Tras dejar atrás el maldito bosque, Delderius se internó en un lúgubre pantano. El suelo, húmedo y traicionero, hacía que sus pasos tuviesen que ser cuidadosos. Entonces, sintió el círculo de sangre formarse a su alrededor. Eso quería decir...
Saltó hacia adelante justo para evitar la emboscada. Ormuz, camuflado en las sombras, imperceptible incluso para sus sentidos de Elfo, casi acabó con su vida. El Elfo vio como el círculo sanaba sus heridas, parecía haber prevalecido en un enfrentamiento con algún tipo de bestia.
Esto parecía interesante...
SUPERFICIE RESBALADIZA: Perder el equilibrio es muy sencillo sobre las rocas del pantano. Cualquier golpe a las piernas tiene su iniciativa aumentada en 1 de ancho.
Me he tomado la libertad de poner este texto introductorio en el que ambos participantes realizabn acciones. Si alguno creéis que están fuera de la interpretación de vuestros personajes, decídmelo y lo cambiaré.
¡Suerte!
Delderius se movió con curiosidad, una vez sobrevivió al ataque de su adversario. Una medio sonrisa apareció en sus labios y empezó a mover sus kukris, cada vez con mas velocidad.
- Así que tu y yo. ¿A quien me enfrento esta vez?, ¿al loco asesino o al gladiador inteligente y astuto?. Siento curiosidad, si quieres que te sea sincero. Y ya que somos sinceros... lamento tener que matarte. Pero al fin y al cabo todos sabíamos que acabaría así. Sangre y almas. Ese es el precio del guerrero.
Y tras estas palabras atacó a toda velocidad contra la defensa de Kiurbu
Tirada: 10d10
Motivo: demostracion
Resultados: 4, 5, 10, 1, 8, 2, 6, 2, 10, 10
Tirada: 10d10
Motivo: ataque doble
Resultados: 10, 2, 2, 6, 1, 9, 1, 7, 6, 7
Delderius
Defensor
Sano
+0d
Kiurbu
Atacante
Sano
+0d
Tirada: 8d10
Motivo: demostración
Resultados: 3, 5, 4, 5, 9, 2, 10, 1
Tirada: 7d10
Motivo: parada barrido + finta + apuntar (encontrar debilidad)
Resultados: 1, 6, 9, 3, 7, 4, 1
Sin problemas.... una duda, ¿puede combinar tu parada de barrido y tu encontrar la debilidad?. A mi me da que no, por aquello que ambos son tu senda marcial, y esas cosas...
EDITO: ok. Tal como lo ha puesto el narrador es solo para iniciativa. Eso significa que primero te hago 4L en la pierna izquierda y reduzco tu set de 2x7, y luego entra mi 2x7 haciendote 4L torso y reduzco tu finta
Sí puede, Delde, ten en cuenta que son dos acciones diferentes, y que la condición de encontrar debilidad se sigue cumpliendo. Lo que no se puede hacer es combinar dos poderes de ataque en un mega ataque. Es lo mismo que cuando tu declaras tus dos tipos de ataque diferente, uno de "juntarse" y otro del otro tipo.
Ok. Todo aclarado. Continua por tanto, Ormuz :D
No te preocupes. Espero.
Agazapados entre la espesa vegetación... Inmersos entre los brazos de mi hermana la penumbra... La respiración latía pausada, apenas audible... sombra entre sombras... viento...
Acechando... sosegados... templados... esperando, paciente, el momento oportuno... el momento preciso como un animal salvaje hambriento por la presa que ha de venir... como un animal adiestrado en la letal senda de la sangre...
El oscuro pozo de nuestros ojos, vigilante, se confundía con la espesa noche que me cubría... al igual que así hacían nuestros cabellos.
El viento nos había susurrado su nombre... nos había avisado de su futura presencia... nos había alertado de su próxima compañía pues nosotros, Ormuz Ahriman, éramos uno de sus hijos adoptivos... el último de los de mi sangre...
Nuestra obediente asta reposaba, siempre presta, a nuestros pies. Su letal y ávido filo ya había tenido la oportunidad de catar la pérfida esencia de esta corrompida Isla... que por momentos parecía estar viva.
