Partida Rol por web

El golpetazo hace el silencio en la zona de las celdas y Livia se incorpora repentinamente para salir de la suya apresuradamente y llega hasta la puerta de la de Adonia:

-Verina, abre esa puerta, por favor. Podría hacerse daño, o incluso tragarse la lengua. No es bueno que se quede ahí.- su tono es calmado aunque imperioso debido a la preocupación por la gladiadora griega, poco le importaba que los guardias estuvieran aún por ahí.

- Mientras se consiga la hierba... 

Justamente entonces se escuchó el golpe y Soenya se levantó rauda de la cama para comprobar el estado de la griega.

- Se ha caído... Y sigue durmiendo... Pero puede que se haya hecho daño... - Miró hacia la celda de la griega - ¿Adonia? ¿Estás bien?

Verina tambien se sorprendio, mirando con miedo en direccion a la griega. Tardando unos segundos en responder mientras notaba sus ronquidos. "Sigue dormida. No creo que este mal." dice en principio.

"Ademas me advirtieron de no abrir su celda, dicen que esta maldita y que esta loca." comento mas Livia y Sekhmet, pero Soenya seguro podria escucharle. "Bueno y tambien me advirtieron de abrirle a la germana pero por otra razon."

Arqueó una ceja ante el comentario de Verina.

- ¿Y a mi por qué? ¿Qué razón? Entiendo lo del jabón pero lo de no abrirme la celda... Ni que pudiera escapar de aquí con facilidad... 

-Soenya querida, no resultas nada convincente...- le dice esbozando una sonrisa. Tal vez se lo había imaginado, pero lo cierto es que no podía evitar poner un tono burlón en su cabeza a las palabras de la germana. Pero recobra la compostura, algo exasperada y apretó los dientes ante la negativa de la sirvienta- Verina, yo me hago responsable, pero tenemos que saber que no se ha hecho daño. Y volver a ponerla en la cama, si no mañana podría tener una lesión. 

El comportamiento de la griega era ante todo extraño, a veces parecía sensata pero en otras ocasiones su cabeza la llevaba a hacer cosas raras. Aquel ruido no había sido un episodio más de su locura, difícilmente se podía explicar que se hubiera caído al suelo y que en vez de estar despierta tras semejante golpazo ahora se encontrase durmiendo, desparramada sobre el suelo en mitad del celda.

- Déjala Livia, la griega es así, tampoco esperes algo fruto de la lógica - estaba loca, perturbada. Sería un peligro dejarla libre por lo que pudiera ocurrir. 

En cuanto al comentario de Verina sobre porqué se cerraba la celda de la germana también me arrancó una sonrisa y hasta una carcajada - Soenya, no pasas desapercibida, quizás ese carácter tuyo... - aunque ya puestas, me sorprendía que Livia siendo la máxima responsable de todas nosotras no tuviera también la celda cerrada - seguramente porque soy extranjera pero... creo que nadie aquí me ve como un peligro en comparación con vosotras - era otra cultura, sin lugar a dudas; quizás más civilizada que la propiamente romana.

Resopló hastiada - ¿Qué carácter? Bah, dejarlo... Aquí son demasiado blandos y no saben lo que es una mujer de verdad con carácter... - Se volvió a tumbar en la cama - Pero para mi que la más peligrosa de todas es la griega... Está como una cabra... 

-En eso debo darte la razón...nada más peligroso que aquello cuyo peligro ni siquiera puedes medir.- dice refiriéndose a la inestabilidad de la griega aunque no había desprecio en su voz, tan sólo algo de curiosidad- ¡Eh! ¡Adonia! ¡Despierta! ¡Adonia! ¡Vuelve a la cama!- le grita en tono fuerte para ver si así la griega volvía en si.

La griega escucho los gritos de Livia y levanto la cabeza del suelo, y se dio cuenta de que estaba en una posición muy extraña.

Le costo medio minuto sentarse en el suelo, con parte del pelo caído sobre la cara tenia el aspecto de una fiera.

