Partida Rol por web

La Busqueda

Las nuevas oportunidades (Cap 1.2)

Cargando editor
03/02/2015, 03:13
Narrador

Leonor despertó sintiéndose extraña, deseando abrir la ventana de su habitación y revisar como el sol brillaba en el cielo. Era una sensación extraña que no podía entender su razón de ser.

Por otro lado se sentía más capaz y mejor descansada, probamente por la linda cama donde habia dormido la noche de ayer, una cama que no tenia nada que envidiar a la del orfanato. Sin embargo no era solo eso, las pesadillas que siempre le asediaban no se sintieron tan malas como siempre incluso fueron fácilmente olvidadas aunque sentía que habían involucrado a un hombre pero aunque se esforzaban no podía recordar mas que eso. Lo que podía ser algo bueno.

Sin querer pasarse toda la mañana, o mejor dicho el medio dia por la posición del sol, pensando en todo lo bueno que le habia sido la siesta empezó a prepararse para su nuevo dia. Tomo la daga que se encontraba en el suelo y se arregló su ropa. Hoy le parecía mejor ser Leo.

Se dio cuenta antes de salir por la puerta que lo mejor para que su identidad siguiera secreta debería entrar por la puerta principal al gran salón en vez de la puerta de las chicas. Recordó de anoche la delgada cornisa que iba hacia los demás cuartos y hacia fuera de la taberna, se había imaginado a la noche que se trataba de una salida de escape sin mojarse por lo que probo suerte para ver donde iba. Con su agilidad felina logro cruzar la cornisa sin mucha dificultad y luego de dar un rodeo se encontró entrando por la puerta principal.

Dentro se encontró una importante cantidad de gente, aunque muy pocos de estos eran guardias y los demás parecían clientes habituales. Algunos pocos incluso parecían desmayados en sus mesas. Pero todos parecían compartir una actitud calmada casi dormida, posiblemente a causa de la gran fiesta de anoche. Bueno no todos en realidad, Donna se veía radiante y contenta a pasar que sabes que ella estuvo en esa terrible fiesta.

Cargando editor
04/02/2015, 23:36
Leonor Amore

No sabía qué le había ocurrido al despertar en esta soleada mañana, pero aquella habitación tan limpia, con su cama mullidita, había sido un descanso para sus huesos y un alivio para su espíritu.

Algo en ella rebosaba felicidad sin que pudiera dar una explicación racional del por qué. Quizá se trataba de que las pesadillas que siempre la atormentaban, no la habían golpeado con violencia durante la noche, o quizá su subconsciente agradecía que aun siguiera con vida a pesar de los peligrosos momentos que había experimentado el día anterior. En cualquier caso, la joven pelirroja se colocó cuidadosamente las ropas de chico escondiendo la daga con cuidado en su atuendo, y se preocupó en conseguir que sus hermosos rizos de fuego no sobresalieran del gorro que protegía su cabecita.

Cuando ya estuvo lista para presentarse disfrazada, Leo se las ingenió para lograr escabullirse por la fina cornisa que comunicaba las habitaciones con el exterior, llegando sin problemas hasta la puerta principal, para simular que acababa de entrar en la posada como cualquier cliente madrugador.

El espectáculo que allí contempló, no le sorprendió nada, por lo que se adentró en el saloncito principal, buscando a Camila con la mirada, procurando llamar la atención lo menos posible. Si todo le salía bien, hoy saldría a buscar a su hermano como de costumbre, comenzando en la fachada de la Basílica de San Marcos, como era habitual.

Cargando editor
05/02/2015, 05:58
Camila

Sin demorarse mucho la pequeña encontró a quien buscaba, y sin distraerse con Donna, quien aún le debía una explicación por lo de anoche, se dirigió hacia ella. Camila se haya en la barra con un gesto pensativo luego que terminara una conversacion que estaba teniendo con un hombre armado, que por la ropa y forma de caminar te parecia un mercenario. Ella la noto acercarse a la pequeña y le hizo un gesto para que viniera rápido.

