Partida Rol por web

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFT WARRIOR

Muchas cosas se decían, y el borg seguía en silencio, aunque giraba levemente la cabeza en dirección a cada interlocutor cuando tomaba la palabra. En su mente, se esforzaba por comprender todo aquello. Si había entendido bien, aquella muchacha había sido poseída o algo así, y había resquemores por parte de algunos miembros del grupo. Debería andarse con ojo, aunque desde luego para él era una víctima... Pero quién sabe si no podría ser poseída de nuevo. Cuando Daeron les miró a él y a Shidi, y les preguntó por gastos, decidió que era el momento de hablar.

-Bueno...-dijo-aún con ese reparto del que habla Emil, no estoy muy seguro de qué necesitaría... Sólo fluido de nutrientes para mantenerme vivo. En cuanto a armas, ya tengo el TX-500 Rail Gun, el rifle de partículas TX-45 y el eyector de plasma NG-E12Z, con 39 ráfagas para el primero, 4 cargadores del segundo y 15 del tercero-explicó. Dado que no sabía donde iban ni cuanto tardarían, no sabía si sería suficiente, pero desde luego era bastante para tumbar a buena parte de los enemigos que pudieran aparecer en un periodo razonable. O, al menos, eso pensaba-y dado que un cuerpo nuevo está fuera del alcance-añadió, en lo que parecía ser una broma, aunque con cierta acidez en el tono de su voz mecánica-creo que no necesito nada más. Sobre el reparto de Emil... Supongo que no tengo nada en contra.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFT WARRIOR

Entonces, ¿empezamos a hablar de equipo? Nos va a llevar un rato.

Como mecánico tengo el defecto de pensar en vehículos y yo sé que hay muchas cosas más. Por ejemplo, a mí no se me hubiese ocurrido hablar de comprar mercaderías y quizá sea interesante. Pero no dejo de pensar que si la Coalición sale a cazarnos, y ojalá que eso no ocurra, ir como una caravana de mercadres no es buena idea.

Veamos, Mek ha custodiado un camión de transporte pesado "Battlebringer" y dos hovermotos que pertenecieron a RiftsWarrior caídos y por tanto nos pertenecen a nosotros, bueno, nominalmente al líder de los Rifts Warriors. Eso, junto con el dinero, nos da un cierto margen de maniobra. Podemos de algún modo, diseñar cómo va a ser nuestro... "parque móvil" por así decirlo. Podemos vender algo de lo que tenemos y comprar otras cosas más adecuadas. Podemos basarnos en vehículos pesados con afustes de armamento pesado o podemos basarnos en vehículos rápidos. Francamente, si los Coalicionistas nos atacan con cazas o con misiles, de poco nos servirá tener fortalezas andantes.

En cualquier caso, podemos poner blindaje a los vehículos y podemos pintarlos de camuflaje. Todo eso tiene un coste. Nos vendría muy bien alguien que supiese de tácticas para decidir qué combinación de vehículos puede darnos mejores opciones. ¿Cuántos vehículos rápidos o qué armas pesadas? Yo no puedo ayudar en eso. No sé nada de estrategia ni de tácticas militares.

Además, me gustaría transformar un vehículo en enfermería móvil. -Por un momento se le quebó la voz- El caso es que hace poco ví morir a Jack Mournfolk y bueno, no hubiese sido posible salvarle, pero habrá muchos casos en los que alguno de los Rifts sufra heridas, heridas importantes y, no podemos volver a Dark Gate a que se recupere. Eso es todo. Tengo un vehículo, puedo venderlo y costear esta enfermería móvil. Aunque si hay algún otro proyecto, tal vez sea más interesante y merezca la pena invertir en él antes que en el mío.

En cualquier caso tengo mucho que trabajar y que comprar y tan sólo tres días para hacerlo. Quizá, sea mejor que me vaya y empiece a trabajar cuanto antes.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFT WARRIOR

Daeron asintió, casi imperceptiblemente, ante diversos comentarios que diversos compañeros realizaron sobre diversas cuestiones. Le agradó saber que al elfo tampoco le gustaba nada la idea de invadir la mente de los aspirantes.

Por otro lado, no era momento de que la gente comenzara a levantarse y marcharse solo por que lo que se hablaba no era de su interés o simplemente le resultaba desagradable.

