Partida Rol por web

Tras comprobar cómo dolía la herida y lo difícil que resultaba ver el estado de la misma, la joven huérfana decidió dejarlo estar y no moverse demasiado, sin pode evitar sentirse algo desolada al ver como la joven vampiro recogía los papeles que tanto había querido proteger, y se permitía el lujo de leerlos sin esperar a que Leonor le diera permiso para ello.

-Qui…quién me tiró la botella no creo que deseara que los guardias me atraparan, puesto que aunque desconozco quién fue, posiblemente no querría que se aireara lo que contienen – Respondió con algo de tristeza al saber que no había nada que pudiera hacer para evitar que descubrieran el contenido, y bastante preocupada por las repercusiones que podría conllevar – Yo… no puedo creer que esas acusaciones sean verdad. La familia Giovanni que conozco no son malas personas y me resisto a pensar que sean culpables de esos crímenes o causantes de los asesinatos en la mansión Ziani – Dijo al fin, antes de permanecer en silencio mirando a ambos, y esperando escuchar lo que tuvieran que decirle.

El sabio negó con la cabeza. “Ella lo sabe o quiero pensar que comprende el error de la hipótesis que te propone. Pero no es más que una excusa que usa para leer tus papeles.” Comento el sabio a Leonor mientras la joven pálida seguía leyendo. “Yo intuyo que tu ataque ha sido contra ti, no por los papeles sino por otro asunto no resuelto con tu persona.”

Sin embargo volvió a silenciarse mientras escuchaba las nuevas palabras, esperando aun a la joven palida. “Es posible, las acusaciones falsas son muy frecuentes entre nobles. Sin embargo yo no poseo conocimiento del dilema de estas familias y a menos que el Principe me pida investigar no le dare importancia a esas acusaciones.” Comento continuando lavándose las manos pero de una forma diferente apartándose del tema entre nobles. Aunque por otro lado no sabia bien de que se los acusaba.

“Listados de envíos y demás materiales. Acusan a los Giovannis de las colonia de profanar tumbas.” Comento la joven devolviéndole los papeles a Leonor. No podías evitar ver una sonrisa traviesa ante lo que había leído y como Vinay evitaba mirarla.

“Ten cuidado pequeña estas conspiraciones de nobles terminan con mucha muerte o cosas peores. Pero ten en cuenta que ambos hemos sacado cadáveres de sus tumbas para el estudio, para descubrir más de la muerte por lo que no te asombres si no vemos crimen en ello.” Le explico con sencillez dándole una mirada divertida y preocupante para Leonor.

Tras fingir un suspiro continúo. “Igual los Giovanni no son inocentes para nada, pero son buenos ocultando su verdadero yo y sus practicas.”

La explicación del Sabio hizo que Leonor suspirara de resinación. Al fin y al cabo ninguno de los presentes necesitaba una excusa para leer sus papeles, puesto que ella estaba bajo su merced y realmente podían haber hecho lo que quisieran con ella. No obstante, lo del ataque contra ella sí que le extrañó hasta el punto de abrir mucho los ojos, puesto que, aparte de los sectarios, no se lo ocurría ninguna persona que quisiera desearle tanto mal, como para que acabara muerta a manos de unos guardias.

-Yo… realmente no esperaba encontrar algo así. Descubrí estos documentos por casualidad. – Respondió aceptando los papeles que le entregaba con una ligera inclinación de cabeza. - Entré en la mansión para intentar investigar sobre los incendios provocados en los barrios pobres, aunque aquella… presencia en la habitación del niño noble me retuvo más tiempo del que deseaba y… tuve la mala suerte de que alguien entró en la mansión al mismo tiempo que yo, el cual no se conformó con dejar inconscientes a los guardias. – Respondió dándoles aun más información, al seguir preocupada por el niño. Desde luego ella no podía ayudar a ese pequeño sola, por lo que prefirió darles un voto de confianza a aquellos dos vampiros que le habían salvado la vida.

-¿Por qué decís que los Giovanni no son inocentes? – Preguntó al fin con ingenuidad, no pudiendo creer que alguien como Celia pudiera hacer nada malo – ¿Acaso también son vampiros y por eso saquean tumbas?