“Buenos días pequeño…” dijo con una sonrisa cariñosa. “Como pasaste la noche? Ojala hayas pasado bien la noche porque tengo un trabajo para ti, en tu primer día de trabajo” Dijo guiñándole el ojos en complicidad. “Pareces más relajado, eso es bueno.” Agrego antes que la pelirroja contestara.

Mientras Leonor le contestaba reviso alrededor de ella buscando si alguien parecía escuchar sus conversaciones. Tal vez para ver si debía seguir con aquella actuación que realizaba para hacer parecer que ella era su jefa. Por lo demás nadie parecía espiarlas aunque el lugar tenía su gente pero ninguna cerca de la barra. Posiblemente con solo susurrar sus palaras sería suficiente para que hasta alguien con buen oído tuviera problemas en escucharla.

Cargando editor
06/02/2015, 11:51
Leonor Amore

Leonor había visto a Donna y una parte de ella saltó de alegría al verla a salvo, mientras que un rinconcito de su corazón tenía ganas de estrangularla. Por todo ello, decidió ignorar a la muchacha que, al fin y al cabo, no era su amiga y no le debía nada, y se acercó hasta donde se encontraba Camila.

Casi se da la vuelta al verla ocupada, pero cuando la tabernera la llamó, la joven vestida de chico se colocó junto a ellos tratando de averiguar de qué iba todo esto, siguiéndole el juego a la hermosa rubia. – Si, grazie mille signorina. ¿Qué necesita de mí? – Le respondió en tono educado para causar buena impresión delante del mercenario, mientras seguía la mirada de Camila y trataba de concentrarse en descubrir si alguien estaba pendiente de la conversación.

¿Qué sería lo que tenía pensado para ella? No lo sabía, pero unas monedas le vendrían muy bien para seguir buscando a su hermanito, si finalmente decidía dejar esta posada y el cobijo de la tabernera.

Cargando editor
06/02/2015, 17:26
Camila

El mercenario no pareció meterse en el negocio de las mujeres marchándose rápidamente sin mirar detrás a una mesa donde parecían estar sus compañeros de armas. Encambio la posadera escucho tus palabras con una gran sonrisa haciéndote un gesto para que te acerques mas mientras se apoyaba en la barra.

“Te permito que me llames Camila, Piccolo.” Dijo amistosamente en vos normal, para quien escuchara no sospechara nada por si alguna vez comenzaban a tratarse con mas familiaridad en publico.

“No tengo ningún trabajo para vos a menos que quieras servir las mesas y bebidas…” le susurró al oído y miro por un segundo a las otras chicas. “Pero si pretendes salir, te pediría que mantengas el oído en alto por un asunto relacionado con la iglesia. Al parecer algo muy raro paso ayer en la Basilica que ha puesto muy nerviosa a la iglesia, que se dedico a festejar de una manera violenta la noche de ayer. Quemando tres casas de musulmanes que viven en esta ciudad.” Te comento con mayor seriedad al tratarse de un tema importante. “Me gustaría saber que paso con eso ya que me preocupa que podamos estar por alguna loca razón en su siguiente objetivo, pero no quiero que te arriesgues ni preguntes directamente que paso. Solo te pido que si escuchas algo me lo cuentes.” Le pidió tomando su hombro con delicadeza, realmente se veia procupada la mujer. Aunque parecia que te habias perdido de algo importante la noche de ayer cuando te fuiste a dormir.

Cargando editor
07/02/2015, 16:44
Leonor Amore

La joven huérfana se sintió extrañamente bien al escuchar como Camila le daba permiso en público para que la tuteara y la llamara por su nombre. A decir verdad, era bastante más cómodo para ella y aquel trato familiar le gustaba de una manera que aun no era capaz de explicar.

Cuando la Tabernera le mencionó los sucesos en la iglesia, Leonor trató de asimilarlo todo con atención mientras elucubrara posibles teorías que relacionaran a los musulmanes con el intento de asesinato del Cardenal. No obstante, nada cuadraba, puesto que los asesinos que habían detenido eran más bien caucásicos, por lo que, aparte de las tradicionales e interminables rencillas religiosas, no sabía qué pintaban los musulmanes en todo este lío. Por todo ello, Leo, asintió con la cabeza antes de responder – Iré a echar un vistazo, y te prometo que trataré de no meterme en líos.

