Con una mirada ardiente y lasciva ante la libertad que no se puede tener con la mayoría de mujeres romanas y otras esclavas sonrío, sin cesar en las penetraciones mutuas aprieto con fuerza sus pechos alternando ambos con una de mis manos y la otra acaricia con suavidad las nalgas de la rubia para que cuando el azote llegue esté mas sensible y cause mas impacto, buscando dejar las dos nalgas rojas.
Mejor... así me gusta mas....
Sus manos de mantienen en el pecho de él, cabalgándole cada vez con mayor intensidad mientras mueve sus caderas en ligeros círculos el tiempo que sube su cuerpo hasta que él casi sale de dentro de ella para después bajar de nuevo y clavarse profundamente el miembro de él. Lo hace con conocimiento, buscando una mayor penetración pero sin provocar daño alguno en el que está siendo ahora su amante.
Cada palmada en su trasero acelera sus movimientos y la humedad de su sexo es cada vez más evidente mientras sus caderas aprisionan el miembro de el dentro de su sexo, cómo si buscase exprimirlo al máximo.
En su rostro, en todo momento, una mirada y una sonrisa cargada de deseo, lascivia y lujuria.
Desde mi posición aprovecho para marcar cada uno de los pechos de la rubia con mis labios y centrar una de las mano en su clítoris sin abandonar los azotes de la otra. Cuando aprisiona mi miembro en su interior con sus caderas lo complemento embistiendo yo con las mías para un contacto mas intenso dentro de ella y buscar una dureza mayor al bajar ella en su cabalgada intentado acompasar en el tiempo el movimiento de ambos.
Con sus nalgas tan rojas como un tomate y su clítoris los dejo para apretar y retorcer sus pezones duros como las piedras a la vez, sobretodo tras fijarme antes su especial debilidad que sentía cuando me ocupaba de ellos.
Los jadeos y gemidos de ella van intensificándose conforme el tiempo pasa. Cada vez que el presiona o retuerce uno de sus pezones ella gime y se clava aún más profundamente en su interior sin dejar de mover sus caderas en movimientos intensos y circulares que hacen que ambos sientan aún más las penetraciones y embestidas de él.
Él no tarda mucho en sentir como los músculos de ella vuelven a tensarse y como se yergue ligeramente sobre él de forma que su cuerpo queda ligeramente arqueado hacia atrás y un intenso orgasmo provoca la relajación posterior de su cuerpo mientras ella sonríe mirándole con deseo y diversión.
Su sonrisa, ahora en la intimidad, muestra un dulce rostro con un aire salvaje y una mirada que aunque intimidante está cargada de un deseo que aún la hace algo más atractiva. Es una mirada salvaje, capaz de seducir sin muchos problemas a los hombres y, aunque lo sabe, no parece ser una de sus armas... Aunque podría convertirla en una sin apenas muchos problemas...
Con su último orgasmo me incorporo para pegar mi cuerpo al suyo y besarle, la mirada que pone es muy excitante y si le sumas que aun no he terminado hace que le devuelva la sonrisa excitado y divertido y le miro a los ojos, esto aun no termina rubia... así que colocando a la rubia a cuatro patas sobre el camastro le doy un fuerte azote en el culo, agarrando su pelo con una de mis manos la otra le sujeta por un hombro y clavar mi miembro de una sola vez en su sexo aprovechando el breve respiro recuperando fuerzas para embestir de forma salvaje con mas energía.
Rubia como follas... añado bastante excitado.
Gime al sentir aquel azote en el trasero y dejando que él la coloque a cuatro patas sonríe mientras un jadeo de placer escapa de su garganta cuando siente como vuelve a penetrarla en aquella postura con un golpe seco y brusco que la excita.
- Tenía... ganas de... un hombre... de verdad...
Consigue decir entre jadeos mientras deja que sea esta vez él quien lleve todo el ritmo, poseyéndola y dejándole hacer con su cuerpo mientras ella simplemente acompasa sus movimientos a los de él para que disfrute tal y como ha estado haciendo ella.
Y yo de una mujer de verdad... aprovechando las embestidas para que la punta de mi miembro acabe llegando a su punto de placer en su interior, hago fuerza desde su hombro con mi mano para que su cadencia de movimiento sea mas efectiva, girando ocasionalmente su cabeza para poder mirarla a los ojos, tras la anterior descarga en el interior de la rubia ahora tardo mas en volver a descargar, alternando el ritmo de las penetraciones ocasionalmente para bajarlas y cansarme menos en momentos puntuales, vuelve a pasar un buen rato hasta que no aguanto mas y lleno de nuevo por segunda vez el interior de la rubia en una explosión de placer. Si en ese momento ella no ha tenido su orgasmo maximizo las embestidas antes de que mi miembro se relaje y tenga que volver activarlo de nuevo, cosa que no deseo tener que hacer sin que ella lo logre.
Sintió como él buscaba su mirada y sus ojos, provocando que sonriera con deseo y concediéndole esas miradas en las que le regalaba el deseo y el placer que sus embestidas le provocaban.
Mordía sus labios también con cierto juego mientras acompasaba sus movimientos a los de él.
Él tardó un buen rato en vaciarse pero al menos ya había conseguido que ella tuviera un nuevo orgasmo así que le dejó disfrutar de su momento de éxtasis mientras sentía como su semilla la llenaba por completo y cómo se mezclaba con su propia humedad.. Después tendría que preguntar qué podía tomar para que la semilla de él no fecundara, después de todo dudaba que quisieran a una gladiadora en cinta...
Su pecho subía y bajaba ante el esfuerzo y sin indicarle no que saliera mi nada por el estilo lo miró con una sonrisa lasciva mientras se relamía los labios.
- Nada mal... Nórdico... Nada mal...
Dijo con una voz algo temblorosa aún y que claramente buscaba un pique sano con aquel hombre.
Atraigo su cuerpo pegando su espalda a mi pecho, besando sus labios después. Con una sonrisa divertida muerdo su labio, no está mal para ser la primera vez... siempre puedes mejorar.... concluyo con otro mordisco de su labio inferior buscando su mirada.
Sintió el cálido contacto del precio de él y un ligero escalofrío la recorrió, casi como si recordara algo que no quería recordar ahora...
Sonrió divertida ante sus palabras, las cuales provocaron que riera y lo mirara divertido.
- Entonces habrá que seguir... Practicando más...
Dejó que mordiera sus labios y después ella los besó con cierta suavidad y una sonrisa.
- Aunque me da que debemos regresar... ¿Correcto? Dudo que te hayan dado permiso para estar fornicando todo el día con la nueva gladiadora de la domina... ¿No?
Esperó a que él saliera de dentro de ella para volver a vestirse con las ropas y regresar al exterior.
Responde a la rubia con otro beso con cierta suavidad, era la primera vez que le veía un gesto suave a esa mujer tan decidida, para terminar por separarse de ella y vestirse para ir a entrenar. Claro que tenemos que practicar, añado con una sonrisa y guiñando el ojo a la rubia.
Se viste sin ningún tipo de pudor, volviendo a acoplar sus ropas y esperando por él. Principalmente porque dudaba que ella sola supiera aún llegar al lugar y porque dudaba que la dejaran caminar sola como si nada por allí...
Así que, se apoyó con cierta sensualidad en la pared y esperó a seguir al Nórdico hasta el lugar.
Voy a añadir ya un post en el común de que Soenya llega contigo al cabo de un rato.