Partida Rol por web

Finalmente, la energía del animalillo estalla y asciende, trazando un puente de luz mucho más delgado e inestable que el primero que se dibujó para abrir el camino hasta Asgard.

Cargar con los heridos, y de forma que sea segura, no es tarea fácil cuesta arriba, por lo que la colaboración entre todos es necesaria.

La rama del gran Igdrasil toma forma frente a todos. Es el momento que Daniya ha indicado para que empiecen a correr hacia arriba, pero los planes no van como querrían, y todo es demasiado rápido.

Sven pide las esferas, pero Ego le ignora, continuando con el ascenso mientras Cedric directamente se niega. La mirada de ambos hombres se cruza. 

Cedric va a dar un paso, pero una intuición permite a Sven anteponerse al contrario, por lo que la intención del contrario se desmorona.

Lo que suceda o no en los siguientes segundos podría ser decisivo

Sven supuso posibles intenciones hostiles de Cedric al haber intentado el pelirrojo ganar terreno sobre él gracias a su intuición. Con un pequeño salto para ganar mayor distancia, el noruego salió corriendo con toda la velocidad que le daba el cuerpo y las piernas en la dirección en la que habían llegado hasta el lago. Por simplemente por no compartir las mismas ideas, no iba a iniciar un conflicto físico que no serviría para nada más que terminar hiriendo a un compañero o acabar herido él mismo. No era un recurso a usar si se podía evitar.

Con la mejor disposición a una carrera para dejar atrás al celta, el nórdico se alejó usando todas las fuerzas de las que disponía en el momento.

La energía que hasta hace un momento correspondía al delicado cuerpecito de Nerian no aguantará mucho. 

Es muy posible que te haya oído, pero no alcanzas a oír una contestación.

No aguantará demasiado...

Pero no solo Sven había sido alumno de Folo. Él también tenía el don para no ser cogido por sorpresa, y conociendo lo buen atleta que era el nórdico no perdió el tiempo. 

Un gesto rápido con el brazo insufla su arma y lanza una llamarada que se convierte en una bola de fuego que impacta dos metros frente al nórdico antes de que pueda alejarse demasiado, cortando su carrera de raíz.

- ¡Dejen de comportarse como niños!

- ¡Tenemos dos heridos! ¿No está claro que este maldito puente se abre con sacrificios? Lo sospeché con Einar, y ahora es Nerian quien se sacrifica, pero no tiene tanta energía como el hijo de Heimdall. 

Si te vas ahora y nos obligas a quedarnos, Alisha y Yago morirán. 

Si nos vamos sin ti, Cedric morirá, y con él morirán los restos de un panteón al completo.

¡Así que razona, joder!

Esta expedición ha sido un desastre. Lo primero es regresar, curar a los heridos y después ya veremos lo que hacemos ¡¿Estamos!? - Grita tratando de acallar la discusión de una vez, con el fuego de sus manos y martillo reflejados en sus ojos con intensidad.

Una gota de sangre asoma desde su nariz, pero la ignora.

Acabas de sentirte extraño. Como si fueran las fuerzas de las llamas en tu martillo y no tu voluntad las que acabasen de hablar por tu boca. 

¿Acaso ha sido tu padre?

Un hilo de sangre cae de tu nariz. Al brotar toda esa energía has notado un pinchazo de dolor, peor no es nada que no pueda desaparecer en un rato por sí solo.

Por fin el puente se desplegó ante ellos, mucho más endeble y titilante de lo que lo había sido la primera vez. Daniya dirigió su mirada suplicante al ave que se desvanecía, pero no podía hacer nada. No iba a hacerle caso, y estaba claro que se estaba sacrificando por ellos. Aquello era terrible, el ave significaba mucho para Alisha y perderla iba a ser como perder a un familiar directo, pero no podía hacer nada. 