A decir verdad, había pensado pasarse por la Basílica de todos modos. Para ella sería bastante más fácil moverse como Leo, aunque algo le decía que posiblemente, y pese a lo que acababa de prometer, seguramente terminaría metiéndose en algún lío del que fuera difícil salir.

Cargando editor
08/02/2015, 01:04
Camila

La tabernera sonrió satisfecha con tu respuesta, aunque no podía evitar dejar escapar algo de preocupación en su rostro. “Eso no ha sido todo lo que tengo para decirte Leo.” Le susurro aunque procurando usar su nombre falso. “Hay dos cosas más para decirte.”

“La primera fue que hable con Donna al parecer fue un error de su parte y no pudo contactar conmigo a tiempo. Prometió ser más cuidadosa en el futuro, aunque yo entendería perfectamente si no deseas acompañarla a otra salida.”  Te informo dejando ver algo de incredulidad cuando daba la excusa que había dado Donna. “Mira puede que esto empiece una pelea entre ustedes dos y eso no es lo que deseo, así que ignórala si es necesario.” Le recomendó esperando una mayor sensatez de la joven adulta que de la adulta por unos cuantos años.

“Harías eso por mi?” pregunto tomando tu mano amablemente.

Cargando editor
08/02/2015, 03:17
Leonor Amore

Leonor arqueó una ceja cuando Camila le contó las explicaciones de Donna. Realmente no se creía una palabra de lo que le había contado la joven, pero tampoco es que quisiera saber demasiado sobre el tema ¿Un error? ¡Valiente excusa! ¿Qué tipo de error era arrastrarla literalmente hasta la plaza, para después desaparecer inmediatamente con las otras chicas, dejándola ahí sola? Si no creyera que era imposible, casi hubiera dicho que la dejó ahí a propósito como carnada para los monstruos.

En cualquier caso, no sería ella la que iniciara ninguna disputa, por lo que, asintiendo ante la petición de la tabernera, le respondió con una sonrisa dulce en el rostro – Ya he empezado a hacerlo. No te preocupes Camila que no le guardo ningún rencor – afirmó para tranquilizarla. A decir verdad, aquello era totalmente cierto, pero no significaba que olvidaría esto, o que volviera a fiarse de ella en un futuro.

Cargando editor
08/02/2015, 04:35
Camila

La bella posadera suspiro no muy contenta con la situación que tenía entre dos de sus chicas, pero seguramente sabía que era lo mejor a obligarlas a ser amigas. “Me alegro Leo, sé que puedo confiar para que te comportes.” susurro sacándole la mano que le había puesto encima antes de rodear la barra.

“Voy a necesitar que envíes un paquete que está en la cocina…” volviendo a su volumen de voz normal y tomándole del brazo de una forma elegante como si Leonor fuera un caballero escoltándola. Pasando la puerta hacia las habitaciones, se volvieron a internar en la primera como antes habían hecho con Amedeo.

“Me disculpo el secretismo, pero esto es muy importante para decírtelo allá y dios sabe cómo reaccionas cuando te lo diga.” Comento a la jovencita mientras cariñosamente acomodaba su camisa larga, demorándose unos segundos en la noticia que pensaba darte. “La mujer extranjera que estuvo ayer en la taberna volvió esta mañana, tomo unos tragos y luego se fue. Parecía buscar a alguien aunque no tengo idea si era a ti o Amedeo, pero por suerte no encontró a ninguno.” Dijo con una sonrisa aliviada. “Le tendría que decir a Amadeo que no te meta en estos asuntos que son peligrosos para una chica como vos.” Le reprocho al guardia no presente mientras cruzaba los brazos.

