- Si todos pensáramos igual no es que fuera demasiado fácil, es que sería preocupante. No quiero que sean mis clones pero si que quiero que tengan algo de sentido común.- comento sin más.- En cuanto a cargar la mochila entre ambos, tampoco te voy a forzar pero viendo lo dispuestas que estás a compartir la carga solo puedo decir que no podría tener mejor compañera de fatigas.- por lo demás me mantengo en silencio mientras Avgi explica sus decisiones, me parecían más que acertadas. Quizás el daisho podría ser secundario pero ciertamente me parecía más importante que el juego y si además le daba para la mayoría de armaduras que le habían pedido, no veía ningún problema en desechar un juego de mesa.
Viéndola preocupada me acerco a ella y apoyo mi mano sobre la suya.
- Como sigas así vas a tener témpanos por dedos.- le comento con tranquilidad mirando hacia el campo nevado.- Me parecen buenas decisiones así que ni siquiera me voy a tener que forzar en apoyar tu decisión. Siempre me lo pones todo muy fácil.- concluyo divertido y girándome hacia ella con una media sonrisa.
Las palabras que decía solo eran más y más dagas en el corazón de Alina. Le dolía que hablara así, pero ¿qué más podía hacer? No podía culparla. Después de todo, ella aún guardaba el porqué de todas esas cosas. Bajó la mirada y apretó los puños.
- Yo nunca te consideré desechable, y... - apretó los puños para luego exclamar - ¡Mierda! Es que por más que quiera explicarte el porqué de esa decisión, aquello que te oculté esa noche y que te hice saber que lo hacía, no puedo. Al menos no si quiero evitar más enfrentamientos - suspiró -. Y no tengo con quién compartirlo. Hemos perdido a Idris, a Draugur, y a todos los demás. Solo quedan Haakon e Ivanka, pero ella ha estado actuando tan extraño que no me siento muy cómoda hablándole a profundidad del tema. Y es algo que, aún hoy, me pesa. La idea de dejar al bebé en Midgard, fue mía y no de él. Él solo me garantizó que podría hacerse porque no estaba en mis planes ser madre a esta edad - se rio también, pero con rostro triste -. Lo único por lo que quería tenerlo cerca era para aprender de él, cosa que prometió que haría. Debiste haberme dicho todo eso en ese momento, y no ahora, después de meses de lo sucedido. Sea como sea, lo entiendo. Te hice daño y tú a mí. Solo... ten cuidado - y la dejó marcharse si así lo quería.
Como dice Kazán... las intenciones no son lo único que importa. También lo hacen los hechos.
Pero no te preocupes. Tendré cuidado. No volveré a cometer el mismo error.
Dicho aquello se marchó.
Fin de la conv
Era un momento bastante normal en mitad de una rutina bastante normal. La mayoría de la gente estaba ocupada con sus quehaceres, yendo y viniendo, aprovechando las pocas horas que el sol brindaba algo que lejanamente se podría llamar calor.
En ese instante, mientras Avgi salía de la forja a tomar algo de oxígeno, Kazán puso una mano sobre el hombro de la diosa desde la izquierda y, casi al darse cuenta del atrevimiento, retiró la mano.
Buenos días herrera... he dejado al pequeño haciendo unas tareas de escritura. ¿Podría robarte unos minutos? Quiero hablar contigo. De algo. Personal.
Aclaró. No quería dejar dudas.
No sabía cuanto tiempo llevaba encerrada en la forja, pero cuando encontró un pequeño hueco se permitió salir de allí. Incluso Seamair salió corriendo, aunque a este sólo se le vio durante unos segundos, pues rápido se escondió y empezó a curiosear por todo el barco. Esta lo observó y negó, estaba segura de que se conocía todo de memoria ya, pero aún así.. .Seguía divirtiéndose con cada salida que hacía.
Con lentitud se llevó la mano hacia el cuello y ladeó la cabeza hacia ambos lados en un intento de relajarse. Tenía los hombros cargados, al igual que el cuello. Estaba disfrutando de ese segundo de aire puro y tranquilidad cuando sintió que alguien ponía la mano sobre su hombro, pero la retiraba casi al segundo, sólo había una persona que haría algo así.