Vinay negó un par de veces mientras escuchaba como ella habia dado con los papeles. “De nuevo has vuelto a husmear donde no deberías, en un lugar privado. De nuevo no saliendo de la mejor forma.” Dijo pareciendo mostrar aun mas su punto con la saeta en su mano. “Respecto a la investigación, pero seguro hay mejores métodos en especial cuando tienes un enemigo que no conoces.” Le recrimino el sabio ignorando el tema de los incendios.

“Aunque me llama la atension esa presencia que mencionas.” Termino agregando dejándole a la joven el otro tema.

La joven sonrió con ganas. “Es una familia noble, créeme tenemos la suficiente edad para haber visto todos los asesinatos y conspiraciones que hicieron los nobles para aumentar su poder o conservarlo.” Le explico a la joven. “La mayoría de los cadáveres que encontramos son de gente asesinada de distintas maneras. Es algo irremediable que en estas tierras los humanos se maten como si pensarlo dos veces y eso va el doble para todos los nobles.” Comento la mujer que se veía muy segura de sus palabras.

“Aunque supongo que los que conoces son muy jóvenes para haberlo hecho o tal vez te engañan mejor de lo que piensas.”

-Yo no sabía que tenía un enemigo – Se defendió mirando con humildad a Vinay, aun sintiendo el dolor en su costado y sin poder comprender quién iba tras ella.

Frente la afirmación que hizo la chica vampiro, Leonor no pudo sino guardar silencio ante la experiencia de la dama que la superaba en edad y conocimientos. – Conozco a Anna y Velia, a las que salvé de ser atacadas en un callejón, y también conozco a Dante, que aunque es un brabucón y un pretencioso, no creo que sea mala persona. – Afirmó enumerando a la familia Giovanni con la que había tenido contacto.

Quizá fue por la situación o por la amabilidad que ambos le habían mostrado en todo momento, que la muchachita se sinceró finalmente, contándoles algo que había guardado en secreto hasta ahora. – Yo… va a parecer que estoy loca pero… yo… bueno… desde hace un tiempo he sido capaz de sentir a los que han fallecido y… hablar con ellos. Entré en la casa porque noté la presencia de uno de ellos y tenía que hablar con él para encontrar a los responsables de los incendios. Pero… cuando me disponía a marcharme, noté una presencia más… oscura y fuerte. Se encuentra en la habitación del joven Ziani y creo que está haciéndole algo malo y produciéndole alguna clase de ataques. Ojalá hubiera podido ayudarle pero… tuve que escapar de allí – Confesó con los ojos algo vidriosos ante la impotencia de no haber podido hacer nada por el pequeño.

– Vais a pensar que he perdido la razón… y no os culpo por ello. Por favor no lo divulguéis. No sé ni por qué os lo he contado. – Finalizó algo cabizbaja.

La defensa de ella fue recibida con indiferencia por parte del Sabio, que tal vez no se tomó bien que no entendieras el verdadero mensaje que trataba de expresarle a la joven. Su actitud pareció cambiar a desinterés cuando ella empezó a nombrar a los Giovanni.

Sin embargo su interés cambio ante la revelación de que podía contactar con los espiritus, un poder que parecía atraer al hombre que la miraba hasta asombrado. “Eso es muy interesante y bien podría explicar tu interés por el libro de Nod.” Comento el sabio antes de dejar caer la saeta al piso para ir a buscar en su biblioteca uno de sus libros. Tal vez alguno que tuviera relación con el don de Leonor.

Por su lado la joven palida la miro por unos buenos segundos antes de darle un golpe con uno de sus dedos en la frente de ella, fue un golpe que le dolio aunque no tanto como lo que sentía en su espalda. Al levantar la mirada para ver la expresión de la joven pudo observar una seriedad que no habia visto antes en ella.

“Lo has contado por estupida y confiada, también porque piensas que podemos ayudarte a comprender mas sobre tu don. Pero te pregunto ¿que ganarías vos si te contáramos todo en una noche?” pregunto la joven que parecía extrañamente ofendida ante la confesión de Leonor.