Cargando editor
08/02/2015, 15:04
Leonor Amore

Leonor acompañó a Camila a la sala privada que ya había visto antes en compañía de Amedeo, totalmente intrigada por lo que fuera que la hermosa tabernera quisiera de ella. Tras dejar bastante claro que no había ningún paquete que transportar, la pelirroja asintió ante la información sobre la extranjera. Supuso que aquella mujer no la andaba buscando a ella, sino al guardia, e imaginó que quizá fuera información lo que andaba buscando, o algo relacionado con los sucesos de ayer. En cualquier caso, sería bueno hacerle una visita a su recién forjado amigo para prevenirle y, de paso, realizarle la consulta que había estado deseando pedirle desde entonces.

-No sé muy bien qué podría querer esa mujer de ninguno de los dos ¿Estás segura que no buscaba a alguien más de los clientes que han visitado la taberna hasta ahora? – preguntó tratando de descartar posibilidades – En cualquier caso te pido que no le comentes nada a Amedeo sobre mí, puesto que él sigue pensando que soy un chico, y achacará tu reprimenda a las típicas inquietudes de ragazza sin comprender por qué te preocupas tanto por un chico de la calle como yo… Descuida que sabré cuidarme “solo” – La tranquilizó con un guiño de complicidad - ¡Ah! Y muchas gracias por la información.

Cargando editor
08/02/2015, 16:55
Camila

Como su supuesto trabajo como Leo en ese local, el paquete que debía enviar era otro engaño usado por ella para que nadie sospechara del chico que se paseaba de esta forma por áreas prohibidas a la demás gente.

“Debo confesarte que no estoy segura que o a quien esta buscando esta mujer. No es una mujer que hable mucho pero según las palabras de Donna, noto que la mujer se volvió mas interesada en la conversación que tuvieron ni bien nombraron algun posible incidente en la reunión en la plaza de ayer…Es eso verdad?” pregunto queriendo estar segura que no era otra mentira de la mujer.

“No se lo dire, no te preocupes. Pero igual escuchara mis protestas sobre el trato que sufriste ayer.” Comento pareciendo decidida en seguir con eso, aunque su gesto aflojo ante tu guiño. “Si siempre me olvido que puedes cuidarte solo, aunque alguna ayuda nunca está de mas.” Sonríe y asiente ante su agradecimiento.

“Antes de salir quieres comer algo? La taberna invita.” Propuso con una sonrisa de amabilidad que parecía casi imposible resistirse.

Cargando editor
09/02/2015, 02:50
Leonor Amore

La pelirroja se mostró reacia a confirmarle nada a la tabernera, puesto que dicha información no era algo que le perteneciera, por lo que así se lo hizo saber mientras su semblante se tornaba algo más serio – Lo siento Camila, pero prometí que no diría nada sombre mi conversación de ayer, y soy una persona de palabra… Pero si deseas saber algo más, te recomiendo que se lo preguntes directamente a Amedeo. A él corresponde dicha decisión… Y así podrás matar dos pájaros de una pedrada y comunicarle tus quejas – Finalizó con un guiño tratando de quitarle tierra al asunto.

Cuando Camila le ofreció desayuno gratis, Leonor quiso decirle que no hacía falta, para evitar suponer un gasto adicional a la mujer. Pero en ese momento un involuntario rugido proveniente de su estómago se dejó oír sonoramente en la pequeña habitación, haciendo que las mejillas de la huérfana se volvieran rojas de repente.

– Yo…te lo agradezco. – respondió avergonzada, tragándose su orgullo.

Cargando editor
09/02/2015, 06:01
Camila

La tabernera aunque pareció verse algo decepcionada termino afirmando con seriedad. “Entiendo no te hare romper tu palabra…” dijo antes de proseguir a reir de una forma armoniosa ante las últimas palabras de Leonor. “Tienes razón ese sería un buen momento para hacer ambas cosas.”

No habia duda que había podido escuchar la respuesta de tu estomago hambriento, riendo de nuevo de esa forma casi perfecta. “Pronto tu estomago me lo agradecerá también.” Dijo para luego acariciar tu cabeza con ternura.

