Partida Rol por web

Observé en silencio como las chicas comian  o más bien deboraban los platos como sí no hubieran comido en años aunque no podia culparlas pese a las dotes culinarias del cocinero del barco, una comida frugal a base de pescado y poco más no era precisamente bueno para la salud, esperaba que con el tiempo pueda recuperar la constitución perdida durante el viaje, auqnue solo de pensar que todavia tenian que hacer otro viaje largo...en fin, mejor aprovechar ahora...

Por unos instante no presto atención a la pregunta de Brynja puesto que mi atención está en otro lugar y apenas reacciono cuando casi se atraganta con el pan.

---¿eh?- digo de manera distraida  mientras ladeo la cabeza  en su dirección volviendo a la realidad-La verdad es que no tengo ni idea, no hemos hablado mucho de eso, pero quizas Kled tenga algún poder que pueda comunicarse a su manera, yo estoy intentandolo desde  mi lado, solo falta ver sí hay resultados...por lo demas no sabemos nada de los otros salvo que estan vivos por as efigies sino estas se hubieran destruido como....los anteriores casos- digo pronunciando las palabras con mucho cuidado y añado rapidamente- aunque siempre hay alguna excepción, como mi hermana...

Afortunadamente el primer turno ha avanzado mucho - Sonríe comprensiva cuando comprueba que Kled que no regresará en un buen rato antes de girarse hacia Tau ofreciéndole un delantal similar a los que habían usado las chicas antes.

¡Vamos allá!

A ver de qué eres capaz. Pero te advierto que las chicas han dejado el listón muy alto - Termina con un guiño hacia ellas.

El cocinero sigue moviendo las manos en el aire, aparentemente satisfecho de tener comensales tan felices y entregados, terminando de rellenar con nuevo género  las bandejas que se llevarían Hina y Tau al exterior. Esta vez las bandejas saldrán llenas de unos pinchitos a los que llaman eomuk, que no es otra cosa que alguna clase de pastel de pescado con un aspecto que no recuerda precisamente a un pastel

Una vez resueltos los preparativos, la anfitriona no tarda en salir arrastrando consigo al egipcio.

Una vez la sala está algo más despejara, el cocinero muestra un pequeño tesoro que había guardado, casi como si hiciese trampas, ofreciéndoselo a Brynja y a Alondra

- Es... espero que sea de su agrado

---Bueno me alegro- comento girandome hacia Hina y tomando el delantal para ponermelo seguidamente- Bueno, veremos que podemos hacer, usaremos a Hilal para atraer al público- bromeo mientras termino de recoger las cosas para llevarnosla, habia visto los pinchos mientras comian aunque no los habia probado.

---Bueno chicas, disfrutad de la comida y desearme suerte con las ventas- digo dejandome arrastras por Hina al exterior para ponernos a vender.

La comida me sentó de fábula.

Tras un largo, pero divertido, momento de trabajo, no había otra cosa mejor que comer. Y terminé llena, y ellos con casi menos existencias de su comida.

- Buff.- Me eché sobre el respaldo de la silla reposando un poco y sonriendo.

Y como se suele decir, con el estómago lleno se piensa mejor. Y ese era un buen momento como cualquier otro para pensar y preguntar.

-Ime-San- Llamé la atención de la jefa.- La verdad, muchas gracias por todo, pero... realmente tengo que preguntar algo.- La miré mientras colocaba mis brazos detrás de la nuca.- ¿Dónde estamos realmente? ¿Qué reino es este?- Y tras una pausa continué.- Veníamos al reino de Kojiki en barco y de pronto... Nos separamos de nuestros compañeros. A aquí se está mejor que en ningún sitio, pero, también deberíamos informarnos sobre como llegar a nuestro destino.

Miré a Alondra para que confirmara y se uniera a la conversación.

De regreso al festival tras haber saciado el apetito pronto se ven rodeados por la cacofonía de música de la florida cabalgata, ahora protagonizada por una riada de estatuas animadas y juguetes casi tan altos como los mismos espectadores.

Muchos sacan fotos con sus móviles, divertidos por las apariciones y el confeti que llena todas partes.