Imitando un suspiro negó con la cabeza. “Pareces no entender, pero al meterte en la casa de alguien sin su permiso por supuesto que ganas enemigos, metiéndote en un asunto entre nobles también ganas enemigos y revelándonos tus secretos a cualquier también ganas enemigos.” Le explico como si fuera una niña pareciendo tomarse muy personal la actitud de Leonor y su mirada se detenía en ella.

“¿Sabes quien es Lilith?” pregunto finalmente.

Leonor miró al enfermo Vinay con desconcierto al ver el interés que despertaba en él, el hecho de obtener el nombre de unos nobles que deberían pasar desapercibidos para un vampiro. Pero lo que más la asombró fue escuchar de sus labios que creyera, sin el más atisbo de duda, que era capaz de ver espíritus y que, además, aquello podía estar relacionado con el libro de Nod de alguna manera.

Tan absorta estaba en sus palabras que no vio venir el golpe que sufrió en la frente por parte de la muchacha que, hasta ahora, la había ayudado en todo. Ni siquiera pudo gritar un “Ay” de lo perpleja que se quedó ante sus increpaciones e insultos y, por un segundo, sus ojos se volvieron algo vidriosos ante el hecho de haberla decepcionado de alguna manera – Lo… lo he contado porque pensé que quizá podríais ayudarme a descubrir como salvar al joven Ziani del espíritu que le atormenta antes de que sea tarde… Lo… lo siento. Tenéis razón… – Le respondió agachando la cabeza y tragándose el orgullo de nuevo al darse cuenta de que realmente había bajado la guardia totalmente con ellos, tan solo porque le gustaban más de lo que hubiera cabido esperar.

-Yo… no le he revelado este secreto a nadie hasta ahora. Ni siquiera mi Dómitor lo sabe. Y nadie más lo sabrá si no sale de aquí – Afirmó no pudiendo decir otra cosa para arreglar lo que había pasado, mirándola fijamente a los ojos, mientras recibía sus lecciones con humildad – Si sé quien es Lilith… - Finalizó, respondiendo la respuesta de la joven.

De nuevo emitió un suspiro falso, ya que si bien quería hacer el gesto no le salía con la naturalidad de una persona normal. Quedándose mirándola mientras daba su razón por la  confesión de su parte.

“Con tus palabras no podemos saber lo que le pasa, tendrías que ser mas específica porque esa presencia que viste podría tener muchas razones para existir y muchos cometidos por lo que una salvación para el joven necesitaría una investigación.” Hablo el sabio que continuaba buscando por sus libros. “Aunque es posible que el espíritu halla ya cometido su objetivo, haciendo la salvación del joven no sea factible.” Termino declarando como si fuera un final aquella investigación para salvar al joven.

Fue ante la confesión de que eran los únicos en saberlo que se dio vuelva. “Deberías contárselo a tu Domitor y al Principe, ya que como su consejero estoy obligado a contarle esto.” Aconsejo mientras le era igual de sinceridad a ella respecto a sus intenciones con esa información, al menos parte de sus intenciones. Pronto volvió a su biblioteca.

Mientras la joven pálida se había cruzado de brazos y movido por la habitación alejándolos de la joven. Aunque fue cuando el sabio volvió a su búsqueda que volvió a interactuar con la joven.

“Eso es bueno y necesario para tu nueva vida. Asi que dime…¿quien es Lilith? ¿Por qué crees que la estoy nombrando ahora mismo?” pregunto la joven mientras cerraba los ojos y se movía rítmica por la habitación.

-Lo único que pude saber sin acercarme hasta la habitación fue que los guardias decían que el joven Ziani se estaba agitando y parecía poseído mientras intentaron obligarle a abrir la boca. Pero la sensación que tuve fue como si algo muy malo ocurriera y… me dio escalofríos muy siniestros. – Respondió ante la petición de más datos del sabio Vinay.

