Partida Rol por web

Alina parecía tensa y se restregaba las manos, mirando a la mujer que había atacado a Ikateria y a Soenya. La germana les enseñó el gesto de rendición y ella trató de imitarlo, al tiempo que asentía.

Brinda dijo que procuraría no usarlo. Alina hizo un gesto escéptico.

—Por un momento pensar que ser bueno que haber forma de rendirse. Yo haber usado eso todo el tiempo, pero no si matarte luego.

-Es la multitud quién decide si tu actuación y combate fueron adecuados, incluso en la derrota, si el pulbinus y la plebe deciden que vives, pues vives, y no es una verguenza... En tanto y en cuánto muestres que eres una guerrera en su derecho-

Acertado lo que Alina dijo, miró a Brinda de forma reprobable.

Si peleas en una batalla y solo es una pelea uno a uno, es aceptable, pero si la lucha es en contra de otra facción, desearas tener a tus compañeras a tu lado... Y si matas en combate, pues no ocurre nada, solo se te adjudicará la victoria.

Respondió el galo quien miró de nuevo a Soenya, desnudandola otra vez con la mirada, aún que fuera por poco tiempo seria una vista que ella sola entendería.

Suspira.

- En una batalla dependes también de tus compañeras y hermanas, debes confiar en ellas para que sean tu apoyo y tu fuerza también.

Escuchó al Doctore y asintió.

- En la arena, no escogemos nosotras sino el público y el resto... Si tu contrincante hace el gesto deberías detener tu mano y esperar el juicio. Si lo mataras habiendo sido juzgado como que debe vivir, quizás serías castigada por desobedecer una orden...

Sintió la mirada del Doctore y se relamió inconscientemente los labios de manera sensual y algo lasciva. 

Oh, no me refería a las demás, sino más bien a los espectadores. A quienes les da igual si vives o mueres. Pero gracias por la puntualización digo con una sonrisita pues es evidente que estos no son solo compañeros de trabajo, también lo son de cama. Pero me alegro por ellos.

Tras la explicacion notaron que ya les habian dejado solos a las gladiadoras y al doctore. En algun momento Camilia se habia ido por lo que quedaban en manos del enorme galo. No seria muy dificil seguir con algo de entrenamiento aunque la hispana estuviera un poco enojada aun. Ya las novatas entendian algo mejor lo que pasaba y como seria el tema de la rendicion.

Con eso y un poco mas de charla siguieron el entrenamiento hasta que fue momento de separarse.