- Lo mejor es no entrar donde está la mayoría de la gente. Sería fácil chocar y que la bandeja se nos vuelque. Es preferible rodear a los grupos y permanecer donde se nos pueda ver. No te separes demasiado de mi

Si terminas tu mercancía o tienes cualquier duda acércate a preguntarme ¿de acuerdo? ¿Tienes a mano la chuleta con los precios?

Trata de asegurarse de que tienes lo que pudieses necesitar. Por delante tienen fácilmente unas dos horas muy ajetreadas y entretenidas, pero Hina no es ninguna carcelera y pronto se dejará llevar por la algarabía. No te cabe duda de que sería muy fácil desaparecer entre el gentío, si te lo propusieras.

- ¿Kojiki? - pregunta el cocinero levantando la cabeza de lo que estaba trabajando, un poco extrañado - Pero eso es solo una leyenda...

Entonces su expresión se suaviza, como si entendiese algo - Bueno, los soñadores llegan aquí siguiendo muchos caminos y búsquedas extrañas. Puede que los amigos que te acompañaban no hayan soñado con la suficiente convicción. O que no siguiesen el mismo rumbo.

En realidad ya es inusual que tantos soñadores puedan llegar aquí juntos.

Pero no debes preocuparte. Cuando despiertes, estarás en el mismo lugar en el que dormiste, y gran parte de lo que has vivido hoy será... bueno, una neblina.

Al fin y al cabo, estás soñando. Es así como funciona. Aún así, es un placer tener a una clienta tan agradecida de mi cocina - Sonríe un tanto tímido - Gracias. Vuestra presencia y espíritu vivo nos alimenta más de lo que puedas imaginar. Ojalá recibiésemos más visitas como las vuestras.

Aquí no hay un rey, así que llamarlo reino... tal vez se le quede grande - ríe un poco -. Algunos lo llaman el Espíritu de Oriente. Otros le dan nombres con los que se sienten cómodos, como Neo Nipón. ¿Cómo te gustaría a ti llamarlo?

Gracias.

Espeta mirando la comida, y es que aún tiene sus dudas. No necesita comer en absoluto, y sabe lo peligroso que puede llegar a ser, por ello sus ojos se clavan en el cocinero y termina suspirando por la nariz y accediendo. También sabe que su mente resulta dura, así que cede a los agasajos para descubrir que está realmente buena y lo que en un principio sólo iba a ser probar un poco termina siendo un auténtico festín.

Mientras aún sigue comiendo con afán de recuperar el tiempo perdido asiente a las preguntas de la peliverde, limpiándose la boca con el dorso de la mano y tragando.

Exacto, un reino místico donde habitan los dioses de japón y otros espíritus. Según nuestra información está como... medio milenio atrasado en el tiempo respecto de aquí, sea donde sea aquí.

Intenta ser proactiva, antes de rematar lo poco que le quedaba de comida y ponerse en pie.

- ¿Kojiki? - pregunta el cocinero levantando la cabeza de lo que estaba haciendo - Es una leyenda...

Entonces su expresión se suaviza, como si entendiese algo - Bueno, los soñadores llegan aquí siguiendo muchos caminos y búsquedas extrañas. Puede que los amigos que te acompañaban no hayan soñado con la suficiente convicción. O que no siguiesen el mismo rumbo.

En realidad ya es inusual que tantos soñadores puedan llegar aquí juntos.

Pero no debes preocuparte. Cuando despiertes, estarás en el mismo lugar en el que dormiste, y gran parte de lo que has vivido hoy será... bueno, una neblina.

Al fin y al cabo, están soñando. Es así como funciona. Aún así, es un placer tener a clientas tan agradecidas de mi cocina - Sonríe un tanto tímido - Gracias. Vuestra presencia y espíritu vivo nos alimenta más de lo que puedan imaginar. Ojalá recibiésemos más visitas como las vuestras.

Y tras un instante en el que sus manos retoman el trabajo, prosigue.

