Partida Rol por web

"Si ve razon para comprobarlo, hagalo. Son esclavas pero comenteme como piensa hacerlo por favor." dijo el vendedor mirando a sus esclavas siendo puestas juntas. "Espero que me recomiende y si es a sus compañeros del senado mejor." comentaba mas que contento.

"Mmm si alguno que otro. Aunque se venden muy rapido como gladiadores los desertores y los ex soldados como guardias. Es un mercado muy cotisado." dijo pensando y dando un vistazo detras suyo a otras mercancias.

- Mi buen amigo, Gladius, estaba bromeando con lo de probarlas aquí - sonríe.- Solamente era eso, confío en tu palabra ya que es sagrada y lo de recomendarte, puedes contar con ello aunque te pediré que me guardes guerreros, ex soldados y las chicas más hermosas que tengas. Si te llega alguna que otra guerrera también. 

El esclavista escucho y rio con ganas. “Soy tonto entonces mi señor.” comento aunque sentiste que si le dabas una buena manera de probarlo lo aceptaria.

“Guardare guerreros, guerrera y ex soldados. Le avisare para que pueda reclamar a los recien llegados. Por supuesto tambien a las hermosas mujeres.” sonrie con cierta lasciva.

“Bueno paso a cobrarle a los que compra ahora.” dicho eso te da una suma mientras los suyos van atando a los esclavos juntos pasando las llaves de sus cadenas a tus guardias. Parecen que las mujeres aunque tristes estan resignadas y el gladiador se ve listo, ya sea para lo que le mandes a hacer u otra cosa.

Mario asiente, viendo que se trata de un precio justo a su parecer. Se despide de Gladius y comenta a los esclavos recién comprados...

- Por lo general solo pido respeto, lealtad y obediencia a mis esclavos, a cambio les doy buena alimentación, ropa, techo y algo de confort. Si cumplen con mi pedido les irá bien y quizás en el futuro les libere con algo de dinero y trabajo. No me gusta tener que amenazar ni castigar ya que creo suficiente una buena y civilizada conversación a tener que latigar o crucificar. Mi nombre es Mario Flavio Fulgurator y soy Senador Romano. ¿Comprenden todo lo que les he dicho? - hablando en un tono bastante cordial y relajado.- 

Gladius sin duda se ve contento no solo por la buena mente y los posibles nuevos clientes, sino porque habia logrado sacar bastante dinero de Mario. Se despidio con un saludo y fue a guardar su nuevo oro.

Mientras Mario quedo con los esclavos, en su mayoria mujeres. Estas escucharon todo lo dicho y finalmente asintieron. Si bien las palabras de Mario podian ser educadas y sinceras, este podia notar que tres de las cuatro esclavas parecian incredulas mientras el gladiador se monstruo como era normal en los suyos, sumiso.

Una de las chicas se animo a hablar. “Comprendemos. Que haremos por ti...amo?” pregunto con nervios.

- Lo que les pida, preciosa, es simplemente eso. ¿Cómo te llamas y de dónde vienes?

La esclava te mira y suspira ante la respuesta vaga que le das. Tal vez se imagina algo malo. "Kira, vengo de los terriotorios del norte. De la frontera con los galos." responde lo mejor que puede, ya que tal vez no sabe del todo como expresar su territorio.

- ¿Eres gala? - cuestionó interesado, ya que cuando se sentían a gusto y se les trataba bien eran bien putitas en el triclinum.- La fama de las mujeres galas las precede allá por donde vayan. Mucho gusto.

“Supongo.” respondio ella sin un si o un no, mirandolo curioso. “Mucho gusto amo. Puedo preguntar que fama tenemos?” pregunto mirando a las demas tal vez buscando una gala mas en el grupo. Pero no tuvo suerte al parecer.

- Tienen fama de ser grandes conocedoras de plantas medicinales y lingüistas naturales, además de buenas madres. Bueno, vamos, sin ánimos de ofender, también de tener la cadera fuerte y las nalgas firmes como las más hermosas estatuas - apretando su glúteo derecho.- ¡Por los Dioses que sí! Vaya, al llegar tendrás unas copas de vino como premio por ser perfecta como lo asegura la gente de mundo. ¿Alguien puede preguntar al resto su nombre y que digan de dónde vienen? 

