De nuevo habian podido salir afuera los gladiadores, practicando entre ellos sin mucha instruccion por la falta de un Doctore. Pero igual los presentes tuvieron cierta idea como hacer y los guardias presentes no les dieron un momento de respiracion. Hasta que por fin fue la hora de comer y descansar.
En una de las mesas del comedor que daba a la arena se sentaron algunos un par de gladiadores con los que tenias deseo de hablar. Drust y Horatis estaban ahi charlando. Al acercarse escuchabas que hablan del ejercicio pero tambien parecia haber ciertas dudas sobre si pelearian en el coliseo.
Ambos cayaron cuando te notaron cerca y se pusieron a comer su comida que era pan junto a varios tipos de verduras.
La romana se llega hasta los gladiadores, consciente de que las cosas habían cambiado desde lo que le había hecho a Alina. Sabía que aquello iba a suponer un antes y un después, hubiera preferido que la respetaran por gusto y no por miedo, pero no había tenido más opciones. Sin incomodarse por su brusco silencio, Livia toma asiento en la cabecera de la mesa, cerca de ambos y lleva su cuenco de comida con ella, el cual posa en la madera antes de sentarse.
-Que aproveche.- desea con un tono sosegado pero no amistoso. No iba a intentar engañarles, no era su estilo, a estas alturas las cartas estaban sobre la mesa.- Necesito saber qué es lo que sabéis del nuevo jefe de la guardia.
Ellos te miran cuando te sentas y notas esa incomodidad de ambos que estes ahi, que posiblemente esconde repulsión de ella. Pero igualmente no se fueron ni buscaron sacarse, siguiendo comiendo mas de su comida.
“Sabemos lo que sabes tu, querida lider.” responde rapido el galo mirando al romano que simplemente queda ahi callado comiendo. “Que pasa? No te cae bien? No te preocupes el otro no caia bien a una gladiadora y termino en una cruz.” comento encogiéndose de hombros.
Entonces Livia sonríe y si mueca se transforma en una risotada suave.
-Querido Drust...creo que aún no me has entendido.- sin dejar que se adivinaran sus intenciones y con un movimiento muy rápido, la romana toma por el pelo al galo y le estrella la cabeza contra la madera de la mesa.
-Respuesta equivocada, galo. Verás, no soy tu amigo cómo era Duilius. No voy unas piernas con un agujero en medio donde meterla como era Soenya. Soy Livia Octavia, gladiadora de Roma. Me debes lealtad si quieres conservar los pies en la tierra. - hace una pausa y toma un poco de su comida con calma mientras Drust se recupera del golpe. - Lo pediré una vez más. Quiero saber qué sabéis de Kaeso. Si tengo que pedirlo una tercera vez será por las malas.
Motivo: Estrellas cabeza de Drust contra la mesa
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 1, 7, 2, 4, 8, 1, 9
Éxitos: 1
3 éxitos. No tiro daño porque es más una maniobra de intimidación o para llamar su atención que de provocar una pelea
El galo no se lo ve venir, tal vez el gesto o que tengas la fuerza de realizar tal maniobra. Pero pronto recibe a la mesa con la cara. Dejando que su comida se caiga por la mesa o por el suelo.
"Maldita infeliz." dijo por debajo de su aliento pero igual escuchandose. "Kaeso, casi muere el dia de la rebelion. El junto con otros guardias estaban encontra del antiguo jefe. Pero ya ves como termino eso." dice escupiendo por la nariz sangre. "Supongo que te extrañaste antes porque me rei y es que me cae bien el romano que mata a los suyos." comento sonriendo de nuevo y mirandote con el desagrado de siempre.
Livia vuelve a acomodarse relajadamente en su banco y entrelaza los dedos de las manos sobre la mesa, escuchando muy atenta las palabras del gladiador. Cuando éste termina, la romana asiente con la cabeza y sonríe, complacida.
-¿Ves? No era tan difícil. La colaboración es importante pues nos mantiene a todos con vida, también a mi. -la líder de los gladiadores toma su cuenco de comida y lo pone delante de Drust para "reponer" la ración perdida del gladiador.-¿Entonces Kaeso estaba de parte de Ikateria en la revuelta? Y ha sido promocionado por Festus, ¿cierto?- va hilando con aire pensativo. Es demasiado evidente, algo se le está escapando...pero ahora no consigue dar con el qué.
