Sobraría decirlo, pero como en cada clase de duelo las gemelas llegaron ataviadas con sus atuendos de combate. En este caso lo llevaban puesto desde la mañana, porque habían estado en ese mismo aula hacía escasamente una hora, practicando con Enya, Willow y Asterope.
Al entrar dejaron en un rincón las mochilas que no habían tenido tiempo de devolver al dormitorio y las capas que usaban para abrigarse en los pasillos, donde hasta los fantasmas parecían temblar.
¿Un conjuro para romper cosas? ¡Por fin enseñaban algo útil!, aunque fuera el inútil de Karl.
Cuando el profesor dio la señal, ambas salieron corriendo para esconderse, pendientes de colocarse en un lugar que no tuviera demasiados objetos a su alrededor para así no facilitarle la labor a la otra. Hacía mucho que no se enfrentaban entre sí en clase y ya iba siendo hora.
Bien pertrechadas en sus escondites, con objetos que podían incluso lanzar para hacer estallar como si de un Raiinniinn se tratase, ambas se quedaron esperando hasta empezar a escuchar los ruidos de cosas rotas de los demás alumnos. Fue Orsolya la primera de las dos que se asomó. ¡Disttendio!, gritó haciendo el movimiento pertinente para tratar de hacer estallar la tetera de cerámica que había cerca de su hermana.
Erzsébet aprovechó el momento, siendo consciente que se exponía a ser golpeada por Orsi, para ella también lanzar su propio hechizo. ¡Disttendio!, gritó, consiguiendo a diferencia de su hermana lograr su propósito. La estatuilla de dos palmos de alto estalló.
A Orsolya le pilló por sorpresa que su hermana hubiera contraatacado de forma tan rápida, así que tratando de usar el conjuro que hacía un par de horas había aprendido consiguió materializar un medio escudo que dejó pasar más de la mitad de las piezas rotas. Casi estuvo a punto de esquivarlas, pero el golpe acabó tirándola al suelo.
De nuevo en su escondite, Erzsébet cerró el puño libre esbozando una sonrisa. ¡Punto para E! Su varita volvía a ser la de antes.
Motivo: O: Disttendio Tetera Erzsébet
Dificultad: 18
Habilidad: 1+10
Tirada: 4 6 7
Total: 6 +1 +10 = 17 Fracaso
Motivo: E: Disttendio Figura Orsolya
Dificultad: 18
Habilidad: 1+12
Tirada: 3 10 10
El dado ha explotado: 1 2 7
Total: 12 +1 +12 = 25 Éxito
Motivo: O: Protego Erzsébet
Dificultad: 25
Habilidad: 5+7
Tirada: 2 5 10
Total: 5 +5 +7 = 17 Fracaso
Motivo: O: TS Reflejos Erzsébet
Dificultad: 25
Habilidad: 0+15
Tirada: 2 9 10
Total: 9 +15 = 24 Fracaso
Ithan entró a clase después de haber estado dando una vuelta por el colegio, dejando caer la mochila en uno de los laterales del aula. No parecía tener muchas ganas de ir a clase en general, pensando en quien sabe que. Se cruzó de brazos sin mucho interés, escuchando al profesor. Un conjuro para romper cosas y ganar tiempo para huir.
Pffffffff............. Miró al techo, sacando la varita y apuntando a una silla aleatoria, sin prestar demasiada atención a lo que hacía. - Disttendio. - Pero el conjuró no salió. Vale, no funcionas si no le pongo empeño. A buenas horas me avisas, tía. Pensó, mientras volvía a cruzarse de brazos.
Motivo: Disttendio Silla Matthew
Dificultad: 18
Habilidad: 1+14
Tirada: 2 2 10
Total: 2 +1 +14 = 17 Fracaso
Hasta que el profesor explicó el objetivo de toda aquella decoración, Maxwell se la quedó mirando con incredulidad, pensando que el director le había dado una buena colleja a Knower por el volumen de heridos en sus clases. Los conjuros que ellos practicaban eran tonterías comparados con una patada en las pelotas o un cabezazo en la nariz, pero en el festival había visto lo que eran capaces de hacer los mayores, y le sorprendía que alguno no saliera de allí con los pies por delante de cada clase de duelo.