- Deberíais quedaros y escuchar todo - coincidió con Muxu y Emil -. Todo lo que se va a planear. Todo sobre como vamos a organizarnos. Todo sobre que materiales disponemos y necesitamos. Todo sobre... a donde vamos a desplazarnos. En suma, todo lo que necesitáis saber. Aquí y ahora - afirmó dando un par de golpecitos con su índice sobre la mesa para enfatizar las últimas dos palabras.

- En el pasado, - continuó hablando - existió un fondo común en los Rift Warriors. Un tesorero, a veces el líder, otras veces un miembro de confianza, lo gestionaba. No toda, pero sí la mayor parte de lo obtenido, quedaba en ese fondo y era obligación de ese tesorero el tratar de suplir las necesidades y demandas de los otros miembros.  Es más, era su función revisar las condiciones de los vehículos, municiones, combustible, vituallas, armas y armaduras de los Rift Warriors para ponerlos a punto y repararlos o mejorarlos siempre que fuera necesario, antes de cada salida - describió de manera muy precisa, sabiendo muy bien de lo que hablaba - Y debo admitir que el grupo funcionó óptimamente. Nunca antes estuvo tan preparado. Eso se debió a que la mayor parte de las ganancias se reinvertían en el propio grupo, fortaleciéndolo progresivamente dada la excelente equipación. Eso, hasta hace un mes, fue el uno de los pilares fundamentales de que la mayoría sobreviviéramos a misiones que... que hoy día, los presentes, fracasaríamos estrepitosamente - afirmó sin tapujos -. Es por tanto que, como oficial de operaciones, recomendaría que la mayor parte quede en el fondo para necesidades de interés común y una pequeña porción repartida entre los miembros para gastos personales - recomendó, pero sin imponer la última palabra.

- Muxu, entiendo tu afecto por María y su esposo Geoffrey. También eran mis amigos. Pero en esta situación estoy con Emil. Sus padres y el pueblo de Santa Fe bien pueden merecer y necesitar una compensación por esas pérdidas. Pero no más que la hija huerfana que ha dejado Erzebeth. O los padres de Baldwin, siendo su hijo su principal sustento. Y como ellos, otros muchos caídos por el camino - explicó el magus -. Todo Rift Warrior, antes de salir en cada aventura, ya tenía hecho un testamento. Os recomiendo que todos los que queráis testar y legar algo lo hagáis antes de dos días - dijo asintiendo, como si fuera algo obvio.

Después escuchó la demanda de Briaeros. Algo sencillo, pero claro. Al poco lo hizo Halberd. Y de una manera excelentemente correcta desde el punto de vista del magus.

- Suscribo todo lo dicho por Hammerstaff. Los vehículos que nos pretenden llevar por medio mundo es algo en lo que tenemos que invertir con urgencia capital, a mi ver - asintió al enano, contento por que coincidieran en algo tan importante, a pesar de desaveniencias anteriores - En el pasado funcionamos con dos hoverfurgones. Uno más pesado y blindado, más resistente ante ataques, y otro de mercancía y ciertos dispositivos de enfermería. Creo que el pesado es el que guarda Mek - comentó mientras miraba al tecnomago y asentía con la cabeza en reconocimiento por estar bien informado de lo que dejó el último grupo de Rift Warriors - Pero si mal no recuerdo, también deberían haber dos caballos robot y un Sky King - afirmó con una sonrisa - Los primeros, más ligeros, solían flanquear el convoy y el último sobrevolar los cielos, con una labor de reconocimiento - explicó mientras notó la impaciencia del enano.

- Espera un poco más, Halberd - pidió -. Entendemos tus prisas. Hay mucho que preparar y poco tiempo. Pero permanece un poco más, hasta que terminemos de hablar todo y lo dejemos atado y bien atado. Supongo que no será necesario permanecer durante la aceptación o rechazo de los nuevos, dejando de antemano tu voto. Ahí podrás marcharte. O marcharnos juntos. Me gustaría a mi también echar un vistazo a los vehículos - expuso Daeron. 

- Si alguien más dispone de medios de locomoción, ahora es un buen momento para exponerlo - añadió.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. DURANTE LA REUNIÓN A PUERTA CERRADA DE LOS RIFT WARRIORS.

El comentario de Raxus, directamente enlazado con el de Emil el Corsario que los había contemplado como un bloque indisoluble, provocó un encogimiento de hombros de Callahan. Su rostro era serio mientras observaba el ir y venir del Juicer y parecía estar meditando la respuesta.

