesado eyector y tus mini misiles. En el tanque estarán Briaeros en la conducción, Lara y Erze como artilleras y yo mismo como comandante del tanque”. –

 

El Full Conversión ´Borg me dice si Lara no nos será de más ayuda en su Sky King y le respondo que no. Que dejaremos el hoverfurgón y el Sky King de Lara a resguardo, ocultos en el desierto. Veo como la mole de acero macizo asiente con su gran cabeza y prepara sus armas. El cibercaballero Sir Geoffrey se acerca a mí y me dice que quiere darle la oportunidad a los coalicionistas de rendirse y que, además, esa es una buena forma de darnos a conocer como los Rifts Warriors, sin poner en el medio ninguna de las ciudades de la alianza. Snich se coloca rápidamente sobre el tanque, casi no lo veo moverse. El pequeño alienígena saca uno de los estandartes más grandes y lo coloca sobre el tanque.

 

Le doy el visto bueno a Geoffrey para que proceda con el plan y este monta sobre su caballo robot, alejándose al galope. Detrás de él, Sanakin Goldman, con otro de los estandartes grandes, lo sigue a paso redoblado. Doy las órdenes correspondientes a los demás guerreros para que tomen posiciones de ataque, mientras entro en el tanque junto con los demás, preparándome para atacar. Espero estar haciendo lo correcto.

 

Comienzo a activar cada uno de los sensores del tanque. Las pantallas comienzan a encenderse a medida que presiono los botones. En una de ellas, la central, aparece una pantalla de radar aéreo. No muestra ningún enemigo de momento, eso es bueno, significa que no nos han detectado todavía. Saben que estamos aquí, pero no saben con qué fuerza contamos. Me pregunto cómo le estará yendo a Striker y a Silver Hawk. Espero que no les pase nada mientras esperamos.

 

Han pasado más de cuarenta minutos, y los sensores no indican nada todavía. En ese momento, dos puntos brillantes comienzan a parpadear en la pantalla de radar. Pulso algunos botones para poder identificar el blanco y en la pantalla aparecen unos gráficos tridimensionales de dos SAMAS Power Armor. ¡Maldición! ¡Ya vienen!

 

-clonk, clonk –

 

Alguien está golpeando la escotilla de entrada al tanque. Abro la puerta y al asomar mi cabeza, veo al Cibercaballero con la cara cubierta de sudor. Sir Geoffrey me explica que ha parlamentado y que no se van a rendir. También me dice que poseen muchas máquinas de guerra y que nos superan en número. Mis ojos se abren como platos cuando veo que las dos SAMAS que ha detectado el radar del tanque nos sobrevuelan.

 

-“Baldwin, no creo que debamos atacar. No se rendirán y nos superan ampliamente”.–

 

-“¿Cómo dices Geoffrey? ¿Qué no ataquemos? ¿Qué hacemos aquí entonces? Debemos evaporarlos del mapa, Sir, no debemos dejar a uno vivo. ¿Briaeros, tienes fijadas las SAMAS? ¿Sí? Bien, fulmina a esos cabrones. Comienza la operación... Liberación de Angstville”. –

 

Briaeros toquetea unos botones en la consola de armas del tanque y dispara los minimisiles con dirección a las SAMAS. Las máquinas voladoras, hacen un intento desesperado para destruir los misiles con sus Rail Guns, pero no logran hacerlos estallar. Tres misiles impactan en cada una de ellas, haciéndolas caer como pájaros muertos desde el cielo.

 

Mi pantalla de radar comienza a mostrar a los enemigos que se aproximan a nuestra posición, uno de ellos es un tanque Mark V que ya nos tiene en su mira. Con un grito, les ordeno a las dos artilleras que preparen sus armas para repeler el ataque. Nuestro tanque se encuentra muy lejos como para utilizar todas nuestras armas, lo mejor será que nos acerquemos un poco. Le doy las instrucciones a Briaeros para que avancemos, y él, con un rápido movimiento de sus manos, ordena a la computadora de a bordo que desplace el tanque hasta situarnos a unos metros de Sanakin.

 

Miro la pantalla de radar por enésima vez, y noto con sorpresa que Sanakin y Snich, están a merced de los enemigos. Debo salir de aquí y ayudarlos como sea. Mi bio-computadora inyecta a mi torrente sanguíneo una gran cantidad de adrenalina, la cual me hace moverme a una velocidad pasmosa. Rápidamente, cual rayo, abro la escotilla del tanque y salgo hacia fuera donde están mis amigos. Con uno de mis pies, cierro la escotilla de salida, al mismo tiempo que doy un salto para situarme a un lado de Sanakin, con mi rifle en posición de disparo.

 

Todos mis amigos hacen lo posible por destruir a los enemigos, pero es Sanakin, con su terrible arma de plasma, quien hace volar por los aires al tanque que nos estaba acechando, perdiendo así la Coalición una de sus mejores armas de ataque. Las SAMAS que nos sobrevuelan abren fuego a discreción sobre nosotros. Por todos los tubos de mi cuerpo comienza a recorrer una mezcla de drogas energizantes e hiperactivadoras del sistema nervioso central, para darme la ayuda química necesaria para esquivar la ráfaga de balas.

 

Con un estupendo salto acrobático, logro que todas las balas de la SAMAS con dirección a mi persona, golpeen en el suelo donde me encontraba diez milésimas de segundos antes, levantando polvo y piedras con el impacto. Ahora es mi turno de actuar. Me concentro firmemente en uno de mis poderes psíquicos, para crear un escudo transparente que nos proteja a todos. Tras unos segundos de concentración, una cúpula invisible aparece rodeando al tanque, a Snich, a Sanakin y a mí. Listo, ahora sólo nos queda borrarlos del mapa.

 

En ese instante, una explosión me hace girar la cabeza, para ver a nuestro tanque, sacando humo por uno de sus cañones. ¡Mierda! Una especie de robot sale del pueblo y nos ubica con sus sistemas. Una andanada de varios misiles se aproxima a nosotros. Desde el tanque, varias ráfagas de Rail Gun pesado, disparan sobre los misiles haciéndolos estallar antes de que den en el blanco. Los demás enemigos también nos disparan, pero gracias al campo de fuerza que he creado, nadie sufre daños. Sin embargo, el campo de fuerza parece que está a punto de desaparecer.

 

Mientras los Rifts Warriors abren fuego contra las molestas SAMAS, me concentro nuevamente con el fin de renovar el campo de fuerza que nos protege. Una vez más, el campo de fuerza psíquico, aparece frente a nosotros, dándonos otra oportunidad de sobrevivir. En ese instante, Sanakin Goldman, el pesado Full Conversión ´Borg, dispara una descarga de su eyector contra el tanque que hecha humo, haciéndolo volar en miles de pedazos.

 

¡¿Pero que demonios es eso?! El robot que acaba de salir del pueblo, dispara cuatro misiles contra nosotros. Lara, hace lo imposible para destruirlos con su Rail Gun, pero falla, y todos ellos, golpean contra mi campo de fuerza haciéndonos temblar por la onda expansiva. El otro tanque, el Mark V APC a la salida del pueblo, también nos dispara sus misiles. Son muchos, ya que desde mi posición, puedo ver más de quince estelas grises que se alejan del Mark V y vienen hacia nuestra posición.

 

Mi bio-computadora hace lo suyo, me chuta un poderoso cóctel de drogas, para poder lograr una extrema concentración y para que mi pulso sea firme como el de un pintor. Desenfundo mi pistola, apunto cuidadosamente a la salva de misiles, y les vacío por completo el E-Clip. No logro destruir a ninguno. Los veinte misiles se acercan cada vez más y más hacia donde me encuentro. Trato de cubrirme los ojos con la mano, para evitar quedar ciego con la terrible explosión, pero no lo logro. Los misiles son mucho más rápidos que yo y en ese preciso momento, comprendo que nunca sabré la verdad acerca de la “Cura Juicer”.

 

Lo último que alcanzo a ver, antes de convertirme en polvo estelar, es una calavera de la Coalición, pintada en la cabeza explosiva del misil. Después, sólo el silencio.

 

Fin.

 

Turno final de Baldwin King para Rifts.

Cargando editor
29/07/2016, 18:04
Briaeros Hekatonkiros.

Briaeros: Rifts: Turno 45.

 

Tarde del jueves, día 22 de diciembre de 104 PA:

 

            Iniciamos la misión de limpieza de Angstville con una caminata por el desierto. Como siempre voy escoltando el hoverfurgón de Shidi al igual que Sanakin. Lara sobre su Sky King da cobertura a Erzebeth y Striker que van en las hovermotos, el Cybercaballero y su señora montan sobre sus caballos robot Arabian y Shidi vuela en la retaguardia del grupo. Snich como no, está en el techo del hoverfurgón.

 

            No pasa mucho tiempo hasta que Erzebeth localiza lo que parece una duna muy mal construida con una tela de camuflaje. Nos acercamos para descubrir que se trata de un modelo de tanque algo obsoleto y anticuado, un Iron Hammer. Sanakin lo mira como si fuese un juguete nuevo, pero rápidamente me doy cuenta de que él será necesario fuera de del tanque debido a su potencia de fuego. Yo debería estar a su lado, pero alguien tiene que mover este cacharro y no veo a nadie más con posibilidades de hacerlo exitosamente.

 

            Inspecciono el exterior con cautela, padece múltiples reparaciones y está muy  usado. Me adelanto y abro la escotilla para inspeccionar el interior del mismo. Veo que este modelo necesita de tres o cuatro tripulantes: el piloto, el artillero principal, el artillero secundario y el comandante. Voy informando de lo que voy descubriendo a medida que me aseguro de qué es cada cosa.

 

            Me siento en el puesto de piloto maravillándome de que haya sido modificado para albergar un piloto Full Conversión ‘Borg. Activo los sistemas tanto de armamento como de sensores y me voy familiarizando con los botones, palancas e indicadores. Descubro que el tanque, a pesar de lo que parecía por fuera, por dentro es otro mundo.

 

            Los sistemas de armamento son devastadores y está 100% operativo y funcional. Algunas veces la pantalla principal titila un poco, pero eso seguramente sea debido al constante vibrar del motor en marcha. Baldwin asigna a Lara y Erzebeth como artilleras y a sí mismo como comandante. Una vez cada uno en su puesto se da la orden de en marcha.

 

            Oigo una conversación algo interesante entre Geoffrey y Baldwin sobre si hay un Plan B. Parece que el Cibercaballero no las tiene todas consigo en esta misión, a lo que yo murmuro por lo bajo: Fuerza y Honor. Es increíble, estoy a punto de embarcarme contra los aliados de mi propio país con unos compañeros a los que no hace un mes que conozco, pero que son, y serán mi familia. No hay Plan B, no hay retirada posible. O vencemos o somos vencidos.

 

            Iniciamos el resto de camino hacía el objetivo fijado. Todos han de ir al ritmo que marca el Iron Hammer ya que es el más lento de todos. Estoy algo nervioso, se podría decir que me sudan las manos, pero eso es algo que no sucede desde hace unos años, pero la sensación es la misma. Disimuladamente me paso las manos por los muslos para secar ese supuesto sudor, es un movimiento reflejo, sé que con el tiempo me acostumbraré a esta sensación sin asociarla al sudor de mis manos.

 

            Pregunto a Baldwin qué se sabe del Iron Bolt y me dice que tiene la esperanza de que llegue en cuanto sea necesario. El no saber cuándo se contará con ese apoyo artillero es algo que inquieta. Quizá se debería primero utilizar la cobertura de artillería y después acercarnos y dispuestos a barrer los Coalicionistas que se nos pongan por delante. Espero que Striker sea tan bueno como dicen con el rifle, ya que se podría decir que le toca la piedra angular del plan.

 

Noche del viernes, día 23 de diciembre de 104 PA:

 

            Tras todo un día de marcha llegamos a la posición clave para que Shidi acerque a Striker a las montañas del Valle de los Dinosaurios, para dificultar su localización cuando empiece a disparar ya que ciertamente la retaguardia no está protegida. Nos despedimos de ellos con un Fuerza y Honor más sentido si cabe.

 

Mañana del sábado, día 24 de diciembre de 104 PA

 

            Los Coalicionistas no nos han detectado, parece ser que no están muy atentos a sus sistemas de defensa, parecen muy confiados o nos preparan una trampa. Geoffrey se adelanta con Sanakin para parlamentar con los Coalicionistas, les va a dar la oportunidad de rendirse, todo un Cibercaballero este Geoffrey.   

 

            Escondo el tanque detrás de una colina próxima al pueblo, dificultando así que puedan detectarnos desde el pueblo. Empiezo a estar nervioso, hace rato ya que Sanakin marchó con Sir Geoffrey y aún no sabemos nada. Tampoco tenemos noticias de Striker ni de Shidi, pero el no haber escuchado tiros es buena señal y supongo que habrán llegado a la colina sin dificultades.

 

            Empieza el festival, los sensores detectan dos SAMAS que vuelan en nuestra dirección. Como algo natural las sitúo en el punto de mira de los misiles preparado para abrir fuego a la orden de Baldwin. Éste abre la compuerta y, durante un breve momento, habla con Sir Geoffrey y acto seguido da la orden.

 

  • "Bien, comienza la operación... Liberación de Angstville. A vuestros puestos. Briaeros, fulmina a esos cabrones". –

 

            Dos Salvas de misiles vuelan en dirección a las SAMAS y las derriban tras un intento inútil por su parte de hacer estallar las salvas en el aire. Saco el tanque de detrás de la colina para tener un blanco más claro sobre lo que nos espera en el pueblo y ponernos al lado de Sanakin que se ha puesto en vanguardia del ataque.

 

            Ahora se sucede todo con la extrema velocidad de un combate. Lara y Erzebeth disparan a un APC dañándolo considerablemente. De repente los sistemas de detección del Iron Hammer se vienen abajo. Al intentar localizar el APC enemigo con el sistema de armamento el sistema se ha sobrecargado y ha salido un mensaje de error. Inmediatamente les digo a los ocupantes que salgan del tanque a toda prisa, ya que somos un blanco demasiado fácil para los poderosos sistemas de armas enemigos.

 

            Erzebeth, en el momento en que me levanto del asiento del piloto, me indica que ella tomará los controles y que yo salga afuera, que seré más necesario. No tengo ni tiempo de abrir la escotilla. Un fuerte impacto y una negrura caen sobre mí como un manto mojado.

 

            Me levanto trabajosamente y recojo mi cañón de plasma Arik 001. No sé exactamente qué ha sucedido, pero parece ser que el tanque ha quedado reducido a pulpa metálica… Han caído Lara y Erzebeth, Snich y Baldwin… esto lo pagarán caro. Es hora de demostrarles de lo que soy capaz. Corro hasta situarme al lado de Sanakin, quien estando allí delante, solo, disparando su cañón de plasma y recibiendo disparos sin tan siquiera moverse lo más mínimo parece un Héroe sacado de los más increíbles relatos.

 

            Al llegar a la altura de Sanakin me doy cuenta de que tiene los cubículos de los lanzamisiles de la espalda vacíos y me dispongo a recargarlos. Sir Geoffrey se percata de mi maniobra y la imita. Mientras yo pienso en qué habrá sido de Shidi y de Striker y miro dirección a la colina donde iba a estar Striker y veo que sale humo de la cima. Por un momento, mientras recargo el segundo misil, me percato de que quizá Shidi y Striker necesiten ayuda y decido ir en su busca.

 

            Sanakin y Geoffrey me siguen y me doy cuenta de que los tres hacemos un blanco suculento para la capacidad de fuego del enemigo y decido separarme de ellos hacia un lado. Mientras me separo intento descubrir las posiciones enemigas, pero algo pasa. De repente no oigo ni veo nada, mis sistemas de sensores han quedado anulados…

 

            Me quedo clavado en el sitio, más que clavado me quedo helado. Esto es lo que no quiere nadie en el campo de batalla, nadie quiere quedarse ciego y mudo, no saber lo que pasa, no poder ayudar a tus compañeros. El miedo te atenaza como pinzas de muerte, en cualquier momento caerá un disparo de algún sitio e impactará contra mí, reduciéndome a la misma masa de hierro que ahora es el Iron bolt con mis cuatro compañeros muertos… Lara, Erzebeth, Snich, Baldwin… No les puedo fallar, no en el día de hoy, su muerte no debe quedar sin venganza. Han muerto con un objetivo y, si no se cumple, su muerte habrá sido en vano.

 

            Inmediatamente a esta cadena de pensamientos me pongo a  revisar todos y cada uno de los sensores… Todo parece correcto, todo parece normal, pero no funcionan ni los sensores de emergencia…

 

            Se hace la luz, ya puedo ver, distorsionado y con constantes saltos de pantalla, pero puedo ver y oír, si a esto se le puede llamar así. Pero para mí es más que suficiente para apuntar a la Spider Skull y abrir fuego con el Arik 001. Para deleite de mis sensores acierto y derribo a esa magnifica arma de guerra, pero el deleite es efímero ya que se levanta inmediatamente y me localiza con sus sensores y sistemas de armas.

 

            Dos disparos me derriban al suelo mientras recibo una señal de radio:

 

  • Los huevos están recargados en el nido. –

 

  • Las víboras tienen hambre, traedles los huevos.

 

  • Regalo en 15. –

 

            Trabajosamente me pongo de pie, pero una constante lluvia de proyectiles y rayos láser me lo impide hasta que finalmente un disparo destroza por completo mi cuerpo.

 

            Caigo en un sueño turbador. Estoy en el campo de batalla, no tengo munición ni armas, vuelvo a estar en Alemania, pero ahora mis rivales son mis actuales compañeros. Todos están armados con bastones de Descargas. No son mortales, pero para un cyborg como yo es algo muy doloroso.

 

            Todos están enfadados conmigo por mi caída, esperaban más de mí y les he defraudado… Es un sueño que se repite una y otra vez unas veces durante varios minutos, si se puede contabilizar este estado de inconsciencia, otras veces segundos, son sueños o mejor dicho, pesadillas.

 

            Recibo señales confusas, como voces que vienen de otro universo, no sé si esto es la muerte, pero lo que yo sí sé es que si no estoy muerto, debería, pero la oportunidad de vengarme de la Coalición si sigo con vida no pienso desaprovecharla.

 

            Las voces dicen que habrá que estimular mi cerebro electrónicamente a lo que yo intento responder, pero toda una serie de cambios en circuitos, sensores y piezas me lo impiden. Me centro en hacerme un auto-reconocimiento y finalmente “abro los ojos”.

 

Planes futuros:

 

  • Mejorar mi sistema de armas.
  • Buscar los Rifts Warriors supervivientes y reunificar el grupo.
  • Vengar a los caídos y recuperar la buena reputación perdida.

 

Fin turno 45 de Rifts de Briaeros.

Cargando editor
02/08/2016, 23:27
Daeron Drognan.

Daeron Drognan: Rifts: Turno 45:

 

Tarde del jueves, día 22 de diciembre de 104 PA:

 

            El Sol se alza radiante en el cielo, recordándonos nuestra insignificancia en el megaverso y abrasando nuestros cuerpos fatigados. El Sol, para muchos no es más que una bola de fuego gigantesca que se enciende al alba y se apaga al ocaso, dándonos luz y calor.

 

            Mi visión es totalmente diferente, para mí el Sol representa la vida, pero también la muerte. El Sol nos enseña que, por muy poderosos que podamos llegar a ser, siempre habrá alguien que nos aplastará como a un gusano. Ni siquiera los Rifts Warriors estamos a salvo de tal posibilidad, ni tampoco la Federación de la Magia o la Coalición.

 

            Múltiples son las facetas del astro rey, pero si tuviera que quedarme con una, no dudaría ni un instante: su reflejo en el rostro de Indira, en su pelo, en sus labios... Indira, ella sí que es un regalo de los dioses... ¡Alabada sea Isis por el día en que me concedió la fortuna de encontrarla!

 

            Ella me conforta en los momentos difíciles, es la única persona que consigue entenderme; creo que me conoce más de lo que yo mismo me conozco. Su llegada a este mundo es incierta, sí, ¿pero quién soy yo para cuestionar cómo ha llegado a la Tierra? Lo importante no es la forma en que hayamos llegado a este mundo, sino el camino que sigamos... y espero que el mío vaya paralelo al de Indira.

 

            Uno a uno echo un vistazo a mis compañeros. Desde luego los Rifts Warriors nos hemos convertido en un grupo formidable: Baldwin King, nuestro carismático líder, ha demostrado dirigirnos con sabiduría, algo sorprendente para un Juicer. No se parece en nada a su hermano Solomon, al menos mentalmente, puesto que físicamente son idénticos.

 

            Sanakin, el poderoso Full Conversion ‘Borg, que ha resucitado de entre los muertos para seguir luchando a nuestro lado. Lo ha sacrificado todo por el combate: su pasado, su cuerpo, y hasta su vida, pues hizo explotar su reserva de misiles con la intención de salvar al resto del grupo. Es todo un héroe, además de nuestro guerrero más poderoso.

 

            Por otro lado está Briaeros, el ‘Borg alemán. No parece muy sociable, aunque sus antenas me llaman la atención, nunca había visto un ‘Borg como él antes. Además, Indira parece llevarse bien con él, y le está enseñando a hablar American. Indira se lleva bien con todo el mundo, es un cielo.

 

            Shidi... ¿quién iba a decir que un mago podría tener una relación tan buena con un soldado de la Coalición? Es una ironía, la vida da muchas vueltas... pero así se han desarrollado los acontecimientos. Ahora se ha convertido en el enemigo de sus antiguos amigos, y lucha a nuestro lado defendiendo la verdad, el bien y la justicia.

 

            El Cibercaballero Geoffrey y María García aportan al grupo una dosis de heroísmo, y son un ejemplo para todos. Se retiraron de la vida aventurera, podían haber pasado el resto de sus días viviendo tranquilamente... Pero han decidido volver a luchar junto a nosotros, los Rifts Warriors, en una misión tan peligrosa como la que nos aguarda.

 

            Erzebeth, la exploradora elfa, siempre me ha fascinado. En mi escuela de magia había muchos elfos, además de otras razas, pero aquí la mayoría de la población es humana. Erze está un tanto deprimida desde la muerte de Mune, y no se lo reprocho: yo también lo estaría si algo le ocurriese a Indira.

 

            Striker, nuestro segundo elfo, es también nuestro segundo Juicer. Nunca antes había visto un elfo Juicer, y al principio desconfié de él, principalmente porque se mostraba muy cauteloso de revelar detalles sobre su pasado. Sin embargo, por ahora está demostrando ser un miembro leal al grupo, y no tenemos motivos para desconfiar de él.

 

            Lara, la ex bandida, convertida en una guerrera del bien más al servicio de los Rifts Warriors. Pudimos haberla matado junto a sus compañeros cuando intentaron asaltarnos, pero le concedimos clemencia, y eso salvó tanto su vida como su alma. Los Tres Señores de la Magia nos enseñan que debemos ser justos, tanto para destruir al malvado como para conceder misericordia al arrepentido.

 

            Y por último el pequeño Quick-Flex, Snich, que junto a Quick Silver despluman a los pobres borrachos que pueblan el Saloon de DarkGate. Personalmente no creo que pueda aportar gran cosa al grupo, a pesar de que considero que pertenece a una raza fascinante, pero no me fío mucho de él.

