Partida Rol por web

La Busqueda

Asuntos mundanos (Cap 2.2)

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01/05/2016, 23:00
Narrador

El dia en Venecia era uno bastante lindo sin esa brisa fresca que venia del océano y con el sol bañándolos de un calor bastante reconfortante. Ademas parecía no haber nubes en el horizonte. Tal vez por ese día tan lindo que Leonor termino su trabajo sin dificultades y rapido, dejándola varada sin mucho rumbo en el fuerte portuario.

Mientras lo exploraba descubria un detalle interesante sobre la forma en que la trataban los guardias en general siendo algo mas educados con ella o simplemente diciéndole que estaban muy ocupados para hablar. La joven no podia evitar pensar que aquello se debia al trabajo que ahora cumplía para ellos y que eso la convertía n algo diferente, incluso habia la esperanza que pudiera conseguir una amistad con alguno de ellos si se esforzaba. Aunque tambien se le ocurrió que los que se encontraban ahí eran mejor entrenados y educados que los que andaban en la calle debido a su importante trabajo de defender el puerto. Pero no estaba segura de ninguna.

Como antes se encontró con el viejo mensajero amable, que se encontraba ademas de mirando el mar hablando con uno de los hombres de ahí. Sonriendo cuando cruzaba la mirada con la joven, pero pidiéndole educadamente privacidad mientras hablaba con el hombre. En uno de tus cercamientos te diste cuenta que le faltaba uno de sus pies, algo que no habias distinguido antes por la larga bata que usaba este cubriendolo casi entero.

Finalmente en tu paseo terminaste en el muro que daba al mar viendo el choque de las olas hasta que una voz familiar te saco de tus pensamientos.    

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01/05/2016, 23:42
Amedeo Uccello

"Ha pasado mucho tiempo Leo..." saludo desde unos pasos que termino de recorrer rapidamente. "Como has estado pequeño? Al parecer me hiciste caso y te uniste a las fuerzas del orden." comento con una sonrisa bastante amistosa y sincera mientras le tocaba el hombre en un gesto de saludo.

Mientras esperaba sus palabras hecho un vistazo al mar y dio un largo respiro. El hombre no habia cambiado mucho desde la ultima vez que la joven lo habia visto, seguía pareciendo un buen hombre con un rostro querible además de apuesto. Sus ojos saludos seguían brillar con cierta bondad y con un claro deseo en sus ojos, pero no era uno simple sino uno movido por un ideal. Su vestimenta habia cambiado un poco pero solo para mostrar un rango algo mejor que la de soldado raso que era su puesto la primera vez que lo viste.

“Que hermoso es el aire del mar. ¿No te parece?” pregunto con su mirada volviendo a ella.

Notas de juego

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02/05/2016, 02:51
Leonor Amore

Hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien. Quizá fue la promesa que recibió por parte de Konrad de ayudarle a encontrar a su hermano e intentar salvarle bajo cualquier circunstancia, o quizá fue el hecho de que seguía viva a pesar de haber pensado que su existencia acabaría en aquel subterráneo de la biblioteca. De cualquier forma, la vista del océano desde la alta torre del cuartel de la guardia le resultaba tan hermosa como inspiradora, por lo que, cuando terminó sus tareas, la jovencita se permitió el lujo de perder unos momentos para contemplar el horizonte, agradeciendo el trato que últimamente recibía por parte de los guardias de la ciudad.

El viejo mensajero también conseguía hacerla sonreír, puesto que aquel hombre no solo era alguien que merecía la pena conocer, sino que sentía como si ambos tuvieran un código secreto sin necesidad de emplear palabras, por lo que cuando le pidió privacidad con la mirada, ella simplemente accedió y se dirigió hacia otra parte, tan solo para complacer sus deseos.

Fue cuando menos se lo esperaba, mientras contemplaba la belleza de las olas de su adorada ciudad, cuando una voz amiga la sobresaltó, haciendo que se girara al tiempo que sentía aquel familiar toque en el hombro, en señal de camaradería.

- Si que es hermoso… Jajaja, estoy bien, aunque no mejor que tu, al parecer. – Le respondió con un guiño, refiriéndose a su ascenso – Bueno, no te hice caso del todo, puesto que alguien tan enclenque como yo no podría ni sostener decentemente una espada, por lo que decidí emplear otro tipo de habilidades para ayudar a las fuerzas del orden. Me alegra que te ascendieran, Amedeo – Le confesó, sin mencionar que ella había sido la que le introdujo aquel papel en el bolsillo, aunque suponiendo que seguramente el joven sumaría dos más dos.