-Verás, Raxus. No las tengo todas conmigo. Resulta noble y honorable ese ideal de sacrificio y lo agradezco, y mentiría si dijera que no me gustaría que nos aceptaran y que nos aceptaran a los tres. Pero en caso de que elijan a unos sí y a otros no, ¿qué es lo correcto? -preguntó-. Tus motivos para entrar en los Rifts los has dejado claros. Hay una meta, un objetivo, una ilusión en tu proceder. ¿Sería justo permitir que renuncies a ello en el caso de que no me quisieran a mí por ejemplo entre ellos? Te aseguro que no me sentiría bien si tuvieras que renunciar a tu búsqueda, a algo que anida en tu corazón, por alguien al que has conocido hace dos semanas. Puedo ser egoísta, pero no tanto. Siendo sincero, busco luchar contra la coalición, y si no es con ellos, buscaré otro grupo con quien poder hacerlo, pero no permitiré que otro paguen por mí. Así que confío en que no nos pongan en la obligación de decidir, de elegir y que nos acepten a los tres.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. DURANTE LA REUNIÓN A PUERTA CERRADA DE LOS RIFT WARRIORS.

La pregunta de Raxus era algo que ya se había planteado él mismo con anterioridad. Eran tres candidatos y ello no implicaba que los tres fueran igualmente válidos o que respondieran de igual forma a las necesidades de aquel grupo bajo la sentencia de un exilio.

A duras penas habían aguantado la presión y de forma igualmente precaria habían decidido permanecer unidos por un tiempo. Sin duda, Los Rifts Warriors estarían a la defensiva y en aquel contexto, era fácil que no los aceptaran o, en el mejor de los casos, que su elección fuera selectiva. Por su parte, tenía una misión que cumplir, una misión que superaba sus apetencias personales de mantener la integridad de su pequeño grupo. Raxus y Equilibrium eran buenos tipos y habían demostrado que sabían pelear. No obstante, en la balanza entre su deber y su gusto, sabía a que lado del fiel se inclinaba el primer platillo.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFT WARRIOR

Había mucho que discutir y exponer después de haber votado para que una persona nos liderara, estaba contenta de que aquella situación se hubiera solucionado de una mejor manera, la mejor de todas. Estaba segura cual era mi lugar y mi misión dentro de los Rifts Warriors, no estaba ligada en especial a la diplomacia ni a las reuniones en costosos salones, pero si a conocimiento de armamento y seguridad.

Uno en uno iban hablando sobre el futuro del grupo. El tema del dinero era importante, puesto que usaríamos la gran parte de ello en comprar nuestro futuro armamento. Estaba dispuesta a colaborar con la gran parte del dinero que tenía, parte de el también se lo daría a Marie, aunque me lo tirara por la cabeza.

"-Estoy de acuerdo con Daeron sobre el tema del tesorero. Si como él dice, el grupo funcionó correctamente, podríamos tomar eso como ejemplo y ponerlo en funcionamiento. Me gustaría que el tesorero no fuera el mismo lider, dar responsabilidades como esto refuerzan el significado de lo que somos."

Dirigí unas palabras a Noa. 

"-Cada uno de nosotros juega un rol importante, aunque pueda parecer pequeño. Para mi, cocinar es tan difícil como realizar ejercicios matemáticos - le sonreí avergonzada - lo he intentado, pero me ha quedado fatal y he terminado por comprar comida preparada de dudosa procedencia para capear mi hambre. Lo harás bien y nos mantendrás contentos a todos gracias a tus dotes culinarios. Después de esto, si gustas, te acompaño a comprar los ingredientes esenciales para empezar, y así podrías empezar a enseñarme lo básico - le guiñe el ojo."

Por un momento pensé en mi caballo, me encantaba montar, dudaba si podría llevármelo y darle una buena vida fuera de esta ciudad.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFT WARRIOR

Noa esperó a que Quick llegara a su altura para salir juntos de la habitación, pero las palabras de Muxu la detuvieron. Se volvió hacia ella y dejó que terminara, pensativa, mientras su mirada iba de ella a Emil, pasando por Vicky, y esquivando la mirada de Alexa. Sus manos se apretaban, nerviosas, en su regazo.