 

            Todos nosotros, sumándonos a Indira y a mí mismo, Daeron Drognan, formamos la compañía aventurera cada vez más famosa conocida como los Rifts Warriors. Doce miembros nada menos, es un número apabullante, nunca antes los Rifts Warriors habían contado con tantos componentes a la vez, aunque los que han pasado por ella, los muertos y retirados, se cuentan por docenas.

 

            Pero no es momento para pensar en desgracias pasadas, sino en victorias futuras. Tenemos una misión muy clara que cumplir: liberar el pueblo de Angstville del yugo de Prosek, y nada ni nadie nos va a impedir que cumplamos con nuestro objetivo.

 

Sólo lamento tener que involucrar a Indira en todo esto, si por mí fuera se quedaría en DarkGate mientras nosotros combatimos. Así no tendría que preocuparme por su seguridad, y emplearía mi magia en ayudar a los guerreros del grupo. Por desgracia conozco demasiado bien a Indira, y estoy seguro de que no permitiría que yo luchase solo. Es un cielo, pero creo que no entiende que ella no está preparada para combatir.

 

            Sí, es cierto que su actuación en la Bahía Negra fue decisiva. No en vano, fue ella la que hizo huir a Remington, mientras el jefe coalicionista montado en su SAMAS potenciada esquivaba nuestros disparos a gran velocidad. Sin embargo, Indira no sobreviviría sola ante una situación de peligro, mientras que prácticamente todos nosotros ya hemos pasado por eso.

 

            Aún me quedan secuelas del incidente con el Leatherwing que logró capturarme con sus garras... Tan sólo mis plegarias a los Tres Señores de la Magia y a Isis lograron salvar mi vida, y también la increíble maniobra de Maximus que me recogió con su hovermoto al vuelo. ¡Lo que hubiera dado por haber visto ese momento...! Lástima que estuviera inconsciente y moribundo, pero al menos sobreviví y estoy aquí para contarlo.

 

            ¡Pero bueno! Ya está bien de divagaciones. Tenemos muchas cosas que planear, y muchos coalicionistas por volatilizar. Shidi vuela en círculos con su SAMAS reluciente mientras avanzamos. Me costó mucho reparar la power armor plateada del soldado ahora conocido como Silverhawk, pero finalmente logré limpiar sus turbinas de arena y dejarla lista para el combate que se avecina.

 

            Erze nos hace una señal, indicándonos que hay algo a unos metros de nuestra posición. Se trata de un objeto grande cubierto con una lona de camuflaje, y cuando lo destapan todos podemos ver el imponente tanque Iron Hammer que nos prometieron en Santo Tomás. ¡Genial! Esto supondrá una ventaja significativa para nuestro grupo de asalto, y sumado al apoyo que nos pueda prestar Pedro Tomeo y DarkGate, podremos liberar Angstville de una vez por todas.

 

            Baldwin comienza a organizarnos, no queda mucho para la gran batalla. Yo iré subido al caballo robot Arabian de Sir Geoffrey, mientras que Indira va a acompañar a su esposa María. Me parece una buena decisión, ellos son mucho mejores jinetes que nosotros dos, y además Geoffrey podrá protegerme mientras yo conjuro mis hechizos.

 

            Mi aportación al grupo será bastante simple, y no creo que haya complicaciones. Al fin y al cabo voy a estar en la retaguardia, lo mejor que puedo hacer es usar mi magia para proteger a mis compañeros, mientras ellos destruyen a sus enemigos. Sanakin está imponente con su cuerpo reconstruido, sin duda esos coalicionistas van a desear no haber puesto sus xenófobos pies sobre Angstville jamás.

 

            El grupo intercambia unos comentarios de ánimo, todos estamos muy confiados en la victoria. Y no es para menos, formamos un pequeño ejército, y varios de nosotros ya combatimos en la Bahía Negra. Sin embargo aquellos eran coalicionistas exiliados, mercenarios, mientras que estos son soldados profesionales al servicio de la Coalición actualmente. Es muy posible que tengan más defensas que los incursores de Remington, aunque dudo mucho que sean capaces de hacernos frente si atacamos veloz y eficazmente.

 

            Ojalá todo esto se hubiera podido resolver de alguna otra forma. La violencia sólo engendra violencia, y si nosotros atacamos ahora a la Coalición, estoy seguro de que ellos nos devolverán el golpe. Habrá muertes en ambos bandos, eso es irremediable, y me gustaría poder haber resuelto este asunto de otra forma. Pero la realidad es así de dura, la Coalición no va a atender a razones. No abandonarán Angstville a menos que nosotros les obliguemos. Y eso es precisamente lo que vamos a hacer.

 

Noche del viernes, día 23 de diciembre de 104 PA:

 

            Llevamos todo el día atravesando el desierto, no debe quedar mucho para llegar a Angstville. El Valle de los Dinosaurios está muy cerca, y son muchos los recuerdos que me trae... La mayoría malos, pues no han sido pocos los compañeros y amigos que han perdido la vida en ese lugar maldito, entre ellos el heroico Sir Maximus Claw. Al menos me queda el consuelo de haber encontrado a Indira, lo que me recuerda que, incluso en un lugar tan terrible como el Valle de los Dinosaurios, es posible hallar la belleza.

 

            Shidi decide que va a llevar a Striker volando con su SAMAS hasta una posición estratégica, junto al Valle de los Dinosaurios, donde el Juicer podrá disparar, sin que le vean, sus proyectiles TAG. Es una misión muy arriesgada, si les descubren, estarán solos ante el peligro... y a pesar de que ambos son combatientes muy experimentados, necesitan el apoyo del resto del grupo para sobrevivir. Les deseo suerte, aunque realmente todos la necesitaremos.

 

Mañana del sábado, día 24 de diciembre de 104 PA:

 

            Erzebeth nos informa de que estamos a dos kilómetros de Angstville, así que nos detenemos para organizarnos. Intercambio una mirada con Indira, y no se hace necesario decir nada. Ambos estamos muy preocupados el uno por el otro, aunque yo creo que tengo más motivos de preocuparme por ella que ella por mí. Al menos yo tengo mi magia para defenderme, pero Indira... bueno, me tiene a mí.

 

            Geoffrey decide ir a hablar con el líder coalicionista de Angstville, una idea tan noble como inútil. La Coalición jamás se rendirá ante nosotros, puesto que probablemente nos superen en número, y avisarles sólo serviría para arruinar el factor sorpresa. Sin embargo, Baldwin es el líder y está de acuerdo con la decisión del Cibercaballero.

 

            Antes de que Geoffrey se vaya, concentro mi energía mágica y conjuro una Armadura Invencible sobre Sir Mournfolk. Al menos así tendrá una oportunidad si las cosas se ponen feas, no me extrañaría en absoluto que la Coalición tratase de acabar con la vida de Geoffrey antes de que el asalto comience.

 

             No puedo hacer nada salvo ver cómo Geoffrey se aleja ondeando la bandera de los Rifts Warriors, con Sanakin acompañándole. Pasan unos minutos de incertidumbre, mientras unos soldados les interceptan. Parecen estar hablando, pero no soy capaz de escuchar ni una palabra de lo que dicen.

 

            Tras una larga y angustiosa espera, Geoffrey y Sanakin comienzan a volver hacia nuestra posición. Pero no vienen solos, pues dos SAMAS los están siguiendo. ¿Qué pretenden, intimidarnos? Si esos pajaritos se atreven a acercarse a nosotros, los freiremos entre todos con facilidad.

 

            Unas extrañas nubes se forman en el cielo, y siento la presencia de una poderosa energía mágica en el ambiente. Probablemente sea obra de los Archimagos de DarkGate, que han venido a prestarnos su apoyo en el inevitable conflicto que va a producirse de un momento a otro. Veamos de lo que son capaces estos magos, le vamos a dar a la Coalición una razón más para que tema a la magia.

 

            Tras una larga espera Geoffrey llega hasta el grupo, y dice que la Coalición no está dispuesta a retirarse, y que cuentan con máquinas de guerra muy poderosas. Justo lo que me temía. Una de las SAMAS nos amenaza a través de un altavoz, diciéndonos que debemos retirarnos o seremos atacados. Todos nos miramos los unos a los otros, sabiendo que eso no va a suceder.

 

Baldwin: - “Comienza la operación... Liberación de Angstville. A vuestros puestos, caballeros. Briaeros, fulmina a esos cabrones.” –

 

            Nuestro tanque dispara una serie de misiles hacia las SAMAS, y les impactan de lleno. Las Power Armor voladoras son derribadas irremediablemente, tan sólo para ser rematadas a continuación por un disparo de Snich y otro de Indira. Mi querida Indira me sonríe, haciéndome ver que no está tan indefensa como yo creo. Bueno, ha sido un tiro con suerte, y esas SAMAS estaban condenadas en el momento en que se separaron del resto de las tropas. Pero aún quedan muchos más coalicionistas por eliminar.

 

            Salgo corriendo hacia Indira, sabiendo que pronto va a comenzar una lucha descarnada, y genero una Armadura Invencible a su alrededor. Indira me lo agradece con una gentil sonrisa, y yo me quedo mucho más tranquilo al saber que estará a salvo. Después lanzo el mismo hechizo sobre mí mismo, pues si yo muero no podré proteger al resto de mis compañeros.

 

            Más SAMAS se aproximan, y los disparos se suceden. Sin saber muy bien qué hacer, desenfundo mi Six-Shooter y descargo toda mi munición contra una SAMAS que se aproxima, pero ésta logra esquivarme para mi pesar. En la ciudad se escuchan varias explosiones, seguramente Striker y Shidi están implicados en ello. ¿Dónde demonios están los misiles del Iron Bolt bombardeando la ciudad? ¡Los necesitamos como agua de Mayo!

 

            Recargo mi pistola mientras veo cómo mis compañeros se encargan sin problemas de las SAMAS. No tienen nada que hacer contra nosotros, pero las malditas Power Armors esquivan nuestros disparos con una facilidad apabullante, haciéndonos perder un tiempo precioso. Mientras tanto, un tanque enemigo dispara al nuestro, pero afortunadamente Baldwin ha generado un campo de energía telekinética que lo detiene. No hay muchos Juicers capaces de hacer algo así, es una suerte contar con el liderazgo de Baldwin en nuestro equipo.

 

            Mientras fijo un nuevo blanco, escucho una explosión terrorífica. Cuando dirijo la vista a esa dirección, veo que donde antes estaba nuestro Iron Hammer, ahora sólo queda un cráter humeante y un amasijo de hierros ardiendo. No puede ser, esto no puede ser real... ¡No puede ser verdad! Baldwin, Snich, Lara, Briaeros... Todos ellos muertos...

 

            Shidi y Striker probablemente hayan sufrido el mismo destino, pues no hemos vuelto a tener noticias de ellos. Eso sólo nos deja a Sanakin, Geoffrey, María, Erzebeth, Indira y yo... contra la Coalición. Tan sólo la mitad del grupo, y nosotros apenas hemos sido capaces de causar unas cuantas bajas. ¡Esto no va a quedar así! ¡Hemos pasado por muchas penurias como para perderlo todo ahora!

 

            Disparo con gran furia todo mi cargador de la Six-Shooter contra la misma SAMAS de antes, y ésta estalla en el aire. El ruido de la explosión se confunde con el sonido de los rayos que comienzan a caer del cielo, casualmente sólo contra la Coalición. ¡Malditos, seguro que no estabais preparados para eso!

 

            Las máquinas de guerra enemigas parecen muy dañadas, pero nosotros hemos perdido la mitad de nuestros miembros. ¡Tal vez nos maten a todos, pero no les será nada fácil! Tantos compañeros muertos, tantas vidas perdidas, tanta destrucción... Eso es precisamente lo que yo quería evitar.

 

            Recargo mi arma mientras veo cómo las dos SAMAS que quedan, de las cuatro que vinieron a por nosotros, huyen con el rabo entre las piernas. Podrán huir, pero no esconderse, pues pensamos ir hacia ellos.

 

Geoffrey decide que va a cargar hacia el enemigo, junto a Sanakin que ya se ha adelantado. Intento montarme al Arabian sin mucho éxito, estoy algo confuso y no tengo ni idea de montar a caballo. Afortunadamente la mano de Geoffrey me sube por la fuerza, demostrando estar más en forma de lo que aparenta.

 

            Cabalgamos a una gran velocidad, y por un momento estoy a punto de caerme, pero logro agarrarme a la armadura del Cibercaballero. Por fortuna mis manos atraviesan su Armadura Invencible sin problemas, causando un efecto curioso. Cuando llegamos a la altura del resto del grupo, me bajo corriendo del Arabian y lanzo otra Armadura Invencible sobre Sanakin, quien parece dispuesto a cargar él solo contra todo el ejército de la Coalición, y estoy convencido de que podría hacerlo.

 

            Miro alrededor, y sólo veo humo, fuego, destrucción. El caos es imperante, y no tengo a ningún enemigo a la vista. Lo mejor que puedo hacer es intentar proteger a mis compañeros, por lo que me acerco a María y creo una Armadura Invencible sobre ella. Ojalá pudiera hacer esto mismo sobre todo el grupo... pero mis energías mágicas son limitadas, y no podré lanzar muchos hechizos más.

 

            Todo parece muy tranquilo, pero estoy seguro de que no es más que el ojo del huracán. Geoffrey y Briaeros aprovechan los segundos de incertidumbre para recargar los misiles de la espalda del pesado Sanakin... Un momento, ¡Briaeros! ¡Por todos los dioses, ha sobrevivido a la explosión a pesar de encontrarse en el interior del tanque! Su armadura pesada de ‘Borg está muy dañada, pero al menos está vivo. Es un soplo de aire fresco en esta encarnizada lucha, puede que no esté todo perdido.

 

            Geoffrey y yo subimos a la grupa del Arabian, y cabalgamos velozmente hacia el frente, junto a los poderosos Full Conversion ‘Borgs. Hay una barrera de fuego y humo, pero probablemente detrás nos estén esperando. Debemos actuar con precaución y no caer en la trampa, o no tendremos ninguna posibilidad. Intercambio una mirada con Indira, ambos nos tememos lo peor...

 

            El Cibercaballero da un salto con su Arabian, y atraviesa el fuego y el humo con gran maestría. Cuando estamos al otro lado, la visión es terrible, dantesca... Cuerpos mutilados, sangre por todos lados, cadáveres, heridos suplicando que una bala en la cabeza termine con su sufrimiento. Y lo peor de todo es que la mayoría de los muertos y heridos son civiles...

 

            Pero lo peor aún está por llegar. Al final de una calle, vemos un vehículo robótico con forma de araña, parece algo dañado, pero aun así representa una seria amenaza. A su lado hay una unidad de Skelebots... y todos ellos levantan sus rifles al unísono y nos apuntan. ¡He de impedir que sus disparos nos alcancen o todo habrá terminado!

 

            Busco con la mirada a Indira, pero el humo y el fuego que antes me impedían ver a estos malditos seres, ahora no me permiten saber dónde está mi esposa. En un sobreesfuerzo increíble, concentro todas mis energías mágicas en un poderoso hechizo, el Muro de Defensa. Una pared de energía se forma justo delante de nuestra posición, y logra parar los impactos de los Skelebots y del robot arácnido. Con eso estaremos a salvo...

 

Mi visión empieza a nublarse, me duele la cabeza. Siento cómo la sangre resbala desde mi nariz por mis labios, el sobreesfuerzo que he realizado al conjurar este hechizo ha sido demasiado grande. Sólo espero que haya servido para proteger a mis compañeros, no puedo hacer nada más por el grupo. Mi último pensamiento está dirigido a Indira, e instantes después pierdo completamente el sentido.

 

            Cuando recupero la consciencia, me encuentro totalmente desorientado. Estoy tirado en un montón de ceniza, y solo. ¿Qué ha pasado? ¿Cuánto tiempo llevo así? ¿Dónde está Indira? Me cuesta respirar, los pulmones me arden... Creo que lo mejor que puedo hacer es quedarme quieto, tal vez así la Coalición me dé por muerto, al menos hasta que sepa dónde estoy. Espero que mis compañeros estén bien...

 

            Minutos después escucho sonidos de pasos, son pasos metálicos, y también algunas voces. ¡Seguro que son Sanakin y Briaeros, con el resto de los Rifts Warriors! Por desgracia no oigo nada, ni siquiera estoy seguro de si esto está sucediendo realmente o es sólo un sueño. O puede que esté muerto. Por Isis, quiero ver a Indira... ¿dónde está Indira?

 

Mañana del sábado, día 31 de diciembre de 104 PA:

 

            Fuego, azufre, humo, cenizas... Sin duda estoy en el infierno, he fracasado en la batalla. ¿Pero por qué estoy aquí? Levanto la cabeza, pero no veo gran cosa. Creo que estoy en una celda, o quizás sea una cámara de torturas. Un monstruoso ser se alza ante mí, es claramente un demonio. Sólo espero que Indira esté bien, y que no haya sufrido el mismo destino que yo.

 

            El engendro me coge con sus garras del cuello, y me alza en el aire haciéndome mucho daño. No puedo moverme, soy una marioneta para él. Me mira fijamente a los ojos, con desprecio, y veo algo anormal en sus pupilas, algo que me llama la atención a pesar de la situación ya de por sí extraña: sus pupilas tienen forma de calaveras, muy similares al emblema de la Coalición.

 

            El demonio me conduce fuera de la habitación, a una gran sala circular con un foso en el centro. Al parecer hay muchas más celdas como la mía alrededor de todo el perímetro de la sala, y algunos demonios similares al que me tiene sujeto están arrojando a los prisioneros al foso, de uno en uno. Maldición, esto no tiene muy buena pinta. ¿Cómo he llegado aquí? No recuerdo nada, pero tengo que escapar de este lugar como sea.

 

            Entonces ocurre lo inevitable, mi cuerpo es arrojado con violencia al interior del foso, el cual es bastante más profundo de lo que yo pensaba. El fondo está cubierto de estacas, y hay muchos cadáveres empalados en ellas. Tal vez si consigo caer sobre un montón de cuerpos pueda sobrevivir, y tenga una oportunidad para escapar de aquí... ¿Pero a quién quiero engañar? Esto es el infierno, ya no hay salvación para mí. Estoy condenado, he fallado a mis amigos, a Indira, he fracasado como mago y como persona.

 

            Mientras caigo al vacío tengo tiempo para pensar en todas mis acciones, mi vida pasa por delante de mis ojos como si se tratase de una película. A mi madre Leela, con su largo pelo rojizo y sus ojos color miel, a mis hermanos, mi estancia en la Escuela de Magia, mi llegada a DarkGate... A partir de ahí mi vida cambió completamente, dejé los estudios para pasar a la práctica. Pero descubrí el peligro que eso conlleva... y por eso estoy aquí.

 

            Finalmente me estrello contra el fondo del foso. No he tenido suerte, las estacas atraviesan mi pecho, mi abdomen, mis piernas y mis brazos. El dolor es inmenso, pero por alguna razón no muero. Me resisto a morir, aunque soy consciente de que me estoy desangrando, pero no he recorrido este largo camino para rendirme ahora.

 

            Ahora puedo distinguir los otros cuerpos, y veo para mi desgracia que son todos mis compañeros: Shidi, Erzebeth, Geoffrey, María... Están todos, aunque no veo a Indira por ninguna parte. Espero que eso signifique que está a salvo, ¿pero qué es lo que ha ocurrido? ¿Acaso la Puerta del Hades ha sido finalmente abierta? Eso lo explicaría todo, en ese caso la Coalición habrá destapado la caja de Pandora.

 

            Alzo mi vista arriba, buscando una esperanza. Necesito que alguien me salve, Isis, los Tres Señores de la Magia, o quizás un Archimago de DarkGate. Si no me ayuda alguien voy a morir pronto, no podré salir solo de esta. Entonces, como si de un rayo de esperanza se tratase, una luz blanca y cegadora aparece encima de mí, acercándose a gran velocidad.

 

            Cuando mis ojos logran acostumbrarse a la blanca luz, veo que una figura se acerca a mí. Es una mujer, la más bella y hermosa que he visto en mi vida, y está flotando en el aire. Rebosa pureza, algo que jamás esperaría encontrar en un lugar como éste, y cuando se acerca a mí y logro distinguir su rostro... veo que se trata de Indira, mi esposa Indira.

 

Indira: - “Daeron, abre los ojos. Tienes que luchar, tienes que seguir adelante. No puedes rendirte ahora, hazlo por mí, amor mío. Abre los ojos, ponte en pie y continúa luchando, aún no ha llegado tu hora.” –

 

            Mi esposa me tiende la mano, y yo la agarro con fuerza. Su piel es suave, pero tira de mí con una gran energía. Las estacas se desclavan de todo mi cuerpo, pero ya no siento dolor alguno. Lo único que siento es un gran amor por Indira, y la certeza de que voy a salir de aquí. Poco a poco todo se va volviendo borroso, el foso, Indira, y el lugar infernal en el que me encuentro... ¿Acaso no es esto más que una mala pesadilla?

 

Mañana del domingo, día 1 de enero de 105 PA:

 

            Abro los ojos lentamente, la luz del Sol me molesta mucho. ¿Cuánto tiempo llevo dormido? ¿Dónde estoy? Estoy en una cama, así que parece que estoy a salvo... De hecho, ¡Indira está justo enfrente de mí! Parpadeo, por si se trata de un espejismo, pero efectivamente está aquí conmigo.

 

Indira: - "Hiciste lo que pudiste, amado mío. No debes culparte por ello. No sufras por mí, ahora soy tan feliz… Aquí todo es luz, aunque te echaré mucho de menos, amor mío". – Intento levantarme para acariciar el rostro de mi esposa, es lo único que deseo ahora mismo, pero mi cuerpo no reacciona. Ella parece apenada y dice: - "Geoffrey... él está aquí, pero me temo que ya no nos recuerda, ahora es un majestuoso hombre león, un ser sagrado". – Toco el rostro de Indira, pero su imagen titila y se vuelve insustancial, instantes después desaparece.

 

¿Qué significa esto? ¿Dónde estoy, qué ha pasado? Me siento muy confuso... Indira... ¿Ha estado realmente aquí, o no ha sido más que una alucinación mía? Empiezo a temerme lo peor, que ella esté muerta junto a mis compañeros, y yo he sido el único superviviente... Pero de algún modo, ella me salvó en mi sueño. ¿Fue realmente un sueño, o acaso fue algo más?

 

            Miro a mi alrededor, con los ojos entreabiertos. Me cuesta mucho moverme y mantener los párpados abiertos, debo llevar mucho tiempo dormido. Creo que estoy en un hospital, y oigo algunas voces hablando en la habitación en la que me encuentro.

 

Doctor: - "Sí, ha sido una semana durísima. Esa maldita tecnología alemana... pero Jeremy consiguió las piezas mediante sus turbios contactos". –

 

Ayudante: - "El cyborg casi está reparado, pero sufre una conmoción y se resiste a recuperar la consciencia. Estamos pensando en estimular eléctricamente su cerebro..."

 

            Me giro hacia las voces, y veo a dos hombres con batas blancas, seguramente médicos, hablando con el Archimago Lord Akeimus el Blanco. El ‘Borg alemán, Briaeros... ¿está vivo? Parece que sí, ¿pero qué ha sido del resto?

 

Ciberdoctor: - "En cuanto al otro... es un caso grave... Ese espía coalicionista, o lo que sea... es fuerte y se aferra a la vida... Pero va a necesitar intensa reconstrucción. Al menos parcial reconstrucción 'Borg si espera sobrevivir. ¿Quién pondrá los fondos?" –

 

            ¡Shidi! Ya lo había dado por muerto, no sé cómo se las ha apañado, sin duda es un tipo con muchos recursos. Sin embargo, la alegría de esta noticia queda eclipsada con la tremenda tragedia que significa la muerte del resto de mis compañeros... La muerte de Indira...

