Granada
1492
El ruido de la batalla era algo lejano para la pareja de nobles que jugaba al ajedrez en uno de los torreones de la ciudad.
Uno cristiano y otro musulmán; que jugaban cómodamente una larga partida de ajedrez.
Si uno se llegase a fijar en los detalles de las piezas que movían lánguidamente por el tablero, enseguida se daría uno cuenta del increíble grado de detalle que las aparentemente sencillas piezas de madera tenían.
De hecho, el grado de detalle era tan grande que mas de una pieza tenia el mismo rostro que algunos de los mas ilustres guerreros que se estaban batiendo el cuero en ese mismo momento, a menos de treinta pasos de la pareja de nobles que no parecían dar un chavo por la guerra a su alrededor.
El noble musulmán; vestido con una rica túnica de oro y seda propia de las tierras árabes; movió su caballo, un guerrero con cimitarra al cielo y un grito de guerra en sus labios de madera; solamente para que el noble cristiano; vestido con un rico traje de suave lana negra y filigranas de plata sobre un ligero camisote de mallas; desplazara a un alfil; con un aterrador parecido a un batidor Íbero con su falkata lista para matar; hasta el caballo, eliminando la pieza del tablero.
El noble musulmán rio suavemente, tomando un dátil del cuenco que se encontraba a su vera, cerca de la silla en la que se sentaba, masticando el fruto con diversión en los ojos. Por su parte el noble cristiano sencillamente permaneció impertérrito, esperando a que su rival en el tablero hiciera su siguiente movimiento.
El guerrero Íbero desapareció cuando una pesada torre; una pieza con un remate en su cabeza que la hacia parecer uno de los minaretes desde donde se solían entonar los rezos a la Meca; cayo sobre el y lo aplasto por completo.
El noble cristiano gruño por la muerte de la pieza y se concentro en el tablero, mientras el noble musulmán no dejaba de sonreír como si algo le hiciera muchísima gracia y solo el fuera capaz de entender el chiste.
Todo en su oponente enervaba a el caballero cristiano que solo deseaba acabar con esto y poner fin a la partida que llevaban jugando durante años, era hora de poner fin a esto y poder reclamar de una vez aquello que le había sido prometido cuando este lunático juego del gato y el ratón dio comienzo hacia tanto tiempo.
-Tomate tu tiempo amigo mio, a fin de cuentas no vamos a ir a ningún lado hasta que los Reyes católicos tomen el lugar- se encogió de hombros el noble musulmán, no dando especial importancia a la caída de de uno de los últimos baluartes árabes en la península.
El noble católico simplemente gruño y movió un peón con forma de lancero cuya cara estaba retorcida en un rictus de dolor y furia.
La respuesta a ese movimiento fue como el noble musulmán, sin ni siquiera mirar al tablero movió el ultimo de sus caballos o caballeros si uno se atenía a su apariencia; en una posición que podía hacer que cayera la reina del noble católico.
Una reina que era la viva estampa de Isabel la Católica.
La agresiva maniobra pillo por sorpresa al noble católico, que enseguida movió a la reina a una posición mas segura, a costa de perder un trió de piezas; un caballero, un peón y un alfil.
Pero al final, la jugada para salvar a la reina dio sus frutos, pues el noble musulmán se había lanzado con todo a la ofensiva, dejando su propio rey desprotegido y con un gruñido de triunfo el caballero movió a la ultima de sus torres en una maniobra de pinza que no dejaba escapatoria al rey del noble musulmán.
El Rey musulmán del tablero tenia el rostro del gobernante de Granada y a pesar de su situación desesperada, nada en la figura parecía mostrar los horrores de la guerra que se estaba librando en el Viejo mundo.
Los Reyes Católicos habían reconquistado la península, poniendo fin a siglos de dominio del Islam sobre el territorio Íbero pero el coste había sido desproporcionado, la sangre de miles regaba la tierra de un extremo a otro de la península.
El noble musulmán aplaudió divertido, a pesar de haber sido el perdedor de la partida y con un desganado movimiento tumbo al rey de su lado del tablero.
Levantándose con una burlona floritura, el noble musulmán se encamino hacia la puerta pero antes de que pudiera salir, el otro jugador le miro y le pregunto.
-¿Por que?, ¿por que rendir tan pronto la plaza?-.
