Partida Rol por web

Sin duda el momento se habia vuelto mas intimo. Si bien la egipcia podia pensarlo aun como un masaje, para la roma por lo que veias en su rostro ya era algo mas erotico.

No te saco las manos cuando empezaste a tocar sus pechos, aunque ella se removio un poco y abrio los ojos para mirarte. En su cara habia cierta satisfaccion y una mirada picarada. Suspirando cuando usas toda tu mano en ellas, no pudiendo evitar un debil gemido ante el pellizco en los pezones.

Pero ese era solo el principio, algo que pronto supo la Domina cuando sintio tus labios en sus pechos succionano y besando. Dejo de quedarse tan quieta y te acaricio el rostro yendo a tu cabello. "Asi sigue asi..." decia ella que automaticamente levantaba su cuerpo acercando aunque no hiciera falta sus pechos hacia ti.

Entonces siente como bajas y acomoda sus piernas para que te sea mas facil sacarle el vestido por completo. Al verlo completo no puedes evitar mirar con mucha lujuria ese cuerpo perfecto de ella. Incluso ahi bajo con la ayuda de ellapuedes verlo bien, ya que ella empieza a abrir las piernas. De nuevo deja salir un gemido pero no tan guardado como el anterior, cuando siente tu ardiente lengua ahi.

De nuevo sientes sus manos que te empujan a meterte aun mas entre sus piernas. Rapidamente sientes su humedad ahi, aun antes de tu primera lamida sabias que la mujer estaba bastante excitada. Una de sus manos acompañaba una de las tuyas en sus pechos maniobrandola acercandola mas a su pezon como siquisiera que te concentraras en eso. "Sek...se nota que sabes. No pares egipcia."

Una vez que se que le gusta lo que estoy haciendo y disfruta con ello, me centro en su sexo e incremento el ritmo con el que me mi lengua se introduce y juega en su interior, succionando a la vez que lamiendo a partes iguales y jugando también con un ritmo constante que va en aumento, tratando con ello que la noble romana alcance el clímax, aunque no lo acelero porque tampoco persigo que lo alcance demasiado rápido, sino que quiero que lo disfrute y yo también.

- mmmmm - gesticulo con agrado cuando noto que también ella quiere jugar, al acariciar mi mano que a la vez está masajenado su pezón, aunque deslizo mis manos para que ayuden a mi lengua en el juego del placer de su sexo. Para ello, introduzco primero un dedo y luego otro más para acompañar a mi lengua y dar placer a la Domine.

Ella se agita por el placer que recibe de la lengua de la egipcia en su sexo, con sus manos pareciendo ordenarte que sigas ahi ya que sus palabras son mas dificiles de decir entre sus gemidos. Sin duda ya esta cada vez mas mojada ahi abajo por sudor y otro fluido mas intimo.

Se deja llevar por tu ritmo y la vez como acepta mas de ti, dejandose que le metas tantos dedos como quieras mientras las largas piernas de ellas cierran un poco mas para atraparte ahi donde estas.

Dejando escapar tu mano la vez que simplemente ella sola se toca su pecho, pellizcando su popio pezon endurecido por tus atensiones. No sabes cuanto tardas pero pronto recibes el climax de ella en la boca y manos. Parecia que era algo que hace tiempo que no hacia y menos con una mujer por lo que se libero.

La señal de que todo iba bien fue que me liberó la mano a la vez que sus piernas hacen la tijera sobre mi, favoreciendo que siguiera lamiéndole su sexo y chupando con mi boca y mi lengua - mmmmmm - la reacción no tardó en llegar cuando aquella cascada de flujo vaginal provocó que se corriera, no aparté mi boca e incluso una vez que las convulsiones dejaron paso a la calma volví de nuevo a lamer e introducir mi lengua en su sexo.

Sabía que había disfrutado la primera vez, ahora quería llevarla al clímax de nuevo; quería no sólo satisfacerla sino también demostrarle que era buena en aquello y también que podía servirla cuando quisiera a un ritmo alto.