 

Akeimus: - "Los fondos son lo de menos, si es necesario que sea trasladado con urgencia a Pedro Tomeo". –

 

Ayudante: - “En cuanto al mago de la Federación, sólo sufre conmoción. Creemos que el trauma que ha sufrido puede haberle trastornado, pero esperamos que se acabe recuperando". –

 

Lord Akeimus: - "La Coalición ha sido expulsada de Angstville, pero a qué precio..." – En ese momento distingo al Ejecutor junto a Lord Akeimus.

 

El Ejecutor: - "Los supervivientes se han negado a recibir nuestra ayuda, me temo que nos odian ahora más que nunca". –

 

Lord Akeimus: - "¿Cuantos han sobrevivido?" –

 

El Ejecutor: - "Apenas doscientos, de un pueblo de cerca de dos mil habitantes..." –

 

Ciberdoc: - "Menuda masacre, nunca creí que los Rifts Warriors fueran unos asesinos de gente inocente..." –

 

            ¿Asesinos? ¡Cómo que asesinos! Después de todo lo que hemos hecho por DarkGate, en nombre del bien y de la justicia... Habiendo sacrificado incluso las vidas de nuestros compañeros, ¿nos consideran asesinos?

 

Daeron: - “Hey…” – Trato de incorporarme como puedo, la cabeza me da vueltas.. – “¿Asesinos?” –

 

Akeimus: - "¡Oh, Daeron!" – El Archimago me mira con una gran tristeza, es un buen hombre. - "No sabes cuánto lamento la pérdida de tu esposa y de tantos de tus amigos. Jamás serán olvidados, amigo mío. Lo habéis dado todo por DarkGate”. –

 

Daeron: - “¿Dónde estoy?” – Tengo un nudo en la garganta, siento que podría haber hecho algo más en todo este asunto, debería haber salvado las vidas de mis compañeros. Debería estar muerto yo, no Indira.

 

Akeimus: - “Estás a salvo, en el Gremio de Mercenarios de DarkGate. – Hace una pausa. - Lord Akiron, Señor del Aire y la Tierra, y líder del Consejo Regente os salvó a vosotros tres. Para los demás... ya era demasiado tarde". –

 

Daeron: - “¿Tarde? ¿Sólo tres?” –

 

Akeimus: - "Todos muertos, Daeron". –

 

Daeron: - “¡Dioses!” – A Lord Akeimus le resbala una lágrima por la cara, pero el dolor que siento en mi corazón es tan intenso que no me permite llorar. El Archimago blanco se acerca a mí y me abraza con fuerza, mientras yo permanezco inmóvil.

 

Akeimus: - "Lo siento muchísimo, amigo mío. Emil está aquí, y también Alexa, Quick, Tanreack, Ebon. Media ciudad ha estado toda esta semana esperando a veros, aunque los médicos no les han dejado, claro. Las festividades por el Año Nuevo casi han pasado a segundo plano ante la noticia de la tragedia de los Rifts Warriors…” –

 

Daeron: - “Baldwin, Striker, Snich, Geofrey, María, Lara, Sanakin, Erzebeth... Indira…” – Murmuro los nombres de los caídos, rindiéndoles homenaje y deseando poder sustituirme por uno de los nombres de esa lista, especialmente por el último.

 

Akeimus: - "Cumplisteis vuestra misión como los héroes que siempre habéis sido. Aunque el precio... fue el más alto. Vuestros nombres están grabados con letras indelebles en la leyenda". – El Archimago se limpia las lágrimas con un pañuelo.

 

Akeimus: - "Creemos que la Coalición no sabrá de la implicación de DarkGate y Pedro Tomeo en el ataque, aunque no podemos garantizarlo". –

 

Daeron: - “Sólo actuamos como Rifts Warriors”. –

 

Akeimus: - "Han sido vistas varias patrullas de reconocimiento SAMAS en la zona, aunque los antiaéreos de Pedro Tomeo las han ahuyentado con algunas salvas de advertencia. Esperamos que no regresen". –

 

Daeron: - “No creo que puedan pensar en DarkGate”. –

 

Akeimus: - "Un tal Capitán Prince de Tolkeen ha estado muy insistente estos días, dice que debéis ir a Tolkeen y pasar allí una temporada. De hecho, eso era inicialmente parte del plan. Aunque ya no sé si eso será necesario. Creemos que no hubo supervivientes coalicionistas y que no tuvieron tiempo de enviar un mensaje de socorro... Ahora descansa, Daeron. Necesitarás tiempo para pensar, meditar, y recuperarte de tu pérdida". –

 

Daeron: - “Eso que decíais de asesinos…” –

 

Akeimus: - "No pienses en eso ahora, Daeron. Será lo mejor que ignores las habladurías de la gente. Ahora debes descansar, recuéstate de nuevo, nosotros nos ocuparemos de todo..." –

 

Daeron: - “Las habladurías nos hicieron héroes”. –

 

            Me vuelvo a tumbar en mi cama, mientras los presentes van abandonando la habitación, hasta que me quedo solo. ¿Asesinos? Los asesinados hemos sido nosotros... Cuántas vidas perdidas, qué desperdicio... Esto no va a quedar así. No puedo permitir que el nombre de los Rifts Warriors sea manchado de esta manera, no injustamente.

 

            Indira, te lo prometo, voy a salir adelante, justo como tú querías. Voy a demostrarte de lo que soy capaz, y allá donde te encuentres, estarás orgullosa de mí. Espérame un poco más, aún me quedan asuntos que atender en este mundo. Y cuando finalmente cumpla con mi destino, volveremos a vernos por fin. Nunca te olvidaré.

 

ACCIONES FUTURAS:

 

  • Abandonar el hospital lo antes posible.
  • Averiguar el paradero del resto de mis compañeros y hablar con ellos si es posible.
  • Reclutar nuevos miembros para los Rifts Warriors, con la intención de limpiar nuestro nombre y vengar a los caídos.
  • Rendir homenaje a los Rifts Warriors caídos, y darles el entierro de héroes que se merecen.

 

Fin del turno 45 de Rifts de Daeron Drognan.

Cargando editor
02/08/2016, 23:27
Rifts Warriors Legacy.

Lara Stone: Rifts: Turno 45:

 

Tarde del jueves, día 22 de diciembre de 104 PA:

 

Esta noche pasada no he dormido bien, sueños de tiempos no lejanos han acudido a mi mente. Pensamientos que parecen perennes y que se han enraizado profundamente clavados en mi alma. Sólo estoy yo, sólo me tengo a mí misma me repito una y otra vez, intentando alejar de mí la angustia de mi destino... pero no, eso no es así. Tengo a los Rifts Warriors y el destino ahora lo forjamos nosotros.

 

Las cosas van marchando según estaba planeado y eso me reconforta. Mis compañeros están llenos de júbilo y dispuestos a ir a por todas. Avanzamos lentamente, a lo lejos, divisamos las llanuras desiertas que brillan como si estuvieran cubiertas oro debido a los rayos de sol. De vez en cuando el silencio es roto por la emisora, que suena como un eco perdido en la inmensidad del silencio, repitiendo “sin novedad” de cada uno de mis compañeros. Repito como una autómata la misma frase.

 

            El tiempo pasa lento, como si estuviera suspendido, atrapado por fuerzas extrañas. El aire caliente es espeso, y va cargado de partículas de polvo que navegan a sus anchas a nuestro alrededor. Me embarga una extraña sensación. Quizás el sueño de la noche pasada me hace sentir inquieta y siento mis nervios a flor de piel. Extraño sueño sí… Me hiere aún su recuerdo. El semblante de ese ser gigantesco, envuelto en negrura, con una aureola blanquecina que deja una espesa niebla a su paso.

 

La muerte, sé que es ella… sí. Su rostro inquebrantable con semblante burlón, levantando el índice de su mano negruzca señalando a diestro y siniestro, haciendo una débil mueca similar a una sonrisa. Todavía palidezco y siento un sudor frío al recordar cómo me atrapaba y hería con sus zarpas asesinas. Me llevaba junto a seres llenos de sufrimiento, unos ahogándose en quejidos, pidiendo que cese su agonía, otros con sus ojos llenos de sorpresa al ver acabar su vida de repente.

 

Me observa, me traspasa con sus ojos, fijando su mirada en los míos. ¿Acaso viene a por mí? Me pregunto. ¿O acaso quiere jugar conmigo, que resurgí de su abrazo gracias a la magia de Daeron? Y me digo a mí misma como si fuera una oración recitada a diario, al recordar a compañeros que ya no están con nosotros. Lo hago para darme las fuerzas que necesito.

 

No estés triste por nada, porque la tristeza tarde o temprano pasa, porque el tiempo no se detiene. El mundo gira, las estrellas brillan cada noche y el sol sale cada mañana. No merece la pena ninguna lágrima, ningún acto, ningún sacrificio y ninguna causa. Los héroes no lloran… guardan las lagrimas en sus almas para que juntas formen un gran río de esperanza en el mañana. ¡Somos los Rifts Warriors! Somos leyenda. “Fuerza y honor” es nuestro lema. El destino guía nuestros pasos como una veleta movida por el viento. Así son nuestras vidas, llevadas de aquí para allá cumpliendo un destino y formando un mañana mejor y creando una nueva leyenda.

 

Me despierto terriblemente cansada y sudorosa. Abro mis ojos ante la voz de la emisora. Erzebeth nos da unas coordenadas al descubrir el tanque “perdido” en el desierto, bajo una lona de camuflaje, un Iron Hammer. Trato de desperezarme rápidamente, me voy rauda hacia mi nave y me aproximo con ella. Aterrizo suavemente sobre la arena del desierto que revolotea con minúsculos remolinos que parecen parodias en miniatura de los tornados. El diseño del tanque que encontramos data de una era anterior a las Grietas y se puede ver en ella la bandera norteamericana. Nos gustaría contar con algo más moderno, pero es lo que tenemos y hemos de aprovecharlo.

 

Por mucho que lo miro y lo miro, tengo la impresión de que es una tartana, pero si no hay nada más… este trasto nos ayudará en algo en esta misión. Sus sensores y el armamento no tienen nada que ver con la tecnología de ahora, pero supongo que estará lista para responder a los ataques.

 

Briaeros se adelanta al interior a examinar la maquinaria, perece estar en un perfecto estado, a pesar del intenso uso que ha recibido. Su potente voz con toques metálicos, cual máquina ajena a sentimientos, resuena en mi cabeza. Pregunta: ¿Qué hacemos? Sin dar señales de nerviosismo alguno. Su frase: - “Primero matamos, después preguntamos” - me deja algo aturullada y en alerta. Me acerco al tanque y por detrás de Sanakin pregunto: - ¿Quién conducirá esta chatarra? - Él responde: - Seguramente Briaeros. -

 

Yo estoy tensa, el sueño de la noche anterior y ahora esta situación de indecisión me hacen presagiar que algo malo está por ocurrir. Pero ya no temo el mañana. Finalmente, Baldwin ordena: - Bien, Erzebeth será la artillera principal. Lara la secundaria y yo mismo el comandante. Salto de mi nave y me introduzco en el tanque siguiendo a Erzebeth, que ha sido más rápida que yo.

 

Hoy ha sido un extraño día, metida en cavilaciones mentales. ¡Maldita sea! ¿Qué me ocurre? ¿Acaso me estoy volviendo paranoica de repente o voy camino de convertirme en monje? Pero no puedo evitar que estos pensamientos asolen mi alma. Y me digo para terminar malhumorada:

 

  • El sol sale por este y se pone por el oeste, como en todos los lugares. El cielo es azul, la luna se ve plateada y el sol es la misma estrella que se ve en el firmamento en todos los rincones de la Tierra. No es ni mucho menos un paisaje extraño o espectacular, sino otro más de los que componen nuestro planeta. Pero a mí me resulta un lugar mágico, ya que con tan sólo sentir la suave brisa, el gorgoteo de cristalinas aguas o el piar de los gorriones, me siento feliz. Me gustaría sólo escuchar esos sonidos en lugar de los que producen las armas que disparo, mas no me engaño, para hallar la paz debemos prepararnos para la guerra. –

 

Sueño que existe ese lugar, ese ser que cambia la guerra por una gran fiesta, el drama en comedia, el engaño en perdón. Me gustaría que no existieran personas que ignoren el llanto de un niño o la llamada de auxilio de un moribundo. Qué difícil es… Vuelvo la mirada a Erzebeth, ella sabe del sufrimiento, perdió a su amado.

 

            Me digo a mí misma, apelando a toda mi fuerza de voluntad y mi resolución, que el sufrimiento hace más compasiva a la gente. La ayuda a hacerse cargo de las desgracias de los demás, si uno las ha tenido que soportar antes. Los aspectos de las cosas que para nosotros parecen ser importantes, se encuentran ocultos debido a su familiaridad y simplicidad (simplemente no se ven porque siempre están delante de nuestros ojos) y he ahí por qué nos equivocamos a la hora de hacer y deshacer. Sólo cuando uno pierde lo que más quiere se da cuenta de lo que antes tenía y a lo que casi no prestaba ninguna atención.

 

Mentira y absurda frase: “La muerte es un acontecimiento de la vida”. La muerte no se vive, resuelta obvio pensar lo contrario, la viven los demás. Mientras estoy en el centro de mi solitario pensar… Lanzo una mirada en derredor mío, ha llegado el momento de actuar. Me pongo triste, recuerdo y olvido poniéndome manos a la obra sin más cavilaciones. Liberaremos Angstville.

 

Algo me ha hablado en la noche, quemando los cirios de los minutos; algo ha hablado en la noche y me ha dicho que moriré, no sé dónde ni cuándo, pero sé que será pronto. Pero ya no me asusta, no. Perderé la tierra que conozco, por un mayor conocimiento; perderé la vida que tengo por una mejor vida; dejare los amigos que amé, por un amor más grande; encontraré una tierra más amable, más grande que la Tierra misma. Donde se encuentran los cimientos de los pilares de esta tierra.

 

            Al quitar la lona de camuflaje me quedo hipnotizada. El sol le da de pleno y al rozar con mis dedos sobre la superficie metálica, suave y caliente que refleja tornasoles multicolores que le hacen parecer un objeto galáctico, me estremezco. ¿Soy egoísta? Recuerdo mis clases, mi aprendizaje y me viene la definición de Egoísta: Necesitado, escaso, diminuto. Además de saber que su origen es árabe procedente de la voz “miskim” que significa pobre.

 

            Cuando nos alaban y nos saludan como los Rifts Warriors a veces nos sentimos tan importantes que no hay espacio para otros, cuando nos creemos tan merecedores que no podemos ver más allá de nuestras narices, cuando nos imaginamos tan maravillosos que no concebimos otra posibilidad que no sea poseer lo deseado. Entonces, muchas veces, la vanidad, la miseria, la estupidez, nos vuelven mezquinos, no egoístas sino mezquinos… pero afortunadamente esto no ocurre con nosotros. Sólo momentos leves, momentos que pasan fugaces como ráfagas.

 

            Desearía sentir, en vez de pensar… hacer que planificar, ser que tener. Nacemos y morimos solos. ¿Acaso se acerca mi final? ¿Por qué estas cavilaciones estúpidas? ¡¡Maldición!! ¿Acaso estoy perdiendo la sensatez y el poco juicio? ¿Es el miedo que no me deja pensar o acaso es que me atormenta todavía la muerte?

 

            Me arropa el pensamiento como un bálsamo curativo. El grupo, todos, siento que somos compañeros, caminando a igual paso, ni delante porque no podría seguirles, ni detrás porque podría perderles, ni debajo porque podría pisarles, ni encima porque sentiría que pesan. Caminan a mi lado porque somos iguales, sencillamente en el camino de la aventura.

 

            El semblante de Geoffrey delata que sólo ve chatarra y que no será de mucha ayuda ante las tropas coalicionistas, cabalga junto a María, Indira y Daeron. Como si fueran los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Programamos un plan y nos ponemos en marcha, el ruido de este monstruoso leviatán mecánico que parece despertar de nuevo de su cueva, avanza por las calientes y amarillas arenas del desierto. Levantando una nube de polvo detrás de nosotros. Una nube de polvo me devuelve a la realidad.

 

             La marcha es tediosa y fatigosa hasta Angstville que está situada al norte y mil dudas invaden nuestras mentes. Me repito como una autómata: - “No te declares perdedora antes de que llegue el momento”. - Por todas las Grietas, maldita sea, me digo: - “Lara vuelve a la realidad”. –

 

Noche del viernes, día 23 de diciembre de 104 PA:

 

            Avanzamos lentamente y finalmente descansamos algo. Tomo algo de café, pero mi estomago no tolera nada más. Ya no pienso, sólo me mantengo alerta. Y trato de unirme más a mis compañeros, sentir su presencia, sus cuerpos, sus almas, como si quisiera saborear más su compañía, saciarme de ellos, llenarme más de su existencia.

 

Mañana del sábado, día 24 de diciembre de 104 PA:

 

            El cielo se ha despertado con una rojiza luz que inunda todo nuestro entorno. Permanezco inquieta y mis manos tiemblan levemente. Las palabras de Geoffrey: - “No va a ser fácil” - me hacen palidecer y acentúan mis inquietudes

 

Baldwin: - "Bien, comienza la operación... Liberación de Angstville”. –

 

Lara: - “¡Fuerza y honor!” –

 

Baldwin: - “Lara, Erzebeth, al interior del tanque junto a Briaeros. Yo dirigiré la acción.” –

 

Me preparo junto a Erzebeth pulsando botones y levantando palancas del sistema de armamento del tanque. Comienza la fiesta, la salva de munición sale del tanque. ¡Bien por la elfa! Ha dado de lleno a las tropas enemigas, diezmándolas. Aprieto mis manos a los mandos de Rail Gun IH-100 y comienzo a disparar chasqueando mis dientes.

 

            Maldito tiempo. ¡¿Por qué se pone a caer agua como si las estuvieran tirando a cubos desde el cielo?! Comienza la acción. ¡MALDICION! Grito al ver a Erzebeth bajar la palanca y el obús HEAT explotar dentro del cañón. Disparo sin tregua tratando de eliminar los mísiles que nos lanza el enemigo, pero uno de ellos explota, lanzando partículas en el aire a modo de volcán. Me levanto y me vuelvo a sentar de mi sillón por el  enorme impacto.

 

La elfa pega un salto de gamo y se coloca de copiloto ordenando que salga a Briaeros. El combate se recrudece y sólo logro alcanzar un misil de plasma de los que nos mandan, aunque los demás nos impactan dejándonos muy debilitados. El tanque parece que va a estallar, los crujidos de su chapa al rojo vivo hacen que la temperatura en el interior suba por momentos. Mi frente y mi cuerpo comienzan a sudar. El interior parece el mismo infierno.

 

            Escucho un tremendo sonido ensordecedor, que me hace pensar que el cielo estuviera cayendo sobre nosotros, casi me deja sorda. Miro a Erzebeth y ella me mira a mí. Sus bellos ojos y su semblante calmado me dan paz y le digo:

 

Lara: - “Mi querida amiga y compañera, creo que vamos a morir.” –

 

Erzebeth: - “Lara, ¿cuántas veces te he dicho que la muerte es un paso más? Yo no temo morir, parte de mí murió ya, cuando perdí al ser que amaba más en este mundo. Lo que sí temo es que mi ahijada no volverá a verme, pero estoy tranquila, está en buenas manos. Así que manos a la obra y luchemos hasta el final. ¿Y quién dijo miedo?” –

 

Lara: - “Miedo. ¿Quién? A por la victoria.” –

 

            Me mira enojada a la vez que me guiña uno de sus ojos. Yo asiento y sonrío. Me lleno de coraje. Un gran fogonazo me ciega de repente, el calor es sofocante, la situación está al límite. La temperatura nos hace sentir el sudor como perlas que quisieran resbalar sobre nuestros cuerpos, pegando nuestras ropas a la piel. Pero no tengo miedo a morir, no. Ahora no. Me reclino en el asiento, aprieto los mandos y comienzo a disparar enloquecida.

 

Algunas de las ideas que habitan mi mente y sobretodo, algunas emociones que me desbordan, me dejan triste y abatida. Los héroes mueren, pero su leyenda continúa, si continúa… Echo una última mirada a mi compañera intuyendo que se acerca el final. El humo es sofocante y nos cuesta respirar. Aspiro aire llenando mis pulmones de polvo del desierto que penetra por cada grieta y ranura abierta de este cacharro, olor a hierro chamuscado y ceniza de cables, mandos y paneles calcinados por los impactos del enemigo. No puedo remediar toser y me ahogo lentamente.

 

Ahora siento la presencia del ser soñado estas noches pasadas próximo a mí. Si he de morir, moriré, pero como Erzebeth gasto mis últimos cartuchos disparando sin tregua. No porque sea miembro de los Rifts Warrios y sea mi deber, sino por estos cerdos, que oprimen, doblegan e imponen sus normas sin respectar el principio de los principios. Odio la guerra, odio sus gritos de desesperación, de muerte, pero cuando hay que luchar, hay que luchar.

 

Un ruido ensordecedor seguido de mil partículas me produce un tremendo dolor, tan intenso y tan profundo que quedo paralizada, o creo que estoy paralizada. ¡No sé dónde estoy! Maldición. Mi yo sale de ese cuerpo destrozado que miro aterrada. ¡ES MI CUERPO! Me invade una profunda paz. Al instante me encuentro volando por encima de mis compañeros a los cuales veo uno a uno, no puedo evitar que de mis ojos rueden dos lágrimas.

 

Penetro en cada uno y me lleno de sus sentimientos. Me inundo de su persona. Y pequeñas partículas brillantes son absorbidas de cada uno de ellos que ruedan y bailan a mi alrededor perfilando y dando forma a una imagen que ya no existe. Pasan ante mis ojos aventuras y desventuras como si se tratara de una película pasada en fragmentos que ruedan rápidamente. Tiempos pasados llenos de gloria, sentimientos, miedos, horrores, muertes, llantos y luchas por unos ideales.

 

Al cabo de unos instantes me dirijo a una velocidad endiablada hacia una luz que me absorbe, que me atrapa como si fuera un imán. Y siento una enorme felicidad. ¿Hacia dónde voy, dónde me encuentro? Y resuena en mi mente: - “Los héroes no lloran… Guardan las lágrimas en sus almas para que juntas formen un gran río de esperanza en el mañana. ¡Somos los Rifts Warriors! Somos leyenda. “Fuerza y honor”. La muerte es inevitable, asumirlo es un gran desafío. SÍ, UN GRAN DESAFIO. Como la vida misma.

 

Fin

 

Turno Final de Lara Stone para los Rifts.

           

Acciones futuras: ¡¡¡¡¡¡¡¡ VENGAZA!!!!!!!!!VENGANZA ¡!!!!!!!!!! VENGANZA!!!!!!!!!!!!!!!

Cargando editor
04/08/2016, 22:04
"Todos los héroes mueren."

Sanakin Goldman: Rifts: Turno 45.

 

Tarde del jueves, día 22 de diciembre de 104 PA:

 

            Bueno, está todo listo para el ataque a la Coalición. Sólo nos resta encontrar el Iron Hammer, que los buenos muchachos de Pedro Tomeo escondieron para nosotros. ¡Ah! Allí está. Nuestro grupo explorador lo ha encontrado bajo una lona de camuflaje. Bien, eso es lo que faltaba.