- ¿Herrera? -Aquello la desconcertó unos segundos, pero sólo mostró una pequeña sonrisa. Tampoco importaba demasiado las formas o los "nombres".- Buenos días, Kazán. Claro que podemos hablar, vamos a la forja.-Acaba de salir de allí, no eran muchas las ganas de volver, pero era el lugar más "privado" que tenía. Tras ella abrió el portal.- Vamos.-Las palabras de Kazán la hacían preocupar y su seriedad también ¿Tal vez era por lo de hacía unas noches? Suspiró y entró dentro de la forja con tranquilidad.- Cuanto tiempo sin verte, querida...-Musitó para ella mientras sonreía.- Toma asiento dónde alcances... Y cuéntame.
También podríamos subir a la cofa...
Comentó, entrando tras ella en la forja. Sabía que ella quería ver el sol, pero al parecer había primado la intimidad que él le había pedido y por ello se sonrojó un ápice. Sin embargo, ante la invitación a sentarme, no lo hice... estaba cómodo en pie y el lugar era estrecho, cuanto menos. Y la última vez que me dejé llevar... bueno, le puse en una situación incómoda. No quería incomodarla más de lo que quizá iba a hacer. Sí, eso, quizá debería preguntar primero.
Al fin hablaron... hablé -me corregí- como Kled con Alina. La situación está un poco más clara, pero... no sé si he hecho bien. Ambas dos hemos terminado, digamos, regular. Quizá sea cosa mía, por mi cultura, o lo que sea. Quizá un tercer punto de vista me vendría bien.
Pero si te... incomoda, puedo hablar con alguien más.
Inclinó la cabeza en una silenciosa disculpa junto con la petición.
Al notar la mano de Cedric sobre la propia, esta le sonrió. Sabía que podía contar con él al tomar las decisiones y eso en cierto modo la tranquilizaba, aunque no le quitaba de encima todas las preocupaciones. Cuando mencionó lo de los dedos, esta bajó la mirada y rió a la par que negaba.- Creo que... Me costará adaptarme a esta temperatura. Agradezco que no haga calor sofocante, pero esto... No sé si tengo manos o heladeras.-Giró la mano para darle un apreton junto antes de volver a guardarla bajo la manta.
- Agradezco tu apoyo.-Añadió poco antes de mirar al frente- ¿Estás seguro de lo que haréis Brynja y tú? No puedo evitar... Preocuparme por ambos.
En la forja se estaba bien, no hacía frío. La temperatura era perfecta para la fenicia, tanto que minutos después de entrar, aprovechó para quitarse las capas extra que se había puesto antes de salir de allí. Dejó el abrigo a un lado, y se acomodó las ropas una vez más. Tras eso ella si tomó asiento sobre un tocón de madera que servía de distintas cosas a lo ñargo del día.
- No tienes por qué callar, puedes contármelo. Sabes que te voy a escuchar.-Quizás la incomodara, pero para ella el ayudar a Kazán y Kled primaba por encima de cualquier cosa. Por eso le mostró una leve sonrisa, como haciéndole ver que ella estaba para lo que fuese.- ¿Qué pasó exactamente? Si me pones en situación, podré opinar mejor... -Avgi hizo el amago de levantarse para ir hasta él, sentía que el estaba siendo tremendamente correcto con ella, pero no sabía por qué. Por eso simplemente esperó a que hablase.
Los minutos que se tomó ella para aclimatarse y regalar unas mejores vistas fueron aprovechados por el oriental para poner en orden sus pensamientos.
Esperaba que ella aceptase, así que cuando lo hizo, asintió para acceder a ponerle en situación. También le invitó con la mano a acercarse en cuanto ella hizo el amago o, si no lo hacía, se sentaría directamente a su lado para hablar, con un aire casi ausente.
No es fácil contarlo sin desvelar intimidades de la otra parte.
Con aquello dejaba claro que no tenía problema con contarle, al menos en lo que respectaba a aquel tema, las suyas propias.
Es importante que sepas que todo esto viene desde mi punto de vista.
Tras esperar a que ella entendiera eso, el japonés prosiguió.
Saludo, saludo -intenta empezar con un tono un poco esquemático-, ella quería hablar conmigo, pero parece que sólo quería escucharme. Se disculpa y dice que lo entenderá. Quiere saber qué piensa Kled.
Kled le dice que ella es libre de tomar las decisiones que quiera, que no va a montar ningún número, aunque esas decisiones la aparten de un futuro que creía que tenían juntas. Que necesitaba pensar sobre su futuro y que entendía que no todos se podían enfrentar a los dioses. También le recordó una frase que siempre decimos: no hay que confiar en nadie, ni siquiera en nosotros.
