Seguimos colocando las piezas, mientras los muchachos hablaban. No conocía a nadie de primero, y lo único que había hecho con algún compañero de ese curso era cruzar alguna palabra perdida en la Sala Común, en el Gran Comedor o en los pasillos, pero a aquel chico se le veía majo, y asentí enérgicamente cuando preguntó.
—Sí, en eso estamos— dije, divertida, mirándolo—. ¿Tú sabes jugar? — lo pregunté, colocando las últimas piezas.
Suspiré, satisfecha, cuando estuvo todo el tablero colocado, y miré a Ryan.
—Vale, a suertes quién empieza— dije, sacando del bolsillo de la camisa un pequeño knut—. Cara, empiezo yo. Cruz, empiezas tú— lo señalé.
Tiré la moneda al aire, y la atrapé, tapándola con la otra mano. Miré expectante a los demás, haciendo algo de teatro, y alcé la mano, dejando descubrir de manera clara la evidencia de mi turno.
—Bien, comienzo yo— dije emocionada, al tiempo que guardaba la moneda—. Vale.
Me posicioné de tal manera que viera bien el tablero, y contemplé las piezas, pensando cómo abrir la partida.
—Caballo de reina— dije, sonriente—, a c3— murmuré, casi como si fuera un secreto entre la pieza y yo, y vi maravillada cómo el caballo, junto a su jinete, saltaban por encima del peón, y se colocaba en la fila donde estaba el alfil.
Miré a Ryan, divertida.
—Tu turno—murmuré, escueta.
Motivo: Número par- cara-yo/ número impar-cruz-Ryan
Tirada: 1d2
Resultado: 2
Asiento con la cabeza contento y una sonrisa aflora en mi rostro.
— Muchas gracias, Perry — le digo a mi hermano y después simplemente me muero de vergüenza cuando nos presenta a William y a mi a los estudiantes con que ahora forma grupo. Los había visto más de una vez por las zonas comunes, claro, pero nunca había intercambiado más de dos o tres palabras con ninguno.
— En... encantado — les digo a ambos, dudando un segundo si sería correcto dar la mano a Ryan o dos besos a Eire, pero al final decido que es mejor no hacer nada. Aun así me quedo bastante sorprendido con lo que dicen ambos de Perry, y probablemente los dos que más me conocen se den cuenta de mi gesto algo confundido. Es mi hermano, evidentemente sé que suele ayudar siempre que tiene ocasión, y que es buen profesor, no es la primera vez que me ha echado una mano con algo de clase, ni será la última. Aún así, no digo anda, no quiero fastidiar la primera impresión que se lleven de mi.
Miro entonces la hora y dejo escapar un suspiro.
— Creo que deberíamos ir bajando a comer o se nos va a hacer tarde.
El chico no vio allí a sus compañeros. Pasó como un rayo entre todo el mundo y salió de la sala común
A duelo
Buenos chicos, ahora nos vemos - digo despidiéndome del resto de compañeros para centrarme en la partida.
Vamos a ver, que tenemos por aquí.
Intento centrarme todo lo posible en intentar que Eire no consiguiera comerme mis piezas claves pero poco a poco veo que voy cayendo en sus trampas.
Menos mal que eras mala que si no la partida hubiera durado 5 segundos - digo justo cuando me hace el jaque mate.
Ha sido una buena partida, pero eso sí, quiero la revancha y cuanto antes. Perry, ¿Quieres jugar o bajamos a comer?
Motivo: Ganador Partida
Tirada: 1d2
Resultado: 1
Como vamos faltos de tiempo lo hacemos a suertes.
1 - Gana Eire
2 - Gana Ryan
Notaba cómo los engranajes de mi cabeza se movían. Cada pieza que Ryan ordenaba para ocupar una casilla del tablero, la miraba con ojos brillantes, y deseando que no se diera cuenta de mi estrategia. Pensaba que era sensacional, extraordinaria, y perfecta, pero, en el último momento, me di cuenta de que no lo era, y que, simplemente, había tenido suerte.