 

            Me acerco junto con Briaeros al tanque para poder descubrir como funciona. Hum... la verdad es que no parece una gran obra de arte por fuera, está un poco gastado en uno de los costados. Sin embargo, a simple vista, puedo apreciar que el blindaje es bueno, además de la gran cantidad de armas que dispone distribuidas por todo el fuselaje. Briaeros me gana de mano y se sube dentro del tanque. Al cabo de unos segundos, el tanque comienza a vibrar, señal que lo ha puesto en marcha.

 

            Lara ha descendido con su Sky King a tan sólo unos metros de mi posición. Observo ahora como mi buena amiga se acerca a mí y me pregunta quién va a conducir el tanque. Le explico que lo más probable será que Briaeros, al tener entrenamiento SWAT, sea el conductor. Shidi también ha descendido con su SAMAS Power Armor. Me acerco a él, con la intención de entregarle una carta que tengo escrita hace mucho tiempo para mis padres. Esta es una misión muy peligrosa, y es muy posible que mi gran blindaje y mis armas no sean suficientes para mantenerme con vida, sin embargo, daré todo de mí por el equipo y si debo morir, moriré luchando como un Rifts Warrior hecho y derecho.

 

  • “Shidi, ¿qué hacemos ahora, amigo?” –

 

  • “Llámame Silver Hawk durante la misión, Sanakin. No quiero que nos empiecen a disparar antes de estar preparados”. –

 

  • “Me parece bien “Silver”. Estem... Silver, tengo que pedirte algo... esta misión es la más peligrosa en la que he participado y la posibilidad de no regresar a casa es muy alta. Me gustaría que le entregases esta carta a mis padres si muero, yo... no tuve valor para entregársela en vida, ¿puedes hacerme ese favor?” –

 

  • “Claro, amigo, pero espero que se la puedas entregar tú”. –

 

  • “Yo también lo espero, amigo”. –

 

            Nuestro líder comienza con las instrucciones previas a la batalla. Baldwin nos dice que lo mejor será dejar el hoverfurgón y la Sky King a resguardo. En ese momento, intento colarme dentro del tanque, para así poder manejar una de sus armas, pero Baldwin me para en seco, diciéndome que me necesita en el frente de batalla con mi eyector y mis misiles. Bueno, espero que la predicción que nos hicieran en DarkGate no resulte mal al no pilotar yo el tanque.

 

            El Juicer Baldwin, acomoda a los tripulantes del tanque. Briaeros en la conducción, Lara y Erze en las armas y él mismo de comandante. También le explica con todos los detalles a Striker su misión de disparar los dardos TAG para que Heavy Duty sepa dónde apuntar sus misiles tácticos. Sir Geoffrey le pregunta al jefe si tenemos un plan B de escape. Baldwin mira serio al Cibercaballero y le dice que no sea ingenuo, que no vamos a escapar y que barreremos a la Coalición de Angstville.

 

Viernes, 23 de diciembre de 104 PA:

           

Todos nos preparamos para partir hacia la ciudad. J. T. coge a Striker por los brazos y activa las turbinas de su SAMAS para, tras unos segundos, salir volando con el elfo Juicer hasta una posición segura para lanzar los dardos TAG. Todos comenzamos a gritar: “¡Fuerza y Honor!” y comenzamos a avanzar.

 

Baldwin grita: - “Vamos. Comienza la operación... “Liberación de Angstville”” - por los altavoces del tanque Iron Hammer.

 

Sábado, 24 de diciembre de 104 PA:

 

            Tras un día de viaje por el desierto, ya nos encontramos en las cercanías de la ciudad sitiada. Mis sensores están a la máxima potencia, buscando hacia todas direcciones cualquier signo de peligro, pero en la pantalla no aparecen objetivos. Transmito por radio a los demás que el camino está despejado y, además, que si llegan a ver por casualidad un Skelebot por algún lado lo destruyan por mí.

 

            Desde hace mucho tiempo tengo un miedo terrible a encontrarme con un esqueleto. Creo que quedaría paralizado de miedo si viera alguno... si llego a ver a un Skelebot... ¡mierda! No podría hacer nada... me paralizaría de miedo o saldría corriendo como un verdadero cobarde. Sólo espero que si hay alguno, sean destruidos a la mayor brevedad. Mientras mi mente divaga, observo como Snich planta uno de los estandartes sobre el tanque... ¿qué está haciendo? ¡Ah sí, ya recuerdo! ¡El plan de DarkGate!

 

            Levanto bien alto mi estandarte, mientras que el mago Daeron se concentra en lanzarle un hechizo de protección a Geoffrey. ¿Para qué un hechizo ahora, si estamos demasiado lejos? Observo como Geoffrey comienza a avanzar solo hacia Angstville en su caballo robot Arabian. ¡Demonios! ¡¡¡Va a parlamentar!!! ¡No lo dejaré ir solo!

 

  • “Geoffrey, no irás solo amigo. Yo te acompaño donde sea”. –

 

            Comienzo a avanzar junto al Cibercaballero hacia Angstville. Quedamos muy bonitos con nuestros estandartes ondeando al cálido viento del desierto. Cuando estamos en las cercanías de la ciudad, un vehículo blindado Mark V APC nos sale al paso. El caballero levanta la mano en forma de saludo, y yo levanto lo más alto que puedo el estandarte con nuestro emblema. De la parte superior del tanque, se abren tres escotillas y de ellas salen tres soldados armados con rifles que nos apuntan. Mis sensores comienzan a sonar cuando el tanque posa todas sus miras en mi persona.

 

            Del altavoz del tanque, una voz nos dice que nos alejemos de la zona si no queremos ser eliminados. Sir Geoffrey no se amedrenta ante la amenaza, baja de su caballo robot, y pide parlamentar con el que está al mando. Desde el altavoz le indican que espere, mientras que veinte soldados salen del pueblo y se colocan frente al tanque, apuntándonos con sus armas. En el momento en que el Cibercaballero se quita el casco, varias andanadas de rayos atomizan algunas piedras a nuestros pies.

 

            Una voz grave como un trueno, grita el alto el fuego, y se adelanta a las tropas. Sir Geoffrey se acerca a él y comienzan a hablar. Al cabo de unos minutos de intensa charla, el Sargento McKoll le dice a Geoffrey que puede entrar con él al pueblo para hablar con el que está al mando, pero que yo debo quedarme aquí, junto a los coalicionistas. Geoffrey comienza a alejarse lentamente junto al Sargento, mientras yo le pido a mi computadora que analice la situación.

 

  • “Computadora, infórmame de la situación”. –

 

  • “Sanakin, detecto múltiples objetivos que se acercan a nuestra posición”. –

 

  • “Bien, computadora. Aíslalos uno por uno e identifícalos”. –

 

  • “Listo, Sanakin, identificación positiva. Un tanque Mark V APC poderosamente armado, cuatro SAMAS Power Armor y más de una veintena de soldados. Posibilidad de ataque: 100%. Posibilidad de resistir el ataque conjunto de todas las fuerzas: 0,0001%. Recomiendo retirada estratégica para reagrupar las fuerzas”. –

 

  • “Sí, lo sé, computadora, no hay que ser mago como Daeron para darse cuenta que nos superan en número y en poder de fuego. Espero que Striker esté mirando esto y lo comunique por radio a los chicos en la retaguardia”. –

 

  • “Lo siento Sanakin, pero no percibo actividad de radio desde la posición de Striker. ¿Quieres que envíe un mensaje por alta frecuencia a los oídos de Briaeros?” –

 

  • “No, gracias. No sabemos si los coalicionistas están escuchando todas las frecuencias. Apunta por favor que tenemos que conseguir unos transmisores codificados para este tipo de misiones”. –

 

  • “Bien. ¿Algo más, Sanakin?” –

 

  • “Sí. Mantente alerta al radar pasivo, por favor, e indícame cualquier actividad peligrosa que detectes e indícame cuando lo detectes a Geoffrey”. –

 

            Al cabo de una media hora, Geoffrey regresa cabizbajo, y cuando llega junto a mí, me dice que volvamos. Comenzamos el regreso, y dos de las SAMAS que nos apuntaban, emprenden el vuelo y nos siguen a media altura. Mi computadora automáticamente fija ambos blancos en su radar y despliega los lanzadores de mini misiles de mis hombros... Sir Geoffrey me grita que me detenga, y ante mis ansias por hacer desaparecer las SAMAS, el Cibercaballero me pide que no haga nada hasta llegar a nuestros compañeros.

 

            En el momento en que llegamos junto a los demás, el caballero se acerca al tanque, ya que tiene intenciones de hablar con Baldwin. Mi computadora continúa con las dos Power Armors en la pantalla, lista para mi orden de disparar. En ese instante, cuatro misiles son disparados desde nuestro tanque con destino a las SAMAS. Las armaduras de potencia disparan sus Rail Gun tratando de destruir a los misiles, pero solamente pueden cargarse a uno. Los otros tres siguen en camino hasta golpear contra las SAMAS y estallar.

 

            Ambas SAMAS´s caen del cielo y se estrellan contra el suelo. Sobre el tanque, Snich apunta con su pistola Wilk´s “Hero” a la SAMAS más destruida y la volatiliza con una ráfaga de láser. Indira dispara contra la otra armadura de potencia caída, y la destruye en mil pedazos. Mis sensores comienzan a detectar cuatro SAMAS que vienen desde el pueblo. Ordeno a mi computadora que lance una salva de cuatro misiles hacia una de ellas. La SAMAS hace el mismo movimiento que la antes destruida, quitando de su camino a dos de mis misiles y haciendo explotar la salva entera gracias a la onda expansiva.

 

            ¡Mierda! Ahora tengo en mi radar otro tanque, maldición. Corro lo más rápido que puedo doscientos metros hacia delante para ponerme en mejor posición de disparo, y así poder disparar con mi cañón pesado de plasma, mientras escucho como Briaeros conduce nuestro tanque hasta mi lado. Las cuatro SAMAS continúan volando en torno al tanque y a los demás aventureros. En ese momento, nuestro líder sale del tanque y se coloca a un costado del mismo preparado para atacar.

 

            Todos los que están en posición de disparo, lanzan varias andanadas de láser e iones contra las SAMAS que nos atacan, pero todos y cada uno de los disparos son esquivados por las Power Armors con extrema facilidad. El tanque, pilotado por el Cyborg Alemán, abre fuego a discreción contra el Mark V APC a la salida del pueblo. Esa es nuestra mayor amenaza, debo destruirlo antes de que acabe con todos nosotros. Coloco el selector de mi eyector pesado en modo ráfaga completa y disparo contra él. Un haz de plasma incandescente sale disparado de mi arma e impacta de lleno en el tanque, haciendo que éste comience a sacar humo y chispas.

 

            Mis sensores vuelven a detectar otro blindado que sale del pueblo, al mismo tiempo que las cuatro SAMAS nos ametrallan con sus armas. En ese momento, una tormenta se forma rápidamente sobre nuestras cabezas, y comienza a llover con ganas. Noto como a mi lado, Baldwin King se concentra y crea un escudo protector que nos envuelve a todos los aventureros como una campana de cristal. Me concentro en los enemigos, mientras recargo mi eyector, cuando, de pronto, una explosión de nuestro tanque me hace dar la vuelta. ¡Maldición! Cuando giro mi cabeza veo el cañón del Iron Hammer abierto como una flor, seguramente producida por la explosión de un obús dentro del mismo. ¡Maldita sea, Briaeros, ten más cuidado!

 

            El tanque enemigo que acaba de salir del pueblo, lanza una andanada de veinte misiles contra nosotros. Nuestro tanque abre fuego contra la salva, y logra hacerla explotar en el aire, mientras que tres de las SAMAS nos ametrallan con sus balas aceleradas electromagneticamente, impactando de lleno en el campo de fuerza de Baldwin. El contraataque no se hace esperar, y nuevamente, varias ráfagas salen desde nuestra posición en busca de las SAMAS. Una de ellas es alcanzada y derribada. El Iron Hammer abre fuego con todas sus armas al tanque enemigo, mientras yo, con una ráfaga total de mi NG-E4, hago volar por los aires al tanque que echaba humo.

 

            Cuatro misiles salen volando desde el pueblo, e impactan de lleno contra el campo de fuerza de nuestro líder. Observo que del Mark V APC, veinte estelas grises, señal de que nos han disparado otra vez una salva de misiles, se acercan a nuestra posición. Nuestro líder comienza a disparar a los misiles, intentando destruirlos, pero estos continúan con su trayectoria asesina. Me trato de cubrir con mis brazos mientras grito a todos que se pongan a cubierto.

 

            La salva de misiles impacta por completo sobre nuestro tanque. Por un momento, parece que el escudo psíquico de Baldwin los detiene, pero sólo por una milésima de segundo, ya que después, el tanque explota como fuegos artificiales. La luz cegadora no me deja ver nada. Cuando la luz de la explosión se disipa, sólo puedo ver humo y fuego. Comienzo a llamar por radio a Baldwin y a Briaeros, pidiendo que me informen de su posición... pero nada, sólo escucho estática. Cuando el humo se disipa, solamente veo desolación... desolación y muerte... ¡NOOOOOOOOOOOOO! ¡ESTÁN TODOS MUERTOS! ¡NOOOOOOOO!

 

            Estoy tan enojado... estoy muy enfadado... voy-a-matarlos-a-todos... ¡VOY A MATARLOS A TODOS! Tan enfadado estoy, que ni siquiera siento los impactos de las balas de Rail Gun disparadas por las cuatro SAMAS que impactan contra mi cuerpo... ¡¡¡LOS VOY A BORRAR DEL MAPA!!! Varios rayos comienzan a caer del cielo hacia la tierra, golpeando a los enemigos, pero ya no me importa, sólo me importa destruir a mis enemigos, a los enemigos que mataron a mis amigos.

 

            Las SAMAS continúan disparándome, como todo el combate, pero no les hago ningún caso. Mi objetivo es ese maldito tanque. ¡Tengo que destruir ese tanque! ¡El maldito que se ha cargado a mis amigos! Estoy demasiado lejos, tengo mi eyector cargado y dos mini misiles sobre los hombros listos para disparar. Tengo que acercarme sólo un poco más. Salgo corriendo hacia delante lo más rápido que pueden mis piernas. En unos segundos me encuentro a seiscientos metros del tanque del demonio... ¡TE VOY A MATAR!

 

El tanque centra todas sus armas en mí. No tiene nada más en mente. Observo como todos sus cañones láser, de misiles y sus Rails Guns apuntan directamente a mi posición. ¡No te daré el gusto de matarme, cabrón! ¡Te destrozaré de un solo disparo! ¡Por mis amigos! Todos sus disparos dan en el blanco, pero ni siquiera me inmuto. Se necesita mucho más para destruir a Sanakin Goldman. Desde la entrada del pueblo, el Enforcer que había sido derribado por los rayos, se incorpora y entra en mi campo de visión. Todas las alarmas de mi computadora personal se encienden cuando el Mech centra todas sus armas sobre un servidor.

 

Ahora tengo dos blancos... el tanque o el Enforcer. El Enforcer está más dañado. Ese será mi blanco... Preparo el eyector, mis ojos biónicos centran el blanco en mi pantalla HUD. La confirmación de disparo no tarda en llegar. Cambio rápidamente el selector de mi pesada arma a media ráfaga y abro fuego sobre el Mech. Todo transcurre en cámara lenta. Mi disparo impacta de lleno sobre el Enforcer, este pierde el equilibrio y comienza a caer lentamente hacia la tierra.

 

Un estruendo comienza a escucharse por todo el desierto. ¡Las municiones del Enforcer han hecho explosión! ¡¡¡Sí!!! La explosión continúa, provocando una reacción en cadena que destruye el tanque y a todas las tropas de infantería que cubrían la puerta sur del pueblo de Angstville. Bien, ahora a reagruparnos. Miro hacia atrás y observo como mis compañeros comienzan a acercarse a mí. Ahora tenemos que entrar al pueblo... ahora o nunca.

 

Sanakin: - “Muchachos, ¿alguien sería tan amable de cargarme unos cuantos misiles en mis lanzadores? Están en el contenedor de mi espalda”. –

 

Geoffrey y Briaeros, que para en seco una rápida carrera, se acercan a mí y comienzan a cargarme los mini misiles en los lanzadores especiales que llevo sobre mis hombros. Daeron se acerca a mí y en una demostración de gran concentración, me cubre con una armadura mágica, la Armadura Invencible. Mientras los muchachos cargan los misiles en mis hombros, le pido a mi computadora que analice la situación que tengo delante de mis ojos.

 

  • “Bien, Sanakin Goldman. Activando visión infrarroja. Resultado: Imposible detectar nada, el humo y el fuego interfieren. Activando visión térmica. Resultado: Fuego y humo por doquier Sanakin”. –

 

  • “¿Qué significa eso, Computadora?” –

 

  • “No lo sé, dame unos segundos para analizar la situación”. –

 

Al mismo tiempo que mi computadora analiza, Geoffrey termina de cargarme todos los misiles. Briaeros ha dejado la tarea a medio terminar y ya está corriendo a toda maquina hacia el pueblo.

 

  • “Sanakin, análisis completo. Al parecer has destruido al Enforcer, al APC y a unos cuantos soldados de infantería”. –

 

Comenzamos a correr hacia el pueblo a toda nuestra velocidad. Las chicas se quedan un poco retrasadas, pero rápidamente Sir Geoffrey, Briaeros y yo acortamos distancias hacia el pueblo. En un momento dado todos mis sensores y mis indicadores se ponen en verde, indicando que hay un blanco cercano. Debe ser un blanco gigantesco para que mis sensores lo detecten y yo no lo pueda ver.

 

Rápidamente, mi pantalla integrada en mis ojos, me indica que el blanco reconocido es una Spider Skull Rider. Puedo ver una imagen tridimensional de ella frente a mis ojos. ¡Je, je! Mis brazos robóticos automatizados porta-misiles se despliegan de mi espalda y toman la posición de disparo. Tengo el blanco centrado en mi radar, no puedo fallar. - ¡¡¡Fuego!!! - Le grito a mi computadora y en un segundo, a ambos lados de mi cabeza, tres estelas de humo gris indican que los misiles van a por su blanco.

 

Los seis misiles impactan en el blanco, pero éste aún sigue en pie, ya que mis sensores lo siguen detectando. Bueno, tengo todavía media ráfaga en mi eyector pesado, es hora de que la use. Apunto guiado solamente por mi computadora y disparo. Nuevamente doy en el blanco, pero aún continúa allí, sin ser destruido.

 

Hum... ¿qué posibilidades tengo de llamar por radio a nuestro amigo artillero? Posiblemente muy pocas, sin embargo, no pierdo nada con intentarlo. El único problema es que tendré que barrer todas las frecuencias de radio para enviar el mensaje y es muy probable que la Coalición lo escuche también. ¡Bah, qué diablos! No pierdo nada con intentarlo.

 

  • “¡May Day! ¡May Day! Los Rifts Warriors están en serios aprietos por aquí. Necesitamos urgentemente algún presente del cielo, a ser posible, que sea la bomba para nuestros amigos”. –

 

  • “Indique blanco de maniobras”. –

 

Blanco de maniobras... blanco de maniobras... Hum... esto es cosa para Shidi. Yo no entiendo nada de tácticas militares y ese tipo de cosas. Bueno, pero tengo que decirle algo. Veamos... según el mapa que he visto, tendría que ser el cuadrante 45 o el 47... Maldición. Si no le indico bien el cuadrante, Heavy Duty va a bombardear en cualquier sitio. 45 o 47... 45 o 47... ¡45! ¡¡¡Es el 45!!!

 

  • “Blanco en 45”. –

 

  • “Regalo en 10”. –

 

¿Regalo en diez? ¿Qué demonios significa eso? ¿Y ese ruido? ¡¡¡SAMAS´s!!!

 

Dos SAMAS surcan el cielo buscando blancos. Una se centra en mí, la otra en el Cibercaballero. Las Power Armors comienzan a disparar a discreción sobre nosotros. Las balas, cinéticamente aceleradas, golpean contra la Armadura Invencible de mi amigo Daeron y allí se quedan. Tengo que hacer algo con esas máquinas voladoras. Mi eyector está descargado, mis misiles también... sólo puedo hacer una sola jugada... difícil, sí, pero la única opción.

 

Suelto el eyector, que cae y queda colgando de los arneses especiales para Full Conversión ´Borg, mientras saco de mi espalda el rifle Juicer Assasin. Todos los movimientos los realizo a la perfección. Apunto con el rifle a la SAMAS que me está molestando con sus balas y le disparo una descarga total. La SAMAS realiza un grácil firulete en el aire y logra esquivar el haz de láser de mi arma.

 

  • “¡Sanakin! ¡Múltiples blancos se aproximan volando rápidamente desde el sur! ¡Sanakin! ¡Son misiles balísticos! ¡Tienen rumbo hacia la ciudad!” –

 

  • “Bueno, computadora. El Capitán Heavy Duty cumplió con lo prometido. Espero haberle dado las coordenadas correctas”. –

 

Las explosiones de los misiles de protones comienzan a escucharse en unos pocos segundos. Una, dos, tres, seis explosiones. Una detrás de la otra. Miro mi pantalla de objetivos... ¡Mierda! La Spider Skull Raider sigue en pie. Ningún misil ha explotado siquiera cerca de ella... mierda y más mierda. Encima con estas molestas SAMAS tocándonos a todos... bueno, tocándonos eso. No tenemos otra opción que retirarnos. ¡Sí tan sólo los misiles hubieran dado en el blanco! ¡Otro gallo cantaría!

 

Debemos retirarnos. Ya nada podemos hacer. No sé absolutamente nada de Striker ni de Shidi. Snich, nuestro líder Baldwin, Lara Stone y Erzebeth están muertos. Sir Geoffrey podría resistir junto a mí, pero no podremos con todos. Si tan sólo Briaeros luchara a nuestra par, distinta sería la cosa. No puedo acertarles ni un solo disparo a las SAMAS que quedan en el aire y los dos impactos que le causé a la Spider Skull no le hicieron mucho daño...

 

Geoffrey: - “¡Retirada! ¡Corred! ¡Skelebots a las doce en punto!” –

 

... ¿Ha dicho Skelebots? ¡Imposible! Debo escapar de aquí. Debo salvar a mis compañeros a toda costa. Observo como el Cibercaballero levanta a Daeron del suelo... ¡pero se le cae de las manos al fuego! Debo ayudarlo sacar de allí a mi salvador. Las SAMAS de la Coalición siguen acribillándome con sus Rail Gun, pero aún poseo la fuerza de la Armadura Invencible de Daeron. Las Power Armors de la Coalición siguen ametrallándome a lo loco. Necesito sólo unos segundos para... ¡Arggggggggg! ¿¡Qué ha sido eso!?

 

  • “Sanakin, una onda de alta energía”. –

 

  • “¡Eso ya lo sé, maldición! ¿Pero de donde ha venido? ¿Hay enemigos detrás de nosotros?” –

 

  • “No Sanakin, sólo detecto a Briaeros”. –

 

¡Demonios! Ahora se le ocurre fallar un disparo y para colmo de males darme a mí. ¡Mierda! La armadura mágica que me cubría ha desaparecido... ¡Briaeros se ha cargado mi protección con su disparo fallido! Bueno, Sanakin, no te preocupes por eso ahora, debes rescatar a Daeron y salir corriendo de aquí antes que esos... brrrr... Skelebots se asomen.