Lo cierto es que tenía que reconocer que aquel cambio le había sentado bien a su amigo. Por alguna razón ahora le parecía más seguro de si mismo e incluso más atractivo aun que antes.

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02/05/2016, 16:39
Amedeo Uccello

"Eh?" pregunto no entiendo a que se refería hasta que ella comento de su ascenso. "Así que los sabes, te agradezco la felicitación pero no es nada. Solo tuve la suerte que alguien escurriera un papel importante en mi bolsillo." comento sin darle mucha importancia a su nuevo asenso que sin duda no lo rechazaba pero tal vez se sentía no merecerlo del todo.

"Si, me comentaron que estabas de mensajero. Un buen trabajo por lo que escuche bastante útil para coordinar esta gran ciudad." comento asintiendo varias veces sin duda no teniendo ningún problema que no terminaras reclutándote como soldado. "Quien sabe tal vez al final incluso te sale una mejor vida que a la mayoría de los soldados, así que no te sientas mal por este. Haz tenido una buena suerte de que terminaras en eso." comento aunque sentías que su tono había cambiado de repente a uno más serio.

Aunque mostro una sonrisa antes de continuar. "Sabes cuándo me ascendieron hicimos un festejo en lo de Facciolo, fue una fiesta muy entretenida ignorando cierto incidente desagradable...." comento con alegría apurándose a pasar rápido por ese incidente que no se veia muy motivado para hablar de este. "La cuestión es que en un momento estuve hablando con Camila que estaba muy preocupada por vos, incluso me pidió que te buscara para asegurarse que estuvieras bien y para preguntarte tu razón para que te fueras asi de repente sin despedirte." le informo fijando su mirada interesada en la joven que se hacia pasar por un joven. "Entonces...¿cual fue la razón? ¿tiene que ver con el corazón?" empezó a preguntar tirando una segunda pregunta que no pudo más que desconcertar a la joven que no esperaba algo tan acertado.

Notas de juego

Un par de cosas:

No estas en la torre alta de la fortaleza, no te dejan pasar. Estas en uno de los muros.

Despues los unicos que te tratan mejor hasta ahora son los guardias de la fortaleza, los de la calle no cambien en su forma de tratarte.

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04/05/2016, 02:07
Leonor Amore

-Claro que lo sé, estuve observando tu celebración desde muy cerca, bastante feliz por tu ascenso, pero teniendo en cuenta el poco cariño que me tienen los guardias, decidí no acercarme mucho aquella noche. – Afirmó de forma desinteresada, mientras añadía con un guiño – Es un alivio saber que esos pirómanos no volverán a hacerle daño a nadie, e igual de bueno el que tus superiores no te escuchen cuando tratas de desviar el mérito hacia desconocidos imaginarios que mágicamente dejan caer papeles en tus bolsillos – Finalizó, guiñándole un ojo totalmente sonriente al darse cuenta de que Amedeo no había imaginado que ella pudiera ser la persona que introdujo aquel papel.

-Es un buen trabajo – respondió a su comentario sobre los mensajeros – No puedo quejarme, ya que tengo una paga, comida y un sitio caliente y protegido donde dormir. Dime… ¿A que te refieres con que he tenido suerte? Dime que no te han destinado a alguna tarea peligrosa – preguntó con algo de inquietud en el tono de voz.

Pero entonces, Amedeo menciono un incidente desagradable en la taberna de Facciolo y su semblante se puso lívido -¿En serio? ¿Qué pasó? ¿Le ha ocurrido algo a las chicas? Por favor, no me asustes. – Preguntó sin ser capaz de ocultar su preocupación.

No obstante, ante la pregunta tan directa de su amigo, la joven huérfana permaneció unos segundos sin reaccionar, al pensar por un instante que Amedeo había descubierto su condición femenina. Cuando estuvo segura de que no era el caso, suspiró profundamente para ordenar sus ideas, justo antes de contestar.

– Camila es una mujer extraordinaria y no se merece que alguien como yo le complique la vida ¿Sabes? Uno se da cuenta de cuando empieza a estorbar y, a pesar de ser pobre, no soy de los que abusan de la hospitalidad ajena. Dile que no se preocupe, que estoy bien, pero por favor no le digas donde estoy o lo que hago. Me conformo con saber que es feliz.

