Masud parece pensativo. Se rasca la cabeza.
- Bueno... en una cosa hay que darle la razón - Sonríe a Brynja casi como si aquello le hiciera gracia. - Si hay alguien capaz de controlar tu poder... o el mío, son ustedes tres. - No se cuenta a sí mismo.
Abre las manos mostrando las palmas - Si en algo ayuda... bienvenido sea.
Además, acceder a ellos es demasiado agotador como para que nadie se plantee usar algo que no sea realmente necesario.
Me volví furiosa hacia Cedric dando un paso enfrentándome a su imagen.
- ¿Orgullosa?!- Grité.
De haber estado en la realidad, habrían visto chispas saltando de mi cuerpo, o quizá algunos jirones de viento envolverme.
- Oh, lo siento, Papa Cedric, si dudo de darte una pistola con la que podrías matarte o matar a otros. Confundes orgullo con prudencia.- Un poco más y echo humo por la nariz.-¿O es que piensas que si os presto mis poderes ya no seré jamás Brynja de la Tormenta, sino una más? ¿Es eso lo que piensas de mí? Siento decepcionarte, pero mis poderes no me definen.- Me señalé a mi misma con ambas manso.- "Esto" es Brynja.
¿Quieres mis poderes? Te los regalo. Yo nunca los pedí y no los quiero. Y ojalá algún día pueda deshacerme de ellos. Pero mientras tanto, espero comprendas que, mi acojone, está justificado. ¿Has matado con tus poderes a tu madre, Cedric? Yo sí, y no es agradable. ¿Puedes asegurarme que no vas a matar a nadie o a ti mismo si los usas?-
Alcé una ceja intentando serenarme. No esperaba que contestara a eso. No lo pretendía. No entendían los peligros de la tormenta. Entregaría mi vida por ellos, si era necesario, y mis poderes si tuviera la seguridad de que no se volverían contra ellos. Negué con la cabeza mientras escuchaba también a Avgi y a Masud.
Di un par de vueltas sobre mi misma intentando pensar mirando como ellos ya habían puesto sus manos en el cubo. Era cierto que el peligro estaba ahí, acechándonos y mi poder podría sacarnos de allí antes. ¿Merecía la pena sacrificar una cosa por la otra? ¿Desatar el caos por una mínima posibilidad de escapar?
Diferencia de antes a ahora. Eso es complicado. Quizá...
- Vale.- Miré a Agvi y después me puse frente a Cedric, mirándolo directamente a los ojos con el semblante serio - Pero prometedme no usar el poder de la tormenta hasta que no lo hayáis entrenado conmigo. Yo os lo enseñaré. Nada de improvisar. ¿Entendido?
¿Has matado con tus poderes a tu madre, Cedric?
Demasiado transparente, Masud cambia el gesto al escuchar aquello, pero por suerte Brynja estaba demasiado atenta con su discusión para darse cuenta. Hubiese podido responder algo bastante desagradable, pero se lo traga.
Cuando Tormenta accede, él comienza a andar - Si tan solo pudiese mantener las manos ocupadas con algo...
Le dejo soltar todo lo que tenía que soltar no aparto la mirada ni me dejo amilanar por su ira. Qué se desahogue lo que necesite y que salte todo lo fuerte que quiera, que haga los aspavientos y de la vueltas que necesite. Simplemente espero en silencio hasta que termina.
