Con el frío como doloroso acompañante las siguientes semanas se arrastraron lentas como un gusano bajo rocas heladas.
El primer día los oráculos preguntaron sombre la proximidad del enemigo común, trasladando a la tripulación un mensaje tranquilizador.
Tras la pregunta a los oráculos formulada por Avgi sobre la salubridad del agua de nieve, contar con agua dulce y clara para beber dejó de ser un problema por un tiempo, pero eso no significa que no apareciesen otros.
Han necesitado acortar los turnos de trabajo para que nadie pase demasiadas horas seguidas a la intemperie, y las tareas que por obligación deben hacerse en el exterior se han convertido en molestas, incómodas y para nada deseadas. Aún cuando no son pocos los que tratan de no hacer ver su propio sufrimiento para no asustar a los demás, los nudillos amoratados e hinchados y los labios cortados hablan por sí solos.
No sorprende a nadie cuando la capitana primero y más tarde Tau y Kled/Kazán empiezan a sentirse débiles.
La ropa de abrigo ha evitado lo peor de esta circunstancia y la mayoría se mantiene en pie probablemente gracias a ella.
Afortunadamente, tras la primera semana todos parecen haberse habituado al cambio del clima y pueden retomar sus tareas con relativa normalidad.
En este tiempo los oráculos han avanzado en las incógnitas resueltas, o, cuanto menos, un poco más clarificadas.
Afirman sin lugar a dudas que en Kojiki será primavera al llegar allí, que alguien les recibirá al llegar a puerto, pero no será un dios. ¿Quizás un emisario?
El misterioso personaje por el que Hikari ha preguntado, Shōwa-sama, tiene una lectura indescifrable. Ni tan siquiera se le ve el rostro en la visión, lo que hace difícil interpretarla. Las siguientes dos preguntas son también extrañas. Quien se encarga de controlar el pozo y cual es la función del mismo. Sea lo que sea que han visto, no parecen demasiado satisfechos.
Avgi en su forja ha tenido una buena lista de peticiones, pero cuando se ve en plena faena saber qué priorizar y cómo hacerlo no resulta nada fácil.
Finalmente decide empezar por uno de los proyectos más complicados, El regalo que Nero quiere hacerle a su futuro suegro. Si alguien se asomase a la forja durante las dos primeras semanas podría ver el proceso de cómo primero da forma y después encanta una hoja delgada de un material tan puro que refleja la luz de las estrellas incluso cuando éstas son invisibles al ojo humano. Aún no ha acabado con él, pero una vez ha conseguido un resultado, cuanto menos, decente, regresa al proyecto que ya tenía empezado: Armaduras para la tripulación.
La supervivencia de los integrantes del barco no es algo para tomarse a broma, especialmente tras las últimas pérdidas.
Es por esto que la primera agraciada es Brynja, para la cual mejora la armadura que ya estaba usando hasta que éste le sirve como si fuese un guante. Ella es fuerte, pero frágil, por lo que nadie discute que sea importante salvaguardarla.
Después sigue con el equipamiento de Cedric, uno al que ya casi vieron caer una vez. A pesar de su capacidad de regeneración, la cicatriz permanente que ahora porta es un firme recuerdo de que no es inmortal. Su estilo de batalla lo posiciona en primera fila, por lo que para él fabrica una armadura resistente y firme de una elegancia que hace recordar a los antiguos reyes celtas del pasado.
El siguiente es Nero, para el cual fortalece una armadura que se suma así a la propia natural, aportándole en suma un blindaje más que decente.
Los oráculos han seguido haciendo preguntas, llegando a la conclusión de que sí que habrá un pretendiente en Kojiki para Brynja, alguien que la hará sentir algo de sorpresa y esperanza. No es un enemigo, sino un aliado potencial. Pero un aliado que traerá consigo sus propias condiciones.