Dejé que el último episodio del camino que nos había traído hasta aquí vagase libremente... en forma de recuerdo.
Habíamos conseguido llegar al inhóspito pueblo, en cuyo seno nos hallamos accidentalmente con uno de sus siseantes y acechantes ocupantes que, furtivamente, nos ofreció su bienvenida. Una gran sierpe humanoide con decenas de sus crías brotando de las extremidades... cientos de afilados colmillos tentaban nuestra carne... uno sólo, el nuestro, se cobró una vida. La horrenda criatura silenció no sin antes emitir un ensordecedor y estridente quejido, con cada una de sus fauces, que aclamó a sus congéneres... congéneres que respondieron, con similar chillido, exponencialmente... comenzando a emerger por doquier de sus refugios... cercándonos inexorablemente con mortales intenciones...
Raudos como el viento, mi insaciable alma y yo, recorrimos el tramo que nos separaba del espeso linde, la única oportunidad de prolongar nuestra existencia... eludiendo a toda criatura que nos saliese al paso con ánimo de demorar nuestra huída... sumergiéndonos, finalmente, de un salto en la protectora vegetación que poco a poco se fue interponiendo a nuestras espaldas... distanciándonos de nuestros incansables perseguidores...
Algo las había detenido en su propósito cuando nuestros pasos se aventuraron por la baldía y lúgubre ciénaga... lo mismo, seguramente, que alertaba nuestro afilado instinto y erizaba nuestro sensible vello... cada zancada que dábamos nos conducía, inexorablemente, a un peligro aun mayor y, al igual que el tiempo sólo discurre dolorosamente en una dirección, sólo hay una manera de afrontar el camino que se ha de recorrer... hacia delante, siempre hacia delante...
Fue entonces cuando nuestros pasos aminoraron y los sentidos se agudizaron... fue entonces cuando el sutil susurro fue apreciado... fue entonces cuando el viento nos congració con su bendición...
-. Ormuz, ¿sientes su presencia?... está muy próximo... está confundido... está herido...- Mi insaciable alma, mi inseparable compañera, me habla en susurros en el interior de mi cabeza... obligándome a regresar de mis ensoñaciones.
Cierto, compañera... está muy próximo... confundido... perdido y herido. El Único nos favorece en el camino... debemos permanecer cautos y pacientes... todo llega, incluida la muerte.
Los primeros sonidos... follaje reseco que protesta con cada pisada en aquel lodazal, indicadores objetivos de la inminente cercanía, son percibidos con claridad por mis sentidos... aproximándose desprevenido... atraído inexorablemente por la candente llama de nuestro filo... el apasionado palpitar de nuestro corazón. Pronto su figura se dibujaría en el expectante horizonte de nuestros afilados ojos, acechadores sombríos en la espesa penumbra, pero antes... antes acudirían a mi mente las mismas reflexiones, tras el cautiverio, que habían alentado mi sanguinaria senda hasta aquí...
Ignorante del incierto tiempo que había permanecido recluido, vagaba por las concurridas y vivas callejuelas del puerto. Todas las dudas que se habían aventurado en mi cabeza hasta entonces, carecían de total importancia… encontrando el mismo destino que las primeras, el destierro. Aun podía recordar las palabras de la danzarina momentos antes de iniciar el intenso entrenamiento… palabras que habían arrancado una sonrisa al anciano, la sonrisa de aquel que las había estado esperando. Aquello acentuó la mía en ese momento, al igual que lo hace en éste…
¿Acaso tendría alguna opción de negarme a participar?... ¿realmente la tendría?... una única respuesta, una única opción, tan clara y rotunda como un no.
El buen fondo del anciano tejedor de melodías… del dudoso hermano de piel albina. Todo absolutamente todo, sus gestos, sus palabras podrían ser tan falsos como la réplica del barco… una ilusión seductora como tantas otras en este mundo que conocemos… y que algunos se resisten a conservar. Sin embargo, como había concluido con anterioridad, carecía de importancia… debía remar sí o sí en este río, por muy tempestuoso que fuese, sino quería verme engullido por su aguas… y a más arrecie la corriente, más empuje tienes que aportar en cada palada si quieres, además, mantener la senda adecuada.
