Gallio se quedo mirando a Mario, contestando con esa voz elevada para los demas tambien. "Las esclavas han matado a un asesino eso es cierto. Pero deberan ser investigadas o por lo menos educadas mejor." comento sin mirar al par de gladiadoras. "Llevenlas adentro!" ordeno.
Luego volvio a Mario "No se que tiene que ver Livia con esto pero acepto tu consejo para que me digas hermano senador. Pero tengo que terminar eso." dijo como excusa y mirando una vez a carmilia antes de pasar al salon.
"Asi es como nos agradecen nuestros buenos tratos. Ya veremos si hay mas culpables en esto pero no quedara asi. Habran castigos ejemplares ya sea los mios o los que haga el padre de mi amada prometida." grito este a todos ellos.
Tras eso vieron como unos guardias alejaban a Alina y Brinda del resto. Mientras Livia era soltada, aunque seguian los guardias junto a ella.
Alina y Brinda aun estan presente pero ya las voy a pasar a otra escena.
Dejo que los guardias me metan dentro sin oponer resistencia en ningún momento. Desde luego las cosas no han salido como esperaba, y ahora toca afrontar el castigo por todo ello.
Lanzo una última mirada hacia Zareb. Está claro que las cosas se van a poner muy difíciles en los próximos días, pero no estoy segura de que vaya a poder verlo.
De todos modos, me quedo junto a Alina, caminando con ella despacio mientras sujeto su mano, como queriendo darle fuerzas pero más queriendo darme fuerzas a mí.
Me acerco a la domina Y digo unas ultimas palabras como dando la extremaucion.
-Parte en tu viaje al reino de pluton. Que mercurio te lleve a los campos eliseos y Minerva te aguarde.
Nadie puede dudar que has sido una mujer guerrea en un mundo de hombres Camilia. Tu legado sera recordado, parte en paz. le digo a ella
Luego me giro al prometido -Luego me gustaria hablasemos a solas domine. Habra que preparar las ceremonias.
Ahora que la habían soltado, Livia mira alrededor sin moverse de su sitio por el momento, pues los guardias estaban bien cerca y Herius estaba deseando que le dieran la excusa para mandarles atacar y la romana no deseaba darle ese placer. Aprieta los puños ante las acusaciones que el centurión estaba vertiendo sobre el doctore, de seguro que eran falsas pero lo cierto es que él era el primer responsable de mantener el orden y la disciplina entre los esclavos y había fracasado estrepitosamente.
Poco podía hacer por el galo, con un poco de suerte su autoridad quedaría atrás para ella pero no podía permitirse hacerse castillos en el aire, ni siquiera había decidido si la libertad era lo que deseaba, aunque eso tampoco importaba.
Roma era así, te otorgaba lo que ella consideraba que merecías, sin importar si eso era lo que querías o no.
Por lo pronto ahora tenía otros problemas, y esos problemas podía materializarse en cuestión de minutos u horas, pues ese esclavo bretón, Titus que no dejaba de mirarla junto con otros de sus compañeros, como si fuera la causante de su mal. Pues que así sea, Livia no apartó la mirada de aquellos que la despreciaban, alzando aún más su barbilla ante las amenazas. Sea lo que fuere lo que le deparaba el destino, no olvidaría quienes la habían respetado y quienes la habían traicionado.
Con todo, al ver la inminente marcha de Brinda y Alina, la romana da un paso, solo un corto paso en su dirección, no muy rápido para no provocar a los guardias pero dejando claro el gesto de acercamiento a ellas:
-Permaneced unidas como gladiadoras, Brinda y Alina, lo que habéis conseguido hoy aquí nadie os lo puede arrebatar.- declara la romana, segura de la inocencia de las mujeres- Los dioses no os abandonarán. Y yo creo en vosotras.