La visión sobre la llamada Hikaru-sama dibuja a una mujer muy parecida a la propia Hikari con una corona de flores azules. A regañadientes la capitana comparte con todos que se trata de una de sus hermanas. Una que acumula grandes honores y es, a todos los efectos, incuestionable. A pocos les basta con esa explicación, pero ella lo ha dicho como si con eso ya tuviesen que comprender lo suficiente.
Tras esto, los oráculos han dedicado casi dos semanas a preguntar uno por uno qué papel es el que deben representar en la corta de Kojiki, y sin embarco los augurios son esquivos. Como si no hubiese nada escrito en torno a las decisiones y errores del grupo. No hay ningún puesto incorrecto. No hay ningún puesto correcto. Los hados no controlan las decisiones de los semidioses a bordo, o puede que algo esté bloqueando estas visiones.
Kazán y Tau están cada día más recuperados del resfriado que les trajo el cambio de temperatura, por lo que descontando estornudos ocasionales, son capaces de mantenerse activos y retomar las actividades del barco.
Michi lanza un salto más, acortando distancias de unas montañas nevadas a otras, como si todas las grandes cordilleras estuviesen conectadas al igual que lo están todas las corrientes de agua.
Las siguientes preguntas se centraron en los desafíos y peligros que van a encontrar en Kojiki. Y los habrán. El augurio no es claro, pero es posible que ya haya una sombra cerniéndose sobre Kojiki, algo inesperado. No son capaces de concretar mucho más.
Centrándose en preguntar sobre el antiguo compañero Ichini, alguien podrá llevarles hasta él. Una especie de... ¿burócrata? No son capaces de identificar demasiado bien su aspecto, pero no tenía aspecto ni de campesino ni de noble. Los oráculos se interesan también por qué tan cerca está Ichini de Ichi. No han llegado a encontrarse, pero están cerca el uno del otro. Y cuando se encuentren, el destino más probable es que uno de los dos muera, siendo absorbido por el otro... y que habrá al menos un cadáver más en esa escena. Una visión perturbadora.
Pero este viaje se está haciendo por algo. Cada parada en el camino debería ayudarles a ser más fuertes y a obtener algo que les permita enfrentarse a ese gran enemigo al que no logran identificar. Lo que los Oráculos han visto son posibilidades de mejora personal. Hay grandes maestros de lucha y meditación en el Reino Celestial, lo que podría elevar el potencial de todos los inmersos en esta travesía.
El primer mes se había extinguido rapidísimamente con estas visiones y encargos, pero a pesar de haber sido capaces de mantenerse en movimiento e ir solventando cada dificultad en el camino, aún tenía mucho que hacer.
Cubiertos los luchadores de primera línea, Avgi regresa al proyecto del daisho de Nero para mejorar y perfeccionar la magia que ya lo encantaba para que se convirtiese en la pieza más pura y exquisita que había fabricado desde que recuperó la memoria de sí misma, pero esta tarea lleva tiempo. Casi dos semanas completas solo dedicadas a ello, lo cual hace impacientar a Tau, quien vuelve a ofrecerse a ayudarla en la forja para que avance en su encargo. Pero Avgi ya tiene toda la ayuda que necesita con su joven ayudante y no hay mucho más espacio para trabajar en el interior de la forja.
Algunas de las siguientes preguntas de los oráculos tienen un trasfondo algo más oscuro. ¿Hay algún dios nórdico que vaya a perseguirles o busque venganza? ¿Acaso el dueño de Cedric reclamará su posesión? En el entierro orquestado en Asgard ¿Quién era la tercera persona amortajada? Y el barco que vieron alejarse en la isla en la que murieron Steve y Masud ¿De quien era?
El barco en la isla era de Odín, el cual regresará en algún momento para buscar sangre junto a Tyr, y este reclamará su posesión sobre el celta. Un encuentro que indudablemente acabará con sangre. En el entierro de Asgard se despedían también del dios Frigg, que había sido asesinado esa misma noche.
