Partida Rol por web

Gods on Earth

[CAPÍTULO] 2.1 Prólogo: La Pérdida y el Encuentro

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18/11/2018, 20:10
.Talia Carité

No pasan sino unos segundos cuando las pisadas de las ninfas se alejan y se vuelven a escuchar de regreso. 

Cada una trae en las manos la hoja más grande que pudo encontrar, manteniéndola en forma cóncava, y en su interior unos tragos de agua limpia que os ofrecen a los mestizos, olvidado el miedo inicial que habían sentido por aquellos extraños.

Son extremadamente curiosas, una más temperamental que la otra, pero es evidente que aún están temerosas porque no confían en vosotros.
 

Si alguno de los semidioses hace gestos bruscos, se detendrán, y si se asustan, el agua se caerá allí donde estén mientras corren. En caso contrario entregarán el humilde regalo y sonreirán antes de retroceder de nuevo bajo la atenta mirada de la primera en desvelarse, la pelirroja, que pregunta.

¿Cómo habéis llegado hasta aqui? Vuestra apariencia me es extraña - señaló a los nipones, claramente sorprendida por sus ojos rasgados. - Pero ciertamente no sois los primeros aprendices de héroe que vemos, aunque sí los más extraños. ¿Qué idioma es ese que hablais? Su sonido parece antiguo. Casi tanto como las mismas rocas. - hizo una pausa, y entonces continuó - Hace dos días llegaron a nuestra puerta dos supervivientes de un ataque. Aún están confusos, pero atendimos sus heridas y Pan se prepara para recibirlos.

Entonces avanza un paso hacia vosotros, mirando con tristeza el cuerpo de Ichini, que no se mueve. Después, vuelve los ojos a los vuestros.

- Pero antes de continuar... - su sonrisa se ensancha con una advertencia - Juradme que no habéis llegado a nuestra puerta por el deseo de hacer daño a los habitantes de este reino ni a los que son ahora nuestros protegidos hasta que nuestro Señor Pan dictamine sus destinos. Sabré si mentís. - termina afirmando sin asomo de duda, recuperando su halo de inocencia.

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19/11/2018, 16:36
_ Shiro

Puse la mano sobre el hombro de Brynja para que tampoco se interpusieran. Eran aliadas, agradecía que me protegieran, pero en este caso no hacía falta. Mientras me ponía a la misma altura que ellas me puse el colgante de Daniya alrededor del cuello  - Prometo encontrarte y devolvertelo, Daniya.

Es más, se acercaron con lo que parecían ser una ofrenda tras que Cora empezara a traducir. Caminé unos pasos la primera para acercarme a la chica de pelos cobrizos, la primera que fue directamente hacia mi. Aún descompuesta y triste, y pensando en Ichini sobre todo, había que avanzar y arreglar esto. Buscar a los demás era prioritario, aunque en mi corazón lo único que quería era llorar a Ichini.

Acepté aquella ofrenda tomandola con mis manos teniendo cuidado que la gota no se cayera. No sabía que hacer con ella y mientras los demás tomaban una pregunté - ¿Q-qué debemos hacer con esto? - Pregunté mirando a Cora, esperando alguna respuesta antes de actuar conforme a ella, aunque me imaginaba que tendría que beberlo, esperé pues cada cultura es única.

Seguí escuchando a chica de cabellos rojizos, o más bien a Cora traducirla, y a pesar de mi estado mostré cierta expresión de sorpresa. - P-puede ser gente de nuestro... campamento ¿no? - mencioné mirando a los demás. Podía ser cualquiera del campamento, aunque en mi interior esperaba que fuera Daniya una de ellas. Ya había perdido a Ichini no podía perder a más gente importante y todos los del campamento lo eran, aunque algunos más que otros. Pero antes de poder preguntar donde, la chica volvió a hablar pidiendonos una sola cosa

Fue entonces cuando miré al cuerpo de Ichini aún dolida - No puedo dejar que nadie más muera y... tanto confiabas en mi. ¿Como voy a hacerlo sin tu apoyo? - Me preguntaba a mi misma mientras se me derramaba una lagrima antes de volver la mirada. Aún a riesgo de lo que me pudieran decir, me adelanté a ellos por el bien de todos - Juro por mi vida... - Y me parecía tan vana aquella condición que añadí otra más - E incluso... - pero no pude evitar llorar - por la memoria de nuestros amigos caidos... que ninguno de los presentes haremos daño a nadie de vuestro reino. - No necesitaba mentir. Dichas palabras salían del corazón. No permitiría que nadie más muriera y mucho menos que hubiera problemas y tenía que dar fé de ello de la manera más rotunda.