-¿Alguna otra cosa que queráis decirme? Sería mejor que tu actitud fuera colaborativa siempre, Drust. Pronto nos encontraremos en el Coliseo y allí si que libraremos batallas de verdad. Me gustaría saber que los gladidores están centrados y satisfechos cuando llegue ese momento. Yo puedo conseguir satisfacción para todos...¿las esclavas sexuales del pater podrían ser un buen aliciente para mejorar tu actitud?
"Yo no dije eso, pero sin duda ayudo a Ikateria y a Soenya. Mas bien a todos." comento el galo limpiandose con su ropa la sangre que cai de su nariz.
Sonrio divertido ante tu ofrecimiento. "Podria ser un buen soborno. Si." comento el hombre dando una mirada de costado al romano que parecio prestar mas atension cuando nombraste el coliseo pero no se veia negativo hacia el uso de exclava. "Eso te contaron? que iremos al coliseo?" pregunto en principio antes de pensarlo. "La verdad aca con el romano le comentaba que con este lio de la rebelion, tal vez y terminamos perdiendonos las festividades de este año. Ya sabes por el desorden que los romanos no quieren tener cerca." comento ya ofreciendo otro tema del que podia hablarte, notaste como el romano te miraba con mas intensidad ahora esperando una respuesta al comentario del galo.
-No me preocupa proporcionaros el desahogo que necesitéis. Seguramente pueda convencer al pater de que eso subiría la moral. Pero cuidado con las risas, los comentarios y las burlas hacia mi...por dentro puedes pensar lo que quieras, Drust, pero si me dejas mal un público, alguien peor que yo se hará cargo. Y volveremos a las celdas individuales, a los castigos sin motivo y sin más remedio que daros por el culo entre vosotros. - advierte, bajando un poco el tono antes de bajar la voz.
-Desde luego que la intención es esa, ir al Coliseo. Precisamente en estas horas bajas es lo más conveniente, para subsanar la mala imagen que el ludus ha cogido por la rebelión. Cuanto más herido está un animal, más peligroso se vuelve. - observa tamborileando con sus dedos en la taberna y mira a los dos gladiadores- La familia Donicus debe demostrar que lo tiene todo bajo control, que la rebelión fue aplastada y sus cenizas apagadas. Y no hay mejor manera de hacerlo que en público y en un evento masivo. No se tolerarán los errores en disciplina
El galo sonrio cuando lo confirmaste. "Bien. Entonces dejare mis criticas para ti conmigo, despues de todo parece no haber mucho publico que se interese de ello." comento encogiendose de hombros. "Aunque me alegra volver a la normalidad al menos por un rato. Incluso podrias decirles a tus amigas que pueden venir tambien." comento mirandote con picardia. "O incluso tu." dijo tambien bajando el tono y pasando de la amenaza.
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"Eso si nos dejan presentarnos." comenta el romano metiendose en la conversacion. "En el ejercito un general que solo trae verguenza y no se lo puede sacar es puesto a lo ultimo de la formacion. Siendo ignorado y dejado sin honor." continua.
"La rebelion fue aplastada y eso se sabe. Quienes piensas que quedan? Drust o la marcada? Ninguno hara nada, no se van a animar." pregunta mostrandose molesto y mirando al galo que le diga lo contrario y el galo no lo hace. "Yo rezo a Marte que nos permitan participar. Pero quiero saber si se va a hacer o no." interesado en ese punto y queriendo una respuesta clara.
-Yo no yazco con extranjeros Drust. Esa es la realidad.- contesta sin acritud, sólo constatando un hecho- Y antes de que lo digas...Duilius fue un error, uno que no voy a cometer de nuevo. -cambia el tono hacia uno más liviano- Las otras gladiadoras...yo no decido por ellas, pedídselo y que ellas decidan si les agradáis. Hay muchos momentos que podéis aprovechar en el día, intentaré que progresivamente aumenten nuestras libertades pero debo lidiar con muchos asuntos.- comenta y se sirve un vaso de agua, sedienta.
-Quiero pensar que el castigo a Alina fue lo bastante ejemplarizante para todos y que se acabe eso de idolatrar la rebelión de aquellos que han acabado siendo un adorno del patio. -hace una pausa y se centra en la insistencia del romano.
-Yo misma le sugerí a Flavius que así fuera, que era primordial mejorar la imagen de la familia donicus ante el resto de gens patricias. No se si antes de ser soldado fuisteis ciudadano de Roma, Horatius pero bien sabes lo importante que es mostrar fortaleza incluso en la flaqueza. Esto no es el ejército pero aunque lo fuera...míranos. No creo que Flavius pueda permitirse el lujo de dejar a nadie fuera de la vista del público, somos muy pocos.