Los oráculos se interesan también por el siguiente tramo del camino, aquel que les llevará desde Kojiki hasta el reino mítico de los egipcios. La respuesta incluye que lo sabrán al tiempo. Tau recibirá una carta que le traerá una manera rápida y segura de llegar hasta allí, por lo que solo cabe tener paciencia.
Hay varias preguntas sobre el significado de las estatuas y sus materiales, pero las respuestas parecen casi obviedades. Cada estatua representa a alguien. Cada material representa diferencias.
Están en pleno viaje aún con varias preguntas pendientes, cuando algo interrumpe los planes inmediatos, y no es solo la ligera mejoría del clima.
Editado para corregir erratas
Una inmensa bandada de pájaros se ha levantado en el horizonte con el amanecer, en línea recta desde el confín del horizonte.
Sus plumajes están adornados con todos los colores del arcoiris y sus trinos traen una cacofonía que evitaría que nadie, salvo tal vez Khamsa, puediese seguir durmiendo.
Cuando estas aves rodean el barco la primera reacción instintiva es de alarma.
Las plumas apenas llegan a rozar el casco y las velas de la embarcación, pero con eso basta para que la fuerza de un titán comience a elevar lentamente el barco, separándolo de las aguas tranquilas del lago que surcaba.
- Este es el puente de pájaros - informa a la tripulación antes de que se alarmasen. Su expresión no transmite ninguna clase de entusiasmo.
- El mismo don con el que llegué a Mythos hace ya... - Una vida - Meses atrás.
Madre debe haber mandado a recogernos ahora que nos acercamos al reino celestial.
Da la espalda a la cubierta - Deberían procurar estar presentables. - Para acto seguido encaminarse de nuevo a su camarote.
La devilidad y su evidente decepción han hecho que Hikari se comportase en este tramo del viaje de forma hermética. Sigue reuniendose con sus oficiales, con Michi para trabajar en los cálculos de navegación y con Avgi y Cedric para entrenar en su camarote, pero apenas se ha dejado ver en cubierta y ha estado inaxesible para cualquier cuestión que no fuera estrictamente imprescindible.
Varias fueron las intenciones de disculparse con ella, pero por unas cosas o por otras, nadie lo ha hecho y quienes se han interesado no tenían nada de lo que disculparse. El tiempo para cambiar algunas cosas ha expirado, algo que Tau ha comprobado en carnes cuando su insistencia para que Hikari lo dejase examinarla como médico ha acabado encontrando una respuesta violenta de parte de su sirviente, quien la guarda con celo.
Era increíble como el paso del tiempo dejaba atrás todo lo que había pasado pese a que las primeras semanas habían sido lentas por el paisaje monótono del lugar, el frio hacía que las actividades fueran cortas permaneciendo gran parte del tiempo en la bodega tratando de mantenerse en calor.
Aunque eso no impidió que tanto él como unos pocos miembros enfermásemos lo cual hizo que pusiera en practica sus artes médicas para aliviar los síntomas de los enfermos, aunque eso no impidió que todavía se llevase un golpe por parte del sirviente de Hikari al tratar de ayudarla, tras esto no volví a insistir con ella y básicamente la ignoré el resto del viaje salvo cuando fuera imprescindible, es decir, cuando ella se dignase a hablar conmigo.
Había centenares de cosas que me molestaron durante el viaje, pero hubo otras muchísimas que me animaron, no lo expresé en voz alta, aunque algunos días se notaba la molestia (o lo que me animaba) que me atenazaba, aunque me negaba a hablar de ello con nadie, por lo demás permanecí con mis funciones de Oráculo y la lectura del libro que devoraba con avidez además de con el pequeño proyecto con Ivanka que me ayudaba a salir de mi rutina.
Y un día de estos tomamos el primer “contacto” con la Corte Celestial, Hikari, que se había dignado a aparecer informó que era un Don de su madre que estaba usando para recogernos y seguramente llevarnos a la corte celestial, aunque interiormente pensaba que era una manera algo pomposa de demostrar el poderío que tenían, así que traté de centrarme en lo siguiente paso.
