La jornada estaba siendo demasiado exigente, como primer día en el ludus habría sido suficiente el entrenamiento con las armas. Sin embargo el transportar aquel madero estaba resultando excesivamente agotador.
Hasta que llegó un momento en que no pude más, simplemente lo dejé caer y efectivamente cayó a la arena como un peso muerto. En vez de recogerlo del suelo e intentar ponérmelo de nuevo, me senté sobre él, abriendo mis piernas y mi boca para que entrase más aire y lograr recuperar el aliento.
Motivo: Resistencia
Dificultad: 9
Tirada (3 dados): 5, 1, 4
Éxitos: -1 Pifia
No me sale la negrita con el móvil, lo siento
Las veía, estaban flaqueando en su accionar, agotadas por llevar esa madera a cuestas, y por estar expuestas al sol, es más, hasta el estaba transpirando por el calor que crecia.
Al ver la mirada de la romana, entendió que esta ya no podría más, y sabía bien que ella no hablaría debido a su orgullo, también era el momento de detener el entrenamiento debido a que el sol estaba en su punto más alto.
Se acercó a Livia y retiró con su mano el palum que esta portaba, y lo arrojó al suelo, lejos de las otras, sabía bien que eran guerreras, pero el límite de sus capacidades, si colapsaban, bueno, tal vez morirían, nunca esperó que prefirieran rendirse, eso creyó hasta ver a la egipcia dejar el madero en el suelo y sentarse en esa posición tan poco femenina, más no dijo nada.
Su hermano estaba desafiante por no acatar su orden, más después arreglaría ese asunto con el.
-ALTO, ya es suficiente, si pasan al más allá, será enfrentando a otras gladiadoras-
Hizo seña a los esclavos asistentes.
-El entrenamiento matinal terminó, todos vallan al comedor, ustedes, traigan agua para las gladiadoras-
Ordenó, satisfecho de que hubieran aguantado tanto, miró al palco una vez más.
Cambia del BBcode al CKeditor en el móvil, ahí te saldrán
Cuando Duilius le quita el peso de encima, Livia rueda para un lado, quedandose a cuatro patas un segundo, para tomar grandes bocanadas de aire, tal como hiciera la egipcia. Mas enseguida se levantó respirando fuerte y escupiendo a un lado una mezcla de arena y saliva. Parece cabreada, sobretodo, consigo misma y dirige una fiera mirada al doctore.
-No necesitaba tu ayuda, galo.- le susurra al pasar a su lado para luego, echar una mirada a sus compañeras, todas parecían bastante enteras aunque cansadas...y luego estaba Adonia, que había aguantado con el palum más que ninguna. Aquella mujer era realmente terrible e impresionante. Tal vez estuviera bendecida y maldecida por algún Dios caprichoso. La romana se cruje nerviosamente los nudillos, se recoloca la cola y su mandíbula hace un baile extraño, todo esto en apenas un segundo, estaba claro que aquella retahila de tics parecían algo más que gestos casuales.
Sea como fuere, Livia acude a sentarse junto a la egipcia palmeándole el hombro a ésta al tiempo que le sonreia aunque su mueca era cansada:
-Este dios tuyo...¿Ra? Nos esta haciendo pasar un calor...podrías decirle que bajara un poco ¿no?- dice evidentemente busca hacer algo de broma al respeto, sin mala intención aunque su comentario podría ser bastante inapropiado según el tipo de creyente que fuera la egipcia.
yo diria de no alargar esta escena demasiado porque se pisaría con la de la comida, en teoría ya enseguida nos vamos allí a la sombra a comer y beber y ya "reunificaríamos líneas temporales"
Pese a que mis compañeros prefieren descansar yo niego con la cabeza y continúo con el entrenamiento, con un entrenamiento suave en la pelea que me permite mantener la energía lo mas estable posible.
Mis ejercicios hacían gala de una destreza animal combinada con una contundencia fría y concisa en cada uno de sus movimientos. Al golpear a un objeto de entrenamiento su fuerza es importante y considerable mientras el calor y el sudor propio en un clima como en roma, sus músculos se marcan con el sudor junto a sus cicatrices que a aquella persona que no le desagraden le da un aspecto mas peligroso y salvaje, como un tigre que acecha y puede ser imprevisible.
Motivo: Apariencia
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 5, 5, 4, 7, 3, 10
Éxitos: 2
Yo también tiro que tengo derecho y soy muy chulo jaja, 2 exitos y a quien le gusten los hombres salvajes 3.
Se enfrasco en atender a las mujeres, en soportar el desdén de la romana, y en dejarlas descansar, más ahí estaba Nórdico haciendo gala de su ejercicio y estado físico.
Mostrándose cómo si se tratara de un juego o un espectáculo, y eso le estaba tocando los cojones a él.
Azotó el látigo al aire, mientras su rostro se desfigurada en una mueca de irritación.
-Dije ya basta-
Ambos sabían que no habría otro aviso.
Motivo: apariencia
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 1, 3, 3, 2, 10, 8, 1
Éxitos: 0 Fallo
Motivo: Intimidar
Dificultad: 6
Tirada (5 dados): 3, 1, 4, 7, 8
Éxitos: 1
Bueno, ya que Nórdico tiró, yo también tiro
si no se cuentan los unos, tengo 2 exitos, si se cuentan, entonces es un fallo XD
Sonrío cuando saco de sus casillas a mi hermano, eso en la arena son cosas que el público me aclamaría pero es momento de dejar de tocar la moral a mi hermano antes de que la cosa se ponga seria de verdad.