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04/05/2016, 16:33
Amedeo Uccello

“Estuviste cerca? Entonces fuiste un tonto al no venir y perderte la fiesta.” Afirmo sin reserva aunque tanto por el tono y el insulto sabias que no lo decía con malicia sino con confianza que no te ofendieras por el regaño de ahora. “Los guardias en la taberna se comportan bien, no diría nunca como caballeros pero tampoco es que busquen hacer lios.” Comento tal vez defendiendo un poco a sus compañeros o solo haciéndole ver que no habría habido un problema con su presencia.

Si se había dado cuenta o no, no lo dejaba tan claro, pero la joven ya parecía tener su pensamiento pero mientras Amedeo sonreía de costado ante sus palabras. “Por supuesto, mejor dejar a los anónimos en el anonimato. Los pirómanos mientras se pudrirán en el calabozo, al menos los vivos, aun sin entender como los encontramos.” Dijo con cierto orgullo aunque pareciendo no querer darle mucho tiempo mas al arresto.

“La tarea de un guardia siempre es peligrosa. Uno nunca sabe de donde saldrá el peligro pero hay una gran posibilidad que traten de matarlo a uno para salirse con la suya. Por lo demás esta la posibilidad de terminar persiguiendo locos que nunca te imaginaste que vivieran en la misma ciudad y un poco mas de cosas que vuelven generalmente emocionante la labor.” Empezó a enumerar aclarando para que el supuesto chico no se preocupara de mas por este. “Igual no te pienses que no disfruto mi trabajo, es algo que veo como muy necesario para que se conserve el orden y se cuide a la gente.” Decía con cierta ilusión y placer que solo se veía a quien disfrutaba de su trabajo fuera cual fuera.

Negó rápidamente tras la pregunta de la chica. “No a las chicas no le paso nada mas que el momento desagradable, siento si te asuste. No se si te acuerdas Severinus, bueno al parecer mi ascenso no le complació mucho. Aunque a decir la verdad nunca le cai bien al hombre por alguna razón y esa noche según las palabras de Camila pareció querer dejar en claro quien sigue siendo el macho alfa. Yo la verdad antes de eso no entendí que había venido a hacer.” Expreso con molestia y viéndose algo incomprensivo. “Ambos somos compañeros guardias, no veo razón para que seamos enemigos pero al parecer algunos sienten que somos así. Solo espero que Severinus no lo piense también.” Dijo en un pedido claro a Dios, ya que vos recordabas lo terrible que ya sin hablar parecía aquel hombre.

Tu respuesta lo dejo medio triste. “Mira no sé cómo funcionara, porque en verdad nunca lo pensé. Pero si deseas estar con una de las chicas no debería haber problema alguno. Aun cuando no tengas dinero.” Comento pareciendo aun con la idea que te fuiste porque no terminaste animándote en una confesión. “Pero bueno le diré que estas bien. Aunque no entiendo porque no debería decirle lo que estás haciendo o porque no deberías visitarla de vez en cuando. Ella seguro está feliz pero se la veía muy preocupada por vos, al parecer te tiene mucho cariño.” decia aunque en sus ojos veias una clara pregunta respecto a lo que habia pasado realmente.

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05/05/2016, 02:01
Leonor Amore

- Si que estuve cerca, pero a pesar de que sé que tus compañeros no buscarían hacer líos, preferí que no tuvieran que preguntarse qué pintaba un zarrapastroso como yo merodeando junto al recién ascendido – Respondió sin darle más importancia con una sonrisa – Ahora eres importante, Amedeo, y las apariencias lo son todo.

Ante las explicaciones sobre las tareas de la guardia, Leonor suspiró aliviada al darse cuenta de que no estaba mencionando aquello por un destino en concreto, sino más bien por las tareas intrínsecas de la profesión. En cualquier caso, en el momento en que su amigo afirmó lo necesaria que era la guardia de la ciudad, la jovencita disfrazada de muchacho asintió, totalmente de acuerdo con sus palabras – La ciudad puede sentirse afortunada de tener alguien como tu para protegerla, eso seguro. Y yo personalmente me alegro de tenerte como amigo – Afirmó de corazón, golpeando cariñosamente el hombro del guardia con su puño cerrado.