Al escuchar el comentario que hizo antes de irse casi me dieron ganas de soltar un comentario despectivo, aunque me mantuve en silencio y me miré mis manos y mis ropas, el viaje no había sido precisamente para ir de comprar y aunque había tratado de limpiarlas lo mejor posible se notaba el desgaste del tiempo.
Así que simplemente me fui a la zona donde estaba el agua y traté de asearme lo mejor posible (tanto la ropa como mi cuerpo)para no parecer un pordiosero ni tampoco un gato que lo acabasen de meter en el barril de agua y simplemente esperé a ver con que nos “iluminaban” antes de llegar.
El transcurso de los días no pasó en balde a Tau, poco a poco, aquella sensación de caer al vacio que le atenazaba en el pecho se convirtió en simplemente un vacio en el pecho, ahora no quedaba mucho que sentir solo lo que parecía un corazón herido mortalmente pero ya no sentía la necesitad de llorar desconsolado todo el rato aunque la sensación de culpabilidad quedó claramente marcada en lo más profundo de su ser y ese era uno de los principales motivos que durante todo aquel trayecto Hilal no había aparecido, no quería tener a un chacal aullando de manera lastimera todo el rato o tirado con aire triste soltando gañidos….ahora tenia miedo…o más bien terror… terror de volver a amar a alguien y perderlo de nuevo….
Aunque no fue fácil, el transcurso de los días dio oportunidades para volver a ejercer lo que una de las cosas que más le definían, la medicina y se esmeró por ello durante la travesía pese a caer él también enfermo, aunque la negativa de Hikari a dejarse ser tratada y su respuesta le dieron ganas de gritarle ¿Quería morir sola? Pues allá ella, ella y su estúpida forma de creerse superior a los demás, sí no fuera por la escasez de recurso le abría tirado a la puerta las medicinas con aire furioso.
Eso era otra novedad, un sentimiento se había instalado en su interior, rabia, ira, ha veces era insignificante que ni la notaba pero otra veces ardía con fuerza, de hecho, cuando vió que se avanzaba el viaje pero el regalo estaba sin avances comenzó a sentirse frustrado y cabreado ¿ es que acaso no veían lo importante que podía ser aquella primera impresión? Entendía la supervivencia pero también aquello era importante por no hablar de esencial para llegar al oráculo, ya no había insistido en pedirle los utensilios de medicina, hasta se había cansado de esperar lo del Ankh y los brazales, así que simplemente había ido a donde los guardaba Avgi y los había tomado, total, no iba a echarlos de menos casi seguro, así que trataba de controlar como buenamente podía manteniendo la calma o meditando porque en muchas ocasiones me daban ganas de ponerme a romper cosas y gritar diciéndoles lo estúpidos que eran e incluso cuando vió el arma que Nero quería regalarle a su suegro pudiendo señalarle que quizás regalar a un Japonés un arma podía ser considerado un insulto.
Y pronto otro sentimiento se instaló en su pecho, uno que no pensaba que tendría nunca…venganza….
Cuando se enteró a quien pertenecía el barco que huyó ese sentimiento se instaló en él Odin… el Dios que los abandonó a su suerte mientras peleaban contra aquellas criaturas, el que no miró atrás y dejó morir a lo más importante del mundo para él y a otro compañero lo dejó marcado… ¿Vendría a reclamar a Cedric?¿habría sangre? Adelante, que viniesen, no sabía cómo, pero se aseguraría de que sintieran una ínfima parte de lo que estaba sintiendo y se aseguraría de que no fuera rápido…
Esos eran algunos de las muchas cosas que le molestaron a lo largo del trayecto y que sobre todo los días malos era cuando más se notaba, estando brusco y taciturno.
Tau sentía que aquellos sentimientos negativos lo iban a ahogar, pero afortunadamente no todo fueron cosas malas, también hubo pequeñas cosas buenas que sirvieron de tablilla de salvación frente a toda aquella negatividad.
