Partida Rol por web

Delderius sonrió ante la llegada de Deseo.

- Verás, Deseo, debo reconocer que el hecho que dos esclavas desnuden mi cuerpo dista mucho de humillarme. Estaba pensando como agradecerte el buen comportamiento de forma adecuada... pero ya veo que tienes ganas de combatir - la sonrisa agradable termina, y deja paso a la seriedad.- Aun no se que deseas hacer en este lugar, Deseo. ¿Por qué estas aqui?

Y Delderius se lanza al combate. El logra el primer golpe, y su afilada arma golpea en la pierna de apoyo de Deseo, haciendo que la mortal trastabille, con los tendones brutalmente seccionados.

Esto hace que el ataque a la cabeza de Deseo falle, pero aun asi logra acertar en la pierna de Delderius, logrando casi sajársela. Ambos se miran, cojeando. Hay una diferencia. Delderius mantiene el uso de su pierna. Deseo no.

Deseo no estaba parlanchina, y eso desconcentró un instante a Delderius. A veces eso es mas que suficiente.

Lo siguiente fue su cabeza rodando. Aun tuvo tiempo de parpadear, confuso.

El combate había terminado.

DUELO PARA DESEO. ARENA LIBRE PARA NUEVOS DUELOS

Aun no se que deseas hacer en este lugar, Deseo. ¿Por qué estas aqui?
La frase había quedado suspendida en el aire, entre los dos. Como una coortina de niebla, un vaho indefinido, así era la pregunta, sin respuesta...

La tenía, claro. Deseo iba a dársela a Delderius, pero éste era sólo un cuerpo decapitado, o una cabeza en un charco de sangre. Aún había parpadeado antes de llegar a la arena.

Se arrodilló junto a él. Junto a su oído.

-Estoy aquí para cumplir mi Destino, elfo. Eso espero...

Se levantó de nuevo, y observó con seriedad, pensativa, como los monjes se llevaban su cuerpo y su cabeza. No se rió de él, no le había desnudado. No compartía su sádico sarcasmo, su estilo. Pero el Oscuro tenía algo que no se podía negar. Era sincero, aplastantemente sincero.

Te respeto por eso, Delderius. Hablaremos, si eso es lo que quieres. Y, quizás, incluso no discutamos...

Ricardo entró en la arena dispuesto a pelear. Sabía que se encontraría con Delderius.
Era una oportunidad para demostrar a su gente que no olvidaban, que aunque ellos nunca darían el primer paso, tampoco se dejarían pisotear. Si vencia al elfo oscuro, seria una victoria para su pueblo.

Jugueteó con sus puñales mientras saludaba a Delderius.

Saludos, elfo. Tengo entendido que últimamente nadie quiere pelear contigo. Por fortuna para ti, yo nunca tendré ese tipo de prejuicios, sois mis contrincantes favoritos.

Delderius miró a su contrincante y sonrió. Le gustaba pelear con Ricardo. Estaba aun algo cansado por el combate con Aymée, pero...

- No creas, Ricardo. Llevo unos cuantos combates entre ayer y hoy. Pero siempre me agrada combatir contigo. Empecemos

Ricardo dejó que sus armas hablaran por él. Realizó una finta a la cabeza (algo típico en sus combates contra el elfo oscuro). Y cuando este subió el brazo para deterner el golpe, su otro puñal se clavó con fuerza en el brazo derecho de Delderius dejandoselo inerte.

A pesar de todo Delderius logró herir la pierna derecha del norteño, un corte muy profundo también, aunque todavía podía caminar con ella.

Ricardo había empezado bien, pero no se podía confíar. Esta pelea era importante, pero no por él. Sino para los suyos. Y no se la podía jugar.

Decidió ir a por todas. A por la cabeza.

A pesar de la pierna herida, el norteño pegó un gran salto, y mientras tenía extendido el brazo izquierdo para evitar una parada, su brazo derecho estaba echado hacía atrás para cojer impulso.

Demasiado rápido. Aun no había tenido tiempo de meterse en el combate y el ataque era sencillamente demasiado rápido. Su último pensamiento fue que tenía que obtener el conocimiento del bloqueo cruzado cuanto antes...

DUELO PARA RICARDO. ARENA LIBRE PARA NUEVOS DUELOS

Toc, toc... te veo muy solo en tu arena, ¿hace un combate?

Delderius sonrió al ver aparecer a Garruk. El orco era un adversario digno, y siempre disfrutaba de sus enfrentamientos. ¿Podría esta vez el gran luchador atraparle en su abrazo)

Delderius le hizo un gesto, invitandolo a pasar

- Por supuesto Garruk. Ya sabeis que siempre sois bienvenido. ¿Sigues odiando a los elfos negros, como las primeras veces que nos enfrentamos? Siento curiosidad

Mientras hablaba Delderius hizo girar sus kukris de forma impecable. Y luego ya estaba tratando de golpear a su rival en las piernas y en el brazo izquierdo.

A Delderius se le iluminaba la cara cada vez que veía entrar al orco en la arena. Veamos si esta vez Garruk era capaz de salir por su propio pie del coliseo.

Garruk salto sobre Delderius con la agilidad de un felino y ambos luchadores acabaron rodando por el suelo en un "tierno" abrazo extremadamente amigable.

Siempre es un placer retozar contigo Delderius.