Por casualidad no sabrás el nombre de ese elfo oscuro ¿verdad?
... Jerion, creo. No estoy seguro.
Muchas gracias Oliver. Por cierto si ves a Adrian, dile que le estoy buscando.
Y no te preocupes, ya sabes que soy un superviviente.
Una vez a acabado de hablar con el jefe de entrenadores Ricardo se marcha del campo.
Adrian, espero que no hayas hecho lo que estoy pensando
Me marcho
Hay una taberna, la llaman taberna del torturado. Ahí se reune lo mejor de cada casa. Puede que ande por ahí el tipo que buscaba, y por tanto Adrian. Oliver mira como se va Ricardo. Después murmura para sí, lejos de su oído. No se puede luchar contra el destino. Espero que no lo aprendas como hice yo.
Vale pues me marcho a la Taberna del torturado (que bonito nombre)
RECORDANDO...
Oliver se presento en la arena… en cada mano llevaba un látigo de aspecto temible de cuero negro trenzaos con cristales… los empezó a mover con increíble maestría…
Trata de alcanzarme pequeña.
Lanzando mi látigo repetidas veces contra el entrenador siempre me encontraba lo mismo, uno de sus látigos apartaba el mió y el otro alcanzaba mi cuerpo… en breves instantes tenia el cuerpo cubierto de cortes y la arena bajo mis pies empezaba a teñirse de rojo…
Tras varias horas de recibir los azotes de Oliver lo vi.. Los manejaba como uno… una guardia y un ataque uno detrás del otro… a duras penas esquive los dos látigos dejándolos pasar por encima de mi cabeza y lanzando mi látigo capture las 2 cuerdas de los látigos y con un esfuerzo descomunal se los arranque de las manos….
… no esta mal chiquilla… para domar gatitos no esta mal…
… era el mejor cumplido, sin duda, que recibiría de Oliver en toda mi vida…
Sonriendo me aleje del campo necesitaba probar esa técnica en la arena.
León entra en el campo de entrenamiento con calma pero con seguridad, parece el único lugar del recinto donde nadie va a intentar acabar con su vida ... ¿será así? Se dirige a Oliver:
- Señor, llevo ya muchas victorias y derrotas acumuladas ... y me gustaría empezar a decantar la balanza en mi favor ... os prego, por vez primera, que me adiestreis.
Juan Bautista del Corral entraba por primera vez al campo de entrenamiento. Unas pocas semanas en la arena le habian demostrado que si queria sobrevivir en aquel lugar iba a tener que mejorar sus habilidades. Apenas llegar a la arena de practica fue recibido por el entrenador, este era un hombre corpulento y bien formado. Su cuerpo estaba plagado de cicatrices por innumerables batallas combatidas y sus ojos reflejaban la seguridad de años de experiencia y sabiduria.
-Mis respetos, señor entrenador...
Dije humildemente.
-Mi nombre es Juan Bauti..
-Se quien eres, ahora callate y sigueme...
Interrumpio el entrenador de gladiadores.
Yo baje la cabeza y lo segui, sabia que no me convenia tenerlo de enemigo ya que podia aprender muchas cosas de el. Llegamos a una parte de la arena de entrenamiento con varios muñecos con espadas atadas a sus manos, parecia que estaban unidos con sogas y tenian marcas de tiro en su pecho, brazos, pies y cabeza.
-Vas a practicar una maniobra muy simple como efectiva... la finta. esta consiste en hacer un amague de un ataque y utilizar la reaccion del oponente para esquivar un ataque de este. Voy a mostratelo para que entiendas. Atacame...
El entrenador termino su discurso y se puso en pose de batalla, yo me prepare y lanze un ataque directo al pecho. En mitad del trayecto al pecho del entrenador lo veo moverse y sacar su espada muy rapidamente con direccion a mi cabeza, me detengo a la vez que pestaneo, y al abrir mis ojos el entenador de gladiadores se encontraba en la misma posicion de hace unos momentos.
-Pudiste verlo...?
Pregunto el antiguo gladiador.
-Creo que si... aunque fue muy rapido, pense que me ibas a atacar y eso me desconcentro.
respondi.
-Exacto. Ahora pruebalo tu con estos muñecos, estan unidos a un mecanismo que los hace atacar de formas aleatorias, si haces bien la finta reaccionaran y detendran el ataque, si la haces mal....
El experto gladiador sonrio maliciosamente ante la insinuacion de su ultima frase.
Yo sin mas, me puse a practicar con los muñecos.
paso un par de dias entrenando la maniobra que no es muy dificil... al principio fue complicado y recibi innumerables azotes por parte de los muñecos.. pero luego fui tomandole el timing y comprendi la tecnica.
Me voy a LA CASA DE LOS CONDENADOS
(no se si es necesario este post.. pero... :P)
Apenas despuntaba el alba... apenas se retiraba la Diosa Luna del cielo cuando acudí a la cita... El campo de entrenamiento estaba desierto, y solo la imponente figura de Oliver se recortaba contra un cielo que apenas se iluminaba... Solo su imponente voz resonaba en el lugar...