“Hay malas madres?” pregunto pareciendo quedarse en eso, hasta que escucho lo siguiente y el toque de este en su cuerpo. Sorprendiendola pero sin rechazarlo era su nueva vida suponia. “Gracias amo. Tambien por el halago.” dijo con una pequeña sonrisa buscando al resto.

“He estabamos juntos, por lo que puedo decirte. Horatius, viene de esta peninsula...” dijo señalandolo aunque no fuera necesario al ser el unico hombre. “Katla, norteña. De las tierras heladas mas arriba de los germanos.” dijo señalando a la joven que de algun lugar habia conseguido flores para ponerse en el pelo. “Bheka, de las tierras partis donde sea que sea eso.” señalo a la morena de piel bronceada. “Por ultimo Val de las islas al norte de mi tierra.”

Con eso presento a todas y se acerco mas a su amo. “Podemos irnos de aquí. El mercado nos da miedo.” o mas bien el gladius y los que eran como èl.

- Kira, a mí me crió una nodriza gala porque ella no deseaba dañar sus pechos ni tuvo tiempo para educarme aunque varios esclavos lo hicieron y bien - hace una pausa para reír a carcajadas.- Al menos ninguno fue heleno, esos son bastante poco heterosexuales. Volviendo a lo tuyo, me gustaría que enseñes latín a los demás esclavos, serás su tutora y más adelante si deseas aprenderás a leer y escribir, quizás también algo de geografía - ya serio.- Si haces bien tus encargos serás libre y tendrás una paga, techo y comida, además de mi protección.

Mira al resto y saluda a cada uno por su nombre, luego de lo cual prosiguen camino hasta casa. Un lugar a unos pocos kilómetros de allí, en donde les quitan las cadenas, los sientan a la mesa y les sirven abundante agua, un poco de vino reducido y luego de entrada una ensalada de tomates, nabos, papas y repollos, un plato de sopa y algo de pan para acompañar un plato de carne de res. Terminado el almuerzo, llevan al hombre a una barraca confortable en donde otros esclavos le explicarán las reglas de la casa, luego podrá descansar y a las mujeres él lleva a otra, para que hagan lo mismo, descansar.

- Kira, por favor tradúceles todo lo que digo - hace una pausa esperando respuesta.- Muy bien, están en éste su nuevo hogar, espero que nunca les falte reparos a la hora de comunicar sus necesidades, sean del tipo que sean. Kira será su tutora y deberán aprender latín para poder tener una vida mejor. Todas respetarán a Mamá Cassia - tomándola de la mano.- ya que ella además de ser mi nodriza y amiga es mi mano derecha y una ciudadana por derecho propio, conseguido por su lealtad y honradez. Para el mundo de afuera todos tenemos un valor monetario que nos hace libres o esclavos pero aquí eso no sucederá jamás ya que cuido de los míos, no porque me pertenezcan sino porque son personas y siempre serán tratadas como tales. Mamá Cassia también, cuando le sea posible y si es tan amable les enseñará a hablar latín y todo lo necesario para que se comporten como damas romanas. Modales y esas cosas que son bien vistas, también a bañarse y esas cosas. Todas esas cosas que hacen de las mujeres, damas. Antes de olvidarme, ustedes trabajarán dentro de mi casa y tienen prohibido el contacto con los demás esclavos, siervos o personas libres sin mi explícito permiso. Ahora descansarán ya que necesitan hacerlo, al despertar, se darán un baño y Mamá Cassia les dará ropas a nuestra usanza. Con respecto a sus creencias y religiones, siempre que no atenten contra el buen gusto ni dañen a los demás serán permitidas excepto sean cristianas. El cristianismo y el monoteísmo están prohibidos en esta casa.

Pasadas unas horas, cerca de la cena, Mario despierta a las chicas, luego de terminar todas sus tareas diarias y junto a Cassia lleva a las chicas a bañarse y vestirse. Permanece todo ese tiempo con ellas y luego pide a Kira que le acompañe a la casa a cenar con él mientras su mano derecha enseñará a las demás modales en la mesa y esas cosas, ya que también ella es de origen bárbaro.

