Partida Rol por web

“Sera un gusto.” dice de una forma mas formal de lo que deberia por la circunstancia, pero por la risita luego se notaba que era mas de los juegos de ella.

Lo primero que hace es darse vuelta con cuidado, sin impedirle seguir bajando por su cuerpo aunque pronto ella la tendria de frente ahi abajo. Neitin tambien tendria la misma vista y si pudieras verla casi pareciera que salivara.

Cuando por fin tiene el sexo de brinda frente a ella no tiene gran paciencia y empieza a lamer dejandose sentir en principio en el pelo entre las piernas de ella. Para luego que los labios sientan la calurosa lengua de Neitin que mostraba su habilidad pasando por los bordes desde dentro antes de ir por la joya preciosa de Brinda a la cual lame e incluso succiona acercando mas su boca.

Un estremecimiento me recorre entera ante la primera caricia de la lengua de Neitin en mi parte más sensible. Un gemido satisfecho sale de mis labios antes de que yo misma incline mi cabeza para besar los otros labios de la esclava.

Pronto utilizo las manos para abrir sus labios mayores y poder introducir mi lengua lo más adentro posible para acariciar su rajita y llevarme su esencia. Realmente cada vez me gusta más su sabor, y no solo por el sabor en sí sino sobre todo por la persona de la que proviene.

Empiezo a centrarme en recorrer su rajita para luego empezar a concentrar mis caricias en su clítoris mientras introduzco uno de mis dedos buscando su punto G desde el interior. Y es que si ella tenía ganas yo también. No sé qué me pasa con Neitin, pero siento que empiezo a tener por ella un sentimiento parecido al que tengo por Zared, cuando no se comporta como un gilipollas hiper protectivo.

Todas las sensaciones que me produce el sexo con Neitin van acumulándose cada vez más haciendo que mis gemidos suban un tanto de intensidad. Decido concentrarme en darle placer a ella porque sino no voy a poder dejar de retorcerme de placer. Aunque inconscientemente he ido abriendo las piernas para darle completo acceso a mi sexo y a sus partes más delicadas.

Nuestros gemidos llenan el espacio qué tanto dolor ha albergado y que ahora se llena de placer. Neitin... digo con un gemido una de las veces que la acumulación de sensaciones me hace apartarme de su sexo para poder gemir con libertad.

Pues después de todo parece que me va a gustar también hacerlo con mujeres.

Cuando siento el orgasmo de Neitin intento seguir acariciando la y mimandola de la misma forma para alargar todo lo que puedas su placer. Sin embargo cuando se terminan sus temblores yo tengo que apartar mi boca de su entrepierna porque las acciones de mi amiga me están llevando a mí a mi propio orgasmo.

¡Dioses, Neitin...! digo yo también mientras todo mi cuerpo se tensa anunciando un orgasmo fabuloso. Uno que no tarda en llegar mientras mi cuerpo se arquea (lo que puede) y un gemido de placer intenso llena el pequeño espacio de la celda. Mis jugos de amor brotan de mi sexo mientras permanezco con los ojos entrecerrados disfrutando de las sensaciones que me regala la lengua, bocas y manos de Neitin.

Siento ese momento de relajación que viene después del orgasmo dónde disfrutas de las sensaciones que te deja el placer que has conseguido. Y las que yo experimentos son de las mejores.

Finalmente abro los ojos con curiosidad por saber qué ha estado haciendo Neitin, a la que he sentido moverse, para encontrarla con su cara casi pegada a la mía y con la mitad del cuerpo fuera de la cama. Me entrego a ese beso apasionado donde nuestros mutuos sabores se mezclan con nuestras salivas en un cóctel qué degustamos como si de ambrosías se tratara, mientras la sujeto por las caderas con una mano en una de sus nalgas y por la mitad de la espalda, aunque más buscando que no se caiga que otra cosa.

Una vez la respiración se nos corta y nos falta el aire, provocando que nos tengamos que separar, Neitin se acerca más a mí con unas palabras que se me hacen tremendamente dulces. La sonrío y niego con la cabeza. No preciosa, gracias a ti. Después de todo lo que viví con los egipcios y lo que hemos vivido estos días anteriores, tu presencia es como un rayo de sol en mi vida.

Y con esas cariñosas palabras que nos dedicamos me dejo sumir en un sueño, del que despertaré para descubrir que ya no está conmigo pero no me importa, solo me importa las buenas sensaciones que he tenido con ella.