Horatius miro todos los gestos que hacias y suspiro a los que señalabas. "Putos bandos." dijo frustrado negando con la cabeza. "No es algo que me gusta Livia. Para bandos me unia a la politica."
Ante tu nueva pregunta te miro por un buen rato y se acerco tambien. "El hispano estaba armado. Tenia una daga entre sus pertenencias. No se lo del guardia, aunque no estan relacionados si eso preguntas o al menos no se menciono a ningun guardia." le respondio tras pensarlo.
-A mi tampoco me gusta. Por mucho que la vida de gladiador nos depare gloria también nos depara sufrimiento y creo que eso ya sería suficiente para llenar varias vidas...pero por su fuera poco...hay intereses en algunos que van ya más allá de la libertad...que escupen en nuestras tradiciones y nuestra forma de vivir mientras se regodean en los privilegios que Roma les ha dado. Hay esclavos aquí que gustan de morder la mano que les da de comer...tu mismo has visto eso en tu hermano que ocultaba un arma.- suspira, algo tensa y enojada- No debería haber bandos, deberías haber respeto por esta casa y nada más... ¿Sabes porque el gladiador tenía un arma? ¿Los otros gladiadores sabíais que la tenía?
El gladiador siguio tomando, aprovechando que aun no los separaban para escuchar lo que decia Livia.
"Siempre han habido gente asi Livia o crees que los galos que llegaron a Roma son perfecto. Mas alla del Doctore hay otros galos que ya son libertos que hacen lo suyo aprovechando como es esta ciudad." comento dandote la razon pero pareciendo no darle mucha importancia al tema. "Pero si muerden la mano romana entonces si es problematico."
"No se porque tenia arma, no me hablo muchos con ellos y no se le interrogo mucho en la celda. Tampoco se si los demas sabian." comento claramente con el mismo problema que antes, lo tenian aislado en cierta forma los demas gladiadores.
Recorda de ir con cuidado con esta escena que la otra no termino.
Livia ve la situación de soledad que pasa el gladiador y no puede evitar empatizar con él, le palmea la espalda al tiempo que le coge la jarra de vino de entre las manos con una sonrisa divertida y picarona.
-Eh no me extraña que te cueste hacer amigos...¡no compartes el vino!- bromea con una risotada empujándole de buenas maneras como sano vacile entre colegas. De haber conseguido hacerse con la jarra, Livia le da un buen trago y luego se limpia con el brazo los labios.
-Ya no estás solo Horatio, y a mí me alegra tener un amigo en la arena, los patricios son buenos aliados pero no están en la arena. Si de mí depende, no volverás a sentirte solo.
El gladiador sonrio divertido ante su broma, acercandole la jarra para que ella tomara. "Es que no me lo pides. Pero toma tranquila."
"Gracias livia. Tendras mi espada si la necesitas, no tendras que depender de los guardias cuando la necesites." dijo èl como una promesa o tal vez un juramento. "Creo que pronto deberemos volver. El doctore se dara cuenta que estamos descanzando mucho." dijo tomando lo que tenia en vino.
Perdon pense que habia contestado.
-También tu puedes contar conmigo. No te metas en líos a propósito y ahí estaré para hablar por ti...estaré de tu parte.- la romana sonríe con sinceridad y le aprieta el brazo en un gesto afectuoso al tiempo que le devuelve el vino- Si, mejor volvamos, así podré volver a hacerte morder el polvo dos o tres veces más antes de comer jaja.- le dice medio en broma pero con una sonrisa provocadora.
El gladiador sonrio y asintio. "No te preocupes soy tranquilo."
Nego con la cabeza y levanto la cabeza como haciendose ver mas alto. "Ya veremos compañera. Que el dia no termina y puede que te gane esta vez."
Dicho eso ambos volvieron a la practica enfrentandose un poco mas, antes que los separaban. Ya seria otra ocasion donde hablarian.
Escena Cerrada.