El horror más allá del espejo
22 de diciembre de 2012, México D.F, Clínica psiquiátrica Renacer
- Así que llegamos a la conclusión de que todos sus temores proceden de ese extraño espejo, ¿no es así señor Gálvez?
- Verá, doctor no se trata exactamente del espejo. El espejo no es más que un instrumento. Lo verdaderamente alarmante fue lo que he visto a través de él, aunque entiendo que entiendo que usted, como hombre de ciencia, no dé crédito a mis visiones.
- Parte de mi trabajo consiste en tratar de racionalizar sus recuerdos. Y supongo que ese es el motivo que le ha traído a usted hasta aquí. ¿Por qué no me cuenta los detalles?
Me quedé un largo tiempo en silencio reconstruyendo la secuencia de los hechos. HMi vida había cambiado completamente desde entonces, pero en aquel momento los recuerdos emergieron sin dificultad. Aun así me entretuve un rato mirando la cara afilada y perfectamente afeitada del psiquiatra, el impecable cuello de su camisa y sus gemelos de oro. Entonces, sin poder evitarlo, le relaté la historia que llevaba semanas atormentándome.
Yo hace solo un año que trabajaba para una empresa de mudanzas. Un día como otro cualquiera me encargaron transportar unos muebles desde un viejo caserón abandonado a las afueras de la ciudad. Al parecer se trataba de la herencia de un anciano adinerado y sin descendencia directa que sus familiares reclamaron sin inspeccionarla a fondo. La mansión se caía a pedazos, llena de polvo y de trastos viejos, pero lo que más me llamó la atención fue un enorme espejo de cristal que descansaba contra una de las paredes del ático. Por su tamaño parecía imposible que lo hubieran metido allí a través de la pequeña trampilla que comunicaba con la sala principal, pero aun había algo más inquietante, algo inexplicable...
- Usted no se podía creer la imagen que veía en el espejo...
La imagen me reflejaba a mí pero con un herida en la frente de la que manaba un reguero de sangre. Yo me encontraba ileso y nunca había sufrido alucinaciones, así que no pude sino pensar que la razón de aquel reflejo caprichoso estaba en el propio espejo. Al instante comprendí que debía llevármelo de allí para estudiarlo, pero la única manera de retirarlo de aquel endiablado ático era abrir un boquete en el suelo. Me volví a mi casa a por herramienta y pasé toda la tarde serrando aquella madera apolillada.
El caso es que mientras me entregaba a la albañilería sufrí un accidente. Una de las tablas cedió con mi peso y el suelo del ático se vino abajo. En aquel momento culpé a las prisas, aunque más tarde comprendí que estaba predestinado a ello. Entonces, como movido por una voluntad superior, volví a subir al ático para observar de nuevo mi imagen sin entender todavía que no podía verme porque ya me había visto.
- ¿Me está diciendo que el espejo reflejaba el futuro?
El espejo tenía un adelanto de unas seis horas y no tardé ni un día en descubrir las inmensas posibilidades que aquel desfase me podía proporcionar. Bolsa, ruleta, apuestas deportivas, lotería... Ni se imagina la cantidad de dinero que la gente arriesga todos los días confiando en la suerte. Lo único que necesité fue poder ver reflejada la pantalla de mi portátil.
- ¿Y eso fue lo que explica su repentina solvencia financiera?
Eso explica la mansión en Acapulpo, el yate, los deportivos de lujo... Pero también la obsesión de querer amplificar aquel efecto. Por aquel entonces empecé a estudiar manuales de óptica intrigado por saber si una vez fragmentado el espejo y reflejadas sus partes entre sí, aquello me permitiría adentrarme más en lo desconocido. La teoría no me aclaró nada a este respecto, así que entendí que la única forma de comprobarlo era romperlo. Tardé varios días en decidirme, consciente del peligro de estropear para siempre un objeto tan valioso, pero al fin la curiosidad pudo más que la prudencia y lo hice.