Cargando editor
09/02/2015, 06:02
Narrador

Al final terminaste retrasando un poco tu salida, para comer en salón un estofado de carne que si bien no era una gran porción lo parecía en comparación a las muchas comidas que tuviste luego de convertirte en una pobre mendiga en esta ciudad. Sin mucha ceremonia comiste el estofado con un una rapidez mayor a la que estaba acostumbrada comer, pero el sabor delicioso del plato te hacia dejar de lado muchas de las delicadezas que contemplaste usarías mientras comías para dar una buena impresión a la gente y no parecer una muerta de hambre. Aunque mientras revisabas de vez en cuando a tu alrededor no parecía que nadie te juzgara por ello.

Al terminar y tras despedirte de Camila emprendiste tu viaje hacia la Basílica para cumplir con la costumbre que habías adquirido para tratar de encontrar a tu hermano. La plaza que precedía la Basílica se encontraba siendo limpiada tanto de basura de todo tipo como de personas que parecían haberse dormido ahí la noche entera. Los guardias que pasaban te miraban con el desdén de siempre pero no hacían esfuerzo alguno por echarte.

Sin tomar a los recién despiertos, la plaza gozaba de una cantidad media de personas que parecían charlar en varios grupos algunos pareciendo de temas alegres, mientras otros parecían más serios y además como era de esperarse habían unos cuantos vendedores madrugadores entre ellos, el chico de los panes de ayer.

Cargando editor
09/02/2015, 13:42
Leonor Amore

Aquel estofado estaba realmente bueno. Hacía mucho tiempo que no comía carne o un plato caliente, por lo que sus intentos de comedirse no dieron para nada resultado. No obstante, la gente no tenía ninguna intención de molestarla, por lo que se dedicó a disfrutar su manjar, saboreando cada porción que se llevaba a la boca

Una vez terminó, condujo sus pasos raudos hacia la Basílica. No esperaba encontrar a su hermano, entre otras cosas porque hoy no era el día de la semana que indicaba la nota que aun aguardaba ser leía en el hueco de la pared de su antiguo refugio, prometiéndole que estaría allí. Pero aun así, ella procuraba acudir al lugar de encuentro más veces de las acordadas, tan solo por si las moscas.

La plaza estaba hecha un desastre, con un montón de basura esparcida alrededor y borrachos que aun no había resucitado. No parecía que fuera a encontrar nada relevante en aquel mar de porquería, no obstante la suerte le sonrió un poco al localizar al muchachito del carro de los panes que fue tan amable con ella el día anterior.

-Buenos días ¿Qué tal la mañana? Espero que Sabino estuviera lo bastante contento con los panes que le di, como para no molestarte más ayer. – dijo acercándose con una sonrisa. - ¿Cómo terminó el día? ¿Alguna cosa que merezca la pena mencionar?

Cargando editor
09/02/2015, 19:27
Narrador

El chico vio acercarse preocupado y miro al guardia por un momento pensabas que lo llamaría para que viniera contra vos pero parecio dudar lo suficiente para que te aproximaras y le hablaras.

“Buenos días, la mañana tranquila tal vez demasiado para el negocio.” Respondio por costumbre mas que porque se sintiera comodo hablándote, pero de pronto su gesto cambio ante tu mención de Sabino. “Espera…vos no sos amigo de esos chicos? No sabes que terminaron robándonos ayer?” pregunto visiblemente confundido.

Por lo demás parecio ignorar tus demás preguntas por el momento para que respondieras las suyas que sentían eran mas importantes.

Cargando editor
09/02/2015, 21:24
Leonor Amore

Leo no pasó por alto los gestos del muchacho de los panes ni las miradas furtivas hacia el guardia. No obstante continuó acercándose amigablemente, aunque con un poco más de cautela de la que hubiera empleado en otras circunstancias.

Cuando el hijo del panadero le comunicó que, a pesar de sus esfuerzos por evitarlo, los ladroncillos habían decidido hurtar panes de todos modos, su expresión pasó de la frustración al enfado en cuestión de segundos. – Ayer vi a ese Cazzo di merda de Sabino y a su grupo por primera vez. El stronzo quiso que te quitara unos panes y, en lugar de eso, le hice un favor a un guardia a cambio de que le comprara panes a tu padre para evitar que Sabino te robara… Tenía que haber sabido que no era más que una rata y haberle partido la cara. Lo siento mucho… - dijo con sinceridad.