- ¿estas mejor?.- Pregunto a la romana, al tiempo que se ponía en pie y se volvía a sentar en la tabla de madera que hacia de camastro. 

Habías visto gente suficiente en estado de duermevela para saber que había solo un 20% de Adonia con vosotras. Pero ese 20% parece amable y tranquilo.  

Verina se habia quedao escuchando y en verdad su deseo de abrirle la celda a Adonia se volvio aun mas chico que antes mientras escuchaba las palabras de cada una. "No es por caracter, sino porque sos agresiva." le dijo livia acercandose a la reja de la germana, aunque claro permaneciendo a una distancia segura. Con ella tomaba precausion mientras dejaba que Livia y Sekmet estuvieran sin supervisar. "Yo te vi personalmente lo que hiciste y la Domina lo escucho de los guardias. Si me preguntas a mi los guardias se lo tenian merecido. Pero ordenes son ordenes." te explico con paciencia.

Luego se puso ver a la griega que se levantaba y se puso junto a Livia. "No grites por favor. Que vendran los guardias." le pidio tocandole la espalda y aprovechandose para acercarse mas a ella.

Bufó de disgusto.

- Solamente soy agresiva con los hombres romanos y en la batalla cuando me enfrento a mis rivales... Además, como bien dices se lo tenían merecido... 

Livia alza las cejas ante la pregunta de Adonia y una divertida sonrisa acude a sus labios:

-Si...si estoy mejor. Tú estabas en el suelo. Pero yo estoy bien. Todas estamos bien.- decide no darle importancia a que la griega se haya dado un golpetazo contra el suelo, se la ve muy ausente, probablemente esté en estado de ensoñación aún así que era mejor no alterarla- venga, descansa, te dejo tranquila.- dijo negando con la cabeza en gesto paciente, como si le hablara a un niño que va tenido una pesadilla. Probablemente ese fuera el tono de voz que utilizaba con su niño cuando esté tenía malos sueños u oía discutir a sus padres. No había rastro ahora de la fiera gladiadora que bramaba y golpeaba en la arena...ahora emanaba la presencia de una mujer como otra cualquiera, como una noble cualquiera, paz y serenidad que quería ser transmitida a la griega para alejar sus malos sueños.

Tras unos instantes así la romana carraspea y tiene una serie de parafernalia de tics, el de la mano, el del párpado y el del pie antes de volver a la normalidad y vuelve a carraspear después:

-Ejem... perdón...ya bajo el tono.- se disculpa con una sonrisa aunque su aire es ausente y empieza a volver camino de su celda.

Pareciera que ni se había percatado del toque de Verina ni de las palabras de Soenya, como si hubiera entrado en un trance completo durante ese lapso de tiempo.

- Estar tranquila...pechos grandes....lamer...mañana, otro uffff...-

La griega poco a poco se fue tumbando hacia atrás y desvaneciedose de nuevo en los brazos de morfeo.

Eran increíbles, las tres. Cada cual a su manera, una lucha de egos y una diversidad increíble de costumbres. Lo raro no es que no hubiera guardias vigilando, lo raro es que las celdas tuvieran puertas. Esperaba que con el tiempo, las cosas fueran a mejor, aunque las costumbres romanas de la esclavitud y de guerra eran tan diferentes a las tradiciones de Egipto que a veces se me hacía cuesta arriba.

Me meto en la celda y me acuesto tratando de conciliar el sueño lo antes posible, ignorando al resto hasta la mañana siguiente.

Se recostó en su camastro con una expresión algo ausente.

- Tranquila Livia, te entiendo... Esto es demasiado silencioso... - Dice casi más para sí misma que para el resto. 

Siguio hasta la celda a Livia. "No pasa nada, solo es que no quiero que los guardias las molesten." expreso mirando a una y a todas las demas. "Mejor te vas a dormir mañana sera otro dia duro. Necesitas descansar." le pide volviendo a acariciarla en el pelo con cuidado y buscando hacer que se acueste en su cama.

"Descansen y perdon." dijo mientras retrocedia, cerrando las celdas que habia abierto y saliendo del lugar.