Partida Rol por web

Elia habia notado que Faustus no le habia declarado la palabra aun apesar de que pasaron los dias con ella en el Ludus. Las unicas que recibio de su persona fueron las que probaban lo suficientemente educadas para sus pocos encuentros, donde Flavios estaba presente.

Lo que consiguio saber del hombre fue rapidamente se puso a trabajar en principio a ayudar al Pater con la administracion del Ludus. Trabajando con una rapidez que parecia que podria hacer reflotar al lugar luego del tragico evento que ocurrio dentro de sus paredes.

Por un sirviente te enteraste donde estaba, en la oficina del ludus. Un lugar que habia pertenecido a Camilia y al Pater pero que ahora tal vez ya habia cambiado de dueño. Al entrar lo viste de espalda a la puerta lyendo unos papeles en el escritorio. No estaba solo un par de guardias estaban presentes hasta que los hizo retirar aun sin saber que vos habias entrado. No muy lejos de Faustos habian unos sirvientes, una mujer y un hombre.

Me detengo a algunos metros del escritorio antes de saludar -Salve, Festus Donicus... ¿Estás ocupado? Quizá es un mal momento para una visita - después observo con atención a los demás presentes. 

Faustos se da vuelta cuando escucha tus palabras. "Honorable Elia Cornelia Plancina..." dijo en saludo parandose algo mas firme. "No. No es estoy ecupado si desea hablar." comento medio rapido.

Por su lado los sirvientes tras verla bajaron rapido la mirada. Sin opinar nada y esperando ahi hasta que fueran dejados retirarse del lugar. "Dime, que deseas hablar." comento de nuevo el patricio.

-Lo primero felicitarte por tu ascenso, que te confíen el Ludus es una gran responsabilidad después de lo que ha pasado. Lo segundo dejar claras las cosas. Tu responsabilidad es el Ludus y la mía es Manius. Hemos tenido diferencias importantes, y seguramente las seguimos teniendo, así que llevaremos a cabo nuestras responsabilidades sin injerencias, esperando que al menos podamos hallar cierta concordia en nuestra relación - 

"Gracias. Felicidades a ti tambien que te veo cada dia mas sana, espero no sigas teniendo dolores. Sientate por favor." dice el hombre con educacion y busca con la mirada a uno de los sirvientes. "Acerquenle una silla." dice y el hombre con rapidez cumple acomodandola donde le ordes para sentarte.

Suspira con el resto de tus palabras. "Manius es un donicus, ya te lo dije." dice rapido saliendo de su fase mas educada. "Pero supongo que esas son nuestras diferencias importantes."

"Yo...estoy dispuesto a aceptar la decision del Pater y confiar que sepas criar a un joven romano como corresponde." dice finalmente mirandote con seriedad. "Si eso es posible entonces creo que podremos estar en concordia." te devuelve dejando todas esas responsabilidades a ti, si lo hacias bien. Aunque quien decidia esto ultimo.

Tomo asiento ayudándome de uno de los criados.  ¿Alguna vez te han apuñalado? Supongo que no. El dolor es un recordatorio, molesto pero necesario ahora, para no olvidar. Espero que te ayude a recordar a ti también, y seas prudente la próxima vez que decidas confiar en alguien. No podrás decir que no te advertí sobre Mario, y que clase de individuo es. Mi único interés es la salvaguarda de Manius, de ninguna manera iba a permitir que le pusiera las manos encima, ni Mario ni nadie que viniera de la mano de Mario-

"No puedo decir que me ha pasado. aunque tomare tus palabras como un buen recordatorio sobre depositar la confianza en ciertas personas." comento el hombre sentandose en su propio asiento y acomodandolos papeles. "Mario era un idiota, crei que podia confiar en él. Tambien lo hizo el pater y mi hermana. Fue un error comun y uno por el cual tenemos parte de los lios que hay que arreglar."

Asintio. "Ya si, me di cuenta con tu esfuerzo para no darmelo." aunque luego de mirarte con cuidado. "Aunque sabes que Mario no iba a tomar al chico. Este iba a estar con nosostros hasta que estuviera de vuelta el Pater." le aclaro.

