Partida Rol por web

Sonrío a Livia y afirmo. Por mucho que desee la libertad, ganarla generandome unos enemigos como esta casa no tendría mucho sentido. Sobre todo si en algún momento pienso que podrían contratarme como Doctore ayudante del Doctore. O al menos facilitarme entrar en otra. No, quiero la libertad pero conseguirla así no lo veo. Aunque nunca debería decir de este agua no beberé, pero mi idea actualmente es esa.

-Y si alguna vez lo es...yo estaré allí para asegurarme de que lo piensas mejor.- le responde con un tono de advertencia un poco de broma, con calidez en el fondo y un deseo que se podía leer entre líneas que expresaba "espero que no llegue ese día".

-Tal vez deberíamos descansar ya* tenemos que entrenar duro para llegar fuertes al Coliseo.-recomienda Livia con una sonrisa.

Me sonrío ante sus palabras sabiendo el sentido en el que lo dice. Por supuesto que sé que, si es necesario, haría conmigo lo que con Alina para silenciar una posible revuelta.

Livia sugiere descansar ahora y me parece bien, estos son días largos hasta que llegue el momento del Coliseo y necesitaré estar descansada. Hasta mañana, hermana digo, despidiéndome con un abrazo a menos que me rechace.

Después me acostaré para dormir. Por primera vez veo un ligero punto de luz al final del túnel. Solo espero que no sea la luz de la madre llamándome. O de Plutón, si es que me acogen los dioses romanos.

Las noches pasan y los entrenamientos tambien. Los dias se vuelven monotonos exceptos por ciertos eventos que empezarian a marcar su vida o las lloevarian mucho mas cerca de la muerte de lo que ya estaban. Pero mas alla de eso ahi estaban de nuevo en las celdas.

-Brinda.-Livia parece bastante seria, algo nerviosa tal vez. Localiza con la mirada a su compañera negra pero también al resto de gladiadores.-Tengo que contaros algo, ha pasado...una cosa terrible que nos puede afectar a todos. A todo el Imperio.

La expresión de Livia me pone alerta de inmediato, buscando llamar la atención de todos cuando parece evidente que nos busca a todos. ¿Qué ha pasado, Livia? ¿Qué puede ser tan terrible?

Los gladiadores se acercan tambien y miran preocupados las palabras que libera Livia de su boca. Aunque es Brinda quien pregunta primera por lo que los demas se quedan escuchando por la respuesta de la lider de ellos.

La Romana consiguio la atension de todos. Ahi estaban los gladiadores y los sirvientes que se harian pasar por ellos.

-El emperador...se ha proclamado dios viviente y ha declarado la guerra a Neptuno, el dios del mar. Ha ordenado destruir sus templos y sus estatuas.-dice sin rodeos la romana, baja u poco el tono para que los guardias no oigan las conversación.

-No os alteréis por favor, Calígula sigue siendo el emperador y hablar mal de su gestión y su divinidad seguirá siendo penado con la muerte.

La miro completamente desconcertada. Pero Neptuno es el dios del mar, ¿verdad? Entonces corremos el peligro de una inundación. Entiendo.

Yo ya sabes que no conozco mucho sobre los dioses, lo que me habéis enseñado. Pero en Neptuno es uno de los dioses principales. En fin, eso tampoco es de mi incumbencia, tan solo espero que no nos afecte en ningún sentido a los gladiadores.

-Uno de nuestros hermanos...antiguos hermanos gladiadores se hace llamar Neptuno en honor al dios y lucha con el tridente que lo encarna. Seguro que estas alturas ya lo han crucificado.- comenta torciendo el gesto- Nos afectará, Brinda, en todas las maneras posibles, el emperador ha caído en la locura o en el engaño y comete blasfemia. No solo Neptuno estará enfadado, también Marte y el mismo Júpiter al ver la sublevación en su creación. Debemos mantenernos firmes, rezar a los verdaderos dioses para que no vuelquen su ira sobre nosotros...y aprovechar las oportunidades que tengamos para sanar la herida que nuestro emperador le hace a nuestra fe.

Afirmo a las palabras de Livia. Por supuesto, ya sabes que tengo mi altar dedicado a Marte. Le rezaré más a menudo, siempre que pueda, y espero así poder aplacar la ira del dios de la guerra y que la vuelque hacia quien ofende. Intentaré también crear versiones más pequeñas de otros dioses, cómo Júpiter o Neptuno, intentando con ello aplacar en parte su justa ira. No veo qué más puedo hacer, además de ofrecerle todos mis combates en la arena cosa que ya pensaba hacer.