 

Comienzo a buscar el cuerpo de Daeron por todos lados. ¡El muy maldito parece que ha desaparecido! ¿Dónde está? Revuelvo por todos lados pero no logro dar con el cuerpo del Alto Mago. No puede estar muerto, nadie le ha atacado y tiene una armadura mágica que lo protege. El fuego tampoco puede haberlo consumido. En ese momento, Indira, su amada esposa, se acerca a mí por detrás y comienza a buscar también a Daeron Drognan.

 

En ese instante siento a mis espaldas una serie de pasos metálicos que retumban en mis oídos. No quiero darme vuelta, sé precisamente lo que son... son esqueletos... son esqueletos del infierno de Dyval... Vienen a por mí, pero debo verlos. No puedo atacarlos si no los miro... sólo un poco. ¡Aaaaaaaaayyyyyy! ¡Allí están! ¡¡¡Son diez, maldición!!!

 

No... No... No puedo hacer nada. Yo... yo... debo... ¿Por qué Dios mío? ¿Por qué ahora? Debíamos escapar, salvarnos todos. ¡Maldita Coalición! ¡Ojalá se pudran todos en el infierno! Yo... no puedo... nada... miedo... mucho miedo...

 

Las piernas no me responden. Son esqueletos del infierno. ¡Vienen a por mí! No puedo moverme, tan sólo mirarlos y temblar. Temblar y gritar de pavor. ¿Cómo puede ser que un ‘Borg completo como yo tenga miedo a esas cosas? ¡¡¡No lo sé!!! Sólo sé que aquí moriré, moriré solo y sin poder ayudar a mis queridos amigos... una vez ya estuve muerto... es agradable. Estaba con mi hermana, éramos muy felices. Espero volver a verla...

 

  • “Fallo crítico de todos los sistemas. Sistemas en rojo. Armadura Externa: Destruida. Armadura corporal: 99 % dañada. Fallo completo de sistemas en 10 segundos. Sanakin, ha sido un placer estar contigo este tiempo”. –

 

  • “Lo mismo digo computadora. Espero que se nos recuerde por todo lo que hemos hecho por la tierra los Rifts Warriors. ¡Fuerza y honor!” –

 

Fin.

 

Turno Final de Sanakin Goldman, para Rifts.

Cargando editor
09/08/2016, 20:08
"Todos los héroes mueren."

Preacher: Rifts: Turno 45.

 

Día 21 de Diciembre de 104 PA:

 

  • “Señor, el Teniente lo quiere ver en su oficina enseguida”. –

 

  • “Bien. Dile al Teniente que estaré allí en diez minutos”. –

 

  • “Sí Señor”. –

 

El teléfono indica que mi interlocutor ha colgado. Hum... demasiado temprano para una reunión oficial. ¿Qué pretenderá el Teniente Nills hacer a las siete y media de la mañana? Está bien que mis cortas vacaciones de una semana hayan terminado, pero él no suele llamarme hasta las ocho y treinta. ¿Querrá hablarme del informe de alguna misión? Es realmente extraño, siendo el Capitán una persona de lo más metódica y rutinaria... creo que lo mejor será que me dirija allí rápidamente.

 

El despacho del Teniente se encuentra en el séptimo piso del edificio de la Central de Inteligencia de Tolkeen. Para llegar a él, una persona debe pasar por tres controles diferentes de seguridad. Todos los controles, poseen los archi-conocidos detectores de metales, pero estos no solamente detectan metales. La división de Magia del Bureau ha puesto en ellos muchos más detectores que no se pueden llegar a ver a simple vista. Los detectores identifican si el individuo que pasa por ellos es mago, o si tiene poderes psíquicos, o si posee algún implante cibernético o si simplemente es un humano normal y corriente o algún tipo de mutante cambiaformas.

 

Además, para llegar a ese despacho, una persona tiene que subir a un ascensor sólo para eso. El ascensor parte desde el último control de seguridad, donde la persona debe dejar su arma reglamentaria y su identificación para recibir un pase de seguridad de nivel 1. Ese es el mayor nivel de un pase de seguridad, sólo reservado para altos funcionarios del gobierno o para las personas que son citadas en los despachos de la séptima planta. Allí también, se encuentra el centro de control de la Agencia, donde se coordinan todas las acciones de campo.

 

Dejo mi taza de café a medio terminar apoyada en mi escritorio. En un costado de la misma se pueden leer algunas palabras. “Promoción de la Academia Militar de Tolkeen 100 P.A.”. Muchas veces, cada vez que dejo mi despacho, observo esa taza y trato de olvidar. Muchas veces, demasiadas para mi gusto, recuerdo el desgraciado accidente. Por las noches no puedo dormir pensando en mis compañeros que fallecieron. Noche a noche, antes de acostarme, leo y releo el informe del fatal accidente que acabó con la vida de siete de mis compañeros y me dejó a mí en este estado.

 

“No fue tu culpa, Preacher, no fue tu culpa” me repito día a día. A veces me convenzo a mí mismo de que no fue culpa mía, pero son pocas. Si tan sólo hubiera visto diez segundos antes ese misil... sólo diez segundos era lo que necesitaba para avisar al piloto... tan sólo diez segundos. Cuando vuelvo a la realidad, me encuentro parado frente a la puerta de la oficina del Teniente Nills. Tengo que dejar de pensar en eso, por mi bien.

 

  • Toc, Toc. –

 

Una voz cansada y áspera me dice que pase. Abro la puerta, en cuyo frente se puede leer el rango y el nombre completo del Teniente y entro a su oficina. El Teniente es más bien bajo, tiene la piel negra como el ébano y unos pequeños ojillos negros que se vuelven casi invisibles ante sus grandes pómulos. Nicholas Nills es un tipo duro, uno lo puede notar a simple vista, solamente mirándolo a los ojos. Sin embargo, bajo su aspecto de hombre duro e inflexible, se esconde un buen hombre.

 

Por último, el Teniente Nicholas Nills, subdirector de la rama Operaciones del TIB (Tolkeen Intelligence Bureau), no está gordo. Eso es algo que aprendí con el paso de los años y con las largas sesiones de entrenamiento. El Teniente no es gordo, sino que posee huesos grandes. Si una persona desea hacer enojar a Nills, sólo debe mencionar su peso inversamente proporcional a su altura y puede comenzar a hacer las maletas, ya que su próximo destino será un puesto de vigilancia en el Pantano de los Dinosaurios.

 

  • “Agente Preacher, has venido rápido. Siéntate allí, ¿quieres una taza de café o un té?” –

 

  • “Muchas gracias, Teniente”. –

 

Cojo una de las tazas, que él mismo me sirve, una verdadera táctica impresionante para intimidar a su interlocutor y a su vez, para darle confianza. Doy unos sorbos al fuerte y un poco picante café (una costumbre del Teniente es ponerle pimienta al café) y me siento en uno de los mullidos sillones frente a Nills. Mi jefe comienza a ordenar unas carpetas que tiene sobre su escritorio y comienzo a impacientarme. ¿Qué demonios le pasa? ¿Me llama a las siete treinta para ver como acomoda sus carpe...?

 

  • “Esperamos a Prince, Preacher, no te impacientes tanto. Además, estas carpetas tienen mucho que ver con lo que trataremos dentro de unos minutos”. –

 

¡Mierda! Siempre me pasa lo mismo. Siempre olvido que Nicholas es uno de los mejores psíquicos del país. Es una mala decisión no decir lo que uno piensa delante del Teniente. Él piensa que es una traición hacia su confianza, porque aunque él sepa lo que uno está pensando en ese momento, le enfada de sobremanera que no se lo digan utilizando palabras. La puerta lateral del despacho de mi jefe se abre de golpe y por ella entra el Capitán Leo Prince, el comandante de todas las operaciones de campo. El Teniente Nills saluda con un sutil movimiento de cabeza al Capitán mientras me estrecha fuertemente mi enguantada mano.

 

  • “Bueno, es hora de empezar, ahora que estamos todos. Nicholas, hemos recibido estos informes, los cuales ya has visto y creo que tengo al hombre indicado para esta misión. Un hombre que pasaría desapercibido entre ellos”. –

 

  • “¿Estás pensando que Preacher sea el que realice esta misión? ¡Ja! Es un suicidio hombre, sabes que lo descubrirían en un abrir y cerrar de ojos. Estos tíos son fantásticos, han hecho cosas que ninguno de nosotros intentaría hacer, a no ser que contáramos con una gran tropa y apoyo aéreo... ¡Ellos lo hacen solos, Leo! ¡Por Dios! ¿Por qué no me has dicho que esta reunión era para esto? Podríamos haberla hecho en tu oficina, Prince”. –

 

  • “¡Ja! Sí, es verdad Nicholas, te he ocultado un poco de información, pero sólo lo he hecho porque sé como piensas. Nick, he estado estudiando el caso durante mucho tiempo... desde que nos han dieron ese informe, ¿recuerdas? Bueno, creo que el Agente Preacher es la persona idónea para este trabajo. ¿Qué mejor para un trabajo de infiltración que una persona que no deba mentir sobre todo? El agente tiene un pasado que podría utilizar como una excelente tapadera, sólo tendría que omitir que trabaja para nosotros, si no quiere regresar a su casa en pedacitos o atomizado”. –

 

¡Eh! Estos dos se lían hablando de mí, pero ninguno me quiere decir nada de nada. ¿Una misión? Pero si yo no soy un agente de campo... ¿Por qué no se deciden de una vez y me lo dicen en la cara? ¿Qué quieren que haga? ¿A quienes me tengo que enfrentar? Si son tan peligrosos como para que yo vuelva a mi casa cortado en pedacitos, ¿por qué quieren endosarme a mí esta misión?

 

  • “Ejem, ejem... Capitán, Teniente, estoy aquí. Podrían ambos dejar de hablar de mí en tercera persona y decirme de una maldita vez que-demonios-pasa-aquí.” –

 

  • “Tranquilo, Sargento, tranquilo. Okay, te diré lo que tengo pensado, es un trabajo difícil, sí que lo es. Pero tengo plena confianza en ti, Mike. En este momento tu nivel de seguridad pasa de 3 a 2. Tendrás accesos a archivos y documentos que muy pocas personas en la Agencia tienen acceso. La misión tiene prioridad máxima y de más esta decir que está catalogada desde este momento como SOLO PARA SUS OJOS”. –

 

¡SOLO PARA SUS OJOS! Esa es la mayor categoría de secreto, mucho más importante que ULTRA SECRETO. Eso significa que peligra no sólo la seguridad de Tolkeen, sino la de todos los estados no coalicionistas de la región... ¿Qué demonios será? En ese momento, el Capitán marca una serie de diez números en su teléfono tan sólo para escuchar una sola palabra. Una sola.

 

  • “Bien, la palabra con la que denominaremos de ahora en más la operación será MANDOLINA. Esta palabra es solamente para nuestros oídos, nadie más deberá conocer la palabra ni su implicación. Bien, veamos”. –

 

El Capitán Leo Prince me extiende una serie de carpetas que contienen dossieres e informes sobre la misión. Comienzo a hojear rápidamente las carpetas y en ella veo una serie de informes de diferentes personas. Todas pertenecientes a una organización de mercenarios conocida como... ¡¡¡Rifts Warriors!!! No puede ser... no puede ser posible, es imposible que sean ellos. Tiene que haber un error, debe de haber un error. Alguien ha cogido los informes equivocados.

 

  • “Señor, esto debe ser un error. ¿Por qué tenemos que investigar a unas personas que tanto han hecho por Tolkeen en el pasado? Como ha dicho antes, estas personas han hecho cosas que nosotros ni siquiera hubiéramos podido hacer... ¿por qué ahora investigarlas?” –

 

  • “Mike... verás... ha ocurrido algo que quizás no sepas todavía. Los Rifts Warriors han realizado una incursión a Angstville... ellos han vencido, pero según los informes, han muerto no sólo los coalicionistas, sino mil ochocientos civiles. Mil ochocientos civiles inocentes, Mike”. –

 

  • “Señor, perdón, pero debe de haber un error. Su trabajo en la Bahía Negra fue ejemplar. Los Rifts Warriors no son asesinos, son mercenarios que luchan contra la tiránica opresión de la Coalición de Estados... ellos no habrán podido hacer nada para evitar las muertes”. –

 

  • “Eso es lo que no sabemos, Mike... pero hay otro problema. Como puedes ver, entre ellos hay un tal Briaeros, un Full Conversión ´Borg que pertenecía al SWAT Alemán. Esto que te voy a decir es información clasificada, Mike, pero hace unos días, el TIB interceptó un comunicado hacia la Central de Inteligencia Alemana en Nuevo Berlín. No se ha podido sacar mucho de la cinta, pero en varias partes nombran a los Rifts Warriors y sobre todo, hay algunas frases que se refieren especialmente al plan de los Rifts de liberar Angstville”. –

 

  • “¿Los han vendido?” –

 

  • “Bueno, eso tampoco lo sabemos. Pero es posible. Tu misión será infiltrarte en los Rifts Warriors y enviarnos informes acerca de sus actos. Nuestros analistas las analizarán y sacaremos conclusiones. La pura verdad es que queremos que ellos trabajen para Tolkeen, pero no sabemos si podrán hacerlo sin poner en peligro nuestra seguridad. Posiblemente tengan un topo entre sus filas, aunque puede que no.” –

 

  • “Hum... veamos... ¿Cómo piensa meterme entre ellos? ¿Cuál será mi tapadera?” –

 

  • “Pues, eso es lo mejor. Serás un mercenario. Un piloto de una armadura potenciada, eso se te da muy bien. Además, tu vida, tu vida real, lo que te pasó, será una buena historia”. –

 

  • “Bien”. –

 

  • “Ten en cuenta cual será tu principal misión. Tu principal objetivo será lograr que los Rifts Warriors luchen junto a las fuerzas Tolkeenitas. Para eso, tendrás que investigar sus habilidades, sus defectos y sus méritos. Queremos saber todo acerca de ellos, y, por supuesto, averiguar si tienen un topo entre sus filas. Tanto la Coalición como nosotros estamos juntando la mayor cantidad de tropas, así como de armas, para la guerra que se avecina en una especie escalada propia de una guerra fría, o no tan fría. La guerra de Tolkeen con la Coalición está muy cerca, Mike, y queremos toda la ayuda posible contra ellos”. –

 

Junto todas las carpetas con los informes y las fichas de los famosos Rifts Warriors y me dirijo nuevamente a mi despacho. Esto es fantástico por un lado y terriblemente peligroso por el otro. Hace más de tres años que le vengo pidiendo al Teniente que me deje participar en una misión de campo, pero no pensaba que iba a ser una de este tipo. Tenía pensado comenzar con un pase de información o algún tipo de actividad de espionaje menor, como seguir a un sospechoso. Pero no se me había cruzado por la cabeza que mi primera misión sería una completa infiltración en uno de los grupos de mercenarios más poderosos de la nación como son los Rifts Warriors.

 

Bajo por el ascensor hasta la quinta planta, que es donde está mi despacho. En el primer control de seguridad, devuelvo el pase de seguridad nivel 1 (SPN1) y allí me entregan mi credencial y mi arma reglamentaria, una NG-57 Ion Pistol. Coloco mi arma en la funda que pende de mi hombro izquierdo. Cuando mi pistola de iones ingresa en su funda, un sonido metálico suena en el pasillo. Paso el segundo control de seguridad y en él, como en cada uno de los que paso, suena la alarma.

 

Los guardias de seguridad miran un monitor, que no se encuentra a la vista, y con una señal con la mano me indican que prosiga. Bueno, eso es algo que ya estoy acostumbrado. Paso por el tercer acceso de seguridad enseñando mi credencial y recorro los veinte metros que me separan de mi pequeño despacho. Bien, la operación MANDOLINA ya está en marcha.

 

Entro a mi despacho arrojando todas las carpetas sobre el escritorio. Una cinta de almacenamiento y un CD, caen de dentro de una de las carpetas que he arrojado sobre mi mesa al suelo. Me agacho a coger ambas cosas y en ambas leo la inscripción ULTRA SECRETO. Me acerco a mi ordenador personal, un PC-3000 de última generación, y lo enciendo. En la pantalla aparece el logotipo del TIB y debajo de él, un cursor parpadea esperando que introduzca mi clave de acceso personal.

 

Siete asteriscos aparecen en el lugar donde dice “Access Code” y la pantalla cambia a mi configuración personal. El fondo de pantalla es una foto de los Rifts Warriors. Sí. Lo sé. Es el grupo donde voy a ingresar como espía encubierto, pero lo reconozco, han hecho demasiadas cosas buenas por Tolkeen como para no admirarlos. Aunque los conozco bastante bien, no tendré ningún reparo para desenmascarar al topo, si es que existe. Creo que será mejor cambiar esa foto, no quiero que interfiera con mi trabajo. Además, es la misma foto que aparece en algunos de los dossieres que me ha entregado el Capitán.

 

Inserto el CD en la lectora de CD-ROM de mi ordenador personal y en la pantalla aparecen, digitalizadas, las fotos de todos los integrantes de los Rifts Warriors con una pequeña descripción de los mismos. Uno a uno voy pasando las descripciones de los integrantes del grupo de mercenarios hasta que llego a la ficha que me interesa. Briaeros, es un Full Conversión ´Borg, ex – miembro del SWAT Alemán. Hace tan sólo unas semanas que se ha unido a los Rifts Warriors. Justamente unas semanas antes de la masacre de Angstville. Ese es uno de los misterios, nadie sabe realmente qué sucedió allí en Angstville. El último informe de inteligencia indicaba que el grupo estaba formando una alianza de pueblos contra la coalición, y tras formarla, se lanzarían en un ataque contra la base coalicionista situada en esa ciudad.

 

Unos informantes anónimos informaron a la Agencia que el ataque fue todo un éxito, la Coalición ha dejado Angstville, pero que los Rifts Warriors perdieron a nueve de sus doce hombres. Sólo se han salvado tres, dos de los cuales tienen la vida pendiente de un hilo. Los supervivientes son: el Alto Magus Daeron Drognan, el Full Conversión ´Borg Briaeros y James Theodore Shidi alias Silver Hawk, ex – soldado CS. Los demás han muerto. No se ha encontrado resto alguno de los otros aventureros.

 

Continúo revisando el CD y en uno de los archivos observo una imagen de una ciudad, obtenida con el AS-T 430, un avión espía supersecreto. La foto es de la ciudad de Angstville... ¡¿pero que demonios?! Parece como si la ciudad hubiera sido bombardeada por varios misiles tácticos. En la imagen de superficie todavía se pueden apreciar los cráteres y las marcas radiopacas alrededor de ellos. Maldición. Ha sido una masacre. Las bajas civiles superan los mil ochocientos muertos, sin contar los coalicionistas que perecieron en la defensa. ¡Esto es demasiado!

 

Bien, veamos. Debo prepararme bien para esta misión. No quiero fracasar para no darle lugar al Comandante para que hable mal de mí. Me han dicho que llevaré una armadura de potencia además del equipo normal para este tipo de misiones. Lo que todavía no me han dicho es qué tipo de armadura. En la Academia piloteé muchos tipos de armaduras de potencia, la que más utilizaba era la SAMAS, pero también teníamos una armadura del tipo Glitter Boy, que sólo la conducía el Comandante General.

 

Bueno, por lo de la armadura potenciada no me preocupo. El problema será crear un papel convincente para que los Rifts Warriors me acepten como uno de los suyos. No creo que sea difícil, como ha dicho el Capitán, sólo tengo que contarles mi vida, omitiendo, claro esta, que pertenezco al TIB. Bueno, esto también me ayudará, pienso mientras me toco con mi mano enguantada uno de mis brazos.

 

Listo. He finalizado. Ahora solamente me queda esperar la orden del Teniente Nills y comenzar la misión. No puedo aprender más de estos informes, además, conozco lo suficiente acerca de los Rifts Warriors como para leer una y otra vez lo mismo en papeles y más papeles. Extraigo el CD de la lectora de mi PC-3000 y lo arrojo al destructor de documentos.

 

Cuando el CD cae dentro, la máquina se pone en funcionamiento automáticamente. Primero, una descarga electromagnética borra toda la información del disco, tras eso, una resistencia se calienta a más de 3000 grados centígrados, fundiendo el CD en un líquido viscoso que cae en un recipiente. Para finalizar, el recipiente con el líquido aún caliente, se cierra herméticamente y es absorbido por un tubo de aire comprimido que lo arroja al contenedor de documentos destruidos, en el quinto subsuelo del edificio.

 

Mientras veo todo ese proceso, tamborileo con mis dedos sobre la cinta de video. Creo que ya es hora de verla. Coloco la cinta en el reproductor y lentamente en la lluvia del monitor aparece una cara bastante conocida para mí. La cara del Capitán Leo Prince.

 

  • “Es un honor para mí anunciarle, Agente Especial Michael Preacher, que la operación cuya palabra clave ya conocerá dará comienzo dentro de dos días, exactamente a las ochocientas horas. La palabra secreta con la que nos referiremos a ti durante el transcurso de la misión, será SPINAKKER. Tendrás un contacto, al cual le tendrás que pasar la información referente al caso cada vez que puedas. Este contacto se pondrá en contacto, valga la redundancia, contigo en cuanto lo crea conveniente. La línea será una línea doble ciego y nos referiremos a ella como CAROLINE. El nombre clave de tu contacto será ALINA. Ese agente te transferirá la información que nosotros vayamos consiguiendo durante la misión como viene haciendo desde hace tiempo, por medio de pergaminos Ley Line. Las claves corporales de la misión serán ORACLE´s. Una última cosa, el objetivo se encuentra en este momento en DarkGate, por lo tanto deberás ir hacia allí al comienzo de la misión. Eso es todo. Destruye por favor esta cinta con el procedimiento de siempre. Te deseo mucha suerte en la misión. Recuerda los principales principios del espionaje, Preacher. Recibirás más instrucciones al comenzar la misión. Adiós SPINAKKER”. –

 

            ¿Una línea doble ciego? Eso significa que yo voy a conocer a mi contacto, pero mi contacto no sabrá quien soy, ni tampoco sabrá a quien le entrega la información. Es una forma de salvaguardar las identidades de ambas puntas si acaso es capturado el mensajero. ¿Claves corporales ORACLE´s? Eso significa que ALINA tendrá un agente protegiéndola, que le dirá cuando tiene que abandonar una información para no poner en peligro la línea MANDOLINA. Uff. Tengo que releer un poco los manuales de señales corporales, no quiero hacer un gesto involuntario y mandar toda la operación al garete.

 

            La cinta hablaba de los principios del espionaje... hum. El primero es, si mal no recuerdo, que la dificultad para guardar un secreto es directamente proporcional al cuadrado de las personas que lo conocen... y el otro era... ¡Sí! ¡Nunca te dejes atrapar por los malos!

 

            ¡Demonios! ¡Qué tenso que estoy! Necesito relajarme un poco antes de proseguir con mi trabajo... ¿Qué puedo hacer? ¿Irme a un bar a tomar unas copas y encontrar una bonita dama que quiera ser mi niñera hoy por la noche o disparar unos cargadores en el campo de entrenamiento? Bueno, ¿por qué no? Es temprano todavía, así que, ¿por qué no hacer las dos cosas? Además, si comienzo MANDOLINA dentro de tres días, no tendré mucho tiempo para la diversión.

