Partida Rol por web

Mierda. Ya podria salirme algo bien joder.

Muy bien, gracías

Ricardo coje la jarra de cerveza y malhumorado se gira apoyandose en la barra. Observa la taberna con atención por si viera a algun otro conocido aparte de Svaltafer.

Curioso sitio. ¿Qué hará un pijo como Sval en un tugurio así?

"Por qué tendrá Ricardo esa cara de culo prieto, parece un tanto nervioso, además que ha dicho ¿que estaba buscando a Adrian? ¿aquél norteño con el cual luchó contra mi?"

Me giro y me pogo a observar a los parroquianos del lugar, no uqiero que me sorprendan por la espalda, y además quiero intentar escuchar algún murmullo o retazo de conversación.

A Ricardo le ignoro completamente, pero siempre con un ojo encima por si acaso.

Afinas tus oídos entre el barullo de la gente, pero la algarabía es demasiada como para que identifiques nada útil.

"Mierda con tanto barullo no puedo escuchar nada de lo que dice la gente"

Sigo bebiendo tranquilamente mi cerveza y reposando mi espalda en la barra, intento distiguir cuantas armas tiene guardadas el orco y cuantos parroquianos hay en el bar ... por si las moscas

Ricardo termina su cerveza apuradamente. Como no ve a Adrian ni a nadie conocido que pueda ayudarle (el elfo oscuro está descartado sin plantearselo siquiera), deja su jarra en la barra y se acerca al orco de la entrada.

Bueno, me marcho ya. Me gustaría recuperar mis armas.

Disculpe, he oído que buscaba a un norteño llamado Adrian. ¿Es correcto? Las formas son amables, y las palabras pronunciadas con elegancia y soltura. En un tono que no casa con la concurrencia ni el lugar.

Ricardo estaba esperando que le devolviesen sus puñales cuando se le acercó una persona. Se fijó que era un elfo oscuro.

Vale, otro que va a querer poner a un simple humano en su lugar. Pues hoy no estoy de humor.

Pero sorprendentemente el talante del elfo fue amable y sin sorna en el tono. Eso dejó un poco perplejo al norteño. No se lo esperaba.

¿Eh?... Sí. Es cierto. Estoy buscando a Adrian. ¿Acaso le habeís visto señor...?

Por favor, dice con un ademán de su brazo hacia su mesa. Acompañeme. Adrián es un amigo desde hace tiempo y creo que puedo ayudarle. O más bien que podemos ayudarnos el uno al otro. Mi nombre es Jerion, y vos debéis ser Ricardo. Hace una leve inclinación. Es un honor, señor.

Jerion, según Oliver es el elfo al que estaba buscando Adrian, ¿de qué va todo esto?

Ricardo sigue asombrado por el extraño comportamiento del elfo, extraño para un elfo oscuro claro. Las amables palabras le han dejado casi aturdido. Pero al oi que es amigo de Adrian desde hace tiempo vuelve a fruncir el ceño.
En cambio el hecho de que sepa su nombre no le sorprende tanto. DEspues de todo es un gladiador conocido en la arena, sobretodo por sus desprecios hacía la raza dominante de la ciudad.

Por supuesto, os sigo justo detrás.

Y deja que le elfo le dirija. Pero Jerion, aunque amable, es un elfo oscuro por lo que el norteño no baja la guardia.

Jerion se sienta en una mesa, en la que tenía un vaso de vino, de color violeaceo, a medias. Permitidme, dice, mientras se gira hacia el camarero. Por favor, abra una botella de vino de dalila y acerquenos dos vasos, limpios esta vez, si es posible. Luego se vuelve hacia Ricardo. Como sabréis, mi pueblo vive en un constante estado de búsqueda de placer. Os aseguro que este vino es uno de sus mejores hallazgos. Pero, ¿que causa placer? ¿sexo? ¿comida? ¿dolor? muchos de mis hermanos se regodean en ellos. Yo prefiero construir. Concentrarse en una tarea, lograrla, hacer un testimonio que perdure... Ese es mi placer y mi adicción.