Con una gran sonrisa dejo de entrenar como ordena y miro descaradamente a las mujeres sin ningún disimulo guiñando el ojo y lanzando un beso en dirección a ellas para luego beber agua y refrescarme.
El rostro del Doctore se desfigura, haciendo que la piel de su cuerpo se ponga roja sangre, juntando las cejas en un ceño fruncido , mirando a todos los hombres ahí reunidos, los músculos enormes del Doctore se hinchan aún más, marcando venas y arterias, incluso las arterias de la sien comenzaban a latir.
Dejando claro con esa temible apariencia a todos que debían dejar el patio de forma inmediata si no querían experimentar una paliza a manos del instructor, el cual estaba experimentando la furia.
La paciencia pendía del hombre pendía de un hilo, era la mayor de sus cualidades, pero en estos instantes, estaban en su punto de ruptura. .
Motivo: Apariencia+intimidar
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 5, 8, 6, 3, 8, 6
Éxitos: 4
Al estar ya solo con los gladiadores junto a titus, le susurro divertido a mi compañero. No puedo amigo son todas muy hermosas y no estaría bien dejarlas solas...
Mientras reposaba con el palo en el suelo no pudo evitar sino fijarse en aquellos hombres y gladiadores que compartían la arena con ellas y, la verdad, es que no pasaban desapercibidos, especialmente el que se había presentado como Nórdico... Sus formas, los movimientos de sus músculos y esa arrogancia era la típica de los de su tierra y eso provocó una seductora y bastante lasciva sonrisa en el rostro de la germana, que no dudó en repasarlo de arriba a abajo y devolverle el guiño.
El doctore tampoco estaba nada mal, pero daba la sensación que en aquel pequeño enfrentamiento entre dos leones, el Nórdico había salido victorioso...
El cuerpo de Soenya se calentó algo más a consecuencia del espectáculo, tal y como se mostraba en su sudor perlado y su pecho que subía y bajaba con algo más de fuerza.
Se acercó hasta la zona acondicionada para el descanso y bebió algo de agua, humedeciendo sus labios y después dando un trago largo. El agua bajaba por su garganta, pero algunos hilos de agua se colaban por la comisura de sus labios y llegaban hasta su escote, arrastrando con ello la arena y dejando una imagen seductora y extremanadamente sexy.
Miró a sus compañeras esperando por ellas para ir a la zona de descanso.
Si, porque es en el descanso cuando el Nórdico secuestra a la germana xD
-Ufff. Ahhhh.-
Dijo cuando dejo caer el palo a un costado. La sesión de entrenamiento había sido buena, poco a poco los ojos de la Griega se desenturbiaron.
Y cuando levanto la cabeza al fin echo un vistazo a su alrededor. Algo pasaba, porque el doctore estaba muy enfadado. Y ella no tenia claro porque.
- Buen entrenamiento Doctore. Sí señor. Estoy rota.-
Al parecer era el momento de descansar y comer algo. Tenia hambre, que podría haberse comido dos personas enteras.
Empezó a andar hacia dónde repartieran la comida. Tenia toda la intención de comer como un cerdo y reposar como un oso. Sí, estaba disfrutando de la vida a tope.
Estaba recuperando el aliento sentada encima del madero cuando se me acercó la romana - ¿Ra? Para tener contentos a los dioses habría que realizar un sacrificio - no diré que se me despejó la mente pero sí que me vine arriba, claro que había que hacerles un ofrecimiento, aunque para ello tendría que hablar con la Domina para que me permitiera celebrar un acto en su nombre.
Aparte parecía que los dos hombres no se llevaban todo lo bien que cabía esperar, tanto el galo como el nórdico parecían retarse continuamente. Fue el sonido del látigo del Doctore la que me despejó para encaminarme al comedor y dejar atrás el primer entrenamiento.
Livia se incorpora cuando lo hace la egipcia, obviando el debate entre los dos hombres como si de una pelea entre gallos de corral se tratara. Poco o nada le interesaba cual de los dos exhibiera las plumas más bonitas, porque ninguno era un pavo de su agrado...aunque debía admitir que el nórdico tenía una figura envidiable para ser extranjero y su porte y gallardía le recordaba a la de los centuriones que había visto en los desfiles. Tal vez se lo quedó mirando un poco de más al pasar a su lado, pero si el nórdico le devolvía la mirada, Livia frunciría el ceño y ladearía la cabeza, volviendo a mirar al frente:
-Un sacrificio, ¿eh? Al final resultará que vuestra religión y la nuestra no van a ser tan diferentes.
Comenta despreocupadamente mientras se aleja hacia la zona de descanso.
yo ya no posteo más por aquí
"No, seguro que no. En especial a esa rubia y a la romana. Para tomarlas a ambas." dijo el Titus mirandolas sin mucho disimulo. Tambien a la egipcia.
Con la orden del Doctore todas y todos fueron al comer para descansar. Dejando la arena para mas tarde, sorpresivamente no estaba tan roja como otras veces. Tal vez era un eso una buena señal o no.
Mientras la Domina les dio un saludo final antes de irse de su balcon, sin duda estaba contenta. Pronto hablaria con el Doctore sobre ellas pero por el momento, sus obligaciones estaban en otro lado.
Fin de escena.