Partida Rol por web

La tienda está cargada de aromas exóticos, que cambian a cada paso de matices, sin llegar nunca a ser intrusivo. Tras el mostrador, un joven Hakhim sonríe confiado.

- Jajaja tienes agallas muchacho para decirme que no tengo coraje. Soy luchador de la arena y simplemene para soportar el dolor de la resurrección ya hace falta una buan dosis de coraje.

Miro durante unos instantes a los ojos del muchacho, ahora con mi tipica sonrisa de ansia de lucha en el combate, sin decirle nada y depués ...

- Muestrame tus servicios chaval y espero que sean buenos

Como deseéis, mi señor. Seguro que ambos saldremos beneficiados de la experiencia.

El joven saca una caja de debajo del mostrador, hermosamente ornamentada. Los caracteres se escapan a tu comprensión, con los trazos redondeados propios del pueblo nómada. Escuchas el delicado click del seguro de la tapa al quedar libre, y empieza a abrirla...

Correteas feliz por la mansión de tus padres. Has descubierto algo nuevo. En la tienda de la esquina te han vendido una pequeña liebre, a buen precio. Es un animal precioso, de un color marrón como no has visto nunca. Te diriges al comedor con él en brazos, contento. Hoy papa estará complacido.

Sus padres estaban a la mesa, y tienes que auparte a una silla para ponerlo sobre la mesa. -Mira, papa, mira- gritas. Dejas el conejo en la mesa, sujetándolo por las patas. Tomas un cuchillo y le abres el abdomen. La sangre te mancha, cubre tus ropas, pero sigues estando feliz. Metes la mano en su abdomen y sacas su corazón, aun caliente. Lo muestras triunfal a tu padre, mientras tu madre mira ausente. Desde que tienes memoria, apenas te ha dirigido la palabra. Victorioso, miras a un hombre que es casi un dios para tí.

-¿Ves? ya no quiero a los animalitos, papa. No los quiero.- Sin embargo, aun recuerdas con dolor lo que pasó a Ikki, el perrito que tu tío te regalo. Lo que le pasó cuando tu padre te vio abrazarlo. Lo que le hizo, los sonidos que emitía... pero sonríes a pesar de todo. Con ocho años, sientes que ya no eres ese niño.

El golpe de tu padre te saca de tus ensoñaciones. Una lágrima resbala por tu mejilla, pero sabes que llorar solo haría que te golpease más. Te tragas el dolor, la humillación, el rechazo. Lo que más duele son sus palabras. -Nunca serás un elfo oscuro de verdad.-

Y en una esquina, una esclava de ojos verdes llora, desconsolada, haciendo temblar la bandeja que porta. De lejos oyes un click...

Cuando tus ojos vuelven al mundo, el joven sigue sonriendote, divertido. No os preocupéis, mi señor, no soy yo quien debe ver esos recuerdos. Estarán aquí, esperando, mucho tiempo.

- Que.... que ha sido eso, ¿eso aún estaba dentro de mi?, mi s ojso intentan fijarse en un punto para quitarm la sensación de mareo de encima

- Gracias, tendré en cuenta tus servicios. MInetras digo esto (y despues de pagar los honorarios) me dirijo a la calle y es ahí, cuando todavía reposando sobre el marco de la puerta veo algo un tanto extraño, veo varios luchadores del Coliseo con los que he luchado ir en una misma dirección, no juntos, pero si todos hacia el mismo sito

"¿Donde narices irán?" asi que resuelto les sigo para verlo con mis propios ojos

Viendo como Parnasus se vuelve a dirigir dentro de la casa, voy hacia la tienda a ver porque Svaltafer sentia tanta curiosidad... una tienda Hakhim... que venderan?

-Buenas tardes, señora- dice un sonriente muchacho Hakhim. Disponemos de las más selectas especias e inciensos. También tenemos todo tipo de elementos exóticos, si la hechicería es lo suyo. Perfumes de tres Reinos y fetiches traídos de los chamanes orcos, cuyos poderes son desconocidos. Te muestra una amplia sonrisa. ¿Que puedo hacer por vos?

No se joven Hakhim me gusta la hechiceria pero no la domino... que teneis para mostrarme.

Sentíos libre de mirar mis mercancías, mi señora. Te mira de arriba abajo, como buscando algo. Como si te juzgase más allá de la piel. Después vuelve a sonreirte. Cualquier cosa que pueda hacer por vos, no dudéis en indicarmelo.

Deambulo por la tienda mirando lo que que esponen, averiguando donde se ha podido meter Svaltafer... De vez en cuando lanzo miradas coquetas al muchacho...