Al menos había podido advertir, gracias al preocupado anciano, un obstáculo ineludible en el horizonte cercano… pues si la dama Negra decide que sea yo uno de los participantes, independientemente de mis deseos o motivaciones… de los de otros… independientemente de mi lealtad a la hermandad, del amor a mi raza… ¿cómo podría negarme?… salvo pena de segura muerte y fin de mi anhelado propósito...
Una vez más, debía ser herramienta ejecutora de otros para poder ser la mía propia... para poder completar la sanguinaria y redentora senda con la que había sido condenado...
En eso, su familiar silueta se perfiló, desprevenida, ante el oscuro pozo de nuestros ojos... no habiendo cabida a más divagaciones. Su negra piel... su negra sombra, no podía ser otro que Delderius... el libidinoso elfo de piel oscura... otrora azote de mi insaciable alma, de mi mismo... de muchos. Su cuerpo malherido... debilitado avanzaba hacia nosotros ignorante del fatídico destino al que se vería expuesto. Un poco más... tan sólo un poco más y sería nuestro... nos cobraríamos su oscura alma como así nos habían exigido, "para liberar al mundo conocido de sus inquietantes caprichos" nos había dicho el anciano tejedor de mentiras... algo que carecía de absoluta importancia para nosotros, pues si no eran los suyos serían los de otro los que regirían el orden de las cosas, salvo que se había convertido en un insalvable escollo en nuestra sanguinaria senda... como tantos otros a los que habíamos tenido que acallar... como lo había sido la norteña, Melissa... otro peón más entre peones en un tablero que no era el nuestro, pero en el que, al igual que ella, nos habíamos visto arrastrados a jugar.
Lo cierto, lo único cierto, es que irónicamente nuestras sendas se habían cruzado en esta maldita Isla... y sólo uno de nosotros, independientemente de las motivaciones, podría seguir transitando por el tortuoso camino empedrado. En nuestra férrea voluntad, hilada o no, premiaba seguir el nuestro... y para ello debía poner fin al suyo... ahora.
Una sombra emergió súbitamente de otra mayor, abandonando su enmascarado velo... proyectándose vertiginosamente sobra otra que, desprevenida e indefensa, no podría más que rogar que el certero filo que exhibía la primera fuese clemente... y rápido.
Repentinamente, cuando el fatídico suceso se iba a culminar... a decidir, el inesperado anillo de sangre surgió, hirviente... burbujeante, a nuestro alrededor... alertando a la escurridiza presa... distrayendo al tenaz cazador. La suma de ambos sucesos trajo consigo el error de la segunda... la salvación de la primera que, milagrosamente, había eludido su mortal destino...
El resbaladizo lodo recibió nuestros pies impulsados... pies que, tras obligar a rodar al cuerpo que sustentan, ayudaron a que éste se erigiese, raudo, bajo la incisiva sombra de aquella otra voz... bajo el sibilante zumbido de sus kukris... bajo la curiosa mirada de aquellos libidinosos ojos...
Cita:
El oscuro pozo de nuestros ojos, enmarañados entre mechones de cabello azabache, se entorna, silencioso... desafiante, hacia el dueño de aquella voz a la que nos habíamos encarado. Aquella maldita Isla había intervenido, desafortunadamente, para que el destino de ambos se decidiese en combate marcial... según sus leyes... según sus deseos y no los nuestros. Mi oponente debía dar gracias de que así fuese...
Nuestra obediente asta apenas había empezado a dibujar figuras imposibles, cuando el astuto elfo cargó sin esperar una respuesta que, por otro lado, aun no le llegaría... una treta que le saldría bien esta vez, pues su rápido movimiento nos tomó con la defensa descompensada y los pies mal afianzados en el resbaladizo terreno.