-No me es indiferente esta reunión, ni me provoca aburrimiento y por supuesto que me interesa escuchar y aprender. No es eso, Muxu, es solo que...-su mirada sí se detuvo aquella vez en Alexa, un solo instante, para volver rápida a Emil y después de nuevo a Muxu, negando con la cabeza-...que no entiendo ciertas cosas...pero vale, lo aceptaré. Si, Emil, una sacerdotisa... que creía haber encontrado su lugar aquí, en el Templo, y dejado atrás su pasado pero, ahora, de nuevo... en fin, no, no saldré ahora-miró a Quick y se encogió de hombros mientras le susurraba unas palabras y volvía a tomar asiento-Gracias por querer acompañarme.

Daeron tomó la palabra y ella asintió, ya había decidido, se quedaría hasta el fin de la reunión. Pero ellos no entendían, no llegaban a comprender. No era solo que las palabras hicieran daño, es que avivaban un fuego que quería apagar por encima de todo. Había cosas que era mejor mantener en el olvido. Había tenido una vida que no quería recordar, una segunda vida en la que se había visto obligada, utilizada, a hacer cosas impensables ahora y, ahora, cuando parecía que todo se estabilizaba, era arrastrada a una tercera pesadilla. Pero entendía que tanto Muxu como Emil tenían razón y cuando más participara de todo más rápido encontraría su lugar dentro de aquel grupo.

Respiró profundamente, haciendo caso a Emil, prestando atención a como se desarrollaba la reunión.

¿Dinero para un vicio personal? Aquella indicación de Muxu le sorprendió y dedicó unos instantes a pensar sobre aquello. ¿Tenía ella algún vicio personal en el que necesitase invertir algo de dinero? ¿Hacer testamento? Levantó una ceja ante aquella posibilidad que nunca se había planteado siquiera.

-Eso se puede arreglar practicando-le susurró con una sonrisa a Vicky-pero tú serás más importante en otro lugar, aunque siempre serás bienvenida a mi lado y me gustará contar un par de mis trucos con la cuchara. Ven conmigo, claro que sí, las dos juntas calcularemos mejor lo que comprar para todos.

Una enfermería, eso sí que ha sido buena idea, me gusta la forma de pensar que tiene Halberd y parece que era un buen amigo de Jack. Si se llevaban bien, estoy segura de que yo me llevaré bien también con él, me fio del buen criterio de Jack respecto a sus amistades... pensó con pena al recordar al hombre rata. Estaba segura de que le hubiera gustado estar allí con todos ellos aquella tarde, aunque eso significase ser desterrado de DarkGate. Quizás es que ella lo seguía echando de menos más de lo que quería reconocer...

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFT WARRIOR

Los encuentros o desencuentros pasados no eran su preocupación por el momento, estaba a otras cosas. Su mente visibilizaba otros problemas y no era capaz de darles la solución que a él le gustaría. Lo había intentado, eso no se lo podían negar, pero sus esfuerzos al parecer caían en saco roto.

- Es un error, desde mi punto de vista es un error el dar la opción a tres desconocidos que han asesinado a un antiguo compañero a mentirnos a la cara, más cuando podemos descubrir sus intenciones sin problemas. Pero es la decisión del líder y como miembro del grupo debo respetarla, así lo haré. Espero no arrepentirme en un futuro por ello.

Tras decir aquellas últimas palabras miró a Emil descansando sus ojos sobre él, sus vidas estaban ahora en las manos del elfo. Escuchó con atención los razonamientos acerca de la distribución del dinero y las diferentes ideas que tenía sobre ello. Miró uno a uno percatándose de sus intereses, mientras se colocaba las vendas con mucho cuidado. Temía descubrir alguna parte de su anatomía maltrecha en público.

- Me temo que no tengo ninguna propiedad que pueda ser de utilidad al grupo, todo de lo que dispongo, son efectos personales. Enseres para mi oficio, mudas de ropa y algo de documentación, poco más. Ni que decir tiene, que tampoco tengo ningún vehículo, ni similar. Aunque puedo conducir coches y similares o montar a caballo. Sería interesante reunir todo y hacer una puesta a punto, además de saber que vehículos tienen los que parece que van a ser nuestros nuevos compañeros - No parecía haber especial lamento o fastidio en sus palabras -. Por otra parte, respecto al dinero no tengo muchas pretensiones. Creo que el objetivo principal de este es fortalecer y dar facilidades al grupo, si queréis repartir una pequeña parte de forma individual, no me parece mal, se me ocurren cosas en que gastármelo.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFTS

Recibió con estoicismo la sucesión de palos y reproches.

Los humanos son así, tán despistados y tán obsesivos con algunos detalles, no hay quien les entienda.