Cuando dio la salida, Maxwell buscó un buen sitio. Lo que para el niño implicaba no tanto estar a cubierto, sino tener una buena visión de todos los demás.
Las gemelas, por una vez, estaban jugando entre ellas. El rubio de Gryffindor estaba apuntando a Matthew, y las otras tres chicas de la casa de los leones estaban desocupadas por el momento.
Centró su atención en un macetero que adornaba una de las esquinas de la sala. Fue Kelly la que se situó más cerca, y por tanto su elegida para recibir el conjuro. Dio un latigazo con la varita, imitando al profesor, y exclamó el conjuro:
—¡Disttendio!
El macetero estalló en una nube de esquirlas, y la pobre planta que albergaba salió volando por los aires, como si hubiera cobrado vida y usara sus ramitas y zarcillos para navegar los vientos.
Motivo: Disttendio Macetero Kelly
Dificultad: 18
Habilidad: 0+15
Tirada: 2 4 7
Total: 4 +15 = 19 Éxito
Enya llegó a la clase y vio que tenía sillas entre otras cosas. Esperaba que eso significara que iban a dar algo de teoría. Se veía un poco agobiada aprendiendo tantos conjuros seguidos. No daba abasto. Pero no, no era así. Sin embargo, el hecho de tener que aprender un nuevo hechizo no era lo peor. Lo peor era que iba a tener que usar "Protego" para defenderse, un hechizo que aún no había aprendido. Esperaba que nadie le lanzara el Disttendio y pudiera salir sin daños de aquella clase. Miró a ver quiénes estaban en clase. Las gemelas se habían lanzado el hechizo entre sí y habían practicado también Ithan y Maxwell. Una buena opción sería que ella se lo lanzara a Ithan, pues él ya no se lo iba a lanzar a ella, aunque el chaval parecía un poco distraído. Ni siquiera parecía preocupado por no haber sacado el hechizo. En general había hablado con él mucho menos últimamente. Había entablado relación con otros alumnos del colegio y el rubio parecía un poco distante.
- Hola Ithan. Y puso una sonrisa amable, sin forzar, pues sentía aprecio por aquella persona que tanto la había ayudado. ¿Puedo practicar contigo? Prefiero que lo hagamos juntos. Yo no he aprendido Protego y así ya no me lo tendrás que lanzar, a saber con qué consecuencias. Se preparó después de haber mirado qué objetos había alrededor. Recordaba: alzar varita, bajar varita. Eligió, sin pensar en las posibles consecuencias, el primer objeto que tenía cerca, un candelabro. ¿Preparado? Preparó la varita. ¡Disttendio! El calendario vibró, se levantó un poquito y se cayó sobre sí mismo. ¡Ay! Suspiró. Otro más que recuperar a la colección. Espero no tener que enfrentarme nunca a nadie.
Motivo: Disttendio Candelabro Ithan
Dificultad: 18
Habilidad: 1+11
Tirada: 1 2 9
Total: 2 +1 +11 = 14 Fracaso
Ahí estaba de nuevo, en una de sus clases favoritas. Como siempre, miró atentamente al profesor mientras explicaba el conjuro. Éste iba de dejar a la gente tonta con objetos. No era muy poderoso, pero siempre les podría sacar de un apuro.
Vio como el rubio de los leones intentó lanzarle una silla. No parecía muy efectivo, pero aún así decidió devolverlo. Aunque al parecer otra chica lo eligió a él también. No quería ensañarse con Ithan, así que la eligió a ella, que decía saber protegerse.
-Disttendio- dijo, mientras la silla comenzaba a flotar. Aunque sin demasiada fuerza.
