Los Inicios

                               

El Campamento Half Blood es un lugar secreto de entrenamiento para semidioses ubicado en algún lugar del oeste de Estados Unidos. Está construido desde hace apenas unas semanas, cuando el Campamento Mestizo de Long Island, el Campamento Yggdrasil de Dinamarca y el Campamento Udyat ubicado en algún punto del Nilo, fueron brutalmente atacados y destruidos. 
Los dioses de cada Panteón decidieron unirse para hacer frente al mal común que los estaba persiguiendo... Invitaron a otros Panteones (como el Campamento Júpiter, de legados romanos, o el Campamento Trisquel), pero estos rechazaron la ayuda aduciendo que no habían tenido ningún problema y que, de tenerlo, podrían solventarlo sin la ayuda de nadie. 

El primero campamento bajo ataque fue el Campamento Udyat, del panteón egipcio, una noche cualquiera fueron todos sorprendidos inexplicablemente por seres que no lograron identificar. Asesinaron a la mayor parte de los integrantes, semidioses y criaturas, hasta que lograron encontrar el modo de repelerlos. Dos noches después sufrieron la misma suerte el Campamento Mestizo de Long Island, cuyo panteón es el griego, dejando en los cimientos el campamento y sumando todavía más muertos que sus compañeros egipcios. Los dioses de estos dos panteones se pusieron en contacto para poder hablar y ofrecerse ayuda mutua, cuando el Campamento Yggdrasil también se vio asediado del mismo modo: por la noche y contra criaturas que desconocían. 

Finalmente, Zeus, Ra y Odín, quedaron de acuerdo con establecer un campamento con los tres panteones, mezclando por primera vez sus hijos y legado, y quizás, cuando la amenaza hubiera sido neutralizada, volver a separar sus caminos.

El Campamento es todavía muy inmaduro, y aunque las fronteras han sido establecidas aún no cuenta con protecciones mágicas. Esto, sin duda, es la principal preocupación de los dioses, pues saben que sin protección, los semidioses y las criaturas de su interior jamás estarán a salvo. 

¿Lo recordáis, verdad? 

Lo que ocurrió después

Todo parecía ir viento en popa en el Campamento. La unión del Panteón Egipcio, Griego y Nórdico supuso un hito esperanzador después de todos los ataques que se habían estado produciendo a lo largo y ancho del mundo. No cabía duda que después del panorama tan desolador al  que se habían enfrentado, la unión de fuerzas y el estrechamiento de lazos entre sus integrantes serían la mejor opción para sobrevivir a largo plazo.
Poco a poco los tres Panteones, comandados por sus mentores, consiguieron sacar adelante un hogar creado de la nada, que aunque aún no contaba con una protección mágica óptima, crecía a diario con la llegada de nuevos semidioses que acudían en busca de ayuda y asilo guiados por sus padres.
La desconfianza y los prejuicios iniciales  fueron quedando de lado conforme todos empezaron a colaborar entre sí, y en poco tiempo el trabajo duro comenzó a dar sus frutos: parecía que por fin volvían a tener un lugar seguro en el que vivir, entrenar y descubrir los misterios de cada uno de sus Legados. 
La incógnita sobre porqué estaban siendo atacados y la identidad de sus enemigos había quedado relegada a un segundo plano. Tendrían que resolverlo, por supuesto, pero primero debían sanarse por dentro y por fuera.
 

Los Héroes del Panteón Japonés tardaron poco más de un mes en llegar a este oasis de paz, huyendo también del lugar en el que un día se había encontrado su campamento. Al igual que todos los demás, éste había quedado completamente destruido, y mermados en número y en esperanzas, no les quedó más opción que dejarse llevar por la información que su mentora, Yuki-onna, había obtenido.
Parecía que reagruparse sería la mejor opción y los supervivientes del Panteón nipón cruzaron los océanos en un duro viaje para poder formar parte de la nueva comunidad que se estaba levantando satisfactoriamente con fuerza y esmero.

Su llegada supuso que muchas de las heridas de los antiguos campistas volvieran a reabrirse. Rememoraron las espantosas pesadillas que habían vivido y que a muchos aún acosaban durante las noches, la gran cantidad de amigos y compañeros que habían perdido por el camino en estos escasos meses y lo dificil que había sido reforzar la convivencia, que a duras penas aún estaba a medio forjar. Un nuevo grupo significaba más problemas, pero con fuerza de voluntad todo podía salir bien. Así que después de la integración de los japoneses, las nuevas noticias sobre el estado de otros Campamentos y el caos en el que se había sumido el mundo, las dudas enmudecieron y quedó claro que había llegado el momento de pasar a la acción.

Así que Quirón, Skuld, Esfinge y Yuki-onna convocaron una gran reunión para anunciar las misiones que habían estado planeando durante meses y escogieron y agruparon a los Héroes para que las llevaran a cabo con su ayuda.
Pero después de una tortuosa fiesta de bienvenida en la que hubo más problemas que placeres, las tareas que estaban organizadas tuvieron que posponerse para que todos limaran asperezas. Nadie podía arriesgarse a que la falta de entendimiento entre los adolescentes empañara los objetivos que debían cumplir y produjera un mayor número de bajas. Debían trabajar en equipo, y hasta que la tensión que se había creado durante aquella noche no se disipara, ningún grupo podría partir sin el consentimiento de los maestros.

Así que una semana fue el tiempo pactado para resolver sus conflictos antes de ponerse en marcha.
Pero solo pasaron tres noches porque durante la cuarta, sobrevino el desastre.

¿Y ahora?

¿Quién ha sobrevivido?, ¿qué ha ocurrido?, ¿dónde se encuentran?