Alina no parece encajar bien eso, insiste en que vaciló y que ella también creía que había un nosotras hacia el futuro y que Kled también eligió hacer cosas a su manera, todo esto hablando de lo que él, el padre, le dijo. Y que no comprende la frase de la desconfianza.
Kled le dice que no para de escuchar sobre él y que incluso dándole la razón, eligió lo que él le ofrecía antes de saber nuestra opinión. Que no entiende qué hizo a su manera, y le explica que hay que confiar en el instinto.
En ese momento Kazán hace una pausa y mira a Avgi a los ojos. Aquello iba a ser absurdamente largo como siguiesen así.
Esta es la parte... más normal. Luego todo se fue liando.
Alina echó en cara que cuando Kled me encontró no se lo dijo al instante, que ahí no había un futuro entre ambas, que había tomado decisiones pensando en sí misma. Que creía que había matado a Frigg y que tomó la decisión... porque quería poder. En serio. Por. Puto. Poder.
Se quedó pálido al darse cuenta de su vocabulario y se disculpó con un gesto de la cabeza antes de seguir.
Kled le dijo que claramente sí le estaba culpando de ello y, por increíble que suene, le tuvo que explicar que recuperar quince años de recuerdos puede requerir un poco de tiempo para asimilarlo, además de que quería darle una sorpresa porque podía cumplir uno de sus sueños, de los de Alina. Que hay una diferencia vital entre recuperar el pasado y decidir sobre el futuro. También... le dijo que había matado a Frigg, por decisión propia, porque debía pagar por los crímenes como el que había cometido contra Alina, pese al precio a pagar por ello -hubo una pausa dramática, estaba confesando ser un asesino de dioses, pero en realidad no le preocupaba-. También tuvo que explicarle que Frigg le condicionó y, más importante, que no quería disculpas, que para ella Alina era importante y que debían asumir los actos. La vida era complicada, pero era.
Humedeció los labios y apretaba los puños hasta que palidecieron sensiblemente antes de continuar.
La cosa se pone... bonita.
Drama. Llantos. Que la decisión de matar a Frigg no era de Kled y que ahora le había dejado sola con el bebé, y que cuál era el precio.
Kled estaba... está, en shock -hablar de ello le dolía a él también, tuvo que hacer acopio para controlar las lágrimas, pero la empatía de la diosa sabía que estaba por romper a llorar, algo que no se quería permitir-. Si Frigg no había hecho nada, o Alina mintió o Kled no le entendió, no solo eso... ¿sola con el bebé? Entiendes lo que significa ¿verdad? Que el futuro del que hablaba antes con Kled no existía, sólo con Frigg. Había comprendido, por segunda vez en meses... bueno, lo duro de la vida. También le contó que si no hubiese sido por mí, por volver a juntarnos, hubiese pagado su error con el alma y la cordura.
Extendió las palmas de las manos hacia arriba, completamente abierto. Pese a la aparente vulnerabilidad, los ojos expertos de Avgi podían ver una coraza bien formada.
Alina mimimi, que Kled se equivoca y que no puede explicarle la decisión -la que claramente dijo que era por poder- y que las dos nos habíamos hecho daño. Que no era su intención y blablaba.
Nos fuimos.
Claramente ya había terminado. Estiró los brazos sobre su cabeza.
Creo que esperaba un reencuentro bonito o donde le diese la razón y dijese que todo lo que había hecho estaba bien o algo así. Pero no somos así.
Y ya.
Le miró, esperando... ¿un veredicto? ¿una opinión?
Como sea... ha terminado. Definitivamente. Y no va a volver. Y Kled ha aprendido la lección... de un error que no cometerá otra vez. Con lo que la conozco, es muy posible que sea así.
Cuando él la invitó con aquel pequeño gesto a que se acercase, esta se levantó de donde estaba y fue hacia él con paso calmado. Un vez a su altura, esta se acomodó y dejó que empezase a contarle. Aunque al ver su estado, esta tomó su mano para llevarlo hasta donde estaba ella al principio. Primero se sentó, y luego tiró por él para que tomase asiento junto a ella, hecho aquello lo soltó para evitar que él se sintiera incómodo. Mientras Kazán hablaba, Avgi lo escuchaba atentamente, sin perder ningún detalle. Pero la diosa sobretodo se fijaba en cómo iba él, en su estado, en su ánimo ... Pequeños detalles que sólo ella era capaz de cer en el asiático.