La mujer suspiro con satisfaccion pero tu lengua la hizo estremecer, haciendo el esfuerzo se levanto para verte como seguias lamiendola de esa forma tan casual pero servicial.

Con su mano busco separarte un momento de su sexo. “Espera...de verdad estas dispuesta a hacer esto sin que te lo diga?” pregunto no desconfiando como antes pero buscando saber que pensaba ella. “Una lastima que no te encontre antes de hacete gladiadora. Podrias servir como amante mia.” dijo ella acariando a la egipcia con delicadeza.

Mostrandose con autoridad a pesar de que estuviera desnuda y con su sexo mojado frente a ella. “Igual podriamos arreglar algo si te interesa. Que te parece de vez en cuando hacer visitas a mi lugar?” pregunto dandole la eleccion a ella aunque parecia que la Domina sabia que responderia.

De su conversación parece que me tiene cierta estima en cuanto a interés, eso me reafirma que ha disfrutado de mí - soy vuestra esclava, Domine - acababa de llegar a su propiedad y podría si jugaba bien mis cartas recibir un trato diferenciado - puedo serviros de muy diferente manera, en la arena seré vuestra gladiadora y cuando me necesitéis, acudiré a daros masajes - en cierto modo me sentía atraída por ella, sus caricias me volvían a excitar, así que, cuando dejé de hablar volví a mi cometido de jugar con su sexo con mi lengua.

- Me complace serviros y complaceros cuando así lo deseéis, Domine - se me ocurrió también que tras hablar con su esclava personal Marcia bien podría forma parte de su séquito cuando no estuviera entrenando - podría ayudar a Marcia a prepararos el baño, me gustaría que Verina me enseñase también a ser una buena sirviente aquí - no tenía intención de regresar a Egipto, y si me iba a quedar a vivir en Roma, tendría que buscar un medio de vida más seguro que la espada - soy obediente y aprendo rápido.

“Lo eres sin duda.” dice ella acariciandola y mirandola con curiosidad en todo el cuerpo. “Si, tus masajes seria algo que podria aprovechar ciertas noches. Junto a tus demas servicios.” comentaba ella haciendo sin duda referencia a lo que volvia a hacer ella con su lengua. Sacandoles suspiros mientras la Domina trataba de seguir hablando.

Por suerte Sekhmet se puso a hablar por lo que pudieron seguir haciendolo ambas. “Ya ve, asi que deseas un trabajo mas en la casa. Junto a mi y mis demas sirvientas.” afirmo pensativa, la idea no parecia ser imposible de pensar para ella pero…

“Podria ser, pero necesitaria tambien que destaques como gladiadora. Ahora mismo si te sacara quedaria mal de mi parte, que te haya comprado como luchadora para que al final sirvas en trabajos mas domesticos.” se justificaba un poco ella para no dejarte cambiar de trabajo. “Igualmente podria tratar de que tu trabajo por la arena no sea tan largo como las de las otras. Digo si puedes complacerme como haces ahora.” le ofrecio.

Tampoco quería yo abandonar la arena pues me divertía a mi manera, era una forma de relajarse. Pero también disfrutaba de la Domina y quería participar de aquella vida de lujo y diversión a otro nivel, por eso pretendía formar parte de su cortejo íntimo - podría serviros como sirvienta y como guardiana, así no descuidaría mi entrenamiento como gladiadora, podría combatir de igual modo y - acaricio su pierna a lo largo con la yema de mis dedos - podría cuidaros cuando necesitéis de mis servicios...

- Domina, también me gustaría poder ofrecer un sacrificio a los dioses - le explico que se trataría de un gesto de acción de gracias y que también pediría por las fortunas que su casa podría recibir. Sería una especie de ritual sexual que yo dirigiría (la víctima no sobreviviría, así que, no escojas un personaje) con latigazos, sadismo y esas cosas.

