Partida Rol por web

Taller de relatos cortos

Relato D4J5

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11/02/2013, 10:42
Paladin Taza

 

La mirada huidiza del ratón

   Estudiábamos el comportamiento de los ratones antes y después de extirparles una región cerebral relacionada con los circuitos de recompensa. Entre otros artilugios, usábamos un sencillo laberinto donde podíamos colocar compuertas, pequeñas bandejas con comida o electrodos capaces de producirles dolorosas descargas.

   Observamos que los ratones eran capaces de atravesar una y otra vez los electrodos si anteriormente habían aprendido que la comida aguardaba detrás de ellos. Por muy intrincados que fuesen los laberintos, eran capaces de buscar el dolor con el fin de llevarse algo a la boca, pues sus sistemas de recompensa les conminaban a buscar la comida, por mucho que sufrieran. Sin embargo, cuando les habíamos extirpado las regiones de recompensa, su comportamiento era errático y desapasionado, como si no encontrasen motivos para caminar o siquiera seguir respirando.

   Nunca olvidaré aquel ratón moteado. Abrí la compuerta y dio un par de pasitos rápidos en el laberinto. En seguida se irguió sobre sus dos patas posteriores y se quedó mirándome con sus ojillos rojos, a la vez que movía frenéticamente sus bigotes. Le empujé con el dedo, pero el ratón se limitó a dar dos pasos más antes de recuperar la misma postura, como si se hubiese arrepentido de entrar en aquel laberinto. Me sobrecogí. Sus ojos rojos seguían posados en mí y parecían leer la compasión en lo más profundo de mis pupilas. Aquel ratón no podía saberlo, pero era un sujeto de prueba destinado a un laberinto donde solo encontraría paredes y electrodos. Y encima tras la prueba, la muerte le aguardaba en la jaula de dióxido de carbono.

   ¿Por qué no lo entendí entonces?

   Por aquel entonces yo ignoraba mi reflejo en los espejos. Vivía una vida monocromática. No percibía la ceguera de alrededor. Así que no puedo decir que no me lo buscase.

   Acabé mi investigación y con ella mi programa de posgrado. Después de mi estudios solo me esperaba infojobs. Era el momento de enviar currículos, correos electrónicos y cartas de recomendación.

   Los meses se arrastraron unos tras otros y no encontraba trabajo. Por fin un familiar me ofreció un puesto como camarero y empecé a trabajar en la zona centro.

   Estaba muy ocupado con mi trabajo. Pasó el tiempo y me fui a vivir con mi novia a un pisito de techos altísimos. Todo nos iba bien, incluso pensábamos en casarnos en un par de años, pero entonces tuve un accidente que lo cambió todo.
En un descuido, el cuchillo de cocina pasó por la palma de mi mano y estuvo a punto de cortarme varios ligamentos. Me dieron la baja y me quedé en casa.

   No sé por qué, pero aquella línea roja en mi mano marcó un antes y un después, partió mi vida en dos. Como no tenía ningún trabajo que consumiera mi tiempo, me dedicaba a leer, a pasear al perro y a hacerle la comida a mi novia. Cuando acababa con todo esto, pensaba mientras limpiaba el polvo una y otra vez por las mismas paredes de la casa. Supongo que estaba deprimido, que me sentía atrapado aunque no supiera por qué. Nada me apetecía, nada me ilusionaba. Mi novia estaba enfrascada en su trabajo y el sexo no era ni por asomo comparable al que teníamos antes de vivir juntos. Supongo que ésta fue una de las principales causas que nos hicieron dejar nuestra relación.

   Me aferré a lo que me quedaba de vida como una garrapata ilustrada. Devoraba libros en la biblioteca y comencé a escribir para volcar mis ideas en una maraña descifrable.

   Esta tregua no duró para siempre. Era una tarde lluviosa de domingo y no tenía mucho que hacer. Abrí el correo de la asociación literaria y leí el contenido del último desafío. Me pedían escribir sobre laberintos. Los laberintos pensé, son mi especialidad. Miré a Motas, erguido sobre sus dos patas traseras y mirándome con sus ojillos rojos y curiosos a través del plástico de su jaula. En mi habitación era el único testigo de mi pasada vinculación con los laberintos. La lluvia chocaba contra la ventana y el viento aullaba entre las ramas del jardín.

   Pobre ratón, le había rescatado de la muerte y los electrodos, pero le había condenado a una existencia filtrada por el metacrilato de su jaula. ¿Para qué le había sacado de aquel laberinto si no le había dejado vivir?

   Vivir.

   Dar sus propios pasos.

   ¿Se habría preguntado el ratón qué quería hacer en su vida? ¿Qué era lo que deseaba? Más allá de los electrodos y las bandejitas, más allá del trabajo y las nóminas.