- Bueno, Kira, me gustaría saber más de tí y saber qué esperas de la vida y si podrías ser feliz aquí - sirviéndole una copa de vino sin reducir, unas uvas, nueces y un poco de bichos de mar en un par de platos.- No temas y se sincera, que la mentira no lleva a buen puerto.             

La gala le escuchaba pero no podia creer lo que le ofrecia. La idea de ser tutora no le vendria mal y por la posible libertad lo aceptaria. “Podria enseñar a los demas, no son tontas. El romano ya sabe latin y las demas con un buen incentivo seguro aprenden.” comento a Mario de cerca en los saludos, acariciando su brazo consintiendolo de esa manera y viendo si queria.

Ninguno rechaza la comida que se les ofrece sino que comen como si hubieran pasado abre y es que en verdad lo habian pasado. La futura siesta tambien los tienta.

Todos escucharon la traduccion de Kyra y se vieron igual de sorprendidos que ella tal amabilidad de parte de un roma. A pesar que les cortaba el habla con otros parecian aceptarlo sin mucho ruido o queja. Tras ellos se fueron retirando hacia sus camas.

Cuando despiertan y van a ballarse se sienten incomodas un poco con tu presencia pero al final se dejan. Observabas los distintos cuerpos presentes ante ti y notas las distintas bellezas que ofrece el mundo barbaro, que te da un deseo de entrar a bañarte con ellas y hacer mas cosas.

Finalmente en la cena de un dia que paso muy rapido se encuentran comiendo un poco mas, las chicas mirandote con curiosidad mientras Kira aprovecha estando tan cerca. “Mmm la verdad no se que esperar de la vida, sin duda no esperaba ser comprada por un hombre bueno y guapo.” dice ella sonriendo con alegria y crees que algo de lujuria. “Si, creo que sere feliz aquí.”

Viste que evito el tema de su pasado. “Podriamos guardarlo para otra noche. La verdad que ha sido muy movido este dia. Tal vez tengo energia para una unica accion.” comento ella sonriendo con picardia.

Sorprendido por tan buen recibimiento de la chica, sonríe y responde a sus caricias con más caricias, besos y lamidas. Le desnuda lentamente y besa, lame, acaricia y estruja todo su cuerpo sin reparos. Le cabalga y la goza de todas formas posibles, evitando de momento el sexo anal ya que tiene el pene hecho un pergamino y no desea hacerlo todo de una vez con Kira. Jugar excesivamente con un juguete nuevo aburre a cualquiera. 

- ¿Deseas quedarte a dormir aquí? La noche está algo fresca y me gustaría sentir tu calor en mi lecho.  

Tras la cena se acomodaron en el triclinum con Kira, sus compañeras y la madrastra Cassia, ahi te dejaste llevar por tus impulsos lascivos. La gala aunque se sorprendio un poco en principio, te acompaño.

Dejandose besar y besando ella tambien. Sin resistirse a que la desnudes frente a las demas. Gime de placer salvaje mientras la cabalgas moviendose ella tambien y llevandote al limite de que podias ese dias que habias tenido bastante accion. Su cadera deliciosa moviendose con ritmo que mostraba juventud y mucho deseo.

Cuando terminaron te miro e ignoro a las demas. “Ire contigo.” respondio, la verdad que hacia calor esa noche pero no el suficiente para molestar tener algo de compañía.

A tu madraste la notaste suspirar, algo preocupada. Aunque tambien lo habia hecho en tu discurso pero parecia dispuesta dejarte para irte esta noche con tu nuevo jugete.

- La verdad es que estoy bastante cansado, por favor retírense todas excepto Kira, necesito que me des un baño antes de ir a la cama. 

Todas se retiraron, incluso tu madrina quedandote viendo un poco antes de retirarte. Suponias que queria una charla contigo mañana.

Pero eso no importaba pronto tuviste tu baño listo con ayuda de otras sirvientas. Kira mientras se habia quedado junto a ti y ahora mismo se encargo de ayudarte a bañarte. Te sentiste tentado pero sin energias para tomarla de nuevo. El dia habia sido activo y ahbias conseguido tantos tratos como nuevos conocidas.

Habia sido un buen dia con un buen final ya que en la cama te encontraste acostado junto a esa gala con las nalgas firmes.