-Espero que Severius tan solo tuviera un mal día y no te profese inquina. No es un enemigo que me gustaría tener, si te soy sincero
– Respondió ante las explicaciones de Amedeo sobre los sucesos de la noche – En cualquier caso, si te preocupa, yo lo hablaría directamente con él para dejar las cosas claras.

De nuevo el joven volvió a la carga con el asunto de Camila, retomando el tema y deseando saber algo más. En un principio pensó en zanjar la conversación sin añadir nada al respecto, pero finalmente, y tras un suspiro de resignación, decidió complacer a su amigo, dándole algo más de información de la esperada.

-¡Por Dios, si que eres persistente! Es más complicado que todo eso pero tendrás que jurarme que no dirás ni una palabra de todo esto. – Comenzó tratando de ordenar sus ideas y esperando la confirmación de la promesa por parte de Amedeo.

– Verás, siento algo muy especial por Camila, pero ella ya tiene… a alguien. ¿Sabes eso de que tres son multitud? Pues ya está. Estas cosas son mejor cortarlas de raíz, y no quiero estropear nada entre dos personas que se aman, por haber sido tan estúpido de meterme en medio. Antes prefiero que crea que soy un Stronzo desagradecido ¿Lo entiendes ahora?
– Le preguntó sin poder evitar pensar en Piero y en aquellos atractivos ojos que la miraron esa mágica noche, mientras le regalaba aquel beso que hizo que su corazón se detuviera durante unos instantes.

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05/05/2016, 18:27
Amedeo Uccello

Suspiro resignado negando con la cabeza. “No eres el primero que me dice eso y me preocupa. Acaso mientras más asienda en mi carrera debere alejarme mas de los que conozca hasta quedarme solo con extraños?” pregunto no a la pequeña exactamente sino al aire. “Es un buen infirmo que preferiría evitar, si me lo preguntas.”

Su gesto triste duro hasta recibir ese golpe amistoso que le hizo sonreir un poco. “Muchas gracias Leo, espero no decepcionarte en mi guardia y amistad.” Le devolvió aunque al terminar de decirlo la tristeza volvió a su rostro y su vista cambio al mar. “No sé qué decirte. Me parece que siempre ha tenido un problema conmigo, siempre expreso que mis ideas de compasión son demasiado infantiles para este mundo y que las saco de relatos de caballeros. Yo no hablaría nunca con un tipo asi a solas, no creo tener el valor o la fuerza para enfrentarlo.” Le explico lo mejor posible a la joven que podía entender la diferencia de ideales que tenían y los separaba bastante, aunque no se imaginaba que este capitán lo tuviera en tan mala mirada por eso.

Su actitud cambio cuando cambio el tema, era claro que no solo insistía por curiosidad sino que preferia cambiar el enfoque de la conversación hacia ella. “No es mi culpa, es mi deber de guardia preocuparme de los habitantes de la ciudad.” Bromeo con una sonrisa divertida, asintiendo una vez poniendo su mano derecha en el corazón n un claro gesto de jura. “Lo juro.”

La historia que finalmente recibió el guardia, no pareció sorprenderlo del todo aunque en parte era porque él mismo había comentado de un posible enamoramiento. Aunque se lo vio algo incómodo y la vez conocedor cuando se nombró al otro hombre. “Es una lástima escuchar eso Leo. Había oído algo de un…amante de Camila, aunque es la primera vez que me lo confirman.” Le comento algo cuidadoso en sus palabras. “La verdad no sé si lo que haces es lo mejor, pero se ve que quieres hacer bien por lo que no debería ser algo malo. Supongo que te entiendo.” Concluyo con una respuesta algo confusa pero entendible.

Sin decir más coloco su mano por encima de los hombros de ellos. “No te pongas triste, dicen que hay muchos peces en el mar. Ya te encontraras una chica o mujer que te guste.” Le trato de animar, pareciendo hacer una referencia sutil en la edad de Camila. “Le dire que estas y que no necesita buscarte mas, pero igual deberías visitarla de vez en cuando porque no pienso que ella en algún momento cercano te vea como un Stronzo desagradecido.”