La mujer escucho atenta tu propuesta. “Una guardiana gladiadora, mira que no se me habia ocurrido. Algunos de los guardias que tengo podrian mostrar tanta devocion como muestras ahora vos.” te decia bajando su caricia a los hombros de ella, pasando para abajo a los pechos de la egipcia. Los cuales solo acaricio, sintiendo la piel de ella ahi curiosa de como se sentian.

“Un ritual de sacrificio y sexual?” pregunto viendose mas curiosa, los romanos tenian sus rituales incluyendo los de sacrificio de humanos pero nunca mezclaban la sangre con el sexo. Eso parecio llamar la atension de la Domina. “Deberia ser en un lugar mas privado y chico, ademas deberias adaptarlo con nuestros dioses.” le decia, como posibilidad donde ambas dejarian algo pero tal vez podria realizarse si la egipcia lograba adaptarse.

Me dejo acariciar por la Domine, no intercepto su mano sino que permito que descienda por mi cuerpo y sienta como mis pechos están álgidos por la excitación que me provoca la escena. Cierro los ojos de las sensaciones tan dulces que me provocan sus caricias - seré lo que prefiráis, Domina.

Vuelvo a abrir los ojos para atender a sus preguntas - un lugar reservado para quienes intervengan, algo privado, íntimo - le cojo una mano y se la acerco a mi boca, juego con mi lengua en sus dedos, voy besando uno por uno, todos sus dedos - lo adaptaré a los dioses de Roma - Susurro e introduzco dos de sus dedos en mi boca y juego con ellos mientras la miro a los ojos.

- Lo que me pidáis, lo haré, Domina - deslizo un poco mi vestido que cae al suelo, mostrando todo mi cuerpo a su merced.

Se la quedo viendola endulzada mientras le lamia sus dedos, acariciando con la que tenia libre sus pechos. Sintiendose como correspondia siendo la ama de esa mujer que se arrodillaba ante ella.

“Si, podria funcionar. Pero tengamos cuidado. Esto se quedara entre ambas.” comento ella sonriendo aun intrigada por toda la ceremonia. “Luego me diras bien como es el ritual. Tambien me serviras en mi cama, que es mas comodo que aquí.” dijo ella dandole un nuevo vistazo a su cuerpo que la hizo morderse el labio con deseo.

“Por los dioses, eres hermosa. Ya vendras a mi cama muy pronto.” le prometio ayudandole a poner su vestido de nuevo y se dispuso a irse. Esperando si queria algo mas, aunque aprovechando su posicion la tomo de la cabeza y la acerco para un largo beso, tomando uno de sus pechos posesibamente.

- Sí, Domina, quedará entre nosotras - por supuesto guardaré con celo nuestra conversación hasta que la Ama vuelva a hablarme - Os diré todo lo que queráis conocer, ¿podría recibir instrucción de vuestros dioses para el ritual? necesito que alguien me enseñe, quizás Verina podría ser mi maestra - necesitaba alguien que aleccionara para tratar de asociar unas deidades a otras o que el ritual no fuera ofensivo para los romanos, pues aún no conocía sus tradiciones, por eso necesito a una romana instruida. 

- Será un placer serviros en vuestro dormitorio, Domina - tener un trato de favor con la mujer que manda en el ludus era todo un orgullo y un símbolo de la prosperidad a la que me encaminaba - vos también lo sois, Domina - agradecí que me ayudara a volver a colocarme el vestido sobre los hombros.

Dejo que me bese y juego con sus labios y los míos, así como permito que me acaricie los pechos o me los agarre. Suspiro de placer y cierro los ojos explicitando esa sensación.

“Cierto, es una buena idea que Verina te enseñe. Aunque si es necesario podrias preguntar a la romana de tu grupo. Seguro ella te da una buena charla.” dice la mujer pareciendo haber conocido a Livia antes que a ti y tenido su charla larga con ella.

Tras el beso que ambas disfrutaron la Domina te miro detenidamente por unos momento, antes de vestirse de nuevo. “Nos vemos.” dijo en forma de despedida antes de irse, vino un guardia poco despues para llevarte a tu celda. De una forma tranquila.