Alcé una ceja, sonriente, cuando vi que las piezas de Ryan iban cayendo poco a poco. Lo miraba entusiasta, y vitoreaba cada vez que una de mis piezas deslizaba por el tablero a una pieza derrotada de Ryan.
Cuando llegó el final, y vi cómo su rey caía, derrotado, miré a Ryan por encima de las piezas, y sonreí levantando sólo una de mis comisuras.
—Buena partida, Ryan— dije, divertida—. Me ha gustado mucho. Te aseguro que no suelo ganar— confesé, poniendo mis manos a la altura de mis hombros—. No se me da muy bien, en serio.
Suspiré, y le levanté del asiento. Había sido divertido pasar el rato jugando y, sobre todo, en un lugar caliente con un fuego que chisporroteaba en la chimenea.
—Tengo hambre— anuncié, de pronto, llevándome una mano al estómago—. ¿Vamos a comer?— pregunté, mirándolos, sonriente.
Cogí la mochila, me la colgué del hombro, y les hice un gesto con la cabeza.
—Venga, vamos a comer— dije, ensanchando la sonrisa.
Mientras caminaba hacia la puerta de la Sala Común, miré por encima de mi hombro y dije:
—Por cierto, Ryan, no se me olvida: me debes una rana de chocolate— dije, alzando una ceja.
Al Gran Comedor :D
- En otro momento Ryan, se nos hará tarde para ir a clase si no vamos a comer ya.- Le sorprendió que Eyre fuera la que ganara al ajedrez. Desde luego no parcía muy centrada mentalmente. Pero podía ser que las apariencias engañases. Después miró a su hermano y a Will.- Recordad...-Dijo como queriendo decir que no iba a estar esperando eternamente pro ellos.-....Después de clase venidme a buscar a la sala de duelo.
Al comedor.
— Nosotros tenemos clase de duelo B, así que estaremos ya allí en cuanto terinemos — lerespondo a mi hermano fijándome en el desnlace de la partida de ajedrez.
—Venga, vamos nosotros también a comer — le digo a William antes de salir de allí.
Alcomedor.
—Claro. Pues nos vemos allí —añado a lo de Ed—. ¡Hasta después!
Al comedor.
Chris pasó por la sala común y se fue directamente al dormitorio.
Aún con la comida a medio tragar -a pesar de la distancia que había desde el Gran Comedor a la sala común de las águilas-, Willow tomó asiento en una de las mesas que tenían vista al exterior. Sacó varios pergaminos, tanto escritos -con lo ya avanzado del trabajo-, como completamente nuevos, la tinta y la pluma. Y tras tomar un gran suspiro, se puso a ello.
Todos estos días había aprovechado que tenía a un ciempiés en su baúl para investigar sus comportamientos y su modo de vida, así que plasmaría todo aquello en la redacción.
Cuando se dió por satisfecha con lo que había escrito, recogió sus cosas y se fue a la habitación.
Motivo: Investigar ciempiés monstruosos.
Dificultad: 0
Habilidad: 0+12
Tirada: 3 5 6
Total: 5 +12 = 17 Éxito
Al dormitorio.
Paso por la Sala Común corriendo sin observar si hay alguien.
Al Gran Comedor.
Contemplé la Sala Común, y sospeché que ya había gente en el Gran Comedor desayunando. Sonreí ante mi pereza, y por haberme dormido, y saludé a algún alumno rezagado que, como yo, se le habían pegado las sábanas demasiado tiempo.
Atravesé corriendo la Sala Común, y salí por el agujero para ir a tomar un buen desayuno.
—¡Hambre, hambre, hambre!— fui recitando, a cada paso que daba.
Al Gran Comedor :D
Chris salió silbando de la habitación y se dirigío a la salida. Saludó con la cabeza a varios miembros que conocía de su casa y salió de allí.