Su filo bailó mortalmente ante nuestros apremiados ojos... trazando macabras sonrisas al aire semejantes a la que refleja el guerrero de tez oscura que lo enarbola. Nuestra protectora lanza, desequilibrada, llegó tarde a cualquiera de sus letales encuentros. Primero seccionó en profundidad la carne del muslo, dejando que un reguero de nuestra cálida sangre se uniese al de aquella otra que, hirviente, nos envolvía. A continuación atravesó, con la otra... hasta la empuñadura, mi desprotegido torso... aproximándolo inexorablemente a nosotros... bañando su ennegrecida mano de cálido fluido carmesí… derramando su pérfido aliento sobre el nuestro contenido... enfrentado ambas miradas... pudiendo percibir la satisfacción de la victoria reflejada en sus brillantes pupilas... pudiendo ver él el abrasador fuego que arrecia, vigoroso, en el oscuro pozo de las mías...
Nuestra mano abandonó la protectora lanza para aferrar, súbitamente, su cabellera para así clavar su frente contra la nuestra… nuestra mirada en la suya… nuestra respiración en la de él…
-. No lamentes lo que jamás haríamos nosotros…- Nuestra voz, grave… gutural, abofeteó sus oscuras mejillas con su ardiente aliento. La perenne sonrisa se acentuó, en una mueca orgullosa… indómita, ante sus propias narices... revelándole al mismo tiempo aquello que había preguntado con inusual curiosidad, que no es a uno al que se enfrenta… que es a ambos.
Tirada: 7d10
Motivo: ataque + ED(10) + 2d encontrar debilidad + apuntar DEFENSOR
Resultados: 4, 10, 2, 8, 2, 8, 8
Delderius:
-. Daño: indemne.
-. Estado: +0d
Kiurbu:
-. Daño: Pierna(1) 4L; Torso 4L
-. Estado: +2d de encontrar debilidad que queda en +1d tras turno de defensor.
DEFENSOR: 3X8, 3x2, 2x10. Intentaría como ataque 3x8 (4L torso) si entra primero selecciono el 2x10 (2S + 1L cabeza) para golpearte con el mango de la lanza.
PD: Espero que la espera haya merecido la pena... gracias por la paciencia. Felices fiestas.
Ambos nos lanzamos con ferocidad homicida contra el otro, preparados para matar o morir. Sin embargo en esta ocasión fue el humano mas rápido que el elfo. No importaba que Delderius no hubiera recibido herida alguna desde que había llegado a la maldita isla. Tampoco que fuera un combatiente experto. El rápido movimiento de Kiurbu le había hecho resbalar en el lodo, y la lanza le atravesó el pecho, luego la pierna, y finalmente le golpeó feamente en la cabeza, haciendo que el elfo escupiera sangre, y sólo pudiera arreglárselas para golpear el brazo izquierdo de su contrincante mientras caía, lleno de sangre hacia atrás, mientras movía sus afilados kukris contra el brazo izquierdo en retroceso, de su contrincante, haciéndole un feo corte que de inmediato empezó a sangrar.
Delderius no llegó a desplomarse. Las heridas que tenía, aunque graves, no eran mortales. Ambos combatientes estaban malheridos, ambos tenían motivos para ganar este combate.
El elfo oscuro sintió la caricia de la muerte, y sonrió. Eran buenos días para vivir y para morir. Tal vez rezara a sus dioses oscuros esperando le bendijeran con la suerte que a veces le negaban. Pero no hay duda que concentró todas sus fuerzas en lograr golpear nuevamente a su adversario.
Tirada: 9d10
Motivo: ataque doble
Resultados: 8, 2, 8, 6, 4, 1, 4, 5, 2
EDITADO
Primero, el ataque de 3x8 de Kiurbu, que reduce mi ataque de 2(3)x2, puesto que de otro modo dicho ataque reduciría su 2x10 con el mango, y me hace 4L al torso. Luego su ataque de 2x10 con el mango, para hacer 1L+2S en cabeza, que me reduce mi ataque al torso que de otro modo le mataría. Y por último entra mi 2x4 que le hace 4L en el brazo izquierdo. De modo que quedamos:
Delderius
Atacante
4L torso
2S+1L cabeza
Kiurbu, +1d
Defensor
Pierna(1) 4L
Brazo izquierdo 4L
Torso 4L
Delderius había quedado en mala posición tras el anterior ataque, se movió sin embargo con bastante velocidad, tratando de aprovechar el mal estado del lodazal donde combatían para golpear la pierna de su contrincante antes que este pudiera reaccionar, mientras fintaba un ataque sobre el brazo herido.
