Partida Rol por web

Ambos teniamos un estilo de combate muy similar, por eso es que me gustaba luchar contra Ricardo. Siempre aprendía cosas nuevas con él. Efectivamente el que no arriesga no gana y es por eso que le tengo respeto al humano.

Dispuesto a terminar de una buena vez el combate, Ricardo se lanzó como hubiese hecho yo al todo o nada. Lamentablemente, pude leer sus movimientos y con un rápido movimiento de piernas, esquivé su ataque rodeándolo y rematé el trabajo con un golpe de revés con mi hacha, terminando de romperle el cráneo.

Ricardo cayó al piso de boca, muerto instantáneamente. Levanté el cuerpo caido con ambos brazos y cuando llegaron los curanderos (Me olvidé el nombre xD) tendí el cuerpo sobre la camilla.

-Haz luchado bien humano.

Dicho eso, empecé a escupir sangre, las heridas eran más graves de lo que pensaba. Tenía que pasar urgentemente por la enfermería.

Mi próximo rival iba a ser Juan de Alvarado. Estos días había entrenado duro y él iba a ser el primero con el que probaría mis nuevas habilidades adquiridas.

-Prepárate humano, y contempla el fruto de mi duro entrenamiento.

Dicho eso me lancé al ataque frenéticamente.

El gran orco se aproxima ante mi dispuesto a entablar combate.
Cuando me dirige la palabra, yo contesto.
Veamos el resultado de ese entrenamiento, amigo mio. Ya que espero que pronto, pueda darte motivos para que tu esfuerzo se vea justamente recompensado.
Desenvaino mi acero y ya en guardia, me dispongo a atacar.
Trato de lograr un acierto a la cabeza pero mi estocada sale desviada en direccion al brazo izquierdo del orco.

Tras mi primer golpe, vuelvo al ataque lanzando un segundo tajo en dirección al brazo derecho de Aarshlut.

A pesar de haberme lastimado el brazo del escudo, no perdí estabilidad ni tiempo. Y pude resguardarme del segundo ataque del humano, para luego, pegarle con mi hacha en el costado izquierdo del pecho, haciéndole una herida importante.

-¿De qué me estas hablando humano?

Ahora era mi turno de atacar, y lo haría con todo. Sin dejarle ni un segundo de respiro al humano.

El orco trata de alcanzarme con un par de golpes de su hacha. Soy lo bastante rápido como para evitar el impacto en su pecho, pero su segundo movimiento, logra tocarme en la pierna derecha.
Mientras recupero mi posición de guardia, digo.
Aun es demasiado pronto para que pueda hablarte con mas claridad. Pero pronto podremos tener una conversacion algo mas esclarecedora.
Y dicho esto, me preparo para atacar.

Con rapidez, lanzo dos estocadas sobre el pecho del orco. Una va dirigida a su pulmón derecho. Y la otra, a su abdomen. Alzo mi acero en posición de guardia y espero su contraataque.

Los ataques de Juan eran rápidos, pero mis reflejos también lo eran. Así que paré los ataques que me hizo, salvo el último, el cual me pegó en el pecho. Sin embargo no iba a dejar que las cosas quedaran así y le pegué fuertemente en el brazo izquierdo mientras se alejaba.

Ahora que estaba hecho una bestia salvaje, me abalancé contra el humano dispuesto a terminar el combate atocigándolo con mis hachazos.

-Como tú digas humano.

Trato de lanzar una estocada a la cabeza del orco pero sus golpes son demasiado rapidos para mi. Retrocedo un paso tras haber sido alcanzado tanto en la cabeza como en el pecho. Pero de inmediato, alzo mi espada y vuelvo al combate.

Ahora soy yo el que lanza un tajo en dirección al pecho del orco. Ambos combatientes sangramos ya por nuestras heridas. Yen las gradas, el publico nos jaleaba pidiendo aun mas.

Viendo como Juan se lanzó dispuesto a perfortarme el pecho, me corro levemente para el costado, salvándome de un ataque letal. Sin embargo el dolor fue atroz. No iba a dejar que esto terminara así, así que le pegué con mi hacha en el pecho, rompiéndole las costillas, y dejándolo sin vida. El cuerpo del humano cayó al piso boca abajo.

-Haz luchado bien humano. Dije y le cerré los ojos.