Partida Rol por web

La cabeza del Nordico aun le dolia, ya tenia algo de sangre queriendo secarse en su lado del rostro. Ese enfrentameinto con LIvia habia dolido pero el ataque tramposo de los guardias le habia dolido no solo en el rostro sino en su honor. Se hbia retirado a su celda, aunque no habia ido solo Sekhmet se habia ofrecido a curarlo y asi estaba ella, tuvo que pedirle un par de cosas a Verina pero la mujer se las trajo sin problemas. Ahi sentado en su celda esperaba mientras la egipcia se fijaba en lo que tenia como instrumentos para curarlo.

El medicus no aparecia, aunque segun sabia el Nordico, este se estaba encontrando muy ausente esos dias.

El medicus no estaba especialmente profesional estos días, algo le preocupa y esta especialmente ausente. Sekhmet afirma poder sanar las heridas y espero que sea así un buen sanador es vital para cualquier gladiador y marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Aunque me duele la cabeza me han entrenado para no mostrar dolor, Loki no me perdonaría si doy una imagen tan lamentable por quejarme de una herida aunque sea dolorosa, la oscuridad y los subterfugios alimentan mi espíritu. Sentándome en mi camastro guiño el ojo a la sacerdotisa con una sonrisa, este golpe no es nada pero se agradece una buena compañía en mi celda. Realmente si necesito que se cosa la herida y bueno, porque no una cicatriz mas para atemorizar a mis oponentes.

Me abren la celda para atender al nórdico. 

Voy directa hacia él - ¿te puedes reclinar sobre el camastro para que pueda ver la herida? - en principio me fijo que tiene varias cicatrices por todo su cuerpo, aunque por la que me han llamado es por una en concreto en la frente - ¿qué te ha pasado, cómo ha ocurrido? - sumerjo un paño en agua y paso a limpiarle la herida lentamente - ¿te duele? 

Voy con el paño mojado, pasándoselo por la frente, limpiando no sólo la herida sino también su rostro, la zona en general - creo que voy a tener que coserte la herida para que no se te abra - Iba a añadir que igual le molestaba un poco, aunque me lo ahorré viendo todo ese cuerpo cubierto de cicatrices - tienes muchas ¿batallas? 

Me siento a su lado para contemplar mejor la herida.

Acomodándome para que pueda mirar mi herida con mas facilidad, esa me la hice cuando me dieron por muerto al caer atrapado como esclavo y no duele. Me fijo mucho en la atención que pone en todas las cicatrices y por su pasado de sacerdotisa se nota que no esta acostumbrada a ellas a diario, sonriendo respondo a su pregunta, en mi tierra existe la costumbre de que cuando dejas de ser un niño te unes a las expediciones y saqueos o te quedas protegiendo la aldea. Es lo primero que aprendes, ahora que la tengo tan cerca me doy aun mas cuenta de su belleza, tiene una belleza exótica y la morada se desviar con bastante frecuencia a todo su cuerpo y rostro. ¿Dónde te enseñaron a sanar?, pregunto tranquilo.

- Entonces procedes de una cultura guerrera - era un salvaje y seguramente eso que me había dicho era a lo que se dedicaban, a hacer la guerra, a saquear y luego a vivir en su poblado - qué cultura tan distinta, mi pueblo habita con paz y respeto en el lejano Aegyptus, tenemos también ejército pero sólo a ellos se les encomiendan el uso de las armas.

El Nórdico lleva toda una vida dura, luchando por la supervivencia. Supongo que encaja en el ludus por la brutalidad de su vida.

- ¿Curar? Ah, la vida y la muerte, tú sabes dar muerte y yo también, pero de la misma forma en que puedo hacerlo, también puedo salvar la vida - aprovecho que está tumbado para deslizar una mano sobre su torso y acariciarlo, para notar si aquellas cicatrices eran marcas profundas o si rehúsa el tacto - deberías de echar aceite y así hidratar tu cuerpo, tu piel lo necesita.

Acerco una tinaja de aceite y derramo un poco sobre él, lo extiendo lentamente - el cuerpo necesita unos cuidados - se lo echo también en las piernas y se lo extiendo de igual modo - no te muevas, por favor; aún no te he curado - entre los dedos de sus pies también introduzco los míos correctamente aceitados, luego asciendo hasta sus tobillos para masajearlos y voy subiendo por su pierna...

El territorio, la fe y la riqueza siempre van a ser un motivo para que el mundo luche... permitiendo que sus manos recorran mi cuerpo con el aceite hace que mi piel se erce de gusto, después continúa con mis piernas, subiendo por ellas y sin poder controlar la voluntad de mi miembro que tiene vida propia reacciona positivamente a sus caricias tomando el control el.

Sin perder la compostura, coloco mi mano sobre su calzón y se lo retiro - nada de esconder partes al medicus - compruebo una enorme erección, señal de que mis manos extendiendo el aceite por su piel no ha sido en vano - grandes armas para grandes guerreros - acerco mi mano a su miembro, lo acaricio con delicadeza para luego pasar a echarme más aceite sobre las manos y masajearlo.

- Contadme un poco de vuestra historia mientras me dedico a curaros - le sigo masajeando el miembro, tratando de extender el aceite por todas sus partes con mis manos.

Mejor háblame mas de ti... y mejor desnuda, escuche que si das el masaje sin ropa se disfuma mas... respondo interesándome mas por su historia por disfrutar de ese cuerpo desnudo con una belleza tan exótica y buscándole con la mirada.