 

            El interfono comienza a parpadear, la luz que indica que mi secretaria quiere hablar conmigo se enciende y se apaga cada dos segundos mientras que suena la banda de sonido de una famosa serie anterior a las grietas. “Misión Imposible” de Lalo Shifrin ( POLITONO IMPOSIBLE al 7777 ) deja de sonar en cuanto cojo el teléfono. La voz de mi secretaria, dulce, digna de una hot line, me dice que tengo una llamada del Doctor Merval por la línea dos. Le agradezco a Carla por la información y presiono el número dos en el teclado.

 

  • “¿Sí?” –

 

  • “¡Michael, por el amor de Dios! ¡Maldito cabrón! ¡Tanto tiempo hombre!” –

 

  • “Charles, es verdad, dos años, ¿no? ¿A qué debo el honor de esta llamada?” –

 

  • “Trabajo, Mike, trabajo y sólo trabajo, nada de placer... ¡Je! ¿Recuerdas esas tías de Santo Tomás hace dos años y medio? Recuerdas cuando...” –

 

  • “¡Charles! - Lo interrumpo. - Esta no es una línea segura, amigo mío. Pero sí que lo recuerdo”. –

 

  • “Bien. Bueno, el motivo de este repentino interés en llamarte es que tengo cierta información que podría interesarte. Pero no puedo decirte nada por teléfono, es mejor que bajes a mi despacho, ¿en dos horas estaría bien?” –

 

  • “Perfecto. Allí estaré.” –

 

El Doctor Charles Merval. Experto en comunicaciones y tecnología del TIB, tiene su despacho (si se le puede llamar así a un cuarto de cuarenta metros cuadrados) en el segundo subsuelo del edificio, justo de camino a la sala de tiro. Charles, se encarga del descifrado de mensajes en clave, fotos de aviones espía y un montón de cosas más. Ahora, posee el mismo nivel de seguridad que yo, nivel 2 y es muy posible que el Capitán le haya pedido que me enseñe algunas cosas acerca de MANDOLINA. Obviamente, él no estará enterado de las palabras clave, pero sí acerca de la misión. Bueno, antes pasaré por la sala de tiro, para después ir a ver al loco doctor.

 

            Salgo de mi despacho, en dirección a los ascensores de acceso a los sótanos del TIB. Un nuevo control de seguridad revisa mis credenciales antes de que un guardia de seguridad llame al ascensor. Cuando las puertas se abren con un chirrido, entro al ascensor, donde otro guardia de seguridad me saluda y me pregunta a donde me dirijo. Le indico que me lleve hacia la sala de tiro y este se sonríe. Hum... es la primera vez que veo a uno de los guardias de seguridad sonreír.

 

            El ascensor cierra sus puertas y con un sonido de aire, comienza a descender los cincuenta metros que separan la superficie del segundo sótano del TIB. Cuando el indicador muestra el número –2 en la pantalla, las puertas se abren y otro control de seguridad me espera. Salgo del ascensor mostrando mi identificación a los guardias y estos me hacen un saludo estilo militar. La mayoría de los guardias de este nivel, son soldados de la Academia Militar de Tolkeen. En cada puesto de vigilancia hay tres soldados, dos de ellos son soldados rasos y el otro, es un Cabo o en los controles más importantes un Sargento. En mi credencial todavía mantengo el rango de Sargento, así que por eso, cada vez que me cruzo con un soldado, me saludan militarmente.

 

            Comienzo a avanzar por el largo pasillo que separa el ascensor de la sala de tiro. Cuando llego a la puerta, presiono mi credencial contra el detector que se encuentra a un costado de la misma y esta se abre. Dentro, veo al Sargento Mayor Patrick, que me saluda con la mano. El Sargento Mayor me saluda con la mano mientras me acerco a su ventanilla. “Titán” como lo llamábamos en la Academia, pesará alrededor de unos cuatrocientos cincuenta kilos, muy bien distribuidos por su anatomía.

 

El Sargento Mayor, era uno de mis instructores de tiro en la escuela militar, aprendí mucho de él, siempre me decía que podía llegar muy alto en el ejercito, después de mi accidente fue una de las principales ayudas que recibí. También fue él, el que me contactó con el Capitán para comenzar a trabajar para la Agencia. Le doy un apretón de manos al Sargento Mayor mientras él comienza a llenar una ficha con mis datos que ya tiene memorizados. Otra cosa que no comprendo del Mayor es que, teniendo la mayor tecnología en ordenadores, él continúa rellenando fichas con bolígrafo. Si uno le pregunta porqué lo hace, Jon responde que no confió, confía ni confiará que una maquina, por más avanzada que sea, piense por él. Es un buen razonamiento, sin embargo, un poco extraño para un Full Conversión ´Borg.

 

  • “¿Con qué quieres disparar hoy, Sargento?” –

 

  • “Pues... no sé Titán, ¿tienes algo en mente?” –

 

  • “Je, sabes que sí, Predicador, sabes que sí. Mira esto...” –

 

            Titán saca una caja de madera desde debajo de su escritorio. La caja de madera tiene un viejo signo grabado en la tapa... un viejo signo anterior a las Grietas... Creo, que si mal no lo recuerdo, el Sargento Mayor me habló de él hace unos años. La esvástica, el símbolo Nazi, un símbolo Alemán (malditas coincidencias) de la Segunda Guerra Mundial. Patrick abre solemnemente la caja y allí la veo. Una pistola Luger modificada para disparar cargadores láser, modificada por él mismo claro. La “Luger” también dispara balas SDC.

 

  • “Bien, Predicador, esta es el arma que tengo para que entrenes hoy. Veras que está modificada para disparar cargadores láser y también dispara balas convencionales. El entrenamiento de hoy será un entrenamiento de combate real. Tengo preparadas unas sorpresas que han venido hace una semana de la central. Ponte la ropa reglamentaria, y también la armadura y el casco que quieras. Toma el arma, espero que sepas cuidarla”. –

 

  • “Claro, Titán, gracias”. –

 

            Tomo el arma y veo que tiene el peso justo. Ni más ni menos. También el equilibrio de ella en mi mano es perfecto, como si estuviera hecha para mi mano. El Mayor también me entrega dos cargadores de balas convencionales para el arma y un mapa del área de entrenamiento. Me acerco a los vestuarios y comienzo a vestirme con la ropa de camuflaje para desiertos. La ropa es totalmente color arena, con algunas motas marrones. Sobre ella, me coloco la armadura y en mi cabeza un casco, el cual posee un visor especial para puntería y diversos tipos de visiones, como la térmica o la nocturna.

 

            Del otro lado de la sala, hay una puerta de metal, que es la que le permite a uno, ingresar en la sala de entrenamiento propiamente dicha. Me acomodo bien la ropa de entrenamiento y tenso fuerte las correas de mi armadura y mi casco. Me acerco a la puerta y una luz, que hace un segundo estaba roja, se pone de color verde. Entro a la sala de entrenamiento, que está toda oscura, y la voz del Mayor comienza a escucharse por los altavoces.

 

  • “Bien, Predicador. Este será un entrenamiento en un desierto simulado por computadora. Te enfrentarás a varios y diferentes enemigos. Será mejor que tengas preparada la visión nocturna para este ejercicio y que tú mismo estés preparado para alguna que otra sorpresa que te tengo preparada. Carga el arma... ¿listo? Bien, comenzamos en 3... 2... 1... ¡¡¡Ahora!!!” –

 

            La sala comienza a transformarse lentamente en un desierto. Puedo ver la sombra de sus dunas y sus rocas. Las estrellas brillan en el firmamento y lo que parecen ser dos lunas se encuentran en cuarto menguante por lo que la luz no es muy buena. Activo la visión nocturna de mi casco y preparo la Luger para disparar ante el primer signo de enemigos. Toda mi visión pasa del negro a un verde muy bonito. Se hace la luz y ahora puedo ver muchos más detalles del paisaje. Las dunas son muy altas, a lo lejos diviso una pequeña cordillera. Más cerca de mi posición, a unos trescientos metros, veo un par de grandes rocas con... un momento... enemigos...

 

            Rápidamente y de un salto, ruedo hacia mi izquierda cubriéndome tras una roca. Asomo mi cabeza por uno de los costados y observo detenidamente las rocas... dos objetivos aparecen frente a mi visión. Parece que me han visto, ya que han salido de su escondite y se acercan a mi posición. Preparo mi arma y realizo dos rápidos disparos a los enemigos. Ambos caen casi al unísono. Salgo corriendo hacia ellos y por fin los veo de cerca. Dos humanos, armados con rifles de energía. Salteadores del desierto seguramente. Hum... ¿cuál será la sorpresa que me tendrá preparada Titán?

 

            En el mismo momento que la alarma de mi radar comienza a sonar, varias balas disparadas electromagneticamente rebotan contra una roca cercana. ¡¡¡Rail Guns!!! Miro mi radar guiado por mi instinto... ¡¡¡SAMAS!!! ¡¡¡Disparando en un entrenamiento!!! ¡Menuda sorpresa, Titán! ¡Cómo puedo destruir SAMAS con balas SDC! Bueno, habrá que intentarlo.

 

            Un momento... espera sólo un momento... los dos enemigos que acabo de abatir... ¡tienen rifles energéticos! Otra ráfaga de Rail Gun acribilla el suelo a mis pies. Rápidamente, salto sobre uno de los atacantes muertos y con un giro sobre el suelo, le quito el rifle de iones a uno de ellos. En el mismo movimiento, antes de ponerme en pie, le quito el seguro al arma y coloco el selector en media ráfaga. Cuando termino mi giro acrobático, quedo en perfecta posición de disparo detrás de una de las SAMAS.

 

            El arma está completamente cargada. El sonido del disparo es como música para mis oídos, y el sonido de la Power Armor cayendo al suelo, son las Cuatro Estaciones de Vivaldi. La otra SAMAS, da un giro en redondo y dispara otra ráfaga de Rail Gun hacia mi posición. Las balas aceleradas electromagneticamente impactan en mi armadura personal haciéndola pedazos. ¡Mierda! ¡Menudo disparo!

 

            Nuevamente apunto, y disparo. La SAMAS esquiva con maestría mi disparo y la media ráfaga se disipa en el aire. La armadura de potencia repite su táctica, dando un largo rodeo, me dispara una ráfaga de su Rail Gun, pero dando un grácil salto, logro esquivar las cuarenta balas. Ahora es mi turno. Apunto cuidadosamente a las turbinas de la SAMAS y disparo. El rayo de luz impacta justamente donde quiero que impacte y la SAMAS comienza a barrenar en picada hacia el suelo.

 

            Las luces de la sala se encienden repentinamente, dejándome ciego ya que todavía tenía colocada la visión nocturna. Una risa comienza a escucharse por los altavoces. La risa seca del Sargento Mayor Patrick.

 

  • “¡Ja, ja, ja! Te dije que te sorprenderías. Disparos, disparos reales Mike. Pero la computadora evita que te hagan daño. No sé cómo lo hacen... ¡pero es fantástico!” –

 

  • “Je, sí, seguro, Titán, seguro. ¿Acaso no eras tú el que decía que no quieres que un ordenador piense por ti?”-

 

  • “Sí, Mike, era yo. Pero es bueno para los entrenamientos, ¿no crees?” –

 

  • “Tsk. Sí, creo que sí”. –

 

            Entro nuevamente a los vestuarios y me coloco mi ropa. Al salir, devuelvo la Luger a Titán y este me devuelve una sonrisa. ¡Maldito cabrón! ¡Siempre con sus jueguecitos peligrosos! Bueno, es hora de ver al loco doctor Merval. Salgo de la sala de entrenamientos y me dirijo hacia el laboratorio de Merval. Otro control de seguridad me detiene y al ver mi identificación, me saludan y me dejan pasar.

 

            Al llegar a la puerta del despacho del buen doctor, comienzo a escuchar una serie de alaridos y gritos que provienen desde dentro. Desenfundo mi pistola rápidamente y abro la puerta del laboratorio con mi tarjeta. Los gritos se hacen cada vez más y más fuertes... ¡vienen de la oficina de Charles! Me acerco a ella lo más sigilosamente que puedo y tanteo la manija... está cerrada. Tomo impulso y le doy un golpe seco a la altura de la cerradura con uno de mis puños y entro como un desaforado apuntando a todo lo que se mueve... ¡Alguien está en el ordenador principal... Dios!

 

            Cuando observo el ordenador principal, allí lo veo. El maldito loco de Charles está frente a una pantalla de cincuenta pulgadas, con el volumen de los altavoces al máximo... ¡¡¡jugando al Doom 13!!! El Doctor, tras guardar su partida, sale del programa y me observa con una media sonrisa en sus labios.

 

  • “Me has atrapado, Mike. Has llegado con diez minutos de adelanto”. –

 

  • “Sí, mea culpa doctor. Es que he salido de la sala de tiro y me dije... ¿por qué no asustar al bueno de Charles Merval? ¿Cómo estas viejo amigo? ¿Por qué estamos solamente a cinco plantas de distancia y no nos vemos hace dos años?” –

 

  • “Sí, eso es verdad. Será porque no salgo de este despacho hace... ¿dos años?” –

 

  • “Esa es una muy buena excusa, Charles. Bueno, ahora que estoy aquí dime ¿qué quieres decirme?” –

 

  • “No es tanto como decirte, sino mostrarte. Mira esto”. –

 

            En la gran pantalla de cincuenta pulgadas, aparece una fotografía tomada por el mismo avión espía de la zona de Angstville. La zona parece normal, excepto por algunas casas del pueblo destruidas y algunos signos de batalla en el exterior, junto con mucho fuego y humo. El doctor me pregunta si me he situado en el sitio y le respondo que sí. El doctor pasa a otra foto, mientras me dice que esta fue tomada un minuto después que la anterior. Lo mismo que la anterior, señales de lucha, algunas casas destruidas y... qué demonios es eso... una serie de líneas de fuego, seis en total. Golpeo con mis dedos en la pantalla y lo miro al doctor.

 

            Charles pasa a la siguiente foto, tomada dos minutos después que la primera. Todo igual, salvo por esas rayas que ahora se encuentran más cerca del pueblo. Calculo mentalmente la distancia que las seis rayas recorrieron en un minuto y saco la conclusión que es imposible que sean algún tipo de avión o armadura voladora. Si no son nada de eso, sólo tengo una respuesta... misiles. Pero... ¿quién y por qué? La próxima fotografía es al tercer minuto de la primera. En ella veo una serie de explosiones en la parte sur del pueblo de Angstville, los misiles han estallado. Pero la Skull Spider, los Skelebots y las tropas resultan indemnes, siguen allí, junto a la plaza. ¿Error humano? ¿Lo han hecho a propósito?

 

  • “¿Tú qué opinas, Charly?” –

 

  • “Misiles, obviamente. Disparados desde lejos, posiblemente desde un emplazamiento de tierra o un avión. Aunque esta andanada no ha dado en el blanco, la segunda sí. Además, por la dirección, diría que provienen de Pedro Tomeo e informes de inteligencia indican que Pedro Tomeo posee un Iron Bolt lanzador de misiles”. –

 

  • “¿Dos andanadas? Hum... el ataque coalicionista a Pedro Tomeo... esa podría ser la razón. Pero, ¿quién ha dado las coordenadas?” –

 

  • “Creo que tengo algo que puede resolverte esa duda”. –

 

            Charly Merval, teclea algunas órdenes en su computadora y baja un poco el volumen de los altavoces. Presto atención a lo que quiere que escuche el doctor mientras éste acciona la grabación. Grande es mi sorpresa cuando escucho una clara voz con acento Alemán dando las coordenadas exactas de la plaza... Briaeros, ¿quién otro sino? Bien. Briaeros ha dado las coordenadas, claro, es él el que tiene instrucción militar... ¿la primera vez se confundió o simplemente las dio allí a propósito?

 

  • “Esa grabación, Charly, me aclara un par de cosas. Gracias”. –

 

  • “Es un placer ayudarte, Mike, por los viejos tiempos”. –

 

            Salgo del laboratorio de Merval y me dirijo otra vez mi oficina. Nuevamente paso por sendos controles de seguridad hasta llegar a ella. Cuando llego a mi despacho, me arrojo sobre el pequeño sofá. Desde allí, me sirvo una buena copa de brandy y comienzo a pensar acerca de mi futura misión. Una misión peligrosa si las hay, pero tengo que saber la verdad. El equipo de mercenarios Rifts Warriors ha quedado diezmado, que digo diezmado, casi destruido. ¿Un topo coalicionista dentro del grupo o algún tipo de mala suerte? Tengo que descubrirlo como sea y pensando eso, me duermo.

 

Día 22 de Diciembre de 104 PA:

 

  • “Hum, está muy grave señor. Ha perdido mucha sangre y las contusiones internas son bastante severas. En el quirófano le amputamos ambos brazos, también hemos reparado tres hemorragias internas, producto de los golpes sufridos, pero ha tenido dos paros cardiacos en la mesa de operaciones. Además, las quemaduras de su rostro... dudo que pueda... no lo sé señor”. –

 

  • “Era un buen soldado, doctor. No entiendo cómo ha pasado esto. Todos sus compañeros han fallecido a causa de la explosión, pero él, al encontrarse en la puerta del helicóptero, se ha salvado. Cuando lo encontramos, tenia ambos brazos atrapados bajo el aparato, actuamos rápido, pero veo que no han podido salvárselos”. –

 

  • “Sí señor. Conozco el historial del soldado. Pero no creo que pueda continuar en el servicio activo, además, no tiene familia que pueda costear, a lo sumo, la reparación de su rostro, ni hablar de sus brazos. Su vida pende de un hilo”. –

 

  • “Sí. Es un hombre muy fuerte. No se va a morir sin dar pelea”. –

 

            En ese momento, una persona entra a la sala. En su uniforme luce los galones de Teniente de Tolkeen. El doctor y el Sargento Mayor que estaban hablando, se colocan en posición de firmes y le hacen un saludo militar. El Teniente se acerca a ellos, y, con mucha tristeza, mira los cuerpos que se encuentran en las muchas camas del hospital militar de Tolkeen. Su vista se posa en cada uno de los soldados que por algún motivo o circunstancia, han ido a parar a la sala de terapia intensiva del hospital.

 

            La mirada del Teniente se detiene en uno de ellos. Un soldado que ha perdido ambos brazos y que su rostro no se puede distinguir a causa de las severas quemaduras sufridas. El Teniente carraspea y llama al doctor a una sala aparte, para poder hablar a solas y sin que nadie escuche lo que va a decir.

 

  • “Doctor, quiero que haga todo lo posible por ese hombre, me entiende, todo lo posible”. –

 

  • “Teniente, ya hemos hecho todo lo posible, pero el soldado no tiene familia ni a nadie que le costee la reparación completa de su cuerpo. Tampoco tiene seguro médico de implantes cibernéticos, es algo que no podemos arreglar”. –

 

  • “Querido doctor, ¿qué parte no ha entendido de lo que dije? Cuando le digo que haga todo lo posible, significa eso, todo lo posible. Si tiene que trasplantar el cerebro, lo hará y espero que la operación sea un éxito. No me gustan los errores, ¿sabe doctor?” –

 

  • “Pe... pero Teniente, no... no tenemos las piezas necesarias... no podemos... yo... no...” –

 

  • “Eso no es ningún problema, después me pasa la factura. Las piezas necesarias están ya en camino, sólo tiene que ponerlas en su lugar y ese lugar es el cuerpo de este hombre, ¿ha comprendido?” –

 

  • “Señor, sí señor”. –

 

  • “Ah, otra cosa” - dice el Teniente mostrando su credencial al doctor. - “Yo nunca estuve aquí, esta conversación no existió y si algún día se le ocurre hablar algo acerca de esto... me encargaré de que limpie la morgue el resto de su carrera”. –

 

            Las dos personas salen de la sala. En ese momento, el Sargento Mayor que se encontraba junto al herido sin brazos, comienza a gritarle al doctor que el herido ha abierto los ojos. El doctor y el comandante se acercan a la cama. El doctor comienza a tomarle la tensión arterial al herido, mientras que yo, giro mi cabeza mirando al Teniente, que me está mirando con una gran sonrisa.

 

  • “Te recuperarás, muchacho, te recuperarás. Yo, el Teniente Prince, te doy mi palabra de soldado, que te recuperarás”. –

 

            Me despierto sobresaltado, como si hubiese visto un enjambre de Xiticix sobre mi cabeza. Creo que me he pasado de brandy anoche. ¡Malditas pesadillas! Es que nunca podré dormir en paz y tranquilidad sin tener que recordar todas las noches ese maldito accidente. Me toco los brazos. El sonido del metal cuando mis manos tocan mis brazos me hace temblar un poco. Todavía, después de cinco años, no logro acostumbrarme a estos brazos biónicos. El implante facial es menos evidente por lo que no me influye en nada, pero los brazos, no dejan de recordarme una y otra vez el accidente.

 

            Bueno, otro día da comienzo. Falta menos para la operación MANDOLINA. Sólo espero estar a la altura de las circunstancias. ¿Qué hora es? ¡Las diez y media! Joder que he dormido bien. Mañana a las ochocientas horas dará comienzo la misión, será mejor que hoy me ocupe de mi equipo y de las cosas que voy a llevar a la misión. El interfono comienza a repiquetear, presiono el botón que me comunica con mi secretaria y esta me dice que hay un paquete para mí. Le pido que me lo traiga a mi oficina, mientras paso al servicio a lavarme y a afeitarme.

 

            En cuanto entro al servicio, mi bella secretaria golpea la puerta y entra a mi despacho. Con la mano, le indico que me deje el paquete sobre la mesa y comienzo a enjabonarme la cara. Espero un rato a que el jabón penetre en los poros de mi piel, abriéndolos, y comienzo a afeitarme con mi vieja navaja. Cuando termino de arreglarme, salgo del servicio y me siento en mi escritorio. Sobre él, se encuentra el sobre manila lacrado.

 

            Rompo el sello del sobre y dentro del mismo hay un sobre más pequeño. Saco el sobre pequeño y en él, están impresas las palabras ULTRA SECRETO. Abro el sobre más pequeño y arrojo su contenido a la mesa. De ese sobre, salen un par de identificaciones, una tarjeta de crédito y un pasaporte. Hojeo un poco el pasaporte y allí veo mi nueva identidad. Nombre: Xavier, Apellido: Calahan, Fecha de nacimiento: 25 de agosto de 75 PA. Lugar de Nacimiento: Tolkeen. Excelente. Las credenciales son credenciales militares que acreditan mi participación en la Escuela Militar Tolkeenita y mi grado de Sargento. Las demás credenciales son los papeles de compra de mi armadura de potencia Triax X-1000 Ulti-Max en el mercado... ¡¡¡Veintidós millones de créditos!!! ¡Mi Dios!

 

            Bien. Entonces tendré que ponerme en el papel de Xavier Calahan. Un antiguo soldado de las Fuerzas de Defensa de Tolkeen, que ha caído en desgracia por un inoportuno accidente que mermó su capacidad física y que además no le permitió continuar con el servicio activo en el ejercito. Nunca más real. También, mi rango es Sargento, cosa que también es verdad.

 

            Ahora el tema de los implantes biónicos... hum... ¡claro! - “El soldado Calahan ha sido dado de baja médica, y no tiene más posibilidades de pertenecer al cuerpo de soldados de Tolkeen, por lo tanto, las autoridades le hacen entrega de la suma de 30 millones de créditos por las penurias sufridas por su persona”. - Je, es una buena historia. Con ese dinero pude costearme las operaciones y la compra de mi armadura de potencia, además de convertirme en mercenario. Je.