-No no, a Neptuno no. Es demasiado arriesgado, rézale en silencio para tus adentros, que nadie se entere. Esto nos viene grande, los patricios están destruyendo sus efigies del dios del mar, no les demos motivos a la casa Donicus para que se les acuse de conspiración.- niega Livia frunciendo el ceño y mira al resto de hombres.

-¿Vosotros no tenéis nada que decir? Se os comió la lengua el gato? ¿O estáis pensando en vender a vuestras hermanas por traición?

Por un momento algunos se sorprendieron pero otros parecieron mirarla como preguntando que decir. Pero uno de ellos hablo.

"Hay que ser leal a roma, el emperador es roma. Asi que hay que servir." comento Drust con cierto humor en su tono. "Eso queres que digamos y que las vamos a traicionar?" pregunto ya con otro tono y mirando a los demas con enojo. "No hay traidores aca, somos hermanos gladiadores. Si alguno abre la boca contra un hermano gladiador morira. Los que no son gladiadores seran torturados antes de morir." les advirtio a los demas como si fuera una orden que tenia el derecho a dar mas que la jefa.

"Nosotros rezamos a Mercurio hace años y lo seguiremos haciendo. Nos trata bien y por eso sobrevivimos." expreso negando la cabeza. "Lo que habra pasado a Neptuno es una crueldad, era un buen gladiador. Por favor permitirnos brindar por él aunque no digamos su nombre. Es lo menos que se merece." te dijo y se noto que era un pedido. Los demas te vieron curiosos por la respuesta de Livia.

"Es cruel cuando pasan estas cosas. La prohibicion de un dios y la arogancia de un hombre." expreso una de las chicas que en general estaba muy callada y la verdad entre las presentes terminaba siendo la menos adapta por las copetencias fisicas. "Yo no traicionare aunque no sea una gladiadora." termino agregando viendo a sus compañeras.

Gaia rapidamente asintio un par de veces y lo mismo Dagna. Si era por miedo a Livia o Drust o por otro tema quedaba ahi en el aire.

-Eso espero. Lo que importa es esta casa y no debemos hacer nada que perjudique su nombre. Afortunadamente nosotros solo debemos permanecer callados y obedecer...los que lo tienen esta vez realmente difícil son los de arriba, no quisiera estar en su pellejo para lidiar con la situación que se va a formar en las calles y en los templos.

Suspira y acude a su celda para sentarse en el camastro y hunde su frente entre sus manos, parece cansada o tremendamente preocupada.

-¿Cómo van las cosas por aquí en lo demás? No tengo ojos para estar en todas partes, no cuento con la gracia de nuestro emperador, por eso os necesito a vosotros...tened los ojos bien abiertos ¿alguien ha visto algo sospechoso?

En ese momento soy yo la que tomo la palabra. Yo sí he visto algo. Bueno, no lo he visto yo en persona pero me lo han contado. Manius está siendo influenciado por los hermanos... o espero que solo esté siendo influenciado y no otra cosa. Porque si hay algo más mi honor me obligaría a defender al joven Manius.

-Cuéntame más, por favor, hermana. Cualquier detalle podría ser crucial.-añade la romana dando unos pasos hacia la esclava negra, manteniendo una expresión preocupada aunque firme en su ensombrecimiento.

Me quedo pensando un poco. Sé que una esclava, Marcia, visita con relativa regularidad a Manius, y no para hablar. También sé que esa Marcia visita regularmente al menos a uno de los hermanos, aunque sospecho que lo hace con los dos. Por lo tanto los hermanos pueden estar intentando socavar a Manius o conseguir información relevante sobre él.

Livia toma nota mental de la información que Brinda le traslada, frunce el ceño y suspira, tal vez esta información le llega demasiado tarde pero...no podía culpar a nadie.

-Sabía que Manius tenía un...algo con Mercia, pero no pensé que esa esclava estuviera siendo utilizada para conspirar. Debemos mantener los ojos bien abiertos, Manius es nuestra prioridad, hay protegerle a toda costa...puede que incluso de si mismo. Probablemente estén usando la influencia de Mercia sobre él para acercarle a sus propios intereses, el joven domitor está muy enamorado de la esclava y por esa fantasía hará lo que sea. Mucho cuidado, debemos seguir observando en silencio. No dudes en que nuestro deber y nuestro honor está con el joven Manius. Se lo debemos a Camilia.-alza la vista para mirar al resto de gladiadores- Todos se lo debemos.

Afirmo ante las palabras de Livia. No dudes que serás una de las primeras en enterarse si averiguo algo más. De todos modos no son cosas seguras, son conjeturas. Tengo claro que Marcia ha visto a Manius y al menos a uno de los hermanos, pero puede que los hermanos no lo sepan y sea solo circunstancial. Sin embargo como dices mejor andar con los ojos y los oídos abiertos. Todos.