No quería interrumpirlo, sabía que si lo hacía quizás él no podía retomar la historia. Con suavidad dejó la mano sobre la de él, haciéndole ver que daba igual el vocabulario o las formas. Que lo importante era abrir esa parte que le hacía daño si se la guardaba para él solo. Cuando él confesó el asesinato, Avgi lo miró unos segundo, pero no dijo nada ¿Quién era ella para juzgar? Después de todo... Estaba segura de que algo mucho mayor le había motivado a ello. Bajo su mano, pudo notar como Kazán apretaba con fuerza los puños, en ese instante Avgi movió su mano con suavidad hasta que consiguió aflojar aquel puño, tras eso entrelazó sus dedos con los de él y le acarició con el pulgar el dorso.
Verle así le dolía, pero sabía que ella por ahora solo podía escucharle, y eso haría.
Con un mínimo movimiento se levantó de donde estaba para colocarse de cuclillas delante se él. Había soltado su mano, pero cuando se colocó agachada frente a él, volvió a cogerle las manos con cuidado, aunque soltó una de ellas para llevarla hasta la barbilla de él.-No tienes por qué contenerte. Si necesitas llorar, hazlo... -Le dijo. No añadió más, simplemente esperó a que terminase de hablar. Cuando él terminó de hablar, ella soltó sus manos para que él pudiese moverse libremente, entonces aprovechó para apoyarse sobre sus piernas, volviendo a recuperar el contacto visual.
- Es difícil saber por donde empezar... -Empezó diciendo con suavidad.- Creo que... Por doloroso que pueda resultar, el poner fin a esa relación, era la mejor decisión de todas..Una relación es como un castillo, si por lo que sea una de las partes miente, esconde o no tiene en cuenta al otro, una de las vigas del castillo desaparecerá y este empezará a tambalearse. Se pueden poner piedras, palos... Da igual, nunca volverá a estar igual y en algún momento se caerá.-Con cuidado se levantó y volvió a sentarse junto a él. Avgi se inclinó hacia adelante, dejando los antebrazos sobre ñas piernas y entrelazando las manos.- Cuando eso pasa, es inevitable salir ileso. Las heridas tardarán en cicatrizar, ahora puede que sientas que ese dolor te va a matar, pero simplemente... El tiempo lo aliviará, quizás llegue alguien que te ayude a recuperarte.-Lo miró desde su posición y sonrió ligeramente, au que nuevamente escondió la mirada y se quedó perdida en sus pensamientos durante un rato.
-Hasta hace unos minutos... Pensé que el bebé de Alina era tuyo. Pero ahora que sé la verdad, no sé ni que decir... No la juzgaré, igual que no lo haré contigo por lo de Frigg.-Lo miró. Y buscó las palabras.- Pero debió tenerte en cuenta... Un bebé es mucho más que un beso o un revolcón, joder. En qué estaba pensando... La llama a veces se apaga, o simplemente nos damos cuenta de que lo que creías para siempre, ya no lo ves así. Tendría que haber hablado contigo de eso...
Se removió un poco y lo encaró.- Siento que todo acabase así. Pero una vez se cierra un capítulo, se abre otro. Seran semanas duras, seguramente, pero acabará sanando..
Sintió la mano y la presencia en general más cercana de lo que hubiese apostado cuando entró en la forja, sentándose a su lado cuando sintió el tironcito. Incluso el momento en el que entrelazó los dedos alzó la mirada sin detenerse. Sí se tomó un momento cuando ella le animó a llorar para responder con severidad.
No ayudaría.
Para después proseguir.
En cuanto ella retomó el contacto visual, él lo mantuvo aunque no pudo evitar suspirar. No fue hasta que ella escondió la mirada que no se pronunció.
La comparación del castillo no es del todo mala, Avgi -reconoció con media sonrisa-. Ya sé que había que terminarla, sólo que salió más... veneno del que esperaba. Y eso que esperaba bastante.
Gracias a que ella no le miraba, le fue fácil esconder la duda con ese "alguien" que le ayudase. Por el momento sólo era una cuestión de tiempo y distancia. El momento en el que le miró tras lo de Frigg, tuvo que contenerse... hasta que la diosa le encaró. Entonces soltó una carcajada de incredulidad.