Aquí no hay un rey, así que llamarlo reino... tal vez se le quede grande - ríe un poco -. Algunos lo llaman el Espíritu de Oriente. Otros le dan nombres con los que se sienten cómodos, como Neo Nipón. Para mí, esta ciudad se llama Kandara ¿Cómo te gustaría a ti llamarlo? - Pregunta esta vez directamente a Brynja

A medida que me alejaba del trio mi expresión se tornaba atenta  para captar todos los detalles de aquella gente, solo cuando nos sumergimos en la gente siento siento el intenso choque  ante aquella situación, nunca habia sido de socializar mucho y preferia la tranquilidad de unas pocas personas muy cercanas a estar en muchedumbres alocadas como...bueno,como aquella situación

Por un instante me quedé parado sin saber que hacer mientras  Hina me habla, sin decir nada asineto con la cabeza, no necesitaba mucho en memorizar una sencilla lista.

---No te preocupes...estaré bien...- digo tratando de que no se me sienta  abrumado por la situación- Cuando acabe la bandeja te buscaré para reponerla, tranquila- digo sonriendo para tranquilizarla.

Una vez separados, comienzo a caminar entre la gente tratando de vender  mi mercancia, intento buscar a grupos de gente como yo, lo cual es más sencillo y esperaba que  las palabras de Kled fueran verdad y mi aspecto fuera lo suficientemente llamativo como para subir las ventas pero aún tenia otra idea , no era la más brillante pero habria que intentarlo, para bien o para mal podria tener un éxito moderado.

Así que busqué un Karaoke o cualquier aparato de emisor de sonido, finalmetne encontré un megáfono y carraspeé antes de empezar la canción, una canción llamada ciudad esmeralda.

(8)Y si un día el planeta se parte en dos
Que nos pille bailando esta canción
Bienvenido a este lugar
En Ciudad Esmeralda estás (8)

Mi voz no era precisamente la mejor, era la primera vez que hacia una cosa de esas y se notaba que no era precisamente un veterano aunque aún así no pensaba que lo estuviera haciendo muy mal.

(8)Y en lo bueno y en lo malo no te fallaré
Si te cansas, robaremos para que otros pies
Hechos de felicidad
En Ciudad Esmeralda estás(8)

Con la última estrofa terminé la canción, permanecí unos segundos en silencio antes de añadir.

---Espero que os haya gustado, para vuestro deleite mi compañera Hina y yo tenemos productos artesanales para comer y que podais seguir disfrutando del festival, recomiendo especialmente el eomuk

- Oh- realmente estoy interesada, pero a la vez decepcionada por la revelación.- ¿Esto...es un sueño?

 Porque no. Había ido a sitios tan inimaginables que cualquier cosa era posible. Pero realmente me jodía que algo tan bueno como aquel sitio, lugar, reino...lo que fuera, tan solo fuera un sueño.

-Vaya, pues es una pena.- Bajo los hombros pensando que, evidentemente, no durará pasa siempre.- Pues tendremos que ir a ver a ese Espíritu de Oriente. ¿Cuándo podríamos ir a verle?

 La pregunta del cocinero me llama la atención. 

- ¿Un nombre?- Umm me quedo pensativa.- Llamarlo Dreamland suena muy típico, supongo.- Río dando un codazo a Alondra.- Así que lo llamaré... Vuijiru. Ya que no estamos despiertos, pero tampoco es que estemos dormidos como tal... lo creo apropiado.

Quizá sea un sueño para los mortales -trataba de sonar afable-, pero para nosotros es real. No somos... mortales del todo.

Tras una leve inclinación en la que parecía pedir permiso hizo el numerito que Brynja ya conocía, donde su mano se rodeaba de niebla y, de ella, aparecía su arma enfundada... y acto seguido la hizo desaparecer. Al acabar repitió la leve inclinación con un sencillo.

Gracias por la amabilidad.

Una mirada rápida a la peliverde antes de sonreírle.

Vuijiru, me gusta cómo suena.

Regresó al interlocutor, con una mirada meditabunda.

Veníamos todos juntos en el mismo barco. ¿Quizá podríamos buscar algún sabio o rastreador?