Motivo: Disttendio + silla + Enya
Dificultad: 18
Habilidad: 1+14
Tirada: 2 3 10
Total: 3 +1 +14 = 18 Éxito
Enya estaba entretenida mirando para otras partes cuando de repente vio cómo una silla se dirigía hacia ella. Le dio el tiempo justo a agacharse y que la silla pasara por encima de ella estampándose contra la pared. - ¡Eh, tú, avisa antes o algo! Justo había intentado evitar que alguien le lanzara objetos, porque no conocía el "Protego", pero lo peor es que había sido sin previo aviso. Menos mal que ella había aprendido a moverse y a esquivar muy bien en sus clases de interpretación, sobre todo cuando tenían que fingir peleas sobre el escenario.
Motivo: TS Reflejos + Matthew
Dificultad: 18
Habilidad: 0+16
Tirada: 5 5 7
Total: 5 +16 = 21 Éxito
Luna Lovegood interrumpió aquella clase. No dio tiempo a que el profesor la finalizara. Venía con una carta en una mano, y con un pañuelo azul con un águila negra en la otra.
Tenía los ojos rojizos y llorosos, su cara estaba triste y su pelo algo alborotado, mejor dicho, más alborotado de lo que era habitual en ella.
Por favor, las clases han finalizado. Que todo el mundo se dirija al Gran Comedor, el director Lupin tiene que daros una trágica y triste noticia. Quien se hubiera percatado de un pequeño detalle, se daría cuenta de que Luna no había dicho "La clase, si no en plural, las clases". Aquello no pintaba nada bien.
No esperó a que el profesor dijera nada, simplemente salió de allí a toda prisa.
Después el profesor asintió y os acompañó a todos hasta el Gran Comedor. No quería que nadie se alejase de él, ya que parecía que lo que había sucedido era más peligroso o más terrible de lo que jamás hubieran pensado. ¿Una nueva desgracia se cernía sobre Hogwarts?
¿Habría muerto alguien? A lo mejor alguien se había adelantado a las gemelas para saltar con la escoba desde el puente zigzagueante aprovechando las clases y que nadie andaría vigilando. ¡Qué mal! Ahora lo vigilarían y tendrían difícil realizar el jueguecito que tenían planeado. Bueno, no importaba, tenían muchas otras ideas.
Oliéndose que algo iba a ocurrir que cambiaría Hogwarts para siempre, las pequeñas lanzaron sendos Artifficus para librarse de sus atuendos de batalla y volver al uniforme escolar de invierno. Salieron hacia el Gran Comedor siguiendo a Karl.
Kelly se había entretenido mucho en clase de Conocimiento de las Criaturas Mágicas, poniendo a punto su redacción. Cuando quiso darse cuenta se le había pasado incluso la hora de la comida y llegaba tarde a duelo, por lo que llegó casi con la clase empezada.
Apenas saludo a sus compañeros, aquellos con los que había tenido clase por la mañana cuando entro la profesora Lovegood.
Kelly se temió lo peor. En silencio siguió a sus compañeros hasta el Gran Comedor para recibir la peor noticia que podían darle.
Fuera cual fuese la noticia que tenía el director, la profesora Lovegood estaba sumamente afectada por ella. Los profesores se llenaban la boca hablando de lo duro que era el mundo mágico y lo fácil que lo tenían los ignorantes muggles, pero había comprobado que se derrumbaban ante la primera dificultad como castillos de naipes bajo la brisa.
Sin más opción que obedecer, cogió sus libros y se dirigió al comedor con los demás niños.
Enya no consiguió hacer el conjuro, al igual que él y pensó que debería volver allí a practicar aquel conjuro. Al menos tendría algo que hacer aquella tarde más entretenido que seguir estudiando. Es tuvo a punto de hacer algún comentario sobre el ataque de Mathew sobre Enya, cuando entró la profesora Lovegood.
Por un momento pensó que el suspender las clases sería por algo entretenido, algo divertido para variar, pero no tardó más que algunas palabras en dejar claro que algo muy malo había pasado. Extrañado, se acercó a sus cosas, cogiéndolas y preparándose para bajar al Gran Comedor. - ¿Bajamos? - Acabó por preguntarle a Enya, para acto seguido ponerse en camino hacia el Gran Comedor.