- En realidad - susurró con una sonrisa malévola- me da exactamente igual lo que prefieras. Tal vez me ganes, pero será solo azar. Soy el mejor combatiente de los dos, y lo sabes. Te confundiste al juzgarme herido mientras me acechabas, igual que te confundes ahora. Pero... tu muerte no me produce ningún beneficio. Y me gusta combatir. Así que en efecto, lo lamento. Pero dime, Kiurbu, sacia mi curiosidad antes que mueras, ¿por qué fuiste al coliseo?, ¿y por qué tu locura?
Tirada: 9d10
Motivo: Ataque mas finta
Resultados: 9, 7, 1, 1, 3, 3, 6, 2, 5
Delderius
Atacante
4L torso
2S+1L cabeza
Kiurbu, +1d
Defensor
Pierna(1) 4L
Brazo izquierdo 4L
Torso 4L
Cierto, cierto. ¿En qué estaría pensando? Solo que en tal modo sí entraría mi ataque de 2x4, ya que su primer 3x8 me quita mi 2(3)x2 y su segundo golpe mi 2x8, que si no le mataba, con lo que entra mi 2x4.
De modo que quedamos:
Delderius
Atacante
4L torso
2S+1L cabeza
Kiurbu, +1d
Defensor
Pierna(1) 4L
Brazo izquierdo 4L
Torso 4L
Y ahora tengo mi ataque con 2(3)x1 y 2x3
Presa como lo teníamos por la albina cabellera... aferrado contra nuestro cuerpo... cautivo de nuestro aliento, el ahínco de las palabras aunó sus remotas fuerzas con las de nuestro brazo, atravesando en profundidad su indefenso torso con la punta de la lanza a la vez que, con el otro, le retenía forzosamente.
Fuimos testimonio, en primera línea, de como el rostro del libidinoso elfo se contraía vagamente de dolor, acuciante dolor al que debería familiarizarse en adelante, y de cómo era obligado a exhalarlo junto con buena parte de su pérfida esencia...
Súbitamente, liberamos su blanca y larga cabellera, cuando observamos de soslayo la mortal dirección que había adquirido su letal represalia a nuestro agravio.
Un veloz y oportuno giro de nuestro cuerpo, interpuso el costado de nuestro brazo en su letal trayectoria... desgarrando su carne... derramando nuestra sangre en una de sus sonrientes muecas de placer... mueca que borramos, parcialmente, de un golpe contundente con el mango de nuestra voluntariosa asta... golpe que, aturdido, le hizo retroceder ligeramente sobre sus pasos...
Pronto su semblante recobró la envenenada sonrisa de satisfacción, acompañando a la mía bien distinta... pronto sus negros ojos volverían a poder enfocar, reencontrándose con el oscuro pozo en llamas de los nuestros... pronto su viciada voz iría a nuestro encuentro, enlenteciendo el momento... dejando que nuestra cálida sangre, bombeada a borbotones por las graves heridas, alimentase generosamente aquel hirviente sello que nos envolvía...
Puede que la burlona Isla nos jugase una de sus macabras bromas, nublando nuestros sentidos en aquel preciso instante en el que lo percibí. No obstante, aquello era agua pasada en el turbulento arrollo del tiempo y, como tal, carecía de completa importancia... más que nunca en este preciso instante, en el que una de nuestras sendas llegaría a su fin. Sin embargo, nuestro oscuro adversario parece querer saciar otra de sus obscenas necesidades... la insistente e inagotable curiosidad de la que hacía gala...