¿Has estado alguna vez en el coliseo? .... .... yo estoy alli como gladiadora... y necesitaria instrumental que pudiese darme una ventaja en la arena, pero como supongo sera muy caro
...Por cierto mi nombre es Liu...

Observo todo lo que hay en la tienda, la puerta de la trastienda si hay escaleras que suben y si escucho algun sonido raro.

Si el chaval coge algo de confianza le pregunto por mi compatriota que entro hace un rato...

El joven parece hipnotizado por tu presencia, tu forma de moverte, suave, hace que sus pupilas bailen en los ojos.

-He ido a la arena, señora... Liu, pero no tengo ningún tipo de arma que podáis usar. Aquí soy... bueno, mi padre es... un coleccionista, por decirlo de alguna manera. Yo y mis hermanos le ayudamos a conseguir sus colecciones.

El chaval parece totalmente prendado de ti

Si, el Elfo... se fue hace poco, creo que los recuerdos le dejaron un poco mareado... Con cada movimiento hacia él, el joven se pone cada vez más nervioso. Traga saliva, e intentano tartamudear. Las colecciones de mi padre no pueden verse, mi señora. No son visibles. Aquí solo coleccionamos memorias. Nada más.

¿Como memorias? ¿libros? ¿objetos que la gente ha guardado por cariño?... me estas dando mucha curiosidad, me parece un negocio un poco estraño.

Busco un sito para sentarme para poder seguir charlando con el chico, y asi dejar una pierna al descubierto...

No... Es otra cosa... puedo mostraroslo si queréis... El muchacho miraba a los lados, nervioso.

No... no es nada peligroso. El muchacho saca una cajita de debajo del mostrador. Era una caja gris, con pocas inscripciones en una lengua que no reconoces. Los trazo curvos de las letras, grabadas en oro, son de la lengua de los Hakhim. Pero a algunas personas les resulta molesto lo que ven.

me fio de ti...muestrame lo... por cierto cuanto cuesta?

La curiosidad mato al gato o eso dicen... pero la curiosidad me puede y accedo a las indicaciones del muchacho.

Impaciente miro al muchacho.

¿Pero hace esto algo o no?...

Oyes el click cuando el joven levanta el cerrojo. El instante de espera ha parecido una eternidad. Ahora contemplas como la caja se abre, lentamente, mientras parece que un humo negro sale de ella. Como si te absorviese, como si se llevase una parte de tí...

...miras entretenida el salón de la corte, recargadamente decorada, como si el Emperador hubiese decidido sacar todos los adornos del imperio para que sus adoradores se impresionasen. El emperador. El emperador y su adorada madre te habían invitado personalmente. No estaba mal para una jocen de apenas 50 años. Los contactos que estabas haciendo darían poder y dinero a tu Casa, y en especial a tí.
Oh, sabías lo que el Emperador esperaba de tí. La pregunta era cuanto podrías medrar antes de darselo.

Mientras que las otras cortesanas habían escogido galas negra y violetas, al clásico estilo de los Elfos Oscuros, tu habías preferido un pálido blanco, virginal. No querías que el Emperador olvidase tu virtud, después de todo. Mientras bailas con un chambelán de la corte, escuchas comentarios velados de todos los asistentes.

-Cuidado, Elshva, creo que esa chica pretende tu mismo objetivo.

Esa es la primera vez que oíste esa risa, una risa cruel, aunque disfrazada de inocencia...

Cuando vuelves en tí misma, parece que la realidad es un poco más gris. El recuerdo, tan vivido de tu juventud, de antes de... te ha dejado un toque de nostalgia.

-El mareo es parte de la experiencia, mi señora. ¿Os encontráis bien? ¿Queréis un vaso de agua?

...eh..no...no quiero NADA!

Con un grito enfurecida, cojo la caja gris con las dos manos y la lanzo contra la pared casi golpeando al pobre muchacho...
No necesito que nadie me recuerde esos dias,mi mente ya se sobrepuso borrando los fragmentos que necesitaba
para mantener la cordura... y estos Hakhim querian sacarlo a relucir... para que.

Con la mano en la emuñadura agarrandola fuertemente casi con los nudillos blanco:

¿PARA QUE ESOS RECUERDOS? PARA QUE LOS QUEREIS... OS REGOCIJAIS CON EL DOLOR DE LOS DEMAS... DAME UNA EXPLICACION YA Y AHORA SI NO QUIERES SUFRIR...

Mis ojos estan llenos de ira, mis musculos en total tension...

QUIERES VER LO QUE HACEN LOS RECUERDOS... HACEN RECORDAR ESTO! quitandose la mascara...