Esperé a que se durmiera pues también yo quería conocer cómo se producían los efectos de la dormidera, si era un progreso continuado o si era de repente. También quería saber el grado de somnolencia que provocaba, así como averiguar el grado de inconsciencia que provocaba.
- Descansa tranquila, Livia, tanto Verina como yo nos ocuparemos de que no te ocurra nada.
Una vez se haya dormido, observaré de nuevo su cuerpo por si hubiera alguna herida o marca que nos la hubiera ocultado por no ser causada directamente por el castigo.
xD
Parece que la romana finalmente cae sin remedio en un sueño profundo muy rápido, la respiración se acompasa y los miembros se quedan laxos, como si hubiera entrado directamente en un estado casi de inconsciencia pero pacífica, nada que ver con aquella que se produce por un fuerte dolor.
En el cuerpo de la romana no se aprecian más marcas que las recibidas esta noche, los latigazos en la espalda y las muñecas y tobillos marcados por las ataduras que la sostuvieron durante el tormento, como círculos amoratados y la piel rozada en esos puntos hasta casi abrir la carne.
no se que estás buscando pero ahí la tienes a disposición ;-) si verina te deja jaja
Mientras se iba durmiendo verina se le acerco a acariciar su rostro a calmarla, observando como caia dormida facilmente. Causandole cierta ternura. "Lo hiciste bien. Nunca via nadie dormirse tan rapido." dice y por si acaso reviso que respiraras, sin importarle mucho que la egipcia lo notara.
"Entonces queda dejarla aqui dormida. Creo que no hay mas que hacer afuera en la noche." comentaba pensando en la famosa fiesta que debia estar terminando con el tiempo pasado.
Sekhmet si queres algo continuamos (ya sin marcar a Livia, chiste), sino creo que pasariamos a ir cerrando. :)
Puedes tratar de convencer a Verina para que se vaya o volver mas tarde o tal vez irte con ella y volver mas tarde.
- Verina, más tarde vendré a echarle un ojo a Livia, en ocasiones la dormidera puede causar algún tipo de reacción molesta - ahora ha empezado a dormirse Livia, con lo que no veo conveniente nada más, pero más tarde, antes de que me vaya a dormir yo, una vez haya terminado la fiesta. Aprovecharé para verla de nuevo, con la facilidad de que mi celda está pegada a la suya.
- Habrá que volver a la fiesta, seguro que la Domina nos echa en falta - y no sólo ella.
Verina te miro y miro a Livia. “No creo que nos echen muy en falta. Tal vez a ti pero no a mi.” comento la mujer suspirando. “Poco puedo dar ahi.” comento la mujer que no parecia muy dispuesta a dejar a Livia.
Tirame carisma o manipulacion + empatia o expresion dif 7 Te conviene gastar 1 fdv si queres ese momento a solas.
Motivo: car+emp
Dificultad: 7
Tirada (5 dados): 7, 7, 4, 7, 9
Éxitos: 4
+1 FV
"Aunque supongo que la Domina quera un informe para ver que pasa y de paso tengo que preguntar que pasara contigo." dice suspirando y acompañandote hacia la fiesta. "Duerme bien Livia." dice la sirvienta como despedida.
Con eso ambas mujeres se retiran por el momento.
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Con el paso de la noche la romana seguia adormilada mientras desde las sombras venia la egipcia, sola. Tal vez solo para comprobar como estabas o tal vez para algo mas. La noche aun duraba y la fiesta seguia su andar.
Marca a Livia, veamos que pasa :)
Accedo al interior de las celdas para comprobar el estado en el que se encontraba Livia. Me acerco a ella y le palpo el pulso para ver si todo es correcto. También exploro su cuerpo para ver si ha sufrido de manera inconsciente algún tipo de roce que pudiera malograr las curas que antes le había procurado.
