La romana no se hace de rogar y quita una sandalia primero y otra después dejando ambas cerca del sofá pero en un sitio que no estorbasen.
-Algo así me dijo el mismo de las alas en los pies, mi señora. Que la ambición había forjado Roma y esa era nuestra fuerza pero que sin medida era un signo de corrupción en el hombre.- con cuidado, casi con miedo, Livia posa sus dedos en los descalzos pies de la patricia y empieza a darle un suave masaje en los mismos, atenta a un rechazo por parte de la sacerdotisa, pero sigue hablando.
-No se mucho sobre Balbo, mi señora, estuvo en la fiesta de la marca antes de que vos llegaseis. Me dio mala espina desde que lo vi por primera vez, y no por su desagradable aspecto, los dioses saben que su descuidado cuerpo es una lacra que sufren muchos hombres de Roma. Pero su manera de mirar, de cuchichear. Por su conversación con el Nórdico supe que debe ser dueño de otro ludus, uno que rivaliza con la casa Donicus. El gladiador parecía hostil con él, tal vez hubiera rencillas en el pasado entre ambas casas.
-¿Y ese Nórdico? Manius parece que vio una discusión entre él y Camila.. Creo que Camila sabía demasiadas cosas, o estaba empezando a saber demasiado. Si querían hacerse con el control del Ludus, matarla no era la mejor manera. No tengo duda que ese tal Gaius y Mario están detrás del asesinato, y que no fue cometido siguiendo el plan..lo improvisarón,por eso se formo ese caos después.. si supiera porque-
Me recuesto cerrando los ojos, dejando que Livia prosiga a su antojo -Voy a ciegas, incluso Mars trama algo.. Le hecho una oferta descabellada a Memmia, y una oferta que en según que oídos es traición -
-Mi señora, sé que Mars no es de vuestro agrado, pero los dioses deben cooperar para mantener la fe unida, aunque haya rencillas entre ellos, lo que ocurre ahora con el emperador es más grave que cualquier competición vanidosa que se forme entre ellos. Y ellos ya lo saben y por eso me instaron a que yo sirviera de puente entre vos y el sacerdote de Marte. -expone mientras continua masajeando los pies de la hermosa patricia.
-Tal vez una conversación con él podría aportaros algo de luz y sabríais de forma definitoria si podéis o no contar con él. Una cosa es cómo estuvieran las cosas antes de lo ocurrido hoy en el Coliseo...pero está claro que ahora la situación bien podría ser diferente.- propone en actitud conciliadora.
-Me temo que ese Nórdico desapareció poco después de nuestra fiesta de la marca y nunca más se supo de él; dicen que fue a cumplir un encargo y que jamás volvió.
-Me ha hablado de sus visiones, de una nueva revuelta.. Creo que piensa que se está preparando una rebelion mayor en el Coliseo.. Por Júpiter, me hicierón saber de una conspiración contra el emperador, aquí.. me encargarón descubrirla y descubrir a los participantes.. Y ahora no se que debo hacer Livia.. Debo ser leal al Emperador, a Roma, a los dioses.. No puedo ser leal con todo.. Un perro solo puede tener un amo-
Observo a Livia meditando si debo confiarle más secretos, si será prudente destapar otra carta, antes de seguir hablando. -Livia, Mars ha prometido a Memmia el imperio si se casa con él.. Piensa que es un enviado de Marte en la tierra y que tendrá el mando de las legiones.. Eso no sólo es traición, eso es una locura.. Estaba al corriente de la revuelta en el Ludus-
-Ser leal a los dioses es lo que nos ha de garantizar que nuestra alma cruce a los campos elíseos. Son los dioses y no los hombres quienes juzgarán nuestros actos, domina Elia. Yo no tengo duda alguna, el mismo Mercurio me lo reveló. Los hombres a veces están ciegos y se equivocan. Ellos no.- dice tras su primera pausa, continuando relajadamente con su masaje, desde el tobillo hasta la punta de los dedos, con cuidado de no hacerle daño.
Pero entonces Elia le cuenta aquella última novedad y los dedos de Livia se crispan, atenazados un instante. Alza la mirada y mira los ojos de la patricia.
-No puede ser...-musita incrédula- ¿cómo que estaba al corriente? Las promesas de un hombre duran lo que tarda en meterla en caliente, no me preocupa si le promete a Memmia el imperio o el mundo entero...sólo es un hombre. Pero...por favor, se lo ruego, explicadme eso de que Mars sabía de la rebelión.
Miro con severidad a Livia. -Así me lo reconoció.. Que Marte le había advertido que iba a producirse una rebelión, y que los demás no nos dimos cuenta de nada. Quizá sea cierto, quizá estaba siendo jactancioso, quizá quería darse importancia, quizá quería impresionarme para meterla en caliente.. Mi pie Livia Octavia-
Entonces se da cuenta de que está apretando con excesiva fuerza el pie de la sacerdotisa y, rapdamente y con expresión avergonzada, retira la mano y se muerde el labio inferior.
-Perdona, domina.- se disculpa con presteza, volviendo a iniciar su masaje con extremo cuidado para aliviar la molestia que haya podido causar.