Sonrio con picardia pero antes que pudiera decir algo lo interceptaste en algo iba a decir. "Un error...lastima que te vuelvas casta." comenta el hombre tras pensarlo.
"Sabes esto pudiste decirlo cuando estabamos todos. Habria resultado mas agradable de lo que paso al final, incluyendo lo que hizo el Pater." dijo el galo mirandola con algo mas de seriedad poniendose a comer mientras dejaba a los romanos hablar.
"Lo fui tras terminar mi tiempo en el ejercito, como el resto." respondio aclarando que seguian siendo muy parecidos, aunque con otras ideas seguramente. "Pero si conosco esas palabras. Nunca dije que dejara a ninguno de ustedes fuera de vista. Sino que los organizadores del torneo, incluyendo al emperador, dejaran fuera de la festividad a este Ludus." comento observando alrededor.
"Sin duda somos pocos. Triste de verlo." expreso preocupado.
-Pude decirlo pero no con Alina instigándome y tu burlándote. También tu podrías haber contestado a mi pregunta sin necesidad de comer madera y aquí estamos. No se me ha dejado otra opción, y te repito. Ante todo soy tu líder. No te voy a traicionar pero no soy tu amiga. Si tengo que castigarte lo haré...por el bien de todos. - le responde al galo del cabello rubio.- Lo que hizo el domitor Flavius también era muy necesario...para que viéramos que nadie es imprescindible y que la traición se paga...seas esclavo o patricio.
Se sirve otro vaso de agua y rellena el de los otros gladiadores, pensando las palabras de Horatius antes de responder.
-No lo harían...hay muchas miradas puestas en esta casa, para bien o para mal. El coliseo es una prueba de fuego para todos. Depende de nuestro desempeño que todo se hunda o que nos ensalcen...¿Qué es lo que vosotros queréis? No nos aguarda un buen futuro si perdemos inversores y si el Pater considera que la mala fama del ludus es insalvable...seguramente todos iremos a minas o a galeras hasta la muerte. Pregunto...¿Qué preferís?
Parecia que queria comer y quedarse callado pero cosas en lo que decias lo volvian a poner con ganas de hablar, aunque notabas que al romano no terminaba de gustarle eso. "Nunca fuimos amigos. Nunca lo intentaste aun antes de ser lider por segunda vez." dijo simplemente comiendo. "No es la primera vez que veo hombre o mujeres en la cruz de ustedes. No creo que sea la ultima, suerte para no quedar subida ahi tambien." dijo como si fuera a concluir sus palabras.
"Yo prefiero la batalla en el coliseo, por eso me inscribi como gladiador." dijo el hombre con seguridad. "Yo solo insisto con estas preguntas porque quiero seguridad de esto y aca mi compañero no lo sabe." dice señalando a Drust que se encoge de hombros.
"Voy a creerte respecto a que no nos dejaran afuera en el momento de las festividades. Es lo que deseo. Si al ludus le va bien, mejor." expreso con un gesto de un puño apoyado en el corazon.
La conversación no daba para mucho más, tampoco tenia sentido seguir discutiendo con Drust en algo que al fin y al cabo, tenía razón. No había intentado tener amigos entre los gladiadores; esto no era un gymnasium para hacer amistades ni un campo del ejército donde la camaradería era recompensada...desde el principio esto había sido una piscina de tiburones, una versión de Roma y sus intrigas pero en pequeño y concentrado en un puñado de paredes y pasillos.
-Habrá oportunidad de demostrar nuestra valía. Y nuestra suerte mejorará...y eso es bueno para todos.- dicho esto, la romana se levanta de la mesa apoyando sus manos en ella y deja a los hombres comer tranquilos. Ella iba a conseguir un nuevo cuenco de comida y estaría contenta de comer sola.
El romano asintio tal vez mas tranquilo mientras Drust parecio aceptar una victoria y dejo de hablar para seguir comiendo su nuevo plato. Ni bien te fuiste volvieron a hablar entre ellos. Susurros que no podias escuchar.
Pensando en como iban las cosas tal vez el ludus no estaba tan perdido como parecia. Pronto harian el ritual con Elia y luego irian al Coliseo para tratar de ganar fama. Pero ella aun estaba una mision que le habian dado los dioses, aunque las cosas aun no quedaban claras.
Al ir a la cocina a pedir otro plato se lo nego el cocinero. Orden de Flavios no habria doble racion para los gladiadores, incluida ella. Lo que era una lastima pero podria seguir tomando antes que la practica comience de nuevo. Despues de todo ella se encargaba de ello. Ella se encargaba de nuevas cosas, asi ella pensaba que saldria todo mejor.
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