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06/05/2016, 01:46
Leonor Amore

-Cuando llegues a la cima serás todo lo que desees ser, Amedeo. Amedeo, aunque el camino seguramente no sea de rosas precisamente – respondió ante su pregunta sobre lo que ocurriría durante sus ascensos. – estoy seguro de que no me decepcionarás. Te conozco demasiado como para saber que eres alguien honesto y noble que lo único que desea es el bien de esta ciudad – Afirmó dándole ánimos, para centrarse en el asunto de su superior, el cual sentía cierta animadversión hacia su amigo.

- No te preocupes, porque realmente lo que importa al final son los resultados, y estoy seguro de que tarde o temprano verá que eres alguien tremendamente eficiente a pesar de tus ideales de “compasión” como tu los llamas –
Le alentó mientras ella misma sopesaba las repercusiones que podría acarrearle a Amedeo el hecho de tener a alguien Así en su contra, si realmente ese era el caso.

Tras escuchar su juramento, Leonor se sintió aliviada y comenzó a contarle a su amigo una versión algo tergiversada, pero bastante exacta, de lo que ocurría entre Camila y ella. Escuchar de su boca que la entendía, era más de lo que hubiera podido desear – No te preocupes que no estoy triste. Prefiero mil veces que Camila sea feliz, puesto que ella se lo merece ¡Ah! Por favor, no le digas que sé leer o escribir puesto que nunca se lo dije y no querría que se sintiera mal por no habérselo contado – Finalizó apoyando una mano sobre él hombro de su compañero, al que le hubiera gustado contarle la verdad sobre su naturaleza femenina, pero desconocía como se lo hubiera tomado o si la hubiera delatado delante de los guardias.

Notas de juego

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08/05/2016, 02:37
Amedeo Uccello

Se lo noto mucho más animado con tus palabras, incluso más seguro en su forma de pensar pero esto la joven solo podía imaginárselo. “El camino no será de rosas y eso lo sé, no soy ingenuo. Incluso sé que elegiré el camino más difícil para ascender pero me sentiré mejor por ello y valdrá la pena.” Comento con un claro brillo de deseo en sus ojos, si bien la conocías como una mirada común de ambición en los Venecianos no podías evitar sentir algo diferente en esta.

“No los llamo asi yo, sino él y lo hace con un tono muy lejos de un halago. Pero espero que tengas razón y se termine dando cuenta que no debería meterme obstáculos.” Comento volviéndose de nuevo serio y acercándose un poco a ella. “Aunque tengo que confesarme que no estoy entusiasmado de trabajar con un hombre como él, que además sospecho que lo mejor que habría que hacer con él es meterlo en una cárcel tras todo el daño que ha hecho él.” Te susurro en confianza dejándote ver que si había un odio no era solo de un lado y que si bien Amedeo no lo deseaba como un enemigo, en una parte de él lo sentía como uno. Lo que era preocupante para ella.

Suspíro el hombre tras escuchar todo. “Te sacrificas mucho, aunque por otra parte tampoco deberías mentirle tanto a una mujer que quieres. Eso no es bueno.” Le alecciono aunque no como alguien superior sino como un igual, un compañero. “Sigo diciendo que deberías visitarla y dejarle ver que estas muy bien para que no se preocupe. No te pido que le hagas un soneto.” Comento bromeando al final mientras se comenzaba a estirar. “Es un consejo, al menos el que te puedo dar con el poco tiempo que tengo.”

De repente sentiste como si quisiera ponerse algo mas serio tras un silencio que parecía usar para un cambio de tema. “Dime Leo. Sabes algo mas del Aleman que escapo de la plaza? Escuchaste algo? Porque siendo sincero me sigue molestando en gran medida que se haya podido escapar tan fácil.” Empezó a interrogarla poniéndose en una posición mas de guardia que amigo.

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08/05/2016, 13:49
Leonor Amore

-Me alegro de escuchar esas palabras. Yo también pienso que llegarás lejos. Haría falta más gente como tú en la guardia que se preocupe por los venecianos, da igual sus riquezas o su clase – Afirmó posando la mando en su hombro en señal de apoyo.

No obstante ante la mención de Severius, la jovencita se preocupó, puesto que sabía lo fuerte que era aquel hombre y la fama y reputación que mantenía. – No le des más vueltas. Lo mejor en estos casos es no enfrentarse y dejar que el agua corra. No merece la pena generar enemigos cuando se puede evitar. ¡Además! El tiempo pone a la gente en su sitio sin necesidad de tener que hacer nada. No le des pie a que tenga poder sobre tus pensamientos. – Afirmó, tratando de restarle importancia para reducir ese odio que podía ver en sus ojos.