 

            Ahora una buena tapadera que sea totalmente distinta a mi personalidad real... ¿qué podrá ser? Hum... sí, podría ser. Creo que sería una buena distracción, además de divertirme un poco, un predicador... Preacher, como mi verdadero apellido y como mi nombre clave de piloto... Preacher, el predicador. Bien, entonces seré un predicador activo, una persona que pasa todo por la religión cristiana, que es la que más conozco. ¡Dios es mi pastor! ¡Él es el camino, la verdad y la vida!

 

            Tendré que apuntar entre mis cosas, un par de objetos de parafernalia religiosa, como un crucifijo y una Biblia con algunos pasajes subrayados. Sí, creo que eso será suficiente para la tapadera. Hum... trabajar encubierto, el sueño de todo espía... volver al servicio activo, dejar mi despacho y mis informes. Mi sueño. ¡Wow! ¡Las tres de la tarde! Es hora de que vaya a aprovisionamiento y recoja el equipo para esta misión. Tengo que hacer una lista de lo que necesito... veamos... una pistola energética, tengo la mía. A ver... un rifle energético, un vibrocuchillo, una armadura, la parafernalia pastoral... son muchas cosas.

 

            Salgo de mi despacho nuevamente, ahora con la lista en mente, y me dirijo al ascensor. Paso los controles correspondientes y al cabo de unos minutos, llego al nivel –1 de aprovisionamiento. Cuando entro a la sala de aprovisionamiento del TIB, uno de los soldados encargados de la misma me acompaña a una sala insonorizada para que rellene algunos formularios de pedido.

 

            La sala tiene apenas cuatro metros cuadrados, el espacio necesario para un pequeño escritorio y una silla. El soldado me deja varios tipos de formularios y se retira. Cierro la puerta de la salita por dentro y comienzo a rellenar los formularios de pedido. Cojo primero el formulario de armaduras, ya que es lo principal que necesito para sobrevivir fuera y comienzo a rellenarlo. Creo que unas “Vaqueros” MI serán suficientes, no quiero parecer muy adinerado, además, otras armaduras más resistentes las conseguiré una vez que me instale en DarkGate.

 

            Ahora toca a las armas. Hum... veamos... algunas granadas surtidas, de plasma y de humo, pongamos... seis y seis. Bien, sigamos... una pistola energética, una NG-57 está bien, un rifle energético NG-L5. Bien. Un vibrocuchillo, y un cuchillo de supervivencia... bueno, eso no. Tendré que desempolvar mi viejo cuchillo de soldado.

 

            Bien, ya tengo todo lo necesario para la supervivencia. Ahora necesito algún tipo de ropa religiosa y mucha ropa del tipo militar. Creo que marcaré la casilla de equipo militar y de supervivencia para misiones de infiltración, que incluye ropa militar, un IRMSS, cantimplora y algunas cosillas más, y agregaré, en el apartado de observaciones, ropa religiosa negra con el alzacuellos blanco, una Biblia y un bonito rosario. Marco la casilla y apunto lo que necesito en el apartado de observaciones.

 

            Entrego los tres formularios completos al soldado que me trajo hasta esta sala y el militar me indica que espere unos veinte minutos. Enciendo uno de mis cigarrillos Pall Mall y lentamente comienzo a darle pequeñas caladas. Es un hábito que tengo que dejar, lo sé, pero no creo que sea posible dejarlo en este momento. Recuerdo con nostalgia mi primer cigarrillo, era uno de esos que los mandos militares nos daban cuando estábamos en alguna misión. Cigarrillos especiales, con muy poco tabaco y un largo filtro, para quitar el mono del fumador.

 

Al cabo de, exactamente, veinte minutos, el soldado regresa a la sala insonorizada con dos grandes bolsas con mi equipo. El soldado también me informa de que el Capitán Leo Prince quiere verme dentro de una hora. Me cuelgo las bolsas en mis hombros y salgo del sector de aprovisionamiento.

 

Listo. He terminado con esto. Ahora me daré una larga ducha caliente y descansaré hasta recibir las órdenes de mi partida. DarkGate se encuentra a más de un mes de viaje, pero no creo que mis superiores quieran que viaje por el desierto con una armadura de potencia que vale veintidós millones de créditos. Espero que se decidan a transportarme en algún tipo de transporte mágico, como alguna especie de portal mágico, para automáticamente estar a tan sólo unos pocos días de DarkGate.

 

Cuando entro a mi despacho, dejo las bolsas en la caja fuerte, donde hace unas horas he colocado las credenciales, y entro al cuarto de baño. Mientras me quito la ropa, programo la ducha a una temperatura de 38 grados. A medida que la lluvia de la ducha cae sobre la bañera, comienza a formarse un vapor que empaña todos los espejos y cristales que se encuentran en el baño. Cuando termino de quitarme la ropa, entro en la bañera llena de agua caliente mientras cierro la ducha. Programo mi reloj pulsera para que la alarma suene dentro de cuarenta minutos y allí, rodeado de una cálida y transparente agua, me duermo.

 

Mi reloj de pulsera me despierta con un chillido a los cuarenta minutos, tal como lo he programado. Salgo rápidamente de la ducha y comienzo a secarme. Desnudo como estoy, busco en mi armario ropa nueva para la reunión con el Capitán. Me visto con un buen traje oscuro y me pongo unos zapatos negros impecablemente lustrados. Busco en el cajón de abajo un par de guantes de cuero, que siempre utilizo para cubrir mis implantes, y también me los pongo. Me cepillo el cabello y me lo ato con una cinta negra. Cuando termino de vestirme, y con cinco minutos de retraso, salgo corriendo hacia la oficina de mi jefe.

 

Vuelo por los pasillos, pasando lo más rápido posible por los controles de seguridad, hasta que, por fin, llego a la oficina de mi jefe. Cuando entro a la oficina, el Teniente Nicholas Nills se encuentra tomando uno de sus raros cafés. El Teniente levanta la vista de los informes que está leyendo y con un ademán de su mano me indica que me siente. Me siento en una de las sillas, frente a su escritorio, y el Teniente Nills deja a un lado sus informes y me mira serio.

 

  • “Bueno, Preacher, es hora de que te dé las últimas indicaciones antes que partas mañana a tu misión. Bien. Como sabes, DarkGate está situada a más de un mes de viaje de aquí, por ese motivo, los magos de la División Mágica del TIB crearán un portal dimensional mañana a las ochocientas horas a pocos minutos de la ciudad. Ese portal te transportará a algún lugar del New West, a sólo una semana de viaje de Dark Gate. Desde allí, podrás avanzar con tu Mech, y si apuras un poco el paso y no tienes ningún inconveniente en el recorrido, podrías llegar a la ciudad en cinco días”. –

 

  • “Teniente, ¿cuál es la posibilidad de encontrar hostiles de camino a DarkGate?” –

 

  • “Pocas, Sargento. Sin embargo, ten en cuenta que estarás en el desierto. Cabe la posibilidad que te topes con algún Worm Wraith o algunos bandidos de poca monta, pero no me cabe ninguna duda que tu gigantesco robot los espantará cuando lo vean. Aun así, quiero que estés muy atento”. –

 

  • “Lo estaré Teniente, no se preocupe por eso”. –

 

  • “Bien, entonces eso es todo. Quiero que estés mañana por la mañana, media hora antes en el círculo mágico de transporte. Tu Mech estará allí. Ahora vete a descansar hasta mañana. Éxitos en tu misión, SPINAKKER”. –

 

  • “Muchas gracias Teniente Nills. No defraudaré a nadie en esta misión. Le aseguro que la misión será todo un éxito, señor”. –

 

  • “Eso espero, Preacher, eso espero. Puedes retirarte”. –

 

  • “Señor, sí señor”. –

 

            Salgo de la oficina de mi jefe, muy contento conmigo mismo. Aunque Nills no lo haya dicho, tiene plena confianza en mis habilidades. Bien, es hora de tomarme un descanso hasta mañana por la mañana, cuando MANDOLINA de comienzo. Camino relajadamente hacia mi despacho, donde tengo pensado ordenar una buena cena y posiblemente tome alguna copa en el “Saint Tolkeen”.

 

            Cuando llego por fin a mi oficina, llamo por teléfono a la cafetería del TIB y ordeno un buen pedazo de pechuga de pollo asada con una ensalada y un plato de patatas asadas. En tan sólo quince minutos, ya tengo el plato humeante frente a mí. Devoro toda la comida, la cual está deliciosa (una especie de última cena). Cuando termino con ella, cojo mi abrigo y salgo del edificio principal del TIB con dirección al “Saint Tolkeen”.

 

            En tan sólo diez minutos, logro salir del edificio del TIB. Es todo un logro, ya que para salir, una persona debe pasar entre cuatro y seis controles de seguridad. Justo a la vuelta de la esquina, encuentro el lugar que estaba buscando. El “Saint Tolkeen” es un pequeño bar, donde uno puede tomarse unas copas, mientras se escucha buena música en vivo. El grupo de hoy son las “Tolkeen Sisters”, un cuarteto de chicas que cantan temas de antes de las Grietas.

 

            Me siento en uno de los taburetes libres de la barra y un robot me interroga acerca de lo que voy a beber. Le pido un bourbon y automáticamente, el vaso lleno de whisky y hielo. Doy un par de sorbos, cuando en el escenario, las “Tolkeen Sisters” comienzan a cantar “La chica de antes de las Grietas”. Una esbelta señorita se sienta a mi lado, y pide un “screwdriver” mientras yo continúo escuchando embobado al grupo de new rock. Saco mi paquete de cigarrillos y, antes de encender uno, le ofrezco uno a la voluptuosa señorita de mi derecha.

 

            La dama coge uno de los cigarrillos y se lo enciendo con mi mechero. En ese instante, el grupo para de tocar y la sala estalla en un aplauso ensordecedor. Comienzo a charlar de cosas sin importancia con la dama, haciendo como que presto atención a las tonterías que me dice. No puedo quitarme la misión de mi cabeza. Cuando los aplausos se calman, puedo entender lo que dice la rubia... ¡Me está invitando a su casa a tomar unas copas!

 

            No puedo desaprovechar esta oportunidad, pero debo ir con cuidado, hay muchísimos espías en Tolkeen, y no todos trabajan solamente para mi gobierno. Pago ambas copas y salgo del bar con la señorita. Cuando llegamos a la calle, y estoy a punto de parar un taxi, la dama, cuyo nombre es Gabrielle, me dice que ella tiene su auto aparcado a dos manzanas de aquí. Asiento con la cabeza y comenzamos a caminar hasta su vehículo.

 

            Subo a su auto y arrancamos. Tras unos minutos de recorrido, llegamos a su apartamento. Ella me dice que vive en el tercer piso, pero que el ascensor está en reparaciones, por eso, debemos subir por la escalera. Entro al edificio junto con ella y comenzamos a subir los pisos. Cuando llegamos al tercero, nos paramos frente al apartamento “C” y ella saca sus llaves y abre la puerta. Cuando entro, me maravillo ante majestuoso lugar. El piso es de cerámica térmica, la televisión ocupa casi toda la pared, los sillones son de terciopelo y en el centro, una pequeña mesa con una mini nevera debajo de la misma.

 

            Gabrielle me pide que tome asiento, mientras ella va por unas copas. Me siento en uno de los mullidos sillones y siento como mi cuerpo comienza a hundirse en él. Cuando ella regresa, le pido que me diga donde está el servicio, y la rubia me indica una puerta al fondo de la sala de estar. Al entrar al servicio, dejo la puerta entreabierta para poder mirar qué es lo que hace mi sensual anfitriona. Grande es mi sorpresa al ver que me está echando algo en la copa. Obviamente no tengo idea que puede ser, pero no creo que sea nada bueno.

 

            Salgo del servicio con una sonrisa de oreja a oreja y me siento junto a ella en el sillón. Ella me ofrece la copa pero yo le cojo la mano antes de que toque la fina copa de cristal. Acerco mi boca a la de ella y le doy un profundo beso, mientras que con una mano cambio las copas de lugar con un rápido y silencioso movimiento. Tras besarla, cojo mi copa, y le propongo un brindis por nosotros. Ella hace lo mismo con la suya y tras chocar las copas frente a nosotros, bebemos el champagne. Acerco mi boca a la suya, con la intención de besarla nuevamente, pero ella se incorpora con las manos en la garganta y la muchacha comienza a tambalearse hasta caer al suelo despatarrada.

 

            Me incorporo del sillón y le tomo el pulso en el cuello. Bien. Está viva, seguramente era algún somnífero o droga paralizante. Comienzo a palparla de armas, y de su muslo, extraigo una pequeña pistola automática, calibre 9 mm. con balas SCD. Las balas SDC son inservibles para una persona con armadura, pero para una sin armadura, son letales. Continúo con el cacheo, y de su cartera, extraigo un par de identificaciones. Miro detenidamente las identificaciones de la muchacha y allí encuentro lo que quería: Lugar de Nacimiento: Chi Town.

 

            Bueno, que haya nacido allí no es gran cosa, pero que, además, haya intentado envenenarme con algo... bueno, eso dice mucho. Saco mi teléfono portátil y llamo al Cuartel General de la Guardia de Tolkeen.

 

  • “Guardia de Tolkeen, ¿dígame?” –

 

  • “Buenas noches. Soy el Sargento Preacher del TIB. Tengo un problema doble cero, pero ya está controlado, me gustaría que mandaran a alguien hasta aquí”. –

 

  • “¿Doble cero? Entendido señor, estaremos en su posición en... cinco minutos”. –

 

  • “Excelente, los estaré esperando”. –

 

            Exactamente cinco minutos después de mi llamada, el Cabo Smith entra por la puerta del apartamento “C”. Tras cinco minutos más, el cabo ha esposado, amordazado y encapuchado a la supuesta espía coalicionista. A los quince minutos después de haber cortado la comunicación con la Guardia de Tolkeen, el piso se encuentra custodiado por cinco hombres fuertemente armados, y yo camino a mi casa a descansar sin compañía femenina alguna.

 

Día 23 de Diciembre de 104 PA:

 

  • “Águila uno a Pajarraco, Águila uno a Pajarraco, sobrevolamos el cuadrante 47G, listos para recibir instrucciones, cambio”. –

 

  • “Procedan con el ejercicio Águila uno. Tengan cuidado, cambio y fuera”. –

 

  • “Cambio y fuera, Pajarraco”. –

 

            El Sargento Mayor me mira como sacándome una radiografía, esperando que le explique cuáles son las órdenes del Centro de Mando. El ruido del helicóptero nos impide a todos los tripulantes del mismo hablar con normalidad, las aspas hacen un ruido ensordecedor. Por eso, todos contamos con un equipo de radio tanto como para las transmisiones al exterior, como para las del interior del helicóptero. Le transmito la información al Sargento Mayor y éste emprende un brusco descenso con dirección norte.

 

            Mi posición en la nave, se encuentra sobre una de las puertas de entrada. El helicóptero posee dos, una en cada costado. Mi posición, es la de francotirador y, además, soy el radio operador de la nave. Mis pies cuelgan fuera del helicóptero y en mis manos, tengo un poderoso rifle láser para francotiradores. El piloto de la nave, me confirma que descendemos a 300 metros, y volamos en dirección 2-4-5. Transmito por radio nuestra posición a la base, mientras quito el seguro de mi poderosa arma.

 

  • “Parece que esta misión será pan comido, Sargento Preacher”. –

 

  • “Hum... no esté tan seguro, mayor. Nos pueden tener preparadas cualquier clase de sorpresa. El centro de mando no informa ninguna novedad, aún así, creo que tendremos que estar muy atentos”. –

 

  • “Sí, puede ser. Ya veremos”. –

 

            Coloco mi ojo sobre la mira telescópica del arma, y comienzo a mirar la superficie, buscando a los enemigos. Según los informes de inteligencia que nos han dado, el otro equipo estará escondido entre los árboles, tratando de ubicarnos y derribarnos. Nosotros tendremos que pasar desde el punto “Alfa” hasta el punto “Bravo”, evitando que sus radares nos detecten y nos marquen con sus misiles SAM.

 

            El ejercicio transcurre con normalidad. El piloto del helicóptero maniobra la nave sobre el río, entre una espesa fila de árboles, a muy baja altura. A esta altura es casi imposible que nos detecten con los radares.

 

Mientras tanto, río arriba, en la posición del equipo Delta, encargado de cazar al helicóptero.

 

  • “¡Cabo Perkins! ¡Cabo Perkins! Tengo una extraña señal de radar, como si algún tipo de nave volara a muy baja altura. Es posible que sea el helicóptero que estamos buscando”. –

 

  • “Bien soldado. Sígalo y cuando lo detecte, quiero una solución de tiro, para poder dar por terminado el entrenamiento”. –

 

  • “Señor... estoy detectando... ¡Allí está! ¡Ese maldito cabrón vuela a tan sólo 80 metros del suelo! ¡Ya lo tengo! Introduciendo solución de disparo... solución en tres, dos, uno... ¡solución lista Cabo!” –

 

            En ese momento, el soldado Allistar, debido a la emoción de haber capturado al mejor equipo de helicópteros de toda la base, golpea por equivocación la consola de mandos, activando uno de los misiles SAM que apuntan al helicóptero. Todos comienzan a correr hacia el equipo lanzamisiles y cuando llegan, tratan de desactivarlo como sea. Algunos cortan los cables con cuchillos, otros patean la consola, pero todo es inútil. El misil SAM sale disparado, buscando su blanco, el helicóptero de los águilas.

             

Nuevamente en el helicóptero.

 

            Al mismo tiempo que la consola lanzamisiles los tiene detectados en su radar, el radar del helicóptero detecta esa señal, disparando todas las alarmas y encendiendo todas las luces rojas que indican que estamos en la mira de un misil. El piloto, comienza a ascender soltando maldiciones, dando así por concluido el ejercicio. Maldigo hacia mis adentros, y trato de encontrar al equipo Delta con mi rifle de precisión. ¡Allí están! ¡Ahora los veo! ¿Pero que demonios hacen? ¿Qué demonios es ese humo que sale de la lanzadera? ¡¡¡Nos han disparado un misil de verdad!!!

 

  • “¡Sargento Mayor! ¡¡¡Sargento Mayor!!! ¡Misil en el aire! ¡¡¡Los cabrones del Delta nos han disparado un misil SAM señor!!!” –

 

  • “¡¿Qué?! ¡Demonios! ¡El radar no lo detecta! ¡Nos han disparado un US-T45! Preacher, busca ese misil y elimínalo”. –

 

            Comienzo a buscar el misil SAM con mi rifle de francotirador mientras transmito el peligro a la torre de control. Miro hacia todos lados, pero no logro ubicar al SAM. Estos prototipos de misiles son casi indetectables para el radar y no dejan una gran estela de humo que facilite ubicarlos con la mirada. Un momento... un momento... ¡allí esta! Preparo mi rifle para disparar una ráfaga contra el misil, para así destruirlo. Apunto con mucho cuidado, con mucho cuidado a la cabeza explosiva del misil y disparo. El disparo falla por muy poco y el misil, impacta en el rotor de cola, y comenzamos a caer en picado.           

 

  • “¡May Day! ¡May Day! ¡Hemos sido alcanzados por un misil SAM en el rotor de cola! ¡Posición 45, posición 45! ¡Caemos en picada! ¡El piloto no puede nivelar la nave! ¡May Day! ¡May... NOOOOOOOOOOOOOOOO!” –

 

            ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOO!!! ¡Mierda! ¡Otra maldita pesadilla! ¿Es qué nunca podré dormir una noche tranquilo? ¿Qué hora es? Las seis de la mañana... es hora que me levante y me prepare para el viaje. Menos mal que la División Mágica me provee de un portal de transporte instantáneo, no me atrae mucho la idea de estar un mes caminando por el desierto y tener que cruzar el cerco coalicionista entorno al Reino de Tolkeen.

 

            En media hora estoy completamente listo y dispuesto para la misión. Estoy vestido con una camiseta paramilitar, unos pantalones vaqueros y unas botas militares. En la cabeza llevo un sombrero vaquero, ladeado para un costado. De mi cuello, pende mi vieja identificación militar junto con un bonito rosario de plata. En mi cinturón llevo mi pistola energética, junto con un vibrocuchillo y colgado en mi espalda, el rifle de precisión. La barba de unos días, completa la indumentaria.

 

            Cojo mi bolsa con mis pertenencias y me dirijo hacia el sector de transporte mágico del TIB. Al salir de mi oficina, dos agentes del TIB se presentan y me dicen que serán mi escolta hasta que me teletransporten. Bien. De ahora en más, dejo de ser Michael Preacher para convertirme en Xavier Calahan, el predicador. Será mejor que mientras viajo por el desierto, practique un poco mi nueva personalidad, para no tener ningún inconveniente en DarkGate.

 

            Al llegar al lugar de transporte, por fin logro ver mi Mech, el X-1000 Ulti-Max. ¡Es una maravilla! A simple vista le calculo una altura de cinco metros y medio. Sobre sus hombros, tiene dos lanzadores de minimisiles de plasma, por un total de treinta. A su espalda, tiene guardada una Rail Gun. Me quito el sombrero ante tan majestuoso robot... ya te pondré un nombre compañero... dentro de muy poco.

 

            Camino alrededor de mi flamante robot, hasta llegar a colocarme a su espalda. Allí observo la escotilla de entrada al Ulti-Max. Comienzo a subir la escalerilla hasta llegar al lugar del piloto. Coloco mis armas y mi maleta en el lugar especial para esas cosas, dentro de la cabina del piloto y me siento frente a los controles.

 

Sobre mi cabeza, pende un casco de última generación, en el cual recibiré toda la información que me transmita el Mech, así como los enemigos del radar. El casco también posee un micrófono y un par de auriculares para las transmisiones de radio. Presiono el botón que enciende los altavoces exteriores y les indico a todos que estoy listo para partir. Tecleo algunas instrucciones en la computadora de a bordo y la escotilla trasera se cierra herméticamente.

 

Las luces del hangar se tornan rojas mientras una sirena comienza a sonar. Unas pesadas puertas de acero comienzan a abrirse con un chirrido y por ellas empieza a colarse la luz del sol. Comienzo a avanzar con mi robot hacia ellas. Cuando las traspaso, me encuentro en una de las salidas de la Ciudad de Tolkeen. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que vuelva a ver a mi amada patria? Veamos... creo que para despedirme de la ciudad, me vendría bien un buen trago de licor en el saloon.

 

Dirijo mi robot hacia allí y cuando llego, lo dejo “aparcado” en la entrada del bar. Doy vuelta a la cuadra con mi maleta de viaje y entro a un callejón desierto. Me paro detrás de unas cajas y mientras miro que no haya nadie en las inmediaciones que mire, me cambio la ropa por el hábito negro con collarín de plástico blanco de sacerdote. De los bolsillos del saco negro, extraigo un par de guantes negros de cuero y me los pongo, con el fin de ocultar por completo mis brazos biónicos.

 

Guardo toda mi ropa en la maleta, regreso a la entrada del saloon y entro. Dentro, el bullicio apenas deja oír la música que pasa la maquina de discos. Comienzo a mirar todo el lugar y quedo sorprendido al ver al enano más grande que he visto en mi vida. Comienzo a acercarme a él, mientras veo que en su cuello porta un collar de juicer. Extraña combinación. Enano y juicer... además de alcohólico, ya que a su lado veo dos barriles de cerveza totalmente vacíos.