Maldijo en árabe y se preparó para irse, pero entonces, para su perplejidad, empezaron las peleas. Sven hacía cosas sin sentido, y de pronto notaba hostilidad entre el nórdico y el celta, como si fueran a pelearse. Daniya se quedó un momento quieta tratando de entender la situación, pero estaba claro que no tenía tiempo para ello. No podía dedicarse a meterles el sentido común en la cabeza a golpes, así que, con las enseñanzas de su madre ("no puedes salvar a todos... tampoco a los que no lo quieren") resonando con fuerza en su cabeza, resolvió que lo primero era poner a salvo a sus amigas. Alcanzó rápidamente a Ego y le ayudó a llevar a la herida de forma más o menos segura, pero aun así corriendo. Ahora mismo la velocidad era lo más importante. 

-Ayuda a llevar a nuestro amigo japonés-dijo mirando a Héfiro y evitando usar nombres-Nos vamos de aquí, ya. No hay tiempo, corred todo lo que podáis. 

Los demás podéis iros o quedaros, es vuestra decisión. 

Apenas escucho los susurros de la egipcia y sinceramente me daba igual lo enfadada que estuviera, ella había venido por decisión propia y hasta se había lanzado un glamour para controlarse. En cuanto al resto estaban heridos y cansados, que cojones, todos lo estábamos y el dichoso puente no se abría. Sin embargo cuando el ave empieza a brillar y el puente empieza aparecer comprendo como funciona y me dispongo a cruzarlo justo a la vez que otra maldita estupidez ocurre. Por suerte el griego del martillo había estado rápido y aunque no entendía sus palabras sus gestos me bastaron para saber que como mínimo tenía unos pensamientos parecidos a los míos. Los demás ni se quedan a esperar que decisión toma Sven y hasta el último de ellos sale corriendo por el efímero puente.

- No sé que te habrá dicho, pero aquí tienes la decisión. No tienes ninguna de las esferas con nombre, no sabes cuanto va durar el rocío y hace falta sacrificar la vida de alguien para cruzar el puente. Si te quedas a ese lado morirás o te volverás un juguete como tu amigo al que hemos rescatado, lo único bueno es que te librarás de mí para toda la eternidad. Así que hazme el favor o mejor hazlo por el resto que ya te está dejando atrás...- no hay enfado, solo cansancio en mi voz- Déjalo estar, has vuelto y con tu amigo. No hagas de tu muerte una carga para él...

Había escuchado a Héfiro sin decir ni una palabra, pero al ver como  Daniya, Ego y Brynja recogían a los heridos para empezar a evacuar era mejor para Sven no molestar al griego. Por lo menos, unos tenían la cabeza en lo que debía ser hecho cuando tenía que hacerse. Al fin se movían con los que estaban en mal estado, lo que era un respiro para el noruego, al igual que mantener al celta a su lado.

—Lo has dicho antes, colega. Hay que ser responsable de la gente que ha venido; pero no basta con eso, también hay que ser responsable con aquellos que pueden estar todavía vivos y en peligro. Si nos vamos de aquí, al saber ahora cómo pasa el reloj en esas tierras, ¿cuánto tiempo crees que pasará antes de que palmen no por muerte violenta sino por tiempo? ¿Un día normal?, ¿dos?, ¿tres como mucho? Te pido que te mantengas aquí mientras voy a por esa gente, en este territorio seguro, para que no te maten los Ases al volver sin mí ni para que te coman las puñeteras nieblas.*

Miró a los ojos a Héfiro, luego a Cedric. Sven no parpadeó. No sonrió tampoco. No mostraba sentimiento alguno.

—Tú has hecho el pacto con la cabrona secuestradora, lo que te debería señalar que está mal dejar a peña yéndonos sin más, dejando que ella gane y que el destino ya se burle como dijo que iba a pasar. Tú eres el que corre peligro de muerte si te vas sin mí a Asgard, y me obligarás a abandonar a gente a su suerte para evitar que te liquiden si decides regresar porque, gilipollas como soy, tendré que volver a Asgard contigo en vez de hacer lo que creo que es mejor. Tú eres el que decide realmente, no yo. ¿Vas a permitir que por una vida, aunque sea la de mi amigo, paguemos con la tuya, la del grandullón, la del azor y, si nos vamos ahora, la de otras dos personas que ni conocemos?*

Terminó por dirigir su atención al griego, quien parecía dispuesto a permanecer también por lo que había indicado al hablar con el noruego.

