Abro los ojos y veo como Ithan me zarandea.

¡Me he dormido! Últimamente estoy un poco despistado. Como no me ponga las pilas empezare a fallar en clase.

Muchas gracias Ithan. Te debo una.

Me levanto rápidamente y me doy una ducha a toda pastilla. Me visto con todavía más rapidez y salgo corriendo hacia el comedor mientras aun me abrocho el cinturón.

Uhm....... El Rubio se dio la vuelta en la cama cuando el sol incidió en su rostro. Movió la mano, como si intentara espantar moscas, con los ojos cerrados. Un ratito más porfitas... Protestó, con sueño al haberse ido a dormir ayer tarde. Y en cuantó comenzo a ser consciente de que era por la mañana, se incorporó, mirando a los lados. Se llevó la mano derecha a la cabeza, peinando el pelo hacia atras, con poco o escaso éxito. Palpó por la cama, agarrando el libro con el que se había quedado dormido y lo dejó sobre la mesita de noche. Buenos días.Acabó por saludar, poniendose en pie de un salto, y estirandose.

Joder que sueño.... Se quejó, caminando hacia el baúl, abriendolo y sacando de él la ropa del día siguiente. ¿que día es hoy? Se preguntó a si mismo, intentando despejarse, mientras caminaba hacia la ducha.

Tardó algo más de media hora en salir, entre una buena ducha, ponerse los pelos de punta, cepilarse los dientes y arreglarse con la ropa del día. Caminó de nuevo hasta el baúl, dejando allí el pijama, y cogiendo la mochila con todo lo que necesitara durante el día. Vio que sus compañeros todavía no se habían despertado, y lanzó un largo suspiro, negando con la cabeza y acabando por sonreir. Si estudiaran la mitad de lo que duermen.... Pensé, y no pude evitar pensar que yo tampoco era de estudiar precisamente. Me acerqué a la cama de Noah, dandole un par de golpecitos en el hombro. - Hora de despertar, tío. - Le llamó la atención y se encaminó hacia la salida, parandose cuando vio que el chaval nuevo también seguía durmiendo. Se acercó a Asenoc, dandole una patadita a la pata de la cama. - Eh, tío, despierta. Llegarás tarde a clase. -

Aquel día parecía mucho más animado y vivaz que la semana anterior. Y con una sonrisa pintada en la cara, se bajó hacia la sala común.

He dormido largo y plano, ayer corrí mucho arriba y abajo de los jardines hasta que no me quedó aliento. Cuando me despierto y abro los ojos, encima de mi cara está mi libro del Señor de los Anillos, ya voy por el comienzo de las Dos Torres. No voy mal. Bostezo y me desperezo larga y anchamente. Me levanto, miro hacia la cama de Nick, me acerco y le sacudo para despertarle. Ni se inmuta, es como una piedra, inerte del todo. Me encogo de hombros, cojo mis cosas, me voy al baño y me doy una ducha rápida. Me visto y vuelvo al dormitorio a coger mi mochila y la varita, vuelvo a intentar despertar a Nick, no hay manera. Le escribo una nota en la frente: "Looser" y me marcho a clase.

Cuando Ithan me zarandea me pongo en pie de un bote.

- Joder. - digo. Que susto tío.

Una vez tranquilo me siento en la cama.

- Gracias Ithan. Oye, esta tarde nos vemos para practicar.

Dicho esto me arreglo rápidamente y salgo de la habitación a toda velocidad para no llegar tarde a clase no sin antes levantar el colchón de Nick para tirarle de la cama.

- Así seguro que se levanta. - le digo a Dariel con un guiño de ojo mientras me río.

Un gran directo hace que salten mis dientes volando. Oh, no, espera, ¡un terremoto! Me doy de bruces con el suelo, después de que la cama me haya expulsado de sus sábanas y mantas.
- ¿¡Pero q...!?

Ni siquiera llego a pillar a los culpables, no hay nadie en la habitación y yo estoy totalmente tirado. ¿De verdad ha sido la cama...? La miro, como si en cualquier momento fuese a cobrar vida y a ponerse a relinchar y a dar coces. Pero no, no pasa nada. Entonces veo el reloj. - ¡Por las barbas de Merlín!

Me visto tan rápido como puedo y no me cepillo los dientes, ya que ya voy demasiado tarde. Con la túnica de Gryffindor en la mano, bajo las escaleras de dos en dos hasta la Sala Común y voy corriendo hasta el agujero del retrato de la Dama Gorda. Maldita sea, maldita sea, ¡¡llego tarde!! ¡¡CUIDADO QUE MANCHO!!

Llego a los dormitorios después de echar un vistazo rápido en la Sala Común para ver si veía a Dariel, aunque no contaba con ello: ¿ese hiperactivo en la Sala Común? Y qué más...

Me pongo el pijama y me meto en la cama, aunque ni en broma consigo dormirme tan pronto.

Llego al dormitorio y observo que Nick es el único que ha llegado.

Juego un rato con Sinuhe y luego me acuesto. No quería que pasara lo de hoy.