Un poco resignado, miró a Noa, y volvió a sentarse.

- Cuenta con mi voto para tu propuesta Emil, no se te olvide quíen fue el primero que dijo tu nombre cuando se habló de liderazgo. No tengo motivos para cambiar ahora. Sobre esos tres, estoy convencido que a muchos de vosotros os dan más confianza que yo. Así que resolvamos eso, que están ahí fuera esperando. Seguro que tienen mucho que aportar en el interminable listado de suministros que me espera.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFTS

- Decidido entonces- terció Emil tras las distintas manifestaciones de varios de los Riftwarriors, asintiendo a Quick- daremos a esos tres la opción entre una y otra cosa, y les aclararemos que participarán de los beneficios a partir del futuro. Y los beneficios tanto presentes como futuros se repartirán, hasta cambio en nuestro criterio, conforme los porcentajes que he señalado. También quiero indicar que no somos una especie de república comunista. Los vehículos, las monturas, que son propiedades individuales, van a seguir siéndolo, como cualquier equipo individual... sin perjuicio que sea tenido en cuenta para las necesidades de todos. Pero lo de uno es de uno. Dicho lo anterior, yo dispongo de un Camión Titán, que por supuesto sigue siendo de mi propiedad, pero que por supuesto igualmente será usado por el bien y para el bien de todos.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. DURANTE LA REUNIÓN A PUERTA CERRADA DE LOS RIFT WARRIORS.

Equilibrium estaba inusitadamente callado. Aquello, lejos de poner nervioso a Callahan le divertía. No era habitual ver al locuaz y un tanto rarito justiciero sumido en sus pensamientos y que no los hiciera públicos a través de una oratoria la más de las veces salpicada de absurdas referencias.

-Equi, pareces tan apagado como el vibrocuchillo de Cuchillo Rojo -dijo con una risa suave, al tiempo que se volvía a Raxus, que aún daba vueltas como un tigre enjaulado esperando una respuesta de la dueña del local-. Raxus, ¿qué es lo que decías antes? ¿Que su dueño anterior lo lamía y que tú, pese a hacer  lo mismo, lo más que has conseguido es babosearlo y sacarle brillo? -una mirada maliciosa cruzó por su rostro-. En algunos garitos, lo de saber limpiar el sable es algo que se valora y mucho. Perdona, perdona -se disculpó alzando ambas manos y sonriendo a lo cual dio paso un gesto más serio-. ¿Has pensado que quizá el arma se activara con la química corporal de Cuchillo o con su ADN y que por eso no consigues hacerlo funcionar?

Guardó un rato de silencio, pensativo, el ceño fruncido y la mandíbula apoyada en un puño cerrado.

-¿No has limpiado el hacha con la que te lo cepillaste, verdad?

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. DURANTE LA REUNIÓN A PUERTA CERRADA DE LOS RIFT WARRIORS.

Las reflexiones y preguntas del Merc, sacan a Raxus de su agitado paseo, más aún cuando la tabernera parece ocupada con alguna comanda y no se la intuye a la vista ni al oído. Raxus mira a Callahan sin estar seguro de haberle entendido. Estos humanos tienen una jerga extraña, la verdad.

- No muchacho, no chupé eso. Soy un Juicer pero planeo vivir como mucho unos pocos años, no pocos días, jojojo. Como ya dije lo escupí. Repetidas veces eso sí. Pero sin efecto aparente. No se nada de esos "garitos", pero por la cara que has puesto me da que no quiero saberlo, jojo. - El resto de la frase del Merc dan al Enano algo en que pensar. Se puede apreciar en que puedes contar hasta cinco mentalmente, y una gruesa vena comienza a palpitar en su frente.

- Ummmmm, no se mucho de ADN y eso, y no he limpiado el hacha aunque pensaba hacerlo, yo... espera, creo que sé por dónde vas. Buena idea amigo, quizás podamos usar eso para hace funcionar este trasto. Aunque esos restos, durarán bien poco funcione o no. - Raxus toma el hacha de su cintura y examina el manchado filo con ojo crítico mientras mira a Callahan y al "Equilibrium" con algo de culpa en la mirada - Errrr... yo pensaba limpiarla, pero se me olvidó y tal... bueno, ahora puede que sirva para algo, ¿no? -. Raxus termina con una desigual sonrisa no muy bonita de contemplar, la verdad.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. DURANTE LA REUNIÓN A PUERTA CERRADA DE LOS RIFT WARRIORS.

