Partida Rol por web

-Nadie decide dónde nace, en efecto. Pero ¿realmente es tan importante como parece o la vida lleva a todos a su verdadero cauce tarde o temprano?- filosofó el esclavo gladiador, que obviamente había leído a los clásicos de antaño durante su aprendizaje.

Mas sus manos se movieron tan veloces como su mente, aferrando al elfo oscuro por el cuello y volteándolo de espaldas, dominando sus movimientos, repentinamente frenados.

Delderius trató de liberarse pero las fuerzas empezaban a fallarle. Atrapado por el poderoso abrazo de Parnassus su vida se le escapaba... o se producía un milagro, o iba a morir.

Pero Delderius no caería sin luchar, y haciendo un esfuerzo, trató de vencer

-Siempre es un placer luchar contigo, maese Delderius. Por desgracia, creo que tengo la cabeza en otra parte y eso se hace notar. Lamento no ser el desafío que fui otras veces. En nuestro próximo encuentro me esmeraré.- dijo humildemente el esclavo.

Delderius vio el hueco en la defensa de y rápidamente atacó. Sin embargo las heridas que tenía también eran terribles y tardó un instante en golpear. Suficiente para que Parnassus interceptara su golpe con maestría y luego le golpeara la pierna.

Delderius gruñó. Por dos veces se le escapaba la victoria.

Tras la intercepción in extremis y un ataque a la corba que hizo postrarse a Delderius, el elfo oscuro se lanzó hacia adelante, tratando de equiparar el tajo recibido. Sin poder evitar el rápido corte doble, el guerrero de los escudos volvió a atacar a fondo, apoyándose fuertemente contra la pierna herida de su adversario, que fue prácticamente cercenada por la presión:

-Aunque me temo que ninguno de los dos está en su momento más álgido.Confío en que estos tiempos revueltos pasen pronto, compañero.- dijo el favorito, retirándose cojeando, mientras dejaba incorporarse con grandes dificultades al maestro de los kukris.

Por suerte, sus piernas sostenían a Parnassus aún, y los daños sufridos por Delderius eran más que remarcables. La pérdida de sangre lo debilitaba y a ese ritmo pronto perdería la consciencia. Para el esclavo la situación no era mucho mejor. En verdad eran oponentes formidables el uno para el otro.

Delderius asintió. Y volvió al ataque

Apenas capaz de mantenerse en pie y con la pierna cercenada chorreando sangre, Delderius reunió todo su ánimo y volvió a lanzarse contra el guerrero de los escudos, sin embargo. Parnassus, aún en mejores condiciones, enganchó el brazo atacante con una de las aristas nuevas, mientras el otro lo talaba contra la pared, a la altura del hombro. Al elfo oscuro tardaron unos segundos en apagársele los ojos, mientras las manchas carmesíes se extendían con rapidez por la arena. Parnassus le sostuvo la mirada todo aquel tiempo.

Ricardo entró en la arena. Sabía que estaría Delderius. Y eso estaba bien. Había perdido los últimos enfrentamientos contra él y quería una revancha. Además, le han llegado a sus oidos unos rumores sobre la Casa de los Condenados que quería confirmar.

Mientras se acercaba al elfo oscuro sus punales giraban violentamente en sus manos.

Delderius sonrió y esperó a que Ricardo se acercase. Y entonces de inmediato salió contra él, arremetiendo con violencia contra su viejo adversario

Delderius no se arriesgó.
Atacó a Ricardo con toda su habilidad tratando que que no pudiese hacer nada.
El primer golpe seccionó limpiamente el brazo derecho del norteño, el segundo le dejó un feo corte en la cabeza. A pesar de todo el elfo se fue con un pequeño regalo en la pierna izquierda.

La sangre caia a borbotones sobre la arena.

Ricardo se movió con lentitud y Delderius lanzó un nuevo golpe potente sobre el torso y el brazo izquierdo de su enemigo, seccionando casi por completo el brazo y dejando una larga y fea herida en el torso. 

Y de inmediato continuó su ataque

Delderius no tenía tiempo que perder, y con decisión lanzó un nuevo ataque contra su enemigo

Ricardo se movió a la desesperada. Sabía que no podría detener el ataque de su enemigo, por lo que decidió jugarsela a un ataque frontal.
Lamentablemente Delderius se conocia bien las tacticas del norteño y se le adelantó seccionandole la cabeza.

Delderius atravesó limpiamente la cabeza de Ricardo y sonrió al ver como el norteño caía al suelo. Tal vez debería haberlo hecho mas lento. Haber atacado a su brazo izquierdo e ir destruyendolo poco a poco. Pero Delderius era un guerrero, y por mucho que Ricardo quisiera creer que Delderius le odiaba, no era cierto.

Delderius solo podia odiar a quien consideraba igual. Y Ricardo estaba muy lejos de esa categoria.

Alzó los brazos. Sonrió.
Una nueva victoria.

VICTORIA PARA DELDERIUS. ARENA LIBRE PARA NUEVOS DUELOS

Deseo entró una vez más en la arena cuando Delderius estaba en ella. La mujer lo sabía, iba a buscarle a propósito.

-¿Dónde te escondes, Oscuro? Me dijiste que querías hablar contigo. Y te he estado buscando, no eludo mis compromisos. Pero al parecer has perdido el interés... ¿Ya no sientes ganas de desnudar tu alma conmigo...?

Sonreía, entre irónica y divertida. Ella había sido despojada de su dignidad no hacía mucho en este mismo lugar. Pero aún hacía menos, ella le había deviuelto la afrenta. Estaban en paz...

Mientras esperaba la sin duda mordaz respuesta del Elfo, empezó su progresivo movimiento circular de la Guadaña alrededor de su cuerpo. Pronto la velocidad era vertiginosa, increíble para haber sido imprimida por unos brazos de mujer, unos brazos como los de Deseo...