Guarda silencio durante largos instantes, meditando las palabras de Elia y los descubrimientos, intentando encajar todo en su mente, aunque no con demasiado éxito. La inteligencia no era una de sus virtudes.
-Entonces ¿no consideráis tener una charla con él? Tal vez sea tarde, los acontecimientos se precipitan pero...creo que los dioses esperan de nosotros que estemos unidos ante en enemigo y enemigo es la blasfemia. ¿Y si fuera el momento de intentar dejar atrás cosas del pasado? Incluida la rebelión...los culpables fueron castigados, tal vez a Mars le fuera revelado lo que iba a pasar pero es un hombre y los hombres cometen errores. Es posible que incluso se haya arrepentido, él tenía sus planes, no deseaba la muerte de la domina Camilia, eso seguro.
Vuelvo a recostarme antes de responder. -Por supuesto que hablaré con Mars.. En su debido momento. Aún no se que papel jugaba Camila, o su prometido o Mario.. ¿Qué me estas pidiendo Livia? ¿Qué me una a la conspiración para asesinar al Emperador?.. No se que planea Mars, ni que planean ni quienes la forman.. Habrá que tener ojos y oídos atentos en la fiesta. Aprovecharán para hacer planes-
-No os pediría tal cosa nunca, domina...cada uno debe actuar conforme a sus creencias y lo que considera que es correcto. Tan solo os contesto a vuestra aseveración de que no se puede ser leal a todos los bandos. Yo...en mis sueños los dioses me guían, y seguiré sus designios, aunque me lleven a la muerte.- asegura con serenidad y la vista fija en el suelo, aunque había un brillo determinado y tal vez un poco peligroso en sus ojos de zafiro.- Pero hasta que llegue mi oportunidad, os seré fiel y acataré vuestras órdenes. La fiesta será una oportunidad para la casa de demostrar su fidelidad al emperador. Es primordial que demos esa imagen de unidad con la nueva divinidad para no terminar...bueno. Para no terminar.
-Ten cuidado Livia.. No siempre entendemos los designios de los dioses. Aún no he visto a un hombre atravesado por un rayo de Júpiter y si a muchos por las espadas de la guardia. Esperaremos a la fiesta y veremos que viento está soplando en el senado. Y espera también que el emperador tiene oídos en el Ludus además de los míos . Te recuerdo que estoy aquí para informar a palacio de lo que ocurre-
Guarda silencio unos largos instantes aun después de que Elia dejara de hablar. En esto que sube sus manos para continuar el masaje por las pantorrillas de la sacerdotisa, y aunque lo hace bien, puede notarse que le sigue dando vueltas al asunto.
-¿Y lo haréis? Informar al palacio.- concreta alzando un poco los ojos para mirarla directamente.- El emperador nos obliga a elegir un bando, puede que yo esté equivocada en cuanto a los designios divinos...pero ellos no me hacen elegir entre Roma y el Panteón...Calígula sí nos ha puesto en esa tesitura...¿qué elegiréis, mi señora? Sea lo que sea...yo deseo protegeros, a vos y a Manius...aunque con ello deba partirme en dos.
-¿De qué debo informar? ¿De las preocupaciones de una esclava.. De los absurdos sueños de un sacerdote de Marte? Ninguna conspiración tiene posibilidades sin un grupo de senadores que la respalden, eso lo se yo y lo sabe Caligula. ¿Y después?. Necesitas a la guardia y al ejercito, y naturalmente un nuevo emperador que no decida hacerte ejecutar por precaución. Mantén la calma, estoy convencida que en la fiesta del Ludus se tratarán todos esos temas..y será momento de decidir. Mi posición es muy delicada Livia, me enviarón de palacio y acudirán a mi buscando información-
La romana asiente con cautela a todo lo que dice la patricia, sus palabras están dotadas de gran sensatez y Livia lucha por convencerse de que ése es el camino correcto.
-En verdad nadie se juega más que vos en esto, domina. Perdón si os he parecido brusca o absurda, sé que tomaréis las decisiones más adecuadas. Os seguiré ciegamente.- le asegura, incorporándose para arrodillarse frente a ella y bajar su testa en señal de respeto, llegando a besarle los pies con devoción.
Tras esto, la esclava vuelve a quedarse sentada medio recostada sobre su propio brazo a los pies de Elia y echa un vistazo en derredor.
-¿Qué esperáis de mi en la fiesta? Aparte de mantener los ojos abiertos...dadme un código, una seña para que podáis comunicarme un peligro o una oportunidad.
-¿Una señal?.. Siempre llevo la trenza descansando sobre el hombro izquierdo, seguro que nadie cae en la cuenta si la cambio de lado. Por lo demás, solo queda estar con los oídos abiertos y esperar que alguien tenga la lengua floja-
-Lo tendré en cuenta. No os quitaré la vista de encima, domina.- le asegura la romana con seriedad.- El vino siempre ayuda a que los hombres cometan estupideces y digan cosas que no deberían. Habrá que asegurarse de que beban, puedo ocuparme de eso un poco.
No hay mucho más que decir, y con la fiesta en marcha pues tampoco veo gran sentido a alargar más la escena ¿como lo ves?
Por mi cerramos