 

Al llegar hasta él, le pido permiso para poder sentarme a su lado. El extraño ser responde con un sonido gutural, lo que me parece que es un sí. Me siento a su lado y pido una buena copa de licor. La camarera toma nota de mi pedido y en pocos segundos, me sirve una gran copa de licor. Miro a mi compañero de mesa y procediendo como un buen cristiano, me presento.

 

  • “Hola. Mi nombre es Xavier Callahan”. –

 

  • “Grmuf”. –

 

  • “¿Perdón? ¿Cómo has dicho?” –

 

  • “He dicho que mi nombre es Raxus, humano”. –

 

            ¡Humano me dice! ¡Ja! ¿Cómo le caería si yo le llamase “enano” o “Juicer”? Bueno, mejor no averiguarlo. Comienzo a tomar de mi copa cuando Raxus pide otro barril de cerveza para él solo. Tenía entendido que los Juicers comen y beben en cantidad, pero nunca he visto a uno trasegar tanto. Me quedo atónito mirando la forma en que Raxus se bebe de un saque el barril completo mientras yo no he tomado ni siquiera la mitad de mi copa.

 

  • ¿Qué miras humano?” –

 

  • “Nada Raxus... oye, me llamo Xavier, aunque mis amigos me llaman “Preacher”. ¿Te gustaría que yo te llamase “Juicer”?” –

 

  • “Bien, Xavier”. –

 

  • “¿Qué te trae por aquí?” –

 

  • “Estoy de paso... voy hacia DarkGate para unirme a los Rifts Warriors”. –

 

  • “¿Sí? Entonces vamos hacia el mismo sitio. Yo también me dirijo hacia Dark Gate... y también busco a los Rifts Warriors. Qué casualidad, ¿no? Podríamos hacer el viaje juntos, si no te importa”. –

 

  • “Grmuf”. –

 

            Bueno, tomaré eso como un sí. Raxus vuelve a pedir otro barril de cerveza y otra vez se lo bebe como si fuera agua mineral. Ambos pagamos nuestras consumiciones y salimos hacia la calle. El Juicer se queda asombrado al ver mi transporte y yo sonrío. Le explico que unos amigos me han dicho que una Grieta se abrirá pronto a unos pocos minutos de aquí, la cual nos dejará a pocos días de DarkGate. El enano no parece entusiasmado por la idea, pero aún así, decide acompañarme por el portal dimensional.

 

            Salimos de Tolkeen por la salida sur de la ciudad y tras una media hora de caminata por el desierto, nos topamos con unos personajes que para mí, son bastante conocidos. Son magos de la División de Magia del TIB. Ninguno hace una señal, ni algún signo que indique que me conocen. Los cinco magos se ponen en círculo y comienzan a canturrear en un idioma desconocido para mí. Al cabo de unos segundos, un portal azul brillante comienza a aparecer frente a nosotros.

 

            Lentamente, muevo los mandos de mi robot para atravesar el portal recién creado. Mi nuevo compañero de viaje se encuentra junto a mí, al principio un poco reticente de cruzar el portal, pero después camina a la par de mi armadura de potencia. Cuando cruzo el portal, todos mis controles se vuelven locos, como si no existiera norte ni sur. Como si todo mi ser flotara en un vacío dimensional. Tras una milésima de segundo de confusión (la cual me ha parecido eterna) cruzamos el portal.

 

            Ya está atardeciendo, pero aún así, obviando la advertencia de la fatiga muscular, continuamos el viaje. La noche es bastante clara, ya que la luna ilumina bastante el sereno paisaje desértico en el que nos encontramos. Es un poco difícil manejar mi armadura de potencia después de tanto tiempo dentro de ella, pero no me queda otra opción. Debo llegar a DarkGate lo más pronto posible.

 

            El viaje es demasiado tranquilo. Todavía no nos hemos encontrado con ningún tipo de civilización ni tampoco con ningún enemigo de importancia. Los pocos que detectaba mi armadura, eran unos bandidos que salían corriendo nada más verme. En ese momento, un sonido, amplificado por mis audífonos, llega a mis oídos. Un grito... un grito de algún animal extraño... Miro a Raxus y veo como se detiene en seco a la vez que desenfunda su arma. Rápidamente, presiono los botones de alerta de ataque de mi robot y mi escudo de protección comienza a activarse.

 

            Una fiera parecida a los antiguos rinocerontes sale disparada hacia mí como un tren. Es la primera vez que veo una criatura tan... terrible... Un pavor sobrenatural comienza a recorrer mi cuerpo y me paraliza. Nada puedo hacer, sólo aguantar el golpe. La criatura golpea con fuerza mi recién estrenado escudo, pero Raxus reacciona rápidamente, disparando una ráfaga de su arma a la criatura, hiriéndola.

 

            Aún así, la criatura no se detiene. Ahora, toma carrera para volver a atacarme. Raxus deja de lado su arma y saca un hacha brillante y gigantesca de su espalda. El terrible monstruo trata de atacar nuevamente, pero el enano salta sobre él con su hacha y de un golpe seco, separa la cabeza del cuerpo del animal. Bueno, es mi primera lucha, y no he podido hacer nada de nada. Espero que no siempre sea así. Raxus corta a la criatura en un trozo más pequeño para poder arrastrarlo y continuamos el viaje.

 

Madrugada del día 24 de Diciembre de 104 PA:

 

            Tras varias horas de caminata, y varias pastillas energizantes, decidimos parar un momento para comer y descansar. Salgo de mi armadura de potencia y me coloco mi armadura personal medioambiental para pasar la noche fuera del Mech. Raxus hace un pequeño fuego donde comienza a cocinar un poco del rinoceronte que ha matado. Cuando la carne está cocida, ambos comemos. ¡Dios! ¡Es horrible! Es la peor carne que he comido en mi vida, pero no tenemos otro tipo de alimento que no sea los concentrados de mi robot. ¡Dios, quiero estar ya en DarkGate frente a un buen plato con un chuletón y una ración doble de patatas fritas!

 

            Mientras comemos esa carne dura como una piedra, observo el horizonte. En él puedo ver una serie de fogatas, muy cerca unas de otras. Por la disposición de las mismas y la cantidad de fogatas que alcanzo a ver, seguramente se trate de una preserva india. El problema es que yo no sé absolutamente nada acerca de los indios de esta región. Sin embargo, posiblemente Raxus sepa algo.

 

Giro mi cabeza buscando a Raxus, pero ya no se encuentra a mi lado. Comienzo a buscarlo en las cercanías hasta que por fin lo encuentro. Raxus está parado, a unos metros de mí, mirando fijamente hacia las fogatas. Veo también como el gran enano niega con la cabeza varias veces, antes de regresar hasta donde me encuentro y decirme que lo mejor será que partamos, ya que él cree que esos indios no son de lo más amistosos del New West.

 

Comenzamos nuevamente nuestro avance. Mi cuerpo ya no resistirá por mucho más tiempo si no descansa como corresponde. Además, estas pastillas energizantes vaya Dios a saber qué efectos secundarios tienen. Bueno, pero pese a todo, la caminata nocturna es bastante apetecible. La luna no se encuentra como la noche anterior, ahora está cubierta con algunas nubes, pero la visibilidad no es de las peores que he visto. ¿Pero que...?

 

  • “ALERTA. ALERTA. CASCO EXTERIOR COMPROMETIDO. CRIATURA DESCONOCIDA INTENTA ABRIR BRECHA EN EL BLINDAJE. SUGIERO DESTRUCCIÓN TOTAL DE LA CRIATURA”. –

 

            ¡Vamos! ¡Como si no lo supiera! Bajo la mirada para poder ver a la criatura que me está atacando mientras llevo mis manos a los controles de mi Maxi Rail Gun... ¿Qué clase de bicho es ese? Mis manos comienzan a temblar ni bien lo veo. Es un animal horrible y en sus manos puedo ver unas gigantescas garras que se disponen a “estrenar” el blindaje de protección de mi X-1000.

 

            En ese momento, en mi campo de visión, veo a... ¿Raxus? ¡No puede ser! ¡Ha dado un salto de más de cinco metros de altura! Observo como el Titán Juicer salta hasta ponerse a la altura de la criatura con su hacha preparada y asesta un terrible golpe en la cabeza del animal, para después caer al suelo. Pese a todo, el Gripleaper no suelta presa y me ataca con sus garras, golpeando un par de veces mi armadura exterior, haciéndome perder el equilibrio.

 

            Lentamente, veo como mi Ulti-Max comienza a caer al suelo de espaldas, aún con el bicho pegado en mi armadura de potencia. Cuando caigo al suelo con un sonoro golpe, me golpeo la cabeza contra uno de los controles de mi nave y quedo por un segundo desconcertado. Cuando mi mente vuelve a mí, veo que la horrible criatura, ahora lucha cuerpo a cuerpo con Raxus. ¡Ah no! ¡Esta me la pagarás una a una, maldito bicho con garras!

 

            Rápidamente, vuelvo a tomar control de mi Power Armor y sin moverme del lugar, mientras esta pelea con mi compañero enano, llevo mi Maxi Rail Gun hasta su cabeza y disparo. Una ráfaga de sesenta balas aceleradas electromagnéticamente acierta de lleno en su cabeza, reduciéndola a papilla en pocos segundos. Me incorporo de donde estaba caído, y mientras Raxus se quita los restos de bicho de su cuerpo, le pido a mi computadora un estado completo de los sistemas. En mi visor HUD, aparece la leyenda: “Todos los sistemas funcionando al 100 %”. 

 

Día 25 de Diciembre de 104 PA, Navidad:

 

            Bien, aquí estoy. En algún lugar, cerca de mi destino. Saco de entre mis pertenencias un mapa confidencial plastificado y lo comienzo a estudiar. Hum... me encuentro a tan sólo una semana de DarkGate. Si avanzo recto hacia el norte, apurando un poco el paso, y siguiendo el río, es posible que llegue en unos pocos días a la puerta de la ciudad. Allí solamente tengo que buscar a los Rifts Warriors sobrevivientes, presentarme a ellos y lograr que me acepten. ¡Je, una tontería!

 

            Además, hoy es veinticinco de diciembre, la Natividad de Jesucristo. Si quiero que mi fachada no se venga abajo desde el principio, creo que lo mejor será que detenga mi avance y rece un poco. Tengo que seguir al pie de la letra la doctrina cristiana, no quiero ser descubierto antes de comenzar la misión propiamente dicha. Le pido a mi compañero que detengamos un poco nuestro viaje para poder realizar unos rezos a mi Dios, ya que es hoy la fecha de su nacimiento.

 

            El enano Juicer no parece ponerse muy contento ante mi propuesta, por lo que decide dejarme solo con mis rezos. Saco mi Biblia y mi rosario y comienzo a rezar un par de oraciones. Cuando termino la farsa, la cara de fastidio de mi compañero es patente. ¡Je, creo que sí! Me acerco a Raxus y con una actitud solemne le pregunto si está bautizado. Él me responde que no, que no sigue la doctrina cristiana, por lo cual, debo llevar esto hasta el final. Le pido permiso a mi compañero para bendecirlo y Raxus acepta a regañadientes.

 

            Cojo un poco de agua entre mis manos y salpico todo el cuerpo de mi compañero enano mientras digo: - “Yo te bendigo hijo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. –

 

            Tras mis rezos y toda la cháchara cristiana esa, le digo a Raxus que la dirección que debemos tomar es hacia el norte. El enano Juicer se queda pensando por un momento. Mira el cielo, observa el río que recorre el borde del bosque y me dice que si venimos del norte... ¡como vamos a regresar hacia allí! Hum... tiene razón... es lógico, lo mejor será que sigamos el borde del río hacia el sur y seguramente encontraremos algún rastro de civilización.

 

            Subo rápidamente a mi Mech, no tengo tiempo que perder. Transmito las órdenes a mi robot mediante la computadora de a bordo y este, comienza a avanzar a pasos agigantados. Cada vez que uno de sus pies toca el suelo, el sonido retumba en mis oídos. Debo pasar cuatro días a velocidad crucero si deseo llegar lo más pronto posible a DarkGate. Tengo que hacer caso omiso a las advertencias de que más de veinticuatro horas pilotando el Mech, produce atrofia muscular. Tengo que llegar a DarkGate lo más rápido que pueda.

 

            Mientras avanzo, viene a mi mente una vieja canción de cowboys. No recuerdo de quien era el tema, pero era uno muy pegadizo. Comienzo a cantarlo en mi mente mientras tecleo las ordenes a mi robot. Dirección tres-cinco-cero, velocidad cinco-cero kilómetros por hora, A.T.A. uno, cero, tres horas. A mi lado camina el incansable Raxus... un buen compañero de viaje... callado y con un “gran” sentido del humor.

 

A friend of a friend needs a favor

No questions asked, there´s not much more to say

Me and my wife, we need the money

We´ve got four kids are hungry, one on the way.

 

Slip these sweat socks in your shirt and pray they think your packing

Be sure to keep your head down, don´t look´em in the eye

And don´t get fancy, Ricky, we ain´t Jimmy Cagney

Look at me, let´s do the job and let´s get home tonight

 

            Al llegar al estribillo, canto con todas mis fuerzas.

 

I got a half tank of gas and if we run all the light

We´ll sleep across the border, on the wrong side of right

And just like Butch and Sundance we´ll ride until the dawn

Sipping whiskey, singing cowboy songs on the right side wrong.

 

Día 26 de Diciembre de 104 PA:

 

            ¡Ajuuum! Es la primera vez, en mucho tiempo, que puedo dormir toda la noche sin tener pesadillas acerca de mi accidente. Raxus se encuentra preparando un desayuno “liviano”. Esto de volver a ser un agente de campo me ha cambiado la vida... eso... y este magnifico robot alemán. Todavía no tienes nombre pequeño, le digo al Mech mientras comienzo a recoger las cosas de mi campamento. Tu nombre debe ser alguno, que concuerde con la misión y con mi nueva personalidad, ¿cuál podrá ser?

 

            Tiene que ser un nombre bíblico, un nombre que cause admiración y a la vez terror a los enemigos. Bueno, terror causas por ti mismo. ¿Recuerdas como hace dos días, esos mercenarios que nos quisieron robar, salieron corriendo al verte? Claro que causas pavor, eres una tremenda máquina de guerra, pero tu nombre... tu nombre debe indicar que clase de robot que eres... ¡Ya lo tengo! ¡Gabriel! ¡El ángel Gabriel! ¡Ese será tu nombre! ¡¡¡Buenos días Gabriel!!!

 

            Tras recoger el pequeño campamento, ingreso en la cabina de Gabriel y comienzo a avanzar hacia mi destino junto con el Titán Juicer. Al cabo de varias horas, lo que era una llanura sin pastos, comienza a tornarse en un hermoso paraje de verdes pastos. A lo lejos puedo ver un gran rebaño de vacas. Ajusto la visión telescópica de mi Power Armor y veo junto a las reses, un par de cowboys arreándolas.

 

            Continuamos avanzando en esa dirección y cada vez nos acercamos más al rebaño. Cuando estamos a pocos metros de el, decido bajarme de mi robot para hablar con los pastores, para ver si ellos tienen alguna información de donde demonios se encuentra la cuidad de DarkGate. Lentamente me acerco a ellos, ataviado con mi sotana de cura. Raxus se queda a unos metros detrás de mí, dejando que sea yo el que hable con ellos.

 

  • “Buenos días, reverendo. ¿Qué lo trae por aquí?” –

 

  • “Buenos días hijo. Estamos aquí un poco perdidos. Con mi amigo Raxus estamos tratando de llegar a una ciudad. Ambos creemos que es por aquí, pero no estamos seguros en que dirección”. –

 

  • “Ah, bien Padre. Bueno. Si seguís el río hacia el sur, os encontraréis con DarkGate, esa es la ciudad más cercana. Después, las demás quedan a varios días de viaje de aquí”. –

 

  • “Muchas gracias hijo, esa es justo la ciudad que estamos buscando. Que paséis un buen día. Id con Dios”. –

 

  • “Gracias Padre. Igualmente”. –

 

            Continuamos nuestro avance hacia el sur, siguiendo la vera del río. Al cabo de unas pocas horas comienzo a divisar una muralla sobre el horizonte y varios edificios que sobresalen de ella. Por fin, después de cuatro días de un aburrido viaje, llego a mi destino. Esa ciudad que veo hacia delante, es DarkGate.

 

Dentro de la ciudad se encuentran los integrantes de la compañía mercenaria Rifts Warriors, de la que pronto seré parte. ¿Podré descubrir si realmente tienen un topo infiltrado? ¿Lograré que se unan a la causa de Tolkeen? Yo no lo sé, nadie lo sabe, pero quedan pocos minutos para sacarme esa gran duda.

 

Al llegar a las puertas de la ciudad, un grupo de mercenarios nos cierran el paso. Desciendo de mi Mech y me acerco a los guardias colocándome al lado de mi compañero. Los guardias no nos ponen ningún problema para entrar a la ciudad, sólo nos piden que esperemos al Ayudante del Sheriff Aldon Pearce (un devoto cristiano según las palabras del guardia), que nos acompañará hasta el Garaje de Mek, donde deberemos dejar nuestras armas.

 

Tras unos minutos el Ayudante del Sheriff se acerca a nosotros y nos pide que lo acompañemos. Mientras avanzamos, el ayudante nos va mostrando la ciudad. Al recorrer DarkGate me doy cuenta de que las fortificaciones exteriores son una verdadera porquería, como si no esperasen que nadie los ataque... o como si tuvieran algún tipo de arma secreta. El recorrido por la ciudad es bastante aburrido, ya que casi no presto atención a ello. En mi mente sólo suenan dos palabras... Rifts Warriors.

 

Al llegar al taller de Mek, dejo todas mis armas (menos mi cuchillo) y mi Ulti-Max. Un humano bastante amargado toma nota en un recibo de mis cosas y tras firmarlo, me entrega una copia para poder retirar mis pertenencias. Raxus hace lo propio con sus armas y juntos, ya sin la compañía del ayudante del sheriff, nos dedicamos a preguntar a algunos de los habitantes que nos cruzamos, donde podemos encontrar a los Rifts Warriors... todos nos dicen lo mismo, en mayor o en menor medida... que los Rifts Warriors están acabados.

 

Alguna de las personas con las que hablo, me dicen que los Rifts Warriors están en el Gremio de los Mercenarios bajo estricta vigilancia militar y médica, pero que es posible hablar con algunos de sus ex – integrantes en el Saloon de la ciudad. Miro a Raxus y él me pide que lo guíe. Caminamos juntos por unas horas sin dirección, hasta que por fin damos con el lugar que buscamos, el bar de una tal Marie Chatelle.

 

En una de las tantas mesas abarrotadas de gente, observo a tres personajes muy particulares. Según los informes de inteligencia que estudié en Tolkeen, uno de ellos era un integrante de los Rifts Warriors... Quick Flex... sí, ese es su nombre. Le hago una seña a Raxus para que se acerque junto conmigo a la mesa y comenzamos a caminar hacia ellos.

 

Al llegar a la mesa, Raxus no puede con su genio y abiertamente les pregunta donde puede encontrar a los Rifts Warriors. Los tres personajes dejan de jugar a los naipes y nos miran de arriba abajo como estudiándonos. Uno de ellos, Quick Flex, me devuelve mi billetera diciendo que se me había caído. ¡Je, maldito bribón! Agradezco la devolución de mis pertenencias mientras el pequeño hiperactivo alienígena me dice que Tolkeen es una muy bonita ciudad.

 

Los tres antiguos Rifts´s nos ofrecen un asiento en su mesa y comienzan a presentarse. Raxus y yo nos presentamos como corresponde y pedimos una ronda para todos. En ese momento, Ebon, el elfo, se levanta para ir hacia el baño mientras Raxus y yo comenzamos a recaudar información acerca de cómo podemos ingresar a la compañía mercenaria.

 

Tras unos minutos de charla, confirmo todas mis teorías. Según los ex – Rifts, de la incursión a Angstville solamente han sobrevivido tres de los guerreros. Daeron, Briaeros y Silver Hawk. Los tres sobrevivientes se encuentran en un estado crítico y ellos creen que pasará más de una semana para que se recuperen del todo. En ese momento, Ebon sale del servicio y pasa por mi lado despidiéndose de todos. Sutilmente, el elfo acerca su boca a mi oído y me dice: “Padre, necesito confesar mis pecados”, y sale del bar.

 

Me disculpo con mis compañeros y salgo del bar para seguir a Ebon. Siguiendo un rastro de naipes de póquer, que voy juntando uno a uno, llego a un callejón donde Ebon me espera con una sonrisa. Me acerco a mi contacto, observando hacia todos lados, buscando alguna señal de intrusos o de algún oído indiscreto. Cuando veo que todo está tranquilo, comenzamos a hablar en voz muy baja.

 

  • “Bienvenido Agente Especial Preacher”. –

 

  • “Ebon... de todos los presentes no me imaginaba que podías ser tú”. –

 

  • “Pues ahora lo sabes Preacher. Bien. Mi misión será transmitir información entre el TIB y tú. Sin embargo, sólo nos encontraremos cuando yo diga y como yo diga. Me imagino que te habrán dicho cosas de códigos y demás... bueno... eso no me interesa. YO digo como se hacen los intercambios de información y YO digo cuando se hacen. No voy a arriesgar mi pellejo con esos códigos”. –

 

  • “Me parece bien, tú tienes más experiencia en esto que yo”. –

 

  • “Bien. Lo primero es cubrir bien tu tapadera. Lo mejor será que consigas una habitación en el Saloon y esperes allí hasta que estén recuperados los Rifts Warriors para poder abordarlos. Ten cuidado, ya que DarkGate tiene informantes en muchos sitios. No te fíes de nadie, de nadie en absoluto. También ten cuidado de no crear problemas con las otras dos doctrinas religiosas que aquí se practican, eso podría ser tu perdición ya que eres “sacerdote”, recuerda bien eso”. –

 

  • “Sí, ya estaba enterado de ese problema. Ahora, una última cosa... ¿algún indicio de espías Coalicionistas en la ciudad?” –

 

  • “Pues mis informaciones no son muy precisas en ese tema, pero estoy seguro que hay un par. Son buenos, ni siquiera yo los he descubierto todavía, por eso te digo que andes con mucho cuidado”. –

 

  • “Bien. Hasta la próxima”. –

 

  • “Una última cosa. No contactes conmigo a menos que sea absolutamente necesario... ¿está claro? Bien. Adiós Spinnaker”. –

 

            Salgo del callejón mucho más tranquilo. Mi primer día en DarkGate y ya conozco a mi contacto. Además, es uno de mucha influencia por lo visto en la ciudad. Regreso al Saloon y me dirijo a Raxus diciendo que lo mejor será que cojamos unas habitaciones aquí hasta que los Rifts´s estén en condiciones de recibirnos. Raxus, tras su cuarto barril de cerveza, parece asentir levemente. Me acerco hasta la barra y Marie Chatelle me atiende divinamente. En un par de minutos, Raxus y yo, tenemos un cuarto donde pasar la noche... ahora sólo me resta esperar.

 

Acciones Futuras.

 

  • Entrevistarme con los Rifts Warriors y lograr que me acepten.
  • Comenzar con el pie derecho mi misión.

 

Fin del Turno Introductorio de Xavier “The Preacher” Calahan para Rifts.

Notas de juego

- Los hechos narrados ya no son coincidentes con los hechos oficiales acaecidos en la actual partida, por lo que consideramos que este relato realmente se corresponde a un eco de un universo paralelo muy similar.