Cita:
Una nueva treta como la de antes pues, sin esperar respuesta, se abalanzó amagando sobre nosotros... hallando esta vez el punzante filo de nuestra obediente lanza que atravesó uno de sus brazos... pero que poco pudo hacer para alejarme del otro endemoniado filo que condenó nuestra malherida pierna... poniendo fin a un nuevo y brutal cruce, en cobro de sangre, de ambas voluntades para beneficio, exclusivamente, de aquella otra corrupta que latía en el seno de la Isla...
Sostuvimos el peso de nuestro malherido cuerpo sobre la pierna sana mientras, plenos de orgullo, encaramos con el oscuro pozo de nuestros ojos al malévolo adversario que parece estar regodeándose en su propia sangre... desplazándose constantemente, y sin atisbo de prisa, a nuestro alrededor. Nuestra obediente asta le acompaña en su acechante oscilación. Sin embargo, ahora sí parece estar esperando algo... la ansiada respuesta... posiblemente la última para uno de los dos...
-. Ambas preguntas tienen una única respuesta...- Nuestra grave voz surgió de las profundidades de nuestro ser, del mismo lugar en dónde enraízan los acontecimientos que rigen nuestra vida. -... desde que tenemos uso de razón cabalgamos, en solitario, por esta tortuosa senda en pos de un único nombre... en representación de muchos otros, cuyos rostros no he dejado de recordar...- Los evidentes rasgos que caracterizan a nuestro pueblo se realzan, acrecentados, místicamente por el gutural tono de nuestra voz... por la determinación de su afirmación. Los enmarañados cabellos azabaches difuminan nuestro sudoroso rostro; la piel tostada, herencia de nuestra orgullosa sangre, que lo cubre... y los ojos negros, tal y como reina la noche de Luna Nueva, que lo lidera...
"En pos de un nombre..." ¿Tan previsibles éramos?... Aquel pensamiento acentuó nuestra perenne sonrisa. Pues éramos ciertamente previsibles, y esta predictibilidad... este afán enajenador nos arrastró engañados, ofuscados, hasta aquí... hasta el Coliseo... en pos de nombre... en pos de un ilusorio ardid hilado desde el principio por el anciano tejedor, hermano sombrío que tan bien parecía conocernos. Y fue a través de la ingenua norteña, otro peón más del tablero al que habían agasajado con falsas expectativas, que nos hizo llegar el elaborado señuelo... un señuelo que sabían con certeza que sería irrechazable. Viejo zorro, hemos sido tu herramienta... lo seguimos siendo... ruega por tu arrugado pellejo que no salgamos de ésta...
La sibilina Orden se había aliado convenientemente con los inquietos norteños, carnaza ignorante de un propósito mayor, en su fútil lucha contra la rígida opresión de los oscuros... colaborando con ellos en varios atentados contra los opresores... favoreciendo el ambiente de crispación en la ciudad... desestabilizando de alguna manera la cadena de poder entre los elfos de piel oscura, más caldo de cultivo para extender sus amplias redes de influencia. Por nuestra parte, habíamos sido utilizados como ferviente mensajero para llevar a cabo uno de los atentados a "irrechazable" petición de la norteña: envenenar el pozo de uno de aquellos anónimos oscuros... en medio, como así descubrimos después, de una concurrida y "omitida" reunión.
La furtiva misión se convertiría, según mis vagos recuerdos... una vez vertido el almendrado elixir, en un asalto encabezado por los ingenuos norteños... en una trampa para el propio mensajero que volvería, forzosamente, al redil... en una inesperada traición en la que los norteños se verían superados y masacrados por aquellos que creían sus aliados... y habían cambiado aparentemente de bando...
La sazonada ironía empapa cada uno de nuestros pensamientos. ¿Por qué matar al mensajero... al hermano, cuando éste aun se puede ser nota de la misma melodía?... como así fue. Enredados inexorablemente en la maraña de mentiras, nos vimos sumergidos en otra incierta e irrechazable misión para recobrar la ansiada libertad de proseguir nuestra sanguinaria senda... un peligroso desvío en el que debía satisfacer a la sombría orden impidiendo que otros alcanzasen la gloria de un tenebroso y retorcido torneo: un deseo... un único deseo que complacería, exclusivamente, a su victorioso merecedor, o a aquel que comanda sus designios...