Sin embargo... tenía que preguntarles, a pesar de saber que nadie tenía la solución a la muerte, salvo los propios dioses... - ¿P-pero podeis hacer algo por los que han caido? - Pregunté llorando poco a poco de nuevo. Que mínimo que honrarles aunque fuera solo por unos minutos

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19/11/2018, 20:52
.Melia

Una vez os habían ofrecido el agua para que pudierais mojar vuestros labios, que estaban secos y cortados, las ninfas escucharon a Shiro con mucha atención.
Fue entonces cuando, al jurar por la vida de sus compañeros, Talia se acercó a la nipona y le puso amablemente la mano en el hombro, acariciando a la Hija de Inari para reconfortarla y haciendo una reverencia con una sonrisa enmarcando su precioso rostro. La Carité, con aquel gesto, daba su beneplácito y presentaba sus respetos ante el grupo, queriendo saber quienes erais exactamente cada uno de vosotros, pues la incognita sobre Cora ya la había descubierto: Hija de Hécate. 
Para ella, los demás erais extrañamente exóticos, con halos y esencias que no había sentido jamás.

Mientras tanto, las dos meliades se aproximaron a Ichini y comenzaron a examinarlo de rodillas. No respondía y su herida era más que desastrosa. Pálido e inerte, no tenía nada dentro de él, solo la carcasa de un cuerpo que alguna vez tuvo un alma viva en él.

Entonces se levantaron y ambas negaron con la cabeza, apenadas por la visión del chiquillo por el que no podían hacer absolutamente nada. Ellas no eran curanderas, pero aunque lo hubieran sido, no hubiera servido de nada.

Lo sentimos. - dijeron ambas al unísono con un tono celestial. Después fue Melia quien continuó- Podemos ofreceros un entierro digno si nos acompañáis al Hogar de Pan. Allí podréis reponeros fisica y emocionalmente y honrarle como gusteis, pagando el tributo necesario para hacerle llegar al Hades - entonces hizo una pausa, confusa por no saber exactamente si lo que había dicho era coherente. - O al lugar en el que su alma pueda descansar eternamente. 

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19/11/2018, 22:54
.Syke

Syke, ante la mirada atenta de Cora, se acercó a su vez a Anne para examinar sus heridas. La pelirrosa bebió de la hoja concava y guardo algo para mojarle los labios a su amiga, observando milimétricamente que nada malo pudiera ocurrirle a la rubia.

- Parece dormida. Respira, pero también ha perdido mucha sangre. - explicó la ninfa con sus nociones. La hija de Atenea tenía la pantorrilla abierta bajo una venda improvisada que Syke ató un poco mejor, poniendo unas hierbas que sacó de entre sus vestimentas naturales. Olía a romero. -  No sé si podremos cargar ambos cuerpos. Vosotros también estáis heridos, aunque podéis moveros. Esto os aliviará el dolor. ¿Sois vosotros los únicos supervivientes? - Y os tendió también el romero. Varias hojas a cada uno de vosotros que, según explicó, deberíais masticar hasta que se convirtieran en una pasta con la que cubrir los cortes abiertos y aun sangrando. 

-¿Talia? - preguntó, mirando a la pelirroja y examinando a todos los del grupo para pedir su opinión sobre cómo llevarlos hasta su hogar.

Puede que Nao pudiera cargar con uno de los dos, puede que el otro pudieran cargarlo entre todos. 

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19/11/2018, 23:43
_ Yago no Kiri (Kiri-san)

El dolor de la pérdida le hace sentir un vacío imposible de llenar, la amargura del fracaso inundaba su boca hasta rebosar, la rabia de la impotencia causa que su cuerpo se tense marcando las venas. Y entonces su mente viaja a un lugar lejano, recuerdos pasados que deben permanecer enterrados, y sin embargo salen a la superficie. Después de todo, lo vivido tiende a repetirse.

Las desgracias no son la excepción. Y su mente se aleja de la realidad, una difícil de aceptar. Su alma necesita, no, le implora un respiro, una maldita pausa para asimilar todo lo ocurrido, aunque eso no impedirá que deje de sangrar. Ni las lágrimas de Shiro, ni el odio de Brynn, ni las ácidas palabras de Cora, y mucho menos su propio silencio.