No obstante, cuando éste afirmó que tendría que contárselo todo al príncipe y a Konrad, la joven abrió mucho los ojos, antes de implorar - No por favor, No lo hagáis. Haré lo que pidáis. Dejaré que estudiéis mi memoria o mi extraño don, pero no quiero que me vean como un bicho raro… os lo suplico.

Cuando éste se alejó y la joven pálida volvió a hacerle preguntas, Leonor se esforzó por entender lo que deseaba decirle a pesar de su corta edad, por lo que contestó de la mejor forma que supo – Lilith fue la primera mujer. Fue desterrada del paraíso y acogió a Caín cuando caminaba solo. Ella le hizo despertar y le enseñó el alcance de su nuevo poder. Supongo que la nombráis porque tras rebelarle sus secretos, Caín la abandonó dejándola sola cuando no tuvo nada más que enseñarle. – Respondió tras meditar durante unos segundos.

El sabio negó con la cabeza de nuevo. “Aun con eso no es suficiente información para estar seguros lo que está pasando, pero es claro que los Ziani tiene un enemigo importante contra ellos y si no tienen ningún vampiro con ellos o suficiente importancia para no ser reemplazado por otro entonces tal vez sea el final de esa familia. Aunque no creo que pase eso a pesar de que los requisitos que dije antes sean cierto.” Comento el vampiro con su tono neutral de siempre.

“Ya tengo tu promesa que re escribirás el libro de Nod y que también podría examinar tu mente. Tu don seguro esta posiblemente esté relacionado con ambos pero igual si esto es lo único que puedes ofrecerme, no se equivale a esconderle algo al príncipe o hacer enojar a tu Domitor.” Le respondió sin verse tentado en los absoluto para ayudarla.

Mientras la joven pálida le sonrió enigmática tras la respuesta Leonor. “Es una buena interpretación, es una lastima que no la hayas pensado antes de revelar este secreto frente a nuestro querido Sabio.” Comento con una sonrisa burlona.

Leonor escuchó atentamente los razonamientos que el Sabio Vinay exponía sobre el posible futuro de la familia Ziani, sintiendo bastante pena por el joven noble a pesar de no haberle visto la cara. Por alguna razón, los niños pequeños despertaban en ella un instinto de protección que, en otras circunstancias, no debería tener alguien que se había criado en la calle como ella y que había visto tanta miseria.

-Espero que no pase, tal y como decís. Por el bien del pequeño – Respondió la huérfana justo antes de que sus ojos se entristecieran al escuchar la negativa del vampiro ante sus súplicas.

-¿Y qué tal un favor futuro? Estoy segura de que vos en algún momento también le habéis escondido información al príncipe… ¿Por favor? – Preguntó como último recurso, sin querer utilizar en su provecho la información que sabía sobre el amor que sentía la pareja.

-No lo puedo explicar, pero no habría acudido a la biblioteca herida si no confiara en él. Quizá haya sido eso, y el hecho de que aun estoy dolorida y algo desorientada lo que me ha hecho sincerarme de esta forma… O quizá sea que ambos me gustáis. En cualquier caso, lo hecho hecho está, y decidáis lo que decidáis no me quedará más remedio que asumir las consecuencias. Lo que sí puedo afirmar es que algo así no cambiará el concepto que tengo de ambos... Por cierto, aunque supongo que lo sabéis, mi nombre es Leonor. Yo no tengo el placer de conocer el vuestro – Le respondió con educación a la joven pálida haciéndole una inclinación de cabeza.

“Por el bien la estabilidad en la ciudad no debería pasar.” Agrego el sabio pareciendo dejar para otro momento la búsqueda del libro mientras se centraba en ella con sus ojos oscuros y aburridos.

“¿Un favor futuro? Como cual?” pregunto el hombre tal vez demasiado curioso para dejar pasar esa oportunidad. Por lo demás dejo pasar como si no fuera nada la insinuación de la joven a diferencia de la palida que sonrio divertida aunque no dejando afuera de su mente la razón por lo cual lo hacia.