- No, no he matado a mi madre. Ni siquiera sé si está viva pero lo dudo con creces y solo puedo consolarme con la idea de que me dio por muerto y siguió adelante. No me estoy burlando de tu dolor, pero precisamente los que tienes delante han perdido tanto o más que tú. Y sí, te llamo orgullosa. Orgullosa por creer que eres la única que carga con algo, la única que teme lo que pueden hacer sus poderes o incluso lo que va reflejar el cubo de ellos. Yo mismo tengo un don que no uso pero que no es propiamente de mi legado así que no sé si saldrá en el cubo. En caso de lo hiciera os indicaría de no usarlo.- mi tono es calmado y tranquilo sin sonar amenazador ni tampoco frío.- Además en ningún momento he dicho que tus poderes te definen, si escuchaste ayer en el barco creo que deje bastante claro mi opinión sobre ello. Para mí nunca fuiste la Tormenta y más que probable que nunca lo seas. Siempre has sido una joven alocada con el pelo azul que frivoliza muchas cosas con su humor en un intento de ocultar dolor y preocupación.- sonrío por un segundo.- Y eso te lo dice un viejo que usa el sarcasmo para lo mismo, así que créeme que sé de lo que hablo. Y si te sirve de algo, pensaba pedirte que me enseñaras a dominar los poderes peligrosos, esa es la diferencia entre tú y nosotros. Te tenemos a ti, puedes enseñar. Aquí es tontería pero si quieres nos damos la mano en señal de acuerdo en cubierta.
Masud reprime un escalofrío y se pasa una mano por la nuca, con expresión un poco despistada.
Viendo que Masud parecía abstraído me acerco a Brynja y bajo el tono para susurrarle algo.
- Peliazul, necesito un favor de tu parte. Al parecer Tau se está proponiendo revivir a Masud, espero que no haga falta decirte que nada bueno sale de esos intentos. Sin embargo sé que si hablo yo con él de esto se cerrará en banda. Tenéis que ser tú o Khamsa. A esta última iré a verla ahora mientras entrena pero cuando tengas tiempo habla con el médico, ¿entendido?
Aún estaba pensándome lo de entregar mis poderes.
Sonaba egoísta pero... Chasqueé la lengua, no molesta, si no temerosa de que algo pudiera salir mal por mi culpa. No entendían que podía ser más una maldición que una ventaja. Como tener una pistola de rayos cargada y sin el seguro puesto. Pero me quedé observando a todos allí. Si ciertamente mi poder valiera para algo más que destruir... Solo esperaba no equivocarme.
- Está bien. Os enseñaré lo que pueda.- Dije mientras ponía la mano en el cubo, para compartir mi poder, mientras que Cedric hablaba sonríe Tau.
- Lo sé.- Dije sin mirar a nadie, viendo como alguna escritura se empezaba a hacer patente en la superficie del cubo.- Ya hablé con él y sé lo que pretende. Es por ese libro. Cree poder resucitar a Masud. Lo que no sabe es que su alma está atada aquí, al cubo, y jamás podrá resucitar.- Tragué saliva. Eso era tan cierto como doloroso. Miré al resto retirando la mano del teseracto- No puedo negar que me gustaría que tuviera éxito, pero sé que es imposible jugar con ese tipo de reglas y que algo no salga mal. He visto demasiadas películas para saber que una vida va a cambio de otra. Y no quiero que ningún Cocodrilo Zombi me coma el poco cerebro que tengo.
Suspiré cansada.
-Le dije que le ayudaría a entender el libro, pero no a resucitar a Masud, si ello va a representar una amenaza.
Bueno peliazul, ya has oído a los oráculos. ¿Quieres que sigamos con la pantomima o prefieres ver que es esa sorpresa agradable que te espera antes de dar ningún tipo de anuncio?- comento sin más, pero estaba claro que prefería saber la respuesta para ver a que atenerme.
Brynja aún puede responder a la pregunta de Cedric, pero tras esto la conexión se ha perdido.
A partir de este momento, al hablar en este vínculo solo podrán contactar entre ustedes dos
- Avgi, Hikari me ha informado que esos pases nos dan derechos de embajador. Podemos hasta hablar, ¿no es maravilloso?- comento sarcástico.- Díselo a Alina en voz baja sin que se de cuenta el resto, es mejor que por ahora piensen que sabemos lo suficiente de su cultura y si Ivanka está cerca tuya también. Yo por ahora "disfrutaré" del placer de ser ignorado o peor aún atendido por una gente tan educada.- suspiro un segundo.- Que no llevas ni diez minutos burocráticos y ya te activas...
- Especialmente una que decía que solo servía para herrera...- se puede notar mi tono divertido.