Pasan los segundos, y tanto las réplicas como los ruegos le llegan de forma amortiguada, como un eco lejano. Las oye, más no las escucha. Al igual que a ellas, las ve, pero no las mira. Y entonces llegan más siluetas femeninas con palabras incompresibles para él, pero parece ser que no para la joven de pelo rosa y lengua viperina. Se limita a convertirse en un mero espectador, su cuerpo es incapaz de moverse por las cadenas de la culpa, y las palabras permanecen aprisionadas por una jaula del arrepentimiento.

“Y si fuese más fuerte…” “Y si les hubiese obligado a irse y yo quedarme” “Y si en lugar de permanecer en el campamento….” No, da igual, es tarde, no importa. Esas cuestiones no llevan a ningún lado, y tiene que centrarse de nuevo en lo que le rodea, no en puros anhelos de algo que jamás se cumplirá. Un abrazo cargado de alegría, y palabras de culpa que afianzan el regreso al mundo de los vivos, que son los que sufren por la marcha de los caídos.

Se dirige a ella, su mirada apagada se fija en los ojos de ella que derraman lágrimas. Y entonces el aludido niega con la cabeza. – Yo tampoco. Yo tampoco he sido lo bastante fuerte…. – Susurra de forma lenta. - …pero no podemos rendirnos aquí. Seguimos vivos, y tenemos que continuar. -  Añade sin perder la calma, aunque quizás se deba al agotamiento tanto físico como emocional.

Como dice mi compañera, tenéis nuestra palabra, y mi honor de que no os haremos ningún daño. – Dice de forma contundente agarrando con su mano libre el colgante de piedra negra. – Y por supuesto, tenéis nuestra gratitud. – Añade con un gesto inclinando la cabeza.

Yo llevaré a Ichini-senpai. No pienso dejarle aquí. - Añade con la misma contundencia. – Bryn, Tanaka-san, llevad a Anne entre las dos. – Solicita a ambas que parecen estar en mejor condición que la hija griega que hay en pie. - Tenemos más compañeros, pero no conocemos su destino, no sería de extrañar que se encuentren en una situación similar a la nuestra. – Comenta casi susurrante, intentando recuperar la compostura.

Por supuesto, sería él quien llevase el cuerpo de su compañero, cuyo corazón dejó de latir apenas unos minutos. No iba a permitir que fuesen Shiro y Brynn que estaban más unidas a él. Con cuidado empieza a coger el cuerpo del hijo de la muerte para colocar ese cuerpo sin vida a su espalda en completo silencio, y sin importar sus propias heridas. Para él no son nada, poca cosa en comparación con lo que tenía que haber sufrido. El obsequio consigo aliviar parte del dolor,  el interno por el contrario, ese costará bastante más de sanar.

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20/11/2018, 09:38
_ Cora Adaras

El buenorro y la ratita se comportaron exactamente como lo hacían los nipones: con mucho blablabla y un palo metido por el culo.  Pero parecía que a aquellas putas con flores les gustaba ese tipo de elegancia y respeto, al menos por cómo se comportaron después.
Estuve a punto de sisear como una vibora cuando le puso la mano en el hombro, y después estuve a punto de despellejar con gusto a la que pretendía tocar a Anne, pero me contuve tanto como pude, mojando los labios en aquel agüilla.

No era bebida de dioses, pero estaba tan hambrienta, sedienta y cansada que me dio exactamente igual. Si era pis de ninfa correría el riesgo de envenenarme y acabar en un lugar mejor.

- Viajamos a través de un Portal - expliqué. Mis recuerdos estaban borrosos. Demasiada sangre y demasiadas visceras como para acordarme de quien había abierto aquel camino a los mundos de yupi. - Si somos los únicos supervivientes, pronto lo veremos.No se me había olvidado lo que había dicho la ñoña pelofuego sobre los dos supervivientes al ataque que habían hecho toc-toc a su puerta. ¿Hacía dos días? ¿Cuánto tiempo llevábamos aqui? Solo podía pensar en que fuera...

No. Si estaba muerto, mejor.

- Gracias - le dije a la que parecía un cactus digno de la decoración de cualquier apartamento millenial. Masticaba el romero mientras musculitos se colgaba a Ichini de la espalda como si fuera un fardo sin vida. Recordé que en realidad lo era. Sweet California había parado de llorar y lo agradeci en arameo porque me permitió tragarme el nudo que tenía dentro y ser aún más hermética. 