Delderius Caelis... el elfo de piel oscura ante nosotros había sido una de las peticiones expresas de la Orden. Sus retorcidos valores, su lujuriosa existencia, su perniciosa imprevisibilidad lo habían situado en el privilegiado punto de mira de la Hermandad, pues su deseo podría derrumbar el elaborado y enraizado castillo de naipes que tanto tiempo les había llevado hilvanar... ¿salvar el mundo que conocemos? nos habían propuesto o más bien salvar su mundo. A duras penas pudimos entonces contener la carcajada que combatía por salir de nosotros... pues en este mundo, o en otro, nuestra sed de venganza seguiría intacta.
Habíamos accedido, por nuestras propias motivaciones, a complacerles una vez más y con ese propósito nos habían liberado... con ese y con aquel otro, no explícito, que había cumplido: matar a la norteña... cerrar inconscientemente el círculo de traiciones que habían iniciado ellos... demostrando ser, nuevamente, una herramienta útil... pues la norteña, último testigo de la alianza con los norteños, se había convertido en la nota discordante al comprometer a la Hermandad ante sus ignorantes aliados. No hay mejor peón que aquel que cree actuar por voluntad propia. No fue hasta que nos reveló su realidad... hasta que derramamos su cálida sangre que descubrimos nuestra odiosa condición.
Parte del complejo patrón tejido por el anciano había muerto con ella... una parte que seguramente ansiaban averiguar los elfos oscuros y ya nunca lo harían, pues sus cazadores se movieron más lentos que el viento.
¿Y sí toda nuestra vida habíamos sido un instrumento?... da qué pensar... pero no hay tiempo para hacerlo... no hasta que se decida nuestros destinos.
-... y el tuyo no es más que uno entre tantos otros.- Respondimos, con orgullo, a nuestro adversario cuya enorme curiosidad estaba comenzando a perder terreno respecto a sus ansias por decidir la mortal contienda... uniéndose a las nuestras… al brío de nuestros negros ojos… del ondear de nuestro azabache cabello… de nuestra sangre…
Tirada: 8d10
Motivo: ataque + 1d reserva + apuntar (me arriesgo) ATACANTE
Resultados: 5, 1, 3, 7, 8, 3, 3, 9
Estarías pensando en polvorones XD...
Por mi parte dejo tirada y pendiente de posteo...
Delderius
Atacante
4L torso
4L brazo izquierdo
2S+1L cabeza
Kiurbu, +1d
Defensor
Pierna(1) 4L +1L
Brazo izquierdo 4L
Torso 4L + 3 L
3X3 (4L en brazo izquierdo) anularía tú 2x3 quedando el 2x1 que sólo te sirve como ataque (4L pierna (1) dejando al borde de la muerte)
PD: Los intrusos (mirones de obras) que hagan el favor de borrar sus post XDDDD. Uno aquí matándose pa que quede bonito!!! XDDDD
Tirada: 6d10
Motivo: ataque + parada barrido + ED(10) + 1d de reserva DEFENSOR SIEMPRE
Resultados: 2, 8, 4, 2, 6, 6
Siento la demora, espero haya merecido la pena. Mi tirada ha sido un asco... veamos la tuya aunque mi pj tiene muchas papeletas de poner fin a su camino. Llegado el caso aun haré un post más con calma para completar la historia y rolear la muerte. Tengo sorpresilla ;).
Un saludo y feliz año!!!.
Delderius
Atacante
4L torso
4L brazo izquierdo
2S+1L cabeza
Kiurbu
Defensor
Pierna(1) 4L +1L
Brazo izquierdo 4L
Torso 4L + 3 L
2x2(3x2); 2x6
Delderius no entendía a Ormuz. Hablaba en una especie de clave y, de alguna manera, sospechaba que sus pensamientos contenían enormes secretos que, desde luego, ansiaba conocer. Pero ahora todo eso debía quedar atrás. Su último golpe había dañado de forma terrible a su adversario, pero este aun no estaba muerto. Y Delderius no se hacía ilusiones sobre su presunta superioridad.