La primera de todas fue que habían dejado atrás a sus atacantes cosa que en parte le relajó e hizo que por primera vez pudiera respirar tranquilo, seguido en parte de poder otra vez ejercer sus dotes médicas, aunque se aguó un poco con el incidente de Hikari.
El otro hecho fue que cada vez se acercaban a Kojiki, por fin dejarían, aunque fuera por un breve tiempo el reducido espacio del barco para entrar en un nuevo panteón y aunque sabia que los Japoneses eran una cultura muy frívola y que todo se reducía a las apariencia no podía evitar sentir esa excitación ante la cultura nueva; sobretodo esperaba encontrar algo que le guiase por buen camino en Kojiki, un Maestro que le ayudase a profundizar sus conocimientos y le llevase en el camino que él quería.
También el entrenamiento con Ivanka era algo que complacía en aparte, aunque los modales de Ivanka no eran del agrado de Tau el hecho de poder descubrir que ocurría sí lograban combinar sus dos poderes hacia que su mente trabajase con avidez nuevas maneras de descubrir combinaciones interesantes que pudieran combinar el poder de la corona de Ivanka con el libro de los muertos al que le dedicaba especial estudio y dedicación; aunque también dedicaba su tiempo a meditar sobre algunas respuestas dadas en el horizonte de sucesos como la carta que recibiría ¿Quién podía mandarla? ¿Su padre? No lo sabia, así que solo podía hacer una cosa que se le daba bien, esperar, ya aparecería el momento, solo esperaba que antes de esto solucionasen lo de Ichini e Ichi, personalmente el asunto le preocupaba puesto que Tau pensaba que ambas partes tenían el mismo derecho a vivir y que la destrucción de una de ellas podía ocasionar un vacío perpetuo en la otra, su opinión personal era algo intermedio, que amabas partes se unieran en una sola convirtiéndose en algo más que Ichi e Ichini ,una mezcla de ambas identidades sin renunciar la una a la otra, pero de momento le parecía difícil dicha situación…
Sí te parece bien, alguien perspectivo podria darse cuenta de en que situaciones Tau esta "bien" o "mal" y ver que es lo que le está animando o cabreando/deprimiendo
El viaje había avanzado sin demasiados contratiempos y lo mejor de todo es que ningún drama había saltado desde la última discusión. Eso no quitaba que se notara cierta tensión en el aire, sin embargo teniendo en cuenta los egos y hormonas de la tripulación era hasta de agradecer.
Por mi parte, el tanto dirigir como gastar mi poco tiempo libre en entrenar tanto al chaval como a mi mismo no es que me dejará mucho tiempo para pensar sin más. Algunas veces me pasaba por la forja unos minutos para descansar al calor de la lumbre procurando molestar lo mínimo y considerar lo que nos habían contado los oráculos...
Sea como sea, el tiempo paso y finalmente nos encontrábamos cerca de nuestro destino. Ya antes de que el ruido fuera ensordecedor pude vislumbrar la sombra que se acercaba y hasta las palabras de Hikari realmente estaba en tensión.
- En fin, ya habéis oído. Sin embargo creo que la mejor presentación que podemos hacer ahora mismo es no dar vergüenza dirigiendo el barco, así que todos a sus puestos para lo que sea que vaya a pasar. Una vez eso pase tenéis descanso para lavaros y cambiaros de ropa si os podéis permitir ese lujo.- añado sin más.
Mucho tiempo había pasado, y Nero se había mostrado con un humor un tanto esquivo durante ese tiempo. Trató de rechazar la armadura que Avgi había forjado, pero al final cedió, no queriendo ofender a la herrera, el punto de Nero era que otros necesitaban protección antes que él, pero hastiado por la situación, al final cedió con una amable sonrisa y un sincero agradecimiento por su labor.
El griego se había entregado por completo a las labores del barco, reparando lo necesario, manteniendo todo y colaborando con los demás, pesca sobre todo. A pesar de su mal humor, Nero trató de conseguir algo de los demás en los pocos momentos que tenían de tiempo libre, buscando que colaboraran y estuvieran preparados para la llegada Kojiki, cosa que, día tras día, le iba dando más y más pánico a Nero.