Soenya continuó junto a Duilius, sin ni siquiera mirar a Herius y pendiente del resto de sus hermanos y su hermana Ikateria, pues eran ellos quienes continuaban en el mismo lugar que ella, aunque sí puso una mano en el hombro de Titus cuando volvió a mirar a Livia.
- Déjalo Titus, no merece la pena... Livia ha demostrado siempre a quienes respeta y aprecia. Nosotros nunca hemos sido para ella nada más que extranjeros que estábamos muy por debajo de ella pues es orgullosa y arrogante, como su pueblo; ya deberías conocerlos... Ella ya ha obtenido lo que tanta ansiaba, regresar junto a quienes siempre ha respetado y junto a quienes la condenaron a esta misma vida. Espero que ahora al fin encuentre su ansiada felicidad, aunque se la haya ganado como solamente los romanos saben hacer...
Una última mirada hacia Livia, una mirada que esperaba que ella entendiera, pues ya habían hablado y ahora ella conseguía lo que tanto anhelaba, aunque... ¿A qué precio?
Sabía de lo que era capaz Herius y eso no hizo sino provocar que Soenya se acercara más a Duilius, su postura era de protectora e incluso se colocaba en un lugar que complicara que alguien saltara a por Herius o alguno de sus guardias
En efecto, son mis glpadiadores, esclavos y hombres libres entrenados para luchar en los juegos en honor a Roma, no para atacar a los amos
Teniendo un semblante de paz, miró a Titus para calmar su cólera emergente, obciamente esto no iba a terminar bien si calmaba la situación.
Pues se ve que hace un excelente trabajo, Spurius era uno de mis mejores hombres, pero estaba magullado y lastimado, también encadenado, ¿Fue castigado sin mi concentimiento? Cuándo sabe perfectamente bien que soy el encargado de impartir el castigo en nombre de la domina ¿A pasado por alto mi autoridad cómo doctore del ludus de la familia Donicus?
Expuso en voz alta para que escucharan todos, que estos actos habían sido promovidos por otra persona, se cruzó de brazos, manteniendo las manos muy lejos de su espada y látigo, manteniendo a su gente detras de el, pese a estar rodeado.
Trata de obligarme...
Respondió desafiante el doctore al jefe de la guardia, protegiendo a Soenya que a su lado estaba, casi bien pegada, buscando protegerle, y agradecia desde el fondo de su corazón aquel gesto, lamentablemente no podía hacer nada por ambas mujeres que se llevaban
Mi pregunta sería, ¿Spurius tenia razones para hacerlo? Nunca lo sabremos pues el esta muerto, pero acaso, ¿No fue ese castigo la causa de que el Hispano quiera venganza?¿Un castigo instigado por usted?
Estaba pisando la cola del león, pero el enorme instructor conocía la fama del hombre que ante el se encontraba, además de ponerlo en una dificil situación, pues habia sido gladiador del pater de la domina, a la vuelta de los años había vuelto cómo doctore para Camilia.
Una reputación precedida por muchisimas victorias, y el respeto de su dominus.
Además, el cenador Flavius Carvilius Donicus no se alegrará al saber que sus preciados y costosos gladiadores y su amada hija fueron asesinados por lo que parecía una muestra de poder y denigro en contra de su voluntad.
Cayó en la cuenta de que estaba poniendo en jaque a todos los presentes, sabía que si todos alli morían, seria por causa de la incompetencia de Galio y la Nercedad del jefe de la guardia, y que eso no le convenia al general, todo era política, y el galo no llevaba casi dos décadas entre ellos sin haber aprendido una cosa o dos sobre la política romana.
Llamo a Alitas de Pollo, a mi prometida y a la gente que lleva al niño para que no se aparten de mi lado y a éstos últimos indico que no hagan nada raro. Luego llamo a mis hombres para que protejan al grupo que formamos.
- Vamos junto a Flavius Carvilius Donicus, ya ha perdido una hija pero no se derramará más sangre de su Gens. Una vez ponga a todos a salvo, volveré.