Ricardo se sienta en la misma mesa que el elfo, antes echa un vistazo a las mesas vecinas, por si acaso.
El camarero viene rápidamente con el vino y los vasos, abre la botella y sirve.
El elfo coje uno como deleitandose de la experiencia, o agita y lo bebe saboreandolo. El norteño coje el vaso con suspicacia.

Yo soy más de cerveza, pero en fin. A ver que saco de todo esto.

Y medio vacia el vaso de un solo trago, sin florituras.

Ya, sí, claro. Me perdonareis si soy un poco brusco, pero realmente tengo prisa. Si sabeis donde se encuentra Adrian y fuerais tan amable de decirmelo.

El sabor del vino inunda el paladar de Ricardo. Es cálido, pero no está caliente. Tiene un sabor afrutado, lleno de matices. Cuando cree haber identificado uno de sus sabores, este cambia, ddo una nueva sensación a su paladar. Es una de las mayores delicias que jamás ha probado.

Jerion sonríe, complacido. Es algo común a todos los pueblos. Todos tenemos prisa. Luego continúa, tras un suspiro. Vuestro amigo vino a verme. Él y yo nos conocemos desde aquella farragosa rebelión. Todos aquellos humanos muertos... fue una tragedia. Para todos. En su memoria, Jerion recordaba los cuerpos de todos aquellos esclavos, empalados, agonizantes o muertos, mostrados como trofeos, como carne, por los implacables jueces. Mi grupo y yo compartimos objetivos con Adrian. El siempre ha sido un lider de su gente pragmático. Si algún día conseguimos la abolición de la esclavitud, será gracias a colaborar con hombres como él. Por supuesto, lo manteníamos en secreto. Ningún norteño seguiría a alguien que tratase con sus esclavizadores, ¿no creéis?

Al escuchar las palabras del elfo, Ricardo agarra el vaso con fuerza. Aunque procura que no se le note en la cara. Para disimular coje la botella y se sirve más vino.

Suena...lógico. Seguid por farvor, ibais a decirme donde se encuentra Adrian

Y se baja el vaso de un solo tago, sin disfrutarlo.

El caso es que mis compañeros y yo seguimos luchando por la abolición. Y vamos haciendo progresos. Más lentos de lo que me gustaría, desde luego. Pero avanzamos. Espero que, algún día, esta sea una vibrante urbe, con seres de todas las razas trabajando, comerciando. Mezclándose con nosotros y enriqueciendo al Reino con nuevas ideas, nuevos desafíos. Pero el asesinato de Khurgle lo estropeó todo. Su rostro se ensombreció. Khurgle era mi amigo, compartía todo con él, apoyaba la causa más que yo, incluso. Si los esclavos asesinaban a alguien que les favorecía, pensó mi pueblo, es que no son más que ganado. Y si ahora hay otro asesinato de un miembro de mi raza, a manos de una antigua esclava... Por ello, Adrian vino a mí. Quería buscar alguna forma de aclarar el asesinato de Khurgle, si no lo conseguimos, la ira de los jueces lloverá en esta ciudad.

Arrinconado, Adrián informó a los jueces para que cazasen a Melissa. Sacrificó la vida de miembros de su pueblo para salvar a todos los demás. Creemos que la conspiración será de cuatro norteños y la instigadora, pero no sabemos a quien van a golpear, ni como.

Si el asesinato de Khurgle no se esclarece, todo tu pueblo morirá.

Mierda

El baso de Ricardo golpeó la mesa.

Me lo imaginé. En cuanto vi a aquel Juez lo supe. ¿Por qué lo hizo Adrian? ¿Por qué les avisó? Yo iba a detener a Melissa. No hacía falta que vosotros lo supieseis.

Se quedó pensativo por unos instante.

No habeis pensado que los que más que beneficiarían de la muerte de Khurgle serían precisamente esos que no quieren la igualdad. Estoy seguro que el responsable se encuentra entre tu pueblo.