—Tú no te quedes, amigo —le dijo a Héfiro —. Tú has cumplido de sobra, no corres peligro porque no vuelva con vosotros como él y creo que los otros te necesitan mucho más para llevar a los heridos. No hagas que una expedición desastrosa se convierta en una de mierda quedandote.**

Sven dejó de hablar. Le tocaba al pelirrojo y al griego decidir.

- No entender - Protesta en su tosco inglés, antes de seguir en Griego.

- Pero como no avancemos ya mismo, nos quedaremos varados aquí y otro tendrá que morir para abrir la maldita puerta.

Brynja, Daniya y Ego no pueden llegar cuesta arriba a dos heridos ellos solos con seguridad lo bastante rápido. O les ayudamos, o no van a conseguirlo. Pero si uno o dos se quedan solos atrás, la posibilidad de su muerte se transforma en certeza.

Así que esta es la situación.

Si se quedan, yo me quedo, pero quiero que nos vayamos los que estamos. Ahora. Los que somos. No hay tiempo - Señala hacia el endeble puente con un gesto lo bastante enfático como para que Cedric también lo entendiese.

- Yo tampoco le entiendo, descuida.- digo monótono y en inglés al griego. No me refería a lo que decía él si no a la lógica de Sven.- Si ese es el caso decido sin problema subir todos los que estamos aquí ya, yo cargaré con sus muertes y tu odio por ellas si es necesario.- total ya cargaba con las muertes de mucha gente que más daban 2 caras desconocidas que muy probablemente ya estaban muertas y un pobre joven que había hecho demasiado caso al rubio que tenía delante. Y por otro lado si este empezaba a ver que no todo era de color de rosa aún podría sacar algo productivo de todo esto.- Así que empieza a correr con nosotros para asegurarnos que el resto llegue vivo y no haga falta añadir uno más a la lista para volver a levantar este dichoso puente.- quería respuesta pues ahí la tenía ahora a ver si era consecuente con ello o se comportaba como un crío y tenía que ir detrás de él.

Sus mercedes -comenzó el mayor de los presentes, tras la muestra de poder del griego- tenemos vidas aquí, entre nuestras manos. Y creo que no disponemos de más vidas con las que pagar una apertura. Les veré en el otro lado.

Sin mucho más aceptó la ayuda de Daniya para cargar con el cuerpo de Alisha, era el momento de correr y no mirar atrás. El puente no parecía muy estable.

Aférrate bien y no te caigas, egipcia. No sé si podremos regresar.

Advirtió a la muchacha.

Con Ego, Brynja y Daniya a la cabeza, el pequeño grupo ya se está alejando de la tierra sólida cuando al fin los tres más retrasados se deciden a ponerse en movimiento.

A pesar de haber arrancado más tarde, el peso extra de los que están en cabeza les retrasa, por lo que todos los semidioses acaban reuniéndose a una altura similar, y de forma un tanto desorganizada hacen lo que pueden para seguir adelante. 

Solo les queda rezar por estar haciendo lo correcto.

¿Estará Heske atrás con vida? ¿Lo estaban traicionando? Y esas dos esferas de nombres desconocidos ¿A quienes pertenecerían? ¿Eran de personas vivas, o solo ecos de vidas de otras épocas, tiempo ha perdidas en las nieblas?

Nada de lo que pasaba en esa cortina de engaños parecía fiable. ¿En qué creer, entonces?

Pero antes de llegar a una conclusión lo suficientemente sólida, se precipitan hacia arriba. Es entonces cuando los pies dejan de pisar sobre sólido.

Caen hacia arriba.