Esto lo dice a la vez que el comentario en cubierta del barco cuando te ve con el kimono. Por si había dudas y tal xD
- ¡Oye! Yo una vez fui una gran divinidad... Aunque los años han hecho que pierda cierta parte de mi verdadero encanto.-Respondió con una risa nerviosa y negando.- Sigo pensando que mi lugar era el barco... ¿Eh?
*Respondo tarde... Pero no sé por qué había olvidado este post :(
- Dudo que tu divinidad fuese la fuente de tu encanta lo verdad, y claro que te gustaría haberte quedado en el barco. Así ahora podrías salir y disfrutar del festival que había en las calles, créeme que no eres la única que ha pensado eso...- comento también divertido.- Con suerte aún tendremos algo de tiempo para recorrer las calles, pero primero hay un par de cosas de las que encargarnos.
- Pues no sé que decirte... Aunque lo cierto es que no todo era encanto lo que tenía o poseía.-Comentó riendo y negando.- Tanto protocolo, tantas caras largas... ¡Por los dioses! ¿Quién no termina harta y queriendo esconderse en el barco? Puedo asegurarte que me moría por bajarme, tantos días dentro de un barco pasan factura... Pero visto lo visto ¡Hasta el barco suena más divertido! -Respondió con un puchero.- Sin contar la preocupación de no saber nada del resto o de la capitana... ¿Qué más podría salir mal?
- Oh, así que más que encanto, ¿eh? Voy a tener que pedirte una demostración cuando la vergüenza no te pueda.- le contesto también divertido hasta que pasa al resto de la conversación, aún hay una sonrisa dibujada en mis labios aunque con un gesto de comprensión más que de simple diversión.- Sabíamos lo que iba tocar y sinceramente estoy como tú, ninguna regla que nos atara más allá del sentido común. Sin embargo tampoco creo que nos vaya tan mal, para empezar tenemos un lugar y somos recibidos como invitados, que no deja de ser una forma de controlarnos y ponernos una jaula de oro, pero al menos nos dejan andar por la zona y la cama será más cómoda que una paca de paja. Tampoco nos han sentenciado a muerte y aunque nos miren con una mezcla de lástima y condescendencia, creo que ambos estamos acostumbrados a algo bastante peor.
Así que a ver que nos dice la anciana y luego vamos a disfrutar del festival, total un guía no nos podrá vigilar a todos...- concluyo con cierto brillo en los ojos.
- El paso de los años ha ido borrando esa parte. Según el tiempo avanza nosotros evolucionamos... Y lo que antes éramos termina desapareciendo.-Comentó riendo y negando.- No soy, ni seré la misma que era entonces... ¡Deberás conformarte con lo que ves ahora! -Exclamó muy convencida, pero sin perder la sonrisa.- Sin duda tienes razón... Nada superará a lo que ya vivimos ¿Esto? Un agradable paseo comparado. Aún así hay tantas cosas que... No terminan de gustarme. Pero cómo suelen decir "No llueve a gusto de todos..." -Sonrió y negó.- ¡Eh! Espero que si pretendes escabullirte no te olvides de mi... Aunque si hay algo que me llama más que el festival, es el Dojo.-Respondió risueña. Aquel lugar era toda una fantasía.
- Oh, vamos. No te cambiaría por nada del mundo. Eres algo más que una compañía confortable, nunca lo dudes.- comentó con un reflejo de la sonrisa de la mujer y la misma convicción que ella.- Donde vayas haz lo que veas, por supuesto todo tiene un límite. Tenemos cosas que conseguir aquí y nos toca jugar a la par.- se me notaba un poco hastiado por esa situación.- Soy el primero que querría poder tratar todo de manera directa y sin tanto protocolo, creo que eso ya lo sabes de sobra. Si prefieres quedarte en el dojo, creo que con una simple muestra de interés y petición a nuestra sirvienta personal bastaría para que te lo explicaran. Así que ya sabes, menos timidez. Por lo demás, descuida que si desaparezco te llevo conmigo.
La forma de Masud en este lugar esboza una queda sonrisa y encoge los hombros
- Podría ser peor, ¿no?