Aunque la sonrisa de la joven se fue achicando hasta estar con un gesto neutral ante las palabras de ella. Pero se iba viendo su sorpresa mientras Leonor continuaba hablando, algo que se juntaba con un gesto de reprimenda como ella habia visto antes. Al terminar negó con la cabeza. ”Esta chica esta mal de la cabeza, eso seguro. Aunque me esta cayendo bien y sin duda es interesante. Mi nombre es Rea, ya sabes como la madre de todos los dioses.” Termino diciendo sin ninguna vergüenza en sus palabras, ni ante el sacrilegio que volveria lo a un inquisidor. "Un gusto"

-Os he dicho que puedo hablar con ellos, pero también los veo – Dijo algo temblorosa – Y cada uno de ellos siempre me muestra su percepción de los últimos momentos de su vida y la forma en la que murieron. De forma tan gráfica que aterroriza – Continuó, esperando captar la atención del Sabio, el cual estaba obsesionado con la muerte y lo había demostrado en más de una ocasión. – Yo podría describiros cada detalle si lo deseáis, o alguna otra cosa que penséis que puedo ofreceros.

Acto seguido le sonrió a Rea ante la explicación de su nombre mientras añadía – Un placer, hija de Urano y Gea y nodriza de fieras y leones. Es un hermoso nombre – Respondió gracias a haber leído un poco sobre los comienzos de la mitología griega – La razón real por la que no deseo que se sepa es para que no ser considerada un bicho raro o un peligro. No obstante, como ya he dicho, estoy a vuestra disposición – Finalizó, bastante convencida de que no conseguiría ablandar el corazón de Vinay… ¿O quizá sí?

El sabio la miro escuchando atentamente ignorando la charla que llevabas con Rea, interesado en lo que solo que competía a él o mejor dicho a lo que podías ofrecerle. Sus ojos lamentablemente no parecían mostrar mucho interés en lo que decías viéndose no aburridos pero si distantes. Aunque finalmente volvió a ella y sin ningún tipo de delicadeza le respondió. “¿Eso es lo único que puedes ofrecerme?”

“El tuyo también es hermoso. Es dado a gente audaz y valiente como leones. Supongo que eso me haría tu nodriza en cierto aspecto.” Comento con buen humor, al igual que Vinay sin concentrarse en la charla del otro y en lo que ahora seria mas complicado para la joven seguir por los distintos humores.

“Ya eres un peligro al dejarte atrapar en una guarida de vampiro que ingresaste sin su permiso. Pero parece que lo raro en vos te está salvando que alguien te corte el cuello y deje tirada con tantos otros cadáveres.” Se sinceró Rea sin poner tapon alguno en el posible destino que le habría ocurrido a alguien diferente. “Igual ambos agradecemos tu disposición. Siempre es bueno contar con alguien nuevo y que tenga conocimientos, sin olvidar la perspectiva diferente.”

Leonor no pudo evitar un suspiro de resignación ante la frialdad de su interlocutor. Después de lo que ambos habían hecho por ella, no pensaba amenazarles cambiado el secreto de los amantes por su silencio. Si debía ocurrir, ella era lo suficientemente valiente como para afrontar el hecho de que el príncipe y Konrad supieran que era capaz de ver a los difuntos, y esperaba que, si el Sabio Vinay al final revelaba su secreto, nadie más supiera de su extraño don a parte de su dómitor, de Lord Aliprondo y de Rea.

-Soy una pobre huérfana, por lo que no tengo muchas posesiones. A parte de eso, tan solo podría ofrecerme como aprendiz, si mi dómitor está de a cuerdo, aunque si consideráis que no debéis guardar mi secreto, afrontaré vuestra decisión. Al fin y al cabo Rea estaba en lo cierto al reprenderme. – Afirmó, mientras miraba a la joven con agradecimiento por haberle abierto un poco los ojos.

-Bueno, si os soy sincera, agradezco que no me hayáis cortado el cuello y he de reconocer que me gustáis como nodriza – Respondió a los comentarios de la pálida muchacha, con una suave sonrisa, procurando no moverse mucho para que el costado no le doliera en exceso. – No olvidaré los cuidados, puesto que de no ser por vuestra ayuda me habría desangrado en el suelo.