-Claro que si Faustus, contigo, tu hermana, Mario y sus guardias armados- replico con bastante ironía. 

-Bien, no he venido aquí a hablar del pasado. Manius esta bajo mi custodia, iremos y vendremos a nuestro antojo, siempre con la debida protección. Dispondré de Livia Octavia cuando la necesite, siempre y cuando no interfiera en sus obligaciones en el Ludus. No soy la Domina de este lugar, pero espero se me trate con el obligado respeto - 

Suspiro y nego. "Ya, pero no creo que los hubiera usado contra nosotros. En especial contra mi hermana." siguio como excusa.

"Usaras tus guardias y los mios. Manius debe estar seguro." le devolvio pareciendo aceptar lo demas. "Livia? Si supongo que podria estar a tu disposicion pero recuerda que por ahora sin un reemplazo para el ludus y siendo lider de los gladiadores estara ocupada. Luego si quieres que escolte por el ludus no me niego."

Te miro y te sonrio. "Si, seras tratada con respeto. Yo como dije antes no quiero pelear." comento acercandose un poco mas a ti. "Respecto a lo de Domina se puede cambiar. Si le interesa un matrimonio, le interesa?" pregunto con una sonrisa tranquila pero bastante atento de tu respuesta.

Miro con extrañeza y después divertida a Faustus. -¿Me estás proponiendo matrimonio?.. ¿Así.. Sin cortejo ni adulación, sin regalos extravagantes? ¿Como si fuera un negocio?.. Faustus querido, ¿y ese repentino interés? - 

"Necesito una razon para interesarme en ti?" pregunto el hombre tambien sonriendo. "La verdad te veia algo seria para que empiece con un cortejo y un regalo. Talvez luego podria intentarlo pero solo si la posibilidad existe." dijo simplemente el hombre como si necesitara una explicacion mas tirada por la logica que con el amor.

-La posibilidad siempre existe, diferente es la probabilidad... Ya veremos Faustus.. La primera vez discutimos, la segunda me apuñalan, la tercera me pides matrimonio.. Quizá no sobrevivo a la cuarta. Desde luego siempre pasa algo no previsto, veremos que sorpresas nos trae la fortuna..En cuanto pueda caminar sin parecer mi bisabuela, llevaré a Manius al Coliseo. Quiero que lo conozca por dentro.. Y quiero que empiezen a conocerlo.. Si no te opones, naturalmente - 

Lo viste verte distinto cuando comentaste sobre la existencia de posibilidad. "Sin duda han sido unos dias agitados, pero dicen que en Roma siempre pasan cosas y la fortuna cambia rapidamente." comento el hombre acercandose a ti con otra disposicion distinta. "La oferta esta y te prometo que tratare de hacerlo mas elegante la proxima vez." comento sonriente.

"Si. Puedes llevarlo. No creo que tenga que decirte de los guardias pero lleva sirvientes. Quiero que Manius paresca fuerte." agrego mientras te daba el permiso.

-Bien.. Entonces estamos de acuerdo - Digo levantándome con cierta dificultad. -Hablaré con la tal Verina antes de salir, sobre los criados. Te veré esta noche en el altar a los lares.. Saluda a tu hermana de mi parte.. ¿Ha superado el disgusto de no casarse con Mario? - 

-Tiene toda mi comprensión, no te preocupes - apoyándome en su mano. -No soy una arpía de corazón frío. Creo que tu hermana se merece algo mejor, que aproveche la oportunidad-

"Le agradesco. Tal vez pueda decirselo cuando se encuentre con ella." comento ayudandole a levantarse. "Ninguno somos frios. Solo no nos conocimos en las mejores formas. Por suerte como con mi hermana hay otras oportunidades."

Me dirijo a la salida. -Hablaré con ella, si veo que es oportuno. Nos veremos en la noche Faustus-

Abandono la oficina y vuelvo a mi habitación para descansar y prepararme.