¿Mío? No hubo tiempo... y tengo algo de sentido común. No mucho, pero sí algo. Es algo que no me planteé en mi vida mortal. Es decir, normalmente uno no decide sencillamente quedarse embarazado. Tenía un amigo que dec... -se cortó negando con la cabeza, a punto había estado de desvariar con historietas del pasado- Está claro que su búsqueda era más importante. Ella puede decidir lo que quiera, es libre. Kled se hizo una ilusión creyendo lo que no era.
Negué sensiblemente.
No puedo saber qué vendrá. Ni puedo ilusionarme con ello. Lo único que puedo hacer es disfrutar el momento.
Una nueva media sonrisa, sin desviar la mirada.
Respondo de manera automática a su apretón con otro mío durante un momento pero le dejo guardarla sin mostrar ninguna resistencia.
- Por suerte siguen siendo manos.- le contesto siguiendo la conversación y sonriendo hasta que escucho la pregunta. No es que frunza el ceño pero ciertamente mi sonrisa se suaviza un poco.- No eres la única preocupada, pero esto lo veo más como una medida de ganar tiempo y poder rechazar a cualquier pretendiente que tenga. Entiendo bien lo que es un matrimonio de conveniencia y el porque tendrá ya un prometido, pero mi responsabilidad es esta tripulación no los tejemanejes y politiqueos de un panteón anticuado y bastante rancio. Jugaré a su juego para conseguir lo que necesitamos y me tragaré muchas cosas, pero tampoco pienso dejar que nos pisoteen. A la peliazul si la obligan a casarse no acabará bien, ni para ellos ni para ella.- suspiro un segundo para calmarme.- Sinceramente no estoy seguro, pero es la única opción que se me ocurre para que la chica tengo un mínimo de opciones. Y probablemente solo descarten eso y la obliguen a casarse igualmente.- termino por encogerme de hombros por un segundo.- Gracias por preocuparte y si algo sale mal podrás decirme te avise mientras me sacas las castañas del fuego. ¿Trato?
- Es difícil controlar todo eso que tenemos dentro cuando nos hieren, nos atacan o nos acorralan. En esos casos tendemos a defendernos, y la forma más fácil suele ser... Morder y envenenar. Da igual cuanto nos esforcemos en retenerlo, no es posible.-Le mostró una pequeña sonrisa.
Cuando él soltó la carcajada, esta escondió la mirada avergonzada por la situación. Que tonta había sido al decir aquello, en silencio miró hacia otro lado y lo escuchó sin decir nada. No hasta que él le cedió la palabra.- Ya, también es cierto... -Tener un hijo era mucho más que simplemente decir "Voy a tener un bebé". Quizás por eso no comprendía cómo Alina había aceptado aquello, ya no sólo por Kled... Si no por ella ¿Qué sería del bebé en el futuro? ¿Acaso no pensó en todo eso que les seguía? ¿Tan tonta había sido?.- Kled simplemente... Entregó todo por ella creyendo compartir un sueño, no la culpo. Cuando la felicidad se te acerca, la intentas agarrar con todas tus fuerzas para que no se vaya, aunque eso te deje expuesta.. Ahora deberá aprender de esto y levantarse.
- Disfrutar del momento. Del ahora. Creo que es lo más inteligente que puedes hacer... -Volvió a mirarle y sonrió dulcemente.
- Entiendo perfectamente lo que dices. Y también creo que pueda ser lo mejor para Brynja...Es mejor lo malo conocido, que lo bueno por conocer.-Responde la fenicia entre risas. Aunque lo mira dejando ver que solo bromea.- Realmente hay muchas cosas que pueden salir mal...Pero esas posibilidades ya existían incluso antes de fingir un compromiso, por lo que...
Miró al cielo unos segundos.- ¿Y si os hacen casaros? Es una posibilidad. Quizás para asegurarse de que no haya un engaño por parte de ella...-Avgi sacó la mano de nuevo para colocarla sobre el brazo de su amigo.- Da igual lo que pase, estaré ahí para cubrirte las espaldas, sólo espero que... Esto no acabe mal.