Finalmente llegó una señal, una señal que la capitana no tardó en revelar de que se trataba. La miró con cierta gravedad y preocupación a la par que Cedric hacía su papel con buen tino. Iba a decirles algo, pero le costó encontrar las palabras adecuadas, todo lo que se figuraba sonaba terriblemente mal - preparaos, intentad mantened una buena actitud - fue la tontería que se le ocurrió antes de hacer lo propio para la gobernanza del barco.
- Oye ¿pero cuanto va a tardar el puente de pájaros en llevarnos hasta allá? - Intenta preguntar Ivanka - En ninguno de los augurios se nombra a Siriana. Me gustaría saber cómo está.
Aunque por supuesto, tal vez no todos supiesen de quien estaba hablando, por lo que se toma unos instantes para aclararlo.
Siriana es mi hermana. Otra hija de Hella. Viajaba junto a Ichi porque fue gracias a su poder que el cadáver se animó y cobró vida. Estuvo con los primeros en el viaje en Mythos y más tarde acudió a ayudarme en las arenas de Asgard para luchar. Desde entonces no sé nada de ella.
La bomba que habían soltado sobre Alina hizo mella en su humor. La chica no se veía como cuando el viaje en barco comenzó, pero sí que se veía distraída y un tanto cabizbaja. Primero, la conversación con Kled y luego... la respuesta sobre el tercer cuerpo. Eso hizo que su intención de escribirle a Hikari pasara a segundo plano. Días después, cuando hubo recuperado algo de paz mental, se dio cuenta que escribirle la carta se estaba tornando en una labor titánica. Pensaba y repensaba lo que escribía, por lo que pasó un mes y no llevaba más de un par de renglones. Tendría que esperar un poco más.
Durante ese tiempo, hizo lo que le correspondía de la mejor manera, haciendo incluso sopas calientes e infusiones para ayudar a la tripulación a mantener la temperatura. Claro que los más frágiles sucumbieron a las bajas temperaturas. Alina intentó ayudar dándoles pociones, pero no eran de mucha utilidad, por lo que tomó la decisión de desarrollar pociones que pudieran tratar ese tipo de problemas. Ya había comenzado con la de fatiga, pero seguiría una para el resfriado. Cuidó de los resfriados lo mejor que pudo, a pesar de que su semblante seguía triste. Alina entraba y salía ocasionalmente de la forja, procurando no quitarle demasiado tiempo a Avgi. Al parecer, solo conversaban. Fye se veía fuerte y se mantenía escondido en las ropas de la pelirroja para huirle al frío de las tierras del norte.
Llegó el día en que el trino de los pájaros llamó la atención de todos y tras la legada de una parca capitana, comprendió que se acercaban. Las visiones habían sido muchas, y unas no tan satisfactorias, pero al menos sentía que avanzaban. Miró a Hikari - Hubo algunos detalles que tal vez la capitana pueda ampliar. El humor de "Showa-sama" en Hanamura... Era una habitación en penumbra mientras el exterior era soleado. Un hombre vestido con una toga oriental nos daba la espalda y parecía concentrado en algo que no podíamos ver. No sé si eso dice algo - y luego escuchó a Cedric. Asintió, aunque sabía que no le permitirían hacer mucho, pero haría lo que estuviera en sus manos para ayudar en lo que pudiera. Se detuvo antes de irse tras escuchar las palabras de Ivanka y le sonrió a su amiga - Ichi no puede moverse sin Siriana porque fue ella quien animó su cuerpo. Por lo tanto, es seguro que está con él si realmente se acerca a Kojiki. Podemos hacer la pregunta directamente por ella, si prefieres, ya que no podemos hacer dos preguntas a la vez. Si lo hacemos, recibiremos un choque psíquico - explicó para luego disponerse a cumplir con lo que le correspondiera y luego asearse.