El resultado superó con creces mis expectativas. Tras experimentar con diversos ángulos y emplazamientos descubrí que por alguna extraña ley de reflexión la imagen que devolvían los espejos más internos no guardaba una progresión aritmética sino geométrica con la de los primeros. Ante mis ojos se sucedían días, semanas, meses, años, siglos, milenios invitándome a indagar en el futuro más remoto. Allí pude contemplar y comprender el terrible destino de nuestra especie. Unas imágenes tan inquietantes que ni la más perversa de las fantasías sería capaz de concebir.
Un profundo silencio se hizo en la sala hasta que el doctor Santos lo rompió con una voz grave y profesional:
- ¿Conserva usted todavía ese espejo, señor Gálvez?
- Lo destrocé y trituré en mil pedazos.
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Este relato debe ser comentado por: _Ameyal_, Kilder y Caodin
Comentario:
FORMA
Es un texto fluido bastante de lectura rápida y no empalagosa, lo cual a veces se agradece, aunque muy poco detallista y redundante en algún momento.
le doy un 3
CONTENIDO
La historia es buena, aunque los personajes se ha de intuir bastante al principio quien es cada uno, y el final de la historia es imprevisto, aunque no se explica como ha llegado a entrevistarse con un psiquiatra, sin darle mucha tensión a su personaje ni darle aspectos de locura.
otro 3.
COMENTARIO PERSONAL
Realmente, la historia me ha gustado, igual no sería el final que yo le daría a esta, pero es buena y de fácil lectura.
Global le doy un 4 :)
FORMA La historia està escrita con sencillez, llevando al lector de la mano de una lectura ràpida, fàcil de comprender pero al mismo tiempo llena de detalles y de figuras que van apareciendo en la mente del lector al pasar por cada una de ella. Me gusta mucho la narraciòn en primera persona, aunque en este caso creo que le quita un poco de fuerza a los protagonistas. 4 CONTENIDO Sin duda una historia original. Empieza ponièndonos en un lugar y nos va llevando con cada paso hasta terminar la historia con los trocitos de vidrio, claro, como para comprobar su versiòn. Incluso el doctor tiene su parte de protagonismo que me ha gustado y mucho. De la historia en general me queda un excelente gusto. 5 COMENTARIO PERSONAL En lo que a mì respecta, sòlo quedarìa desarrollar màs el texto, pero claro, es que era de 900 palabras. Por lo demàs, yo creo que no me debe nada, tiene un desarrollo fàcil de leer o como dirìan los que saben: es un texto redondo. 4
Anònimo.
FORMA (4,5)¿se puede? si no un 5
Encuentro muy pocas cosas que aportarte en cuanto a la forma. entre ellas una errata y una observación
Errata: HMi vida había cambiado (sobra la H)
En ocasiones saltas de la conversación a la narración de una forma desordenada, y aunque parece que el protagonista esté hablando de viva voz, no se indica como tal. Re recomendaría que mirases el detalle, pero por lo demás la forma es muy profesional.
CONTENIDO (5)
Es un relato intrigante de ciencia ficción cargado de consideraciones morales "¿dónde está el límite?" "¿realmente quiero ver este o aquel hecho?" igualmente la resolución de haberse deshecho de los fragmentos me ha parecido muy acertada, aunque llegué a perderme en la "inmensidad" de las multiplicaciones de tiempo de los fragmentos.
COMENTARIO PERSONAL (5)
Lo único que he echado en falta es conocer en más detalle cual es la preocupación real del protagonista para ir a un psicólogo. ¿exceso de información? ¿desengancharse de la sed de saber más? ¿sentirse alguien después de ver su insignificancia con el universo? ¿no saber qué hacer con tanto dinero? ¿miedo a perder el contacto con la realidad?
También es posible que hayas dejado esa respuesta sin escribir precisamente para que sea el lector quien responda a esa pregunta. Una especie de "espejo" en sí mismo en el que se reflejarán las dudas del espectador
Sea como sea, a mi me has dejado con la intriga, y eso significa que el relato ha conseguido lo que tenia que alcanzar ;) felicidades.