Los combates no terminaban hasta que uno de los dos caía muerto. Y esta vez, no como en el coliseo, quien se derrumbara ya no se levantaría. No era, desde luego, su primer combate a muerte, pero las heridas se sentían de otra manera. Y la sensación de profunda mortalidad invadió los sentidos del elfo oscuro gozosamente.
Podía morir. Y eso daba realidad, y sentido, a toda su vida. Sí. Podía morir, allí, en esa isla mágica y perversa, solo frente a un enemigo valiente, impredecible y demente.
- No te entiendo - reconoció con una sonrisa tras escuchar a Kiurbu- El nombre no nos representa. Lo que nos representa es lo que hacemos. Y en tal sentido tuviste éxito. En el coliseo hiciste cosas, y esas cosas son tu identidad, tu verdadero nombre. Igual que el mío queda escrito en mis actos, realizados o muertos en mi pensamiento. Yo nunca seré, nunca podría ser, uno de tus nombres. Entre tú y yo hay tal vez la semejanza de la guerra, pero ganaras o no aquí siempre serás de una raza inferior. Y además, hoy no ganarás
Kiurbu entonces atacó con su mortífera lanza, amenazando al tiempo el brazo derecho y la pierna izquierda de Delderius, con un largo giro de su lanza. Delderius se dejó caer hacia delante, entrando en la guardia del humano y lanzó un poderoso tajo contra el brazo derecho de su adversario, que atravesó tendones y destrozó parte del hueso, arrancando de Kiurbu un grito de dolor. Al retirarse Delderius notó como la lanza de su adversario, al caer de sus manos, le arañaba la pierna izquierda.
Delderius se preparó para un nuevo ataque, que podía ser el último, y empezó a moverse dando vueltas alrededor de su presa, malherida, como el guerrero y cazador que siempre había sido.
- Casi voy a lamentar matarte... - murmuró con satisfacción
Tirada: 9d10
Motivo: Ataque doble (juntarse cual amantes mas golpe largo)
Resultados: 3, 5, 6, 5, 5, 8, 9, 4, 7
Mi 3x5 llega primero y te quita 5L en el brazo derecho, dejandolo inútil, con lo que tu arma cae de tus manos. Mi ataque reduce tu 2x6, haciendote fallar, y luego llega tu 2x2 que me hace 3L en la pierna izquierda.
Por tanto quedamos:
Delderius
Atacante siempre
4L torso
4L brazo izquierdo
2S+1L cabeza
3L pierna izquierda (2)
Kiurbu
Defensor siempre
Pierna derecha 5L (defensor siempre)
Brazo izquierdo 4L
Brazo derecho 5L (sin arma), -1d siempre
Torso 7L
Tirada: 6d10
Motivo: ataque a una mano con -1d por mano mala -1d por no llevarla a dos manos SIEMPRE DEFENSOR
Resultados: 9, 1, 6, 2, 4, 7
Esto ha llegado a su fin, agradecería tu tirada para crear el post final y definitivo en esta magnífica partida. Enhorabuena y suerte en la siguiente!! ;)
El último ataque de Delderius había destrozado el brazo hábil de Ormuz, quien a pesar de todo trató de atacar el torso del elfo oscuro. Pero las heridas sufridas por el hakhim eran demasiado profundas, y el elfo oscuro ni siquiera tuvo que moverse para esquivar el ataque. Con todo el tiempo para pensar el elfo oscuro se movió con la mezcla de velocidad y elegancia que le había hecho popular en la arena.
Con su kukri derecho lanzó una estocada a la cara de su adversario, que le llenó de sangre, mientras que el brazo izquierdo atravesaba el costado del humano por completo, haciendo que este vomitase sangre. Kiurbu se derrumbó al suelo, boqueando de forma desesperada, agonizando.
Tirada: 9d10
Motivo: Ataque doble
Resultados: 5, 10, 7, 6, 2, 1, 10, 6, 6
Pues me temo que es el final. Un placer rolear contigo. Te dejo que describas y luego yo posteo a mi vez. A ver si nos vemos en la siguiente. Me repito, pero es la verdad, ha sido un placer