Mis amigos hablan de algo que dijo Emil, algo de si dejan entra a uno y a otro no. No pongo mucha atención a sus palabras pues mi mente recorre temas interesantes y con gran relevancia, mientras mi cuerpo terrenal adopta una posición de profunda meditación, con ambos brazos sobre la mesa y los dedos entrelazados a la altura de mis cejas:

"Y entonces saltaré sobre aquella bestia y bailaré sobre su cabeza mientras intenta alcanzarme con sus brazos. Dispararé cerca de mis pies, atravesando su cráneo para que caiga muerta y sus sesos se derramen en la tierra. Aquella bestia terrible hacía algo malo, no sé qué pero algo y yo la habré acabado así que seré un héroe. Así será y ganaré gloria y donde su cerebro cayó al suelo, saldrán flores y plantas de todos los colores, hermosas como mariposas. La gente me alabará y dirá que los Rifts Warriors son los mejores y ellos mismos me harán vítores y me elegirán como líder en vez de Emil, por mi sabiduría infinita, mi siempre sorprendente capacidad de solucionar todo, mi perfección palpable, mi belleza cautivadora pero, por sobre todo, por mi desmedida modestia. Así será y también..."

Las palabras de Callahan me sacan de mis profundas y trascendentales cavilaciones cuando se dirige a mí por mi nombre. Escucho lo que dice con atención mientras le miro de frente y luego le contesto:

 - "Si, si no me aceptan, haré mi propia banda de justicieros, con juegos de azar y mujerzuelas. Ambos están invitados."

Luego comienzan a hablar acerca del cuchillo y no estoy del todo seguro de lo que hablan, hasta que consigo unir las ideas sueltas. Hablo acerca de eso:

 - "Serviría a modo de prueba, para ver si funciona así pero no tenemos sangre para siempre. Habría que averiguar si alguien es capaz de "reconfigurarlo" de alguna forma. Alguien que sepa de cosas como esa."

Miro la habitación privada donde se reúnen los aventureros y espero con ansias a que salgan y nos den su veredicto. Es obvio que somos un gran aporte para el grupo, sobre todo considerando su precaria situación. Cualquiera podría decir que en este momento ninguna ayuda es demasiada, pero supongo que habrán otros desconfiados como el tipo vendado. Sea como sea, las noticias llegarán pronto y solo debemos esperarlas.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. DURANTE LA REUNIÓN A PUERTA CERRADA DE LOS RIFT WARRIORS.

Xavier se encogió de hombros ante la pregunta lanzada por Raxus. No tenía ni idea de si funcionaría o no pero no perdían nada probando. Si no conseguían que el cuchillo fuera útil, tanto les valdría tener guardado un trozo de estiércol de rhino-buffalo en el petate. Y venderla sin ser operativa era garantía de un magro beneficio.

-Ven, siéntate a mi lado -pidió Callahan que despejó una parte de la mesa de todo plato y resto de bebida o suciedad. Extendió una servilleta limpia, la suya ya que apenas había probado la picante comida y la señaló con un gesto que rubricó con palabras-. Deposita el hacha ahí. Procura que el metal quede sobre la servilleta -tras aquel breve consejo, sacó un cuchillo de la funda de su bota y esperó a que Raxus hiciera lo que le había pedido. Dejó el cuchillo a un lado y, metódico, deshizo un cigarrillo y extendió el papel con cuidado bajo el filo del hacha. Tras ello, raspó suave y delicadamente un poco de la sangre reseca que cayó sobre el papel de fumar. Miró a sus compañeros y sonrió-. Raxus, recoge tu hacha y pon el vibrocuchillo en su lugar, si eres tan amable -se puso en pie y alcanzó la barra. Una cucharilla de metal y un vaso con agua fueron su objetivo antes de volver a sentarse-. Cruzad dedos -pidió antes de dejar que el contenido del papel de fumar cayera en la cucharilla, a lo cual se sumó una gota de agua que cayó desde el cuchillo previamente sumergido en el vaso. Sacudió el mismo para que quedara seco y con la punta, revolvió el polvillo en el agua que pronto adquirió un leve tono rojizo oscuro-. Redoble de tambores, caballeros. Raxus, haz los honores -dijo señalando la cucharilla e indicando con una inclinación de cabeza que derramara su contenido sobre el arma del difunto Cuchillo Rojo.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. DURANTE LA REUNIÓN A PUERTA CERRADA DE LOS RIFT WARRIORS.