Pero de nuevo, Amedeo volvió a la carga con el asunto de Camila, por lo que la huerfanita no pudo evitar ponerse algo más seria, tras darse cuenta de que si seguía intentando convencerla, seguramente no podría dejar de pensar en la rubia tabernera… Y sobre todo en Piero, el cual estaba intentando borrar de su mente, sin mucho éxito, con todas las fuerzas que tenía.

-No le he mentido. Tan solo me quito de en medio porque hay ciertas cosas que es mejor no saber. Aunque no le cuentes qué estoy haciendo, ella se enterará de que estoy bien gracias a ti. Por favor, deja de azuzar las brasas, que soy yo el que se haría daño si la ve y no soy tan fuerte como tu. – Le reprochó, esperando que su amigo entendiera que tenían diferentes formas de ver el mundo.

Tras el silencio que se generó, Amedeo mencionó al alemán y le preguntó si sabía algo de él. Tras meditarlo rápidamente Leonor decidió no mencionar nada al respecto. Por mucho que quisiera a su amigo, sabia lo peligroso que podía ser el hecho de que se internara solo en el lugar de los sectarios. Además, necesitaba saber qué acciones tomaría el príncipe al respecto antes de mandar a personas que podían sufrir daños terribles por aquellas criaturas sobrenaturales. – Es culpa mía que escapara. Si hubiera sido más arrojado, a lo mejor hubiera podido darle caza aquel día en la casa vieja. Siento no ser de mucha ayuda – Respondió con el semblante sombrío. Odiaba ocultarle cosas a su amigo, aunque esta era la mejor forma que tenía para protegerle… al menos de momento.

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08/05/2016, 18:22
Narrador

Notas de juego

Tirame para mentir manipulacion+subterfugio dif 8, que es algo groso.

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08/05/2016, 22:14
Leonor Amore
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago la tirada. Ya modificas la dificultad y el número de éxitos dependiendo de lo que hablemos :)

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09/05/2016, 05:15
Amedeo Uccello

“Tal vez tienes razón y la verdad no eres el único que me ha dicho eso, pero yo no puedo evitar en mi interior que sienta que debo hacer algo con ese hombre. A pesar que el gobierno actual lo prefiere donde esta.” Confeso suspirando con desgano pero finalmente pareciendo aceptar la sugerencia. “Igual no me niegas que hay que cambiar mucho en la guardia.” Le desafío a que lo contradijera.

Probablemente por el desgano anterior fue que levanto la mano en señal de rendición mientras sonreía. “Esta bien, ya entiendo que no quieres hacerle daño a la bella mujer por lo que respetare tu deseo sin contarle nada. Solo que estas bien haz podido encontrar una forma honesta para vivir la vida.” Declaro en un claro final de su insistencia en ese tema.

Pero eso los dejaba con un solo tema que la joven no deseaba hablar demasiado. “No te culpes por algo asi, el hombre se le escapo a la guardia también y por lo que vi por quien me encontré en la plaza esos hombres eran muy especiales. No hay nada que debas culparte Leo.” Se apresuró a decir de nuevo tocando su hombro en un gesto de apoyo y probando que no pensara mal del joven por la falla de esa captura. “Si no sabes nada entonces tendre que investigar por mi lado, aunque no hay muchos indicios por donde empezar. Aunque luego de unas preguntas que hice a los guardias del puerto y de otras salidas en Venecia, pienso que aun sigue aquí.” Comento dándole una mirada invitándola a hacer un comentario.

De repente parecio estirarse en el lugar como si se despertara de un sueño. “Leo, algún dia tendríamos que ir a tomar un poco…a otra taberna que la de Camila, supongo. Pero igual me gustaría que repitiéramos el encuentro es un placer tener estas charlas fuera de trabajo.” Comento pareciendo acercarse a su despedida.

Notas de juego

Al final te salio bien :)

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09/05/2016, 17:28
Leonor Amore

-Sabes que tengo razón, aunque como te conozco, estoy seguro de que intentarás hacer algo con él – Dijo algo pensativa mientras de repente se le ocurría una solución para proteger a su amigo.

