Café con Kumis.
-¿En qué puedo ayudarte?-Pregunto aquel sombrero desde el sillón, rodeado por la insidiosa neblina que desprendía un grueso cigarro brillando bajo el. Aparte la nebulosa con las manos y tomé una bocanada de aire más o menos puro (más menos que más) antes de comenzar.
-Bueno, vera… -Las palabras se secaban en mi garganta saliendo con un tono que me hizo escudriñar a mis lados en busca de si había alguien más en esa sala o aquella era realmente mi voz. Ante la imposibilidad de ver dos palmos más allá volví a centrarme en el puro que me observaba y proseguí.- Se trata de una mujer…
El puro dejo entrever un par de filas de dientes tras él y estos me saludaron sonrientes.
-Siempre hay una mujer.-Pronunciaron.- ¿Se acuesta con usted o es lo que pretende?
Pese a lo impertinente de la pregunta no pude evitar responder, me sentía bastante cohibido en aquel ambiente.
-Es… Solo es una amiga, estoy bastante preocupado por ella…
-Así que es lo que pretende. -Volvió a interrumpir la sonrisa más amplía ahora. No podía apartar la vista de ella dudando entre si faltaba algún diente o estos estaban ocultos por la suciedad y el obscuro entorno.
-No, no. Es solo que hace un par de semanas que no va a trabajar. –Intente explicar como si de un muchacho pillado realizando alguna comprometida tarea me tratara y aquel sujeto fuera quien me había descubierto.-Solo quiero saber si está bien. Solo eso. ¿Me entiende?
-Sí, sí, ya. Lo que usted quiera. No se preocupe.-Los dientes dejaron de sonreír, parecían decepcionados. Me sentí sinceramente culpable por no haberlos podido complacer.-Necesitamos su nombre, y ¿Tiene alguna foto?
-No. Tan solo su nombre…-Era extraño lo mal que me encontraba, no estaba resultando una experiencia emocionante para aquel hombre tratar conmigo y era consciente de ello. Intente ponerle remedio.-Permítame que le explique. Yo suelo ir los viernes a una café…
Por tercera y última vez fui interrumpido. El sombrero se levantó y junto a él partieron el puro, los dientes y una pequeña nube negra. Yo también.
-Sí, de acuerdo. No se preocupe. De los datos a Cindy e investigaremos a su novia.-Una nueva sonrisa, esta con algo de maldad impresa.-Le explicara nuestros honorarios y concertara una nueva cita. No se preocupe, ha acudido usted al lugar adecuado señor Talpen.
Una recia mano salió con presteza desde algún lado cogiendo la mía a su vez. Sin saber muy bien como nos hallábamos junto a la puerta del despacho y mientras intentaba salir de mi sorpresa estaba fuera del mismo.
Hablé con la tal Cindy que resulto llamarse Rosa. Le dije lo poco que sabía sobre la chica y mucho sobre mí. Rellene cantidad de papeles y firme donde sus esmaltadas uñas me indicaron. Deje de leer lo que aceptaba cuando vi algo sobre renunciar a lo firmado en la convención de Ginebra.
Una vez en la calle y tras tomar cuantiosas dosis de aire me dirigí a casa. No podía borrar la experiencia que había tenido de mi memoria. ¡Maldita sea! A aquel tipo mis problemas le importaban una mierda y desde luego Rosindy no iba a encargarse del caso con más ahincó. Todo este asunto debía investigarlo alguien cuya ¿sagacidad? (nunca he escuchado esa palabra, me imagino que será sagacidad) y espíritu no estuviesen movidos por el dinero. ¡Todo este asunto debía ser investigado por mí! ¿Cómo no me había dado cuenta antes?
Corrí a casa a pasos acelerados. Con el corazón palpitante esquive a mi casera, subí las escaleras y pase bajo las faldas de mi vecina que por algún motivo se hallaba frente a mi puerta. Todo ello al más puro estilo Indiana Jones, y como tal me sentía. Quizá me planteara más adelante la opción de adoptar un niño asiático.
