Partida Rol por web

Al fin había llegado el día del primer combate por equipos. Las gradas estaban abarrotadas mientras la Ama del Coliseo se adentraba para inaugurar el evento...

Queridos hermanos, nobles invitados, sed bienvenidos. Hace unos días hubo un pequeño altercado entre unos humanos y unos miembros de nuestra raza. Los humanos nos odian porque al parecer, algunos, no querían estar aquí el sarcastico tono de sorpresa de la hechicera provoca risas entre los Elfos Oscuros. Si fuesemos otra raza, mataríamos sin vacilar a nuestros enemigos. Pero somos Elfos Oscuros. Nosotros conocemos las pasiones, vivimos de ellas. Amor, odio, dolor, placer, todo ello nos hace sentir vivos, no como a los hermanos que nos dieron la espalda. Por ello, en vez de acabar con los que nos odian, he preferido que usen ese odio para intentar ser mejores, mas fuertes, más despiadados. Hermanos, os presento a Ricardo CorazónFrío y al veterano Adrian. Y representando a nuestro pueblo, a Stalvafer y Delderius.

¡Odiaos hasta mataros! y con ello, da la señal de que comience el duelo.

Los gladiadores salen, cada uno por un extremo del coliseo. Las sonrisas confiadas y arrogantes de los Elfos solo hacen que a Ricardo le hierva la sangre. Adrián, por su parte, parece más calmado.

Adrian mueve confiado su espada, mientras prepara su escudo en la mano izquierda. Ricardo, yo te cubrirélas espaldas y te abriré hueco. Tu encargate del otro. Deja pasar un momento y añade Sé que estás a la altura.

Bien, matemos elfos oscuros

Dicho esto se adelanta hacia donde estan sus enemigos con su compañero siguiendole. Mientras avanza afila sus dagas, la una contra la otra, haciendo que salten chispas. En sus ojos se puede ver una mirada asesina.

Delderius miraba con cierta espectación a sus adversarios. Era algo... peculiar. Y suficientemente interesante para despertar en el indolente elfo oscuro algo cercano al interés. Aunque por supuesto hubiera preferido que estuviera entre sus adversarios alguna hembra.

En fin, no se podía tener todo. Echó un vistazo de reojo a su compañero de combate. Luchar con otro no era su mayor pasión, aunque la verdad es que nunca se había visto en tal tesitura

- No dejemos mal a nuestra raza contra estos infelices. No te apresures, y piensa bien tu movimiento - susurró a su compañero mientras empezaba a hacer girar sus armas en una demostración de su capacidad que vuelve a hacer las delicias del público que abarrota las gradas.

Y hecho esto lanza sin dudarlo un ataque contra Ricardo intentando penetrar en su guardia que trata de impactar en el brazo de su arma

- Muy bien hernamo vayamos apor ellos, van a saber los humanos de qué somos capaces los elfos oscuros.

Veo a Delderius salir corriendo hacia Ricardo enarbolando sus espadas, asi que salgo hacia la otra dirección para pillar al veterano.

"Me cago en ...., me deja a mi al veterano", sonrio hacia mis adentros "más gloria para mi"

Y siendo ya normal en mí deseo ver al humano, y en este caso más pro ser veterano, postrado ante mis ganchos

El veterano gladiador se movió como un felino, girando sobre sí mismo para dejar pasar al Elfo oscuro que se abalanzaba contra él. Era peligroso, pero a la vez era temerario. El otro, el callado, parecía más frío y calculaba donde golpearle. Cuando levantó el brazo para impactar a su oponente, arremetió contra su brazo.

Mientras los norteños avanzaban hacía los elfos el de las dos espadas se lanzó rapidamente hacía Ricardo intentando pillarlo desprevenido. Adrían ignorando al Svaltafer se interpone y golpea a Delderius en el brazo del arma haciendole daño.

Ja, está es mi oportunidad

Viendo su oportunidad Ricardo ataca a la cabeza del mismo elfo intentado eliminarlo de un golpe, lamentablemente en el último momento gira su cabeza y aunque lo daña gravemente no acaba con él.

Mas razon que un santo tiene delderius.

Adrián consideró cuidadosamente sus opciones. Debía dejarle espacio a Ricardo para actuar. Así que, dejando abierta su guardia, se dispuso a interceptar cuantos ataques pudiese para darle espacio a su compañero y que este pudiese rematar a Delderius. Apretando los dientes, se adelantó, pero su guardia quedó terriblemente abierta...

Al ver como su compañero de equipo se dispone a parar los ataques de los elfos, Ricardo arremete contra el herido Delderius aprovechando que la herida en la cabeza no le deja reaccionar bien.

MUEREEE

Al confiar en su compañero se lanza despreocupadamente bajando del todo su guardia.

Lo mas probable era que muriera. Ese ataque de Ricardo era especialmente mortífero, y lo usaba con tanta frecuencia... la suerte no le acompañaba, evidentemente.

Y ante ese ataque solo tenia una posibilidad.

Cerrando los dientes... realizó igualmente un ataque a la cabeza de Ricardo, tratando de lograr un golpe mas rapido que el de su enemigo

Viendo a mi compañero medio muerto y una brecha en la defensa de Adrian, voy a por el veterano "es el que más problemas me puede dar" aunque si puedo también le haré algo a ese tal Ricardo".

"Mierda no puedo dejar a mi hermano de raza así", dando un fuerte giro de caderas desvio mi ataque a Adrian y voy a por Ricardo, pero llego demasiado tarde, la cabeza de mi compañero esta por el suelo, pero mis ganchos alcanzan el pecho de Ricardo, haciendole una bonita herida.

En un susurro murmuro
- Jejeje mierda ahora estoy solo

Y ahora levantando la voz
- No creais que por estar solo voy a decaer, ni mucho menos ... ¡os pienso cortar a ambos! .

Me lanzo primero a por el herido "será más facil de rematar", mientras que espero un ataque de Adrian para poder esquivarlo.

Adrian sabía que debía comprarle tiempo a su compañero. Por su culpa estaba herido, no había podido detener los ataques de aquellos sádicos. Pero ahora Delderius yacía en el suelo. Tenían que volver a recuperar su ventaja. Cuando los ganchos ivan a caer sobre Ricardo, interpuso su escudo.

-Ahora, Ricardo le gritó. A pesar de estar a contra pie debido al salvaje ataque anterior, vio que su compañero saltaba hacia delante.

Al haber bajado tanto la guardia para rematar a Delderius (un impresionante ataque que le clavó su hoja por la boca llegandole al cerebro), Ricardo se llevó un buen golpe de los ganchos infernales de Svaltafer. No lo tiraron al suelo, pero lo dejaron aturdido.

Viendo su oportunidad el elfo oscuro volvió a atacar a Ricardo sabiendo que no podría defenderse, el ataque era mortal ya que no podría detenerlo o squivarlo.

Afortunadamente Ricardo no peleaba solo. Adrian apareció de la nada interponiendose entre el elfo y su compañero, su escudo desbarató los planes de Svaltafer de acabar con el puñalero.

Gracias compañero, ya creí que no lo contaba

Ricardo intentó contraatacar, pero el agil elfo pudo esquivar sus deviles ataques a las piernas y al brazo.