- Pues tendré que informarles de la tradición de mi gente de convivir por un año antes de cualquier ritual de unión. Por supuesto la ceremonia será con sus tradiciones pero lo único que pediré a cambio es que mantengan esa a cambio. Un año de convivencia en el que descubramos si esto solo es la pasión del momento o verdaderamente un destino entrelazado.- lo comento sonriente, aunque se me puede notar que soy muy consciente de lo desesperado que puede sonar.- Si no aceptan una mísera condición como esa sería un insulto hacia toda mi ascendencia y por tanto un insulto para si mismos... al menos en parte si he entendido bien las pocas lecciones que hemos tenido.- noto en ese momento su mano en mi brazo y la miro directamente mientras atrapo su mano con la mía para que no coja demasiado frío.- Todos esperamos eso y sinceramente tengo un as bajo la manga. Uno que espero no tener que usar, porque no sé cual será el precio de necesitarlo.- mi gesto se torna más serio y medito un segundo si explicarme. Tampoco me lleva mucho más, la que tengo delante es Avgi. No necesitaba más.
- No fui consciente hasta tarde pero las fatas me concedieron un poder que altera la realidad cumpliendo mis deseos. No sé lo he contado a nadie aún porque sé de alguno que me exigiría usarlo sin pensar en las consecuencias. Confío en ti y por eso te lo explico, si veo que todo va acabar mal sin que haya solución me aseguraré de que salgamos de allí con vida y la misión cumplida...- se me podía notar que no estaba realmente contento de tener esa capacidad.
Supongo, otro error pensar que ser un oráculo y todo lo que está pasando le habría dado un poco más de perspectiva.
Kazán se encogió de hombros, y la verdad es que también se sonrió cuando ella se avergonzó.
Vamos, no te preocupes. Soy yo el que siempre ve las cosas como no corresponden -dejó unos segundos de meditación, mirando sus propias manos-, y bueno... no estaba yo para controlarle.
Había algo más, pero se lo calló.
Nos levantaremos, y disfrutaremos del presente... -sus ojos miraron los de la diosa nuevamente y tuvo el atrevimiento de deslizarlos hacia abajo una fracción de segundo, era difícil saber cuán abajo- pero también necesita algo de tiempo, así que habrá que comedirse un poco.
Miró hacia la salida de la forja.
Ya te he robado mucho tiempo...
Había cierto pesar en su voz, pero también estaba convencido de sus palabras.
Ella mostró una leve sonrisa cuando escuchó toda la explicación de Cedric. Cierto, pertenecían a panteones distintos, lo mínimo era respetar algunas condiciones ¿Pero lo aceptarían? No quiso darle más vueltas, por eso simplemente hecho de que nada cambiaría las cosas. Aunque cuando él se mostró tan serio, esta lo encaró para escuchar con atención, mostrando cierta preocupación según él hablaba. Tomó aire y apretó ligeramente la mano de él, cómo haciéndole entender que podía confiar en ella.- Nunca me habría imaginado que... Pudieras poseer tal capacidad. Cómo dices, es un arma de doble filo, por lo que guarda ese secreto con recelo.-Con suavidad separó la mano de la de él, para después acariciar al pequeñajo de Seamair.- Sólo úsalo si es verdaderamente necesario... No sabemos cómo puede afectarte a ti o a nuestro entorno. Pero si las cosas llegasen a complicarse... Estaré para apoyarte en lo que sea. Sé que una vez en Kojiki, protegerás a todos.
Kazán debía irse y Avgi intentó ocultar aquella desilusión. No quería que se fuese, pero tampoco quería obligar al asiático a quedarse, sobretodo porque él parecía tener una batalla interna, al igual que la propia diosa. Con lentitud se levantó de dónde estaba y lo acompañó hasta el portal. Ella aprovecharía el momento para volver al trabajo..
Justo antes de que se fuese alargó la mano hacia la de Kazán, rozándola durante unos segundos.- Si necesitas algo...-Dicho aquello alejó su propia mano de la de él y dejó que se fuese de la forja. Segundos después ella se giró para seguir con lo que tenía sobre la mesa de trabajo.
FIN
- Lo que temo, es que proteger algunos implique condenar al resto...- digo un poco apagado.- Lo poco que los conozco, es que los supuestos lazos que tienen se pueden romper a la mínima. Pero bueno si me ves capaz de protegerlos a todos, tendré que mantener las expectativas, ¿no?- esto último lo digo más animado mientras me giro sobre mi mismo dando la espalda al paisaje y apoyándome con la espalda a la barandilla mientras contemplaba a Avgi juguetear con Seamair.
Yo por mi parte creo que no nos queda mucho que añadir sin forzar un poco la escena, si por el contrario se ha quedado algo en el tintero adelante con ello.