Partida Rol por web

La sanguinaria lanza, enarbolada ahora por mi insaciable alma, despejó con brutalidad la cometida dirigida hacia la albina negra... que aprovechó el posterior desequilibrio para arañar su torso con el pegajoso tentáculo.

El elfo de piel oscura, malherido... acorralado, no se mostraba nervioso ni temeroso... tal era su temple... tal su suficiencia. Sin embargo, cometió el error de despreciar a mi condenada alma... obviando su comentario centrándose en su congénere... un grave error que a la postre sería mortal. Su perfida lengua se había vuelto contra él, agitando a la pantera... arreciando mi fuego interior.

Primero fue ella, que exhibió su filo sesgando el oscuro rostro de la soberbia... respondiendo con ella a su jactanciosa pregunta. Casi el instante el asta de mi sedienta lanza, impulsada por el giro de mi cuerpo... torbellino del desierto, atravesó sin miramientos su costillar y el pulmón tras él... ahogando su aliento con la propia sangre que lo baña...

Liberó su torso con una deforme sonrisa en los labios... el fuego candente en sus hundido ojos... -. He aquí que me hallo, el sediento... para saciar mi sed con tu sangre...- La vida de mi oponente se le escapa lentamente con cada respiración... su tiempo es breve en este mundo... ¿Podrá llevarse con él a mi compañera?.

Nuevamente Delderius trató de golpear a Liu An, y nuevamente su ataque fue detenido por la lanza de Kiurbu. El elfo oscuro sonrió, a pesar de las heridas. Estaban eligiendo la mejor manera de luchar contra él.

Eso estaba bien. Casi no se sintió ofendido cuando el látigo de Liu An logró golpearle nuevamente, y ese dolor, unido a las terribles heridas, hizo que su corazón se parase. La arena era cruel. Siempre lo había sido.

Y nada había que replicar ante la derrota.

VICTORIA PARA LIU AN Y KIURBU. ARENA LIBRE PARA NUEVOS DUELOS

Delderius entró y sonrió a Hugo. Nunca habían luchado juntos, que recordase.

- Veamos si nos sonríe la batalla

Buenas Delderius, Hugo...

Suerte

Con su nueva expresión, un tanto ensoñada, Deseo y su Guadaña subieron los escalones del túnel a la arena.

-Ah... Liu. Formamos pareja, justo cuando acabamos de combatir.

Entonces vió a la pareja rival. Y se sonrió socarrona.

-Delderius... parece que volvemos a enfrentarnos. Y el misterioso encapuchado... a quien no he conseguido ganar aún. Espero que hoy sea ese día...