Partida Rol por web

Había recuperado la clase, como él esperaba. Había empezado mal pero todo tenía remedio, o eso parecía en principio. Al igual que su compañero se guardó su varita.

-Sí, vámonos de aquí.

Era la hora de comer algo, además, permanecer mucho tiempo en los despachos de los profesores le recordaría el fallo de no haber acudido a clase. No tenía nada más que hacer allí.

¡Buenas tardes, jovencitos! ¿Sólo estáis vosotros por aquí? Bueno, veamos, mostradme si os ha salido el conjuro o no. Espero que lo hayais practicado.

Aiden entró en el despacho de la Profesora Lance algo nervioso. Aunque había conseguido que le salieran todos los conjuros desde que falló el Sonitus, la idea de volver a fallar no paraba de pasarle por la cabeza Tranquilo, lo sacarás, ya lo verás

Cuando vió a la profesora Lance dejó de pensar en el hechizo y se fijó en sus cuatro Eso tiene que ser un conjuro, estoy seguro. Se lo tengo que preguntar un día, antes de que acabe mis estudios. Lo bueno es que tengo 7 años para esperar el monento oportuno. O sino cuando acabe y ya no tenga que recibir clases de ella.

- Buenos días Profesora Lance. Aiden sacó su varita y se puso en posición, recordó mentalmente cómo era el movimiento de varita y pensó en un sonido, un ruguido de dragón estaría bien, el sonido que no le había salido en clase. - ¡Sonitus!

El Rugido de un Dragón se escuchó alto y claro en el despacho de la Profesora Lance, y Aiden sonrió aliviado de que le hubiera salido

Llego con algo de prisas, la túnica mal puesta cuando entro. Me la coloco rápidamente mientras saludo a la profesora.

- Buenas tardes, Profesora Lance. - Digo y luego saludo al compañero de Slytherin con gesto frío. Después de la forma que tenían de tratarnos prefería no hablar de más. Al ver que va a empezar él me hago a un lado y estoy atento. El sonido que hace es bastante bueno, parece un dragón de las películas, y no puedo evitar mirar alrededor al principio, esperando encontrarme un bicharraco enorme cerca. Espero que ni la profesora ni el chico me hayan visto, y cuando me toca a mí doy un paso al frente.

- Vale... a ver... - Saco la varita y me preparo unos segundos, pensando de nuevo en los sonidos de la cocina de mi madre. - ¡Sonitus! - Exclamo mientras hago el movimiento oportuno. Enseguida, empiezan a oírse sonidos propios de una cocina: el chisporroteo de una sartén y un cuchillo cortando algo sobre una tabla. Sonrío satisfecho al ver que me ha salido bien otra vez.

Aiden se alegró bastante de sacar el conjuro y así quitarse el peso de encima. Ahora llevaba todo al día y podría hacer más vida con sus compañeros. Antes de salir miró al chico de Ravenclaw y sonriendo le dijo - Enhorabuena, lo has hecho muy bien. Por cierto, mi nombre es Aiden

Sonrío abiertamente cuando veo que la profesora parece muy contenta con el resultado. Estoy guardando la varita en la tónica dispuesto a salir cuando me sorprende que el chico de Slytherin, al contrario de lo que parecían sus compañeros durante las clases, es bastante simpático. Lo miro con cara de confusión durante un segundo antes de devolverle la sonrisa.

- Ah, ¡gracias! Igualmente. A ti también te ha salido muy bien. ¡Me has sobresaltado y todo! ¡No me esperaba ese ruido! ¿Qué era? ¿Un dragón? Sonaba como en las pelis... - Me rasco la cabeza con algo de rojez en las mejillas por mi ignorancia sobre el mundo mágico. - Ah, y esto... yo soy William. William Pollock.

- Oye. - Digo, de pronto, antes de que él responda. - Perdona que te corte, pero es que he quedado con mis compañeros por... lo de esta noche, ya sabes. ¡Encantado de conocerte! ¡Nos vemos en clase! O pásate por la mesa de Ravenclaw cuando quieras. - Sonrío mientras voy caminando de espaldas. Al llegar a la puerta me tropiezo y casi caigo, pero recobro el equilibrio rápidamente.

- Ups, jejeje. ¡Bueno, hasta otra! - Digo, sonrojad y rascándome de nuevo la cabeza y entonces salgo corriendo en dirección a la sala común de los de mi casa.

Aiden intentó responder a William, contarle que el sonido efectivamente era un dragón, que intentó que fuera específicamente el de un Hébrido Negro, su dragón preferido, pero por los nervios le salió un sonido bastante neutro, pero antes de que pudiera decir nada William se despidió porque tenía prisa.

¿Lo de esta noche? ¿ya sabes? Estaba pensando en lo que habría querido decir William antes de irse cuando de repente se acordó ¡Ostras! ¡La fiesta! Se le había olvidado por completo, pero suponía que aún tendría tiempo para llegar

- ¡Adiós Profesora Lance! Muchas gracias por su tiempo, hasta la próxima clase Se despidió Aiden mientras salía del despacho en dirección a la Sala Común