Lo hemos considerado, pero es poco probable. Mi movimiento está compuesto por gente que sirve extraordinariamente bien al Imperio. Es necesario. Si no fuesemos útiles, los jueces acabarían con nosotros por nuestra sedición. Pero al ser tan importantes y tan productivos, hacen la vista gorda y nos protegen. Un elfo oscuro suele temer incluso más que un humano a los jueces.

Porque los conoce mucho mejor.

Jerion suspiró. Todo se hace pedazos. Adrian nitenta desesperadamente salvar a los suyos. Me pidió las señas de la casa de Khurgle. Quería ver por sí mismo que había, si podía sacar algo que los jueces pasasen por algo. Imagino que las querrás también. Jerion le pasa un papel a Rodrigo, discretamente.

Adrian tenía razón sobre tí. Puede que sirvas. Pero debes volverte más astuto, Ricardo, si quieres cumplir con tu papel en todo esto. ¿Por qué creías que Adrian se tomó tanto interés por tí?

Ricardo se quedó observando al elfo oscuro por unos instantes. Como sopesando sus palabras.

No lo se. Siempre he sido un individualista que sólo se preocupaba de si mismo. Nunca crei que le diría esto a un elfo oscuro, pero gracías.

El norteño se levantó de la silla y se iba a marchar, de repente se paro y volvió ua vez más a la mesa.

Por cierto, si todo esto es mentira y resulta ser una trampa, ten por seguro que encontraré la manera de vengarme.

Y está vez si que se marcho.

Jerion sonríe, mientras apura su copa. No me cabe duda, norteño. Y si tú pones en peligro lo que intentamos conseguir, sacrificaré tu vida sin dudarlo. Luego deja el vaso encima de la mesa. Aunque me resultes simpático. Hay cosas que son mayores que tú y yo, Ricardo.

Antes de salir Ricardo recoje sus puñales. una vez en la calle,lee la nota que le dio Jerion y se encamina hacía esa dirección.

Desde el fondo de la taberna, veo como Ricardo va a salir a la calle un poco enfurruñado, y cuando le está pidiendo sus puñales al orco hay algo que me choca, un elfo oscuro se acerca a Ricardo y le empieza a hablar.

"Jajajaja este es un follonero, no sabe a quien se ha acercado"

Pero ...

- Puuuuufffffffff la cerceza se me escapa de la boca ante la impresión, me doy la vuelta para secarme y que no se note demasiado mi impresión de cara a los demás clientes.

Me giro lentamente para quedarme en la misma postura que estaba esperando que no haya levantado niguna mirada sospechosa.

"Que demonios es eso ... un elfo oscuro hablando con Ricardo he invitandole a sentarse en la mesa junto con él ... y con buen vino además... mierda están demasiado lejos de aquí y quedaría un poco mal si me acerco"

Ricardo empeiza a beberse las copas de vino sin compasión, mientras el otro, el elfo lo disfruta, no levantan la voz y es dificil escucharlos auqneu consigo oir unas palabras que me dejan un poco horrorizado "La muerte de un juez"

"¿Han matado a un juez? eso es malo muy malo, tendría que estar más atento a lo que ocurre fuera de los muros del Coliseo esto puede ser peligroso para todos"

El humano y el elfo oscuro siguen hablando, hasta un punto en que Ricardo se levanta y se va, ya con sus puñales, peor antes de salir se para a leer algo que lleva entre las manos.

"Mierda seguro que es una dirección o algo, ¿estará Ricardo implicado en la muerte del Juez? Jajaja esto puede ser interesante .... peligroso pero interesante"

Me giro y me dirjo al chaval que estaba en la barra

- Eh tabernero, - espero a que venga a mi altura y me acerco para hablarle en un susurro- busca a la dueña del local y preguntale y si puedo hablar con ella en un sitio mas privado y dile que esté tranquila que no es para flirtear con ella - me quedo totalmente serio mirandole directamente a los ojos y saco toda la furia que puedo por mis ojos para intentar intimidar al humano que haga lo que le he dicho- dime ¿me has entendido?