Acaricio una de sus piernas y voy ascendiendo a través de sus muslos hasta la ingle. Con la otra mano le retiro la ropa para contemplar su cuerpo desnudo. Acaricio también sus pechos, mientras se me escapa una mirada furtiva para comprobar que sigue aún durmiendo.
Vuelvo de nuevo a su ingle para jugar con mis dedos en su sexo, moviendo las yemas de mis dedos con suavidad por encima de su piel, buscando humedecer la zona, haciéndola sensible, más aún.
La romana está exactamente en la mis posición en que la dejaron, su respiración es acompasada y su pulso estable. Después de días compartiendo espacios nocturnos con ella podías darte cuenta de que la infusión había calmado el sueño de Livia, haciendo que las pesadillas no parezcan acosarla. En verdad la veías muy en paz.
Su mente estaba ausente, completamente entregada en los brazos de Morfeo, pero sus terminaciones nerviosas estaban muy vivas, aunque no había ninguna reacción en sus ojos ni en su cara. Ante tus caricias, el vello de eriza como el de cualquiera, pero sin movimiento para acercarse o alejarse hacia los dedos. Y su sexo también está muy despierto, tal vez tarda un poco más de lo que sería normal en humedecerse, tal vez por el efecto de la adormidera, pero finalmente éste también reacciona a tus estímulos, no habiendo ningún tipo de respuesta por parte de la esclava, mostrando que los efectos de la planta eran realmente potentes y estables.
Entre esas caricias, mis yemas buscan con mayor interés introducirse entre sus carnes, concentrándose en su ingle a la vez que me siento a su lado buscando con ello una postura más cómoda a la vez que accesible a sus encantos. Es por ello que, me reclino sobre la romana para degustar sus pechos entre mis labios, mientras mis dedos ya sin ningún pudor se introducen veloces y curiosos en su sexo.
Al rato, me tumbo a lo largo de su cuerpo, mientras continuo jugando con mis dedos en su sexo, mientras mi lengua masajea su cuerpo sin ningún rubor
A pesar de los fuertes efectos de la infusión, la fisiología del cuerpo no estaba completamente dormida y parecía reaccionar, y prueba de ello, es que, para empezar, vino que el corazón de Livia pareció agitarse, aumentando su pulso de forma perceptible tanto en el cuello como en muñecas e ingles, y, como efecto también de esta aceleración, el color volvió un poco a sus mejillas, pálidas por el dolor del castigo, tiñéndolas de una suavísimo rubor acalorado.
Conforme aumentaba su pulso, también su respiración se alteraba, pasando de la pausada calma de la sedación, a una agitación y desacompasamiento propio de una situación de estrés, aunque era difícil saber si era un estrés positivo o negativo, dado que la sintomatología era muy parecida. Y por supuesto también su piel y su sexo continuaban con las mismas reacciones, los pezones se pusieron erectos y duros al contacto con la lengua de la egipcia, al igual que, de su intimidad seguían fluyendo de manera leve pero incansable el líquido lubricante cálido, húmedo...e imparable.
Su pecho empezó a subir y a bajar de forma notoria, pero la romana parecía aún perfectamente inconsciente, sin movimientos de ataque ni de defensa, nada que pudiera percibirse como una aceptación ni una negativa ante las atenciones de Sekhmet.
Livia seguía dormida. Tomé buena nota de los efectos de la planta y seguí dedicándome a disfrutar de su cuerpo, así mis dedos fueron introduciéndose lenta pero decididamente en su sexo hasta conseguir un efecto de lo más excitante. Me daba bastante morbo su cuerpo y tampoco cejé en mi empeño de sacarle el máximo placer a la situación. Tenía en mente descubrir cómo reaccionaba un cuerpo inconsciente al placer.
Aún con todo, la forma en que estaba provocando el éxtasis en la romana también provocó que me excitara yo, del mismo modo desvié una de las manos de Livia a mi boca y empecé a jugar con sus dedos.