- ¡Espera! ¿Qué te parece si te ayudo? Los mensajeros como yo somos invisibles, por lo que podría intentar encontrar pruebas que le incriminen de alguna manera para que se pueda hacer justicia. Tan solo tendría que estar en alguna misión donde pueda espiarle un poco o donde tenga acceso a sus documentos, para saber si está metido en asuntos ilegales
– Sugirió, feliz de poder ayudar a Amedeo, aunque fuera un poco, con alguien tan peligroso con Severinus, y alegre por dejar de hablar de Camila y de la taberna donde había sido tan feliz por tan corto espacio de tiempo.

- ¿Qué averiguaste por tu cuenta? Intentaré investigar algo más sobre el Alemán y esos tipos. Si eran tan especiales, seguro que no desaparecerán así como así. No te desanimes y por favor cuenta conmigo para ayudarte también con eso – Se ofreció, sabiendo que cuanta más información obtuviera al respecto, más rápidamente conseguirían frustrar los planes de los sectarios en la ciudad.

-Cuando quieras nos tomamos algo después del trabajo. Tan solo dime cuando y te haré un hueco, aunque te advierto que la paga de mensajero no es gran cosa, así que posiblemente tengas que pagarme las rondas al final – Afirmó con una sonrisa, guiñándole un ojo – Sí que es un placer verte. Eres uno de los pocos amigos que tengo desde… – Finalizó con algo de tristeza en su voz, dejando la frase incompleta, sin saber por qué se sinceró con él de aquella manera.

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10/05/2016, 21:44
Amedeo Uccello

“Me conoces más de lo que pensaba o es que soy tan transparente.” Comento con una simple sonrisa sin terminar de darle la razón a la joven que se lo había pedido. Aunque espero paciente escuchando su sugerencia hasta el final antes de negar con la cabeza. “No. Dejalo, no puedo pedirte algo como eso. Con lo del alemán me fue fue suficiente para ver en el peligro que meto a la gente, por lo que ahora no puedo pedirte que sigas o espíes a un hombre tan peligroso.” Le explico a la joven con seriedad y un tono que dejaba claro que era una decisión que no estaría dispuesto a cambiar. “Camila no me lo perdonaría si hago eso.” Comento por lo bajo como si estuviera algo avergonzado de traerla de nuevo a la conversación que tenían.

Suspiro y se rasco el pelo “Muy poco. Como dije me parece que no se ha podido escapar de la ciudad por lo que debería estar aquí, pero no conozco su refugio. No estoy seguro si se quedó mucho tiempo en el Ghetto de los negros, porque no estoy seguro hasta donde estos protegerían a un asesino que no se les parece en nada físicamente.” Respondio dejando para afuera sus conclusiones. “De cualquier forma tiene a unos cuantos guardias además de mi persiguiéndolo y él debe saberlo por lo que se mantendría oculto por el momento.” Siguió sugiriendo.

De nuevo suspiro. “Puedes investigar pero de forma no oficial y además no demasiado profundo. Llegas a escuchar en la calle algún rumor de su paradero y me lo haces saber de inmediato.” Le termino dejando al menos eso a la joven, pero se veía que no era tanto de su agrado arriesgarla.

Rio con ganas para luego encoger los hombros. “No hay problema, incluso te lo decía como una invitación que pagaría yo.” Le aclaro divertido aunque las últimas palabras de la huérfana le llamo la atención. “¿Desde cuando? Si quieres no me respondas pero me gustaría saber que paso.” Le dijo fortaleciendo el agarre en el hombro del joven para darle valor.

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11/05/2016, 00:58
Leonor Amore

-Bueno, suelo calar a las personas. Sobre todo a las que me importan. – Respondió sin darle la mayor importancia.

Cuando Amedeo se negó a aceptar su ayuda, Leo frunció el ceño algo molesta, por lo que se cruzó de brazos antes de decir - ¿Sabes? No eres el único que se preocupa por esta ciudad y por evitar que personas que no merecen estar en una posición de poder, tengan más autoridad de la cuenta. Lo que hice con el Alemán fue por mi cuenta y riesgo, así que no tienes por qué sentirte culpable…. Al menos dime que si tienes que mandarle algún mensaje, me usarás a mí en vez de a otro mensajero. Supongo que será una de las ventajas por haber sido ascendido. – Finalizó tratando de pedirle algo alternativo para que no se negara esta vez.