Jueves, Tercera semana de Noviembre

Amanecer del día 11

Amanece un nuevo día y varios de los de mi casa se han dormido así que cojo un vaso de agua por cada uno y hago el recorrido completo tirándole a cada uno su correspondiente vaso de agua.

- ¡¡Arriba Dormilones!! - digo.

Luego salgo de la habitación en dirección al Comedor.

- ¡Estoy despierto! - Fue la primera frase que dijo, en alto, cuando sintió el agua en la cara. - ¿Qué hora es? - Preguntó, acto seguido, llevandose una mano a la cabeza, con un fuerte dolor de cabeza. - Mierda... - Pensó, ante el ruido y la luz. El quería seguir durmiendo, pero le sería imposible.

Se puso de pie, estirandose y recogiendo sus cosas para ducharse.

- Última vez que me quedo con los Slytherin hasta las tantas por ahí... - Se quejó, entre murmuros, metiendose en la ducha. Al salir, guardó sus cosas y bajó a la sala común.

Aún estoy en el lago con mis amigos y las chicas de clase, Elisabeth y Lin. Sigo corriendo, persiguiendo a James, que insiste en seguir intentando tirarme a las aguas frías pero con escaso éxito. Entonces aparece un troll e intenta convertirnos en huevos revueltos humanos con su porra y nosotros corremos como locos a su alrededor, lanzando hechizos impronunciables. Es divertido, ahora le caen flores, ahora le reducimos la cabeza, y así durante un rato hasta que empieza a chillar como una gallina "¡¡Arriba Dormilones!!".

Abro los ojos de golpe y me incorporo en la cama como si tuviera un resorte. Con el cabello revuelto y algo desorientado miro hacia los lados. Me cuesta reconocer donde estoy.

-Oh- gruño decepcionado. Era un sueño divertido. Me rasco la cabeza y con cara de sueño me levanto, miro la hora y entonces es cuando me despierto de verdad -Ay la madre, ¡¡que voy tarde!!!- me visto a toda velocidad, cojo mis cosas y me marcho al comedor a desayunar algo ni que sea para el camino.

Me despierto al escuchar revuelo en la habitación, bostezo sonoramente y veo cómo Dariel sigue durmiendo. Raro en él, que siempre está tocando las narices en cuanto empiezan a despuntar los primeros rayos de sol. Voy al lavabo y suelto el demonio que llevo dentro, dejando todo tan apestado que ni un Slytherin podría entrar durante todo el día. Para cuando salgo, Dariel ya se ha levantado y ha desaparecido. Mierda, yo que quería despertarle dulcemente...

Me visto y bajo al Gran Comedor.

Entro en el cuarto que comparto con otros tres leones y rebusco entre mis cosas hasta que encuentro la bolsita con las hierbas de Soleil. Por suerte mi hermana no es muy lista y no será capaz de distinguir una de otra. ¿A quién se le ocurre pedir hierbas para mantenerse despierta a alguien como yo, que no tengo precisamente ese problema? Como he dicho, no es muy lista, esa parte de la familia nos la quedamos Ash y yo, por lo visto. Saco un par de bolsitas y las envuelvo con un pañuelo de tela limpio. Guardo el pequeño paquetito en el bolsillo de mi túnica. Mañana se las llevaré y me reiré mucho cuando vea como cae como un tronco muerto...
Tras arreglar esa pequeña deuda pendiente, me pongo mi camiseta y pantalones para dormir y me meto en la cama a leer un rato, al menos hasta que me caiga rendido.

Asenoc. Otro que había desaparecido en combate. Le resultó extraño, pero tampoco le dio mucha importancia. Al final, acabó metiendose en la cama tras una buena ducha, y se puso a leer a la luz de su varita hasta quedar dormido.

Un nuevo día amanece y yo me he quedado dormido.

- ¡Joder! - pienso. Más vale que espabiles Noah si no quieres llegar tarde.

Uan vez en pie observo que el resto de los leones sigue durmiendo así que una vez preparado me dedico a desperatarlos a todos. ¡Otra vez!

Una vez hecha la ronda me largo a desayunar.

Con Noah zarandeandolo no tardó en levantarse entre quejas. - Ya va... ya va... - Se quejó, y de allí, a las duchas, pegandose un buen baño y saliendo vestido ya del a ducha, recogiendo sus cosas y bajando hacia la sala común.

Me despierto con el libro que estaba leyendo anoche sobre mi cara. Debí caer simplemente fulminado en algún momento de la noche. Retiro el libro de encima mio y lo dejo sobre mi cama, cerrado. Cojo ropa limpia, me voy al baño y me doy una ducha. Una vez vestido y con la mochila preparada para un nuevo día, me marcho a desayunar. Antes de irme trato de despertar a Nick con una fuerte sacudida pero ni se inmuta.

-Ni que le hubieran dado tranquilizantes...- me encojo de hombros, dándome por vencido y salgo del dormitorio. Reviso las bolsitas de té para mi hermana del bolsillo de mi túnica y sonrío satisfecho.