Escucho su consejo y no tengo reparo alguno en desvestirme allí mismo, así la ropa cae al suelo y puede comprobar todo mi cuerpo - ¿gustas así más de la curación? 

Sigo masajeando su miembro con la diferencia de que me acerco para darle más atenciones. Lo acerco a mi cara para roce mis labios sin que éstos llegaran a abrirse o moverse. Doy dos pasadas más y a continuación me arrodillo en un lado del camastro para sujetar de manera firme la base de su miembro de la que lo acerco a mi boca para besarlo en lo que es el tronco, voy ascendiendo con mi boca hasta que llevo a su cúspide y es entonces cuando con mi lengua lo acaricio superficialmente.

- Está poco hidratado - vuelvo a acariciar la cabeza de su miembro con la lengua sólo que esta vez con mis labios abiertos y aunque sólo introduzco apenas centímetros sí que puede sentir un beso ya un poco más sensual en su miembro. Después vuelvo a retirarme y sujeto con más fuerza con mi mano su miembro - ¿te gusta o prefieres algo más intenso, nórdico?

- En Aegyptus era sacerdotisa del templo de Seth y guardiana del de Osiris... ¿te gustaría probar algún ritual de purificación? - me vuelvo a acercar para introducir lentamente su miembro en mi boca, esta vez más profundamente, aunque vuelvo a sacarlo para lamerlo - ¿o prefieres que siga con lo que estoy haciendo?

Atraigo a la sacerdotisa hasta mi para besar sus labios y después cambiar la posición y termine ella sobre la cama. mojando mis manos en el aceite comienzo a masajear primero su pierna derecha, caca parte de ella incluyendo la parte interior de su muslo con dedicación y repitiendo el procedimiento con la izquierda.

posteriormente continuo con mis manos subiendo por su vientre hasta llegar a sus pechos, los cuales beso antes un par de veces el pezón de cada pecho y luego el resto para terminar con mis manos y el aceite.

Pretendía musitar algo en señal de protesta pero como las caricias del nórdico me gustaban, simplemente guardé silencio a la vez que disfrutaba como aquellas manos poderosas acariciaban mi piel. Sí que me incomodó parcialmente abandonar mi posición, ahora por una más pasiva echada sobre el camastro, dejándome hacer y estando ante todo a disposición de lo que quisiera hacer el salvaje.

Hice por acomodarme mejor sobre aquellas maderas, dejando espacio para que el nórdico compartiera espacio, aunque fuera sobre mí.

- Creí que tenía que curaros...

Ahora mi dolencia es otra... mientras el cuerpo de Sekhmet parece disfrutar pero sin relajarse del todo le miro a los ojos a la vez que mis manos suben por su vientre y costados un par de veces para cubrirlo todo y llegas a sus pechos y masajearlos hasta el último poro de su piel. ¿Qué te sucede?, estas un poco tensa... pregunto mientras le miro con tranquilidad.

- Nórdico, soy... la curandera - no es que no me gustase lo que me estaba haciendo o tentando a hacer sino que, aún era demasiado pronto, aún no sabía si aquello era bueno para mi posición - soy una esclava pero no una simple esclava - le agarré la muñeca y si bien no se la retorcí sí que indiqué que se detuviese - tengo tareas que hacer y no puedo - no es que no quisiera experimentar aquel placer que me ofrecía sino que no era el momento.

- Tengo obligaciones - básicamente aún controlaba lo suficiente las reacciones que podían darse en aquel sitio o simplemente no conocía lo suficiente a Verina y las demás para saber qué ocurriría en caso de incurrir en algún comportamiento que no fuera de su agrado y lo último que pensaba era transgredir una norma en su perjuicio.

Aunque mis palabras hubieran salido finalmente de mi boca, mi instinto hacía que la otra mano siguiera acariciando su miembro.

Con una sonrisa tranquila ceso en lo que estoy haciendo cuando me detiene, aunque podría seguir no tengo necesidad alguna de tomarme esas molestias y menos con quien tiene que curarme en un posible futuro. Separandome de ella tras detener su mano en mi miembro le ayudo a incorporase, sin hostilidad ni mal humor, tienes razón, gracias por tu ayuda. Le agradezco con sinceridad tranquilo.

- Túmbate, aún no he terminado - aún faltaba que le curase la herida, por el momento tan sólo habíamos tenido un intercambio a la hora de extender el aceite, pero si bien en relación a otras acciones ya habría tiempo en un futuro, no pensaba marcharme de allí si acabar la tarea por la que había sido llamada.

Humedecí un paño y se lo pasé por la frente para limpiar la herida, acto seguido fui a por una aguja y un hilo - quizás ésto te duela un poco - fui uniendo una parte con la otra, como si fuera un telar, el hilo tiraba de la carne partida pero sin desgarrar ésta - ¿te duele?

Me cose la herida y ya estoy acostumbrado a estas cosas. No duele, respondo dejando que me cosa, una vez terminado de coserme le miro con una sonrisa, muchas gracias por coserme y le Verina que has hecho un buen trabajo. Mientras hablo me subo el pantalón con una erección visible.

Ahora es momento de que se marche, antes de que empezara a masturbarme todo iba bien, ahora que estoy caliente porque ella lo empezó y no quiere ya voy a solucionar ese problema y quitare esta erección que tengo con otra persona.

Después de coserle la herida al nórdico, recogí mis cosas y pedí salir de su celda.