El noble árabe sencillamente se dio la vuelta y con una sonrisa en un rostro de rasgos completamente ajenos a la perfección árabe que había mostrado hacia un momento respondió.
-Mi querido Conquistador, Mi querido Cortés , ¿ no lo entiendes?, lo mejor No es la victoria...sino el juego, nos vemos en el Nuevo mundo querido, el Viejo ya no guarda tanto glamour como antes, ademas ¿no te prometimos nuevas tierras por conquistar?-.
El noble católico sencillamente miro la puerta por la que había salido su rival y mirando a través de la ventana donde se oían los vítores de los caballeros.
El Viejo mundo ha muerto....¡Larga vida al Nuevo mundo!.
Plazo de comentarios: del 09/06/2014 al 23/06/2014
FORMA 5
Me ha parecido un relato estupendamente escrito, sin faltas de ortografía apreciables para mí, y muy ameno en su lectura. Como mucho, he de salientar que a nivel personal me chirrió un poco el uso de la palabra "glamour" en un relato tan históricamente enmarcado. Aparte de no pegar con el resto del contenido, es un vocablo francés que dudo que estuviese de moda en la época :) Por lo demás, estupendo.
CONTENIDO 5
Me parece un relato muy original en cuanto a ese marco incomparable que denotan el lugar y la fecha nada más empezar a leerlo. Sorprende la trama de la partida de ajedrez, y me gustó mucho el desenlace de la historia. Se me hizo amena la lectura, y he de decir que me parecieron estupendos los giros de dicha partida hacia la realidad que sucedía en su entorno.
COMENTARIO PERSONAL 5
Sencillamente me encandiló su lectura. Me gusta el ajedrez, pero ademàs, el mezclarlo tan sabiamente con aspectos históricos tan bien dosificados me hicieron releerlo de puro gusto para apreciar mejor los detalles. Enhorabuena, me encantó ^_^
FORMA
La forma y redacción del texto es correcta. Sin grandes alardes ni cultismos el autor, en mi opinión, consigue transmitir las ideas sin problemas. Se observan faltas de ortografía que es necesario corregir, se abusa del uso de los puntos y coma aunque la estructura del texto en párrafos es correcta. Se produce alguna redundancia en frases como:
Cita:
que quedaría mejor:
Cita:
O incluso:
Cita:
donde se entiende todo el significado de la frase y se usan menos palabras, evitando saturar al lector con circunloquios.
puntuacion: 2
CONTENIDO
El hilo conductor del relato intenta desde el principio mezclar la historia de la reconquista con figuras relevantes y la trama se va desgranando poco a poco. Desde este punto de vista se fomenta la intriga en cierto modo y se simboliza la lucha del cristianismo contra el Islam. Las figuras históricas son piezas de ajedrez movidas por fuerzas superiores aunque el relato no termina de tener una coherencia histórica pues muchas referencias rechinan. Hernán Cortés tendría 7 años en 1492, los íberos nunca se enfrentaron a los musulmanes, pues eran prerromanos, al igual que la falcata. Y ni siquiera sabían qué era el cristianismo porque Jesucristo ni siquiera había nacido. Lo peor es la insinuación de que la batalla continúa en el nuevo mundo cuando los musulmanes, por su situación en el mapa y sus propios problemas nunca participaron en la carrera hacia las Américas. A mi modo de ver falta coherencia histórica.
puntuación: 2
COMENTARIO PERSONAL
Da la impresión de que se ha desperdiciado la oportunidad de un buen relato. Un texto parecido pero con figuras históricas relevantes del siglo XV, con la correcta representación de los poderes políticos, religiosos y militares en el tablero o si se quisiese dar una representación de que la partida simula toda la reconquista que finaliza en la toma de Granada se podía haber hecho alusión al nacimiento de los reinos cristianos peninsulares, al Cid, los reinos de taifas, ...
Una reescritura podría ser una buena idea pero no puedo ni quiero desmerecer el esfuerzo y la originalidad. Como siempre, escribir una y otra vez es la forma de conseguir mejorar y sobre todo en temas históricos es necesario documentarse para evitar incoherencias.
Puntuación: 2.5
Todo esto son opiniones y por supuesto deben tomarse como tales. No me siento capacitado para calificar a nadie pero no hacerlo de modo apropiado y elogiar sin motivo sería hacer un muy flaco favor al autor.