Tras escuchar lo que sabía sobre el alemán, la damita asintió lentamente y se comprometió a ayudarle en cuanto tuviera alguna información que pudiera usar. Su amigo no estaba muy desencaminado con respecto a sus suposiciones, anquen nada podría prepararle para la verdad detrás de todo lo referente al Alemán que la atacó en lo que parecía ya una eternidad.

Pero, cuando Amedeo le preguntó directamente a qué se refería con sus últimas palabras, Leonor se dio cuenta de que había hablado de más y que, por respeto a él, ya no podía echarse atrás.

– Desde que mi hermano desapareció hace meses – Dijo mirándole a los ojos – De hecho ese es el favor que quería pedirte cuando te conocí. Igualmente ya es muy tarde… y tu tendrás cosas más importantes que hacer.

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11/05/2016, 07:54
Amedeo Uccello

“Se que no soy el único que se preocupa por la ciudad, además de vos hay mucha gente que se preocupa pero no por eso los pongo en peligro. Puede ser que lo del Aleman lo hayas hecho por tu cuenta aunque yo te lo pedi.” Le corrigió con determinación puesta en negarle el pedido de la joven. “No hay ventaja alguna, aunque fui ascendió aun me lo sigo encontrándome personalmente como antes e igual si le mando una carta se vera extraño de mi parte.” Le informo mostrándole las fallas de su plan a la joven o dejándole en claro que tendría que conseguir otra persona que mandara la carta.

Entonces cuando por fin la joven pudo mencionar su hermano, algo que por el tiempo y las prisas no pudo hacer antes, el guardia se la quedo mirando con tristeza. “Eso es muy lamentable y en verdad lo siento mucho Leo. Aunque tienes razón en que estoy algo ocupado tratare de preguntar por mis conocidos si alguno lo ha visto y buscare algo de tiempo. ¿Es igual a vos? ¿Mas joven o viejo? ¿Algún rasgo que ayude a distinguirlo?” comenzó a interrogarla aunque con un fin diferente al que se esperaría ella de un guardia.

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12/05/2016, 00:48
Leonor Amore

-Sinceramente creo que te echas demasiadas cargas sobre los hombros que tampoco son culpa tuya – Le respondió quitándole importancia. – Mira, yo te ofrezco mi ayuda para cuando la necesites. Tan solo te pido que lo consideres si en algún momento se diera el caso – afirmó zanjando el asunto para no agobiarle demasiado, y pensando en hacer sus propias pesquisas por su cuenta y riesgo.

Pero cuando Amedeo la miró con expresión triste y comenzó a hacerle preguntas sobre su hermano para poder encontrarle, la jovencita sonrió con cariño mientras respondía – No lo sientas… son cosas que pasan a la gente pobre como yo… Es más alto que yo y un poco más mayor. Cabello oscuro, piel bronceada y ojos verdes. ¡ah! y bastante atractivo… o eso es lo que dicen las ragazzas. La única pista que tengo es que un mendigo me dijo que habían visto a alguien con esa descripción en compañía de una mujer extranjera adinerada y que pensaba llevárselo con ella, pero no se si se tratará de Theo – Finalizó, esperando que esas pistas le condujeran a alguna parte.

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13/05/2016, 20:30
Amedeo Uccello

“Puede ser…” admitió de nuevo encogiendo los hombros como a quien no le importa poseer un problema asi. “Bien. Lo tendré en cuanta por si ocurre la ocasión para que me ayudes.” Comento aunque intuías algo de mentira en sus palabras pero no sabías si sería algo del todo pero si se veía que su objetivo era zanjar el tema como hacia ella.

Suspiro. “Que sea algo frecuente no lo hace menos lamentable Leo. Aunque supongo que alguien con dinero no le daría mucho pensamiento a ello.” Comento dejando ver su indignación ante el hecho, dejando en su cabeza ciertos detalles terribles sobre la infancia en su condición que si bien ella podía dudaba que conociera el grado en que eso ocurría y todo lo que pasaría. Sin embargo dejo ese sombrío pensamiento para escuchar la descripción que le daba ella y la supuesta pista del mendigo.

“Bien, si el mendigo es una fuente segura entonces lo primero sería revisar los barcos que entraron y los pasajeros. Puede que alguien haya anotado a una mujer adinerada.” Sugirió pensativo y dirigiendo su vista por un momento a los barcos atrancados en el puerto. “Aunque esta la posibilidad que ella haya querido ser discreta en su llegada y sobornado a al del puesto para que no la anotara en el libro oficial.”