-Has venido Hakhim.... el desdén le teñía... Realmente te atreves a que te entrene? Quieres aprender a usar esas daguitas tuyas de verdad?
La sonrisa se me dibujaba orgullosa en los labios... en los ojos... en el caminar que me llevaba hasta él... Vestida de la túnica blanca de mi sangre y mi destino.... Ungida con el velo níveo que me regalara mi hermana... La Luna plata se bordaba en él sobre mi frente... sobe la Luna de mi piel... sobre la Luna de mis ojos....
Soy sangre Hakhim... soy Hija de la Luna nueva... Sierva del Único... las dagas oscilaban sombre mis caderas obligadas por la cadencia de mis pasos... Afiladas y brillantes bajo las primeras luces de aquel día... romas y opacas comparadas con mi ojos.... ...y no hay contrincante... ni lucha, ni prueba... que sea demasiado o que no afronte con valor... Detenida frente a él las dagas pendían mansas pero atentas a los lados de mi cuerpo... y los hombros se tensaban... como lo hacían las pupilas que elevándose se enredaban en las de aquel hombre imponente...
He venido... estoy lista... y te he de sorprender... el fuego llameaba en el miel de los ojos... en la sangre que me recorría y me alentaba... que sonrojaba las mejillas mientras me mordisqueaba el labio pudiendo apenas sostener la sonrisa maliciosa... Una sombra y el brazo del hombre se descargó con furia sobre mi frente... y las dagas se cruzaron escudo de mi cuerpo y de mi sangre... y el estallar de los aceros se propagó como el trueno... Esta vez... no...
La patada me golpeó el estómago... me propulsó varios metros de él sometiéndome a la arena... negándome el aliento y el reflejo... dolor que fue oxigeno para la llamarada que abrasó mi pecho... que tensó mis manos... que blanqueaban ahora furiosas mientras aferraban las dagas...
Su carcajada lo atronó todo...
-Pobre niña.... jajaajajaj... no se puede ser tan orgullosa siendo tan débil... Te ha dolido mucho?
Su voz resonaba burlona mientras con la punzada de dolor recorriéndome me ponía en pie... mientras levantaba la barbilla... la raza... la obcecada tenacidad...
No...
Sería duro... merecería la pena...
Me encaminé al campo de entrenamiento, en busca del hombre llamado Oliver, pues me habían dicho que aquel hombre me podría ayudar a mejorar mis habilidades...
Al llegar, mi mirada recorrió el recinto buscando al que debía ser el entrenador, entre todos aquellos gladiadores que estaban practicando para próximos combates. Mi mirada se detuvo en el único que no estaba luchando...un hombre robusto, apoyado en la pared, mientras observaba con disgusto el entrenamiento de un par de gladiadores...
Saludos, tu debes ser Oliver, el entrenador...No hubo más respuesta que el leve asentimiento de su cabeza, mientras poco a poco su mirada abandonaba a los gladiadores para estudiarme con interés...
Poco a poco se separó de la pared, y se encaminó hacia una zona más despejada, haciéndome un leve gesto con la mano, indicando que lo siguiera...
En cuanto di dos pasos, se giró con una rapidez inusitada, descargando un fuerte puñetazo contra mi estómago. Mi cuerpo se dobló a la mitad, cayendo inevitablemente al suelo sin respiración...Se a lo que vienes novato...y esta es la primera lección, nunca te fíes de nadie...y ahora, veamos que es lo que puedes hacer con tus pequeñas dagas...
Se separó de mí, mientras desenfundaba un enorme martillo. Buff!, creo que va a ser duro...Tras varias horas de entrenamiento, una cosa me quedó clara...aquel martillo hacía daño, mucho daño…Pero no cejé en mi empeño y continué hasta que me di cuenta de que no podía igualar los envites de Oliver con mis dagas, pues salía peor parado. Debía ser más rápido en mis ataques, más rápido que su martillo, y concentrar toda mi fuerza cuando fuera así, quizá de este modo tendría una oportunidad...
Tras un par de intercambios de golpes, Oliver se detuvo...Veo que por fin lo coges...debes ser más rápido en el ataque que tu rival, y concentrar toda tu fuerza en la empuñadura de tus dagas, sólo así harás a tu rival algo más que un rasguño con esos mondadientes tuyos...
A continuación se giró, sin decir nada más, dando el entrenamiento por concluido,para dirigirse de nuevo a la pared donde estaba apoyado...El entrenamiento había sido duro, pero mereció la pena, pensé mientras que arrastraba a mis cansados huesos al catre de mi habitación.