Si nadie se interpone en su camino, busca a su colega al lugar en donde esté con ésta muchedumbre.
Cierro los ojos de Camila.-Mercurio, guia su espíritu hasta los elíseos, Nemesis, cara oscura de la diosa, hija de la Justicia, escucha mi ruego, concedeme tu favor.. Que tu maldición persiga a todos los que hoy han querido el mal de tu sierva, que no conozcan reposo ni asilo, que se les niege el techo y la lumbre, que las furias les enloquenzcan hasta su muerte, que los perros les arranquen la carne de los huesos.. Concedeme tu favor, escucha mi ruego y maldice a los que hoy albergan regocijo por la muerte de tu sierva-
Me levanto despacio mirando a los presentes. -Camila Donicus me ha encomendado el cuidado y protección de su hijo. Desde ahora está bajo mi custodia, la de la casa Cornelia y el templo de Mercurio. Si esta en esta casa quiero reunirme con el ahora- Me dirijo después hacia los guardias que hay presentes. -Guardias, vuestra Domina ha dado una orden antes de morir, cumplidla o repondereis ante el senador y ante los dioses, si su hijo está en esta casa llevadme con él -
Miro a la sacerdotisa.
-Los juramentos están para cumplirse.-dejando entender que había escuchado las últimas palabras entre la domina y ella.
-Por Marte busquen al chico. Yo mismo os acompañaré a buscarlo si me permitis.-le comento a ella
- ¡Vamos, síganme!
Titus tambien miro mal a la romana pero rapido su atension fue por henrius. Aunque no hablo con él sino con los demas cuando hablo de nuevo. "Eso dices germana pero sigue viva y espero sepas hacerle sentir que no esta con ellos sino con nosotros." comento molesto mirando a Duilius, parecia que podrian llegar a enfrentarse los hombres.
Mientras los nobles parecieron retirarse para dentro. Quedando Gallio que miro un momento hacia donde iba el resto antes de enfocarse de nuevo en la arena, quedando con un par de guardias.
Los demas guardias asintieron a Elia y ayudaron a llevar a la fallecida Domina. Mientras otros guardias tiraban de livia para meterla dentro finalmente junto a las otras dos guerreras que aun no habian marcado como debia ser.
Finalmente solo quedaron unos guardias rodeando a los otros gladiadores. Ansiosos por atacarlos a todos ahi solo esperando la orden de Herius.
Ya los Patricio no seran marcados para el proximo post, tampoco Brinda, Alina y Livia. Aunque todos pueden decir unas ultimas palabras o dar descripciones.
"Yo he preguntado al Domine que hacer con él y me ha respondido que dejaba en mi su castigo." comento con seguridad. "Asi es mas sencillo, ademas debia castigar a uno de los mios por inutil pero parece que tengo unos mas por castigar." comento mirando al costado a otros de sus guardias, los que habia empujado a los gladiadores.
Entonces notaste una sonrisa sadica aparecer en su rostro y aunque era algo que mirabas desde arriba por tu tamaño ahabia algo que en él que te daba mala sensacion. "Si es lo que buscas...soy bueno ogligando, sino preguntale a tu amante." dijo claramente yendo con morbo por un tema que esperaba hiciera al Galo preguntarle a ella a que se referia. Si es que no lo sabia.
"Un esclavo no tiene derecho a una venganza y menos contra un romano. Pero aun si mi accion provoco que se le olvidara eso, no es mi culpa lo que paso aqui si es lo que quiere decir." comento sacandose su sonrisa y viendose molesto. "La culpa sigue siendo suya galo."
Solo parecio quedar mas calmado y apartarse un poco cuando nombraste al senador. "Ya veremos a quien cree ese viejo." comento con cierto desprecio. No le tenia respeto y eso se notaba, ni aun ahora que habia perdido una hija.
Un ultimo post o algo de los tres y pasamos de escena.