Fue entonces cuando hicieron por coger a Anne, y sin hacer caso al buenorro, yo también me aproximé a ayudar. Pero antes, me acerqué a una de las flores con patas. Si la peliazul y el samurai querían cargar, no podrían hacerlo medio desangrados.  

-Έχετε mandrake και το κοράνι;- pregunté. Parecía una despensa debajo de toda esa hierba que le salia de entre las faldas, y por suerte, parece que tenía lo que buscaba porque asintió con la cabeza y empezó a sacar plantas como si fuera el inspector gadget.  

Cuando me dio las hierbas que necesitaba me aproximé a una de las hojas cóncavas que habíamos utilizado de cuenco para el agua, y me dispuse a concentrarme. Cogi la daga del cinturón, comencé a masticar las flores y me corté la muñeca para que sangrara sobre la hoja.

Era algo precario, y aunque me hubiera puesto muy cachonda tener mi caldero chorreante allí, soñar no era gratis.

              *Versión posh (Cora lo hace  sobre la hoja xD)

Después de varios minutos mezclando y requetemezclando, pronuncié unas palabras lo suficientemente bajito como para que nadie pudiera escucharme. La sangre empezó a brillar, después se apago, y entonces me levanté para acercarle la improvisada poción a Brynja y Nao. Creo que hasta ahora nunca me habían visto hacer algo así.

-Tomad. - les dije a cada uno. Entre el romero de hierbabuena y la poción purpurinosa de la señorita pepis, puede que aguantasemos un poco más. - No me ha dado tiempo a que sepa a gominolas - sabría a sangre mentolada, calentita y un poco humeante, pero... es lo que hay.

Notas de juego

Me resto 2PH (Y ya estoy a 0)

Os doy una poción a Nao y a Brynja. Como lo he hecho de forma muy precaria, solo cura 1 + 1d10 (os apuntais -1 de daño y tirais 1d10. Si sale exito os curais otro).

El romero os alivia el dolor narrativamente y evita infeccion a largo plazo.

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22/11/2018, 06:27
-Narrador-

Con Nao haciéndose cargo de Ichini, sólo es necesario que entre varios se encarguen de la desvanecida Anne, tarea para la que las ninfas aportan ayuda, si fuese necesario. Pronto comienzan a cruzar el bosque, guiados por aquellas bellas criaturas que tanto se asemejan a la vegetación que los rodean

El bosque que están atravesando cuenta con presencia, altura y sobriedad. No tardan sino una media hora en empezar a escuchar los quedos murmullos de un riachuelo sereno de agua limpia que no llegaría a cubrir a nadie más allá de las rodillas. Seguir la senda que discurre junto al río es un paseo agradable, aunque oscuro. Sin embargo, es un bosque lleno de bellezas y secretos para quien sepa dónde mirar.

Aquí y allí es posible ver aún fragmentos de caminos de adoquines que parecen no ir a ningún sitio, o una estatua majestuosa y casi olvidada de las que esperarías encontrar en mitad de un jardín cuidado y atendido, ahora cubierta de enredaderas. Columnas de eras dóricas, más allá capiteles con acabados corintios, una fila de tres cariárides que observan tu paso con indiferencia... Es como si el mismo bosque estuviese tratando de contar aún las historias que allí un día se narraron, pero los motivos por los que se erigieron lo que ahora son ruinas permanecen ocultos a tu vista.

¿O tal vez es la vegetación la que trata de tragarse el delator de que hubo un tiempo en el que allí existió vida?¿Eran templos tal vez? ¿una grandiosa ciudad? ¿O sólo pequeños tesoros saqueados de las tierras humanas y ofrendas abandonadas en el bosque sin ton ni son?

Hay muchas sendas que se adentran en esta espesura, pero las guías advierten de que tengan cuidado. Hay lugares aquí tan sombríos que harían perderse al mejor rastreador, y algunas de las criaturas que lo habitan gustan de gastar bromas pesadas a los forasteros.

De alguna manera, la humedad que te atrapa los huesos a medida que cruzan este bosque habla de nostalgia, y cuando ese sentimiento te invade y la luz muere no puedes evitar sentir que el bosque trata de susurrar sus secretos en lenguas ya olvidadas. Ten cuidado de prestarles atención, pues no son tus recuerdos y el Bosque de los Susurros tiene también fama de belleza cruel.

Afortunadamente, la espesura termina pronto...

 

Notas de juego

Fin del prólogo

Continuamos en una nueva escena :)

Dejo esta abierta por si quisieran hacer o decir algo más a modo de cierre