Mandé otro post, pero no lo veo...:PPP
La mañana era gélida… el roció se trasformaba en pequeñas motas de escarcha en la capa negra de la elfa oscura…
Con paso firme se dirigió al centro de la arena
Con una inclinación saludo a Oliver…
Ya sabes lo que quiero…
Asintiendo con una mueca… esbozando una sonrisa llamo a sus ayudantes… mas de 20 enormes guerreros se presentaron en círculo rodeando a la elfa… las armas aunque de madera eran temibles… y eran muchas…
Un escalofrió recorrió su espalda… poniéndola en tensión e intuyendo … salto hacia el guerrero que tenia enfrente apoyando el pie en el pecho de este para conseguir impulso y saltar hacia atrás por encima del acolito que intentaba agarrarla por la espalda…
Con voluptuosidad la capa se desprendió en mitad del vuelo sobre el guerrero que estaba a su espalda cubriéndole la cabeza y haciéndole tropezar. Con gracia felina giro en el aire extendiendo los brazos y con una palabra un látigo de fuego oscuro apareció en su mano haciendo resplandecer la daga de plata que surgió del guantelete… resplandeciendo el látigo iluminaba los flecos de la blusa de seda blanca casi transparente y la fina falda negra que revoloteaba al son del gélido aire de la mañana…
Con majestuosidad aterrizo en el centro de la arena… trazando un circulo de fuego con el látigo se puso en guardia…
A una voz de Oliver los guerreros cargaron, los envites eran duros los golpes que recibía la elfa dolían, pero por cada golpe recibido un guerrero caía… hasta que se quedo sola en la arena otra vez con Oliver.
Mirándola a los Ojos Oliver sonrió…
Impresiónate hasta para ti, pero el calentamiento ha terminado. Necesitas mejorar todas tus aptitudes.
A otra voz de Oliver unos 30 luchadores aparecieron, casi todos aprendices de este… y sin una palabra cargaron contra ella…
Con un suspiro de resignación la elfa volvió al combate… y cuando termino Oliver llamo a mas… y mas…
Tras horas de luchar se despertó en la enfermería… por agotamiento, por los golpes, o por una mezcla de ambos había caído inconsciente…
Sin una palabra amable a nadie de alli se levanto se puso la mascara de porcelana y se dirigió al coliseo…
Había vuelto, se sentía mas fuerte y era la hora de demostrarlo…
Estaba en la parte mas alta de la arena observando, el frio era intenso se calaba hasta los huesos y entumecía los musculos. Pero había ido allí a aprender a entender los secretos de la lucha… observando desde lo alto lo vio entrar hoy le tocaba combatir a el.. y hoy ella aprendería esa técnica que había hecho famoso al norteño en la arena.
Cruzando las piernas y dejando que la capa ondease al viento gélido, se limito a observar como el hombre del norte comenzaba el combate haciendo un alarde de sus habilidad con las dagas, era impresionante como giraban en sus manos… parecía que se movían solas, al compás… de los latidos…
Empezo a captar sus movimientos… la postura, los pies el movimiento circular de la daga desviando los envites del oponente… la rodilla ligeramente flexionada, el brazo guardando la inercia suficiente para seguir la estocada después de desviar el filo…
Con un movimiento veloz el combate termino con el cuello del oponente seccionado… había visto verse al norteño. Creía que había captado la esencia de la maniobra… solo le quedaba salir a practicarla…
Desentumeciéndose, se levanto mientras a su espalda volvían a sonar los abucheos sobre el hombre del norte… seguro que había vuelto ha hacer algo impropio…
Típica de humanos..
Con una sonrisa bajo de la atalaya y se dirigió a sus aposentos.
El espadachin vuelve a entrar al Campo de entrenamiento... los dominios del austero, pero eficaz entrenador de gladiadores... Oliver.
No pasa mucho tiempo antes de que pueda encontrar a quiene staba buscando, y una vez ambos se vieron ya se habian dicho todo.
La vision del entrenador era imponente, un hombre hecho y derecho, forjado en el calor de la batalla, astuto, diestro y fuerte como ninguno. Una mirada, una sola frase entre ellos...
-Quiero ser mas fuerte
Dijo el espadachin.
-Sigueme.
Dijo el entrenador.
Ambos hombres caminaron hasta llegar al mismo lugaren el que se habian visto por primera vez y donde Juan aprendio su primer movimiento del entrenador de gladiadores.
-Otra vez aqui?, pero si ya manejo la finta con fluidez
La risa del experimentado guerrero y ahora entrenador se escucho por todo el recinto...
-Asi que crees que manejas la finta... aun te falta mucho... seguias con esta maniobra hasta que la perfecciones, luego pasaremos a lo demas. Si quieres hacerte fuerte, debes tener tecnicas firmes.. y bien pulidas. Continua tu entrenamiento.
Juan se dispuso a obedecer a su nuevo instructor y entreno sin descanso durante varios dias. Al final del quinto dia cayo exahusto y tuvo que ser atendido por los sacerdotes. Cuando recupero la consciencia penso que nada de lo que habia hecho tenia sentido alguno, que era un entrenamiento inutil... pero luego tuvo un combate contra un gladiador desconocido y sintio como su cuerpo fintaba por si mismo.. el ya no necesitaba concentrarse para realizar la maniobra y podia dedicarse simplemente a atacar, que su cuerpo por si mismo haria la finta como si estuviera automatico.
Debo admitir...Oliver sabe lo que hace...
breve reseña, nueva habilidad...