Ikateria venía de una cultura donde la lealtad era lo máximo, y que muriera tu líder, sin que hubieras hecho nada, era el preludio de La Gran Fiesta. Una noche de bebida y sangre, donde todos los protectores del noble, tenían que morir, para ganarse el derecho de ser quién hiciera el amor por última vez a su esposa, antes de degollarla, y luego, quitarse la vida.
Por eso permaneció ante el líder de los gladiadores y ante la jefa de la "sección femenina". Allí, con ellos, esperó, como un leal perro guardían a saltar para .... defenderles. Cuando ellos se retiraran, ella seguiría sus pasos, para ... seguir guardando sus espaldas. Les seguiría de cerca, como una sombra, discreta, y rabiosa, porque lo que había sucedido no le había gustado nada.
- Ahora, en casa, todos los guardias deberían morir. Pensaba mientras miraba a ese otro guardia, que se alzaba como justiciero, cuando el mayor responsable de todo era él mismo.
Ahora su rostro se giró serio hacia Titus
- Eso nunca lo dudes, hermano.
Si algo tenía claro la germana es que debía dejarle claro a Titus que ella estaba con ellos, con sus hermanos y hermanas, a quienes consideraba sus iguales y por quienes daría la vida, pues eran los únicos que realmente merecían la pena de todo aquel lugar.
Se posicionó más junto al Doctore, defendiendo con su cuerpo a sus hermanos y a su hermana, indicándole a Herius que ella estaba con ellos, pues las palabras que había expresado Duilius eran absolutamente ciertas, la culpa de todo era del nuevo jefe de la guardia.
Un escalofrío recorrió su cuerpo al escuchar aquellas palabras de Herius que decían que le preguntara a ella, pues a su mente regresaron de nuevo aquellos terribles momentos, el terror, el dolor y la desesperación que vivió en manos de él y sus hombres. Y, aunque en otras ocasiones casi se hubiera encogido o buscado protección ahora se irguió con mayor fuerza, buscando demostrarle a aquel demonio que ya no tenía poder sobre ella.
Además, ella también confiaba en el padre de la Dómina y si algo tenía claro ahora es que podría lograr que aquel demonio pagara por todos sus crímenes... Después de todo a ella la había castigado sin motivo alguno.
Esperó junto al doctore hasta que les permitieran caminar de nuevo para dirigirse a sus celdas, aunque dedicó una mirada a Duilius, una que solamente él entendería - Tengo miedo... de él...
Perro romano, los mataré a todos.
Dijo el doctore mientras su semblante se volvia oscuro e intimidante, los iba a matar realmente, aún que fuera uno a uno, y sin embargo matuvo cerca sus intenciones, Galio era un inutil, y este cretino un carnicero que debia ser asesinado.
Los guardias se replegaban y ya se habían llevado a las esclavas, los que quedaban eran ellos.
El entrenamiento se suspende por hoy, irán a sus celdas
El galo le dedicó una mirada tranquilizadora a la germana antes de avanzar con todos ellos, mirando con suma desconfianza a los guardias, a los cuales no dudaría en matar en el primer aviento de inconciencia.
"En eso tienes razon. El entrenamiento se suspende e iran a sus celdas. Acompañales." dijo el guardia mirando a Duilius. Luego se fue moviendo para dentro pero no antes de dar una nueva orden.
"Guardias lleven a los gladiadores a sus celdas. El doctore ira con ellos tambien, por el momento es responsable de una muerte romana y habra que ver que hacemos con él." comento el hombre siguiendo señalandolo como responsable. Al parecer ese seria su relato.
Pronto las y los gladiadores que quedaron sintiendo a los guardias empujandole de nuevo. Duilius tambien sintio el empujon aunque el guardia parecia tenerle algo de temor y no lo hacia con tanta fuerza como los demas o tal vez habia respeto, no era facil verlo con el casco de ellos.
Vamos pasando con ustedes tres a las celdas.