El resultado con tu pelo es una delicia. Kled tiene un arte para dar vida a cada uno de tus mechones que muchos envidiarían, pero claro, ella es una profesional precisamente de los cambios de aspecto, así que no te llega a sorprender del todo.

Mientras terminan la obra de arte la conversación en el exterior avanza, y acercándose el resultado alcanzas a escuchar una parte de la conversación en el exterior.

Alcanzas a escuchar a Brynja:

- ¿Esto...es un sueño?

-Vaya, pues es una pena.- Sonaba algo entristecida.- Pues tendremos que ir a ver a ese Espíritu de Oriente. ¿Cuándo podríamos ir a verle?

- ¿Un nombre?- Pausa- Llamarlo Dreamland suena muy típico, supongo.- Ríe desenfadada.- Así que lo llamaré... Vuijiru. Ya que no estamos despiertos, pero tampoco es que estemos dormidos como tal... lo creo apropiado.

Alondra retoma la palabra.

Quizá sea un sueño para los mortales, pero para nosotros es real. No somos... mortales del todo.

Hace una pausa acompañada de sonido de movimiento, como si hubiese hecho alguna clase de gesto.

Gracias por la amabilidad.

Vuijiru, me gusta cómo suena.

Veníamos todos juntos en el mismo barco. ¿Quizá podríamos buscar algún sabio o rastreador?

 

El siguiente en hablar es el propio cocinero

- Vuijiru suena bien - Pausa - El espíritu de estas tierras... algunos de mis clientes también han hablado de esa idea como si fuera un alguien. Aunque yo nunca lo he conocido.

Si quieren, pueden ir a preguntarles directamente. Una de estas personas regenta un puesto de talismanes cerca de un templo. Poca gente lo visita hoy día, salvo en festividades concretas, y cada vez son menos.

Puedo darles la dirección. Seguramente sea una de las personas con más conocimientos en leyendas que conozco y podrá responderles mejor que yo a las dudas que tienen.

- Vuijiru suena bien - Asiente conforme con la decisión de sus invitadas, sin dejar de mover las manos, concentrado en la tarea que lo afanaba - El espíritu de estas tierras... algunos de mis clientes también han hablado de esa idea como si fuera un alguien. Aunque yo nunca lo he conocido.

Si quieren, pueden ir a preguntarles directamente. Una de estas personas regenta un puesto de talismanes cerca de un templo. Poca gente lo visita hoy día, salvo en festividades concretas, y cada vez son menos.

Puedo darles la dirección. Seguramente sea una de las personas con más conocimientos en leyendas que conozco y podrá responderles mejor que yo a las dudas que tienen.

Definitivamente -sonreía orgullosa- divina, una de mis mejores obras.

Asentía para ambas y bajó un momento fugaz los ojos hacia los labios de la contraria, aunque rápidamente se corrigió. Si las circunstancias fuesen diferentes, quizá, pero... no importaba. Entonces escuchó aquellas voces y bajó el tono, mirando a la hija de las arenas con un aire pícaro.

¿Quieres que te vean ya o nos adelantamos a la tienda de talismanes?

Supongo que podríamos ir ¿No?

Preguntó a la diosa de la tormenta con cierta curiosidad para regresar al interlocutor.

Cuando vayamos ¿querrá que le traigamos algún talismán?

- Deberíamos esperar a Tau- ¿Vaya, parecía que estaba madurando o qué?

 En otro momento quizá habría cogido de la mano a Alondra y habría salido pitando, pero eso también fue lo que hizo que estuviéramos solos en aquella gruta submarina, solo cuatro de nosotros.

- ¿Deberíamos?- Pregunté extrañada a Alondra.

Me levanté del sitio y asentí firmemente. Debíamos irnos, y por mucho que la comida estuviera bien, también necesitaba estirar las piernas y soltarle ostias a algo... que hacía mucho que no lo hacía. ¿Me estaría ablandando?

- Busquemos a Tau y los demás. - Cogí a Alondra de la mano y tiré de ella.- Gracias por la comida, le traeremos un talismán de esos chulos!- Digo dirigiéndome al cocinero.