Abrí el armario y extraje una vieja gabardina que había permanecido ahí desde antes de que yo me mudara a aquel lugar. Quizá durante antes incluso de que el antiguo inquilino lo hiciera. Registre los bolsillos curioso y encontré una vacía botella de lo que traduje por la etiqueta era leche fermentada de yegua de nombre “Kumis”. Me negué a comprobar la fecha.
Tenía todo lo que una buena gabardina ha de tener para resolver un crimen, incluso estaba plagada de cuadros. Reconocí un Polock.
La puerta sonó mientras llenaba una taza de la misteriosa bebida. Supuse que mi vecina persistía en su empeño de hablar conmigo y me dio vergüenza que pudiera verme así ataviado. Daba igual, ese era yo ahora. El detective Talpen. Gozaba de cierta sonoridad. Anduve hasta la puerta repitiéndomelo a mí mismo en voz baja. “Saludos, soy el detective Talpen.”, “No se preocupen. Detective Talpen.” No podía menos que sentirme satisfecho, era un nombre escrito para ser impreso detrás de aquella palabra.
Abrí la puerta. No era mi vecina.
-Te…Te he… Te he estado buscando. -Acerté a pronunciar.
-Me has encontrado. -Respondió.
-Soy un detective cojonudo.
FORMA 0
El relato resulta muy ameno gracias a la forma que has escogido de contar la historia. Lo has hecho bien, y por ello te felicito, pero:
-Te faltan por poner diecisiete tildes (sí, las he contado).
-Has dicho por ahí esto: "Quizá durante antes...". (Es: quizá desde antes).
-No es Polock, es Pollock.
-Has puesto una mayúscula de más aquí: "Necesitamos su nombre, y ¿Tiene alguna foto?"
Por todo esto te pongo el cero. Creo que deberías esforzarte en mejorar el uso de las tildes. Ya no es solo cuestión de ser correcto y de eliminar ambigüedades, también es importante no perder credibilidad como narrador.
CONTENIDO 5
El relato es intrigante, original y divertido. Usas imágenes maravillosas, como la de la boca, el puro y el sombrero materializados en un detective privado. También es divertida la descripción que haces de la gabardina con sus Pollocks en lugar de lamparones, entre otras cosas como el detalle de Rosindy, el descubrimiento de la palabra sagacidad, que menciones a Indiana Jones, que el protagonista piense en adoptar a un niño asiático, la sonoridad de Talpen, etc. Da la sensación de que has disfrutado mucho escribiendo esto, y éso se contagia.
Creo que has conseguido el objetivo fundamental: que el lector disfrute de la lectura.
COMENTARIO 5
El relato me ha gustado mucho porque es original, divertido y está bien escrito. Pero, has cometido demasiados errores ortográficos.
Por cierto, ¿a qué viene eso de la leche de Kumis?
FORMA
Rapido y sencillo con algun que otro punto de calidad en el vocabulario, aunque se hace un poco confuso en los apartados de charla con puntos, comas y guiones para identificar cuando se habla y cuando se calla.3
CONTENIDO
Rapido, sencillo y muy facil de conectar con el protagonista que realmente pudiera ser cualquiera de nosotros en un mal dia, gran detalla de caracterizacion del hombre que no sabe lo que hace pero se resigna a hacer todo lo que puede. 3
COMENTARIO PERSONAL
Las referencias a Indiana jones y el punto final filosofico del hombre han conseguido arrancarme una sonrisa de la boca. 3
Aun con una gripe monumental paso a comentar :)
Forma. 4
Contenido. 3
Comentario:
Aunque en general me ha gustado, he tenido que rapasar la historia para no perderme en el relato, con los curiosos personajes. En general creo que ganaria si estuviera en negrita los dialogos, para identificarlos a simplevista, algo que se puede arreglar muy rapido.
No me a parecido dificil de leer en general, aunque el contenido lo arreglaria un poco para que se lea un poco mas fluido. Enorabuena!
Un saludo.