   ¿Se lo había preguntado?

   El paralelismo me hizo sonreír. Al principio.

   Supongo que tuve un ataque, o que eso dirían mis padres cuando vieron mi habitación revuelta. La jaula de Motas reventada contra el suelo. Los libros desparramados, la cama desecha. Supongo que empezarían a pensar en una fuga cuando descubriesen que la caja fuerte estaba vacía.

   Salí bajo la lluvia con una mochila a cuestas. No sé cuánto tiempo estuve caminando porque iba enfrascado en mis pensamientos. Lo que sí recuerdo es que me despedí de Motas y le solté bajo unos arbustos. Recuerdo que cuando estaba en el avión rumbo a Chile vomité estas palabras como si fueran el punto y final de una historia y el comienzo de otra.

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18/02/2013, 00:14
Shiwk

Forma (4): Buena introducción, al explicar al inicio sobre que tratará el relato.
Parece una historia basada en un hecho real, lo que hace despertar cierta
curiosidad (Sea verídica la historia o no)

Las descripciones son breves pero numerosas, cada cosa tiene un par de
adjetivos que la acompañan, dando en conjunto un aspecto homogéneo,
con una gran cantidad de información, pero sin hacerse pesado.

Las frases utilizadas son largas y explicativas cuando se trata de poner al
lector en situación, y mas breves cuando la acción avanza, un contraste
que obliga al lector a seguir el ritmo de lo narrado.


Contenido (4): El tema sobre el que trataría el texto se deja entrever al comienzo de
este, lo que, (todo esto a causa de que sabemos sobre que tratan)
a pesar de quitarle intriga, deja al lector centrarse en como se van
desarrollando los acontecimientos.

En cuanto a los personajes, poco se puede decir... Uno es un ratón
al que le falta una parte del cerebro, y el otro se larga sin mirar atrás.
Ni un aviso a sus padres, toda la casa revuelta, como si irse de ese
laberinto hubiera sido una revelación. Las cadenas no gustan a nadie.

Personal (5): ¿Quien no ha pensado alguna vez en dejarlo todo y hacer como el
hombre de esta historia? Viéndose a si mismo como a aquel roedor.
Quizá sea esta la razón de que me haya hecho esbozar una sonrisa...

A mi parecer, (ya que soy de esos que le dan una y mil vueltas a las
cosas antes de finalizarlas "oficialmente") se le podría haber intentado
dar una vuelta de tuerca al asunto, ya fuera no dejando claro que el
culpable de la "huida" era el ratón, o no revelando la escapada del
protagonista a Chile hasta la última palabra.

Pero al estar claro quien era el culpable y que iba a pasar,
tenía mas ganas si cabe de descubrir como se llegaría a ese final.

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18/02/2013, 19:46
paloto

Notas de juego

Faltan dos comentarios. Les daremos hoy y mañana para que los pongan. En caso contrario te haré un comentario yo mismo :)

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19/02/2013, 11:26
MarioSZamora

FORMA: (5)  Está muy bien escrito. No hay faltas de ortografía, las maneras son correctas. Excelente.

CONTENIDO (5):  Perfecto. Con una contención muy sutil, el protagonista cuenta una historia cotidiana que consigue sensibilizarme. Su contenido es real, cercano. Desde el primer momento me ha hecho creer cuanto cuenta en el relato. Ha sido muy impactante la imagen del accidente, el corte en la mano y el posterior cambio de circunstancias. Muy bueno, gracias.

OPINIÓN PERSONAL: (5)  Emotivo. Este autor/a consigue transmitir de veras sus emociones con este relato. Sus circunstancias me llegan como si me las estuviera contando apoyado en la barra de un bar o en el avión rumbo a Chile. Me ha gustado mucho. Espero que al protagonista le vayan bien las cosas en América. El autor/a ha hecho que empatice con él.

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20/02/2013, 18:51
paloto

FORMA (5)

La narración es sensacional. Ni una sola pega. No sobra ni una sola palabra. Ni una sola letra. Enhorabuena.

CONTENIDO (4)

Es un relato emotivo, cargado de sentimientos que cobran más relevancia con la sospecha de ser autobiográfico. Sin embargo, como relato de ficción se queda algo vacío. El sentimiento con el que está narrado tapa en parte esta carencia pero no puedo ignorarla cuando me centro en valorar el contenido. Le falta acción. Le falta relevancia. Le falta chispa. Y cuando digo que le falta, me refiero a que es lo que le faltaría para ser un 5. Por esa razón se queda en un 4.

OPINIÓN PERSONAL (5)

Gran trabajo. Un muy buen relato. Buen detalle el paralelismo con el ratón. Bien reflejada la sensación de decepción cuando los sueños chocan con la realidad, ya sea laboral o sentimental. Enhorabuena.