Partida Rol por web

"Lo hara. Sino sera echado rapidamente." comento el Pater. "No tenemos tiempo para poca disciplina aqui. Necesitamos mostrar orden y honor en este ludus." dice con determinacion haciendo un gesto teatral con la mano. Uno que Livia conocia ya que era muy usado por los senadores.

"El futuro de ustedes sera brillante. Su pelea mostro que las mujeres no solo pueden dar un espectaculo sino que pueden pelear contra hombres. Por lo que pronto las llevaremos al coliceo para que puedan cumplir con su deber sagrado." dice el hombre y luego mira a su hija. "Mientras uistedes planearan un dia para la boda. Esta union debe ocurrir cuanto antes." decia el hombre pareciendo emocionarse con sus propias palabras. Aunque ese brillo en sus ojos Livia lo conocia, era el del tipico romano que empezaba a especular de la mejor forma para ganar gloria en esta gran ciudad.

Poco a poco fue recuperando la compostura mientras escuchaba al Pater hablar, respirando con calma y atendiendo a sus palabras.

- Seguro que así será.

Consigue sonreír ligeramente ante sus palabras y vuelve a hablar con calma.

- Así será Domine. Será un honor pelear en el coliseo por el honor y el renombre del ludus y su familia. Se sentirán orgullosos de sus gladiadoras. 

Realmente la idea de preparar y liderar a las gladiadoras iba gustándole cada vez más pues podría transmitirles sus conocimientos y experiencias en el terreno. Si era cierto que vendrían algunas más, esperaba que tuvieran mínimo alguna experiencia... 

Livia asiente y sonríe con cierto orgullo ante las palabras del pater, piensa en el coliseo, en las gradas llenas coreando su nombre...subir los escalones de la arena, ver los rastrillos abrirse ante sí...volver a sentir la sangre correr por sus manos como la otra tarde...la bendición de los dioses sobre su piel...su piel...

La romana frunce un poco los labios, pensándose si hablar o no por un instante pero al final lo hace, quizás simplemente por no tener nada que perder:

-Gracias domine por sus palabras...realmente es deseo de cualquier gladiador que se precie luchar en la arena por la gloria de su ludus y complacer a sus amos y a los dioses.- hace una brevisima pausa en este punto, cargada de significado, a cada cual que entienda lo que desee- Mas...me gustaría hace una pregunta, aun a riesgo de ser irrespetuosa. Me gustaría saber...¿cuándo recibiré mi marca?-  y al preguntar su mirada barre a las tres presencias nobles, buscando cualquier señal de reacción en sus caras, cualquier signo de una respuesta o de una duda.

El Pater parecio satisfecho con las palabras de la germanada, mientras la hija dio su mejor sonrisa. Pero entonces llego la pregunta de ellos que los dejo algo pensativos y preocupados mirandose entre ellos. Tal vez aun no habian decidido que hacer contigo.

“No eres irrespetuosa, es una buena pregunta.” le dice ella tardando un poco en responder. “Tu marca llegara muy pronto. Seguramente estoy dias ya que es mejor que seas marcada de forma rapida.”

“El Doctore podria marcarte, ya que los demas patricios de roma parecieron no interesarse en darte su bencicion tras tu castigo. Aunque tambien podria ser yo quien te marque.” comento la mujer buscando tu reaccion acerca de quien mas preferias.

Livia parece incluso respirar aliviada ante las primeras palabras de Camilia. Realmente había sido muy difícil mantener alejado el pensamiento que la llevaba a creer una y otra vez que nunca tendría la marca.

Permanece escuchando sin decir nada, centrada su atención en la mujer y, sin poder evitarlo se le alza un poco la ceja cuando ella dijo que ningún patricio había mostrado interés. Ella sabía que al menos uno si lo había hecho, mas no era el momento de sacar ese tema.

-Sin duda prefiero que sea un romano quien lo haga, domina, si se me permite elegir. Y para mí sería un honor que lo hicierais vos si es que ningún otro con derecho lo ha solicitado.

Permaneció en silencio mientras escuchaba a la Domina y a su compañera hablar, alegrándose de que ésta recibiera pronto la marca y que no fuera aquel pérfido sacerdote que la había condenado al castigo. 

Era bastante curioso como su compañera siempre buscaba que todo se lo hicieran los romanos y ella misma buscaba renegar y alejarse todo lo posible de ellos... Bueno, sería el hecho de que ella había visto la verdadera cara de ese pueblo que Livia tanto admiraba y protegía... 

Se quedó allí, de pie y calmada mientras esperaba alguna nueva indicación. 

"Sera un romano entonces." aprovo ella sin que los otros dos dijieran algo encontra.

Luego los tres se quedaron mirandose entre ellos y acercandose un poco empezaron a susurrarse entre ellos. Entonces la Domina volvio a mirarlas. "Creo que con eso terminamos. Ya hablaremos con cada una por separas, por los temas que les competen."

"Hay algo que desean decir o preguntar. Tienen libertad ahora, sino daremos finalizada esta reunion." dijo llegando hacia el final de la reunion luego de las palabras de ellas.

Niega con la cabeza.

- Nada por mi parte Domina. Esperaré por su llamada.

Esperó a que les dieran la orden de marcharse. 

-Nada más, domines... gracias por sus palabras y la confianza.- dice respetuosamente y guarda silencio, visiblemente más tranquila y sosegada que como entró incluso en comparación con estos días atrás. Parecía que se había quitado un gran peso de encima.

"Pueden retirarse. Guardias escoltenlas a sus celdas." dijo el Pater. A lo que uno de los guardias abrio la puerta mientras los demas ya las rodeaban para llevarlas fuera.

El camino fue en silencio o al menos asi debia ser con los muchos pensamientos en la cabeza de ambas. Cuando llegaron a sus celdas estan estaban abiertas. Asi quedaron para que ambas charlen.