"Entonces te suplico...que sigas." decia ella haciendo el esfuerzo de hacer un tono meloso pero entre las embestidas del galo y los gemidos de ella le costaba hacerlo. Le costaba hacer su suplica como èl queria.
Pero no le importaba ni tampoco el daño que hacia al escritorio. Lo que si le importaba el gran placer que sentia con cada embestida de èl, uniendo al ruido de la mesa aguantado sus gemidos que sin verguenza escapaban de su boca. llegando al oido de èl como una recompensa debida.
Cuando te enfocaste en sus pechos ella gimio con mas ganas siendo un punto muy sensible para ella, gritando de placer al sentir sus mordiscos en esa parte. Con una de sus manos le ayudo acomodando sus propios pechos para èl. "Sigue...marcame para ser tuya. Te suplico que no pares." decia ella algo mas alto sin poder controlar sus voz mientras movia por voluntad propia sus caderas para que llegaras mas profundo.
Solo un instante se detuvo, para atender a sus pedidos, siguiendo con el jugueteo sobre sus carnosas tetas, mordiendo, tirando y succionando sin hacerle mucho daño, solo para dejar su marca en ella, pero eso no era lo que quería.
Si quiere mi marca en usted, me dejara que la insemine...
Sostuvo aquellas palabras para después de haber jugado con sus enormes masas de carne, quedándose un momento quieto para escuchar lo que tuviera para decir, solo que no le dio tregua.
Con ella recostada sobre el escritorio, la asaltó violentamente otra vez, empalando sin piedad el sexo de la mujer, sujetandola firme de las piernas para no se alejara.
Usted es mi mujer... Digalo...
Dependiendo de su respuesta, la complacerá más o la omplacerá menos, luego se acercó a ella y con su lengua tocó sus labios.
Lo sintio detenerse y aunque fuera por un instante se disponia a decir algo, pero entonces lo sintio estimulandola en esos puntos sensibles de ella. Haciendolas adelantar sus pechos por puro instinto mientras gemia y daba un grito de placer con cada mordisco.
"Te dejare inseminarme, que mi proximo hijo sea tuyo y no de mi prometido." dijo como pudo como una promesa a su amante.
Entonces lo volvio a sentir moviendose dentro de ella moviendose y metiendose dentro de ella, sacandole facilmente fuertes gemidos mientras se dejaba hacer ahi en la mesa. Sus piernas templando solo lo que podian con lo que le dejaba Duilius.
"Soy tu mujer..." dijo entre gemidos mirandolo a al rostro con gusto. Aprovechando su cercania para besarlo como podia.
Sostubo el beso durante un tiempo, mientras se sentia halagado por tales palabras, su domina no solo quería quedar preñada con su semilla, si no que expresaba esa pertenencia a el de forma tan sublime que no queria parar de jugar con ella, de poseerla hasta agotarla, de sentirse su dueño real en esos momentos.
Fue suavizando sus embates hasta detenerse completamente, alejandose de su hermoso y lascivo rostro, sacándole al mismo tiempo la verga de adentro.
Hizo voltear su cuerpo, girando sus piernas y caderas hasta ponerla boca abajo sobre el escritorio, con su espalda tan finamente deliniada, su cuello tan elegante con su cabello algo llovido por el peinado desarmado, y por sobre todas las cosas, ese culo gordo y redondeado que a el le encanta ver.
Este culo me encanta, pero quiero que lo mueva y lo menee.
A modo de tenrarla más aún a hacerlo, le metió el glande y luego se lo sacó, y así un par de veces hasta que cumpla con aquel movimiento de cadera, para poder seguir empalando su ser con su barra de carne.
Ella se encontro suspirando y respirando con fuerza a pesar que te habias alejado completamente de ella. "En que piensas?" pregunto con lascivia aunque pronto sse dio cuenta en lo que andaba en la mente del gigante.
Como otras veces fue facil manipular el cuerpo de ella, no porque fuera la mujer mas liviana del mundo. Sino por la fuerza que poseia el galo y porque ella tenia una facilidad para acomodarse a sus deseos. Se puso en cuatro en ese escritorio mostrando su espalda a él y ese culo tan tentador inclinado hacia abajo mas cerca del miembro del galo. Mientras su cabeza estaba aun en alto con un orgullo que no correspondia con lo que hacian.
"ja claro que te encanta, siento siempre tus ojos en este." dijo ella con picardia, sintiendo tus timidaz introducciones. Por lo que acomodandose un poco mas empezo a moverse y moverlo. Su culo empezo a bajar y subir en su barra de carne con una lentitud sensual en un principio mientras lo mecia de un lado al otro volviendolo mas tentador a quien lo veia. Pronto se empezo a sacar dulces gemidos ella misma.
Era lo que el quería, hacer que produzca dulces gemidos, sensuales y adictivos, esa era la señal para empalarla completamente otra vez.
Miebtras desde su privilegiada posición observaba las enormes nalgas moverse, mesiendolas de derecha a izquierda, daba gusto verlas.
Así como le gusta menearlas cuándo las veo, cómo si pidiera ser fornicada por mi una y otra... Y otra vez.
Y sin piedad se la volvió a meter hasta el fondo.
Y me gusta cuándo lo hace...
Arremetió con fiereza, al punto de que el escritorio se movió unos centímetro para adelante, mientras la sostenía oor la cintura para tenerla firme y que no se alejara.
"Eso es lo pido..." dice entre gemidos ante tu gusto sobre el meneo de ella. "Fornicar una y varias veces mas." aunque no pudo mas porque dio un grito de placer cuando lo sintio entero en su interior. Eso no le detuvo de mover su cadera sintiendolo profundo con gusto mientras se mojaba cada vez mas.
Se sujeto con fuerza del escritorio cuando este se movio, por la sorpresa pero luego simplemente miro hacia atras con un rostro de disfruto esperando que siguieras e hicieras mucho mas a ella.