Cargando editor
09/02/2015, 22:27
Narrador

“Oh…Gracias.” Dijo sonriendo por un segundo ante tu confesión. “Pero no funciono como querías, yo incluso lo creía mi amigo y regalaba pan cuando mi padre no veía.” Te informo creyendolo mejor que supieras que él si lo conocia, pero igual pareció no haberse esperado ese acto sucio. “Ojala le partieras la cara en algún momento si lo encontras y dile que yo también hare lo mismo si lo encuentro.” Dijo igual de enojado que Leonor, pero más nervioso haciéndote dudar que en verdad cumpliría su amenaza.

“Siento si te confundí con uno de ellos.” Se disculpó sonriendo amigablemente. Por un rato se quedó callado antes de repente acordarse de tus anteriores preguntas. “Ah cierto…ayer termino bien. Aun con el robo y la casi pelea de mi padre con un guardia por no proteger bien nuestro, vendimos mucho.” Comento alegre pareciendo contento de la compañía que le dabas y era medio de esperarse con la plaza no pareciendo muy activa que digamos en estos momentos. “No se si vale la pena mencionar pero los guardias conversaron carca de los crímenes de ayer y ese grupo de hombres…” señalo a los alegres. “Dijeron que fue una fiesta excelente la de ayer, Vos estuviste aqui?...Yo no pude venir porque mi padre no me dejo.” Comento con algo de tristeza mientras movía su dedo al otro grupo de hombres serios y se apresuraba a esconder su mano. “Y esos de haya son peligroso o al menos eso dijeron los guardias.”

“Ah y Taddeo. Mucho gusto…” dijo levantado la mano para estrecharla con la huérfana al tiempo que ella se presentaba.

Cargando editor
10/02/2015, 01:17
Leonor Amore

-No te preocupes que la gente brabucona y mezquina como él que traicionan incluso a aquellos que les ayudan, no tardan mucho en que alguien más duro que ellos les pase a cuchillo…. no merece la pena que te ensucies las manos. – Afirmó la joven huérfana convencida de lo que decía.

Cuando el muchacho se disculpó, Leonor sonrió comprensiva y negó con la cabeza quitándole importancia – No te preocupes, es normal que me confundieras con uno de ellos, puesto que era la primera vez que me veías. Me alegro de que vendierais bastante ayer.

Al mencionar la fiesta de la noche anterior, Leonor sintió un escalofrío al recordar al misterioso enmascarado que casi la tuvo entre sus garras – Yo tampoco pude ir – Le respondió sabiendo que técnicamente era cierto, puesto que su yo masculino nunca había acudido a la celebración - ¿Sabes qué dijeron exactamente y por qué son peligrosos esos tipos de allá? ¡Cierto! Me llamo Leo, un placer conocerte. – le respondió estrechando su mano amistosamente, feliz de encontrar a alguien tan amigable.

Cargando editor
10/02/2015, 06:57
Narrador

Asintió de acuerdo con tus primeras palabras, notándoselo más relajado al creer las palabras de Leonor sobre que no tendría que preocuparse por él. Por lo demás se lo vio algo decepcionado ante la respuesta de la mujer aunque no pareció que se diera cuenta de la mentira de ella.

“Bueno es algo largo que está relacionado con la quema de unas casas de musulmanes y muerte brutal de uno de los monjes franciscanos venecianos, que al parecer fue golpeado a muerte.” Comento bajando la voz como si fuera algo que sería mejor no decirlo en alto.

“Al parecer ese grupo de personas es muy fanática y podrían ser los que quemaron las casas. Aunque los guardias no están seguros porque según sus palabras han estado surgiendo un gran grupo de fanáticos cristianos en Venecia con la llegada del Cardenal.” Le explico pareciendo en parte repetir muchas de las cosas que había escuchado en ese momento. “Según los guardias están todos locos y por eso te advierto.” Dijo con una sonrisa cómplice aunque su mirada de preocupación con esos sujetos se incrementaba mientras hablaba.

“A mí no me gusta esto, yo pensaba que el Cardenal traería paz.” Termino diciendo con un gran desanimo.