Al empezar la suave pero decidida penetración, se apreciaron algunos nuevos cambios, un ligero espasmo muscular en las zonas inguinal y abdominal, los músculos y las terminaciones nerviosas reaccionaban de forma inconsciente, haciendo temblar ligeramente la piel, y , ahora que la egipcia tomaba su mano, podía darse cuenta de que los musculos estaban realmente manejables, como una muñeca de trapo, sin oposición alguna, sin rigidez.
Y luego estaba su pulso, notable en las venas de la muñeca, era realmente acelerado, como si estuviera corriendo una maratón. El sudor empezaba a perlar la piel de la dormida Livia, naciendo de su frente y de su cuello, pronto las gotas resbalaban por su cuerpo y su temperatura subía.
La respiración se agitó aún más todavía y...de sus labios entreabiertos empezaron a salir levísimos, casi inaudibles ¿gemidos? ¿balbuceos? probablemente nada extraño con el aire saliendo y entrando tan rápido de sus pulmones y garganta, era normal que las cuerdas bucales se vieran inconscientemente removidas. En realidad aquellos gemidos no tenían apenas nada de sexual, tan solo eran como...sonidos azarosos expulsados con la forma que adoptaban sus labios y su lengua por casualidad.
Seguramente que Livia al no estar consciente creyese que tan sólo habría sido un sueño o eso esperaba. Lo cierto es que, aumenté el ritmo de mis dedos entrando y saliendo, provocando con ello que su excitación fuera en aumento. Me gustaba tanto provocar placer como sentirlo, pero viendo su cuerpo inane era una gozada poder disfrutar de él sin voluntad que me limitase.
Así fue como busqué con la excitación su orgasmo. Descubrir si la romana era de las que se contorneaba de placer o cómo vivía aquellos momentos. Me excitaba verla tan mojada, pero lejos de lanzarme también al deseo, me contuve esperando tan sólo que se corriera allí, pues esa era mi voluntad.
Una vez logrado, tan en silencio como había accedido a su celda, me fui, cerrando ésta otra vez.
El cuerpo de la romana estaba completamente a merced de los caprichos de la egipcia, cada vello de su cuerpo estaba erizado, como si gritada, el corazón desbocado y la respiración se había convertido en un balbuceo gimiente ligeramente audible, aunque no demasiado, parecía un jadeo sonoro, como cuando exhalas fuerte tras una carrera. Además sus ojos, bajo los párpados habían empezado a removerse y agitarse, llegando incluso breves espasmos en la cara, en la zona del entrecejo y de los labios...por suerte parecía absolutamente incapaz de despertar, pero cómo de consciente había sido al final sería díficil de determinar.
Como cúlmen y, como no podía ser de otra manera, el sexo de Livia empieza a contraerse, a latir y a removerse desde el interior, anunciando la venida del extraño orgasmo...sin movimientos corporales, sin retorcimientos de la musculatura más allá de los espasmos en las ingles y el vientre...pasan unos pocos segundos y finalmente el cuerpo vuelve a un estado de reposo, los globos oculares dejan de moverse y los espasmos se relajan...vuelve la calma tras la tormenta y entonces la egipcia abandona la celda, dejando tras de sí el cuerpo desnudo, sudado y algo humedecido entre sus piernas de Livia inconsciente, probablemente nunca sepa lo que ha ocurrido.
La humedad desaparecería al de poco tiempo y si alguien veía su desnudez, tampoco se extrañarían dado que era necesario para sus curas...tal vez.
muy ¿bonito? interesante ;-) XD sin duda jaja
El experimento de la egipcia habia salido bien o al menos como ella lo habia planeado. Mientras Livia por su lado sintio algo de ello y si bien no tuvo pesadillas por ese momento, sintio como alguien ajena a ella la tocaban de una forma que pocos hombres pudieran, una mujer o una diosa o alguien mas siniestro.
Verina paso a verla aunque no dijo nada de su desnudez, mirandola y admirandola un poco pero luego simplemente tapandola. Luego se iria a dormir, habia sido una noche larga.
Escena terminada.