Raxus se sienta donde le ha indicado Callahan y procede a depositar el hacha en el lugar preciso. Observa con sumo interés las evoluciones del Merc, mientras hace y deshace con diversos y locos artículos, como un cigarrillo, cuchillo, cucharilla, agua servilleta hasta que por fin le indica que lleve a cabo algo...

El sigilo no es el fuerte de Raxus, y cuando Callahan se vuelve hacia él con su petición, ve que éste ha cogido un sustancioso trozo de guiso picante de su plato y lo tiene a medio engullir. - Errrg... nog te lo ibgass a comegg, ¿veggdad? - Ruido de tragar -Es una pena que se desperdicie comida y no quería hacer un feo a la señorita tabernera, ummm, ya me pongo a lo que dices. -

Se limpia las manos en una servilleta, mientras toma el agua que le ofrece Callahan. Parece que lo va a derramar sobre la hoja del cuchillo pero se detiene en el último momento.

- Muchachos, se me ocurre que el cacharro puede estar configurado para que lo use un humano en general, y no un Enano. ¿Qué tal si antes probáis con vuestros fluidos? - Raxus señala el cuchillo como gesto de invitación.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFTS

Mantengo los brazos cruzados sobre mi pecho y la vista fija en cada uno de los que va hablando. Ante la dramática salida de Noa, o Luna, o cómo quiera que se llame ahora, únicamente me limito a levantar delicadamente una ceja en señal de escepticismo. Que Silver vaya tras ella no me incomoda. Sonrío al comprobar que, al menos esta vez, el juicio de Emil no se ha nublado con la compasión que levanta, así como tampoco Muxu y Daeron. Los miro con un atisbo de sonrisa. Más voces se entrelazan en la conversación. 

Dejo que hablen, escucho y, finalmente me pronuncio:

- No, Emil. No voy a hacerlo. No hay consenso y la magia no es un juguete que se pueda usar a libre antojo. No. Usaremos métodos más mundanos para juzgar su comportamiento. Y sólo si hay una sospecha en firme lo haré. Sin avisarles. Por el bien del grupo y bajo petición unánime, por lo menos de sus líderes. Sé que pensáis que es una intrusión en la privacidad pero, ante la supervivencia, bien merece traspasar ese límite. No les pienso avisar si lo hago. ¿Para que puedan prepararse? Caramba, pero no.

En cuanto al dinero... No me parece mala idea y dice mucho de ti Muxu, pero ese dinero se agotaría. Bien podemos localizar a un mecánico de confianza y usar parte de ese dinero en pagar su sueldo un par de meses o tres- me encojo de hombros-. Bajo mi punto de vista, sería más efectivo a largo plazo si lo que importa son los recursos, ¿no?

Aunque también estoy de acuerdo que esa misión ya obtuvo un precio muy alto... - suspiro y me paso las manos por la cara unos instantes como si quisiera despertarme de un sueño incómodo- Y el futuro... Es incierto. Puedo ofreceros algo. Al grupo. Pero tienen que entrar ellos tres también. No lo he realizado antes, si bien siento esa inquietud en mi interior. Creo que puedo intentar vislumbrar las hebras de nuestro destino.

Miro las puntas de mis pies, relajados los brazos a lo largo del cuerpo.

- No es una ciencia exacta. Pero no sé de estrategias, ni de tácticas, tampoco de equipo. Si bien- alzo la vista y dejo que se pose con ¿ternura? en Vicky- sé que puedo sanar. Y que lo hago bien.

Vuelvo a bajar la vista a mis punteras desgastadas. 

- Puede llevar algo de tiempo, pero si sale bien, puede merecer la pena.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFTS

- Obviamente, no te voy a obligar a usar tus poderes, Alexa. Sin embargo, no quiero eternizar esta conversación. He escuchado vuestras opiniones, las de todos, y ahora procederé. Diré que los aceptamos a prueba, y si en algún momento te levantan sospechas Alexa... tienes mi autorización para proceder e informarme de lo que descubras. Bien, eso es todo respecto a los tres de ahí fuera- Emil hace una pausa y continúa mientras, de forma teatral, se seca el sudor de la frente- En cuanto al siempre turbio y truculento asunto de los dineros se hará conforme he dicho: un 25% para comprar mercaderías, un 45% para el fondo común, y un 30% que se repartirá entre los Riftwarriors actuales. Ese mismo criterio se empleará de ahora en adelante. En cuanto al fondo común, por ahora, yo mismo lo gestionaré, pero los datos y formas de esa gestión serán públicos y todos podréis comprobarlos. Y estaré abierto a cualquier sugerencia sobre como emplear ese fondo común siempre que la ocasión no exija inaplazable urgencia. Por último, y en mor de agotar los temas- engola un poco la voz y se yergue ligeramente al decir eso, imitando de forma peculiar a un noble antiguo o a un cortesano renacentista- cuando terminemos veremos el parque móvil. Y para calmar a Halbard, y subrayando las palabras de Alexa... no creo que necesitemos un vehículo médico. Yo mismo tengo algunas... capacidades para la curación. Entre las mías y las de Alexa no dudo que podremos solventar ese extremo. De todos modos, estos días hablaré con todos y cada uno para valorar las habilidades que todos podemos aportar. ¿De acuerdo?

Emil no se apresura pero sus movimientos son ágiles, tan ágiles como los de un buen espadachín, y sin esperar un segundo se acerca a la puerta y la abre.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. EN EL PRIVADO, UNOS Y OTROS.

Tras algunos minutos (más que en la primera ocasión, aunque sin llegar a la hora) la puerta del privado se abre y Emil sale fuera mirando hacia donde se encuentran Raxus, Equilibrium y Xavier.

- Ma Camarades, si vous s'il vous plaît- dice con un francés francamente malo, invitándoles a entrar al privado.

Pareció que todos los consejos y datos que los apoyaban con respecto a la gestión del fondo, entraron por una puntiaguda oreja del elfo y salieron por la otra. Como si el magus nunca las hubiera pronunciado.

Daeron suspiró, cerró los ojos y se pellizcó el entrecejo, masajeándose la parte alta del tabique nasal.

No sé para que carajos me esfuerzo tanto, se lamentó, pensando en que esa distribución del dinero no era, para nada, la idónea. Y menos para este grupo de Rift Warriors. Ojalá me equivoque.

- Bien, Emil. Ya que tú das las directrices sobre la gestión del dinero es evidente que tú debes ser el tesorero - comentó con voz queda, llegando a una conclusión evidente -. Has sido comerciante, luego estas versado en los números. No deberás tener problemas en gestionar el fondo del grupo - admitió, dando por zanjado el asunto sobre una figura que, no solo se iba a limitar a guardar y repartir dinero, si no a invertirlo y emplearlo en la mejora continua de los recursos y equipo del grupo, reparándolo y mejorándolo constantemente.

Escuchó la total desconfianza de Thomas hacia los nuevos, tal vez con motivo, tal vez infundada. De todos modos el que se presentaran, sin tapujos, admitiendo su autoría en la muerte de Cuchillo Rojo, pudiendo haberlo ocultado como indicó Emil, hacía difícil que quisieran entrar en los Rift Warrios como infiltrados. O al menos, alguno de ellos. 

Asintió ante las palabras de la mística, en las que no era favorable a hurgar en sus cerebros, aunque sí podría hacerlo si la situación pudiera requerirlo.

- Estoy de acuerdo, Alexa. Por de pronto pongámoslos a prueba, como propuso Muxu, en su debido momento y con las debidas medidas - opinó.

Cuando la mística sugirió hacer un ritual para intentar visualizar las hebras del futuro, el magus sonrió intrigado por ver lo que la joven podía hacer.

- Eso sería digno de ver - admitió -. Pero no antes de que esos tres entren, dices. Y antes incluso de que eso ocurra me gustaría plantear una cuestión: nos echan de aquí y debemos irnos... ¿A donde? - preguntó con una leve sonrisa macilenta, como esperando las respuestas de los demás a pesar de que él ya tuviera hecha una opinión.

Pero resultó tarde, pues Emil pareció no oírle y salió llamando a los aspirantes. El magus suspiró de nuevo y volvió a masajearse el entrecejo.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. EN EL PRIVADO, UNOS Y OTROS.

Callahan se puso en pie y se desperezó antes de ponerse en movimiento en dirección al privado. Lo que hubieran hablado se quedaba allí y lo que hubieran decidido lo sabrían rápidamente.

-Creo que era lo que Robespierre decía a sus camaradas antes de enviarlos a la guillotina -dijo a su paso ante Emil, sonriendo socarronamente-.Vamos, chicos, la suerte está echada.