Aunque durante el viaje la mayoría ha visto su faceta femenina en algún momento, infinitamente más infantil y emocional que él, lo cierto es que pasa bastante tiempo en su forma masculina. El resfriado ha sido un obstáculo, mas no un problema, para poder ayudar todo lo deseado.
Sus ojos se maravillan con las aves arcoíris que alzan el barco como si fuese de papel. Ese tipo de contrastes tan típicos de su tierra son algo que claramente le sigue fascinando.
Son como aves del paraíso.
Masculla apenas antes de escuchar la voz de los demás. Se gira y asiente, inclinándose con cierto respeto. Rebusca entre sus pertenencias hasta dar con un perfume de pimienta, frutos rojos y corteza de roble. También empieza a acomodar su cabello y sus ropas mientras camina hacia su puesto para cuando el barco americe.
La conversación sobre Siriana hace que gire el rostro en una clara denotación de atención, pero sin intervenir. Sólo pregunta, para todos los que pueden escucharle.
¿Hay algo de última hora que debamos saber para nuestro papel?
No parecía tener muchas ganas, pese a todo obedeció a las órdenes.
Si lo ha mandado tu madre, sabe cómo hacer una buena presentación.
Fue todo el comentario antes de se marchase la capitana. Nuevamente se encaminó hacia su posición y esperó. No tenía ropa, ni perfumes, ni ganas. Era como era... y los guerreros siempre tenían otras connotaciones. Lo que sí hizo fue manifestar la catana y asegurarse de que estaba en buen estado y presentable. Eso era todo lo que necesitaba en realidad.
Hasta donde yo sé, Siriana e Ichi estaban juntos. Muy juntos.
Esperaba ser bastante clara, con aquello también le daba en parte la razón a la oráculo con que probablemente seguirían juntos.
Avgi salió de la forja dejando escapar un bostezo que escondió con su mano. Pese a tener el pelo corto, se podía ver que algunos mechones estaban fuera de lugar, lo que dejaba claro que se acababa de despertar. Las últimas semanas habían sido demasiado largas, cuando no estaba en la forja, estaba entrenando y lo poco que dormía parecía no servir de nada, pues sus sueños eran inquietos. Con cierto esfuerzo se obligó a despejarse del todo, nunca antes se había esforzado tanto en algo y sabía de los malestares de Tau ante su decisión, pero era lo que sentía que debía hacer... Por eso cuando pasó junto a él simplemente le dedicó una sonrisa, pero no se paró, si no que siguió caminando hasta el borde. No le apetecía hablar con nadie, simplemente quería descansar su mente y cuerpo.
Sentada en el borde se alzó cuando la capitana habló. La fenicia se miró un par de veces y soltó un largo e infinito suspiro ¿Adecentarse? Se había pasado semanas encerrada en la forja, su piel se veía más oscura por la suciedad y su olor...¡Pero es que ella era una herrera! Ni siquiera debería salir del barco a la llegada a Kojiki, aún así haría lo posible por no dar asco. Seamair salió para frotar su cabeza con la mejilla de Avgi, era cómo si pudiera sentir su preocupación y quisiera reconfortarla.- Ya, ya...-Le devolvió las caricias con uno de sus dedos.
Dadas las órdenes, Avgi se dirigió a terminar sus tareas y a darse un agua. Aunque en su camino no pudo evitar pararse a admirar aquel espectáculo de trinos y movimientos. Durante unos segundos se quedó embobada, pero rápido reaccionó. Terminar sus tareas, lavarse y ponerse ropas que no olieran a perro muerto. Sólo esperaba que hubiera algo que ponerse...
Sin líquido elemento que surcar y siendo llevados en volandas por el puente de pájaros, es complicado comandar el navío, pero al menos pueden preocuparse de dejarlo todo atado para estar preparados para el primer momento en el que esa circunstancia cambiara.
La brisa suave es agradable, y si no hubiese sido por las responsabilidades y cosas que tratar de recordar que todos tienen sobre los hombros, sería hasta agradable.